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Varona. Revista Científico Metodológica

versión On-line ISSN 1992-8238

Varona  no.74 La Habana ene.-jun. 2022  Epub 02-Jun-2022

 

Artículo original

Enseñar a enseñar historia de Cuba. Reflexiones desde la carrera de licenciatura en educación primaria

To teach to teach history de Cuba. Reflections from the career of licentiate in primary education

0000-0002-1513-1113Lisette Sallés Cabrera1  *  , 0000-0001-7859-234XVladimir Ernesto Sierra Darias1  , 0000-0002-9300-0901Ania Rodríguez Pérez1 

1Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Facultad de Educación Infantil. Departamento- Carrera de Educación Primaria. La Habana. Cuba.

RESUMEN

Enseñar Historia no es tarea fácil y mucho más complejo resulta aún enseñar a aquellos que hoy se forman como maestros primarios, quienes tiene el deber allí en el eslabón de base de su profesión no solo de enseñar esta asignatura, sino además de contribuir a la preservación de nuestra memoria histórica y de los valores más sagrados que defendemos. En el presente artículo se hace un análisis en relación con la manera en que desde las diferentes generaciones de planes de estudios (desde el A hasta el E) se ha venido preparando al maestro primario para la dirección del proceso de enseñanza -aprendizaje (PEA) de la historia patria en la escuela. Se particulariza en aquellas cuestiones que desde la práctica se han constatado como parte de los resultados del proceso de validación de la primera cohorte del Plan de Estudio E. En tal sentido se ha de seguir profundizando y repensando desde la relación teoría-metodología-praxis la manera en que se preparan a los estudiantes para enseñar a enseñar. En el proceso de formación del maestro primario la Disciplina Principal Integradora desempeña un papel trascendental, en tanto en la misma se resumen los contenidos de todas las disciplinas del plan de estudio. La Didáctica de la Historia de Cuba forma parte de esta disciplina, la que ha de garantizar el desarrollo en el estudiante las habilidades pedagógicas profesionales que le van permitir dirigir el PEA de la Historia de Cuba con prácticas cada vez más inclusivas.

Palabras-clave: plan de estudio; maestro primario; enseñar a enseñar Historia de Cuba

SUMARY

To teach History is not an easy task and much more complex still turns out to teach to those that today are formed as primary teachers who have the duty there in the link of base of its non alone profession of teaching this subject, but besides contributing to the preservation of our historical memory and of the most sacred values that we defend. This article made an analysis in connection with the way in that from the different generations of plan of stuides (from A to E) it has been come preparing the primary teacher for the address of the teaching -learning process (TLP) of the native history in the school. It is particularized in those questions that from the practice they have been verified as part of the results of the process of validation of the first cohort of the Plan of Study E. It must be continued deepening and thinking over, from the relationship theory-methodology-practice, the way of preparing students to teach to teach. In the process of the primary teacher's formation the Integrative Main Discipline has an important role, because there are resumed the contents of the whole discilplines of the plan of studies. The Didactic of the History of Cuba is part of this discipline, and it must guarantee the development in the student of the pedagogic professionals abilites that allow him/her to direct the TLP of the History of Cuba with more inclusive practics.

Key words: Plan of studies; primary teacher; to teach to teach History of Cuba

Introducción

La enseñanza de la historia patria ha constituido y constituye en nuestro Sistema Nacional de Educación una prioridad. En las carreras pedagógicas es piedra angular, para la formación de un profesional de la educación comprometido, y portador de una sólida preparación política e ideológica, acorde a los principios de la política educacional cubana; más aún cuando se trata de aquellas carreras como lo es la carrera de Educación Primaria donde la enseñanza de la Historia de Cuba forma parte del objeto de la profesión. Estas son razones obvias para seguir profundizando en la manera en que hoy se preparan a los estudiantes de la carrera para la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje de esta asignatura. Las insatisfacciones no son pocas, pues los estudiantes que egresan no siempre lo hacen con la calidad a la que aspiramos, ya que para ser un buen maestro de Historia se requiere, por un lado, del dominio de los conocimientos históricos objeto de estudio y, por el otro, la proyección metodológica del contenido de enseñanza.

El saber y el saber enseñar Historia son dos procesos complementarios, pero diferentes, pues no se es un buen maestro de Historia por conocer solamente la Historia, debido a que la determinación de qué conocimientos históricos seleccionar, qué valores pueden ser trabajos desde las potencialidades del contenido , qué habilidades pueden ser desarrolladas, qué métodos son los más adecuados, qué fuentes son las convenientes utilizar, qué evaluación diseñar que permita comprobar los resultados que van obteniendo los educandos atendiendo al diagnóstico individual y grupal; sólo se domina a partir del conocimiento y la experiencia didáctica que se posea. Es por ello, que el presente artículo persigue hacer un análisis del comportamiento que ha tenido la preparación del estudiante de la carrera para la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba en la escuela primaria, atendiendo a las particularidades de cada uno de los planes de estudios. Se enfatiza en el actual Plan de Estudio E, lo que permite determinar aquellas cuestiones en las que se requiere trabajar con urgencia, en función de garantizar que los maestros en formación egresen con las herramientas teórico-metodológicas que le permitan transformar la enseñanza de la Historia en nivel educativo Primaria.

Desarrollo

La carrera de licenciatura en Educación Primaria ha transitado desde sus inicios por diferentes generaciones de planes de estudios, dada la necesidad cada vez más creciente de formar un profesional competente, capaz de estar a la altura del desarrollo científico-técnico y social del país. Como resultado de ello hasta la actualidad la carrera ha transitado desde el Plan de Estudios A hasta el actual Plan de Estudios E.

En 1979 se inicia la formación de maestros primarios con nivel superior en Cursos para Trabajadores con el plan ¨A ¨. En 1979 se crea la Licenciatura en Educación Primaria en la modalidad semipresencial (cursos para trabajadores) y en el curso 1988-1989 se inicia en la modalidad presencial (curso regular diurno), lo que constituyó el Plan de estudio “A” de esta carrera, con la finalidad de garantizar la preparación científico-pedagógica y metodológica que requiere el maestro para cumplir exitosamente la tarea que le corresponde (Massón y Torres, 2016).

El Plan de Estudios “A” de forma general según refieren Massón y Torres (2016)

Fue centralizado y en él se estructuran las especialidades y las especializaciones en correspondencia con el plan de desarrollo socioeconómico, como una manifestación de la función social de este nivel, lo que contribuyó a incrementar la influencia de la educación superior en la aceleración de los ritmos del progreso socioeconómico, científico-técnico y cultural” (Massón y Torres, 2016, p.73).

Este Plan de Estudios en el caso particular de la carrera de Educación Primaria estuvo organizado en asignaturas. En total se impartían 25, del ciclo filosófico, pedagógico y todas las asignaturas que se daban en la enseñanza primaria con sus metodologías. La carrera preparaba para el primer ciclo de la enseñanza primaria y para un área del segundo ciclo: Ciencias o Humanidades.

Capote, B. (2008) en sus tesis de maestría, declara que este plan de estudios respondía a un modelo del profesional diferente al de hoy, donde no se hacía referencia a las funciones profesionales que debía cumplir el licenciado una vez graduado, sino que se orientaba a cualidades que debe poseer y objetivos generales del plan de estudios, que se dividen en: conocer, saber y saber hacer.

En este plan de estudios atendiendo al tema que nos ocupa no se impartía la asignatura Historia de Cuba como tal sino que se le denominaba a la misma Historia del Movimiento Obrero y de la Revolución Socialista. Esta se estudiaba en tercer año, en el primer y segundo semestre. Se puede observar que con esta asignatura se estudiaba solo el desarrollo del movimiento obrero cubano y la revolución socialista, olvidando todo el proceso de formación de la cubanía y por consiguiente el surgimiento y desarrollo del sentimiento de independencia y las luchas por ella. Se consideraba la asignatura Metodología de la Enseñanza de la Historia, la que se impartía en el quinto año de la carrera y la misma tenía como finalidad preparar al estudiante en formación para impartir clases de Historia en la escuela primaria. Dentro de las principales habilidades que se debían desarrollar en los estudiantes se encontraban: conocer y comprender a sus educandos, dirigir la conducta de sus educandos, planificar, organizar y dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje, orientar metodológicamente la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje. Este fue un plan de estudio que tuvo como debilidades, el hecho de que se concibió la formación del profesional de la educación bajo un perfil muy estrecho, evidenciándose una limitada interrelación teoría-práctica, así como un alto nivel de centralización.

En 1989 se instaura el Plan de Estudios ¨B ¨ en esta carrera en el Curso para Trabajadores, que fue el resultado de varios años de trabajo llevado a cabo por comisiones de especialistas del MINED. Estos planes se caracterizaron por la ampliación del nivel científico de las carreras y una mejor estructuración del plan de estudio. Aquí se mantienen en lo fundamental las asignaturas del ¨ plan A ¨, aunque con algunas sustituciones y se adicionan asignaturas como Psicología Pedagógica, Trabajo Pioneril, Ética Pedagógica. Las asignaturas que se destinaron para preparar al estudiante en formación continúo siendo la asignatura Historia del Movimiento Obrero y la Revolución Socialista, consta de las mismas características que en el Plan A. De igual manera sucede con la asignatura Metodología de la Enseñanza de la Historia. Este plan de estudio aun cuando desde su concepción superó al Plan de Estudios “A”, se apreciaban algunas falencias dentro de las que se destacan la débil atención al desarrollo de capacidades y habilidades pedagógicas de los estudiantes, así como el insuficiente desarrollo habilidades investigativas, los documentos normativos por su parte no precisaban adecuadamente las habilidades a formar y desarrollar.

En el curso 1988-89 se valoró que estaban creadas las condiciones para elevar el ingreso a la carrera a nivel de bachillerato y así comienza el Curso Regular Diurno para la formación de maestros primarios, las antiguas Escuelas Pedagógicas se convirtieron en las facultades de Educación Primaria de los Institutos Superiores Pedagógicos, este curso comienza con el plan de estudios “C”. Este plan resultó cualitativamente superior a los anteriores, en la carrera se adoptaron los tres tipos de actividades, que sobre qué didáctica particular en su organización y dinámica interna, permitieron la apropiación de los modos de actuación profesional, enmarcado en los tres componentes básicos del proceso educativo: el académico, el laboral y el investigativo. Este plan de estudios sufrió varias modificaciones.

Dentro de las modificaciones se encontraban que los estudiantes que se formaban por el CD recibían las asignaturas Historia de Cuba y La enseñanza de la Historia de Cuba en 5to y 6to grados. Para aquellos que se formaban por el CPE y que procedían de los Cursos de Formación Emergente de Maestros Primarios solo recibían la asignatura La enseñanza de la Historia de Cuba en 5to y 6to grados y para los que también se formaban por esta modalidad pero procedían de otros cursos de formación recibían la asignatura Historia de Cuba y su metodología, esta última se concebía en un único programa los contenidos históricos que el estudiante debía dominar, en tanto eran objeto de enseñanza en la escuela , así como el tratamiento metodológico de los mismos. Un análisis crítico a este particular nos permite aseverar que ello trajo fisuras en la preparación del estudiante desde el punto de vista didáctico para dirigir acertadamente ese proceso en la escuela. En este sentido en esta asignatura se le daba más peso al contenido histórico en detrimento, de los procederes metodológico a considerar en la impartición de los programas de Historia de Cuba, obviándose incluso el sistema de contenidos que resultaban necesarios para la formación de la cultura pedagógica del estudiante que unido a la cultura histórica debían garantizar una sólida preparación en aras de la transformación de las formas de enseñar y aprender que comúnmente y en ocasiones rutinarias se empleaban en la escuela primaria.

A partir del curso escolar 2010 -2011, se implementa el Plan de Estudios “D”, en tanto los cambios económicos, políticos y sociales a nivel internacional y en Cuba favorecieron, la formación de pregrado de maestros primarios, manteniendo algunos aspectos de los planes anteriores e introduciendo otras transformaciones. En este sentido como parte de la organización disciplinar del plan de estudios, aparece una nueva disciplina académica, la disciplina Didáctica de la escuela primaria, la que aglutina a todas las didácticas particulares y es por tanto la encargada de enseñar desde la didáctica general la forma de dirigir el proceso de enseñanza - aprendizaje, de aquellas asignaturas que se imparten en la escuela primaria.

Los objetivos y contenidos de esta disciplina, permitieron dar cumplimiento a los componentes académico, laboral e investigativo. La formación académica le aportaba a los estudiantes los organizar, ejecutar y regular la actividad profesional, es decir, prepararse para fundamentar, diseñar, modelar, dirigir e instrumentar alternativas de solución a problemas de la realidad educativa, directamente vinculados a su objeto de trabajo.

La formación investigativa tiene un carácter científico, constituye un elemento vital en el futuro licenciado con un perfil amplio que le permite resolver con independencia y creatividad los problemas que se presentan en su objeto de trabajo, utilizando el método científico, desde la concepción que le ofrece la metodología de la investigación y con la implicación de la disciplina.

Por su parte la formación laboral garantizaba el cumplimiento del principio del vínculo estudio-trabajo como fuente de estimulación motivacional, y propicia desde la disciplina la expresión del dominio instrumental y metacognitivo y el carácter de sistema de la dirección del proceso pedagógico.

Dentro de las didácticas particulares que recibía el estudiante durante su formación se encontraba la asignatura Didáctica de la Historia de Cuba, esto constituyó una fortaleza en relación con los planes anteriores, pues brindó la posibilidad de dedicar más tiempo a la preparación didáctica del estudiante para la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje (PEA) de la asignatura Historia de Cuba en la escuela. Durante el proceso de formación la misma se impartía tanto en el CD como en el CPE solo variaba en el número de horas clases presenciales. La concepción de la asignatura era ir analizando desde los nexos que tiene esta didáctica particular con la didáctica general cada uno de los componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje sobre la base de los contenidos que aparecen en los programas de Historia de Cuba de 5to y 6to grados. Se destaca en el programa de la asignatura la intención de lograr un acercamiento del estudiante a lo concerniente a la atención educativa a la diversidad desde la clase, aspecto que si bien se considera de gran valía, hay cuestiones en este sentido en las que se pudiese haber profundizado más sobre todo a partir del vínculo teoría-práctica y en aquellos elementos de carácter demostrativo de cómo desde la clase y otras formas de organización el maestro atiende la diversidad de educandos con diferentes expresiones en el desarrollo.

En el curso 2016-17 se introduce el Plan de Estudios “E” para ambas modalidades de Estudio. Dentro de las principales transformaciones que se implementan con este plan, está la concepción de la Disciplina Principal Integradora tanto para el Curso por Encuentros (CPE) como para el Curso Diurno (CD). (Álvarez, 2012) Esta disciplina tiene como objetivo fundamental contribuir a que el estudiante en formación adquiera de forma paulatina las habilidades profesionales necesarias que caracterizan su desempeño. Estas le permitirán solucionar los problemas profesionales manifiestos en la práctica educativa. Según refieren Addine y García (2017), la solución de esos problemas a los que se enfrenta el profesional en su práctica requiere del dominio por parte de este de la lógica de la profesión, de la ciencia o de las ciencias” (p. 73). Forman parte de esta disciplina todas aquellas asignaturas cuyos contenidos, responden a las didácticas particulares, la metodología de la investigación educativa y la práctica laboral. (Ministerio de Educación Superior [MES] Plan de Estudio E Documentos rectores. Carrera Licenciatura en Educación Primaria, 2016: 124)

Dentro de las didácticas particulares que conforman la disciplina se encuentra la Didáctica de la Historia de Cuba, que tiene como propósito esencial desarrollar las habilidades pedagógicas profesionales que el estudiante necesita para dirigir acertadamente el PEA de la Historia de Cuba. Esta didáctica particular tiene por objetivo el enfoque, orientación y modo de solución de los problemas relativos a la enseñanza de la Historia. Sin embargo, si bien es cierto que al realizar un análisis de la evolución que ha tenido la preparación del estudiante de la carrera para impartir la asignatura Historia de Cuba, se han dado pasos de avances -los que se evidencian en la presencia de una asignatura encaminada a lograr los propósitos antes descritos, en la sistematización y consolidación de acciones que favorecen la unidad entre lo académico, lo laboral y lo investigativo, así como en la intención de materializar cada vez más vínculos inter e interdisciplinarios- todavía hay cuestiones que merecen toda nuestra atención, pues constituyen problemas no resueltos.

La calidad de la clase de la Historia de Cuba en la escuela, el aprendizaje de los educandos no está en los niveles que desearíamos, y ello es responsabilidad en gran medida de los centros formadores. Por tanto, ello implica el replanteo de nuevas formas que permitan responder a partir de soluciones concretas las interrogantes siguientes: ¿Cómo puede la Didáctica de la Historia enseñar a enseñar de una manera diferente? ¿Qué conocimientos y estrategias ha de aprender el maestro primario para resolver de forma creadora los problemas profesionales y a su vez enfrentar los retos que tiene la enseñanza de esta materia en la escuela? Tales interrogantes, entre otras, nos llevan a reflexionar sobre la realidad en que transcurre el acto educativo y sus múltiples agentes protagónicos en el aula, como algo cuyo perfeccionamiento jamás concluye.

La Didáctica de la Historia como asignatura ha de lograr desde su proyección metodológica los necesarios nexos con asignaturas como Anatomía y Fisiología del Desarrollo Humano, Psicología, Pedagogía, Didáctica e Historia de Cuba. La relación con la Didáctica General se establece en varios sentidos, especialmente en función de los aportes teórico-epistemológicos y metodológicos de la enseñanza que dicha disciplina asiste a la Didáctica de la Historia. Estos son nexos imprescindibles para que, desde la práctica diaria, se aborden los elementos que permitan al estudiante fundamentar desde las Ciencias de la Educación el PEA.

De suma importancia resulta en el estudio de esta didáctica particular el dominio del sistema de conocimientos históricos necesarios y suficientes que le permiten al estudiante dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje en el contexto de la Educación Primaria. El vínculo de la Didáctica de la Historia con la Historia no es formal, según refiere (Álvarez, 2006:29), la naturaleza del contenido histórico determina las intenciones didácticas (objetivos), las habilidades que pueden desarrollar los estudiantes y los valores que contribuirán a su formación, así como los métodos y medios de enseñanza a utiliza. Por ello, de lo que se trata no es de rivalizar entre la Didáctica de la Historia y la Historia, sino de comprender que la Didáctica de la Historia, que, al ser una ciencia pedagógica, se estructura gracias a la Historia, lo que la distingue de otras didácticas particulares. No tendría entonces sentido hablar de métodos, procedimientos, formas de organización sin la cultura histórica necesaria, en tanto nadie puede enseñar aquello que desconoce.

La Didáctica de la Historia constituye un espacio de síntesis y de integración, la misma debe brindar las herramientas conceptuales y metodológicas para que los estudiantes puedan establecer una relación dialéctica entre la teoría y la práctica. Desde la preparación de la asignatura se han de planificar diferentes tipologías de clases en dependencia de la modalidad a la que vaya dirigida, particularmente para el CPE, la tipología que debe predominar es la clase encuentro. En ella desempeña un papel trascendental la guía de aprendizaje, las que, desde su concepción y diseño, han de considerar tareas de aprendizaje que lleven al estudiante a nuevos planteos teóricos sobre la enseñanza y el aprendizaje de la Historia. Estas deben promover la reflexión, la demostración, la crítica de su propia práctica, de ahí la necesidad de planificar de forma coherente, todas las acciones que desde el tratamiento a los diferentes temas que conforman el programa de la asignatura se faciliten la salida tanto al componente laboral como investigativo.

El diseño general de la asignatura, como se ha venido expresando, ha de tener en cuenta los vínculos intra e interdisciplinarios, a partir del carácter integrador que tiene esta didáctica particular. Ello permite que el estudiante aplique los conocimientos adquiridos en otras disciplinas y pueda aplicarlos a la dirección del PEA de la Historia de Cuba en la escuela primaria. De vital importancia resulta proveer al estudiante de las herramientas necesarias para desarrollar una práctica inclusiva en el contexto escolar.

Enseñar al estudiante a manejar de forma crítica la información histórica y los procesos metodológicos que posibilitan la construcción del conocimiento histórico, son contenidos de esencia.

El proceso de enseñanza-aprendizaje de los conceptos histórico, así como las nociones de espacio y tiempo, requieren de nuestra consideración, si se parte de que el propósito principal de las ciencias sociales se centra en proporcionar una fundamentación conceptual y desarrollar aquellas capacidades cognitivas que ayuden a la comprensión de cada sociedad en un espacio y tiempo determinados.

Los conceptos históricos presentan características que deben ser tenidas en cuenta, pues en primera instancia muchos de los conceptos que se presentan al educando en la clase de Historia poseen un nivel de abstracción muy elevado. A esto se añade la complejidad de varios de ellos que exige la comprensión de otros conceptos. El tiempo histórico (estructura/sincronía, proceso/diacronía, diferentes temporalidades, periodizaciones, duración, coyunturas); sujetos históricos (individuales y colectivos); la explicación; las fuentes históricas y su relación con el historiador; son cuestiones que requieren ser tratadas en el proceso de formación del maestro. Es necesario que el estudiante aprenda y adquiera cada vez más conciencia a lo largo de la carrera sobre las formas de construcción y apropiación del conocimiento histórico.

Es precisamente la clase donde se ha de crear un clima estimulador, de confianza mutua, de aprovechar las potencialidades que cada estudiante tiene en función de su crecimiento profesional y humano. Cada clase de Didáctica de la Historia ha de concebirse de manera tal que se logre una unidad dialéctica entre los aspectos cognitivos, significativos, afectivos y de compromiso social. Se ha de transformar la personalidad del estudiante para que alcance niveles cualitativamente superiores en su desempeño profesional pedagógico sobre la base de vivenciar que la clase recibida sea potenciadora de modos de actuación profesional pedagógica que impliquen una innovación en la manera de enseñar.

Los estudiantes deben asumir el rol de un maestro-investigador y de un observador y a su vez de un crítico de su propia práctica, lo que constituye motor impulsor en la transformación de profesores y estudiantes.

Para el logro de tales empeños se requiere de un profesor que tome conciencia de la necesidad de concebir el proceso de enseñanza-aprendizaje a partir de las relaciones que se establecen entre los diferentes contenidos que ha de impartir. Porque no se trata de repetir a los estudiantes los contenidos ya recibidos, sino cómo los contenidos precedentes sirven de base para la comprensión y asimilación de los nuevos saberes. De vital importancia resulta el nivel de actualización que han de tener los profesores en relación con los cambios que se producen en el susbsistema de educación para el cual forma y prepara a sus estudiantes, aspectos estos que han de ser abordados desde cada uno de los temas. Ello implica también enseñar al estudiante a emplear desde una concepción sistémica todos los recursos que en los últimos años ha elaborado CINESOFT y que pueden ser utilizados en la clase de Historia de Cuba.

No menos importante son las formas de evaluación que se empleen en esta didáctica particular, el proceso de evaluación del estudiante se ha de caracterizar por no solo medir, comprobar la efectividad del proceso, comparando los resultados alcanzados con los objetivos trazados con anterioridad. Ella persigue, además reorientar oportunamente el trabajo con todos los estudiantes o parte de ellos a partir de un sistema de tareas docentes individualizadas que promuevan un aprendizaje potenciador del desarrollo. Si hemos venido insistiendo en la importancia que tiene que desde esta asignatura se den modos de actuación profesional pedagógica, pues la evaluación ha de cumplir su función instructiva y educativa. Favorecer el estudio sistemático, promover correctos hábitos de estudio y de trabajo desde la concepción de la valuación ha de ser tarea de primer orden. La evaluación ha de ser vista por nuestros profesores, además, en su función ética, pues se trata de que todos nos impliquemos en los resultados de los estudiantes. Sentir y compartir que un estudiante desaprobado, un objetivo no alcanzado es responsabilidad nuestra también; por tanto, ello ha de formar parte de las discusiones y análisis en el seno del colectivo pedagógico.

De ahí que se sugiera que la evaluación sea basada en el desempeño del estudiante, siempre y cuando el profesor desarrolle el proceso de formación en condiciones adecuadas, que la preparación de la asignatura se conciba dedicando una parte del tiempo disponible al trabajo de los estudiantes bajo la guía del profesor, y no la simple exposición de los contenidos.

La evaluación tiene que ser el resultado del juicio cualitativo del desempeño del estudiante durante el semestre en la que se logre integrar de forma coherente lo cognitivo, lo afectivo y lo actitudinal. Reconocer los retrocesos, avances, logros que los estudiantes van obteniendo es una forma de expresar el carácter humanista y personalizado que ha de distinguir la concepción de la evaluación en la educación superior cubana.

La dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Didáctica de la Historia de Cuba en el contexto de la formación del maestro de la Educación Primaria requiere toda nuestra atención, si tenemos en cuenta que la Historia de Cuba constituye una asignatura priorizada en todos los niveles de enseñanza del Sistema Nacional de Educación. Preparar a los estudiantes en formación para una correcta dirección del proceso educativo en general, y de manera particular del PEA constituye un reto para todos aquellos que tenemos tan alta responsabilidad.

La Didáctica de la Historia debe configurarse de forma tal que, desde el estrecho vínculo teoría-práctica, se ponga al estudiante en condiciones de formularse nuevas interrogantes hacia la búsqueda de un PEA más innovador, lo que implique que este tenga que desplegar los conocimientos adquiridos, tomar conciencia de la necesidad de una formación permanente, buscar y construir nuevas propuestas, alternativas de enseñanza, modelar estrategias que permitan un cambio en la dinámica del enseñar a enseñar. Dentro de los retos está precisamente dotar a los estudiantes de todos aquellos recursos que los pongan en condiciones de brindar una educación de calidad, pues para la UNESCO, la calidad debe ir más allá de asegurar el ingreso y la permanencia de los niños en las aulas; más bien, es la “combinación de condiciones para la enseñanza-aprendizaje y logros académicos de los alumnos” (UNESCO, 2013, p.99), de lo que se trata es de dar una respuesta educativa acertada y atender la diversidad de educandos que hoy se forman en las instituciones de la Educación Primaria.

Conclusiones

En el proceso de formación inicial del maestro primario siempre se ha considerado, en los diferentes planes de estudios por los que ha transitado la carrera, asignaturas encaminadas a desarrollar en el estudiante las habilidades pedagógicas profesionales que le permitan dirigir el PEA de la Historia en la Educación Primaria. Las diferentes modificaciones que han experimentado los programas, constituyen un salto cualitativamente superior, las que han estado en correspondencia con las propias exigencias de la sociedad y la necesidad cada vez más creciente de formar a un profesional preparado, capaz de transformar su contexto de actuación en aras de brindar una educación de calidad. No obstante, aún quedan algunas insatisfacciones, como las relacionadas con el abordaje que, desde la Didáctica de la Historia, se le da a la preparación que en el orden teórico/práctico el estudiante recibe, para dar respuesta a la diversidad de educandos que este pueda encontrarse en el grupo clase. Se trata por ende de ir hacia la búsqueda de una didáctica más innovadora que aporte los recursos necesarios y suficientes que le permitan dirigir un PEA que, desde lo particular, atienda la singularidad y ofrezca alternativas para todos sus educandos de acuerdo a las posibilidades y potencialidades de cada uno.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 09 de Enero de 2021; Aprobado: 23 de Abril de 2021

*Autor para correspondencia. Correo electrónico: lisettesc@ucpejv.edu.cu

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

Los autores han participado en el diseño y redacción del trabajo, y análisis de los documentos.

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