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Revista Universidad y Sociedad

versión On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.9 no.2 Cienfuegos abr.-jun. 2017

 

ARTÍCULO ORIGINAL



CONTRIBUCIONES TEÓRICAS ACERCA DE LA CONCEPCIÓN DEL CAMPESINADO EN LOS ESTUDIOS AGRARIOS EN CUBA



THEORETICAL CONTRIBUTIONS ABOUT THE CONCEPTION PEASANTRY IN AGRARIAN STUDIES IN CUBA




MSc. Yisel Herrera Martínez1, Dra. C. Teresa del Pilar Muñoz Gutiérrez2

1 Universidad de Cienfuegos. Cuba.

2Universidad de La Habana. Cuba.





RESUMEN

Las contribuciones teóricas acerca del campesinado en el campo de los estudios agrarios en Cuba constituyen un resultado de investigación, que desde la concepción de los estudios sociales de la ciencia y la tecnología y la sociología como ciencia, permite abordar un tema importante para Cuba y el mundo. La producción de alimentos se ha convertido en agenda de debate para tomadores de decisiones. Sin embargo, la ciencia debe contribuir a una mejor gestión y administración de todos los procesos y fenómenos sociales que inciden en la misma. El presente artículo establece un modelo de análisis para la comprensión de los sujetos productores de alimentos en un contexto particular, donde las transformaciones estructurales modifican las relaciones de producción agropecuarias y es ejemplo de un aporte desde las ciencias sociales.

Palabras clave: Conocimiento científico, campesino, sociología del conocimiento.


ABSTRACT

Theoretical contributions about peasantry in agrarian studies in Cuba are a result of social research from social studies of science and technology’s conception and sociology. As a science, it allows approaching an important issue in Cuba and in the world. Food production has become debate agenda for decision makers. However, science should contribute to better management and administration of all social processes and phenomena that affect it. This article provides an analysis model for food producers understanding in a particular context, where structural transformations modified agricultural production relations. Also, it is an example of social sciences contribution to food production.

Keywords: Scientific knowledge, peasant, sociology of knowledge.





INTRODUCCIÓN

La sociedad rural cubana está conformada por un conjunto complejo de relaciones sociales, espirituales y de producción, se establecen entre los hombres y entre estos y la naturaleza, con un grado mayor o menor de integración a entidades sociales más amplias hasta el nivel de la sociedad. Es una totalidad integrada por actores sociales heterogéneos dada sus diversas formas sociales de producción e intercambio que se encuentran en una permanente sinergia.

Se han realizado investigaciones a lo largo del país sobre la situación de los diferentes actores, diferentes formas en que se organiza la producción agropecuaria en el medio rural, el papel de la mujer en la producción agropecuaria y el impacto de las transformaciones en la estructura socioclasista en general. El tratamiento en las ciencias sociales cubanas, en especial sobre el campesinado como objeto de estudio, constituye un área abordada, y con resultados desde varias disciplinas (economía, derecho, historia, sociología y en menor medida la antropología), sin embargo, los análisis han carecido de una intervención profunda desde el punto de vista teórico.

Un registro de evidencias empíricas, contrastaciones en diferentes períodos, territorios y escalas sociales develan características y comportamientos de los diferentes actores. Sin embargo, estos estudios al menos desde la sociología, no sistematizan resultados en función de la creación de una teoría para conceptualizar al campesinado cubano en las condiciones de transición al socialismo desde el subdesarrollo.

Esta perspectiva permitiría a la ciencia sociológica hacer referencia al campesino teniendo en cuenta las determinantes sociales que influyen en su concepción. Su definición estaría en función de la relación realidad-conocimiento y no en el sentido tradicional.

En el medio rural la población desarrolla diversas actividades o se desempeña en distintos sectores, como la agricultura, artesanía, industrias pequeñas y medianas, comercio, servicios, ganadería, pesca, minería, extracción de recursos naturales y turismo, entre otros. En dichas regiones o zonas hay asentamientos que se relacionan entre sí y con el exterior y en las cuales interactúan instituciones, públicas y privadas (Pérez, 2001).

Lo rural trasciende lo agropecuario, por esta razón y sin exclusión, se tiene presente para el análisis del campesinado, pues desde un término general es posible realizar mayores interpretaciones sobre las dinámicas y relaciones sociales que establece el campesino con el medio y los procesos agropecuarios donde se inserta.

Para contribuir al análisis del campesinado desde la perspectiva teórica, la investigación se acerca a lo que en materia de producciones científicas ha logrado el Equipo de Estudios Rurales de la Universidad de La Habana y se ubica en una posición intermedia, entre el internalismo y el externalismo, con lo cual se devela el proceso de construcción del conocimiento dependiente de factores extra científicos y aquellos internos de la misma ciencia.

La constancia y diversificación de temas sobre el medio rural cubano, asumidos por diversos colectivos de investigación y el desempeño en función de una perspectiva primordialmente sociológica, provocan el interés por develar las contribuciones teóricas y empíricas para el conocimiento acerca del campesinado. Desde el punto de vista práctico, es de interés mostrar el desarrollo de la concepción del campesinado en Cuba a partir de los elementos teóricos y metodológicos, como expresión de las influencias que las ciencias sociales han implantado a la concepción, pero también es definitorio mostrar el de las transformaciones económicas, políticas y socioculturales de la sociedad rural cubana. Conocer a los sujetos responsables de la mayor producción de alimentos del país permite hacer análisis prospectivos en función de la sostenibilidad de los agroecosistemas.

Este análisis permite enfrentar las transformaciones que en materia económica se ha planteado el Partido Comunista de Cuba y la Revolución a través de los Lineamientos, pues contextualiza y brinda elementos para la caracterización de una clase social, determinante en la estructura socioclasista cubana para el desarrollo de la tierra como recurso natural fundamental.



DESARROLLO

Para analizar las contribuciones que el Equipo de Estudios Rurales de la Universidad de La Habana realiza a la comprensión del campesinado en Cuba, es necesario abordar la sociología del conocimiento como perspectiva teórico-metodológica y aquellas concepciones que permiten caracterizar al campesinado.

Lamo de Espinosa (2001), destaca la utilidad que puede tener la ciencia sociológica en la comprensión del pensamiento producido por sí misma. Señala la necesidad de indagar en las condiciones sociales de su producción y al tratar de reconocer el contenido del pensamiento y sus causas, en función de la realidad social donde se concibe, le imprime una reflexividad que es usada sistemáticamente como método de análisis del discurso.

Se realiza un recorrido histórico[1] por las ideas que constituyen antecedentes del discurso científico; se sitúa a la sociología del conocimiento como perspectiva de análisis que proyecta hacia el futuro las posibles incidencias del nuevo pensamiento producido (Muñoz & Hernández, 2009).

La sociología del conocimiento, refiere Lamo de Espinosa (1994), es por un lado una teoría que intenta analizar la correlación que existe entre el pensamiento y la existencia, y por otro, un método de investigación histórico-sociológico que intenta descubrir las formas concretas que esta correlación ha adoptado con el desarrollo intelectual de la humanidad. Por esta razón se percibe el proceso de producción de conocimientos científicos como una actividad de reconstrucción analítica y de creación, que sobreviene a partir de la relación establecida entre teoría y empiria.

El campo científico de la sociología rural se convierte en elemento de análisis en esta investigación mediante el estudio de fuentes secundarias que permiten llegar a los resultados. El análisis de contenido se convierte en una técnica necesaria para identificar actitudes, creencias, centros de interés, objetivos, metas… de personas, grupos y organizaciones a través de documentos (Fernández, 2002).

Diferentes autores identifican a los campesinos como un grupo social diferenciado, como clase social o fuerza social, como economía o cultura. En las obras clásicas del marxismo se visualiza la separación radical entre el productor y los medios de producción (Engels, 1974). La estratificación social de la población campesina se vincula a los procesos de distribución, concentración y apropiación de la producción y medios fundamentales para producir.

Marx le retira la condición de clase en la obra El dieciocho brumario de Luis Bonaparte (1974), sin embrago Lenin no concibe al campesinado como grupo en descomposición. Anuncia el mantenimiento de este, como clase social[2] en el período de tránsito al socialismo en aquellas sociedades periféricas y le atribuye la capacidad de reproducirse pese a los efectos de la estratificación interna generada por el tipo de producción, forma de comercialización, medios en explotación, uso de fuerza de trabajo, ingresos.

Otro elemento significativo lo aporta Alexander Chayanov en su obra La organización de la unidad económica campesina, publicada en el año 1925: expone que, como unidad de producción no produce para acumular, sino en función de las necesidades del consumo familiar.

El establecimiento de relaciones asociadas a necesidades sociales es expuesto en The Polish Peasant (1918-1920) de Thomas & Znaniecki (1974). Estos autores sitúan a la familia campesina como unidad y parte de la vida comunal, con un soporte económico de continuidad en la idea de la tierra, expresión de unidad del grupo en la vida económica. También para Shanin (1972), el componente familiar obtiene relevancia en la explotación campesina[3] pues le asigna el rol estructurador de la actividad agropecuaria. A partir de la perspectiva antropológica se aprecia una relación de dependencia[4] en términos económicos, políticos y sociales de la sociedad global (Pérez Yruela & Sevilla-Guzmán, 1976).

El análisis acerca del campesinado implica el reconocimiento de la dependencia impuesta por la desigual distribución del poder y por el carácter de la red de relaciones sociales y su diferenciación cualitativa de orden cultural. Como grupo social posee la raíz de su diferenciación en la posición que ocupan en las relaciones de producción, la unidad familiar es la fuerza productiva insertada en la economía que establece una relación asimétrica con el resto de la sociedad. Estos elementos se constituyen en tres núcleos de análisis fundamentales (Herrera, 2015):

·         Económico: parte de la relación que se establece a partir de la forma de tenencia de la tierra y de las relaciones de producción.

·         Socio-familiar: estrechamente vinculada al núcleo económico, pero distingue la división laboral a partir del sexo y grupos etarios, los aportes de cada uno de los miembros hacen la economía campesina.

·         Cultural: se vincula a formas superestructurales que se reproducen e influyen de manera significativa en la diferenciación interna de la clase campesina.

Estudios sobre el campesinado en Cuba: contexto histórico y contribuciones teóricas

El triunfo revolucionario de 1959 y las transformaciones económicas, políticas y sociales que se encaminan a modificar, entre otras, una problemática social expuesta en 1953 en La historia me absolverá, el problema agrario, la estructura social rural y la situación de la unidad familiar campesina.

El análisis histórico muestra la concentración de la propiedad de la tierra como elemento distintivo en diferentes períodos: conduce a la explotación de mano de obra en condiciones de esclavitud; el latifundio y el minifundio son expresión de relaciones capitalistas de producción y distribución con formas precapitalistas de explotación[5] en la etapa republicana. El problema agrario se convierte en objeto de atención por parte de las ciencias y por el pensamiento intelectual cubano, se destacan obras de Manuel Sanguily, Carlos Baliño, Julio A. Mella, Antonio Guiteras, Fernando Ortiz y de CarlosRafael Rodríguez. No obstante, para las investigaciones sociológicas rurales se sitúan como antecedentes las realizadas por académicos norteamericanos: Problemas de la Nueva Cuba; El Censo Agrícola de 1946[6]; Rural Cuba, de Lowry Nelson (1951) y el Estudio sobre los trabajadores agrícolas cubanos (1956-1957).

Las leyes de Reforma Agraria, el contexto de la nacionalización y la conformación de un nuevo sistema político marcan un nuevo momento, la ciencia se adapta y en especial la sociología comienza a dar miradas hacia las clases y grupos sociales con un enfoque desde la teoría marxista-leninista. Los estudios evalúan el impacto de las transformaciones y las agendas científicas de los primeros años se centran en los cambios socioestructurales, la composición de los sectores sociales, la diversificación de rasgos socioprofesionales y el desarrollo del cooperativismo. La política social implementada, basada en la igualdad y la justicia social, crea una estructura social con tendencia a la homogenización.

Teniendo en cuenta los principales rasgos, Pavó Acosta (2012), establece una diferenciación durante el período de los años sesenta a los ochenta del siglo XX, distingue dos etapas: durante los años sesenta hasta la década del setenta, se enfatiza el tema de la reforma agraria y sus impactos en el escenario rural. La otra, desde finales de los años setenta y que continúa en los ochenta, centra la atención en el tema de la cooperativización desde: a) una perspectiva teórica que sustenta, desde lo político y económico, la implementación en el contexto cubano, b) contrasta empíricamente en la realidad, evalúa aciertos y dificultades.

Los argumentos y las tesis que se establecen en intercambio con los países del campo socialista desconocen muchas de las contradicciones particulares de la sociedad cubana en el tránsito al socialismo, en especial, las complejidades de los escenarios rurales. Las principales contribuciones teóricas giran en torno a:

·         El campesinado, desde el análisis del contexto histórico marcado por las relaciones precapitalistas de explotación existentes en el período de la república neocolonial, es caracterizado a partir de la tenencia o no de la propiedad de la tierra. Se identifica a la burguesía agraria o latifundista, campesinos medios y campesinos pobres, que en su mayoría no eran tenentes de tierra y hacían uso de ella mediante el arrendamiento, la aparcería y el precarismo.

·         Los estudios sociológicos en los primeros años del período revolucionario, especialmente los realizados en función de la estructura socio-clasista, reconocen la existencia de grupos de campesinos diferenciados en ricos, medios y pobres. Siguen los preceptos teóricos planteados desde el pensamiento social cubano de Blas Roca, Antero Regalado y Carlos Rafael Rodríguez y que reflejan el pensamiento marxista-leninista al considerar al campesino como clase social heterogénea y dividida internamente.

·         Respecto a los estudios del proceso de cooperativización aparece el campesinado cooperativista como grupo de la estructura socio-clasista en las formas de propiedad y producción socialista. Hay una catalogación de campesino trabajador al destacar el rol familiar en la producción agropecuaria. Se reconoce, desde la teoría económica y política, la forma cooperativa como superior, pero contradictoriamente, el elemento económico influye en el reconocimiento y adhesión al grupo de cooperativistas. (Herrera, 2015, p. 485)

El surgimiento de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), como una de las respuestas a las crisis que genera en la economía cubana el derrumbe del campo socialista, marca otra etapa a considerar en los análisis del campesinado. Esta nueva forma de organización de la producción agropecuaria determina un proceso de constante evaluación y comparación con las antiguas formas (Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS), Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) y empresa estatal). El aparato teórico-conceptual se reconstruye, son más frecuentes las investigaciones multidisciplinares, adaptadas a una realidad más diferenciada y compleja.

Se consolidan y conforman grupos de investigación interesados en los estudios rurales, apoyado, por una parte, en la formación de profesionales en sociología y disciplinas afines. Las producidas desde la economía política, fundamentan teóricamente el desarrollo rural en la transición al socialismo y analizan formas cooperativas en la agricultura.

Concluyen que el fortalecimiento del campesinado en el último período de las transformaciones en la agricultura, está relacionado con la conciencia social que permanece en los individuos que habían emigrado a otros componentes de la estructura social y prevalecen cuando retornan a este sector. Al proceso de movilidad regresiva[7] le conceden una explicación particular, pues los movimientos solo habían alcanzado una supeditación formal a nuevas formas de producción y no una supeditación real (Figueras Matos, 1999).

El análisis del discurso- en las producciones científicas estudiadas, distingue el tratamiento al campesinado mediante investigaciones aplicadas. Los análisis teóricos existentes, resultan insuficientes en cantidad y en integralidad, dado el desarrollo de la ciencia y la prevalencia de la visión holística propia del marxismo-leninismo. Puede identificarse como todo propietario de tierra (propietario, copropietario) privado o cooperativo cuyos ingresos y actividad fundamental se vinculan al trabajo directo en una unidad productiva agropecuaria. Incluye además a los familiares que dependen económicamente de la actividad agropecuaria y se vinculan de una forma u otra al trabajo en la finca y no desarrollan sistemáticamente otro tipo de actividad laboral. Su estructura interna es heterogénea (Figura 1).

Otras características los distinguen del resto de las clases y grupos de la estructura socioclasista cubana:

·         La existencia de una doble posición que pueden asumir los campesinos según la relación con los medios de producción, como propietario o como asalariados de otros campesinos (Martínez Massip, 2009).

·         La existencia de un grupo emergente en el que se sitúan a los campesinos usufructuarios dentro del pequeño productor individual (PAI). Su constitución interna está formada por agricultores que cedieron sus tierras al Estado y luego acudieron a ampliar, con la ocupación ilegal o precarismo en predios estatales, minifundios que recuperaron. Por su significativo peso económico, este segmento social (usufructuario) puede llegar a constituir, junto con los propietarios, un componente fundamental del núcleo de los campesinos organizados en CCS (Leyva Remón, 2006, p. 58).

·         Al tomar en cuenta el vínculo clase-familia a través de la categoría situaciones mediadas de clase, los denominados ayudantes no remunerados, incorporados a la finca o cooperativa campesina, deben ser considerados tan campesinos como los propietarios o copropietarios de bienes agrarios, si sus ingresos fundamentales provienen de la actividad agropecuaria (Leyva Remón, 2006, p. 20).

·         La preeminencia del componente estatal en el funcionamiento del sistema UBPC y su entorno determina su carácter de cooperativas estatales. Dentro de tales estructuras se hace muy difícil hablar de campesinos cooperativistas (Pérez Rojas & Echevarría León, 2006).

·         Son denominados campesinos los ayudantes no remunerados incorporados a la finca o cooperativa campesina, miembros de la unidad familiar sin vínculo ocupacional directo, que comparten la situación económica y los rasgos culturales propios del jefe de familia. Deben ser considerados siempre y cuando de la tierra y crianza de animales provengan sus ingresos fundamentales y estas sean sus actividades económicas centrales (Leyva Remón, 2006, p. 20).

Las contribuciones teóricas y empíricas acerca del campesinado giran en torno a:

El enfoque marxista-leninista, aunado a la herencia de la sociología de las escuelas rural y/o agraria latinoamericanas y del pensamiento agrarista cubano; sustentan el interés de las ciencias sociales cubanas por una visión holística e interdisciplinar, en relación con el problema agrario y los actores sociales quienes se armonizan o se contraponen en la sociedad rural.

La perspectiva metodológica, con una visión particularizada de los fenómenos, reconoce el desigual impacto de las políticas nacionales a nivel local diversificadas por la forma de socialización y colectivización de la tierra, las formas de organización de la producción, características particulares de los territorios y determinaciones históricas. Por estas razones, el estudio empírico se reconoce como aquel que puede descifrar las mayores cualidades de los sujetos (campesino o no) a partir de los estudios de caso, historias de vida y técnicas como observación participante, entrevista y cuestionario.

La concepción amplia de lo rural posibilita enfrentar, desde diferentes temáticas, al campesinado como sujeto con significación en el sistema de relaciones económicas, políticas, culturales y sociales de la sociedad rural cubana. Aunque, en el ciento por ciento de las investigaciones, el objeto de estudio no sea el campesinado, las perspectivas teóricas permiten hacer inferencias en función de los tres núcleos de análisis por los que puede estudiarse al campesino.

Se percibe al núcleo de análisis socio-familiar como el de mayor potencial para el estudio acerca del campesinado. Permite transitar desde la teoría y la metodología, elementos confluyentes en el sistema de relaciones económicas, políticas, culturales y sociales. La separación interna en temas como la mujer, la familia y los grupos etarios, que modificados y complejizados en consonancia con los cambios producidos en el contexto, muestran características del campesino que se describen a continuación:

La familia campesina desempeña el rol educativo, es gestora de relaciones sociales en función de la división sexual y social del trabajo y reproduce valores y cultura. Las mujeres tienen poder de decisión en innovaciones y tecnologías a implementar y en la generación de beneficios económicos derivados de nuevas alternativas. Los ancianos son fuente de saber y ejercen poder sobre el resto de la familia.

Como pequeña empresa económica da valor a la tierra como medio de producción y en este proceso genera las dinámicas internas y exclusivas de la clase social (dadas las relaciones económicas vinculadas a la actividad agropecuaria). El comportamiento familiar, vinculado a la producción y en función de la división social y sexual, se evalúa de acuerdo con la asociación a formas de organización de la producción, que le atribuye características como capa de la estructura interna de la clase social.

La actividad productiva realizada por la unidad económica familiar es un proceso en el que se modelan los significados y las relaciones sociales en función de conocimientos, experiencias y hábitos, en consecuencia, es fuente de valores y símbolos de cultura. Estos condicionan saberes tradicionales generalizados como prácticas agroecológicas, incorporación o no a cooperativas como forma socialista superior de la economía agropecuaria, los mecanismos de participación y promoción de aquellas problemáticas objeto de análisis del núcleo cultural.

El núcleo cultural influye también en la legitimación o deslegitimación del nuevo segmento social emergente (usufructuarios), que por la tenencia de tierra e integración familiar a la actividad productiva agropecuaria, se integra al campesinado.



CONCLUSIONES

La concepción presentada acerca del campesino, luego del balance de la producción científica analizada, no es estática. Las determinantes socio-históricas influyen en su composición interna: aparición de segmentos sociales o capas y desaparición de otras. El discurso producido por la ciencia se apropia del cúmulo de ideas precedentes y se modifica de acuerdo con los nuevos elementos que se presentan en el contexto. Una visión particularizada de los fenómenos reconoce el desigual impacto de las políticas nacionales a nivel local, diversificadas por la forma de socialización y colectivización de la tierra, las formas de organización de la producción, características particulares de los territorios y sus determinaciones históricas.

El campesinado (unidad económica familiar) en su consideración como clase social, se entiende al propietario de tierra (propietario, copropietario o usufructuario) privado o cooperativo cuyos ingresos y actividad fundamental se vinculan al trabajo directo en una unidad productiva agropecuaria. Incluye, además, a los familiares que dependen económicamente de la actividad agropecuaria y se vinculan de una forma u otra al trabajo en la finca y no desarrollan de forma sistemática otro tipo de actividad laboral.

El conocimiento acerca de estos sujetos activos de la producción y su perpetuación como grupo de estructura socioclasista, permite adecuar la producción agroalimentaria a la demanda y priorización de la sustitución, mediante importación de los alimentos que puedan ser producidos eficientemente en el país. El reconocimiento por parte de los tomadores de decisiones políticas y económicas del incremento en la superficie de tierras productivas y volúmenes de alimentos producidos por este grupo humano, demanda a la ciencia el conocimiento de las estrategias familiares de reproducción social en unidades económicas campesinas.

Sin embargo, la carencia de este tipo de estudio en Cuba y en especial sobre los rasgos diferenciados del capital en los campesinos individuales, cooperativistas y usufructuarios imposibilitan una adecuada formulación de políticas diferenciadas que permitan el desarrollo socioeconómico del país, en consonancia con la estructura socioclasista vinculada a la actividad agroproductiva.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: Enero de 2017.

Aprobado: Febrero de 2017.




MSc. Yisel Herrera Martínez

E-mail: yhmartinez@ucf.edu.cu

Dra. C. Teresa del Pilar Muñoz Gutiérrez



[1] Responde a la concepción moderada de la sociología del conocimiento, a nivel empírico lleva a la preocupación de investigar lo más concienzudamente posible las relaciones concretas entre el pensamiento y sus situaciones históricas. (Berger & Luckmann, 1974)

[2] "son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción, por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo, y, por consiguiente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen." (Lenin, 1975, p. 228)

[3] La explotación campesina es un término acuñado por Lenin (Lenin, 1981, p. 37)

[4] La relación de dependencia se fundamenta en la concepción de Redfield y Kroeber de part- societies con part- cultures.

[5] El Informe de la Foreign Policy Association titulado Problemas de la Nueva Cuba de 1935 expone el descenso de los sitios de labor de 60711 en 1899 a 38405 en 1933. (Foreign Policy Association, 1935)

[6] El censo agrícola de 1946 constituye una mirada interior del proceso de concentración de la tierra y la reproducción de una masa predominante de asalariados agrícolas que convivían junto a un campesinado altamente estratificado y mayoritariamente pobre.

[7] Desde formas más avanzadas: obrero agrícola e industrial y/o profesional, propias del sector socialista de economía; a menos como es la campesina, que tiene sus origines en la economía feudal y edificado bajo el impacto de las relaciones capitalistas de economía subdesarrollada.

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