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CorSalud

versão On-line ISSN 2078-7170

CorSalud vol.11 no.2 Santa Clara abr.-jun. 2019

 

Carta al editor

Medicina y redes sociales: ¿Qué hacer ante la desinformación médica?

Medicine and social networks: What to do about medical misinformation?

Arnaldo Rodríguez León1  *  , Yurima Hernández de la Rosa2  , Francisco L. Moreno-Martínez3 

1 Servicio de Cardiología, Hospital Universitario Celestino Hernández Robau. Santa Clara, Villa Clara, Cuba.

2 CorSalud, Cardiocentro Ernesto Che Guevara. Santa Clara, Villa Clara, Cuba.

3 Departamento Editorial, Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Santa Clara, Villa Clara, Cuba.

Sr. Editor:

El desarrollo de la tecnología e internet en el siglo XXI imponen nuevos desafíos a la ciencia médica. Si bien es cierto que cada vez avanzamos más, tanto en las especialidades médicas, quirúrgicas como en las clínicas, a la par generamos más información. En medio de esta dicotomía se encuentran las redes sociales encabezadas por celebridades, políticos y líderes de nuestra sociedad. Sus opiniones llegan a tener un impacto consecuente con los millones de seguidores que poseen, el más mínimo error sobre aspectos relacionados con la salud desencadena un flagelo de consecuencias imprevisibles: la desinformación médica.

El pasado 29 de enero el editorial de Circulation: Desinformación médica ¡Examine el mensaje!, firmado por el Dr. Joseph A. Hill, tuvo entre sus colaboradores -de manera inédita- a otros 23 editores de las principales revistas cardiológicas del mundo1. En el citado artículo se colocan dos ejemplos que podrían ser cotidianos en consultas médicas de Cardiología y Pediatría.

En la primera de ellas la señora Jones se niega a tomar estatinas alegando haber leído demasiadas cosas aterradoras sobre ese medicamento en internet, además de manifestar su preocupación respecto a que algunos galenos la recomiendan por razones de ganancia financiera, acotando que esto último también lo encontró “on line”. La segunda situación se refiere a la preocupación de unos padres sobre la vacuna PRS (paperas, rubeola y sarampión), la cual podría provocar autismo.

Independientemente de que estas situaciones no son cotidianas en la práctica médica de nuestro país debido a la gratuidad en los servicios de salud, se considera necesario referirnos al tema por dos razones. Primero, el impacto de dicho artículo en la comunidad médica con importantes réplicas de otros editores de revistas cardiovasculares iberoamericanas no incluidas inicialmente entre las que firmaron en Circulation2. Segundo, el vertiginoso crecimiento en el uso de internet y las redes sociales en Cuba, considerado uno de los países que más ha crecido en los últimos años según el informe anual de “We are Social”, el cual se publica en enero y recoge los datos del mundo digital de 230 países. Cuba posee 6,47 millones de habitantes que alguna vez se han conectado a internet, de los que 2 075 578 se incorporaron activamente a las redes sociales en 2018, para un crecimiento de 47%, el cuarto más elevado entre todos los países del mundo3.

El ejercicio de la comunicación en el arte médica nace en el momento sagrado de la consulta, punto de partida de la actual controversia, y se ve sesgado por diversos factores correspondiéndole al médico el papel protagónico para atenuarlos. Su cortesía desde el inicio de la consulta con un afectuoso saludo, su actitud diáfana como interlocutor, el saber escuchar y el empleo de un lenguaje acorde al nivel de comprensión del enfermo facilitarán el resultado favorable y una toma de decisión en la cual el paciente juega un rol cada vez más activo4.

Entre las grandes enseñanzas dejadas por el padre de la medicina, Hipócrates de Coss, está el hecho de que quienes ejercemos esta particular ciencia deberíamos preocuparnos por el modo en que nuestros pacientes viven. En correspondencia con los nuevos tiempos, se podría agregar que deberíamos preocuparnos además por saber cómo piensan y de dónde obtienen la información. Se conformaría un tridente (cómo viven - cómo piensan - dónde obtienen la información) que propiciaría un ambiente más confortable en la consulta, nos acercaríamos más a sus preocupaciones y finalmente podríamos evitar la desinformación médica.

A pesar de lo anterior se reconoce que para nada es sencillo resolver el problema en el que se ha convertido esta desinformación, la cual se ha hecho «viral» en las redes sociales, plataformas gigantescas con un alcance global de varios miles de millones de personas, donde la censura es mínima y no existe un control objetivo sobre las opiniones de las celebridades, líderes o políticos, en cuanto a temas científicos de la medicina o estilos de vida saludables.

Surgen así varias interrogantes ¿Qué más podríamos hacer para combatir el flagelo de la desinformación médica? ¿Es suficiente un cambio de actitud en la consulta médica? ¿Será que debemos interactuar más con nuestros pacientes en espacios donde se sienten más cómodos como las propias redes sociales?

Las enfermedades cardiovasculares y oncológicas se mantienen como las primeras causas de muerte en las dos décadas iniciales del aún joven siglo XXI, surgen nuevas concepciones en ambas especialidades a la par del aumento en la longevidad del ser humano. Nuevos campos de batallas están en el horizonte de la medicina, es necesario un cambio no sólo en la mentalidad de los profesionales de la salud, sino también en los esquemas tradicionales y casi obsoletos de educación desde edades tempranas del individuo. Urge incluir materias acorde a los tiempos que vivimos como el estudio del método científico y las propias redes sociales para propiciar una actitud crítica, pero razonable, entre aquellos que siempre tendrán el derecho a opinar.

Parafraseando al eminente filósofo y escritor Juan Jacobo Rousseau, “no todo es responsabilidad de los médicos y los enfermos, la sociedad es también responsable”.

BIBLIOGRAFÍA

1.  Hill JA, Agewall S, Baranchuk A, Booz GW, Borer JS, Camici PG, et al. Medical Misinformation: Vet the Message! Circulation. 2019;139(5):571-2. [ Links ]

2.  Cardiolatina. Redes sociales y ¿desinformación médica? [Internet]. Noticia del día - 30.01.2019 [citado 1 Feb 2019]. Disponible en: http://cardiolatina.com/noticias/redes-sociales-y-desinformacion-medica/2.  [ Links ]

3.  Chaffey D. Global social media research summary 2019 [Internet]. Smart Insights [citado 1 Feb 2019]. Disponible en: https://www.smartinsights.com/social-media-marketing/social-media-strategy/new-global-social-media-research/3.  [ Links ]

4.  Dhand S. How to fight misinformation in healthcare - 'Fake news' about your patient can be remedied with one step: talking [Internet]. Medpage Today [citado 2 Feb 2019]. Disponible en: https://www.medpagetoday.com/blogs/kevinmd/745634.  [ Links ]

Recibido: 03 de Febrero de 2019; Aprobado: 07 de Marzo de 2019

*Autor para la correspondencia: correo electrónico: arnaldorl6710@gmail.com

Los autores declaran que no existen conflictos de intereses.

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