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Revista Universidad y Sociedad

versão On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.8 no.2 Cienfuegos maio.-ago. 2016

 

ARTÍCULO ORIGINAL


Problemas sociales de la ciencia en la Educación Superior para las ciencias agrarias en Cuba



Social problems of science, in higher education for agricultural sciences in Cuba




MSc. Lissett Ponce Rancel, MSc. Reinaldo Pérez Armas, MSc. Reina Evelyn Hernández Calzadilla

Universidad de Cienfuegos. Cuba.





RESUMEN

El trabajo tiene como objetivo analizar el papel que juega en el proceso de formación del Ingeniero Agrónomo una educación en Ciencia Tecnología y Sociedad (CTS), por ser la carrera Ciencias Agrarias de elevada significación en el aseguramiento alimentario de la sociedad, en el cuidado de los recursos naturales y de la sostenibilidad del desarrollo. Para lograr dicho objetivo se utilizó como método el análisis documental, la encuesta y la matriz de impacto cruzado lo que aportó la información para valorar la necesidad de una formación CTS en los profesionales de las Ciencias Agrarias, por estar vinculados en no pocos casos con procederes que por diferentes razones, representan malas prácticas agrícolas y la ausencia de una interpretación integradora y adecuada de las implicaciones que ello genera en el deterioro de los recursos naturales y en la calidad de vida de los seres humanos. Se demostró que el enfoque CTS tiene un escenario no bien explotado, desde las disciplinas y asignaturas que conforman el Plan D asumido para la preparación del Ingeniero Agrónomo, lo que bien ordenado puede facilitar la articulación entre la ciencia, los productores y los decisores a diferentes niveles.

Palabras clave: Aseguramiento alimentario, Ciencias Agrarias, Educación Superior, proceso de formación, problemas sociales de la ciencia, recursos naturales, sostenibilidad.


ABSTRACT

The work "Social problems of science, a necessary content in Higher Education for Agricultural Sciences in Cuba", aims to analyze the role in the process of formation Agronomist education in Science Technology and Society, by be this race of high significance in the food assurance company, also responsible for the deterioration of natural resources, affecting the sustainability of development. To achieve this objective it was used as a method of document analysis, survey and cross-impact matrix which provided the information required to assess the need for CTS training professionals Agricultural Sciences, being linked in many cases with procedures that for different reasons are bad agricultural practices and the lack of an integrated and adequate interpretation of the implications that this generates, risking the deterioration of natural resources and the quality of life of human beings.

Keywords: Food assurance, Agricultural Sciences, Higher Education, training process, social problems of science, natural resources, sustainability.





INTRODUCCIÓN

En los últimos años la introducción masiva de nuevas tecnologías, en especial, las Tecnologías de Comunicación e información (TIC) y otras menos avanzadas, pero con fuerte potencial para el desarrollo como la biotecnología y la nanotecnología, la dinámica de la competencia capitalista, entre otras, ha llevado a otorgar a la tecnología y la innovación un lugar central como determinantes del desempeño económico y la competitividad, tanto a nivel de las firmas como, de las naciones. (Carattoli, 2013).

Las transformaciones ocurridas como consecuencias de este proceso de introducción de las nuevas tecnologías, promueven a la vez, nuevos valores y continuas transformaciones en las estructuras académicas, sociales y culturales, por lo que las instituciones se van transformando en la medida que las sociedades lo hacen, sus funciones e interacciones solo pueden ser analizadas con coherencia, si se tiene presente el marco histórico–contextual en el que ellas se encuentran (Acosta, 2012).

Las universidades, como instituciones cuyas estructuras emergen como respuestas funcionales a diferentes necesidades sociales, y de conjunto con los Centros de Investigación, desempeñan un papel clave en la generación de riqueza basada en la innovación como un proceso de aprendizaje, se introducen nuevos conocimientos o se combinan conocimientos existentes para generar nuevas competencias, incrementado el interés acerca de los determinantes, características y consecuencias de los procesos de innovación y cambio tecnológico (Carattoli, 2013). Estos procesos de cambio en el papel de estas instituciones, atemperadas a los nuevos escenarios, han ocupado la atención de autores como Göransson & Brundenius (2011), por lo que representan a la vez en los procesos de transformación social.

Pero vale la pena tomar en cuenta lo planteado por Díaz (1996), al señalar: "antes de preguntarse qué tipo de universidad se busca alcanzar, hay que decidir sobre la naturaleza de la sociedad que se pretende construir", sobre todo si esta sociedad que se construye permite y potencia el desarrollo e integración social del complejo educación superior-conocimiento-ciencia-tecnología-sociedad-innovación referido por Núñez (2012), en el intento de fomentar y desarrollar capacidades avanzadas de formación e I+D+i. y a la vez, la innovación endógena mediante la estimulación a la creatividad local, atemperada para el caso que ocupa en la presente investigación, al sector agroproductivo, al incrementar los niveles de producción y reducir el impacto negativo al medio. Para hacer terrenal este entramado de ideas, un pensamiento de ciencia, tecnología y sociedad resulta indispensable.

En el intento de una enseñanza contextualizada de la ciencia, el enfoque Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS) es tal vez uno de los de mayor fuerza y originalidad en el ámbito de la educación superior y en el que se han puesto más esperanzas para aumentar la calidad de su enseñanza. Coincidiendo con Acevedo (1995) y Caamaño & Vilches (2001), quienes refieren que también pueden alcanzarse objetivos fundamentales mediante el empleo de estrategias menos ambiciosas, partiendo simplemente de mejoras en los programas tradicionales de las distintas asignaturas que permitan llevar a cabo un anclaje entre unos contenidos científicos determinados y los aspectos tecnológicos y sociales (económicos, políticos, culturales e incluso, artísticos) que llevan implícitos; a juicio de los autores de este trabajo esta sería una excelente opción para las Ciencias Agrarias.

Ello permitiría, además, promover la sensibilización de los estudiantes hacia los problemas sociales, quienes una vez convertidos en profesionales de las diferentes carreras tendrán la responsabilidad social de contribuir a un desarrollo sostenible, asegurando la preservación de los agro-ecosistemas y aportando los alimentos que en una relación nutrición-salud, aseguren una mejor sociedad en lo que a salud y medio ambiente se refiere.

En opinión de Acosta (2012), la ciencia y la tecnología modernas determinan la actual conducta humana ante la naturaleza y la visión que se tiene de ella, debido a que la técnica modifica el ambiente en que vive sumergido el hombre y le coloca ante una visión del mundo derivada del propio desarrollo tecnológico, pero con una adecuada preparación acerca de los problemas sociales de la ciencia y la tecnología, esta aseveración no sería tan absoluta, pues conocer la realidad que se origina desde el desarrollo tecnológico e identificar los riesgos que entraña, posibilita un proceder equilibrado entre desarrollo tecnológico y desarrollo social y para esta visión es fundamental una preparación desde la orientación ciencia, tecnología y sociedad, de lo contrario desarrollo y sostenibilidad no necesariamente tendrían que andar de la mano y eso conduciría al desequilibrio socio-productivo.

Para Maldonado (2012), la educación superior del futuro, al asumir el reto del vertiginoso desarrollo de la ciencia y las tecnologías, debe hacer énfasis sobre la educación básica y general, previa a la formación profesional universitaria y priorizar la actualización de los procesos de aprendizaje para que el futuro egresado esté dotado de los recursos intelectuales y pueda seguir educándose a sí mismo.

Este autor afirma que la educación superior evoluciona hacia un modelo en el que profesores y estudiantes serán aprendices permanentes y en el que los programas de estudio se difundirán en función de nuevos conocimientos y nuevas tecnologías de enseñanza y aprendizaje: "La universidad debe enseñar a pensar, ejercitar el sentido común y dar rienda suelta a la imaginación creadora".

Esto significa que la educación que se brinde a los futuros profesionales debe estimular su creatividad e imaginación, por lo cual es indispensable concebir los programas curriculares en función de lo que el estudiante debe saber y no en función de lo que el profesor sabe o cree saber, lo cual obliga a los docentes a estar en un proceso de renovación permanente de teorías, técnicas o procesos de enseñanza, en estrecha relación con el conocimiento que se produce dentro y fuera del contexto universitario.

Otro aspecto a considerar es lo planteado por Gordillo (2001), acerca de que la educación involucra mucho más que facilitar información, en el aprendizaje lo esencial es la práctica y la experiencia personal con lo aprendido, por lo tanto, para la educación superior el empleo de nuevas herramientas disponibles a partir de los estudios CTS hace que se provean de poderosas formas de aprender, tanto en la teoría como la práctica y se estimule la interacción intelectual.

Para el caso del estudio de las Ciencias Agrarias, el empleo de los estudios CTS reviste importancia e interés, en sinergia con lo planteado por Moreira & Cobas (2012), quienes refieren que la agricultura requiere soluciones técnicas, gerenciales y organizativas, singulares y particulares en cada localidad, que deben ser formuladas en el campo e ir a la práctica para solucionar problemas de la agricultura y de los agricultores.

Una alternativa para involucrar a estudiantes y profesores en este empeño está, según Méndez (2003), en la creación de redes locales desde la perspectiva de la innovación; otras están en lo conceptualizado por Carayannis & Campbell (2012), como Modo 3 de producción del conocimiento, sobre los enfoques que tratan de explicar los procesos innovativos desde la visión multimodal y multifocal de la producción del conocimiento en sí mismo, de arriba a abajo y de abajo arriba, en los que la necesidad emerge desde el propio desempeño.

Toda la problemática antes abordada devela la necesidad de formar profesionales de las Ciencias Agrarias a la altura de los nuevos retos con una visión más humanista y menos tecnócrata en la valoración de los impactos que desde la ciencia y la tecnología se generan, razón que induce a la consideración del objetivo de la presente investigación de analizar el papel que juega en el proceso de formación del Ingeniero Agrónomo una educación en Ciencia Tecnología y Sociedad, por la elevada significación en el aseguramiento alimentario de la sociedad que tiene esta carrera y ser responsable de preservar los recursos naturales, propiciando la sostenibilidad del desarrollo.

Lo anterior encuentra respaldo en lo plantado en el Análisis del estado de la ciencia en Cuba, versión II, presentado por la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) en mayo de 2013; se plantea que la ciencia, la tecnología y la innovación tendrán que asegurar la autosuficiencia alimentaria, prever y atenuar los efectos del cambio climático y otros fenómenos naturales, utilizar de forma sustentable los limitados recursos naturales disponibles y preservar sus singulares ecosistemas para las futuras generaciones. Estos elementos, según Gómez de Castro, et al., (2008), en América Latina necesitan de una buena viabilidad financiera, respaldada por adecuadas políticas públicas.



DESARROLLO

El trabajo se realiza en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Cienfuegos como parte del perfeccionamiento de la calidad del proceso docente para la formación del Ingeniero Agrónomo, se utilizó como método la revisión documental, lo que contempla referentes como el perfil del Ingeniero Agrónomo, las disciplinas que conforman el Plan D, vigente en la actualidad, además, la experiencia de los autores de esta investigación en la formación de estos educandos.

Además se aplicó una encuesta estructurada en campos relacionados con los aspectos siguientes: presencia del enfoque CTS en las diferentes asignaturas de las disciplinas del plan de estudio D, para el Ingeniero Agrónomo; capacidad integradora desde la práctica laboral para articular desde los postulados científicos tecnológicos un enfoque social como usuarios de la tecnología y sus impactos; relación entre resultados científicos, innovación tecnológica, medio ambiente, riesgo vulnerabilidad de los agroecosistemas; recursos naturales, relaciones productivas, ciencia y tecnología, sostenibilidad del desarrollo.

Los datos se recopilaron en matrices (impacto cruzado con una escala de valores de 1 a 4 donde 1: Sin impacto; 2: Muy poco impacto, 3: Moderado impacto y 4: Alto impacto).

Resultados y discusión

Como resultados de la revisión documental se constataron los siguientes aspectos que se muestran en la tabla 1:

Se evidencia en el análisis de los resultados que a pesar de considerarse los principios de CTS como un requerimiento para los ejercicios académicos y de cambios de categoría docente, para el perfeccionamiento del perfil integral para la formación del ingeniero agrónomo, estos no están contemplados explícitamente de modo general en el sistema de conocimientos de las diferentes disciplinas y asignaturas de esta carrera universitaria, a pesar de la necesidad demostrada de la utilización de una ciencia en contexto y en diálogo utilitario con un desarrollo socio-productivo sostenible; los requerimientos antes apuntados se incluyen como una capacidad o competencia para la articulación de saberes del profesional en su futuro desempeño, no como un requerimiento formal.

El enfoque antes referido tiene un escenario no bien explotado desde las disciplinas y asignaturas que conforman el Plan D asumido para la preparación del Ingeniero Agrónomo; de ser ordenado de mejor modo, permitirá una más real articulación del denominado complejo educación superior-conocimiento-ciencia-tecnología-sociedad-innovación; facilita la interacción con los diferentes actores locales vinculados a los agroecosistemas y a los estratos de dirección productivos y sociales, coincidiendo en ello con Núñez Jover & Fernández González (2007), quienes apuntan las ventajas que representan dicho complejo para un desarrollo local equilibrado; bien ordenado puede facilitar la articulación entre la ciencia, los productores y los decisores a diferentes niveles.

La encuesta aplicada permitió conocer cuáles son los principales problemas identificados en cada campo analizado, de lo cual se identificaron los siguientes indicadores:

Ver tabla 1.1

Este estudio permitió identificar indicadores que facilitarán sistematizar el monitoreo del manejo y la organización del sistema de formación y de conocimientos para la carrera de Agronomía, y cumplir con el enfoque CTS.

Esta forma de revisión se puede proponer como guía para el análisis e interpretación de la información y las evidencias de los análisis a nivel de disciplinas, tanto cualitativas, como cuantitativas: las teorías y conceptos relacionados con los diferentes temas a impartir en cada asignatura y lo más importante, se puede validar la opinión con los agentes territoriales acerca de su percepción respecto al sistema educativo y formativo actual para la carrera de Agronomía, en cuanto a organización, función social y su funcionamiento, y finalmente, en cuanto a la conducción del cambio.

En la tabla 2 se muestran los resultados del cruzamiento matricial entre los indicadores que se derivan del análisis de datos procesados de la encuesta y de los resultados del análisis del sistema de conocimiento de cada una de las asignaturas que conforman las disciplinas de la carrera de Agronomía en cada año académico.

Del procesamiento de la matriz de impacto cruzado se obtuvo que la mayoría de los indicadores evaluados tienen alto impacto en los resultados; implica que en la conformación de los contenidos de las asignaturas que integran las diferentes disciplinas de la carrera y en la planificación de la formación profesional de los docentes, se debe considerar una estrategia que permita monitorear de forma sistemática el cómo se gobierna la dinámica y adaptación del sistema formativo profesional adaptado a las cambiantes necesidades formativas de las empresas agropecuarias del territorio, producto de las exigencias en relación del conocimiento que debe garantizar las competencias y habilidades del nuevo profesional agropecuario para estos tiempos de cambio, coinciden estos resultados con los reportes de Martínez (2006).

Otra coincidencia con los resultados de Martínez (2006) acotados con los resultados de la matriz antes referida, es que este método aportó las evidencias necesarias de cómo analizar el sistema formativo de la carrera de Agronomía para que sea utilizado como un instrumento de mejora del conocimiento, de aprendizaje local y de desarrollo, con lo que de forma colateral se está contribuyendo a mejorar la competitividad de las empresas y al posicionamiento del territorio en relación con el logro de incrementos productivos para satisfacer demandas alimentarias de la creciente población.

Todo lo antes expuesto, fundamenta de forma científica, que un sistema formativo para la carrera de Agronomía que tenga implícito de modo manifiesto un enfoque CTS, adquiere gran importancia como elemento de contribución al desarrollo territorial sostenible; resulta adecuado proponer que se lleve a cabo su organización considerando las necesidades del sistema productivo en el nuevo ámbito económico- social territorial y nacional; es necesario la conducción del cambio a partir de los recursos del territorio en los que se incluya la formación del capital humano y de sus conocimientos.

Esta aseveración encuentra respaldo en lo planteado por Castro (2015), al significar el peso a los aspectos subjetivos y la doble importancia de una adecuada gestión del conocimiento, para lograr a la vez, una eficiente y eficaz gestión y su incidencia en un cultura que condicione el ambiente innovador que se genere y sostenga, lo que propicia la creación del capital social con un comportamiento emprendedor, decisivo esto último en el vínculo universidad-empresa; le corresponde a la Educación Superior cumplir este propósito como uno de sus encargos sociales (De la Fuentes & Dutrénit, 2012; Zulueta Cuesta, 2012;Batista Zaldívar, 2013; Motoyama, 2014; Lethen et al. 2014; y Hsu, et al. 2015).



CONCLUSIONES

Se evidencia del análisis de los resultados que a pesar de que los principios de CTS se consideran  requerimiento para los ejercicios académicos y de cambios de categoría docente, para el perfeccionamiento del perfil integral para la formación del ingeniero agrónomo, no están contemplados explícitamente en el sistema de conocimientos de las diferentes disciplinas y asignaturas de esta carrera universitaria.

El enfoque Ciencia, Tecnología y Sociedad tiene un escenario no bien explotado, desde las disciplinas y asignaturas que conforman el Plan D asumido para la preparación del Ingeniero Agrónomo, lo que bien ordenado puede facilitar la articulación entre la ciencia, productores y decisores a diferentes niveles.

Los indicadores identificados facilitarán sistematizar el monitoreo del manejo y organización del sistema de formación y de conocimientos para la carrera de Agronomía, cumplen con un enfoque CTS.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: Marzo de 2016.

Aprobado: Junio de 2016.




MSc. Lissett Ponce Rancel

E-mail: lponce@ucf.edu.cu

MSc. Reinaldo Pérez Armas

E-mail: rpereza@ucf.edu.cu

MSc. Reina Evelyn Hernández Calzadilla

E-mail: rcalzadilla@ucf.edu.cu

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