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Introducción
El docente tiene el compromiso de orientar el desarrollo de los jóvenes mediante el cultivo de competencias genéricas, específicas y profesionales e ir acompañando a los estudiantes en su formación, de esa manera él mismo también se forma y desarrolla en competencias. Los docentes que han recibido capacitación sobre el enfoque de competencias deben aplicar lo aprendido en el fomento del aprendizaje de sus estudiantes, quienes estarían recibiendo un servicio educativo de calidad y desarrollando competencias para una vida plena e integral.
La capacitación es un factor que favorece la formación de competencias pedagógicas en docentes de la carrera de administración de empresa. La formación, según Imbernón (2010), es un elemento importante del desarrollo profesional y armónico de las facultades del ser humano, incluidas todas sus formas de inteligencia, por lo que es necesario apoyarse en las competencias para integrar los saberes cognitivos, actitudinales y procedimentales para lograr transferirlos a los contextos en los que se desarrolla el estudiante. Las competencias directivas son el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes observables que debe poseer un directivo en las Instituciones de Educación Superior IES (Instituciones de Educación Superior), las cuales le permitirán alcanzar el éxito en el desempeño de sus funciones en el contexto global.
Los sistemas de aprendizaje a lo largo de toda la vida que producen un gran volumen de empleados altamente calificados promoverán economías con altas calificaciones y alta productividad laboral. Todos los países que quieran tener una economía eficiente deben invertir en el conocimiento, las habilidades y las competencias de sus miembros. Lo importante es que el cultivo del conocimiento y la competencia de la cultura nacional se basa en el cultivo del conocimiento y la competencia de los profesores, principalmente los profesores de las universidades. La mano de obra calificada y con experiencia, así como el personal científico, se consideran portadores de conocimientos. El conocimiento que posee el capital humano puede ser un factor decisivo en la creación, difusión e implementación de nuevas ideas (Mempel-Sniezyk & Derlukiewicz, 2013).
En tal sentido, “las universidades tienen un papel crucial que desempeñar en la optimización de la gestión de la sociedad, en la consecución del objetivo de asegurar mejoras importantes en la vida de las personas” (Vázquez, et al., 2014, p. 118). La mayoría de los futuros docentes y directivos que egresarás de las universidades tienen poca o ninguna experiencia y se apoyan básicamente en los conocimientos adquiridos en la propia universidad.
De lo anterior se desprende que todo el desempeño de un docente y directivo universitario se deriva de la aplicación de muchas habilidades y competencias. La calidad/nivel de estas competencias se evalúa directa o indirectamente en la hoja de evaluación (evaluación del desempeño de los profesores universitarios) mediante varios criterios de evaluación parcial. Posteriormente completan conjuntamente la imagen/calidad deseable del profesor de la carrera de administración de empresa.
Sobre la base de las ideas anteriores, el artículo pretende prestar atención al contenido y al nivel de competencia de los profesores universitarios. Además, señalamos los problemas menores asociados con la motivación de los maestros para una educación de calidad de los estudiantes (competencia docente), la motivación de los maestros para desarrollar sus propios conocimientos y habilidades (competencia profesional), y condiciones de nivel en el área de la comunicación (competencia comunicativa).
Respecto a la función de las universidades y hacer que estas sean más modernas, de calidad, flexibles, competentes y atractivas, se discute y presentan en trabajos científicos (libros, artículos, conferencias invitadas, etc.) un gran número de autores. Por ejemplo, Algood (2001), destaca en las innovaciones en la enseñanza; Paul (2003), trata sobre profesores en desarrollo; Figurska (2010), aborda el conocimiento y la gestión del conocimiento; Vázquez y col. (2014) tratan sobre una responsabilidad de las universidades; Doolittle & Camp (1999), abordan el constructivismo en la acción de las universidades y los profesores; Scarella & Oxford (1992), se ocupan de las competencias de los profesores; Slavik, et al. (2012), abordan la calidad de la Universidad a través de diversos procesos y también de las competencias docentes; etc. La investigación de las competencias del profesorado en condiciones de la universidad es muy interesante y ofrece un amplio abanico de posibilidades para el esfuerzo científico.
La competencia (en términos de competencia profesional) es un resumen de las habilidades/talentos profesionales y personales clave y los patrones de comportamiento que un individuo debe tener y demostrar para lograr con éxito las metas profesionales definidas y realizar las tareas, deberes y responsabilidades. “La competencia es la capacidad de hacer algo con éxito o de manera eficiente”. (Soanes & Stevenson, 2003, p. 353)
En otras palabras, la competencia es un conjunto de conocimientos, habilidades, experiencia y cualidades que respaldan el logro de la meta. Las competencias no son solo habilidades simples. Estas son las formas observables en las que logramos un desempeño efectivo. “Las competencias, sin ningún compromiso, revelan diferencias entre individuos promedios (mediocres) y excelentes… Enfatizan la cualidad intrínseca de una persona, resultado de su desarrollo en un momento dado, más o menos dependiente del mundo exterior, y le permite realizar una actividad.” (Kubes, et al., 2004, p. 9)
Plaminek & Fiser (2005), tienen una visión diferente sobre la definición de la sustancia de la competencia cuando relacionan las competencias con el desempeño y el éxito. El éxito se mide por los resultados obtenidos y estos se derivan de la competencia de las personas. La competencia individual es un resumen del desempeño requerido (es decir, el trabajo humano) y el potencial que aporta (es decir, los recursos humanos).
El término clave relativo a la calidad de las actividades educativas y de investigación son las competencias de un docente. Las competencias significan habilidades excelentes. El docente las obtiene y desarrolla a lo largo de toda su carrera profesional, incluida la fase de educación preparatoria y vitalicia. Las competencias sirven como base para el estándar profesional que debe establecer las competencias clave para ingresar a la profesión. El estándar profesional incide en el complejo de competencias profesionales donde representa su base normativa. Las competencias se crean durante la carrera profesional a través de la experiencia y la educación. Por otro lado, un estándar profesional representa el criterio básico para la evaluación de la calidad (Slavik, et al., 2012).
Los estándares de competencia son “un estándar académico, médico o de otro tipo aplicado por o en nombre de una institución de educación superior con el propósito de determinar si una persona tiene o no un nivel particular de competencia o habilidad” (Government of the United Kingdom, 2005). Esto significa que las competencias de las personas (es decir, los profesores y administradores universitarios) pueden verse como un elemento dinámico y significativo del desempeño y el éxito de la Universidad.
La calidad de los profesores universitarios dependerá de nuevas formas de enseñanza y condiciones de aprendizaje, nuevos enfoques de evaluación, renovación del currículo definido en términos de competencias y formación de los profesores universitarios para adquirir las cualidades docentes necesarias. Todo profesor debe adaptarse continuamente a tales cambios, debe prestar atención a la calidad de su competencia docente.
Las universidades demandan una preparación educativa, especialmente de los estudiantes de doctorado y los jóvenes profesores universitarios. Pero también los profesores con amplia experiencia deben mantener y mejorar sus habilidades docentes. Es evidente que con cambios en otras disciplinas científicas (donde el docente debe ajustar el nivel de su conocimiento especializado), la formación universitaria y su contenido y comprensión también cambian.
Es interesante una idea: “los aspectos del desarrollo del aprendizaje son multifacéticos. Incluyen cómo aprenden las personas; cómo el contexto afecta el aprendizaje; cómo se relaciona la identidad social de los estudiantes con su experiencia de educación superior; y el impacto de las políticas institucionales, la pedagogía y la práctica”. (Hartley et al., 2011, p. 16)
En la actualidad, la competencia pedagógica del docente debe percibirse a través de su relación con los estudiantes y los esfuerzos por divulgar y explicar creativamente la disciplina científica de manera que deje una profunda impresión personal y de perfil en los estudiantes; este impacto educativo debe afectar la futura profesionalidad del estudiante para bueno.
Desde el aspecto del desarrollo de la competencia pedagógica, el docente debe aprender y mejorar para convertirse en docente - educador universitario, “que comparte con los alumnos el amor del docente por la disciplina; puede preparar un plan de estudios para que sea interesante y estimulante; enfoques para trabajar con los estudiantes a su nivel de comprensión; puede explicar el material de aprendizaje; se siente responsable de hacer que los estudiantes todo sea claro y comprensible; demuestra interés en los estudiantes y los respeta; apoya la independencia del estudiante en el aprendizaje; puede improvisar y adaptarse a las nuevas condiciones de enseñanza; aplica los métodos y tareas en la enseñanza, que apoyan el aprendizaje activo y cooperativo de los estudiantes; utiliza herramientas de evaluación adecuadas; se centra en los términos clave, los problemas y los malentendidos de los estudiantes en lugar de agotar el contenido de un tema; proporciona a los estudiantes comentarios de alta calidad; tiene la sensación de aprender de los estudiantes y otras fuentes para mejorar sus propias habilidades de enseñanza”. (Ramsden, 1992)
Estas características deben percibirse como ciertos signos o incluso cualidades didácticas que debe poseer el docente. El maestro debe dominar sus propias habilidades de enseñanza para que sean naturales para el maestro y se incluyan en el trabajo del maestro en la mayor medida posible. Además, los profesores necesitan saber más que su materia. Necesitan saber las formas en que se puede entender, las formas en que se puede malinterpretar, lo que cuenta como comprensión; necesitan saber cómo los individuos experimentan el tema. Además, los profesores deben considerar estrategias de enseñanza nuevas e innovadoras.
Desde el punto de vista de la mejora de la competencia docente, es muy útil que el docente realice su propia encuesta de las clases docentes. Relacionar el aprendizaje de los métodos utilizados para llevar a cabo la investigación en su disciplina (por ejemplo, utilizando enfoques inductivos versus deductivos) con el aprendizaje basado en la investigación o guiado por la investigación en cursos particulares podría tener beneficios tanto para los estudiantes como para los académicos. Los estudiantes se involucrarían en los procesos y el lenguaje de la investigación en una etapa mucho más temprana que ahora, y el personal podría apoyar la participación de los estudiantes aplicando las habilidades y conocimientos que los hacen distintivos en sus campos.
En algunos casos, esta dinámica podría incluso llevar desde el aula a la agenda de investigación del departamento. Esto significa que es muy conveniente que el profesor atraiga a los estudiantes al proceso de aprendizaje. Muchos profesores confirman una experiencia positiva en este campo. Por ejemplo, Mainardes, et al. (2014), presentan a los estudiantes de administración de empresa que los conferencistas comprometidos con el tema de la estrategia y la administración estratégica deben esforzarse por traducir en ejemplos del mundo real en la enseñanza de los conceptos inherentes a ambos temas. Esta relación entre teoría y práctica puede contribuir a potenciar las competencias de los estudiantes que luego se convertirán en los nuevos gestores de mercado.
La competencia pedagógica del docente de la carrera de administración de empresa se puede desarrollar de muchas formas que en el entorno de la Universidad incluyen y se pueden recomendar de la siguiente manera:
Autopreparación (el estudio de literatura educativa, es decir, literatura dedicada a la educación de pregrado y andragogía - educación de adultos; participación en las conferencias y simposios educativos con temas educativos; observación individual de colegas reconocidos cuando enseñan, etc.).
Entrenamiento, tutoría, consultoría y seguimiento de autoridades educativas experimentadas (es decir, capacitación planificada y aprobada con anticipación en asociación con la autoridad reconocida en el departamento o facultad).
Recibir comentarios de los colegas del departamento (encuesta de la propia enseñanza a través de los ojos de colegas jóvenes y mayores, por ejemplo, en la forma solicitada - voluntaria - observación en salas de conferencias o aulas).
Mantener y activar el diario / diario del maestro (registrar las reacciones de los estudiantes sobre varios métodos y técnicas de enseñanza aplicados a conferencias o clases, evaluar su efectividad, definir varias advertencias y notificaciones sobre técnicas de enseñanza adoptadas de manera adversa y luego aprender de ellas, encontrar inspiración para una mejora de las habilidades de enseñanza, etc.).
Participación en la docencia de programas educativos y formación de competencias docentes (buscados individualmente y organizados por el profesorado y la Universidad), etc.
Cuanto más utilice el profesor estos métodos y técnicas de autopreparación y autodesarrollo, y cuanto más se concentre en sí mismo como profesor, más probable será el aumento real de su competencia docente. Esto puede resultar en el hecho de que el profesor “madura” continuamente no sólo en su trabajo educativo - en relación con los estudiantes y el desarrollo de sus competencias, sino también en la investigación científica, publicaciones, organización y otros trabajos.
El crecimiento permanente y el desarrollo profesional en el campo de la experiencia se pueden lograr de muchas maneras, métodos y técnicas. Dependiendo de un campo (profesional) especial en particular, el profesor puede emprender el desarrollo individual o colectivo; sin embargo, la forma más eficaz es combinar el desarrollo individual y grupal. Esto significa que dentro del tiempo disponible un docente puede educarse a sí mismo y al mismo tiempo participar en la formación organizada por el departamento, facultad, Universidad o incluso el entorno externo (otras Universidades nacionales o extranjeras, socios comerciales, etc.). Para el desarrollo de la competencia profesional se pueden recomendar los siguientes métodos y técnicas educativas:
Estudio de literatura especializada (estudio de revistas científicas y profesionales, ya sea en forma impresa o electrónica, y libros científicos, libros de texto de autores reconocidos, actas de congresos científicos internacionales, simposios y seminarios, etc., aportando los últimos conocimientos en el campo).
Membresía activa en las comunidades científicas y/o académicas, asociaciones, cámaras, grupos, etc. (trabajar en los retos definidos o proyectos internacionales por un lado es fuente de nuevos conocimientos de otros colegas, y por otro lado obliga al profesor a tener un conocimiento profundo en el campo científico).
Participación activa en la discusión en foros profesionales, donde tienen lugar discusiones creativas de los profesionales (teóricos y particularmente practicantes);
Publicación en revistas científicas y actas de congresos (la elaboración de cada artículo significa siempre un análisis exhaustivo de los conocimientos existentes en el tema en cuestión y la propia investigación que renueva y enriquece los conocimientos existentes del profesor).
Participación en las conferencias científicas (las discusiones científicas en las conferencias aumentan el conocimiento y permiten obtener experiencia de otros profesionales y profesores, confrontar los propios conocimientos y resultados de investigación con los resultados de otros).
Participación académica internacional y otras pasantías y becas (el entorno internacional y las universidades extranjeras que lideran en la creación de nuevos conocimientos pueden acelerar fuertemente el progreso de la formación en la universidad).
Participación en los programas de desarrollo profesional organizados por firmas y empresas (la formación realizada por los diseñadores/productores de nuevos equipos permite el uso seguro de simuladores y la formación bajo la supervisión de profesionales).
Proyectos educativos para estudiantes (la enseñanza de asignaturas de proyectos especializados requiere una preparación perfecta por parte del profesor a un nivel mucho más profundo que la enseñanza de asignaturas clásicas, lo que obliga al profesor a mantenerse en contacto permanente con los conocimientos más recientes) etc.
Conclusiones
En este trabajo, consideramos que las competencias clave de los profesores de la carrera de administración de empresa incluyen, sin limitación, las competencias pedagógicas, profesionales y comunicativas. Hasta cierto punto, una visión diferente sobre el desarrollo de competencias proporciona una visión general de la calidad interna de la propia competencia. En este espíritu, no podríamos considerar solo las competencias que son puro poder (desempeño), como la pedagógica, la formación y la competencia comunicativa. También podemos considerar las competencias generales. Por ejemplo, Raven & Stephenson (2001), presentan que los empleados de una empresa moderna deben demostrar competencia general en las siguientes áreas: 1. Competencia de significado: comprender la cultura de la organización y actuar de acuerdo con ella; 2. Competencia de relación: crear y mantener conexiones con las partes interesadas de las tareas u organización; 3. Competencia de aprendizaje: identificar soluciones a las tareas y reflexionar sobre las experiencias para mejorar las próximas tareas; 4. Cambiar la competencia: actuar de nuevas formas cuando la tarea o situación lo requiere.
Por otro lado, según Figurska (2010), las principales competencias dentro de la competencia pedagógica en el presente podrían consistir en: conocimientos generales y especializados, capacidad para buscar, evaluar y procesar información, capacidad para cooperar con otras personas reflejada, entre otras cosas, en compartir conocimientos, capacidad para formular problemas y buscar soluciones, flexibilidad ampliamente comprendida, capacidad para organizar el trabajo propio y el trabajo de otros, capacidad para analizar y controlar los resultados obtenidos (2010, p. 21). Consideramos estas competencias como muy importantes también en una situación de profesores universitarios. El docente debe ser educado, motivado, flexible, etc. El docente debe cultivar las competencias de los estudiantes y otros docentes (más jóvenes) y debe cultivar sus propias competencias.
Del texto del artículo se desprende que hay muchas formas en que los profesores universitarios pueden desarrollar su competencia pedagógica. Como inspiración, especialmente para los profesores jóvenes con menos experiencia que todavía no tienen plena confianza en sus propias habilidades educativas.
