Sra. editora:
Constituyó una satisfacción nuestra leer en la sección Artículos Originales de su revista “Círculos de interés de Estomatología: espacio para la orientación vocacional e higiene bucodental en escolares”.1
Los autores de esta carta coincidimos totalmente con los aspectos tratados en el que los autores, coincidiendo con Vidal Ledo et al.2) conceptualizan la orientación vocacional entendida como un proceso que dé ayuda a la elección de una profesión, la preparación para ella, el acceso a su ejercicio y su evolución y progreso posterior.
Cuba constituye un baluarte para América Latina en los campos de la formación vocacional y la orientación profesional desde edades tempranas, la cual inicia con la participación en los círculos de interés como la vía que más resultados positivos ha demostrado. En este que describe el artículo mencionado se aportan conocimientos teóricos y prácticos sobre la carrera de Estomatología que constituyen una fuente de motivación para que el estudiante en el futuro seleccione esa profesión, dotado de los conocimientos necesarios y suficientes que les permitirán estimularse por sus estudios, y por tanto, obtener un buen rendimiento académico.3
La formación vocacional en los estudiantes de la enseñanza universitaria es imprescindible para lograr egresados con las competencias necesarias a fin de resolver los problemas que se les presenten en su práctica profesional. Comienza desde las primeras edades y no culmina con el egreso del estudiante de su centro universitario sino que se extiende hasta los primeros años de su vida profesional y se reafirma de forma sistemática y continúa durante la formación en la carrera que cursa; es concebida como parte del proceso de educación de la personalidad del sujeto que lo prepara para un desempeño responsable.
En Ecuador es necesario potenciar la vocación y orientación profesional por la Estomatología desde los colegios y escuelas. Constituye un reto fortalecer estos aspectos lo que traerá consigo mejores resultados docentes, y profesionales mejor formados y de más calidad.
Un estudio realizado en una universidad médica en Cuba4) demostró que en la deserción escolar influyó de manera muy puntual la formación vocacional y orientación profesional de los estudiantes. De 33 que desertaron de la carrera de Medicina: la mayoría (17) recibieron algunos elementos sobre la carrera; 11, pocos elementos; 5, muy pocos; y ninguno obtuvo la información requerida antes del ingreso universitario. Entre los motivos que tuvieron los alumnos para escoger la profesión, 10 decidieron estudiar Medicina por vocación (30,0 %); 5 lo hicieron porque tenían familiares médicos (15,1 %); 9 por decisión de los padres (27,2 %) y los 9 restantes la eligieron como única opción (27,2 %). Estos datos demuestran que la carencia de vocación por determinada profesión influye en gran escala en la deserción estudiantil. Del mismo modo, la orientación profesional es necesaria para la continuidad del estudio de la carrera; así obtendrá la máxima información acerca de la labor que desempeñará una vez graduado.
En opinión de los autores de esta carta, las escuelas, colegios y universidades en el Ecuador tienen nuevos y complejos retos asociados a la labor de vinculación con la comunidad como vía para interactuar con los estudiantes de las diferentes enseñanzas y así incrementar el interés vocacional por las profesiones que estudian o estudiarán.