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Revista Universidad y Sociedad

versión On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.12 no.3 Cienfuegos mayo.-jun. 2020  Epub 02-Jun-2020

 

Artículo Original

Impacto social de la profesionalización de la orientación educativa

Social impact of the professionalization of educational guidance

Norma González Ruda1  * 
http://orcid.org/0000-0001-7569-0040

Ibette Alfonso Pérez1 
http://orcid.org/0000-0001-9099-0420

Milagros de la Caridad Rodríguez Blanco2 
http://orcid.org/0000-0002-4122-3839

1 Universidad Tecnológica de La Habana “José Antonio Echeverría”. Cuba

2 Universidad Agraria de La Habana. Cuba

RESUMEN

El trabajo presentado aborda la necesidad de valorar el impacto social de la profesionalización de la orientación educativa en la formación de estudiantes universitarios. Todo su fundamento se reflexiona sobre el enfoque CTS. Se sistematizan resultados teóricos relacionados con la profesionalización de la orientación educativa que permitieron el diseño de una estrategia cuyo objetivo fue profesionalizar la orientación educativa en el proceso de formación, de manera que permita la integración de las acciones de orientación para la solución de problemas y conflictos con las acciones de orientación para la solución de las tareas de aprendizaje. Su aplicación permitió evaluar la importancia que tiene la profesionalización de la orientación educativa en la formación de estudiantes universitarios y el impacto tanto en la universidad como en la sociedad. El empleo de recursos y procedimientos por los profesores que ayudan al estudiante a enfrentar de manera reflexiva y determinada las exigencias durante su formación y su desempeño profesional corroboró la elevación de la preparación de los docentes, los que se apropiaron de conocimientos y habilidades para integrar la orientación educativa al proceso de formación mediante su profesionalización.

Palabras clave: Impacto social; profesionalización; orientación educativa; universidad

ABSTRACT

The presented work addresses the need to assess the social impact of the professionalization of educational guidance in the training of university students. All its foundation is reflected on the CTS approach. Theoretical results are systematized related to the professionalization of the educational orientation that allowed the design of a strategy whose objective was to professionalize the educational orientation in the training process, so as to allow the integration of the orientation actions for the solution of problems and conflicts with the actions of orientation for the solution of the learning tasks. Its application made it possible to evaluate the importance of the professionalization of educational guidance in the training of university students and the impact on both the university and society. The use of resources and procedures by teachers who help the student to face in a reflexive and determined way the demands during their training and their professional performance corroborated the elevation of the preparation of the teachers, who appropriated knowledge and skills to integrate the educational guidance to the training process through their professionalization.

Keywords: Social impact; professionalization; educational orientation; college

Introducción

La problemática actual de la orientación educativa en la universidad, ocupa un lugar importante por considerarse un eje transversal en el proceso de formación profesional. El profesor universitario es la figura principal en este accionar, tanto desde el currículum declarado, como desde el currículum oculto.

La educación, cada vez más, fortalece su responsabilidad social en cuanto a la función de establecer las pautas necesarias para la formación y desarrollo de personalidades acordes con las necesidades actuales.

Así pues, se establecen exigencias en los documentos normativos de la Educación Superior, devenidos de las políticas sociales. Se establece la necesidad de educar al hombre a la vez que se instruye. Se ha declarado que la universidad cubana es una universidad humanista, donde tiene al hombre como centro de todo el quehacer académico (Alarcón, 2016). Asimismo, Horruitiner (2006), se pronuncia por la formación integral del futuro graduado.

Estas exigencias pueden tener una salida a través de la orientación educativa ya que este proceso permite la preparación del estudiante para la toma de decisiones y un tránsito exitoso por la carrera y la vida profesional.

Han sido varios los estudios en el tema de la orientación educativa que dejan ver su relación con el proceso de formación profesional. Se han abierto nuevos caminos a la reconceptualización de los fundamentos y la práctica de la orientación educativa en la Educación Superior cubana.

Entre estos estudios se encuentran autores como del Pino (1998); Recarey (2004); Collazo (2006); Carpio (2007); Alfonso (2013); Bermúdez, Arzuaga & Pérez (2013); entre otros.

A pesar de este bagaje científico y cultural todavía no se aprecia su puesta en práctica por los educadores en las instituciones de Educación Superior. Una de las causas es el poco conocimiento que tiene los profesores acerca de este tema.

Al respecto plantean Del Pino & García (2013), que uno de los problemas concretos en la práctica social es la preparación de los profesores. Si a esto se adiciona que la tradición de la escuela cubana ofrece un modelo de dirección autoritaria en el proceso de enseñanza aprendizaje; entonces preparar a los profesores en la labor de orientación educativa, es una de las acciones que contribuiría a elevar su calidad profesional, lo que tendrá impacto en la formación del profesional y no cabe dudas que el impacto social no se hará esperar.

Se hace evidente la necesidad de interrelacionar la Ciencia y la Tecnología para orientar efectivamente el desarrollo social.

Las bases teóricas y prácticas relacionadas con la orientación educativa deben permitir el desarrollo de recursos en los profesores, de manera que se profesionalice la orientación educativa en la Educación Superior y se cumpla con el encargo social de la universidad.

El enfoque CTS plantea entre sus proposiciones centrales: la necesidad de un determinado engranaje cultura-sociedad. Al respecto refiere Fariñas (2004), que este engranaje debe propiciar el aprovechamiento de la obra científico-técnica a los fines del desarrollo humano en escalas superiores a la actual, en cuanto a proporción poblacional y calidad de vida de esta.

Para lograr ese engranaje es necesario el desarrollo de los recursos humanos encargados de promover la ciencia y la técnica al servicio de la humanidad.

Desde esta perspectiva se verá la relación orientación educativa, profesionalización e impacto social; lo que se refiere a la integración necesaria de estas para un mejor desenvolvimiento del proceso de formación del profesional.

Se plantea entonces como objetivo del presente trabajo: valorar el impacto social de la profesionalización de la orientación educativa en la formación de estudiantes universitarios.

Desarrollo

Han sido varios los investigadores que han abordado el tema de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad. En este marco se estudia la connotación social de lo científico y tecnológico. Realizar un análisis desde esta perspectiva, requiere entender, desde el punto de vista teórico, cada una de estas categorías.

Se plantea que la ciencia en su devenir histórico ha ido cambiando, desde una ciencia basada en la contemplación, para después orientarse al descubrimiento y más tarde, considerar su rasgo contemporáneo, que es la investigación.

Díaz & Isaac (2011), plantean que la ciencia ha sido definida como sistema de conocimientos, método, actividad, institución, ideología y fuerza productiva.

Por su parte, Núñez (2007) concibe que “la ciencia es una actividad social dedicada a la producción, difusión y aplicación de conocimientos; actividad institucionalizada generadora de su propia cultura…Todos estos rasgos… transparentan la naturaleza social de la ciencia”. (Núñez, 2007, p. 60)

Al referirse a la ciencia Núñez (2007), explica que la ciencia modifica nuestra visión del mundo real y enriquece la imaginación y la cultura, ofrece la posibilidad de atender a sus impactos prácticos y productivos, caracterizándola como fuerza productiva que propicia la transformación del mundo.

Se aprecia en el análisis de lo planteado la discusión que existe acerca de la ciencia y lo abarcador de su realidad social. Los presupuestos de Núñez (2007), definen la ciencia como actividad humana que a través de la búsqueda del conocimiento propician la transformación de la sociedad y del mundo. Esta es la razón por la cual se asumen para el presente trabajo los postulados de este autor.

En este proceso de búsqueda y transformación social están implicados los profesionales de la educación, cuyo objetivo es la formación del profesional. El profesorado debe apropiarse de los conocimientos científicos a través de un proceso de profesionalización, de manera que su influencia educativa se transforme en impacto social en los modos de actuación de los profesionales en su desempeño.

Los futuros profesionales deben estar a tono con los retos que impone el mundo contemporáneo, para poder garantizar una vida plena, armónica, que brinde la posibilidad de intercambiar en diferentes ámbitos sociales. Es necesario tener en cuenta las necesidades sociales para proyectar la ciencia en función de su satisfacción.

Junto al concepto de ciencia se analiza el de tecnología. El por qué, es decir, la capacidad de ofrecer explicaciones, es propia de la ciencia. La tecnología está más unida al de técnica, o sea, cómo hacer. Se hace necesario tener en cuenta sus tres dimensiones la técnica, la organizativa y la dimensión ideológica- cultural.

Entre el concepto de ciencia y el de tecnología existe una unidad dialéctica, a ellas se une el imprescindible esfuerzo de ponerlas al servicio de la sociedad, por consiguiente, no queda ajeno a ello, ningún educador, quien tiene como misión transformar desde sus áreas de actuación su entorno social, a partir de asumir lo más noble de la ciencia y la tecnología para su accionar pedagógico, cumpliendo así el encargo social de la universidad.

Núñez (2004), al resumir la relación CTS, se refiere a que los enfoques sociales deben cobrar importancia para los profesionales de las ciencias técnicas, tanto como las disciplinas más necesarias. La educación debe considerar la idea de que “la ciencia y la tecnología son procesos sociales y no aparatos al alcance de todos”. (Núñez, 2004, p.62)

Por último, es necesario abordar el concepto de sociedad, entendida como un continuo pluridimensional donde cada fenómeno cobra sentido exclusivamente si se relaciona con el todo. En ella el conocimiento aparece como una dimensión de la actividad social desarrollada por los hombres que sostienen relaciones objetivamente condicionadas. Sólo dentro del entramado que constituyen esas relaciones es posible comprender y explicar el movimiento histórico de la ciencia (Alfonso, 2011).

En Cuba se sigue apostando al desarrollo científico y tecnológico como vía de desarrollo social y por el interés de satisfacer las necesidades humanas básicas como en salud, alimentación y otros en pos de articular de modo beneficioso la economía cubana con la internacional y se apoya en la universidad para la materialización de tales fines o propósitos.

La universidad es una institución social que tiene como misión transformar la sociedad. En tal sentido la profesionalización de la orientación educativa en el proceso de formación constituye una prioridad en la Educación Superior.

Los contenidos de la cultura son cada vez más complejos y diversos, por lo que las concepciones acerca de la orientación educativa deben reflexionarse como sustento teórico para la educación y el crecimiento personal del hombre del siglo XXI.

Cuando se habla de ser humano y crecimiento personal, la educación ocupa un lugar preponderante. Al referirse a esta relación Fariñas (2004), refiere que tratándose de dinámicas de transformación social es muy difícil no hablar de educación.

La orientación como relación de ayuda a una o varias personas se ha dado desde el mismo surgimiento del hombre. Las necesidades humanas de sentirse pleno, de planificar el futuro, de guiar la educación hacia un fin, entre otras; están asociadas a la orientación, por la misma esencia social del ser humano. Al respecto se plantea que “puede atribuirse a la orientación su carácter de necesidad individual y social”. (Inocêncio, 2017, p. 2)

Con este punto de vista se han proyectado desde la antigüedad hasta la actualidad, los filósofos, pedagogos, psicólogos y de manera general los estudiosos que han abordado las cuestiones inherentes a la orientación educativa.

Muestra de ello son los estudios entre cuyos representantes pueden mencionarse a Carpio (2007); Pérez (2007); Alfonso (2013); Bermúdez, et al. (2013); entre otros.

Teniendo en cuenta la necesidad de conocer la historia del fenómeno para poder comprender su presente se aborda una panorámica de los orígenes y el desarrollo histórico de la orientación educativa, desde una perspectiva cronológica.

Existe en la literatura especializada un consenso en señalar que el surgimiento de la orientación, como un área importante de estudio en las ciencias se sitúa a principios del siglo XX. Se marcan tres hechos importantes en los inicios de la orientación según Bisquerra (1996).

-Surge a principios del siglo XX en los Estados Unidos con Parsons, padre de la Orientación vocacional.

-Introducción del primer programa de orientación en la escuela por Davis.

-La utilización por primera vez del adjetivo educativo referido a la orientación por Truman L. Kelly.

A partir de este comienzo se ubican cuatro factores en la aparición y evolución de la orientación educativa según Vélaz de Medrano (1998). Ellos son:

  1. El movimiento reivindicativo de reformas sociales tras la revolución industrial.

  2. El movimiento psicométrico y el modelo de Orientación basado en la teoría de rasgos y factores.

  3. El movimiento americano por la salud mental y el Counseling.

  4. Las organizaciones profesionales de orientación.

Desde este punto de vista se aprecia en la literatura científica el desarrollo de diversas teorías y propuestas. Según los criterios y aportes en este campo se plantea que la orientación educativa tiene como objeto social: “la ayuda profesional a los sujetos en contextos educativos diversos y cambiantes; la facilitación del crecer personal y profesional de esas subjetividades”. (Del Pino & García, 2013, p. 3)

El devenir histórico de la orientación educativa ha dado respuesta a través del tiempo, a las exigencias para la guía de los individuos en las diferentes épocas y puede dar una respuesta más eficiente al diseño y realización de la educación, si se considera como principio la profesionalización para la labor de formación.

En el presente trabajo se considera que la orientación educativa como eje transversal en el proceso de formación consiste en una relación de ayuda, donde no necesariamente el alumno tiene que pedir ayuda. En la dinámica del proceso, dígase en el aula u otro espacio educativo, el profesor puede identificar, a través del diagnóstico, las necesidades de orientación del estudiante para que se dé la relación de ayuda de manera dinámica.

Indudablemente uno de los aspectos de actualidad del tema que se trata está dado por el reclamo de la sociedad de una educación que potencie un sujeto integral y por tanto la educación que se brinde debe tener a su vez esa visión de integralidad, lo que debe ser logrado a través del proceso de enseñanza aprendizaje y donde juega un papel fundamental la orientación educativa.

Una compresión teórica y metodológica sobre este particular y su puesta en práctica en la enseñanza superior, permitirán concebir la formación del profesional de manera que beneficie el devenir de un individuo que se sienta realizado con la actividad que hizo como estudiante y en la cual formó las habilidades necesarias para continuar en su vida laboral.

En este sentido, la preparación de los profesores constituye una de las vías para elevar la calidad del proceso de orientación educativa que coadyuvará a la formación de un profesional integral. La preparación pedagógica es adquirida por los profesores a través de la autopreparación, la superación y el trabajo metodológico que se realiza en las universidades, por tanto “el profesor universitario debe prepararse para efectuar acciones de orientación educativa con sus estudiantes en su labor docente”.Alfonso, 2013, p. 38).

Como una característica de la orientación educativa y profesional señala Del Pino & García (2014), que esta requiere de una preparación profesional específica de docentes y directivos de la educación, pero tiene su base fundamental en la preparación pedagógica y psicológica general del educador.

Existe entonces la necesidad de concebir la orientación educativa como un proceso que potencia la formación profesional dirigida y organizada por los profesores y directivos de las universidades y para esto es necesaria la preparación de este personal.

Es aquí donde entra a jugar su papel la profesionalización como proceso que permite elevar la calidad de los docentes en la formación de profesionales en las universidades. Esto propiciará en los estudiantes el aprendizaje social y la participación ciudadana en las decisiones científico técnicas una vez graduados.

Cada vez más constituye una preocupación la preparación del profesor universitario para asumir los restos que le impone la educación en el siglo XXI. La profesionalización del docente universitario es una problemática estudiada en la actualidad por los especialistas en educación, atendiendo a las exigencias sociales en el ámbito nacional e internacional que tiene la formación de profesionales en las universidades.

Es necesario concebir la profesionalización en tres dimensiones importantes, la primera la sistematización de las concepciones teórico metodológicas relacionadas con la orientación educativa (qué aprender); la segunda, el desarrollo de recursos personológicos en esta esfera (cómo hacer) y la tercera, la labor profesional en la orientación educativa (cómo integrar a la labor docente los aprendizajes y las prácticas de orientación educativa).Todo esto visto desde el establecimiento de una relación dinámica para la dirección del proceso de formación en la Educación Superior.

En su informe para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura Delors (1996), hace referencia a que el éxito o el fracaso de las reformas lleva consigo una serie de acciones en los campos político, económico y social, de hecho, las nuevas transformaciones en la educación superior deben prestar una especial atención a la situación cultural de los educadores.

Como propuesta para la preparación de los profesores se considera una estrategia para la profesionalización de la orientación educativa. El objetivo es: Profesionalizar la orientación educativa en el proceso de formación, de manera que permita la integración de las acciones de orientación para la solución de problemas y conflictos con las acciones de orientación para la solución de las tareas de aprendizaje.

Dentro de las acciones, una de las que cobra mayor importancia es el diagnóstico. Este permite valorar las necesidades de los profesores en cuanto a la profesionalización de la orientación educativa en el proceso de enseñanza aprendizaje, así como también determinar las necesidades de orientación educativa de los estudiantes.

Las formas de implementación son distribuidas en cinco líneas estratégicas: superación de los profesores, trabajo metodológico en los departamentos, autopreparación, iinvestigación y práctica pedagógica.

Se realizan acciones de superación, investigación, publicación de artículos científicos como resultado de investigaciones y lo que es más importante se llevar todo este bagaje a la práctica pedagógica, donde se da el proceso de profesionalización de la orientación educativa.

La estrategia cuenta con métodos y procedimientos que posibilitan el empleo de recursos que ayudan al profesor a enfrentar de manera autodeterminada las exigencias durante el proceso de formación.

Las formas de evaluación están dirigidas a constatar el progreso y desarrollo de los recursos cognitivos, instrumentales y motivacionales adquiridos por los profesores que le permitieron realizar la orientación educativa de una manera profesionalizada.

La puesta en práctica de la estrategia para la profesionalización de la orientación educativa trae consigo la integración de la orientación para solucionar conflictos con la solución de las tareas de aprendizaje. De esta manera se consigue la reducción del estrés y el logro de la comunicación positiva entre educadores y estudiantes.

El impacto social de la profesionalización de la orientación educativa en el proceso de formación de estudiantes universitarios se aprecia desde la misma universidad y a la vez en la sociedad.

La elevación de la preparación de los docentes impacta en la calidad de los procesos universitarios. Los educadores se apropian de los conocimientos y habilidades para integrar la orientación educativa al proceso de formación mediante su profesionalización.

El empleo de recursos y procedimientos que ayudan al estudiante a enfrentar de manera reflexiva y determinada las exigencias durante su formación, así como el fortaleceimiento de su rol en la sociedad; coadyuva a consolidar su formación y contribuye a su crecimiento personal.

En este sentido se aprecian transformaciones en el perfeccionamiento del proceso de enseñanza aprendizaje y la contribución a la formación integral del futuro profesional al egresar con más calidad en su preparación. Asegura además la permanencia del estudiante en sus estudios, lo que eleva los indicadores de promoción y retención, teniendo así un impacto económico para la sociedad.

Esta transformación de las relaciones entre profesores y estudiantes asegura un clima académico e investigativo de calidad, lo que traerá consigo que los egresados estén mejor preparados para impactar en la productividad de los centros donde vayan a desempeñarse.

Se constata así el doble impacto social de la profesionalización de la orientación educativa: en la preparación del profesor para dirigir la educación y en los resultados de la formación del profesional, que contribuirá así, a la transformación social. Este doble impacto se aprecia en la Figura 1 que se muestra a continuación.

Fig. 1 - Doble impacto social. 

Los avances de la ciencia y la tecnología no pueden ser considerados como desarrollo tecnológico solamente, es necesario considerar su impacto en las relaciones sociales de los individuos y para la sociedad misma. Es alarmante percibir las consecuencias nefastas que ha traído la puesta en práctica de algunos resultados científicos y tecnológicos para la humanidad.

Al respecto se plantea “la tecnología no existe por si sola sin un estrecho nexo con el hombre; es un producto creado por el hombre y del hombre; es un valor”. (Díaz & Isaac, 2011, p. 93)

La ética profesional en la labor del docente como orientador, se traduce en cómo movilizar su comportamiento con sentido crítico ante cada momento o conflicto, según la naturaleza de su función social que es educar.

La esencia humanista de la labor del docente se expresa en los valores y cualidades morales que posee, en el dominio de la ciencia que enseña, de los métodos y las habilidades profesionales que posee (Chacón, 1999).

Las exigencias morales que se originan por las características del trabajo pedagógico no pueden verse únicamente desde el propio educador, es necesario considerar sus relaciones con los estudiantes, con el colectivo pedagógico, con los padres, con la administración; cuya condición determinante está constituida por las cualidades personales y profesionales del educador.

Para lograr el impacto de la profesionalización de la orientación educativa el profesor debe ser portador de valores morales tales como: el deber pedagógico profesional, la justeza pedagógica, el honor y la dignidad profesionales, la conciencia pedagógica y no menos importante la autoridad pedagógica.

La actitud ante la formación de los profesionales desde una perspectiva humanista requiere que se sienta un gran amor por la labor que se realiza y se posea un alto nivel de conciencia y exigencia en todas las direcciones para con el propio docente y para con los demás, siempre en estrecho vínculo con los principios éticos y un alto sentido de responsabilidad en su cumplimiento.

Conclusiones

Las acciones de orientación educativa en el proceso de enseñanza aprendizaje, permiten establecer una relación dinámica entre la superación, la ayuda al estudiante y la labor profesional como educador, con vistas a profesionalizar su quehacer pedagógico; de manera que pueda incidir de forma directa y priorizada en el proceso de formación de los futuros profesionales, como sujetos activos de los cambios que demanda la sociedad.

Resulta imprescindible en las universidades el conocimiento de las necesidades sociales para dirigir la ciencia y la tecnología hacia la satisfacción de las mismas, en aras de asumir los desafíos a que se enfrentan los profesionales en la propia sociedad.

La estrategia propuesta constituye una respuesta a la superación de los profesores en lo referente a la profesionalización de la orientación educativa y permite elevar la calidad de los docentes, los que se apropian de los conocimientos y habilidades para integrar la orientación educativa al proceso de enseñanza aprendizaje.

Los cambios operados a nivel mundial en materia de ciencia y tecnología exigen de un alto nivel de profesionalización de los docentes con la finalidad de que puedan contribuir al desarrollo de los modos de actuación de los futuros profesionales que se desempeñarán en el modelo social cubano.

Constituye una exigencia fortalecer la formación ética de los profesionales en cuanto a la profesionalización de la orientación educativa, de manera que los resultados científicos en esta área del conocimiento se pongan en función del desarrollo pleno del hombre, así como el uso de la tecnología de forma eficiente y consciente.

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Recibido: 08 de Febrero de 2020; Aprobado: 28 de Marzo de 2020

*Autor para correspondencia. E-mail: nruda@crea.cujae.edu.cu

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

Los autores han participado en la redacción del trabajo y análisis de los documentos.

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