Introducción
En el futsal moderno, según numerosos investigadores como Camps, A.; Acedo, F. J. & Rojo, J. (2008), Boada (2013), García (2013) y Beltrán (2015), plantean que el control del balón con el pie se realiza normalmente pisando la pelota. Por ejemplo, cuando viene del pase de un compañero, se intentará siempre pisarla para tener la pelota completamente controlada. Si no se quiere detener el balón y que éste continúe en la dirección que más conviene, se debe controlar pisándolo brevemente e inmediatamente desplazarlo con la misma planta del pie. Esta acción técnica ofensiva es conocida como "control orientado" y consiste en recibir el balón y al mismo tiempo dejarlo en predisposición para encadenarlo con la siguiente acción deseada. Por lo tanto, en el control orientado, el control del balón y la orientación del mismo se realizan en un solo contacto. Según estos autores, dominar este gesto técnico es fundamental en un deporte tan rápido como este, porque si el jugador es capaz de economizar los toques le permitirá conseguir sus objetivos antes que su rival lo impida. Es un gesto técnico que se usa por igual entre porteros y jugadores, aunque como es lógico los jugadores lo repiten más a menudo. Coro (2020) hace referencia a que se pueden hacer controles orientados con todas las partes del cuerpo que permita el reglamento, pero las más utilizadas son: pie, pecho y cabeza. Con el pie, las superficies de contacto que se usan principalmente son el interior y la planta.
Csanadi (2005) plantea que los controles orientados consiguen con un solo toque de balón dos objetivos distintos: controlar el balón y orientarlo adecuadamente para ser jugado en las mejores condiciones posibles. El control orientado del balón puede incluso ser utilizado para pasar directamente el balón a un compañero, lo que se conoce en el argot futbolístico como "jugar al primer toque". El jugador consigue mucha ventaja con este tipo de controles del balón si le salen bien, porque consigue ahorrar tiempo y así dar más velocidad al juego, lo cual va a ayudar a acelerar la ofensiva sobre la portería rival. Pero el control orientado del balón también va a resultar de gran utilidad para el juego defensivo, ya que puede servir para evitar la presión defensiva del equipo rival. En este sentido, es mucho más fácil proteger la posesión del balón si este se retiene durante menos tiempo, de ahí que en el juego se considera prioritario el soltarlo lo antes posible, para obligar al contrario a correr detrás del balón. Así el control orientado del balón ayudará a quitar el balón del espacio accesible al contrario mucho más rápido y con menos toques de balón. Con el control orientado se aleja el balón de la zona por la que llega el jugador rival a presionar, permitiendo interponer el cuerpo entre el rival y el balón, así como orientarse en la dirección en la que está nuestro compañero, al cual se le puede pasar el balón antes de que el contrario tenga opciones de robarlo.
Según Guanche (2012), en su tesis de licenciatura, existen dos tipos de controles, simples y complejos (control orientado). El primero se realiza amortiguando el balón en el lugar y el segundo permite controlar el balón a través de un giro, quedando de frente a la zona deseada para realizar una nueva acción técnica.
Actualmente en el futsal moderno se ha evidenciado la intención de querer aplicar un juego rápido logrando la menor retención posible del balón por un jugador, cosa que hasta el momento no se concreta correctamente. Esto se ha podido constatar en la práctica a través de la observación directa de juegos en campeonatos internacionales, nacionales, provinciales y municipales.
En la provincia de Holguín, a pesar de que en los últimos años se ha mostrado un buen rendimiento en lo competitivo, ya sea físico-táctico, y ello ha permitido incluirse entre los ocho primeros lugares del país, se conoce por los especialistas encargados de las preparaciones y direcciones de estos colectivos que en el orden técnico excluyen dentro de la planificación el control orientado dejándolo a las posibilidades de movilidad en el terreno de cada jugador durante los ejercicios y juegos.
Los procesos exploratorios del diagnóstico empleado para caracterizar la situación de la técnica en los atletas de futsal de la categoría infantil del municipio Holguín, relacionado con el uso del control orientado con la planta del pie, ha permitido recopilar una valiosa información que hace posible ilustrar con claridad las deficiencias detectadas mediante las siguientes evidencias científicas:
Los practicantes realizan escasamente el control con la planta del pie en las recepciones del balón impidiendo rapidez requerida en la acción ejecutada.
Poca efectividad del control orientado al no tener definida la próxima acción.
Incorrecta adopción de la posición del cuerpo durante la recepción con la planta de pie.
Falta de coordinación entre los movimientos con balón y la futura acción.
La aplicación de instrumentos y la experiencia del autor revelan la existencia de otras limitaciones tanto teóricas como prácticas en lo relacionado con el elemento técnico de control orientado.
Escasa bibliografía relacionada con el término control orientado.
Insuficiencias en la planificación de entrenamientos, tomando como sustento la técnica del control orientado con la planta del pie.
Falta de especificidad en los programas de enseñanza del elemento técnico control orientado.
Todo lo anterior conlleva a los autores a declarar como problema científico el siguiente ¿cómo contribuir al proceso de enseñanza del control orientado del balón con la planta de pie en el futsal categoría infantil de Holguín? Para darle solución al problema planteado se propone como objetivo proponer una metodología que contribuya a la enseñanza del control orientado del balón con la planta del pie en el Futsal categoría infantil de Holguín.
Materiales y métodos
Del nivel teórico
El método histórico-lógico estableció la relación con los antecedentes del futsal en su devenir histórico hasta legar a la técnica control orientado. El método analítico-sintético permitió la descomposición del fenómeno, en las fases técnicas del control orientado, permitiendo un análisis casuístico de los elementos que lo componen, es decir, la posición del cuerpo, la amortiguación y posición del pie en el momento de la llegada, luego se hace la integración, permitiendo su relación y características. El método inductivo-deductivo posibilitó combinar los movimientos de lo particular a lo general, en este caso desde un control simple del balón a otras acciones encadenadas como lo son conducción, pase y tiro, etc.
Del nivel empírico
Se utilizaron los métodos observación directa que permitió revelar un grupo de informaciones del fenómeno investigado determinadas anticipadamente, preparando una guía o plan de observaciones que permitirán el control de los resultados. Las encuestas y entrevistas permitieron recopilar informaciones sobre el problema planteado y opiniones de los practicantes y especialistas, relacionadas con los procesos docentes del entrenamiento, en la técnica del control orientado que reciben.
Se utilizó un muestreo intencional de 12 practicantes del equipo de futsal del sexo masculino de la categoría infantil del municipio Holguín teniendo en cuenta como criterio de inclusión, que todos pueden realzar el control orientado durante un juego. Los mismos representan el 100 % de la población.
Se realizó un estudio de cuatro partidos de copas entre combinados deportivos. Para esta investigación se confeccionó una guía de observación que tuvo como objetivo evaluar la realización de los controles con la planta del pie bajo condiciones de juego.
El presente trabajo constituye un aporte al proceso de enseñanza-aprendizaje, específicamente de la técnica del control orientado del balón con la planta del pie, contribuyendo al conocimiento de aspectos pocos tratados en el Futsal cubano en estudios anteriores.
Resultados y discusión
Durante la búsqueda bibliográfica se revisaron las fuentes especializadas, publicaciones, periódicos, artículos, programas de enseñanza del deporte futsal en Cuba y la bibliografía básica nacional del fútbol: Csanadi (2005) y Talaga (1989), conjuntamente con el necesario apoyo de búsquedas en Internet destacándose autores como Beltrán (2015), Marcos (2010), Palau (2005), Camps, Acedo y Rojo (2008), Suárez (2012), Cortés (2014), Candelas (2012), Boada (2013) y García (2013); los que aportan elementos novedosos para el desarrollo de este deporte. Se pudo apreciar que limitadamente, en este último, aparecen detalles relacionados con el elemento técnico control orientado, contribuyendo junto a los resultados arrojados, a un mejor esclarecimiento y planificación de una metodología coherente para la enseñanza de este elemento técnico.
Se aplicó una entrevista a la muestra investigada y arrojó que los niños (100 %) desconocen en qué consiste la técnica de control orientado, ocho aseguran haber practicado en los entrenamientos la recepción con la planta del pie para un 67 %, cinco señalan que dominan el cambio de dirección con balón para un 42 %, y los 12 la recepción y pase son elementos determinantes en la velocidad del juego y la entrenan para un 100 %.
Se realizó una encuesta a dos entrenadores que trabajan con la categoría infantil en el municipio Holguín, En la pregunta relacionada con la definición de control del balón como elemento técnico los dos respondieron correctamente, representando un 100 %. En el conocimiento de los tipos de controles del balón los dos señalan la existencia de controles simples y compuestos, sin mencionar el control orientado mostrando desconocimiento, lo que representa un 0 %, asociaban el término a indicadores administrativos y metodológicos y no lo entrenan como elemento técnico de futsal, representando un 100 %. El 100 % plantea que en los programas de enseñanza no se orienta sobre la técnica futbolística del control orientado y desconocen totalmente las ventajas que ofrece el control orientado respecto a los controles simples o clásicos, estos representan un 0 %.
La guía de observación tiene como objetivo conocer si la acción técnica estudiada se utiliza cuando el balón que se aproxima y no viene cómodo para pasarlo de primera intención dentro de una situación forzada de juego donde la presión del adversario provoque que el jugador perciba, decida y ejecute el control sacando ventaja de su posición. Para ello, se realizó un análisis de los elementos técnicos de interés por separado durante la observación de cuatro juegos, detectándose lo siguiente (Tabla 1).
ACCIONES | POSITIVAS | NEGATIVAS | % |
---|---|---|---|
Recepción con la planta del pie, control, giro y pase | 34 | 28 | 54.8 |
Recepción con la planta del pie, control, giro y conducción | 45 | 19 | 70.3 |
Recepción con la planta del pie, control, giro y tiro | 14 | 17 | 45.2 |
Pase de primera a un solo toque | 56 | 44 | 56 |
Total | 149 | 108 | 58 |
Como se puede observar en la tabla anterior se controlaron cuatro acciones complejas que se materializan durante el juego y que se relacionan con la técnica control orientado con la planta del pie. En la misma, se observan por cientos bajos debido a que existen muchas acciones negativas relacionadas principalmente con la mala recepción con la planta del pie, pérdidas del balón, pases malos y tiros por fuera de la portería.
Propuesta metodológica para la enseñanza de la técnica
Fundamentos del control orientado en el futsal
Guanche (2012) plantea que,
"el control es hacerse de la pelota, dominarla y dejarla en las debidas condiciones para ser jugada inmediatamente con una acción posterior. Existen varios tipos de control (parada, semiparada, amortiguación, etc.) pero el que más interesa es el control orientado, cuya finalidad es controlar y orientar al mismo tiempo el balón mediante un solo contacto. Se puede utilizar cualquier parte del cuerpo permitida".
De igual forma, Cortés (2014) afirma que,
"en el futsal actual el más importante es con la planta del pie, ya que logra un perfecto y rápido control para ofrecer un beneficio técnico al equipo".
Retomando a Guanche (2012), hace referencia a que los principios a tener en cuenta para realizar un buen control con la planta del pie son numerosos y los declara a continuación:
Atacar el balón, en lugar de esperarlo.
Ofrecer seguridad en la planta del pie (superficie de contacto) que intervenga.
Relajación total en el momento del contacto.
Orientarse el jugador, antes de hacer el control, de su posición y la del adversario, decidiendo inmediatamente la acción posterior que desee realizar.
Dado que el control presupone la posesión del balón Salamanca (2012) también considera que su ejecución dependerá de la posibilidad de liberar o marcar, de espacio amplio o reducido, de acompañamiento y apoyo adecuado a uno de sus compañeros, así como de la conveniencia táctica de realizar. El control a la ofensiva o a la defensiva será condicionante técnico-táctica de la velocidad del accionar en conjunto. Es importante controlar el balón y dejarlo con un solo toque en condiciones favorables para una acción posterior, tanto en beneficio propio como en beneficio de un compañero. Al poder hacer el control con cualquier parte del cuerpo se presentan infinidad de maneras de realizarlo, pero la que se considera más importante es la que se hace con la planta del pie, porque es la que se realiza más veces a lo largo de los partidos.
El control orientado con la planta del pie se debe ejecutar con un alto nivel de precisión, de ese modo, se podrá ocupar de forma óptima el espacio de progresión (Ejemplo: si el balón queda mal orientado se emplea un nuevo contacto para ejecutar la acción). Es importante imprimirle la potencia adecuada, de ese modo, se logra coordinar de forma óptima el movimiento corporal con el balón (Ejemplo: si el balón queda muy corto, se necesita un nuevo contacto y la velocidad de ejecución disminuye, mientras que, si el balón queda muy largo, existe el riesgo de la pérdida del control imposibilitando la acción posterior). Desde el punto de vista morfológico durante su ejecución intervienen articulaciones como la coxofemoral, la rótula y músculos importantes como el sartorio, poplíteo, músculos del abdomen, así como el conjunto de los gemelos y sóleo, conjunto muscular del cuádriceps femoral, así como los flexores largos y cortos de los dedos del pie. Es imprescindible contar con una buena percepción del tiempo y espacio, mantener total concentración en cada detalle para la ejecución técnica y disponer de una buena imaginación para resolver con creatividad situaciones cambiantes que se puedan presentar en el juego.
Ventajas respecto a los controles clásicos
Se controla el balón y se da mayor velocidad al juego.
Se hace para encadenar otras acciones.
Se hace con un contacto para desviar el balón a un compañero o dejarlo preparado para una acción posterior.
Se hace con diferentes partes del cuerpo tales como el interior del pie, pecho, muslo y cabeza.
Aguilar (2019) en su tesis de licenciatura plantea que,
"el elemento técnico control orientado con la planta del pie constituye un paso de avance en el futsal moderno, su mayor valor radica en la adaptabilidad que tiene en los diferentes momentos del juego, se utiliza para recibir orientadamente el balón y acto seguido pasar a un compañero o bien para conducir por un espacio útil o tirar a puerta".
Descripción morfofuncional de los músculos plantares
Los músculos de la planta del pie los podemos dividir en tres planos: profundo, medio y superficial. El plano profundo está inervado por el nervio plantar lateral rama del nervio tibial los interóseos dorsales y plantares que participan en la flexión y extensión del pie, y abducción y aducción de los dedos, teniendo de referencia el eje del pie (segundo dedo). El músculo oponente del dedo meñique del pie que tracciona en dirección plantar y medial. El principal movimiento de la técnica es la Flexión dorsal, movimiento de aproximación del dorso del pie a la cara anterior de la pierna y su amplitud de movimiento es de 0 a 20º.
Descripción del control orientado con la planta del pie
Según Guanche (2012), plantea que,
"el jugador realiza el movimiento buscando el balón anticipándose a su llegada, la pierna de apoyo está semiflexionada en la rodilla y el tobillo, la que recibe el balón se lleva hacia delante siempre de frente buscando el balón y el pie haciendo una flexión dorsal (en posición como si fuera el apoyo del acelerador de un carro) de manera que la planta del pie logre hacer contacto con el balón en su totalidad sin llegar al talón, y a su vez, lo presione contra la superficie del suelo amortiguando el impacto hasta lograr el control total para poder halarlo o empujarlo en la dirección deseada simultáneamente con un giro en movimiento que puede ser continuado con una conducción, pase o tiro a portería. Este movimiento se realiza de manera coordinada y continuada".
Resumiendo, el jugador podrá decir que tiene un control orientado del balón con la planta del pie aceptable cuando sea capaz de:
Mantener siempre una posición del cuerpo equilibrada y con el balón protegido de los adversarios.
Guiar el balón a donde él quiera según sus propias intenciones.
Llevar el balón indistintamente con la planta del pie y con objetivo premeditado.
Recepcionar y dirigir el balón con suavidad, pero con decisión en acción continuada.
Pasos metodológicos a seguir
Descripción morfofuncional de la técnica e importancia por parte del entrenador (apoyarse en láminas, fotos, esquemas y videos, etc.).
Explicación y demostración del elemento técnico por parte del entrenador.
Imitación de la técnica por los practicantes.
Individual, a balón parado, a la caída de un paso, apoyar la planta del pie en el balón y lo hala hacia atrás presionándolo, seguida de un movimiento suave de medio giro del cuerpo hacia un lado y hacia el otro alternado con el otro pie (6 a 8 repeticiones).
En parejas, a la distancia de dos metros, a balón parado, a la caída de un paso, apoyar la planta del pie en el balón y lo hala hacia atrás presionándolo, seguida de un movimiento suave de medio giro del cuerpo en dirección al compañero dejando que el balón ruede hasta éll (6 a 8 repeticiones con ambos pies).
En parejas, a la distancia de cuatro metros, a balón parado, a la caída de un paso, apoyar la planta del pie en el balón y lo hala hacia atrás presionándolo, seguida de un movimiento suave de medio giro del cuerpo golpeándolo con el interior del pie contrario en dirección al compañero (6 a 8 repeticiones con ambos pies).
En tríos, uno en el centro, a la distancia de cuatro metros de cada uno, recibe el balón en movimiento rasante de un extremo, anticipándose a su llegada apoyará la planta del pie en el balón y lo hala hacia atrás presionándolo, seguida de un movimiento suave de medio giro del cuerpo golpeándolo con el interior del pie contrario en dirección al compañero que se lo devolverá para que ejecute la misma acción buscando al otro compañero (6 a 8 repeticiones con ambos pies en jugada continuada).
En tríos, uno en el centro, a la distancia de seis metros de cada uno, recibe el balón en movimiento rasante de un extremo, anticipándose a su llegada apoyará la planta del pie en el balón y lo hala hacia atrás presionándolo, seguida de un movimiento suave de medio giro del cuerpo conduciéndolo con el interior del pie en dirección al compañero hasta la distancia de dos metros realizando el pase para que este se lo devuelva para que ejecute la misma acción buscando al otro compañero (6 a 8 repeticiones con ambos pies en jugada continuada).
En dúos, uno en función de pivot, a la distancia de seis metros de cada uno, el pivot que se encuentra en la zona de nueve metros recibe el balón en movimiento rasante, anticipándose a su llegada apoyará la planta del pie en el balón presionándolo durante la amortiguación y lo hala hacia la dirección seleccionada por él, seguida de un movimiento suave de medio giro del cuerpo conduciéndolo con el interior del pie en dirección a la portería hasta la distancia de 6 metros realizando el tiro a portería o realizando el pase a su compañero que lo acompaña después del pase inicial, para que este sea el que ejecute el tiro (6 a 8 repeticiones con ambos pies en jugada continuada).
Juego con tareas en terreno reducido cuyo principal objetivo es realizar el control orientado con la planta del pie.
Errores más comunes
Esperar el balón en lugar de atacarlo.
Recepcionar con la planta del pie rígida impidiendo el control del balón.
Dirigir el balón bruscamente y sin objetivo.
Mostrarse rígido en el momento del contacto.
Mala orientación del jugador, antes de hacer el control, de su posición y la del adversario.
Tomar decisiones imprecisas inmediatamente a la acción posterior que desee realizar.
Posición del cuerpo desequilibrada provocando que el balón no esté protegido de los adversarios.
Realizar pausas innecesarias durante la ejecución del movimiento.
El análisis de los referentes teóricos constató que existen numerosos autores que han tratado el tema investigado, sin embargo, es carente lo relacionado con la enseñanza-aprendizaje del control orientado del balón con la planta del pie. La misma contribuye a buscar un segundo momento dentro del contacto con el balón que le permita al jugador realizar movimientos muy exactos, simplificando tiempo y esfuerzo tanto individual, grupal y colaborativas en función del juego de equipo, brindando una herramienta de trabajo al presentar la descripción de la técnica, pasos metodológicos para su enseñanza y errores más comunes para poder elevar el nivel técnico en practicantes de futsal categoría infantil de Holguín.