Introducción
La planificación deportiva actualmente ha propuesto al entrenamiento concurrente como un medio de impacto directo sobre variables ligadas a la salud y rendimiento deportivo relacionado a un alto componente de especificidad que supone la mantención de una estructura secuenciada, temporalizada y específica en función de las características propias de los deportes de resistencia y sus deportistas (García-Manso., Arriaza-Ardiles., Valverde., Moya-Vergara., Mardones-Tare., 2017; Sánchez-López., & Rodríguez Pérez., 2017).
Este tipo de programas se ha sustentado en que la mayoría de las especialidades deportivas necesitan entrenar tanto la resistencia aeróbica como la fuerza muscular en sus diferentes manifestaciones para mejorar el rendimiento deportivo y obtener una mayor efectividad en la adquisición de adaptaciones beneficiosas en comparación al entrenamiento de ambas cualidades por separado (Flores-Zamora., 2019).
En este contexto, la evidencia ha planteado que un alto desarrollo de la resistencia aeróbica parece anular el desarrollo y/o mantenimiento de la masa y fuerza muscular producto de la activación de los sensores energéticos del complejo proteína cinasa activada por AMP que favorecen la adaptación mitocondrial e inhiben la activación de los señalizadores del complejo mammalian target of rapamycin encargado de la activación de diversos procesos anabólicos inducidos por los ejercicios de fuerza muscular (Flores-Zamora A C, Rodríguez-Cedeño E M , Rodríguez-Blanco., 2017). Por lo que, actualmente se han propuesto diversas estrategias con el objetivo de aprovechar el efecto acumulativo y garantizar una fase adaptativa prolongada y estable vinculada de los diferentes estímulos y procesos fisiológicos determinantes del rendimiento físico en corredores de resistencia aeróbica.
En este sentido, múltiples deportes han postulado el desarrollo de estrategias optimizadoras del rendimiento deportivo basadas en separar los días dedicados al entrenamiento de resistencia aeróbica y los días dedicados al entrenamiento de la fuerza muscular o en su defecto realizar ambos tipos de entrenamientos en un mismo día en forma seguida o separada con el objetivo de disminuir los procesos de interferencia relacionados a los programas de entrenamiento concurrente. No obstante, aún no existe un consenso sobre todos estos procesos producto de los resultados heterogéneos reportados en diversos estudios (Balsalobre-Fernández., Santos-Concejero., Grivas., 2016; Flores-Zamora., Rodríguez-Cedeño., Rodríguez-Blanco., 2017; Marcello., Greer., Greer., 2017; García-Manso et al., 2017; Alcaraz-Ibáñez., Rodríguez-Pérez., 2018; Gómez-Molina., Ogueta-Alday., Camara., Stickley., García-López.,2018; Flores-Zamora., 2019).
Por esta razón, este estudio se planteó como propósito evaluar las variables de fuerza explosiva y su relación con la capacidad aeróbica como una herramienta para definir estrategias de planificación de deportiva.
Material y métodos
Diseño y participantes
Se realizó un estudio descriptivo correlacional que consto de seis adultos corredores aficionados de ambos sexos, asignados a un único grupo clasificado como físicamente activo, con normopeso y sin antecedentes mórbidos diagnosticados ni reportados.
Criterios de inclusión
La muestra fue elegida bajo criterio no probabilístico por conveniencia, debido al bajo número muestral disponible se consideraron los siguientes criterios de inclusión.
Edad entre 18 y 65 años.
Nivel de actividad física superior a 150 min/semana.
Índice de masa corporal inferior 24,9 kg/m2.
Circunferencia de cintura inferior a 88 para hombres y 83 para mujeres.
Presentar un consumo de alcohol superior a 24 horas previa evaluación física.
No presentar hábito tabáquico activo.
Haber realizado actividad física 48 horas previas a la evaluación.
No presentar historial de enfermedades cardiopulmonares y patologías músculo esquelética, sistémicas agudas o crónicas.
Aceptar participar voluntariamente del estudio y firmar un consentimiento informado que autoriza el uso de la información con fines de investigación científica.
Procedimiento e instrumentos
Este estudio se realizó en una única evaluación en la pista atlética Mario Recordón del estadio Nacional de Chile. Los sujetos fueron asignados a un único grupo, al cual se le aplico el cuestionario internacional para actividad física en su versión corta validado para población catalana entre 15 y 69 años (Román Viñas., Ribas Barba., Ngo., & Serra Majem., 2013), a este se le agregaron preguntas para indagar el historial de enfermedades cardiopulmonares, patologías músculo esquelética, sistémicas agudas o crónicas, además de información sobre el consumo de tabaco y alcohol, por lo tanto, se les pidió a los participantes evitar el consumo de café y presentar un ayuno de dos horas y no realizar ejercicio 24 h antes de la evaluación física.
Evaluación antropométrica
Los participantes fueron medidos y pesados para determinar el índice de masa corporal y circunferencia de cintura de los participantes según el protocolo de la Organización Mundial de la Salud (Labraña et al., 2017), utilizándose para estas evaluaciones el kit antropométrico marca CESCORF compuesto por una balanza digital Seca con presión de 100 gr, estadiómetro portátil Seca 220 cm y una cinta métrica con presión de 1 mm.
Calentamiento estandarizado
La evaluación física comenzó con un calentamiento general de diez minutos consistente en movilidad articular; flexiones, extensiones, abducciones y aducciones de hombros, caderas, rodillas y tobillos, además de un trote continuo sin control de intensidad.
Evaluación capacidad de salto
Squat jump: consiste en la realización de un salto vertical máximo partiendo desde una posición estática en flexión de rodillas a 90° con las manos sobre las caderas y el tronco recto para posteriormente realizar un salto vertical el cual finaliza cuando el deportista retorna al suelo con las piernas extendidas en flexión plantar y los brazos fijados a la cadera sin ningún tipo de rebote o contramovimiento.
Counter movement jump: considera los mismos criterios que el SJ para su realización, esta inicia desde una posición erguida desde donde se realizar un movimiento rápido de flexo-extensión de rodillas hasta un ángulo de 90° para luego realizar el salto.
Salto horizontal a pies juntos: este inicia con los pies alineados y ligeramente separados tras una línea delimitada desde donde se procede a flexionar las rodillas para impulsar el cuerpo hacia la horizontal con la mayor potencia posible finalizando el salto cuando se cae al suelo.
Estos tres saltos fueron realizados en tres ocasiones cada uno, evaluándose el SJ y CMJ por medio de una plataforma de contacto DM JUMP by prometheus conectada al software DMJ v 2,2, mientras que el SH se evaluó con una cinta métrica CESCORF (López López, Martínez Cubides, & Acosta Tova., 2019).
Evaluación capacidad aeróbica
Fue determinada con la prueba de carrera de 2 km a la mayor velocidad posible (Laukkanen, Oja, Parkkari, & Manttari., 2002), registrándose la frecuencia cardiaca máxima alcanzada con el monitor de pulso Polar® H10 y el VO 2 pico con un ergoespirómetro portátil modelo K5, marca Cosmed, el cual fue calibrado según las recomendaciones del fabricante.
Análisis estadístico
Los datos fueron analizados con el software estadístico SPSS 23.0 (SPSS 23.0 para Windows, SPSS Inc., IL, USA). La distribución de los datos fue determinada con la prueba de Shapiro-Wilk. Se aplico la prueba de correlación de Pearson a fin de relacionar las variables de estudio considerando un nivel alfa de 0,05 y un intervalo de confianza del 95 %. Finalmente, las variables estudiadas fueron descritas con las siguientes medidas de tendencia central y dispersión; media, desviación estándar, mínimo, máximo, percentil 25, percentil 50 y percentil 75.
Consideraciones éticas
El protocolo de investigación fue aprobado por el Comité de Ética de la macrozona centro de la Universidad Santo Tomas, folio 39.19, quien considero a esta investigación sin riesgo de acuerdo con las consideraciones éticas estipuladas en la declaración de Helsinki del año 2013.
Resultados
La tabla 1 expone los estadísticos descriptivos de la muestra estudiada. Participaron seis corredores adultos con edades entre 23 a 61 años, clasificados como físicamente activos con normopeso (Índice de masa corporal <23.1) y sin obesidad abdominal (circunferencia de cintura menor a 90 cm en hombres y 86 cm para mujeres). Por otro lado, el VO 2 pico muestra un valor medio similar, mientras que el SJ, CMJ y SH reportan valores menores comparación a atletas (Ortiz, Denadai., Stella., & De Mello., 2003, (Tabla 1).
Variables | Media | Desviación Estándar | Mínimo | Máximo | Percentiles | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|
25 | 50 | 75 | |||||
Edad (años) | 40,1 | 15,2 | 23 | 61 | 26 | 37,5 | 56,5 |
Índice de Masa corporal (kg/m2) | 23,1 | 1 | 21,5 | 24,1 | 21,9 | 23,4 | 23,9 |
Circunferencia de cintura (cm) | 77 | 5,6 | 65,8 | 81,2 | 74,1 | 79,3 | 79,9 |
Squat Jump (cm) | 26,2 | 12,1 | 15,1 | 46,8 | 18,5 | 20,4 | 37,9 |
Counter Movement Jump (cm) | 34,4 | 15,2 | 21,3 | 57 | 22,6 | 28 | 51,1 |
Salto horizontal a pie junto (cm) | 182,3 | 37,3 | 150 | 245,2 | 150,7 | 172,2 | 213,9 |
VO2 pico (ml/kg/min) | 60,5 | 8,9 | 51,3 | 75,9 | 54,2 | 57,3 | 68,6 |
Años: periodo de 365 días, Kg/m2: kilogramos por metro cuadrado, cm: centímetros, ml/kg/min: mililitro de oxígeno utilizado por kilogramos de peso corporal en un minuto
En la tabla 2, se observan los resultados con relación al VO 2 pico como indicador de capacidad aeróbica y los saltos SJ, CMJ y SH como indicadores de capacidad de salto. El VO 2 pico se correlaciona en forma significativa con todos los indicadores. Por otro lado, la capacidad de salto vertical en SJ muestra una relación significativa positiva con CMJ y SH como indicador de salto horizontal, mientras que la capacidad de salto horizontal no mostro relación con el salto CMJ como indicador de salto vertical (Tabla 2).
Discusión
Los resultados expuestos en la tabla 1 son similares a los valores de VO 2 establecidos para deportistas de resistencia aeróbica, mientras que los valores en la capacidad de salto e índice de elasticidad son menores a los valores esperados para una población similar de adultos jóvenes y practicantes de atletismo (Ortiz, Denadai., Stella., & De Mello., 2003; Centeno-Prada et al., 2015). Estos resultados pueden explicarse en base a la evidencia científica disponible, en torno a la práctica de actividad y/o ejercicio físico de tipo aeróbico, practicado en forma regular en torno a los 150 minutos semanales, está asociado a adaptaciones positivas sobre la composición corporal y la condición física, puesto que, puede generar un balance energético negativo induciendo pérdidas de peso producto de cambios sobre la sensibilidad insulínica, respuesta inmune, sistemas antioxidantes endógenos y proteína cinasa activada por AMP, mientras que los ejercicios contra resistencia o de fuerza muscular se han relacionado con un efecto sinérgico en función de mejoras en la capacidad aeróbica (Espinoza-Salinas., et al., 2020).
En cuanto al comportamiento del VO 2 , este refleja un buen desarrollo de la capacidad aeróbica producto de un entrenamiento focalizado a esta cualidad, mientras que los menores valores en la capacidad de salto pueden explicarse en parte por la falta de hipotrofia característica de los corredores de resistencia aeróbica. En este sentido, se sabe que el trabajo aeróbico puede amortiguar el desarrollo de la hipertrofia induciendo menores niveles en la capacidad para generar fuerza muscular, y por consecuencia mayores niveles de fatiga periférica y disminuciones en la economía de carrera (Balsalobre-Fernández et al., 2016; García-Manso et al., 2017; Marcello et al., 2017; Alcaraz-Ibáñez et al., 2018; Gómez-Molina et al., 2018; Flores-Zamora et al., 2017; Flores-Zamora., 2019). Por otro lado, los resultados reportados entre el rendimiento aeróbico y los saltos tanto verticales como horizontal, resultan coherentes considerando que el VO 2 pico puede atribuirse a cualquier actividad en la que exista cierto nivel de exigencia física (Cade et al., 2018).
La mayor relación del Squat Jump con el VO 2 pico puede atribuirse a que el SJ posee un alto componente de fuerza muscular por lo que es considerado un buen indicador tanto para el rendimiento deportivo como para el nivel de fatiga neuromuscular causada por esfuerzos repetidos a alta intensidad. En este sentido, la literatura ha reportado que un elevado nivel de fuerza expresado en SJ no siempre garantiza un mejor rendimiento general; esto debido a que los programas de entrenamiento específicos enfocados al desarrollo de la fuerza son los que aportan las mejoras relacionadas a indicadores como la economía de carrera, VO 2 pico, capacidad reclutamiento, sincronización de unidades motoras y coordinación intra e intermuscular no así el nivel de fuerza como tal, mientras que la baja relación entre CMJ y el SH puede justificarse a la influencia de parámetros espacio temporales y las distintas adaptaciones neuromusculares vinculadas a desplazamientos horizontales con pendiente o verticales generadas por el patrón motor de carrera (Ogueta-Alday., García-López., 2016).
Otra posible explicación para la baja relación entre CMJ y SH puede atribuirse a la poca familiarización de los evaluados con la realización tanto de saltos horizontales como verticales, respecto a esto, la acción motriz involucrada en los saltos implica un predominio de una cualidad rectora que involucra las características técnicas del movimiento, por tanto, una reacción integral adaptativa del organismo responde principalmente a adaptaciones específica al gesto deportivo y no al desarrollo de ciertas cualidades físicas, de modo que, el rendimiento en carreras de media y larga distancia es determinado por una capacidad motora global subordinada a la fuerza muscular, debido a lo cual las cualidades físicas no suelen aparecer bajo una forma abstracta sino en combinación con factores físicos condicionantes al rendimiento (Flores-Zamora., 2019).
Siguiendo esta línea de argumentación, Centeno-Prada et al., (2015) postulan que la relación entre ambos tipos de saltos está influenciada directamente por la capacidad y eficiencia en la utilización de los componentes viscoelásticos del sistema músculo tendinoso, puesto que, se sabe estos pueden generar y almacenar energía, la cual al ser usada en forma eficientemente puede mejorar el rendimiento de salto, en este contexto la capacidad de salto del CMJ como el SH dependerá no sólo de factores como la fuerza muscular expresada en el número de fibras rápidas y la capacidad de reclutamiento de estas, sino también la capacidad coordinativa reflejada en la utilización del reflejo elástico muscular (González-Badillo., Jiménez-Reyes., Ramírez-Lechuga., 2017).
Por otro lado, se ha observado que la intensidad de la carga es otro factor fundamental relacionado a la modulación de diversas adaptaciones ligadas tanto a la fuerza muscular como a la capacidad aeróbica, respecto a esto, la evidencia señala en forma global que un programa de fuerza pliométrico a una intensidad alta puede afectar la economía de carrera a intensidades de carrera moderada, de modo tal, que no se puede garantizar un mejor rendimiento a largo plazo, mientras que un programa de baja intensidad ha demostrado un alto efecto sobre el rendimiento físico sustentado en la mejora de la economía de carrera, velocidad peak y las características neuromusculares (Flores-Zamora., 2019).
En este contexto, la importancia del entrenamiento concurrente en la práctica de deportes de resistencia aeróbica radica en la necesidad de implementar un programa de entrenamiento bien planificado y periodizado que considere los procesos de interferencia entre cualidades físicas con el objetivo de aprovechar el efecto acumulativo y garantizar una fase adaptativa prolongada y estable vinculada de los diferentes estímulos y procesos fisiológicos determinantes del rendimiento físico en corredores de resistencia aeróbica (Balsalobre-Fernández., Santos-Concejero., Grivas., 2016; Vorup et al., 2016; Flores-Zamora., Rodríguez-Cedeño., Rodríguez-Blanco., 2017; Marcello., Greer., Greer.,2017; García-Manso et al., 2017; Alcaraz-Ibáñez., Rodríguez-Pérez., 2018; Gómez-Molina., Ogueta-Alday., Camara., Stickley., García-López.,2018; Flores-Zamora., 2019).
Limitaciones del estudio
Esta investigación se encuentra limitada principalmente en su validez externa, puesto que, la selección de la muestra fue realizada por conveniencia, utilizándose una muestra pequeña, del mismo modo, estos hallazgos pueden estar influenciados por el amplio rango etario y la no separación de la muestra por grupos según sexo o edad. Por otro lado, algunos datos como el hábito tabáquico, consumo de alcohol e historial de enfermedades fueron obtenidos mediante autoreporte, lo cual podría ocasionar un riesgo de sesgo a causa de la sobreestimación de los estilos no saludables.
Los hallazgos reportados en esta población son indicativos de la existencia de una relación positiva significativa entre la capacidad aeróbica y de salto. De modo tal, que se puede concluir la importancia práctica de realizar una estrategia de entrenamiento que abarque el desarrollo de la capacidad aeróbica y de salto en forma paralela considerando todos los procesos de interferencia relacionados al entrenamiento concurrente y el rendimiento atlético deportivo en corredores de resistencia aeróbica aficionados.
Agradecimientos
Al Sr. Sebastián Urbano Cerda y Raúl Aguilera Eguía por colaborar indirectamente en la realización del estudio.