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Revista Universidad y Sociedad

versión On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.9 no.3 Cienfuegos jul.-set. 2017

 

ARTÍCULO ORIGINAL



LA CONSTRUCCIÓN DE PODER HACIA UNA EDUCACIÓN AMBIENTAL PARTICIPATIVA



THE CONSTRUCTION OF POWER TOWARD AN ENVIRONMENTAL EDUCATION PARTICIPATIVE




Dra. C. María Antonia Estévez Pichs1, MSc. Bárbara Acevedo Pastrana2, MSc. Leonor Margot Suárez2

1 Universidad Metropolitana. República del Ecuador.

2 Universidad de Cienfuegos. Cuba.





RESUMEN

Las condiciones interactivas de sociedad y medio ambiente dependen de posicionamientos de los seres humanos ya que su actuación es fundamental en las consecuencias de estas y por tanto, en formas de desarrollo sostenible que se convierten en mejoras de la calidad de vida. En los últimos años el deterioro del medio ambiente se ha caracterizado por un ritmo acelerado, creciente y de alcance global, razones para que una cultura encaminada a su conservación se presente como demanda de una educación eficaz. Sobre esta base constituye prioridad la presencia del tema en la labor pedagógica de las universidades en sus procesos de formación y hacia el entorno comunitario, en función de aportar al cambio social con intervención de sus actores, para una construcción participativa, consciente y protagónica del comportamiento humano frente al medio ambiente. Este trabajo acude a reflexiones teóricas que se revelan, como guía para comprender la necesidad de cambios individuales, organizativos y comunitarios y formas de saberes encaminadas a favorecer una educación ambiental participativa, que tome en cuenta el control de situaciones de vida, fortalezas, potencialidades y oportunidades contribuyentes a promover el cambio cultural deseado y con ello a la solución de problemas ambientales locales.

Palabras clave: Educación ambiental, empoderamiento, prácticas de construcción.


Abstract

The interactive conditions of society and environment depend on the human beings' positioning’s, since their performance is fundamental in the consequences of these and therefore in forms of sustainable development that become improvements of the quality of life. In the last years the deterioration of the environment has been characterized by a quick, growing rhythm and of global reach, reason so that a culture guided to the conservation of this it is presented like demand of an effective education. On this base it constitutes priority the presence of the topic in the pedagogic work of the universities in their formation processes and toward the community environment, in function of contributing to the social change with their actors' intervention, for a construction participative, conscious and protagonist of the human behavior in front of the environment. This work goes to theoretical reflections that are revealed, like guide to understand the necessity of individual, organizational and community changes, and forms of knowledge guided to favor an education environmental participative that takes into account the control of situations of life, strengths, potentialities and taxpaying opportunities to promote the wanted cultural change and with it the solution of local environmental problems.

Keywords: Environmental education, empowerment, practical of construction.





INTRODUCCIÓN

La destrucción del medio ambiente ha proliferado desde hace décadas y se ha agudizado ante acelerados cambios científicos, tecnológicos, productivos y de servicios, muchos de los cuales, si bien significan adelantos también han representado crecientes consecuencias nocivas para la seguridad del planeta y la vida humana. Sumado a esto, el desconocimiento, así como actitudes negligentes y egoístas requieren atención para mejorar la calidad de vida, la protección y conservación de la naturaleza y garantizar seguridad y prosperidad futuras de la especie humana.

Ello evidencia la necesidad de enfrentar el problema desde la acción educativa en los diversos espacios y escenarios posibles. En este sentido la educación ambiental se ha convertido en uno de los objetivos precisos de la integralidad formativa, a fin de influir favorablemente en los valores y comportamientos humanos positivos que han de predominar en la sociedad, el reto mayor se encuentra en lograr una congruencia entre el conocimiento, los valores y la conducta y con esta, la participación protagónica de todos en la defensa y protección del medio ambiente.

Resultan ventajosas a este proceso de la educación ambiental con carácter participativo las concepciones de la educación popular, que han sido pilares de movimientos sociales de América Latina y han demostrado que el protagonismo de los seres humanos en el análisis de su contexto, la defensa de sus derechos y el ejercicio de deberes conduce a la transformación social, pues se va construyendo el poder hacia la metas deseadas, las cuales van naciendo de manera individual y luego se manifiestan en la comunidad o espacios sociales que representan.

En el estudio realizado se valoran aspectos que ayudan a comprender la necesidad de cambios individuales, organizativos y comunitarios y saberes encaminados a favorecer una educación ambiental participativa, partiendo de que si bien un empoderamiento comienza con la valoración que las personas hacen de sí mismas, la construcción del poder se logra con la comunión de todas ellas en la participación activa del desarrollo local. Una educación ambiental participativa adquiere sentido si se propone promover el bienestar en los ambientes naturales y culturales individuales y comunitarios, en los que una transformación social se ha de manifestar.

Se proponen algunas acciones con orientación pedagógica para favorecer una construcción participativa, consciente y protagónica del comportamiento humano frente al medio ambiente, que tome en cuenta el control de situaciones de vida, fortalezas, potencialidades y oportunidades contribuyentes a promover el cambio cultural deseado y con ello la solución de problemas ambientales locales.



DESARROLLO

A partir de las últimas tres décadas del siglo XX la degradación del medio ambiente se ha hecho cada vez más evidente. El mundo se enfrenta a una serie de problemas ecológicos y socioculturales en relación con el medio ambiente que afectan a todos sus habitantes, algunos problemas que se creen locales tienen un impacto internacional, existen vínculos entre las crisis ambientales, la estructura económica y sus consecuencias sociales. Se apela al principio de las responsabilidades comunes, pero existen marcadas diferencias individuales en cuanto a países, cultura de clases y relaciones sociales. La contaminación global y el deterioro de grandes recursos naturales, imprescindibles en la vida actual son un hecho. La calidad de vida se reduce y las riquezas del planeta peligran cada vez más como fuente de vida inestimable.

La Asamblea General de Naciones Unidas ha realizado múltiples llamamientos. A partir de la Conferencia sobre el Medio Humano, desarrollada en Estocolmo en 1972, insta a que los países tomen conciencia y decisiones futuras desde una labor educativa relacionada con los temas ambientales, dirigida a todos los sectores poblacionales, a fin de informar, promover responsabilidad social, sentido de pertinencia y comportamientos humanos que contribuyan al mejoramiento del medio ambiente.

En el Seminario Internacional de Educación Ambiental celebrado en Belgrado en octubre de 1975 se refuerza la necesidad de educar para adquirir conciencia acerca del medio ambiente, interés por este y la solución a las problemáticas que arrastra. La Conferencia sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992, aborda el tema con la perspectiva del desarrollo sostenible. En todos los casos hasta la actualidad queda claro la necesidad de la educación de todos para preservar el medio ambiente.

En Cuba la educación ambiental se reconoce como un proceso continuo y permanente, constituye una dimensión de la educación integral, orientada hacia la construcción y producción de conocimientos, hábitos, habilidades y actitudes; resulta esencial lo axiológico y la participación por el carácter de responsabilidad social que el tema implica.

Al considerar la Carta de Belgrado redactada en 1975 se evidencia el sentido que requiere una educación ambiental participativa, destaca entre otros aspectos, la imperiosidad de apoyar y estimular a las personas al autoconocimiento, autoapropiación, el autodiagnóstico de las condiciones ambientales de su entorno y el desarrollo de soluciones y medidas adecuadas; en otros términos, el carácter protagónico de estas en la protección del medio ambiente donde las personas construyan y reconstruyan la realidad desde sus experiencias con conciencia solidaria. La realidad se conoce, interpreta y asume en la actividad, así las personas construyen su poder sobre esa realidad.

Los perjuicios del medio ambiente son el resultado de la significación que este ha tenido para las personas, organizaciones o entidades, comunidades. Por tanto el problema se convierte en cultural. La formación de una cultura ambiental ha de transitar por un proceso de construcción del saber sobre el medio, que significa un conocimiento encaminado a transformaciones teórico- prácticas para conducir procesos socioeconómicos que favorezcan estilos concurrentes de desarrollo ambiental.

Otro aspecto importante es la construcción de una actitud ambiental individual y en el comportamiento social y la capacidad de accionar e implementar proyectos de gestión ambiental participativos, que conduzcan a un desarrollo de habilidades y recursos necesarios para la solución de los problemas ambientales.

En este sentido, otros conceptos aportan a la razón de una formación de cultura ambiental como el empoderamiento. Ha sido presentado por Rappaport (1981); Zimmerman (2000); Zimmerman & Rappaport (1988), como una orientación valórica y proceso con componentes cognitivos, afectivos y conductuales. Montero (2003), lo trata como una vía de desarrollo y transformación de las comunidades. Estos autores y otros como Serrano-García (1984); Foster-Fishman, Salem, Chibnall, Leglet & Yapchai (1998); Maton & Salem (1995), han contribuido a ampliar su significado e importancia.

Montero (2003, p. 72), considera que es "el proceso mediante el cual los miembros de una comunidad (individuos interesados y grupos organizados) desarrollan conjuntamente capacidades y recursos para controlar su situación de vida, actuando de manera comprometida, consciente y crítica, para lograr la transformación de su entorno según sus necesidades y aspiraciones, transformándose al mismo tiempo a sí mismos".

Se crea un estatus de poderío y potencia a partir de la coyuntura de las relaciones sociales, capaces de influir en la mejora de sus estilos y modos de vida, las situaciones económicas e ideológicas del contexto. A este proceso se llega si se construye mediante la participación protagónica de las personas, en un contexto determinado, de manera gradual, favorece que afloren saberes, prácticas organizativas, éticas y decisiones que benefician a todos y al entorno en general. Las personas no han de estar solas, se requiere de organizaciones que aporten en una comunión que fortalezca el sentido de transformación que se busca.

La universidad puede contribuir a esa construcción de poder de los miembros de las comunidades para preservar su medio ambiental. Como institución educativa tiene la responsabilidad de preparar a sus docentes y a los futuros profesionales para un proceso social como este, así construye poder dentro de ella. De manera individual los estudiantes en su formación integral han de instruirse, desplegar motivaciones y sentimientos en lo relativo al tema medio ambiental.

Pero la universidad también tiene el compromiso de educar en el entorno u otros espacios donde sus profesionales y estudiantes puedan accionar como promotores y colaboradores, de modo que incentiven en las comunidades de manera articulada a encontrar soluciones, capaciten, difundan sus experiencias y las de otros grupos comunitarios, organicen intervenciones conjuntas; es construcción de poder fuera de la institución, así también sus profesores y estudiantes aprenden de las experiencias de la comunidad, a la vez que contribuyen al poderío comunitario.

El pensamiento de Freire (1988), deja claro el deber de compartir el mundo, el conocimiento, en este sentido la universidad atesora saber, produce conocimientos científicos, prácticas de transformación educativa y forja valores que pone al servicio de las necesidades populares. La participación de la universidad junto a la participación de las comunidades en la solución de problemas ambientales es una muestra de accionar en el rol del educador que planteaba Freire y de su contribución a la reinvención del poder social, cada vez más crítica, sólida, dialéctica y decisiva.

Estas reflexiones han animado en el emprendimiento de prácticas de la Facultad de Ciencias Pedagógicas de la Universidad de Cienfuegos para contribuir a la construcción de poder hacia una educación ambiental participativa.

Nace una experiencia

La incorporación, cada vez más asistente, del discurso ambiental a la formación de profesionales universitarios, de manera curricular y extracurricular, ha permitido el estudio, la generación de discusiones y debates acerca de las problemáticas culturales en materia ambiental que afectan la institución y su entorno comunitario. Por ello se han agrupado profesores y estudiantes de la Facultad de Ciencias Pedagógicas de la Universidad de Cienfuegos para, a partir de una coordinación con el Consejo Popular Comunitario, diagnosticar situaciones medulares posibles de un accionar articulado con la comunidad, en función de actuar e influir en una educación ambiental participativa.

Como resultado aflora de manera significativa y a partir de la perspectiva cultural de las comunidades exploradas:

·         Una insuficiente conciencia ambiental de algunos actores económicos y sociales.

·         Poca comprensión del desarrollo sostenible desde una concepción integral del ambiente y su importancia en la elevación de la calidad de la vida.

·         Hábitos higiénicos que ponen en peligro el bienestar de la comunidad y en diversos espacios públicos.

·         Indisciplinas sociales que afectan la preservación del medio ambiente.

·         Escasa percepción de riesgos

·         Poca conciencia y falta de compromiso para el cambio de actitudes en lo individual hacia estilos de vida más sanos y para la participación ciudadana en la resolución de los problemas, la preservación del ambiente con criterio de sostenibilidad y reducción de su deterioro.

Fueron observadas las caracterizaciones que de la comunidad realiza el Consejo Popular, órgano de gobierno que aglutina y articula la representación de los diversos sectores y organizaciones de la zona, para un acercamiento a las identidades y culturas propias del contexto, sus potencialidades, organizaciones políticas y de masas, objetivos económicos estatales y particulares, condiciones geográficas, demográficas, de bienestar y situaciones de riesgos, identificación de líderes y grupos focales.

Existen estrategias locales, pero los resultados evidencian la necesidad de fortalecer el componente educativo para la cultura ambiental y sobre todo, la construcción-reconstrucción de poder en las zonas que lo faciliten y consoliden. Las autoras se inclinan a la noción de Freire de reconstrucción o reinvención de poder, en tanto el problema más puntual se halla en rehacer conciencia a las poblaciones sobre el tema, en sumar y articular la participación protagónica de personas, familias, organizaciones y entidades del contexto, con autonomía, inclusión y responsabilidad en la solución de sus problemas ambientales y en las acciones de preservación y cuidado del medio ambiente.

Con el fin de contribuir a ello y suscitar una educación ambiental participativa que se erija en la construcción de una estrategia alternativa de la comunidad, se debate entre profesores, estudiantes, autoridades y actores comunitarios las apreciaciones derivadas del estudio realizado, las regularidades de las problemáticas y diversas ideas como puntos de encuentro y comparación para acordar un plan de acción, que parte de su incorporación en sus agendas y estrategias; compartir e ir construyendo propuestas de acciones conjuntas para la crítica, la concientización de la población y elevación de su participación en la solución de las problemáticas ambientales naturales y socioculturales; los actores universitarios participan como promotores y colaboradores en actividades de la comunidad.

En esta experiencia se aplican tácticas de manera sistemática para influir en una educación ambiental participativa, entre ellas:

·         Construcción de conocimientos sobre el medio ambiente, causas y consecuencias de su deterioro, amenazas para la calidad de vida, potencialidades para las soluciones.

·         Construcción de participación incluyente y transformadora.

·         Construcción de prácticas en lo individual, familiar y comunitario.

La construcción-reconstrucción de poder requiere del conocimiento, permite tomar decisiones para alcanzar los propósitos y metas deseadas, da significado a las poblaciones locales. En este sentido, la organización de intervenciones sobre educación ambiental que realizan los estudiantes y docentes de la universidad, a pedido de los miembros de la comunidad, tiene en cuenta la información desde acciones que capacitan en el tema, difunden resultados diagnósticos, estudios estadísticos de afectaciones, entre otros aspectos; aunque los universitarios funcionen como especialistas no se trata de una construcción de conocimiento relacional en que unos aportan y otros recepcionan, sino de informar en función de compartir y promover la generación de ideas e iniciativas para el cambio que la comunidad o grupo poblacional ha de emprender, un saber sobre puntos de partida para orientar un rumbo. La información incentiva la participación y despliega poder.

Esta táctica se organizó por medio de charlas públicas, cursos de verano, cursos de superación para profesores de los centros educativos de la comunidad, dramatizaciones de situaciones, pensamientos y actitudes que se manifiestan en la comunidad, difusión de mini-boletines, contribuciones para los murales de las organizaciones de masa, centros de trabajo, escuela y espacios públicos pertenecientes al contexto comunitario.

La construcción de conocimientos ha posibilitado transferir el diagnóstico socioeducativo realizado por la universidad, fomentar el sentido del derecho y deber en el despliegue del diagnóstico propiamente comunitario, protagonizado por sus miembros para participar en su desarrollo y en el del contexto. Esto otorga carácter incluyente favorable a la participación, al involucrar en la construcción de conocimientos la inclusión de opiniones, criterios, razonamientos, puntos de vista acerca de la realidad individual, familiar y comunitaria.

Se demuestran las habilidades analíticas de cada persona para influir en su medio ambiente, por tanto, promueve implicación como un nivel de participación que lleva a otro más complejo con la acción transformadora en la toma de decisiones, la construcción y ejecución de acciones de y con beneficios conjuntos y la construcción del control de sus resultados. Ello genera un mecanismo de comportamiento que lleva a la acción participativa para mejorar el medio ambiente.

Se han hecho presentes en espacios públicos acciones de educación ambiental participativas con el desarrollo de movilizaciones, como vía de fortalecimiento cultural, para la recogida de desechos sólidos, para el cuidado e higienización de la zona costera, encaminadas a fomentar el sentido de protección de la flora y fauna marítima de la bahía Guanaroca de Cienfuegos; saneamiento y recuperación de zona costera Rancho Luna y Pasa Caballo (A.1); celebraciones de días de importancia ambiental (A.1).

Estudiantes y docentes accionan educativamente junto a los miembros de la comunidad para incentivar moderación de tonos de voz en lugares públicos, volumen y selección adecuada de la música, a partir de la aplicación de situaciones comunicativas para promover la reflexión de modos de actuación, ello educa en la responsabilidad y solidaridad ciudadanas (A. 1).



CONCLUSIONES

La educación ambiental se hace necesaria en los diversos espacios y escenarios comunitarios por la aseveración del deterioro del medio ambiente al cual contribuyen carencias en la conciencia, valores y comportamientos humanos, toda acción educativa que se emprenda es beneficiosa en la congruencia de conductas positivas y participación protagónica de todos en defensa y protección del medio ambiente.

La formación de una cultura ambiental ha de transitar por un proceso de construcciones de conocimiento, de participación incluyente y transformadora y de prácticas en lo individual, familiar y comunitario, lo cual contribuye a una construcción-reconstrucción de poder que favorece la organización y funcionamiento de las comunidades a favor del desarrollo sostenible y elevación de la calidad de vida.

La universidad, como centro de altos estudios y en su responsabilidad social, tiene condiciones para desplegar acciones de promoción y colaboración con las comunidades y grupos sociales para la generación de ideas e iniciativas de cambio que la comunidad y grupos poblacionales requieren, para la incentivación a la participación; para el despliegue de poder que influya favorablemente en la educación ambiental de todos en el contexto en que se vive.



ANEXOS

Anexo 1



REFERENCIAS BIBLIOGÁFICAS

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Recibido: Abril de 2017.

Aprobado: Junio de 2017.




Dra. C. María Antonia Estévez Pichs

E-mail: mestevez@umet.edu.ec

MSc. Bárbara Acevedo Pastrana

E-mail: baby@ucf.edu.cu

MSc. Leonor Margot Suárez

E-mail: lmsuarez@ucf.edu.cu

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