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Introducción
A diferencia de otros juegos deportivos, el voleibol de playa se compone de acciones técnico-tácticas que se desarrollan de forma secuencial, conformando las llamadas fases típicas. Griego, (2016). Cada una tiene incidencia en la acción posterior y el resultado final del juego. Jiménez Olmedo, (2015); Medeiros, Marcelino, Mesquita y Palao, (2017). Uno de los aspectos, que contribuye a la obtención de resultados positivos en el proceso de formación deportiva en el voleibol de playa, es un desarrollo técnico-táctico, óptimo de las acciones de juego, en una unidad dialéctica entre la técnica y la táctica. Navelo, (2001); además según expresaron López y otros autores, en el año 2018.
Para ello, un adecuado control del desarrollo técnico-táctico permite realizar una valoración más objetiva de la evolución de los jugadores Palao, López y Ortega, (2015). Por lo tanto, se hace necesario perfeccionar constantemente el trabajo de los entrenadores en relación con los controles del rendimiento técnico-táctico Griego, (2014).
En tal sentido, es importante considerar que las pruebas de control técnico-táctico deben tener en cuenta las características específicas de la actividad competitiva. Martínez y otros., (2018); Palao, Hernández, López, Manzanares, Valades y Ortega, (2018). Sin embargo, la realidad en cuanto al control de los jugadores de voleibol de playa es que se ha trabajado más en los controles del desarrollo físico que en lo referido al componente técnico-táctico. Se extrapolan las formas de desarrollarlo en el voleibol al voleibol de playa, sin tomar en consideración las diferencias entre ambas modalidades.
Es por ello, que la formación de jugadores con riqueza técnico-táctica es la aspiración de todo entrenador y lo ideal para desarrollar un juego competitivo. Griego, (2014); Mamani, Huayanca, Mamani-Quispe, Manzaneda, Casa, Nina y Fuentes, (2018); Godoy y otros., (2016). Si bien es posible encontrar pruebas desarrolladas y validadas para las acciones técnico-tácticas del juego en voleibol de playa, estas se han centrado en el más alto nivel de competición, Palao, y otros., (2015) y resultan escasas las herramientas que permiten un control efectivo en la iniciación deportiva. Collet, Nascimento, Folle, Ibáñez, (2018).
Esta ausencia dificulta la tarea de los entrenadores en el control del desarrollo técnico-táctico que alcanzan los jugadores durante el proceso de preparación o la competición, ya que el carácter variable, en la ejecución de las acciones de juego, determina la búsqueda de formas más eficaces para lograrlo según expresaron López y otros autores, en el año 2018. Tomando en consideración lo antes expresado, tratar con más vehemencia la indisoluble vinculación entre la técnica y la táctica en los controles técnico-tácticos del voleibol de playa, es prioridad.
Se hace necesario establecer pruebas en correspondencia con las características de la categoría, los jugadores y actividad competitiva en sentido general. De ahí que el objetivo de la presente investigación fue: diseñar una prueba para evaluar el desarrollo técnico-táctico de los jugadores de voleibol de playa en etapa de iniciación deportiva, y de esta manera atemperar el control a las características del entrenamiento y la competición actual.
Materiales y métodos
Para la investigación, se trabajó con los 16 entrenadores de voleibol de playa de los equipos participantes en los Juegos Escolares Nacionales de Alto Rendimiento (JENAR) 2017. Se les aplicó una entrevista consistente en nueve preguntas abiertas, que estaban centradas en las demandas y los criterios que, a su consideración, deben tener los controles del desarrollo técnico-táctico de los jugadores de voleibol de playa, en la iniciación, además de comprobar las características de las pruebas empleadas por ellos para el control de sus jugadores. En este marco, también se desarrolla una revisión documental de artículos sobre los elementos técnico-tácticos del voleibol de playa, realizados por autores de otras nacionalidades.
En un segundo momento de la investigación, se realizaron dos talleres metodológicos con los entrenadores. El primero para actualizarlos con respecto a la temática; se analizaron las características de los juegos deportivos en lo relativo a la preparación técnico-táctica. Se profundizó en las características de las pruebas técnicas que se realizan en los JENAR y se valoró como factor de mucha importancia el criterio de la inserción de compañeros y oponentes en el desarrollo de las pruebas. En el segundo taller metodológico, se determinan las características y contenido de una posible prueba técnico-táctica, que considera ambos componentes (técnico y táctico) para la evaluación del desarrollo de los jugadores de voleibol de playa, de iniciación.
En un tercer momento, con la información aportada por los entrenadores, se procedió a trabajar con ocho especialistas para obtener la validez teórica que sustenta la prueba y que emitieran su valoración respecto a la misma. Se seleccionaron estos especialistas de manera intencional porque cumplían con los siguientes requisitos:
Poseer al menos ocho años de experiencia como entrenador de voleibol de playa, ostentar las categorías científicas de Máster o Doctor en Ciencias de la Cultura Física, poseer experiencia investigativa en el tema de elaboración de pruebas, haber trabajado con el voleibol de playa, de iniciación de base o haber estado vinculado a ello de alguna forma, por al menos por cinco años, y pertenecer o colaborar con proyectos de investigación, asociados al Centro de Estudio "Cultura Física y Deporte" de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas.
Resultados y discusión
La aplicación de las entrevistas permitió determinar la necesidad de los entrenadores de contar con pruebas y elementos que les permitieran un control más efectivo del desarrollo técnico-táctico de los jugadores de voleibol de playa en las categorías escolares, correspondientes a la iniciación deportiva. Se evidenció la carencia que presentan en cuanto a la concepción del control técnico-táctico, ya las pruebas que realizan son extrapoladas del voleibol al voleibol de playa.
Se pudo constatar que las investigaciones realizadas, en este sentido, valoran aspectos aislados del juego, como el saque, Jiménez, Penichet, Martínez, Andreu y Pérez Turpin, (2015), lo cual se contradice con las características estructurales del juego.
Como resultado de los talleres realizados, se pudo elaborar una versión de prueba para la evaluación del desarrollo técnico-táctico de los jugadores de voleibol de playa, de iniciación, y a su vez se relacionó con la forma de evaluar los objetivos pedagógicos en los JENAR. En la valoración inicial con los especialistas sobre la prueba, estos plantearon que reúne los requisitos para lo cual fue establecida, pero que se debía profundizar en los postulados de Zatsiorski (1989) y en la metodología para la presentación de pruebas. Con esos criterios y valoraciones, se realizó un trabajo de mesa entre los investigadores para establecer, finalmente, la prueba de la siguiente forma:
Nombre de la prueba: prueba para evaluar el desarrollo técnico-táctico de los jugadores de voleibol de playa de iniciación.
Objetivo: evaluar el desarrollo técnico-táctico de los jugadores de voleibol de playa en correspondencia con los objetivos pedagógicos de las categorías escolares.
Metodología de la prueba: para comenzar la prueba, los jugadores eligen el lado del terreno por donde desean realizar las acciones contenidas en el ejercicio que la compone. Se sitúa una formación de recibo en el lado contrario, para lo cual se toman jugadores de los equipos restantes que participan en la competencia, estos esperan para ser evaluados o ya realizaron la prueba. (Todos los jugadores que participan en la competencia estarán en el desarrollo de la prueba desde que se inicie hasta el final de la misma).
La prueba comienza con los jugadores ubicados en formación para el recibo. Su entrenador realiza un saque (detrás de la banda final del terreno) dirigido al primer jugador que se estará evaluando en el recibo, remate, defensa y desplazamientos. A su compañero, se le evalúa el pase y bloqueo. El jugador recibe, su compañero le pasa (debe indicar la zona descubierta para el ataque) para que pueda realizar su primer remate frente al accionar de los jugadores del terreno opuesto.
El remate debe ser ejecutado, tratando de buscar algún espacio descubierto en el terreno contrario. Habrá acción de bloqueo del equipo contrario y preparación para defender, aunque no habrá continuidad de las acciones (Figura 1)
Fig. 1 - Recibo y la primera acción de remate de los jugadores en la ejecución de la prueba técnico-táctica.
Posteriormente el mismo jugador que ejecutó la acción de recibo irá a realizar el saque, su compañero estará en posición de bloqueo. Antes de realizar el saque, debe dejar definido a los evaluadores el lugar a donde lo pretende realizar o el jugador al cual pretende dirigir el saque, en dependencia de las características de los contrarios y la formación de recibo que hagan en la cancha opuesta.
El jugador que va a sacar, antes de hacerlo, debe explicar a los evaluadores el porqué del lugar que seleccionó para realizar el saque, y dar una explicación lógica sobre la decisión tomada. Esta respuesta analítica, razonada y lógica constituye la evaluación táctica de esta acción. (Figura 2).
El saque no será recibido por los jugadores contrarios, simplemente capturan el balón (no habrá continuidad de las acciones). Después de sacar, debe ubicarse rápidamente a la defensa, partiendo del centro de la cancha y realizar su accionar en función de cómo se produzca la acción proveniente del terreno opuesto. Su compañero queda bloqueando y debe hacerlo hacia la banda. Se debe defender (partiendo del centro de la cancha) un balón rematado por el entrenador, desde el terreno opuesto, hacia la diagonal.
En el bloqueo las manos deben sobresalir por el borde superior de la red y cerrar la zona prevista, realizando la correspondiente comunicación con su defensor. Si el jugador es pequeño y no puede realizarlo, de todas maneras, tiene que saltar, aunque no podrá recibir una buena evaluación. El defensor defenderá el remate, recibirá un segundo pase del compañero; pero en esta oportunidad se debe rematar tratando de burlar el bloqueo oponente y buscando dirigir el balón, específicamente a un jugador contrario (Figura 3).
A continuación, se desplazará rápidamente atrás, al fondo de la cancha, para volver a defender un segundo remate de su entrenador (sin definición específica), que nuevamente entra a la cancha para realizarlo y se retira. Su compañero bloquea y debe realizarle otro pase, pero este tercer remate es a libre elección del jugador de la acción táctica a realizar (si el rematador falló uno de los remates anteriores en cuanto a su intención y lo logra, en este último, se le considera como efectivo a los efectos de la evaluación).
El compañero que le pasa puede indicar la zona descubierta para el ataque (Figura 4). Posteriormente, realiza la prueba el otro integrante de la dupla para concluir la prueba.
Fig. 4 - Desplazamiento atrás y tercer remate del jugador en la ejecución de la prueba técnico-táctica.
Se recoge la información, tomando en consideración los aspectos técnicos y tácticos que se evalúan. En relación con el remate, es necesario diferenciar el toque y remate potente. El primero es un gesto más suave, que puede ser ejecutado de nudillos o por golpeo con la palma de la mano, el segundo es un gesto potente, restando con ello tiempo de reacción a los jugadores que defienden.
Por las características del nivel competitivo, el jugador que realiza la prueba puede utilizar cualquiera de las dos formas para cumplir el objetivo, según la situación al momento de realizar su evaluación.
Medios e instrumentos: terreno acondicionado y tres balones.
Condiciones de estandarización de la prueba: la prueba se realizará siempre después de haber realizado un calentamiento articular y con balones.
El saque de los jugadores se realiza detrás de la banda final, desde donde estime conveniente el jugador, según las condiciones climáticas al momento de realizar la prueba.
Evaluadores: en la prueba, evalúan tres miembros de la Comisión Nacional de Voleibol que se encuentren al frente de la competencia y, al menos, cuatro entrenadores de los equipos participantes (siempre número impar).
Forma de calificación: se otorgarán veinte (20) puntos en la evaluación de la prueba. Estos puntos serán repartidos según corresponda a cada elemento técnico-táctico del juego.
Por el saque dos (2) puntos, uno para la evaluación de la ejecución técnica (ETE) y uno para el criterio de evaluación táctica (ETA). Por el recibo dos (2) puntos, uno para la ETE y uno para la ETA. Por el pase cuatro (4) puntos, dos para la ETE y dos para la evaluación ETA. Por el remate cinco (5) puntos, tres para la ETE y dos para la evaluación ETA. Por el bloqueo tres (3) puntos, uno para la ETE y dos para la evaluación ETA. Por la defensa dos (2) puntos, uno para la ETE y uno para la evaluación ETA. Por el desplazamiento atrás dos (2) puntos, uno para la ETE y uno para la ETA.
Protocolo: Los evaluadores realizan una descripción del resultado de los jugadores en la ejecución de la prueba (Tabla 1). Se registra el resultado de la evaluación de las posibles acciones constitutivas de errores o acierto. Con (X) se marca la ejecución si es correcta y con el (Ï%) si comete el error. Además, se realiza una valoración táctica basada en criterios determinados para cada acción a evaluar. Se plasma la evaluación de cada jugador/a, de un lado los del sexo femenino (F) y del otro los del sexo masculino (M). En la planilla aparecerán el nombre y apellidos de cada jugador con el número que le corresponde. En la casilla a la izquierda, al jugador 1 y en la derecha, al jugador 2.
En el caso del saque, la evaluación táctica será positiva si el jugador ofrece una respuesta táctica lógica sobre el porqué del lugar que eligió para sacar. Si su respuesta no contiene una lógica adecuada, la evaluación será negativa y no recibe puntuación en esta evaluación, es decir, acierta en la respuesta o no. En el recibo la evaluación táctica será positiva si logra que el balón quede en una posición cómoda para la realización del pase.
En la ejecución del pase por arriba, la evaluación táctica será positiva, si la calidad de pase le permite al rematador estar en buena posición para realizar su remate y avisa la zona de remate; de no ser así, la evaluación será negativa. En la ejecución del remate, la evaluación táctica será positiva si el jugador logra dirigir el primer remate a un jugador específico y el segundo, si logra buscar un área descubierta; de no ser así, la evaluación será negativa. Pudiera ocurrir que el jugador logre el éxito en uno solo de los remates; en ese caso, la evaluación será negativa, pero se le hace la distinción a modo de identificar donde están sus dificultades individuales.
Tabla 1 - Protocolo del resultado de evaluación en la prueba técnico-táctica de voleibol de playa para jugadores de iniciación.
Leyenda: (M) Masculino. (F) Femenino. (ETE) Evaluación de la ejecución técnica. (ETA) Evaluación Táctica. (SUC) Se ubica correctamente. (GBR) Golpea con el brazo recto. (SZE) Saca a la zona elegida. (CGB) Correcto golpeo del balón. (RL) Respuesta Lógica. (LCB) Llega cómodo al balón. (LMC) Recibe línea media del cuerpo. (PCR) Queda en posición cómoda para remate. (CM) Coordinación de Movimientos. (BCP) Balón cómodo para pase. (DDS) Desplazamientos al definirse el saque. (CDB) Se coloca bien debajo del balón. (AMB) Adecuada manipulación del balón. (PAA) Pase con altura adecuada. (IZR) Indica la zona de remate. (AUP) Adecuado último paso. (FR90°) Flexión de rodilla H"90°. (ORR) Observa al rival para rematar. (GBR) Golpeo con el brazo recto. (RDP) Remate a la dirección prevista. (CFB) Colocación frente al balón. (SMA) Salta de manera adecuada. (CZB) Cierra zona de bloqueo. (CAM) Correcto accionar de las manos. (CC) Comunicación con el compañero. (AAR) Se anticipa a la acción de remate. (LCB) Llega cómodo al balón. (BCP) Balón queda cómodo para pase. (FM) Fluidez de movimiento. (DIR) Detecta la intención del rematador. (SLC) Salida lateral correcta. (MVR) Mantiene la vista a la red. (HDA) Tiene habilidad para desplazarse en la arena. (AAM) Anticipación para la accionar motriz. (CDE) Calidad del desplazamiento y del envío.
En relación con el bloqueo, la evaluación táctica será positiva si logra una buena comunicación con su compañero, indicando la zona a cubrir en su accionar. Para la defensa, la evaluación táctica será positiva, si es capaz de detectar la intención del rematador, que le permita la anticipación. En la ejecución del desplazamiento atrás, la evaluación táctica será positiva si el jugador logra con rapidez, una buena ubicación que le garantice llegar al balón en posición cómoda, con economía de esfuerzos y realizar un envío correcto.
Norma: Se compone por el resultado de la ejecución técnica y la valoración táctica, lo cual da una evaluación única de la prueba, aunque pudiera recibir evaluación positiva de una de las dos evaluaciones. En cuanto a la evaluación técnica, si comete algún error automáticamente, pierde la puntuación correspondiente a esa evaluación, pues para alcanzarla no debe cometer errores.
No obstante, para el entrenador y los evaluadores, sí queda claro dónde está la dificultad del jugador en la ejecución técnica. Como se muestra en la tabla # 2, se puede obtener el resultado individual de cada jugador/a y del equipo por sexo, así como la evaluación total de los jugadores por provincias, pudiéndose identificar las dificultades individuales y colectivas, que le permitirán al entrenador la retroalimentación para el proceso de entrenamiento, y trabajar en la solución de las dificultades técnico-tácticas, presentadas por sus jugadores. En este sentido, los evaluadores les dejan recomendaciones a los entrenadores de las provincias sobre aspectos que deben ser mejorados con el trabajo futuro. (Tabla 2)
Tabla 2 - Resumen de evaluación en la prueba técnico-táctica para jugadores de voleibol de playa en la iniciación.
La prueba se concibe, considerando las características específicas que identifican al voleibol de playa, de la categoría escolar, es decir, considera la lógica interna de su juego y la estructura motriz de la acción. En el ejercicio que realizarán los jugadores, se corresponde con las características de las acciones y respetando la lógica interna del juego. El hecho de ser ellos quienes determinen la cancha en la cual realizarán la actividad, obedece a que, al momento de la competición, los jugadores tienen que tener independencia total para desarrollar sus acciones y tomar sus propias decisiones. Constituye esto un indicio para el entrenador y los evaluadores de las fortalezas de los jugadores, ya que siempre buscarán ejecutar las acciones por su lado más fuerte.
En la prueba, participan jugadores contrarios como forma de acercarla a la realidad del juego. Bajo el mismo precepto, participa el compañero de equipo, que también es evaluado en el pase y bloqueo. Se implica al entrenador de manera activa en la realización de la prueba, por ser este quien concibe la preparación para la competición. El hecho de realizar el remate dirigido a un jugador y buscando espacios libres, obedece a las características del fundamento técnico-táctico, porque en el desarrollo de un partido se remata desde el punto de vista táctico, buscando dirigir el balón a un jugador específico o buscando los espacios descubiertos en el terreno contrario. Este análisis parte de la lógica interna del voleibol de playa.
Se evalúa la habilidad en los desplazamientos, fundamentalmente cuando es realizado atrás, ya que este es el más difícil de realizar y se hace imprescindible tener un alto dominio del mismo. Un buen desplazamiento significa garantía en juego para llegarle con éxito a balones difíciles, con rapidez y economía de esfuerzo. Se le exige al jugador la explicación lógica de su decisión para sacar, ya que este debe aprender que, ejecutar la acción de saque, no es golpear el balón por golpearlo, sino que tiene que existir un análisis de la situación que conduzca a una intención razonada para la búsqueda del punto. Se le otorga mayor puntuación a la ejecución del remate, pase y bloqueo, porque son las acciones más difíciles de dominar por los jugadores a este nivel.
La prueba concebida tiene como características, que la identifican, las siguientes:
Considera la unión indisoluble entre la técnica y la táctica en el juego de voleibol de playa.
Se evalúa no solo el aspecto técnico, sino que también se valora la expresión táctica en función de la acción técnica realizada.
Les permite a los entrenadores determinar las principales deficiencias de cada jugador y del equipo, de manera independiente.
Implica al entrenador en la evaluación de sus jugadores, ya que es quien debe prepararlo para la competición.
Se obtiene información muy valiosa, que necesariamente debe formar parte del entrenamiento de los jugadores en función de la erradicación futura de las deficiencias presentadas.
Se puede hacer valoraciones individuales y colectivas más precisas de los equipos, para tener valores de referencia en la preparación.
Se valora el desenvolvimiento del jugador en su accionar individual y en la relación con su compañero.
Después de la construcción de la prueba, se inició el proceso de comprobación de su validez teórica. Los especialistas coincidieron en que la prueba propuesta es pertinente y declaran que es de gran importancia para el trabajo futuro de este deporte en el país. Reconocieron que sus parámetros de calidad formal y estructural perfeccionan la manera de evaluar, el desarrollo técnico-táctico del jugador de voleibol de playa en su iniciación. Plantearon que posee una gran utilidad práctica, porque reúne los requisitos para ser utilizada como un elemento de la evaluación de los objetivos pedagógicos en los JENAR. A modo de continuar perfeccionando la prueba, recomendaron someterla a un proceso más riguroso de validación, basado en los criterios de calidad: confiabilidad y nivel de información.
