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Revista Universidad y Sociedad

versión On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.10 no.5 Cienfuegos oct.-dic. 2018  Epub 02-Dic-2018

 

Articulo Original

Programación política y cultural: una reflexión sociocultural desde un estudio explicativo

Political and cultural programming: a sociocultural reflection from an explanatory investigation

Dr. C. Fernando Carlos Agüero Contreras1  *  , MSc María de los Ángeles Álvarez Beovides2 

1 Convenio Universidad de Cienfuegos- Universidad Metropolitana del Ecuador

2 Universidad de Cienfuegos. Cuba. E-mail: malvarezb@ucf.edu.cu

RESUMEN

Se reflexiona acerca de la política, y su concreción en la programación cultural considerando elementos de su trayectoria histórica en un país que despliega un proyecto emancipatorio y muestra resultados de un estudio explicativo a partir del trabajo de las casas de cultura en escenarios urbanos. El estudio se sustenta en el análisis de documentos, las entrevistas semi estructuradas, la observación y la aplicación de un cuestionario a 224 personas. Se valora la programación y su ejecución en los consejos populares como estructuras de base en la gestión de gobierno local. El análisis muestra limitaciones en las concepciones, la percepción de los públicos y sus necesidades, el diseño, la programación y la evaluación de los resultados, lo cual se corresponde con limitaciones teóricas heredadas. En las áreas estudiadas se descubren niveles relevantes de insatisfacciones, demostrándose que las acciones emprendidas no ofrecen respuestas a las demandas socioculturales de los pobladores ni se ajustan completamente con los imperativos del desarrollo socioeconómico, con lo cual las Casas de Cultura distan de cumplir, a nivel comunitario los objetivos a ellas asignados.

Palabras-clave: Políticas culturales; programación Cultural; Casas de Cultura

ABSTRACT

A reflection is made about the cultural policies and their concretion in the cultural programming, considering elements of their historical trajectory in a country that deploys an emancipator project. The results of an explanatory study are shown starting from the work of the culture houses in three urban scenarios. The study is sustained in the analysis of documents, unstructured interviews, observation and a questionnaire to 224 people. It is valued the programming and their execution in the popular council as base structures in local government's administration in residential areas, with differences in urbanization levels, social services and historical trajectory. The analysis shows limitations in the conceptions, the perception of the publics and their necessities, the design, the programming and the evaluation of the results, issues which are in correspondence with inherited theoretical limitations. In the studied areas were found high level of dissatisfactions, being demonstrated that the undertaken actions do not offer answers to the sociocultural demands of the residents, neither their socioeconomic requirements, being the Cultural Houses far to fulfill the goals to which they were created.

Key words: Cultural policies; cultural programming; Houses of Culture

Introducción

Las políticas culturales locales o nacionales son las encargadas de establecer principios que se instrumentan en función del modelo de sociedad que se desarrolla, deben corresponder con la trayectoria histórica y buscan defender la identidad. En proyectos sociales de orientación emancipatoria como ocurre en Cuba, ello constituye un imperativo. Sin embargo la experiencia muestra que para la conjugación de las políticas culturales, con los intereses, necesidades y los requerimientos del desarrollo en esos espacios no siempre resulta sencilla.

El estudio tiene por objeto la concreción de la política y la programación cultural desde las Casas de Cultura, su reflejo y satisfacción en residentes en tres consejos populares de la ciudad de Cienfuegos. Tuvo por objetivo valorar desde la perspectiva sociocultural, la concreción de las políticas culturales en la programación desde las Casas de Cultura en tres consejos populares, y la satisfacción en diversos grupos sociales.

La política cultural concebida como principios operativos y procedimientos de gestión administrativa y financiera colocada en la base de las acciones de los estados, se ha profundizado en sus contenidos y significaciones en el transcurso de las cumbres convocadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura desde Mónaco (1967) y México (1982) al presente. Encuentros relevantes en América Latina como los de Salvador de Bahía (Brasil), Isla Margarita (Venezuela) y Lima, (Perú), muestran adelantos importantes en el desarrollo de las políticas culturales, su diversidad y articulación con la sociedad.

Los argumentos construidos muestran las relaciones profundas entre la economía, la política, la diversidad, los imperativos de la preservación de valores, la defensa de la identidad y las relaciones de las políticas culturales con la educación, la comunicación y las ciencias sociales en especial (Carrasco & Saperas, 2012). Al evaluar la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura los 10 años transcurridos desde la Cumbre de 2005, se ratifica y enfatizan los imperativos del trabajo con las políticas culturales y su correspondencia con las metas del desarrollo sostenible y la agenda 2030 (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2017).

La política cultural transitó en Cuba por varios momentos desde el triunfo del proyecto político cubano (1959), pero solo recientemente devino objeto de análisis crítico (Navarro, 2006; Fornet, 2009).Tuvo particular significado el documento Palabras a los Intelectuales, (Castro, 2005),ante la polémica desatada en torno a la libertad de creación y expresión artísticas, concepción programática expuesta desde junio de 1961. Pero desde esas ideas sacadas de su contexto y en manos de toda clase de hermeneutas y exégetas circunstanciales (Navarro, 2006) se impusieron prohibiciones en todos los ámbitos de vida cultural, frenando la creatividad y limitando la formación cultural y educación estética en la sociedad. Concepciones erradas en las visiones del papel del arte y la cultura, la creación, la música, el rock, la homosexualidad, la ideología, se expandieron a la educación, la cultura y a toda la sociedad (Britto, 2005).

El I Congreso de Educación y Cultura (1971) no clarificó suficientemente aquellos déficits teóricos en torno al arte y el papel de la cultura en el proyecto de la nueva sociedad soñada. Estos procesos tuvieron implicaciones internacionales especialmente por los debates suscitados en torno al papel de los intelectuales en los procesos emancipatorios, mientras que en el plano interno se profundizó el denominado quinquenio gris, 1971 - 1975. El referido congreso reafirmó varios principios instituidos en la política cultural, mostrando el peso del dogmatismo de lo que ya se había advertido anteriormente (Pogolotti, 2006). Intelectuales como Alfredo Guevara han afirmado que en Cuba todos los quinquenios tuvieron todos los colores, mientras Desiderio Navarro (2006) consideró el color gris o negro, un eufemismo que mostraba la cristalización de prácticas culturales homegeneizantes que silenciaron e impugnaron la diversidad (Navarro, 2006).A su juicio el período negro se extendió por unos quince años (1968 - 1983) (Navarro, 2006).Ambrosio Fornet, quien acuñó el término de gris, lo justifica por el hecho de que la etapa fue de vulgaridad, grisura y donde la normatividad mediocre se impuso a través de un pensamiento que no tenía aristas contradictorias (Parenti, 2009). La política cultural cubana transitó caminos que pretendieron injertar el realismo socialista en su (per) versión soviética.

Se habían advertido peligros referente a la censura en el mundo cultural (Rodríguez, 2006), por la posibilidad de que los gustos individuales de funcionarios pudieran convertirse, por obra y gracia de la autoridad, en gustos nacionales, proceso que se hizo realidad. También se advertía la conveniencia de distinguir entre la política, las ideas de los hombres, y los errores que estos cometían al emprender su aplicación (Hart, 1983), razón por la que exhortaba a inquirir con rigor. El peso del dogmatismo impidió que tales alertas funcionaran. Pese a las divergencias entre las concepciones teóricas y su implementación en la práctica se salvó el vínculo histórico entre vanguardia artística y vanguardia política (Pogolotti, 2001), sin negar las tensiones entre ellas (Navarro, 2006).

El I Congreso del Partido Comunista de Cuba en 1975 abrió nuevos espacios de reflexión en lo relacionado a la política cultural. Ese evento profundizó el enfrentamiento a las tendencias dogmáticas y manualísticas (Landaburo, 2003; Fornet, 2009), pero el proceso en la década de los ochenta, fue lento y se complejizó con el derrumbe del socialismo en la Unión Soviética y Europa del Este.

El diálogo de la intelectualidad y los creadores, y su activo papel en el desarrollo del proyecto político (Landaburo, 2003), fue ratificado, reconocido y profundizado tras los congresos VI (1998) y VII (2008) de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), cuyos enfoques permitieron asumir procesos críticos en la vida y mostrar el activo papel de arte y la cultura en el nuevas realidades. Se reconoció el imperativo de fomentar y estimular la creación artística y literaria y la necesidad de respetar y apoyar el protagonismo y creatividad de las comunidades en la conducción de sus procesos socioculturales. Destacó el papel cuestionador del humor, la música, la pintura, las artes escénicas y el cine. Fue distinguido el papel de la cultura en el impulso y orientación de los procesos socioeconómicos, iniciándose una etapa inédita hasta entonces en la revalorización del papel de la cultura.

Tales avances sin embargo, no han permitido superar concepciones que lastran la efectividad en la aplicación de las políticas culturales, especialmente por el peso que aún perduran en ellas, de la concepción artístico literaria y no antropológica, de la cultura (Agüero & Urquiza, 2016), lo que impactó el despliegue más profundo y eficaz de las políticas públicas, en los ámbitos de la educación y la cultura, especialmente la incapacidad para distinguir escenarios multiculturales y la necesidad de la interculturalidad en ellas (Agüero & Urquiza, 2016). La concepción de la transculturación se asumió metafísicamente, y aun cuando perdura una importante homogeneidad en el etnos del cubano, se desconoció la diversidad social y sus modificaciones como resultado de la crisis de los noventa, y de las medidas emprendidas para subvertir aquellos efectos, así como sus implicaciones en los cambios de la pirámide social, las diferencias socioculturales, añadido los impactos del mercado, la globalización y las tecnologías de las informaciones y las comunicaciones.

Esta perspectiva generó la hipótesis que: Los déficits teóricos acumulados en las ciencias sociales, especialmente en la sociología y la antropología han determinado el peso de una concepción artístico literaria de la cultura (y no antropológica), lo que ha conducido a desarrollar acciones poco coherentes, superficiales en la programación e implementación de las políticas culturales desde las Casas de Cultura en los escenarios locales y comunitarios, causando insatisfacciones con estos procesos.

Programación: concreción de la política cultural

Las políticas culturales transitan por varios niveles estructurales en la gestión del gobierno hasta llegar a la programación cultural de cada institución colocada en el sistema de asentamientos poblacionales de la sociedad. Solo así se asegura un adecuado y eficiente desenvolvimiento de las políticas, tanto en los sistemas macrosociales como en aquellos relacionados con el comportamiento de entidades, programas o proyectos específicos del sector cultural (Guédez, 1996).

Una descripción operativa de la programación cultural, exige de planificación, organización, ejecución, control y evaluación de un sistema de actividades que relacionan arte - públicos - contextos, atendiendo a las necesidades sociales, económicas, gustos, aspiraciones y demandas de la población en sus diversos grupos como de los creadores, articulando lo nacional con lo local o territorial y el pasado con el presente (Landaburo, 2003). Un diagnóstico sustentado en la ciencia y seguido por la discusión grupal, los talleres de creación, validación, y la evaluación de los resultados deviene esencial. Estas fases como la promoción y la programación cultural tienen que integrar la ciencia (Pogolotti, 2006), con la capacidad de distinguir variaciones en los escenarios y nuevas exigencias del contexto (Pogolotti, 2006), desplegar el diálogo de saberes (Brizuela & Barrios, 2016), único medio para gestionar la cultura desde abajo y la formación estética como recursos emancipatorios (Carbot, 2017).

La ley del valor interviene de forma invisible sobre los humanos sin que estos se percaten (Guevara, 2005), lo que explica el efecto del mercado y el consumismo sobre los individuos y grupos. Por tanto resulta esencial no identificar el gusto sobre la base de un condicionamiento mediático, del que no necesariamente se tiene conciencia y el imperativo de formar nuevos públicos, y gustos desde la educación estética en los diversos grupos sociales. Debe asumir la dialéctica que supone las relaciones dialógicas entre las instituciones estatales, la sociedad global y la pluralidad existencial de los grupos humanos (Muñiz, 2017), para que el capital social como conjunto de valores y actitudes compartidas aseguren el máximo de confianza entre los actores sociales y se despliegue la inclusión social (Ferreira & De Souza Cabral, 20l6).

Los empeños emancipatorios enfrentan el peso de la herencia cultural profundamente arraigada, añadidos de las imperfecciones sociales, los impactos de la globalización y del mercado, que determinan su multiplicación y anclaje. Particular significado toman los efectos de la guerra cultural sustentada en al seudocultura (Ramonet, 2002), sin desconocer las pretensiones de norteamericanizar gustos y preferencias en conglomerados humanos (Mohan Rao, 2000).

Por tanto el desarrollo de las políticas culturales impone ver los escenarios en su diversidad económica, social y cultural inherentes a ellos (Campos, 2015), base para conformar actitudes, valores, motivaciones apegadas a la identidad donde la cultura y la educación intervengan en la forja de un pensamiento crítico con capacidad de resistir la avalancha de productos seudoculturales como parte del papel hegemónico de las industrias culturales del capital internacional.

Por ello en ausencia de una cultura crítica, el mercado, particularmente, el consumismo, se presenta como campo de libertad, como fuente de identidad personal y como espacio de igualdad ilusoria. En esto radica el mayor reto a la programación cultural, que es en definitiva el mayor desafío que ha impuesto la globalización neoliberal a la intelectualidad progresista, de vanguardia. Esta perspectiva coloca a la casa de cultura en una posición de vanguardia cultural (Kohan, 2006).

En los tiempos actuales no significa ruptura con el pasado sino precisamente todo lo contrario, un volver a la tradición e identidades de los pueblos frente al modelo hegemonizante de la globalización neoliberal (Kohan, 2006). Por tanto recurrir a la descolonización de la mente, promoviendo una forma de pensar y de representar la realidad, ajena a los discursos y prácticas dominantes reclaman el despliegue una programación cultural coherente, profunda y apegada a los intereses más genuinos de los grupos humanos a los que se dirige. Supone asumir los cinco retos teóricos relacionados con el cambio tecnológico, la identificación de escenarios para el desarrollo cultural, favorecer el mercado cultural, teorizar el valor de la cultura y promover una educación para la cultura y una cultura para la educación (Coelho, 2016). Estos procesos no se concretan con efectividad si no se abordan desde la ciencia.

Desarrollo

La investigación se desarrolla en la Ciudad de Cienfuegos, municipio principal y cabecera de la provincia de igual nombre, al centro sur de Cuba, con una población de 173 453 habitantes y una extensión de 355,63 km2, (kilómetros cuadrados), considerando los mayores de 20 años, totalizan132 091 habitantes. La ciudad posee 19 consejos populares, estructura en la que la ciudadanía interviene directamente en la gestión del gobierno local. Las Casas de Cultura, como instituciones municipales laboran como parte del gobierno en el despliegue y concreción de las políticas culturales. Agrupan especialistas y técnicos, que propician una interrelación entre las personas residentes en los consejos populares, con artistas, técnicos, especialistas, facilitando el movimiento de artistas aficionados, ofreciendo una contribución asesora y orientadora para que el ciudadano común pueda participar en cuantas expresiones culturales desee, libre y sin costo, al tiempo que canaliza y estimula otras acciones como las celebraciones, rescate de tradiciones, desarrollo de festividades, y opcionales recreativas sanas, en correspondencia con los gustos, preferencias y necesidades de la población.

Fueron seleccionados aleatoriamente 3 Consejos Populares (CP), uno, el Centro Histórico de la Ciudad de Cienfuegos (CP1), otro al sureste, Junco Sur (CP2) y el tercero al suroeste, Castillo - Ciudad Nuclear (CP3). Algunas especificadas socioculturales de estos consejos se identifican para el estudio. El primero (CP1) coincide con el Centro Histórico de la ciudad declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad (2005), concentra alto nivel de población, alta infraestructura social, cultural, educativa, sanitaria, tienen presencia la sede del gobierno Central de la provincia. La zona tiene bajos niveles de migrantes y sus habitantes tienen opciones diversas en la red de instituciones que tienen presencia en el consejo. Interactúa con el ecosistema Bahía de Cienfuegos, y concentra las más importantes instituciones culturales de la región. El segundo consejo popular (CP2) se concentra al este de la ciudad, es fruto de los movimientos migratorios que llegan por causa de los procesos de industrialización (1970 -1989). En el presente tiene una adecuada red educacional, vial, sanitaria, comunicacional y de acceso a otros múltiples servicios, pero es limitada su infraestructura cultural (Hernández, Fernández, & Baptista, 2006).

El tercer consejo popular (CP3) se conoce como Castillo de Jagua - Ciudad Nuclear. Se ubica al suroeste de la ciudad de Cienfuegos a 25 kilómetros de su centro histórico, mediados por el ecosistema que forma la Bahía de Cienfuegos o Jagua. Aunque integra seis asentamientos humanos, los dos más importantes son los que le dan nombre. El primero ubicado a la entrada de la Bahía de Jagua o Cienfuegos, y el segundo, la ciudad emergente donde se diseñó y emprendió desde 1970 hasta 1989 la construcción de cuatro reactores nucleares, que en el año 1989 fueron paralizado. Se dispone de una red e infraestructura sanitaria, educacional, y cultural básica. Este consejo y sus seis asentamientos humanos, en más del 80% de sus habitantes son resultados del movimiento migratorio desde todas las regiones de Cuba con énfasis desde el oriente del país. Aunque concentró altas tasas de escolarización se vivió allí complejos procesos de frustración social al cierre de aquella obra.

El muestreo tuvo otras dos direcciones esenciales. En primer lugar se entrevistó al 80% de los especialistas que laboran en las dos Casas de Cultura existentes en la Ciudad de Cienfuegos para atender los tres consejos populares estudiados. Se entrevistaron 12 especialistas y funcionarios, 5 hombres (41.7%) y 7 (58.3%) mujeres, con una edad media de 36.2, años (DT= 5,32), tiene 6 años de experiencia en general y se incluyeron las especialidades de música, teatro, danza, dos especialistas en trabajo comunitario y dos funcionarios.

En segundo lugar para la entrevista por cuestionario a personas residentes en las áreas de estudio se asumió el muestreo no probabilístico por cuotas. Aunque se reconoce que es limitado en su alcance, pone especial atención y control a la elección de los sujetos, asemejándose al muestreo estratificado. Tiene tres fases principales: la selección de grupos, la determinación de cuotas y la comprobación. En el primer momento se tomó a la población total del municipio de Cienfuegos (172 754 habitantes), de la que se analizó su estructura en grandes grupos etarios a partir de los 20 años considerando factores como la edad, la escolarización, asociado a lo cual está la mejor capacidad valorativa de la vida cultural, apreciar opciones de tiempo libre y consumo cultural. Por tanto se establecieron los siguientes criterios:

  • Criterio No.1. De los 132 091 habitantes mayores de 20 años de la Ciudad de Cienfuegos para diciembre de 2014, se dividieron en tres grandes grupos etarios: 20 a 29 años (19%), el grupo 30 a 49 (40%), y el tercer grupo los mayores de 50 años,(41%). Tales proporciones se fijaron para las entrevistas en esos grupos de edades en los consejos estudiados.

  • Criterio No.2. En todo el proceso se tuvo en cuenta el criterio de género considerando que las mujeres en el municipio de Cienfuegos representaron en el 2014 el 50,8% del total de los pobladores mientras que los hombres alcanzaron el 49.1%. Como se aprecia las mujeres de la muestra representaron el 50.9% (114) mientras que los hombres el 49.1% (110).

  • Criterio No.3. Finalmente en cada Consejo Popular se consideraron los núcleos poblaciones residentes con mayor concentración y más densamente agrupados. Por tanto para el primero (Centro Histórico de la Ciudad) se consideraron 5476 habitantes, para el segundo (Junco Sur), 9140 habitantes y para el tercero (Castillo de Jagua- Central Nuclear) se consideraron 7587 pobladores residentes. Con estas características se entrevistaron en los consejos referidos un total de 55, 92 y 77 personas respectivamente, las que llegan a totalizar 224.

La tabla 1 que sigue clarifica las magnitudes.

Tabla 1 - Grupos de edades, sexo y consejo de residencia de la muestra. 

En este grupo la edad media fue de 44,9 años DT± 13.0, la educación X=12.5 grados DT± 2,8. El 58,9% tiene 12 grados concluidos y el 27,8% posee grado universitario.

Sobre esta base se desarrolla un estudio explicativo el cual se distingue por la búsqueda de causas, el porqué de los eventos, procesos o sucesos busca determinados niveles de correlación entre variables en estudio, la comparación, para deducir elementos constantes y generales y se apoya de descripciones, clasificaciones, la construcción de tipologías, para aproximarse a la causalidad.

Se utilizó la entrevista semi estructurada en tanto ofrece libertades para desarrollar múltiples campos de interés del investigador, dependiendo esencialmente de su perspicacia para su empleo, ofreciendo además un alto nivel de flexibilidad e independencia. El instrumento buscó si los análisis previos, los diagnósticos, las concepciones teóricas en que se sustentaban, y los procedimientos empleados para el estudio eran profundos.

El cuestionario verificó en la muestra definida, la percepción de la programación, la participación ciudadana, el uso del tiempo libre y la satisfacción de los pobladores. Su elaboración y satisfacción satisfizo la búsqueda eficiente de información y en función del objetivo.

La observación con la sistematicidad, el planeamiento y la concreción de objetivos previos perspectiva coincidente con Cresswell (Cresswell, 2005), aportó hechos relevantes. Se observaron preparativos de Talleres para el Diseño de actividades culturales a nivel de los consejos y proyectos culturales, los niveles reales de participación ciudadana en actividades como las jornadas culturales. El análisis de documentos permitió buscar argumentos y clarificar las temáticas que se investigan propiciando la acumulación de datos y la contrastación de fuentes. Informes anuales y balances de trabajos en las Casas de Cultura de los años 2012 a 2014 fueron objeto de esta técnica.

Un resumen de las variables trabajadas, se presentan seguidamente en la tabla 2.

Tabla 2 - Resumen de las variables trabajadas en la Investigación. 

Rasgos sociodemográficos. Edad __ B. Sexo __ C. Nivel de escolaridad alcanzada __D. Área de residencia_CP1,2,3
Valoración acerca del proceso de programación cultural, procedimientos desarrollados. Consideraciones acerca de los siguientes factores:
Caracterización del diagnóstico sociocultural de la zona del consejo popular.
Actividades y pasos dados para conformar el plan desarrollo cultural del consejo.
Criterios de los especialistas acerca de los gustos y preferencias de los pobladores residentes en la zona del consejo popular.
Correspondencias entre las metas del desarrollo en las zonas y sistemas de asentamientos poblacionales y las metas fijadas a la programación cultural.
Percepción social de pobladores acerca de la programación cultural en el área de residencia permanente y el papel de las instituciones culturales especialmente las casas de cultural
Satisfacción de los pobladores con el programa y las actividades desarrolladas. Niveles de presencia en las actividades
Satisfacción de los pobladores con el programa y las actividades desarrolladas.
Niveles de presencia en las actividades
Alternativas culturales que desarrolla (individual), (con familiares y amigos) o (con Familiares y vecinos).
Encuentros de familiares y amigos (residentes en el exterior, retorno de misiones, cumpleaños, conmemoraciones festivas, etc). Ver TV, C. Oír música, D. Bailar, E. Hacer deporte, F. Otras
Satisfacción con la programación cultural y el desarrollo de actividades. A ella se articula el análisis de la frecuencia de presencia en actividades y la satisfacción, utilizando una variante de la escala de Likert.
Contenidos programáticos que poseen las propuestas culturales en los escenarios de estudio. Presencia en la documentación de contenidos referentes a:
Trayectoria de los escenarios. Elementos esenciales de evolución histórica de los escenarios estudiados, para distinguir la infraestructura cultural, procesos económicos e impactos demográficos en los espacios a estudiar.
Trayectoria de la política cultura nacional y los sustentos teóricos en que toman anclaje las propuestas de la programación de las Casas de Cultura en cada escenario estudiado.
Informes del trabajo cultural pretéritos en los escenarios estudiados considerando los últimos años.

Fuente: Elaboración propia

Se creó una base de datos con los 224 casos y 12 variables, (7 ordinales y 5 nominales) procesada con el Statistical Package for Social Science (SPSS, 15) posibilitando trabajar con análisis de frecuencia, medidas de tendencia central. Segmentadas las variables por las edades y consejo de residencia se buscó la existencia de diferencias entre los participantes en Consejos, referidas a edades, nivel de escolaridad., con los test de Kruskal - Wallis, Mann -Whitney, relacionadas con la satisfacción con la programación, opciones individuales y percepción de la programación. Para buscar relación causal se buscaron niveles de asociación entre esos procesos y los elementos sociodemográficos (V de Cramer), en igual medida se sometieron a análisis de correlación (TauC de Kendall y Spearman).

Resultados

Los informes analizados del trabajo de las Casa de Cultura en los años precedentes, como los programas y proyectos culturales que desarrollan poseen limitados contenidos ambientales, no distinguen cambios sociodemográficos y socioculturales en los grupos humanos estudiadas. Aunque se reconoce la existencia de bajo nivel de satisfacción en relación a lo programado para los consejos populares, falta percepción crítica de los especialistas de estas instituciones para reconocer que lo realizado no se corresponde con las necesidades más importantes de los escenarios descritos. Fue apreciada una limitada interacción entre organizaciones e instituciones sociales: educativas, de salud, productivas y empresariales en las tres áreas estudiadas.

La observación de festividades durante cinco fines de semana en los consejos, y durante las jornadas culturales celebradas en el último año, en cada consejo popular y en las actividades preparatorias como en las presentaciones de los aficionados muestran, que más que recursos, falta integración, coordinación, promoción y empeño. La educación estética se constató deficiente y el consumo cultural es limitado afectando a los más diversos grupos etarios. Los más jóvenes emplean la mayor parte del tiempo libre en opciones que se brindan desde las tecnologías (Computadoras, teléfonos, videos juegos, etc.), ya sean propias, compartidas con amigos o rentadas.

Las entrevistas semi estructuradas a especialistas y funcionarios de las Casa de Cultura mostraron posiciones comunes referidas a la incomprensión de las necesidades culturales y en los gustos y preferencias de pobladores. Consiguientemente los contenidos incluidos en la programación para las actividades de cine, artes escénicas, literarias y musicales mostraron incoherencia, superficialidad y falta de correspondencia con los imperativos socioeconómicos de esos contextos. Tales carencias explican la posición de familias e individuos al asumir las vías informales y las nuevas tecnologías para satisfacer sus necesidades culturales.

Finalmente se constató que la oferta de películas, seriales, documentales, musicales, novelas, y espectáculos diversos de procedencia muy diversa, y distribuido de manera informal desde medios digitales, denominado Paquete Cultural de la Semana, a determinados costos no oficiales, constituye un recurso de gran atracción e impacto en todos los segmentos poblacionales estudiados en los tres consejos populares. Esta ingeniosa alternativa popular expandida a todo el país, tiene la limitante de dar espacio a productos seudo - culturales diversos.

En los tres consejos más del 70% de los entrevistados expresaron más insatisfacción que satisfacción con la programación cultural, tendencia simétrica en los tres consejos verificada con el test de Kruskal- Wallis [X2=0.375 gl. 2 p> 0.05], de igual forma al comparar los grupos etarios 20-29, 30-49 y más de 50 años [X2=2.627 gl. 2 p> 0.05], e igual tendencia se verificó al comparar niveles de insatisfacción con la programación en ambos sexos [Test U de Mann- Whitney =6112.0 p > 0.05].

El estudio de los documentos de programación de etapas anteriores y en las observaciones realizadas, mostraron poco rigor en el análisis, ausencia de enfoques críticos, excesiva pasividad en las actividades que se desarrollan. Limitaciones en la difusión de la programación, en la promoción y el trabajo con los públicos diversos. Resultan contenido más trabajados los infantiles, en comparación con el peso que tiene por ejemplo, poseen los adultos mayores en estos consejos populares. Se mostró insuficiente la integración entre las instituciones de cultural con las educativas, y otras de carácter social, empresarial que se ubican en las inmediaciones de los escenarios estudiados. Se distingue en todo el proceso un rol de las instituciones escolares, llamadas a ser centros culturales en las comunidades.

Entre un 60 y 85% de los entrevistados destacan que actividades culturales importantes carecen de adecuada promoción y divulgación, como la falta de coherencia entre las instituciones para lograr la accesibilidad, argumentando como ejemplos que ante puestas de obras alto nivel del teatro, la danza, ballet, además de la debida divulgación no se garantiza la movilidad de la ciudadanía desde las áreas más distantes de la ciudad, con lo cual los costos se convierten en escollo al disfrute.

Las observaciones confirman que en la programación ha faltado una participación real de la ciudadanía y contribución más efectiva de otros actores asociados a los proyectos culturales, líderes comunitarios y de los aficionados. Las entrevistas a especialistas mostraron la ausencia de un diagnóstico sociocultural de rigor que desconoce la compleja estructura social clasista que tiene presencia en estos consejos populares. Semejantes fallas explican la ausencia de procesos de sistematizaciones de experiencias tanto para fortalecer los resultados positivos como para enmendar limitaciones y fallas.

La residencia en tres CP urbanos no aportó una asociación significativas con la mayor o menor satisfacción con la programación cultural (V de Cramer p<0.05) similar resultado mostró esta asociación con la escolarización. Tampoco estas variables alcanzaron una correlación significativa al correlacionarse (Rho de Spearman y Tau b y Tau C de Kendall.

Los retos de la sociedad global y de la cubana frente a la agenda 2030 para el desarrollo sostenible (UNESC, 2018) requiere profundización de las políticas culturales a instancias locales. Aún perduran rasgos y dogmas de los enunciados (Hart, 1983), (Rodríguez, 2006), especialmente en localidades, municipios, y en consejo populares. En estos se requiere poner en función al capital social (Ferreira & De Souza Cabral, 2016) lograr que la cooperación entre instituciones escolares y culturales (Carbot, 2017) y el sector empresarial. El despliegue de las políticas culturales tiene que promover el dialogo de saberes, la interculturalidad (Brizuela & Barrios, 2016), la naturaleza multicultural de los escenarios (Agüero & Urquiza, 2016), como base para lograr la inclusividad (Ferreira & De Souza Cabral, 2016), y la acción de la sociedad civil como garantía de la defensa y preservación del proyecto emancipatorio.

Solo con la ciencia (Pogoloti, 2006), aplicada en todas las etapas del desarrollo de las políticas culturales (Landaburo, 2003), se podrán desentrañar los intereses más profundos de los grupos e individuos, que bajo los efectos del mercado y las industrias culturales hegemónicas, imponen gustos y preferencias desde la seudocultura a la sociedad (Ramonet, 2002; Guevara, 2005; Kohan, 2006). Esta perspectiva garantiza asumir los retos especialmente asociados a la teoría de la cultura, los cambios tecnológicos y la integración de la sociedad en esos empeños (Coelho, 2016). Ignorar estas realidades contradice metas e ideas programáticas (Castro, 2005) en el plano cultural limitando el consumo y la articulación con la economía y el desarrollo social.

Conclusiones

El lastre teórico de técnicos y especialistas de Casas de Cultura constituye la principal causa que limita su papel en la programación cultural en los consejos populares estudiados, cumpliéndose la hipótesis planeada. Subyace la visión no antropológica de la cultura, lo que implica análisis superficiales de las necesidades, gustos, preferencias, ausencia de crítica, e incapacidad para percibir las complejidades en la estructura social, desconocer la multicultura e interculturalidad, los efectos de las migraciones, contenidos ambientales y la desarticulación de lo programado con las tareas socioeconómicas del presente.

Las limitaciones teóricas halladas imponen escollos para la aplicación de la ciencia de modo coherente en todo el proceso y explica los altos niveles de insatisfacción con la programación cultural, déficits en el consumo cultural en los grupos sociales y la simetría del fenómeno en los tres diferentes escenarios estudiados. La complejidad del tema reclama la urgencia de otros enfoques y perspectivas que profundicen en el tema.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 05 de Junio de 2018; Aprobado: 29 de Julio de 2018

*Autor para correspondencia. E-mail: faguero@ucf.edu.cu

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