Introducción
El aprendizaje colaborativo se sustenta en teorías cognoscitivas y según Piaget hay cuatro factores que inciden e intervienen en la modificación de estructuras cognoscitivas: la maduración, la experiencia, el equilibrio y la transmisión social. Todos ellos se pueden propiciar a través de ambientes colaborativos. En la teoría constructivista (Vigotsky, 1979), el aprendiz requiere la acción de un agente mediador para acceder a la zona de desarrollo próximo, éste será responsable de ir construyendo procesos que proporcione seguridad y permita que los estudiantes se apropien del conocimiento y lo transfieran a su propio entorno.
El aprendizaje colaborativo, es otro de los postulados constructivistas que parte de concebir a la educación como proceso de socio-construcción que permite conocer las diferentes perspectivas para abordar un determinado problema, desarrollar tolerancia en torno a la diversidad y pericia para reelaborar una alternativa conjunta. Los entornos de aprendizaje constructivista se definen como un lugar donde los estudiantes deben trabajar juntos, ayudándose unos a otros, usando una variedad de instrumentos y recursos informativos que permitan la búsqueda de los objetivos de aprendizaje y actividades para la solución de problemas (Wilson, 1995).
En cuanto al conocimiento, el constructivismo plantea que su valor no es absoluto, pues éste es el producto de múltiples interpretaciones que hacen los individuos de su entorno, de acuerdo a las posibilidades de cada uno para interactuar y reflexionar. La función del profesor es apoyar las decisiones de los discentes (Gros, 1997).
En la sociedad de la Información se dan unas exigencias para trabajar de forma colaborativa tratando de beneficiar al grupo compartiendo aportaciones y conocimiento, en contextos académicos y laborales (Scagnoli, 2005).
Las nuevas tecnologías facilitan el trabajo colaborativo, al permitir que los aprendices compartan información, trabajen con documentos conjuntos y faciliten la solución de problemas y toma de decisiones.
Algunas utilidades específicas de las herramientas tecnológicas para el aprendizaje cooperativa son: transferencia de archivos, aplicaciones compartidas en la nube, asignación de tareas virtuales, chat, convocatoria de reuniones, lluvia de ideas, mapas conceptuales, navegación compartida, notas, pizarra compartida, votaciones, etc.
Las estrategias metodológicas permiten identificar principios, criterios y procedimientos que configuran la forma de actuar del docente en relación con la programación, implementación y evaluación del proceso de enseñanza aprendizaje.
Según Nisbet & Shucksmith (1987), estas estrategias son procesos ejecutivos mediante los cuales se eligen, coordinan y aplican las habilidades.
El aprendizaje basado en problemas es una estrategia de enseñanza que involucra a los estudiantes de modo activo en el aprendizaje de conocimientos y habilidades a través del planteamiento de un problema o situación compleja (Barrows, 2002).
El esquema básico de trabajo consiste en la definición del problema o situación por parte del docente, aunque también puede ser definido por el propio estudiante, a partir del cual se les pide que, en grupos de trabajo, aborden las diferentes fases que implica el proceso de resolución del problema o situación, para solucionarlo correctamente, deben buscar, entender e integrar los conceptos básicos de la unidad de aprendizaje.
La resolución del problema no es el objetivo prioritario del ABP, aunque este puede incluirse entre los objetivos que persigue esta estrategia de aprendizaje. Lo más importante a destacar son dos aspectos: La movilización, por parte de los estudiantes de recursos procedentes de diversas fuentes y el hecho de que, mediante el ABP, aprenden a aprender a partir de los retos mismos planteados por el problema con la guía o el apoyo del tutor que actúa como facilitador (Rue, Font & Cebrian, 2011).
ABP autores, como Exley & Denniss (2007), realizan la clasificación de las fases. Ellos señalan que son siete fases las que lo conforman. (Figura 1 y Figura 2)
Bruffee (1987), concluye en una serie de investigaciones en educación, que los estudiantes aprenden menos en contextos en que se fomenta una competencia o individualidad, y aprenden mejor en contextos o situaciones de colaboración. El aprendizaje colaborativo implica superar modelos tradicionales centrados en el profesor, aportando un protagonismo activo a los estudiantes, el profesor pasa a facilitador.
La técnica puzzle de Aronson (TPA)
Es una técnica de aprendizaje colaborativo que ha sido aplicada en multitud de campos: desde el trabajo en clase en una Secundaria, hasta en discentes de carreras técnicas en las Universidades (Traver & García, 2004). El uso de esta técnica tiene por objetivos:
Mejorar el aprendizaje colaborativo.
Rentabilizar el uso de las tutorías individuales y grupales.
Fomentar una actitud positiva entre los miembros del grupo.
Aumentar el rendimiento académico.
Favorecer el aprendizaje significativo y autodirigido.
Fomentar el estudio continuado de una materia, de forma que el alumnado no memoriza, sino que madura el conocimiento.
Desarrollar la solidaridad y el compromiso cívico entre el alumnado.
Desarrollar habilidades sociales para relacionarse con el grupo y exponer de forma asertiva el propio punto de vista.
Fomentar la autonomía en el aprendizaje.
Atender la diversidad de intereses, valores, motivaciones y capacidades del alumnado.
Materiales y métodos
Algoritmo
Para la aplicación de la TPA, se propone una práctica educativa con los siguientes pasos: (Martínez & Gómez, 2010).
Paso 1: explicación de la TPA al grupo en general
Se expone a los estudiantes en qué consiste la técnica y se les motiva en la puesta en marcha. Es relevante que el docente conozca a los estudiantes para conformar los grupos posteriormente (Martínez, 2009). También se le puede instruir en habilidades sociales y directrices lógicas básicas para interaccionar en grupo y en técnicas de trabajo intelectual para preparar la información posterior (García, 2006).
Paso 2: configuración del grupo base o grupo nodriza.
La TPA consiste básicamente en conformar grupos compuesto por cuatro o cinco discentes. El área objeto de aprendizaje se subdivide en tantas categorías como personas componen el grupo. Uno de los aspectos más importantes es dar tiempo para que el grupo se conozca, dialogue e incluso cree unas normas de funcionamiento, tal como se ha descrito. Si cabe la posibilidad de que dichas normas no queden claras, se pueden escribir para que sirva a todos los miembros de guía. El grupo formado se denomina “grupo nodriza”. Una vez construido dicho grupo, cada discente del mismo selecciona un problema en particular de un gran tema general. Es recomendable que no recaiga la misma temática en el mismo sujeto en reiteradas ocasiones. Por tanto, una de las reglas es que no se puede elegir un tema en el cual se hubiera ejercido el rol de tutor o experto con anterioridad.
Paso 3: diseño y puesta en marcha del grupo de expertos
Una vez que a cada discente se le plantea un problema distinto, se reúnen todos los discentes de los diferentes grupos que mantengan en común el mismo problema. Este nuevo grupo recibe el nombre de “grupo de expertos”. En este nuevo grupo, los miembros mantienen entre sí una relación temática. Cada uno de ellos debe formarse y exponer el mismo tema, para que cuando regresen de nuevo a su grupo base o grupo nodriza, manejen el tema con soltura y puedan explicar cada cual su capítulo con destreza al resto de miembros del grupo original. Se aclaran los puntos que desarrollarán y estudiarán en el grupo de expertos para, una vez vuelvan a su grupo original, poder explicarles la información a sus compañeros.
Paso 4: reencuentro en el grupo nodriza
Paso 5: evaluación de la técnica TPA en conjunto con ABP
El experimento de se realizó con Estudiantes del Quinto Semestre de la Carrera Ingeniería en Telemática, Facultad de ciencias de la Ingeniería de la UTEQ, en la asignatura seguridades en la unidad de competencia cifrado clásico.
Se formaron 4 grupos nodriza de 5 estudiantes y se les asignó un problema de cifrado clásico a los integrantes de los grupos; los cifrados clásicos utilizados fueron: César, Polybios, Vernam, Vigienere y Xor.
Se formaron los grupos nodrizas por afinidad entre los discentes; una vez que ya cada miembro de grupo tenía su problema de cifrado lo trabajaron 30 minutos en el cual se investigó las estrategias de implementar el cifrado asignado; después de esto se conformaron los grupos expertos y trabajaron por 30 minutos conociendo las experiencias adquiridas en la resolución de cada problema de cifrado; una vez que cada experto obtuvo más conocimiento volvió a su grupo original o grupo nodriza para compartir las experiencias en la resolución de problemas de cifrado.
Para la evaluación se utilizó la rúbrica de trabajo colaborativo donde se toman aspectos básicos como dimensiones, escala y descriptores para evaluar la técnica TPA combinada con el ABP. (Tabla 1)
Cumplió Bien | Cumplió | No Cumplió | |
Investigar algoritmo | Buen proceso de preparación para implementar algoritmo | Buen proceso de preparación, aunque se detectó errores | No conoce el proceso para implementar algoritmo |
Desarrollo Algoritmo de cifrado | Algoritmo de cifrado ejecutándose en un lenguaje de programación de forma inequívoca | Algoritmo de cifrado ejecutándose en un lenguaje de programación con errores | Algoritmo de cifrado no ejecutándose en un lenguaje de programación. |
Manejo de Discusión | Organizada y participativa, con gran aporte de los integrantes del grupo. | Organizada, puede contestar las diferentes interrogantes. | No resalta los puntos más importantes no llega a conclusiones. |
Resultados y discusión
El experimento empezó con la formación de grupos el cual contó de manera inicial con 20 estudiantes de los cuales 4 dieron de baja a la matrícula en la unidad de aprendizaje seguridades por diferentes motivos (cruce de horarios) dejando 16 estudiantes que fueron distribuidos en 4 grupos de 4 estudiantes cada grupo.
El experimento desarrollado en la asignatura seguridades del quinto módulo de la carrera ingeniería en telemática en el primer ciclo del período 2017-2018 permitió medir en forma cualitativa el desarrollo del trabajo colaborativo de forma individual y grupal considerando las dimensiones y escalas establecidas en la rúbrica del experimento.
La tabla 2 indica los resultados de la tabulación del experimento realizado, demostrando que el 75% de los estudiantes adquirieron destrezas relacionadas con la investigación documental para resolver casos de estudio y con el mismo valor porcentual los discentes demuestran competencias para el desarrollo de nuevas técnicas en la resolución de problemas de ingeniería.
Los estudiantes implicados en el experimento desarrollaron destrezas en la dimensión manejo de la discusión de forma organizada y participativa cumpliendo a cabalidad con uno de los objetivos de la unidad de aprendizaje y desarrollado en el trabajo colaborativo, en la dimensión participación se logró obtener que todos los estudiantes involucrado en la actividad planificada participen de forma interactiva con un vocabulario técnico apropiado y con ideas coherentes que aportaron a la solución del problema planteado.
Conclusiones
El desarrollo de las actividades de formación académica asistido por el docente puede lograr notables beneficios utilizando estrategias de aprendizaje colaborativo como la técnica de aprendizaje basado en problemas y que podrían ser potencializado con la combinación de otras técnicas de aprendizaje colaborativo.
La Universidad Técnica Estatal de Quevedo tiene implementado un modelo pedagógico por competencias el cual se puede combinar con estrategias ABP y de aprendizaje colaborativo para propiciar un desarrollo y un aprendizaje por competencias que demanda la exigente sociedad actual mejorando los procesos de aprendizaje en la creación de conocimientos, destrezas, habilidades y actitudes mediante el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y comprensivo.
El experimento permitió evidenciar el aumento del rendimiento académico evidenciado en el desarrollo de las habilidades e integración dentro del grupo gracias las TPA y a la estrategia ABP, que resultados aceptables en grupos de distinto nivel y estilo de aprendizaje.