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Revista Universidad y Sociedad

versión On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.9 no.2 Cienfuegos abr.-jun. 2017

 

ARTÍCULO ORIGINAL



LA CULTURA DE LA COMUNICACIÓN, UNA CONDICIÓN DEL PROFESOR DEL SIGLO XXI



THE CULTURE OF COMMUNICATION, A 21ST CENTURY TEACHER CONDITION




MSc. Rosario del Carmen Chuquimarca, Msc. Carlos Emilio Paz Sánchez, MSc. Herman Arcenio Romero Ramírez

Universidad Técnica de Babahoyo. República del Ecuador.





RESUMEN

La comunicación es un generador de potencialidades para el ser humano, razón que obliga a revisar su trascendencia en la educación debido a sus exigencias en materia de facilidad para adquirir nuevos conocimientos. Su valor en el fortalecimiento y desarrollo del sentido crítico del alumno, conlleva a la sistematización de sus ventajas en aras de socializar experiencias y visiones para beneficio de la comunidad educativa. Con ese objetivo se elabora esta ponencia para estudiar los nexos de la comunicación docente, la funcionalidad de las técnicas que emplea y profundizar en los principios como condición para ser un profesor del siglo XXI, donde todo se inscribe en una ecología comunicativa. La metodología empleada fue la revisión bibliográfica y la crítica con vista a contextualizar el aprendizaje autodirigido en el ámbito de la comunicación docente. Los resultados obtenidos revelan la necesidad de incrementar el rol de facilitador del docente sustentado en una cultura de la comunicación; la comunicación docente es un requisito para transformar al alumno en sujeto de su aprendizaje y evaluador de su avance, las técnicas comunicativas: entrevista y encuesta, se erigen como herramientas de alto valor para gestar una conciencia comunicativa.

Palabras clave: Cultura comunicativa, comunicación docente, aprendizaje autodirigido, conocimiento lingüístico.


ABSTRACT

Communication is a generator of potentialities for the human being; reason which forces to revise its transcendence in education due to its demands with regards to fluency and easiness to acquire new knowledge; Its value in strengthening and development of student's critical sense leads to the systematization of its advantages in order to socialize experiences and visions for the benefit of the educational community. With that objective this report is elaborated to study the nexuses of educational communication, the functionality of the techniques it uses and to deepen in the principles as condition to be a XXI century professor, where everything is part of a communicative ecology. The methodology used was bibliographical revision and criticism with view of contextualizing self-directed learning in the environment of educational communication. Teaching communication is a requirement to transform the student into a subject of his learning and evaluator of his progress, communicative techniques: interview and survey, are tools of high value to generate a communicative awareness.

Keywords: Communicative culture, teaching communication, self-directed learning, linguistic knowledge.





INTRODUCCION

Existe un consenso acerca de los crecimientos que se han producido en la comunicación docente, como espacio de ciencia. Álvarez (2001), la aprecia como sistema de influencias de nivel propositivo; García (2013), la percibe cual interacción social resultado desde interpretaciones y símbolos. Por tales motivos constituye un reto apropiarse de esa densidad teórica así como socializar las buenas prácticas conque alcanzan eficacia los docentes que aprecian la trasmisión de mensajes como una incitación al conocimiento o convergencia tecno-mediática, que propicia la universalidad en el ámbito cognoscitivo. Esta rama de la comunicación ha sido tensionada por los modernos medios de comunicación y la globalización, razón que ha contribuido a complejizar no solo el conocimiento, sino las formas de dialogar los individuos quienes deben garantizar las voces y recrearlas para generar significados compartidos (Susinos & Rodríguez, 2011).

Alcanzar una dimensión al respecto resulta una labor del profesor y también de la institución educativa ya que la obviedad de ese fundamento afecta considerablemente los factores constitutivos del proceso de enseñanza-aprendizaje (Lolo, 2012, García, 2012), al apreciarse como resultado de la actividad material del hombre y vías que promueven el papel activo del sujeto. El proceso de enseñanza- aprendizaje es comunicativo por excelencia y significa mayor orientación al alumno quien debe asimilar para dar respuesta a los problemas relacionados con la participación de la escuela en los asuntos comunitarios, esto constituye tarea primordial junto a la viabilidad de los conocimientos, que confiere el dominio de los argumentos que hacen presencia en el diálogo escolar (Márquez & Apalmo, 2015).

Resulta difícil definir cuándo se posee una cultura de la comunicación y la forma en que se obtiene dicha cultura, pues una explicación de sentido común no resuelve un problema que rebasa las opiniones y se yergue como un reto de ciencia educativa. En este sentido, el objetivo del presente trabajo lo constituye la identificación de la posición cognoscitiva que asegure una cultura comunicativa y los modos que pueden ser utilizados para adquirirla. Para el cumplimiento del trabajo se consideró la revisión bibliográfica y la crítica argumentativa que permitió desarrollar una actitud cuestionadora que viabilizó procedimientos creativos para lograr razonamientos pertinentes sobre la comunicación docente.



DESARROLLO

La relación entre la comunicación y la educación resulta una construcción cognoscitiva, cuyo requisito determinante de la eficacia es la adecuada dirección de la transferencia de conocimientos que se logra mediante la orientación adecuada. Sustenta esa consideración que cualquier acto educativo es una relación de individuos que entran en interacción. (Álvarez, 2001). Otros la aprecian como una inversión en el hombre, cual cualidad recibida y sus consecuencias, produce asimetría en la recepción que realizan los discentes, hecho en el que radican las interpretaciones del mensaje (Formichellav & London, 2013).

Las mismas son producto que logran generar una identificación donde las dimensiones culturales definen el proceso de comunicación (González, 1987); determinación creadora de un presupuesto: la calidad de la elaboración de significados es característico del proceso pedagógico y guarda relación con el dominio del profesor tanto de la lógica cognoscitiva como de las técnicas comunicativas para lograr satisfacer los objetivos, así como interiorizar en lo nuestro y para aceptar lo ajeno (Rojas, 2015).

Ogaz Arce (2013), considera que la comunicación es una necesidad humana, es naturaleza social del individuo interactuar con los demás; la comunicación es un medio por el cual se expresan las perspectivas de lo que sucede alrededor del sujeto, y genera una relación espontánea con otros individuos. Alude a las capacidades intelectuales como una fuente para poder expresarse con mayor facilidad; sin embargo, no se trata de utilizar un lenguaje, sino de alcanzar eficacia comunicativa. También son los capacitados para actuar con mayor gravitación sobre las estructuras del campo cultural (Eciolaza, 2013).

En articulación con esa dimensión espacial se visiona que entre el discurso teórico profesado y el discurso practicado hay una distancia enorme (Mérida, 2013). En esa distancia habita la necesidad de reflexión, que no aparece espontáneamente, pues se provoca en la inquietud del estudiante. Una de las urgidas es la construcción de la ciudadanía democrática (Vaillant, 2010).

Las capacidades referidas están relacionadas con dos dimensiones principales requeridas para alcanzar sólidos conocimientos y habilidades por los alumnos: dimensión cognitiva-académica que incluye la cualidad y cantidad de saberes del docente, sus estrategias pedagógicas y efectividad en la transmisión y construcción de conocimientos, en el colectivo estudiantil; una dimensión vincular-actitudinal, que incluye la transmisión de valores morales y éticos inherentes al ejercicio docente, imprescindible y necesario para el desarrollo social y personal de los estudiantes Magnitudes que intentan abarcar los exigentes presupuestos que a un profesor demanda este siglo (Vaillant, 2007).

La relación de esas dimensiones con la época contextualizada en la comunicación se comprende porque para alcanzar saberes cualitativos y cuantitativamente superiores debe poseer convicciones sobre las reglas que proporcionan metas personales dentro del ámbito de la prosperidad, los modos con que se alcanzan el aprendizaje autónomo y el acuerdo en la acción comunicativa (Vieyra, 2012).

El primero implica tomar control personal de este proceso (Pérez, 2013), pero condicionado por el fin que lo determina, es decir, los conocimientos que debe poseer para poder trasmitir al alumno; el segundo es la acción comunicativa que contiene su especificidad: búsqueda de un fin, en este caso se debe emplear un conjunto de acciones para sentir satisfacción entre los dos sujetos de la interacción (Ojalvo, 1988).

El arribo a esa posición de placer es la formación de una convicción de que el rol docente no culmina con el mensaje sino con su interpretación y comprensión, es decir, el uso de los conocimientos. Lugar donde habita la comunicación asertiva que es el espacio en el cual interactúan los sujetos y se transforma al consumidor de mensajes en un actor afirmativo. (Barona, 2014).

La relación que la comunicación establece con sus receptores exige una cultura en las técnicas comunicativas porque se origina en las trazas semánticas del término cultura, en las cuales siempre se aludía al cultivo de la tierra, al acto de prodigar amor. Después de los vaivenes significativos de la noción cultura, se impone como un acto de preservación y crecimiento: toda cultura se ejerce protegiéndose de la intemperie de los cielos y violentando a la tierra (Duque, 2015).

Por tanto, la comunicación docente exige del profesor que se sumerja en las complejidades del diálogo, significa pensar en los sentidos atribuidos al mensaje por el productor del texto y en la apropiación asimétrica que efectúa el receptor. A propósito de esa complejidad Landivar (2013), define los ángulos encontrados de la comunicación educativa, pues la reflexiona como área de conocimiento teórico-instrumental y significativo a la vez.

Por otra parte, Monje (2003), señala que un enfoque que amplía la visión o la perspectiva acerca de la relación entre la educación y la comunicación es la concepción de las telecomunicaciones como medio o camino que permitirá cambiar las percepciones tradicionalistas de esta temática, una relación en la cual el alumno alcanza propósitos aspirados a través de la interacción grupal (Paz, 2014). Si la información a transmitir es menor que la capacidad del canal o si se emplean diversos canales para la transmisión de un mensaje, se producirá una alta fidelidad en su recepción (Ojalvo, 1988).

En ambos casos se torna eficaz la comunicación, pero la cuestión es el modo de lograrlo. Se interpreta en este principio la condición de racionalizar la información: presentar varias fuentes para abordar el conocimiento, de manera que el estudiante pueda elegir dentro de un horizonte de posibilidades. Es una perspectiva inspirada en las vivencias y los efectos positivos o negativos que el sujeto tiene como configuración del autoconcepto (Sánchez & Boronat, 2014).

Dar prioridad al desarrollo de nuevas tecnologías de información y comunicación se visiona entonces como uno de los desafíos que el principio descrito contiene y que permite producir una mejor manera para transferir conocimientos. Rodríguez Mateo (2001) señala el valor significativo de los medios de comunicación utilizados en las aulas de clase gracias a las nuevas tecnologías, ha venido generando información compartida, dan lugar a los debates y deben estar presentes en el diálogo docente.

Para Torres & Mondéjar (2015), la comunicación y la educación establecen un vínculo mediante la constante aplicación de diversas técnicas en el contexto educacional como entrevistas y encuestas a los alumnos, propician información ya que a través de ellas el alumno adquiere hábitos para un diálogo en el que el nivel de reflexión está tensionado por el dinamismo en la respuesta. Esas experiencias contribuyen a la socialización del estudiante quien adquiere así procedimientos que operan como una didáctica para la vida. Esa sistemática conducta redimensiona su capacidad reflexiva, le permitirá convertirse en un individuo crítico. Además Pérez & Trejo (2012), agregan que el conocimiento obtenido en la comunicación se caracteriza por la fluidez, facilidad y coherencia, cualidades de las que el alumno se apropia si responden al contexto inmediato con lo cual incrementa su compromiso social.

El aprendizaje autodirigido, un reto comunicativo

Las situaciones docentes demandan un ejercicio práctico constante de orientación para favorecer la actividad educacional y vital del alumno. Ejercicio en el cual puede ejercer la función de control de las temáticas estudiadas y despertar el interés por la investigación y la proyección del autoaprendizaje: la planificación y la responsabilidad primaria para planear, implementar y evaluar su aprendizaje, contexto en el cual el tutor o docente es un recurso facilitador, ese rol se estructura en lecciones básicas que requieren técnicas comunicativas (Spormann, 2015; Font, 2011).

Las técnicas para dialogar que emplea el individuo habitan dentro del conjunto de relaciones sociales que el hombre establece con los grupos sociales a los cuales pertenece, allí se transforma en el sujeto del diálogo, por tales motivos conviene prestar atención a las intenciones que expresa el individuo, pues son un índice de la manera como construye el conocimiento. A esa visión algunos la llaman centrada en mentes competentes. (Guzmán & Marín, 2011).

Son aquellas que promueven el desarrollo de la organización (Bolívar, 2011); se trata entonces de lograr transformaciones en las tensiones, habilidades, cualidades del carácter, dirección del pensamiento que manifiesta el estudiante. En esta época donde el conocimiento orienta la sociedad, obtener competencias profesionales se visiona en metas del alumno, vistas como capacidad general para actuar de forma inteligente, que contempla valores humanos, evaluación de las situaciones, creatividad, un concepto diferente de calidad en la ejecución profesional (Fernández, 2001; Cebrián & Junyent, 2014).

Ejecución que pone en juego, el mundo interno del hombre. Un lugar donde se localiza el papel que tiene el deseo en el aprendizaje, quien se comunica es la personalidad en su integralidad, argumentos de la teoría del desarrollo donde aparece reconocida como estructura conceptual, la actividad de un sujeto activo y consciente del desarrollo social (Díaz-Barriga, 2014)

Esos sujetos llevan adelante la cientificación y tecnificación de las sociedades del conocimiento y la información (Bruner, 2012; Mella, 2003). Requieren un nivel de dominio de las estructuras sintácticas de la lengua para poder dar viabilidad al nivel obtenido de pensamiento, constitutivo de un proceso de construcción de meta constructos hipotéticos (Larose, et al., 2011) que operan como una teoría de la inteligencia. Por otra parte, Picardo (2003); y Castillo (2006), aprecian la comunicación convertida en un eje primordial en la adquisición de nuevas costumbres que definen el dialecto y la forma como se efectúa la comunicación.



CONCLUSIONES

La comunicación permite al ser humano generar potencialidades, abre paso para mantener fluidez y facilidad en la adquisición de conocimientos, a través de ella se potencia el sentido crítico del alumno, quien al realizar la exposición de sus opiniones en alguna temática, necesita demostrar mayor confianza para expresar de manera abierta sus ideas. Estudiarla para conocer las técnicas y profundizar en los principios docentes es una condición para ser un profesor del siglo XXI, donde todo se inscribe en una ecología comunicativa.

La tendencia del aprendizaje autodirigido exige incrementar el rol de facilitador del docente, el dominio y posesión de una cultura de la comunicación se visionan como requisitos para transformar al alumno en sujeto de su aprendizaje y del control.



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Recibido: Enero de 2017.

Aprobado: Febrero de 2017.




MSc. Rosario del Carmen Chuquimarca

E-mail: chuquimarcarosario@yahoo.es

Msc. Carlos Emilio Paz Sánchez

E-mail: pazsanchezcarlos@hotmail.com

MSc. Herman Arcenio Romero Ramírez

E-mail: h.romero1@hotmail.com

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