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Revista Universidad y Sociedad

versión On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.10 no.5 Cienfuegos oct.-dic. 2018  Epub 03-Dic-2018

 

Artículo original

La gestión y administración en las áreas marinas protegidas del Ecuador: caso reserva ecológica manglares churute

Management and administration in the protected marine areas of Ecuador: Ecological reserve manglares churute case

MSc Marlene Montes de Oca Peralta1  *  , MSc Sofía Lovato Torres1  , MSc María Teresa Mite Albán1 

1 Universidad de Guayaquil. República del Ecuador

RESUMEN

El objetivo del presente artículo es el análisis de la gestión y administración a través del aporte de la comunidad en el desarrollo de las actividades de turismo en las zonas protegidas. La metodología utilizada es una investigación exploratoria y una metodología descriptiva y con el uso de encuestas como instrumento de la recopilación de información. Sus principales resultados fueron que dentro la Reserva Ecológica no existe una eficiente administración y por tanto se desaprovechan los recursos imposibilitando la generación de beneficios sostenibles en el largo plazo.

Palabras-clave: Turismo sostenible; gestión administrativa; áreas marinas; reserva ecológica

ABSTRACT

The objective of this article is the analysis of management and administration through the contribution of the community in the development of tourism activities in protected areas. The methodology used is an exploratory investigation and a descriptive methodology and with the use of surveys as an instrument for gathering information. Its main results were that within the Ecological Reserve there is no efficient administration and therefore resources are wasted making it impossible to generate sustainable benefits in long term.

Key words: Sustainable tourism; administrative management; marine areas; ecological reserve

Introducción

Para la sostenibilidad del desarrollo turístico, la administración es crucial y radica en el aprovechamiento adecuado de los recursos naturales, considerando los factores sociales, económicos y ambientales, en donde las buenas prácticas de manejo contribuyen a incrementar el turismo, favoreciendo las fuentes de empleo y los ingresos que se generan beneficiando la calidad de vida de las familias que habitan al interior y en el entorno de las áreas marinas protegidas del Ecuador.

El turismo ha crecido a un ritmo acelerado a nivel mundial, según el último Barómetro de la Organización Mundial de Turismo (2016), el número de turistas internacionales que viajaron por el mundo entero durante el año 2015, alcanzó un total de 1.184 millones, produciéndose un incremento del 4,4% con respecto al año 2014, lo que ha contribuido a la creación de empleo y al crecimiento económico en muchos países; y según el índice de confianza de la UNWTO, basándose en la actual tendencia y perspectiva general se prevé que la llegada de turistas internacionales crezca un 4% en todo el mundo durante el año 2016. El desarrollo del turismo, representa un rubro muy importante para los países, especialmente para los subdesarrollados, así Ecuador, durante el año 2014 tuvo un incremento de visitas del 14%, con respecto al año anterior, y los ingresos se incrementaron en un 20%, generando 1.506 millones de dólares al país, y 345.000 nuevos empleos (Ecuador. Ministerio de Turismo, 2015a).

La actividad turística en el Ecuador se encuentra en constante crecimiento, considerado por tres años consecutivos por la World Travel Awards como “Mejor Destino Verde del Mundo 2015”, esto se debe a su megadiversidad de especies que posee, cuenta con el 18% de las aves del mundo; es decir la mayor densidad de especies de aves en el planeta por kilómetro cuadrado, que alberga a 1.659 especies de aves más que en toda Europa y Norteamérica juntas; existen más de 4.000 especies de mariposas (Ecuador. Ministerio de Turismo, 2015a). Potenciando así el turismo ecológico que se ha convertido en una opción muy apetecida para los viajeros internacionales, quienes, según la Sociedad Internacional de Ecoturismo "viajan de forma responsable hacia áreas naturales, conservando el ambiente y mejorando el bienestar de las comunidades locales". En este contexto, las áreas protegidas del Ecuador, recibieron en el año 2015 más de dos millones de turistas nacionales y extranjeros, teniendo un impacto positivo a nivel económico y social.

Las áreas marinas protegidas ecuatorianas, son zonas que cuentan con un alto potencial en recursos naturales, proporcionando una serie de bienes y servicios ecológicos, y que son aprovechados para atraer el turismo nacional y extranjero. Las características culturales y el desarrollo socioeconómico constituyen la base de apoyo para promover la sostenibilidad del área, y así mitigar la pobreza, elevar la calidad de la vida humana y fomentar un apoyo positivo a la conservación de las áreas protegidas (Ecuador. Ministerio de Turismo, 2007).

La Unidad Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) edita periódicamente guías que permiten desarrollar una adecuada planificación y manejo de las diversas categorías a las que pertenecen las áreas protegidas y además una óptima adaptación a regiones geográficas o figuras de protección determinadas, también analiza los usos y logros del sistema de clasificación propuesto, con la finalidad de mantener su utilidad y dinamismo (Bishop, Dudley, Phillips & Stolton, 2004; Dudley, 2008).

La incidencia del turismo de naturaleza en la Costa ecuatoriana es considerado como un proceso social, técnico y político que va más allá de las implicaciones puramente comerciales o burocráticas por lo que el presente estudio se basa en la relación que existe entre administración y sostenibilidad, en función de las siguientes variables: Turismo y áreas protegidas; relación entre comunidades locales y áreas protegidas; y mecanismos de gestión y participación en áreas protegidas.

Actualmente existen 16 áreas marinas protegidas en Ecuador, conservadas bajo la modalidad de categorías, en estas zonas costeras se encuentran aproximadamente el 58% de la población del país que vive en los 100 km cercanos al litoral y dependen directamente de estos ecosistemas; en estos espacios se desarrollan diferentes actividades de producción, siendo las más representativas las extractivas y el turismo, en donde se impone la necesidad de estrategias de desarrollo que articulen el crecimiento económico y social, sin degradar el potencial productivo de sus recursos.

Este estudio tiene como objetivo: Analizar la administración y la participación de las comunidades locales en la gestión del turismo en la Reserva Ecológica Manglares Churute; ésta área es administrada por el Ministerio del Ambiente a través de la Subsecretaría de Gestión Marina y Costera como la entidad estatal responsable para su manejo (Ecuador. Ministerio del Ambiente, 2013).

El turismo en las áreas protegidas del Ecuador ha tomado mucha relevancia, por el incremento del número de visitantes, así en el año 2011 recibieron 609.593 turistas; en el año 2012 se incrementó a 997.148 y en el año 2013 recibió a 1.241.834 visitantes. En relación a las divisas, en el año 2014 hubo un incremento de 469 millones de dólares, en donde por cada dólar que salió del país por concepto de turismo, ingresaron USD 1,46 del extranjero. Sin embargo en la costa ecuatoriana, el turismo no se ha desarrollado de manera uniforme, ya que si se compara los tres últimos años, el número de visitantes que ingresaron a Manglares Churute tuvo un promedio 3.083, mientras que otras reservas recibieron a más de 50.000 turistas, tales como la Reserva de Producción Faunistica Puntilla de Santa Elena, el Parque Nacional Machalilla, la Reserva Manglares El Morro, entre otros (Ecuador. Ministerio de Turismo, 2015b).

La Reserva Ecológica Manglares Churute, creada mediante Acuerdo Interministerial No. 322 de fecha 26 de julio de 1979, con una superficie de 35.042 ha y posteriormente en 1992 se amplió a 49.389 ha. es la única área natural del sistema nacional de conservación que incluye el ecosistema de manglar de la costa continental, una muestra de los ecosistemas estuarios-pantanosos del estuario del Golfo de Guayaquil; un remanente del bosque seco tropical, y, una muestra del sistema lentico de la región cuyo cuerpo de agua principal es la laguna de Churute, o laguna de El Canclón. Además posee tres ejes paisajísticos: los manglares y estuarios, la cordillera Churute y la laguna El Canclón, en esta última existen seis escenarios turísticos, el sendero La Flora y el recorrido por su estuario en canoa; los senderos El Mate, Aulladores y El Mirador; y la laguna El Canclón que bordea varios cerros. El recorrido por el estuario permite contemplar un avistamiento de aves como garza blanca morena y rosada, pelícanos, fragatas, martín pescador y águila pescadora, cocodrilos e iguanas. (Ecuador. Ministerio del Ambiente, 2015).

En la reserva ecológica, además del turismo, se desarrollan otras actividades productivas, en donde coexisten pescadores artesanales, recolectores de cangrejos y larvas de camarón, en la extracción de estas especies por parte de foráneos no autorizados. Por otro lado, sus alrededores tienen una fuerte presión por el establecimiento de camaroneras que han construido grandes piscinas para la cría de estos crustáceos (Yánez, 2006). Así también limitado personal viene a convertirse en un problema ya que no se cuenta con la suficiente cantidad de personal que garantice el control dentro del área protegida. Por lo cual, no se conoce el impacto de la cacería furtiva, la extracción de madera (Yánez, 2006).

Es importante el desarrollo de estrategias para el buen manejo de las actividades en las áreas marinas protegidas, las mismas que deben ser diseñadas con el fin de que el espacio protegido contribuya al desarrollo de las comunidades locales, aprovechando las características de calidad y diferenciación intrínsecas de los espacios protegidos (Delgadillo & Alburquerque, 2008).

Existe una creciente preocupación por la calidad experimentada tanto en el sector público como en el privado, con respecto al desarrollo turístico en las áreas naturales protegidas, si además se considera que la gestión de la calidad de los servicios que se ofrecen, éstos deben fundamentarse sobre las bases que constituyen el pilar de la mejora continua (Velasco, 2010).

En el desarrollo del turismo deben generarse proyectos de innovación, que den origen a la competitividad del sector, como los clusters, de tal manera que pueda generar significativas ganancias de productividad (Tixier, 2010) y han logrado un notable grado de aceptación e implantación en el país vecino (Boalem, 2010a).

Desarrollo

El manejo de cualquier área protegida se debe concebir como un sistema de interrelaciones entre la sociedad y la naturaleza, por lo que se hace necesario que los administradores interpreten la dimensión ecosistémica y las dimensiones sociales y culturales, además de los intereses y necesidades de la población que depende directamente o indirectamente de estos recursos (Fundación Futuro Latinoamericano, 2011)

La Constitución Política del Ecuador promulgada en 1998 dio paso a la institucionalización del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas para garantizar la conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de los servicios ecológicos, de conformidad con los convenios y tratados internacionales. En la nueva Constitución Política del Ecuador del año 2008 se dieron avances considerables de conservación y se reconoce los derechos de la naturaleza y la importancia de la biodiversidad para el mantenimiento de las funciones ecológicas de las áreas protegidas.

El establecimiento de estos espacios naturales, en diferentes países tiene como antecedente la creación del parque nacional de Yellowstone, a finales del siglo XIX. En Ecuador tuvo sus inicios desde el siglo pasado cuando el Gobierno adopta un decreto ejecutivo en 1934 para proteger algunas especies y controlar el acceso de barcos hacia las islas Galápagos, declaradas como Parque Nacional en 1959. Sin embargo el manejo institucional de las áreas protegidas se inicia recién en 1976 con la Estrategia Preliminar para la Conservación de Áreas Silvestres Sobresalientes con una visión comercial hacia los recursos forestales, siendo la base para la creación de la Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre (Ecuador. Ministerio de Ambiente, 2013).

Los procesos de planificación y gestión, en el desarrollo del turismo en la reserva Manglares Churute, se han venido realizando bajo dirección y responsabilidad del Gobierno Nacional, a través del Ministerio del Ambiente, y el Ministerio de Turismo, que conforme a la política pública adoptada, el manejo de esta área, debe fundamentarse en la soberanía, inalienabilidad, participación y equidad, respeto a la diversidad cultural, manejo integral, prevención, sostenibilidad financiera, precaución y gestión intersectorial (Ecuador. Ministerio del Ambiente, 2013). Cabe indicar que la administración de cada área se realiza a través de las entidades desconcentradas que son las Direcciones Provinciales del Ambiente, existiendo un co-manejo en dos áreas específicas tales como el Ministerio del Ambiente y el Ejercito (Arenillas) y entre el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Defensa (Santa Elena); otras entidades estatales presentan también niveles de competencias tales como la Subsecretaría de Recursos Pesqueros (Ecuador. Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca).

A pesar de los beneficios que se derivan de las áreas protegidas, existen problemas sociales que impiden su adecuado funcionamiento, caso que se evidencia en el área objeto de estudio, donde investigaciones realizados por Fundación Natura, determinan conflictos y deficiencias en la administración y manejo de los recursos, lo que es atribuido a la falta de políticas claras y definidas, además la población local es muy dispersa, es decir carece de núcleos o centros definidos. El manejo eficiente y sostenible de los recursos naturales, conllevan a la supervivencia de los mismos.

Como una estrategia para fomentar el turismo mediante el uso de los recursos naturales, surge una alternativa viable con enfoque en el turismo ecológico o ecoturismo, en donde es fundamental que se incorpore a la población local en la toma de decisiones dentro de los procesos administrativos y más específicamente, en la planificación y el control. La participación de las comunidades es importante en la cadena productiva del turismo, no debiendo estar limitada a un trabajo que recibe un salario por el servicio que prestan, sino que deben ser dotados de conocimiento y apoyados a través de financiamiento que les permita crear microempresas que puedan ofrecer algún tipo de servicio.

Para las áreas del Patrimonio de Áreas Naturales del Ecuador (PANE), la participación se puede organizar formalmente a través de los Comités de Gestión, definidos en el Texto Unificado de Legislación Secundaria del Ministerio del Ambiente. Estos Comités de Gestión se conforman para “poder participar e incorporarse en el ámbito de acción de cada área protegida del Ecuador”. Los Comités de Gestión son principalmente espacios consultivos de apoyo a la gestión del área. Según la ley pueden estar integrados por los consejos provinciales, municipios, juntas parroquiales, cabildos comunales, comunidades ancestrales y campesinas; y, en general por entidades públicas y/o privadas u organizaciones sociales, legalmente reconocidas. El Comité de Gestión es el único modelo formalmente normado para la participación en estas áreas protegidas a nivel continental.

Los Comités de Gestión, a pesar de no tener capacidades formales para incidir en la toma de decisión sobre el manejo del área (la cual pertenece a las Direcciones Provinciales del Ambiente), pueden ser un aliado útil de la administración de las áreas protegidas continentales pero cuentan con serias debilidades: falta de capacidad de gestión propia, falta de claridad sobre los mecanismos de toma de decisión y el alcance de la participación, falta de canales de comunicación, poca pro actividad de sus órganos internos y finalmente falta de capacidades técnica y operacional.

Los comités de Gestión, no se han implementado en todas las áreas protegidas, y Manglares Churute no es la excepción, existe mucha inconformidad por parte de los habitantes del sector, en cuanto a la falta de habilidades para poder desarrollar competencias en el manejo del turismo.

Bajo el concepto de sostenibilidad, la Reserva Ecológica Manglares Churute (REMCH), es un área protegida con una biodiversidad única de especies de flora y fauna, sin embargo el desarrollo del turismo en la reserva no ha generado verdaderos impactos positivos en función de la conservación del área. Las actividades turísticas que se desarrollan en la Reserva no están basadas bajo criterios de sostenibilidad que beneficie la conservación del área y que mejore la calidad de vida de la población local.

En el manejo de las áreas marinas protegidas de la provincia del Guayas, Manglares Churute tiene mayor personal, sin embargo, no son especializados para atender los diferentes programas de manejo que debe tener un área protegida. En la Tabla 1 se presenta la distribución de recurso humano y su respectivo nivel de educación.

Tabla 1 - Distribución del recurso humano y su nivel de educación. 

PERSONAL PERSONAL CON ESPECIALIZACIÒN
1 jefe de área 1 biólogo
9 guardaparques 1 perito forestal
1 técnico en turismo
7 bachilleres

La información contenida en esta tabla, demuestra el número de personas que están involucradas con el manejo del área protegida, en donde puede observarse que solamente existe 1 biólogo dentro del área y 7 bachilleres, lo que debería corregirse, debido al potencial recurso natural con el que cuenta el área. Fuente Ministerio del Ambiente

El presupuesto es uno de los factores importantes en la gestión de la reserva, ya que se hace imprescindible el uso de herramientas y mecanismos que contribuyan a su adecuado manejo. La pobre visibilidad económica de los beneficios y costos ambientales conlleva a que los costos de conservación y degradación no sean asumidos en la toma de decisiones favoreciendo resultados que tienen un valor comercial (Ullrich, 2011). Para planificar las actividades que se desarrollaran en las áreas protegidas, se elaboran los planes operativos anuales, y de acuerdo al 2014, en la Tabla 2 se detallan los costos operativos asignados para la reserva.

Tabla 2 - Presupuesto de la Reserva Ecológica Manglares Churute. 

PROGRAMA ASIGNACIÒN
Control y vigilancia 22.900,93
Comunicación, participación y educación ambiental 3.685,00
Investigación y Monitoreo 4.637,00
Manejo de Biodiversidad 0,00
Uso público y turismo 68.319,16
Administración y Planificación 164.288,00
Total 263.830,00

Los valores asignados para las diferentes actividades en la reserva ecológica Manglares Churute, no son representativos, como puede apreciarse en esta tabla, lo que conduce a que existan deficiencias en cada una de ellas, de tal manera que se ve afectada la sostenibilidad del área protegida, al igual que las comunidades que habitan en ellas. Fuente Ministerio del Ambiente

La Reserva Ecológica Manglares Churute cuenta con una planificación semanal de patrullaje para el control pesquero, el mismo que se intensifican en épocas de veda de cangrejo rojo, los operativos lo realizan en conjunto con la Unidad de la Policía Ambiental de Naranjal, pero no tienen apoyo de personal de la Armada. Y sobre el turismo no se realiza ningún tipo de control.

En el contexto de la gestión del turismo, uno de los elementos que más conflicto ha generado es la interacción entre los distintos actores sociales implicados en el desarrollo de las actividades, y la ausencia de un mecanismo que les garantice la participación y toma de decisiones, a pesar de estar contemplado en el Art. 405 de la Constitución de 2008 en donde se dispone que en las áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), el Estado fomentará la “participación de las comunidades, pueblos y nacionalidades que han habitado ancestralmente las áreas protegidas en su administración y gestión”.

Este proceso de participación, conocido como gobernanza, y concebido por González (2014), como “la recepción en el mundo del turismo de la exigencia ciudadana de buscar nuevas formas de tomar las decisiones colectivas que mejoren las limitaciones de los procesos de toma de decisiones actuales y que también permitan un papel más activo de diferentes actores sociales”.

La eficacia de sistemas de gobernanza en áreas protegidas se mide de diversas formas, una de ellas es por el manejo sustentable de los recursos naturales. En este sentido, se puede argumentar que la participación de comunidades afectadas en la toma de decisión sobre el manejo de los recursos naturales aumenta la apropiación de la población con estas decisiones y la probabilidad de que las decisiones se implementen con éxito. En cambio, la falta de participación puede conducir a la escalada de conflictos, injusticias y daño ambiental (Fundación Futuro Latinoamericano, 2011).

Para articular la participación de las Instituciones locales, Gobiernos Autónomos Descentralizados y la Sociedad Civil en la coordinación, la concertación, y el apoyo a la gestión del Parque Nacional Machalilla (PNM), se creó el Comité de Gestión, con base a un proceso participativo local de auto-identificación de sus miembros, y de discusión sobre su conformación y funcionamiento. Su conformación representa una coalición de intereses de individuos y organizaciones locales en apoyo a la gestión del PNM más que una representación multisectorial de los intereses afectados por el manejo del área del PNM (Fundación Futuro Latinoamericano, 2011).

Procesos liderados por los acuerdos multilaterales internacionales han permitido que el Ecuador incorpore al desarrollo sostenible como parte de sus políticas y estrategias en el manejo del turismo, lo que se refleja en la actual administración del Estado, siendo indispensable para ello los criterios de sostenibilidad, los cuales se organizan alrededor de cuatro temas principales: la planificación eficaz para la sostenibilidad; la maximización de los beneficios sociales y económicos para la comunidad local; el mejoramiento del patrimonio cultural; y la reducción de los impactos negativos sobre el ambiente.

La mayoría de las áreas protegidas han sido creadas y son manejadas para conservar la biodiversidad, pero existen muchos otros valores importantes que los administradores y las agencias de las áreas protegidas deben valorar y cuantificar. Estos beneficios pueden dividirse en cuatro categorías:

  • Provisión de servicios que permiten a las personas vivir de ellos (por ejemplo, pesca y silvicultura, tanto para subsistencia como para el comercio).

  • Como apoyo de la vida (por ejemplo, agua y aire).

  • Regulación de otros ecosistemas importantes (por ejemplo, manglares que actúan como vivero para los peces jóvenes).

  • Contener importancia cultural y proporcionar oportunidades para recreación (por ejemplo, sitios sagrados, senderos para caminatas).

Las ANP deben conceptualizarse como áreas de oportunidad para el desarrollo sostenible, que incrementen la calidad de vida de la población local y promuevan la conservación de los recursos naturales (Naughton-Treves, et al., 2005). En este contexto, los parques nacionales, representan un elevado costo, sin embargo los servicios que ofrecen, mediante el uso de sus recursos, son muy satisfactorios para la sociedad, siendo compleja su evaluación a nivel económico (Mayer, 2014).

La creación de un área protegida es indispensable para ayudar a mantener a muchas especies en sus respectivos hábitats, pero ésta por sí sola no puede conservar ni las especies (Craigie, Baillie & Balmford, 2010) ni los hábitas (Joppa & Pfaff, 2011) por lo que es necesario la implementación de medidas y medios idóneos para la eficacia en su desarrollo (Geldmann, 2013). Esta eficacia puede ser considerada en cuatro niveles diferentes y complementarios: la cobertura, los resultados generales de escala, la evaluación de la eficacia de la gestión de áreas protegidas y el seguimiento detallado (Leverington, Lemos, Pavese, Lisle & Hockings, 2010).

La relación entre las áreas protegidas y las comunidades ha evolucionado de manera conceptual y considerable, en donde no se consideran los modelos de gestión excluyentes, ya que anteriormente las comunidades y pobladores locales representaban una amenaza para la conservación de los espacios protegidos. El monitoreo biológico basado en la comunidad, “mejoran el desempeño del monitoreo, la vigilancia, el desarrollo y la operación de los planes de manejo de las especies, el compromiso de las comunidades locales en la conservación y las actividades de investigación”. (Ortega, Sánchez, Valera & Berlanga, 2017, p. 200)

El manejo de cualquier área protegida se debe concebir como un sistema de interrelaciones entre la sociedad y la naturaleza, por lo que se hace necesario que los administradores interpreten la dimensión eco sistémica y las dimensiones sociales y culturales, además de los intereses y necesidades de la población que depende directamente o indirectamente de estos recursos (Fundación Futuro Latinoamericano, 2011). Bello, Carr & Lovelock (2016), indican en sus investigaciones que es vital “que los planificadores turísticos encuentren los medios para involucrar efectivamente a las comunidades locales en la planificación del turismo en áreas protegidas”. (p.469)

Hall (2011), fundamenta cuatro modelos de gobernanza bajo el enfoque de las características de coordinación social: 1) de jerarquía, 2) de redes, 3) de comunidad, y 4) de mercado. En el modelo de jerarquía, el gobierno adquiere un rol protagónico, en donde su herramienta principal para el manejo es la normativa, mientras que los modelos de redes y de comunidad, se fundamentan en la participación activa del conglomerado social y por último el modelo de mercado, se fundamenta en la ausencia de intervención estatal, en donde la privatización de instancias públicas es una de sus principales características. Así en Andalucía, las administraciones públicas han hecho posible el desarrollo turístico de muchos parques naturales (Flores, 2008), beneficiando tanto a las comunidades como a la economía del sector, lo que ha permitido que exista una cierta recuperación socioeconómica ante la crisis de las zonas rurales (Valdés, 2004).

En América Latina, las percepciones sobre el desarrollo sostenible son más amplias e incluyen la participación democrática de las poblaciones en las decisiones sobre el uso de los recursos, la superación de la pobreza, el cubrimiento de las necesidades básicas de reproducción y producción.

La participación de las comunidades locales en las actividades que se desarrollan en las áreas protegidas, es un tema que ha adquirido mucha importancia en la actualidad, existen varios estudios que se realizaron y que han contribuido a la medición de los niveles de participación (Rodriguez-Izquierdo, et al., 2010; Lestrelin, Bourgoin, Bouahom & Castella, 2011); otros estudios han permitido explicar los factores contextuales que inciden en la participación, tales como las políticas, usos y costumbres (Wells & Brandon, 1993; Tole, 2010; Padgee & Daugherty, 2006; Rodríguez Izquierdo, Gavin & Macedo Bravo, 2010; Agarwal, 2001). Tambien se han explorado las percepciones locales en relación a las áreas de conservación (De Caro & Stokes, 2008; Triguero-Mas, et al., 2009; Ruíz-Mallén, et al., 2013).

Wells & Brandon (1993), analizaron las principales barreras que afectaban a la participación local, las mismas que estaban enfocadas en: las estructuras sociales; los costos que conlleva participar; los conflictos entre la población local y los gestores de las AP; la falta de experiencia en temas sociales de las ONG implicadas, y la falta de conocimiento sobre el contexto local.

En cuanto al manejo de los recursos por parte de las comunidades, se considera que los patrones de la cultura de comportamiento han influenciado en ella permitiendo que existan altos niveles de inequidad y falta de representación dentro de cada sociedad (Tole 2010). Khazaei, Elliot & Joppe (2017), indican que lamentablemente en las áreas protegidas se concentra mucho los esfuerzos por atender la visita y no por la comunidad que se constituyen en los anfitriones de estas zonas.

Desde los años 90, en la Reserva Nacional Pacaya Samira, ubicada en Perú, se viene desarrollando un modelo de gestión en la conservación de los recursos naturales, en donde se incluye a la población local en el manejo de los recursos, participando en la toma de decisiones para las actividades de vigilancia, manejo y aprovechamiento de sus recursos, cuyos resultados han sido muy satisfactorios, considerando el proceso de la participación local como una herramienta muy valiosa para una mejor gestión del área, ya que ha servido de soporte y respaldo a la administración en el interior de la reserva (Buzzwok, 2012).

El desarrollo del turismo, depende en gran medida de la capacidad colectiva de promover los viajes seguros y fluidos, por lo que los gobiernos deben contar con administraciones de turismo en sus planes, estructuras y procedimientos nacionales de seguridad.

Existen actualmente varios ejemplos de proyectos en los cuales se involucra a las comunidades locales en la conservación y mantenimiento de la biodiversidad fundamental para la alimentación, agricultura, salud, medios de subsistencia, costumbres y cultura locales en una variedad de escenarios (Pimbert, 2002).

Las áreas protegidas administradas de manera adecuada contribuyen al mantenimiento tanto de los ecosistemas saludables como de las especies amenazadas, y de igual manera proporcionan múltiples beneficios a los seres humanos (Bertzky, et al., 2012), a pesar de que no existe una metodología integrada ni teorías que contribuyan a la evaluación de las áreas naturales protegidas (Whitelaw, et al., 2014).

El objetivo de la presente investigación, es analizar la gestión administrativa y determinar el nivel de participación de las comunidades locales en el desarrollo sostenible del turismo, por lo que se realizó una encuesta a las comunidades locales y una entrevista a las autoridades que son responsables del manejo de la reserva ecológica Manglares Churute. Para la entrevista se usó herramientas como el cuestionario, para dar una mayor agilidad al proceso, pero también se recopilo información sobre preguntas abiertas que se suscitaban en ese momento.

Para el desarrollo de los cuestionarios que fueron usados, tanto para la encuesta a las comunidades como para la entrevista a las autoridades, se utilizó la Escala de Likert, con una confiabilidad de 0,85 de acuerdo al Alfa de Crombach. La escala de Likert, fue utilizada bajo los siguientes criterios:

  1. 1= Totalmente en desacuerdo

  2. 2= En desacuerdo

  3. 3= Ni de acuerdo ni en desacuerdo

  4. 4= De acuerdo

  5. 5= Totalmente de acuerdo

Encuesta a comunidades de la Reserva Ecológica Manglares Churute

La muestra estuvo representada por 120 personas, a las cuales se les comunicó la importancia de obtener esta información, y que se lo realizaba de manera discreta, apegado a los valores morales y éticos en el desarrollo del proceso. Esta investigación forma parte del programa de investigación que se está llevando a cabo en la Universidad de Guayaquil para beneficio de la sociedad.

La Tabla 3 contiene información sobre la percepción que tienen las comunidades locales, con respecto a la gestión administración que se realiza en la reserva ecológica Manglares Churute, de donde puede observarse que de las 120 personas encuestadas, el 57.50% considera que la reserva no está siendo administrada de manera eficiente, y el 67.50% manifestó que no están claros los roles institucionales para su manejo. Además es muy preocupante la percepción que tienen las comunidades locales con respecto al apoyo que brinda el estado ecuatoriano para la preservación de la reserva, ya que el 87.50% considera que no se le proporciona el apoyo requerido para el desarrollo del área protegida. La comunicación es una de las herramientas necesarias para el intercambio de información entre los sectores involucrados, sin embargo el 66.67% de las personas encuestadas afirma que ésta es muy deficiente entre el Estado y las comunidades locales, lo que dificulta las relaciones entre los actores, considerándose que esta podría ser una de las causas principales por las que no se dan a conocer los objetivos y planes para el manejo de la reserva, como lo manifestó el 70.83% de los encuestados. Es muy importante considerar que más del 50% de las comunidades encuestadas manifestó que no se realiza el debido control sobre las actividades que se desarrollan en el área protegida.

La Tabla 4, muestra los datos sobre la participación de las comunidades locales en la reserva ecológica Manglares Churute, en donde se observa que el 61.67% respondió que las comunidades locales no participan en el desarrollo de los planes de manejo y el el 79.17% dijo que no participan en la gestión administrativa del turismo

no existe una participación activa en el manejo, ni en la administración de la reserva ecológica Manglares Churute, ya que la mayoría de las respuestas están dentro de la escala “Totalmente en desacuerdo”.

La Tabla 5 permite observar datos sobre la percepción de las comunidades locales con respecto al desarrollo del turismo en la reserva ecológica Manglares Churute, esta información demuestra que no existe un total respaldo de las autoridades pertinentes para que las actividades turísticas se desarrollen de manera adecuada y puedan ser sostenibles para el beneficio de la comunidad y del medio ambiente. La Tabla 6 contiene datos con respecto a los impactos generados por el turismo, donde se observa que de acuerdo a las 120 personas encuestadas, solo 30 (25%) personas reciben ingresos, de las actividades turísticas, que superan al salario básico unificado. Y 28 (23,33%) respondieron que esos ingresos recibidos satisfacen sus necesidades. Es importante destacar que además, 60 personas contestaron que las actividades turísticas que realizan no generan empleo a otras personas. Los datos permiten analizar que los habitantes de Churute, no han conseguido mejorar su calidad de vida, debido a los bajos ingresos que son percibidos por el turismo que se desarrolla de manera muy limitada, dentro de la reserva.

La Tabla 8 muestra datos que permiten determinar el tipo de participación que tienen las comunidades locales en el manejo y la administración del área marina protegida.

A continuación se describirán las tablas que contienen la información de la encuesta realizada a las comunidades mencionadas anteriormente.

Tabla 3 - Percepción sobre la Gestión administrativa en la Reserva Ecológica Manglares Churute. 

DESCRIPCIÓN 1 2 3 4 5 Total
La Reserva Ecológica está siendo administrada de manera eficiente 57.50 1.67 9.17 10.00 21.67 100%
Es muy notoria la presencia y participación de las autoridades pertinentes en el manejo de la reserva 61.67 6.67 5.00 10.00 16.67 100%
Existe claridad en los roles institucionales asumidos para el manejo de la reserva 67.50 3.33 11.67 11.67 5.83 100%
Las autoridades pertinentes fomentan el desarrollo de proyectos necesarios en el área protegida 30.83 31.67 28.33 7.50 1.67 100%
La administración actual brinda el apoyo necesario a la Reserva Ecológica 87.50 5.00 5.00 0.00 2.50 100%
Existe una comunicación muy satisfactoria entre las autoridades competentes y las comunidades locales. 59.17 7.50 15.00 8.33 10.00 100%
La administración actual da a conocer los objetivos y planes para el manejo del área. 60.83 10.0 10.00 6.67 12.50 100%
Existe un control y vigilancia adecuado sobre las actividades de turismo que se realizan en la reserva. 32.5 23.33 20.00 12.50 11.67 100%

Esta tabla 3, contiene información sobre la percepción que tienen las comunidades locales, con respecto a la administración que se da en la reserva ecológica Manglares Churute, de donde puede observarse que de las 120 personas encuestadas, la mayoría se sitúa en la escala “totalmente en desacuerdo”, es decir que no existe una aceptación total de las comunidades al proceso administrativo que se está implementando en la reserva, lo que es fundamental para la sostenibilidad del área protegida.

Tabla 4 - Participación de comunidades locales en la reserva ecológica Manglares Churute. 

DESCRIPCIÓN 1 2 3 4 5 Total
Existe participación de las comunidades locales en los planes de manejo de la reserva ecológica Manglares Churute. 61,67 6,67 5,00 10,00 16,67 100%
Las comunidades locales participan en la gestión administrativa del turismo en la reserva ecológica Manglares Churute. 79,17 14,17 4,17 1,67 0,83 100%
Las comunidades locales participan en reuniones con autoridades competentes del área 67,50 3,33 11,67 11,67 5,83 100%
Las comunidades locales participan en la toma de decisión con respecto al uso de los recursos naturales para el turismo. 87,50 5,00 5,00 2,50 0,00 100%
La participación de las comunidades en los planes de manejo de la reserva es muy importante. 10,00 7,50 15,00 8,33 59,17 100%
Las comunidades locales son considerados a participar constantemente en programas de capacitación sobre el uso de los recursos en el área protegida 40,83 10,0 30,00 6,67 12,50 100%
La participación de las comunidades en el control y vigilancia de las actividades de turismo contribuirá a proteger el medio ambiente. 5,83 0,00 6,67 9,17 78,33 100%
Las capacitaciones son indispensables para buenas prácticas de manejo en áreas protegidas 0,83 0,00 6,67 8,33 84,17 100%

Los datos contenidos en esta tabla, reflejan que las comunidades locales no participan en el manejo, ni en la administración de la reserva ecológica Manglares Churute, ya que la mayoría de las respuestas están dentro de la escala “Totalmente en desacuerdo”, con excepción de las preguntas que están relacionadas con la percepción sobre la importancia de involucrarse en los programas de capacitación para un mayor fortalecimiento de las capacidades.

Tabla 5 - Percepciones sobre el desarrollo del turismo en la reserva ecológica Manglares Churute. 

DESCRIPCIÓN 1 2 3 4 5 Total
Está involucrado en alguna actividad turística en el área protegida 61,67 6,67 1,00 14,00 16,67 100%
Existe mucha motivación con la actividad turística que realiza 12,50 24,17 25,83 15,85 21,67 100%
Las autoridades competentes fomentan su participación en el turismo 61,67 6,67 16,67 3,33 11,67 100%
Las comunidades locales desconocen las actividades permitidas y prohibidas con respecto al turismo en la reserva ecológica 24,17 3,33 10,00 16,67 45,83 100%
Las autoridades competentes han implementado medidas para el desarrollo de las actividad turística sostenible, así como para promocionar el área 71,67 6,67 6,67 3,33 11,67 100%
La actividad turística sostenible realizada en el área protegida genera beneficios que aportan al desarrollo socioeconómico del sector. 41,67 1,67 3,33 7,50 45,83 100%
Es necesario que se desarrollen planes estratégicos para fortalecer los emprendimientos turísticos de la reserva ecológica 2,50 0,00 0,00 4,17 93,33 100%
El desarrollo de la actividad turística sostenible puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la comunidad 2,50 0,00 0,83 6,67 90,00 100%

La percepción de las comunidades locales con respecto al desarrollo del turismo en la reserva ecológica Manglares Churute, se observa de manera muy clara en esta tabla, donde los datos demuestran que no existe un total respaldo de las autoridades pertinentes para que las actividades turísticas se desarrollen de manera adecuada y puedan ser sostenibles para el beneficio de la comunidad y del medio ambiente.

Tabla 6 - Impactos generados por el turismo en la reserva ecológica Manglares Churute. 

DESCRIPCIÓN 1 2 3 4 5 Total
Los ingresos económicos que recibe de la ocupación turística, supera al salario básico unificado. 39,17 1,67 33,33 25,00 0,83 100%
Los ingresos económicos que recibe de la ocupación turística satisface todas sus necesidades 54,17 10,00 12,50 12,50 10,83 100%
Los ingresos de la ocupación turística que recibe, ha contribuido a mejorar su calidad de vida 40,83 10,00 22,50 13,33 13,33 100%
Considera que podría incrementar sus ingresos económicos si se capacita en turismo 13,33 0,00 0,00 58,33 28,33 100%
La actividad turística que realiza en la reserva se ha mantenido por más de un año 22,50 15,83 1,67 31,67 28,33 100%
La actividad turística que realiza, genera empleos a otras personas 31,67 25,50 25,33 16,83 0,67 100%
La actividad turística que realiza genera impactos negativos al medio ambiente 36,67 17,50 32,50 8,33 5,00 100%
El desarrollo del turismo ha modificado la cultura de la comunidad local 53,33 24,17 8,33 5,83 8,33 100%

De acuerdo a las 120 personas encuestadas, se puede observar que solo 30 (25%) personas reciben ingresos, de las actividades turísticas, que superan al salario básico unificado. Y solo 28 (23,33%) están “De acuerdo” y “Totalmente de acuerdo” en que, esos ingresos recibidos satisfacen sus necesidades. Además más de 60 personas contestaron que las actividades turísticas que realizan no generan empleo a otras personas. Es importante considerar que 39 (32,50%) personas no dieron a conocer si el turismo genera impactos negativos.

Tabla 7 Tipo de participación de las comunidades. 

TIPOLOGÍA FRECUENCIA %
Participación Pasiva 5
Participación dando información 70
Participación por Consulta 25
Participación por incentivos materiales 0
Participación funcional 0
Participación interactiva 0
Auto movilización 0

En la tabla 7 se describe el tipo de participación que tienen las comunidades en el área protegida, en donde puede observarse que de 120 personas encuestadas, 84 (70%) tienen una participación “Dando información”; 30 (25%) personas tiene una participación “Por consulta” y 6 (5%) personas tienen una participación “Pasiva”. Estos datos (Tabla 7) reflejan que las comunidades no tienen una participación activa dentro de los planes de manejo ni en la toma de decisiones que se da en los procesos administrativos.

La participación de las comunidades locales en el desarrollo del turismo en la reserva ecológica Manglares Churute, debe ser considerada desde el proceso de planificación, y no solo como informantes ni consultivos, sino como partícipes en la elaboración de las actividades prioritarias para el área, donde el control y vigilancia es una de las tareas fundamentales para la sostenibilidad del área.

Entrevista realizada a las Autoridades

A continuación se detalla la información obtenida mediante una entrevista realizada a 5 autoridades que están involucradas en el manejo del área protegida, por razones éticas no se dan a conocer los nombres de los entrevistados. Durante la entrevista se les entregó un cuestionario para que respondieran de manera concreta algunas preguntas, de tal manera que facilite su interpretación. La Tabla 9 proporciona datos sobre la entrevista relacionada con la administración que se está implementando en el área protegida, en donde se observa que no existe una respuesta que demuestre con claridad si los planes de manejo están actualizados, lo que si está claro es que no existe una cooperación permanente entre la administración y las comunidades locales y además éstas no son involucradas en los procesos de planificación, ni tampoco en los de control y vigilancia. En la Tabla 10 de acuerdo a los datos, se determina que no existe información sobre la situación en la que se encuentran las comunidades locales, además no se les proporciona has herramientas necesarias para un buen desempeño dentro de la reserva ecológica Manglares Churute. La Tabla 11 permite analizar sobre la percepción que tienen las autoridades con respecto al turismo en la reserva ecológica, ya que consideran que están no están siendo armonizadas con los objetivos de conservación de la reserva, y además que no existe una verdadera concientización por parte de las comunidades locales con respecto al uso de los recursos para el desarrollo del turismo en el área protegida, lo que no conllevaría a que éste se desarrolle de manera sostenible.

A continuación se detalla las tablas con la respectiva información obtenida.

Tabla 8 - Información sobre la gestión administrativa en la Reserva Ecológica Manglares Churute. 

DESCRIPCIÓN 1 2 3 4 5 Total
Existe un plan de manejo actualizado para el área protegida 0 1 3 1 0 5
Todos los programas o actividades desarrolladas en el sitio tienen sus planes específicos, bajo la direccionalidad de un plan general 0 0 1 4 0 5
La administración central del sistema aporta eficientemente con elementos técnicos, financieros, políticos, humanos al manejo de la reserva. 0 0 2 2 1 5
Existen mecanismos formales de participación comunitaria (comités locales, asociaciones, etc.) en el manejo de la reserva ecológica. 0 1 3 1 0 5
Existe una cooperación permanente entre la administración y las comunidades locales. 0 2 1 2 0 5
Se involucra de manera directa a las comunidades locales en la planificación, control y vigilancia del turismo en la reserva. 3 1 1 0 0 5
Es importante la participación de las comunidades en el manejo del área 0 0 1 2 2 5
Existe un plan de manejo actualizado para el área protegida 0 1 3 1 0 5

Los datos que se observan en esta tabla, permiten conocer las opiniones de las autoridades involucradas en el manejo del área protegida, las mismas que reflejan que los programas desarrollados tienen planes específicos, y además que no se involucra de manera directa a las comunidades en el manejo del área protegida. Los datos no reflejan con exactitud si se están implementando planes de manejo actualizados.

Tabla 9 - Información sobre fortalecimiento de capacidades. 

DESCRIPCIÓN 1 2 3 4 5 Total
Se conoce las fortalezas y debilidades de las comunidades del área 0 1 3 1 0 5
Se capacita a las comunidades locales por lo menos 1 vez al año 0 0 1 3 1 5
Realizan reuniones periódicas con las comunidades locales 0 2 2 1 0 5
Se provee de herramientas necesarias para el buen cuidado del área protegida 0 3 2 0 0 5

Los datos de esta tabla demuestran que de las 5 personas entrevistadas, 3 respondieron no conocer la situación en la cual se encuentran las comunidades locales, en cuanto a sus fortalezas y debilidades, y además no se les proporcionan herramientas necesarias para el buen cuidado del área protegida. Con respecto a las capacitaciones, 3 autoridades manifestaron que si se los capacitaba por lo menos una vez al año.

Tabla 10 - Percepciones sobre desarrollo de actividades turísticas. 

DESCRIPCIÓN 1 2 3 4 5 Total
Considera que las actividades turísticas realizadas por las comunidades están armonizadas con los objetivos de conservación del área 1 2 1 1 0 5
Existe responsabilidad y concientización en el uso de los recursos para el turismo por parte de las comunidades locales 1 3 1 0 0 5
Se aplican las reglamentaciones para el manejo de las actividades turísticas en el área de forma satisfactoria 0 1 1 2 1 5
Considera que el turismo que se lleva a cabo en las áreas protegidas es sostenible a nivel social, económico y ambiental. 1 2 2 0 0 5

Los datos demuestran que de 5 autoridades entrevistadas, 3 consideran que las actividades turísticas que se desarrollan en la reserva ecológica Manglares Churute, no está armonizada con el objetivo de conservación del área, y que además no existe una verdadera concientización sobre el uso de los recursos para el turismo por parte de las comunidades. Además 3 de las autoridades entrevistadas manifestó que no se implementaban constantemente programas para impulsar las formas sostenibles de las actividades turísticas dentro del área protegida.

En la entrevista realizada, también fue de manifiesto por parte de las autoridades competentes en el manejo de la reserva, su constante preocupación con la administración del área protegida, la misma que necesita de un mayor presupuesto para que se implementen proyectos que beneficien a las comunidades locales y a la sociedad en general. Además las autoridades informaron que la administración actual está desarrollando planes de manejo a nivel participativo, donde pueda involucrarse a las comunidades locales.

Conclusiones

De acuerdo a los resultados de la investigación, puede determinarse que no existe un desarrollo sostenible del turismo en la reserva ecológica Manglares Churute, ya que es muy evidente observar, como en esta reserva no se ha desarrollado el turismo, a pesar de su riqueza natural, y de los atractivos turísticos que posee; lo que ha generado que gran parte de sus habitantes se dediquen al desarrollo de actividades extractivas, como la captura del cangrejo, y en tiempos de veda son muy limitadas las alternativas de producción, que se llevan a cabo.

La gestión administrativa en el área protegida es llevada a cabo por el Ministerio del Ambiente, y según los datos obtenidos, ésta presenta debilidades en cuanto a su estructura, lo que repercute en el manejo del área y de ello se desprenden impactos negativos que no favorecen el desarrollo de actividades turísticas de una manera sostenida.

Existe una relación entre las variables estudiadas, con especial interés en la participación de las comunidades en las áreas protegidas, cuyos resultados han demostrado que la mayoría de los habitantes no participan en el desarrollo de planes de manejo, ni en la administración de áreas protegidas, y esto a la vez se relaciona con la generación de impactos negativos y el uso de los recursos. La no participación de las comunidades, conlleva a una serie de desacuerdos con las autoridades del Ministerio. Pocos gobiernos reconocen y aceptan los derechos de las comunidades para formar parte de sus estrategias nacionales de conservación

En la actualidad, según el marco jurídico existente, varios factores dificultan el reconocimiento de la diversidad de formas de gobernanza, sólo existe un modelo de gobernanza: la gobernanza por parte de una cartera del Estado con participación consultiva de los actores locales a través de las Direcciones Provinciales lo que fue determinado mediante la encuesta realizada a las comunidades de las áreas protegidas que forman parte del campo de investigación.

La mayor experiencia de participación de comunidades en el manejo del turismo la tiene el Parque Nacional Machalilla, en donde la observación de ballenas permitió una mayor difusión de sus atractivos y su promoción hacia el mercado interno y el turismo receptivo. Las otras áreas protegidas tienen una baja significación en cuanto a los visitantes y los ingresos generados por turismo.

Entre los factores que se han conjugado para impedir un adecuado manejo de las áreas protegidas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, están la falta de presupuesto, el deficiente control, el escaso equipamiento, la limitada reinversión, la falta de recursos humanos, el escaso involucramiento de las comunidades locales para el manejo de las áreas, la ausencia o escasez de planes de manejo actualizados, estudios de impactos ambientales y demás herramientas de gestión que orienten el uso público de las áreas, los incipientes mecanismos de participación al interior de las áreas, entre otros.

Es importante desarrollar estrategias que permitan favorecer la implementación de emprendimientos turísticos en la reserva ecológica Manglares Churute, en donde las comunidades necesitan de alternativas que contribuyan a mejorar su calidad de vida, y según la investigación realizada, existe mucha predisposición de los habitantes en participar en todas las actividades que permitan el desarrollo de su parroquia y su total compromiso a proteger los recursos naturales, que son parte de su supervivencia.

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Recibido: 02 de Junio de 2018; Aprobado: 22 de Julio de 2018

*Autor para correspondencia. E-mail: marlene.montesdeocape@ug.edu.ec

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