Señor editor:
Motiva la redacción de esta misiva el excelente artículo publicado en el número 36 del 2021, por el colectivo de autores de la Filial de Ciencias Médicas “Piti Fajardo”, en la provincia de Artemisa. La investigación reconoce la importancia de planificación estratégica como pilar imprescindible para el logro de resultados satisfactorios en la formación de profesionales de la salud, en medio de los azotes de la terrible epidemia provocada por la COVID-19.
La expansión de la pandemia SARS-CoV-2 en la provincia de Artemisa, impuso la suspensión de las actividades docentes de más de mil 160 estudiantes de las diferentes carreras de las Ciencias Médicas, pertenecientes a la Filial “Piti Fajardo”. Y es que esta nueva realidad, generadora de momentos de incertidumbre y ansiedad, obligó a los docentes a replantear la metodología del proceso enseñanza-aprendizaje,1) aunque para garantizar el sostén legal y metodológico de estas transformaciones se implementaron una serie de regulaciones, emitidas por el Ministerio de Salud Pública que se concretaron mediante resoluciones, indicaciones y orientaciones de obligatorio cumplimiento por todos los centros de educación médica superior del país.
En las circunstancias actuales, irrumpe la educación a distancia como principal alternativa para dar continuidad a la formación, se reorientan las estrategias didácticas y los sistemas de evaluaciones, a partir del diagnóstico de las necesidades de los estudiantes y los requerimientos del contexto que imponen a los docentes el reto de descubrir nuevas dinámicas y formas de facilitar el conocimiento, sin afectar la calidad y los resultados de los estudiantes, de manera que se apropien de los contenidos y las habilidades necesarias para el desempeño de su profesión y sean capaces de brindar una atención integral en cualquier nivel de atención.2
En el análisis realizado en el trabajo es de vital importancia el desarrollo de habilidades y conocimientos que deben tener directivos y profesores, relacionados, principalmente, con las tecnologías de la información y las comunicaciones, de manera que puedan incidir de forma positiva en la calidad de un proceso de enseñanza aprendizaje, a la altura que demandan estos tiempos.