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Revista Universidad y Sociedad

versión On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.13 no.4 Cienfuegos jul.-ago. 2021  Epub 02-Ago-2021

 

Artículo Original

Los museos en la enseñanza de historia

Museums in teaching history

Maurely Edith Ochoa Romero1  * 
http://orcid.org/0000-0002-6703-7399

Jhonny Leonardo Erráez Alvarado1 
http://orcid.org/0000-0001-6936-2796

Byron Patricio Ordoñez Ocampo1 
http://orcid.org/0000-0003-4222-8559

Eudaldo Enrique Espinoza Freire1 
http://orcid.org/0000-0001-5879-5035

1 Universidad Técnica de Machala. Ecuador

RESUMEN

Este trabajo descriptivo de tipo revisión bibliográfica tiene el objetivo de analizar sobre la contribución de las instituciones museísticas a la enseñanza y aprendizaje de la Historia; se sistematizó mediante los métodos histórico-lógico, analítico-sintético y hermenéutico. Los museos tienen su origen en la Antigua Grecia; son instituciones de promoción de conocimientos, conservación, investigación y generador de espacios de disfrute e interacción con el público; sus servicios han evolucionado, convirtiéndolos en ámbitos educativos, que tienen entre sus funciones: coleccionar, restaurar, investigar, difundir y educar; así como la ideológica y de esparcimiento y recreación. Estas instituciones se clasifican en museos de arte, antropología, ciencia y generales; entre estos últimos se encuentran los pedagógicos. Los museos permiten la enseñanza y aprendizaje de la historia, que propicia al aprendiz la concreción en la práctica de la teoría aprendida en los libros, al entrar en contacto directo con documentos originales, objetos y lugares relativos a los acontecimientos históricos acaecidos en otros tiempos.

Palabras clave: Museo; funciones; tipología; Historia; enseñanza; aprendizaje

ABSTRACT

This descriptive work of a bibliographic review type has the objective of analyzing the contribution of museum institutions to the teaching and learning of History; it was systematized by means of the historical-logical, analytical-synthetic and hermeneutical methods. Museums have their origin in Ancient Greece; They are institutions for the promotion of knowledge, conservation, research and the generator of spaces for enjoyment and interaction with the public; Its services have evolved, turning them into educational environments, which have among their functions: collecting, restoring, researching, disseminating and educating; as well as the ideological and leisure and recreation. These institutions are classified into art, anthropology, science, and general museums; among the latter are the pedagogical ones. Museums allow the teaching and learning of history, which encourages the apprentice to concretize the theory learned in books in practice, by coming into direct contact with original documents, objects and places related to historical events that occurred in other times.

Key words: Museum; functions; typology; History; teaching; learning

Introducción

El ser humano es un constante investigador, siempre motivado por el conocimiento de sus orígenes y su historia, en la búsqueda de respuestas para comprender de dónde vino, quién es y hacia dónde va; esta es una de las razones de por qué estudiar la Historia. Sin embargo, con el devenir del tiempo muchas cosas quedan en el pasado y se olvidan, de aquí la importancia de los museos para mantener la memoria histórica y cultural. Según Jiménez (2013), estas instituciones son centros de la memoria que contribuyen a conservar la historia y la cultura, y a mantener los recuerdos sobre los orígenes y desarrollo de la sociedad.

Los museos no son almacenes de cosas viejas; son instituciones en las que se atesoran documentos y objetos sobre los procesos evolutivos de la humanidad, a través de sus colecciones se puede conocer la historia de la localidad, la nación y el mundo. De igual forma, estos establecimientos generan actividades educativas que pueden llevarse a cabo tanto en sus salas como en espacios exteriores, acercando los conocimientos a los estudiantes. Es por ello que, se convierten en potenciales herramientas de aprendizaje de saberes culturales, políticos, sociales y económicos, conocimientos que conforman la historia. Asimismo, son vías eficientes para la formación de valores estéticos, culturales y éticos que contribuyen a la formación de identidad cultural y asumir la Historia con responsabilidad.

Según Fernández (2003), los museos son una fuente de conocimiento cultural que bien aprovechados resultan significativos para el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia y otras ciencias, convirtiéndose en espacios de aprendizaje no convencionales, siendo una gran opción para dinamizar y hacer más activa la enseñanza y el aprendizaje.

Criterio compartido con Leyva Townsend & Lozano Rocha (2015), quienes enfatizan en el valor pedagógico de los museos; los que además de ser instituciones de interés educativo pueden llegar a ser herramienta de transformación social, a través de acciones de intervención teórica y práctica para el enriquecimiento cultural de los miembros de la sociedad.

Como se puede apreciar los museos son instituciones que bien aprovechadas se convierten en efectivos recursos para los procesos de aprendizaje, ahí radica su importancia; sin embargo, existen estudios como los de Cruz (2016), en los cuales se concluye que, a pesar de los beneficios demostrados de la labor de estas instituciones, aún existen estereotipos que limitan su utilización como fines didácticos y solo son vistos como espacios donde se exhiben piezas de valor cultural e histórico. Estas posturas generalmente están asociadas a los que conciben la difusión de los hechos históricos al uso recurrente de textos escolares como único medio de aprendizaje, sin percatarse que muchas veces la información contenida en los libros de texto no alcanza al verdadero mensaje que propician los contenidos de Historia.

Siguiendo este orden de ideas, Jiménez (2013), estima que, no existe una fuerte conexión entre los museos y la escuela. Las instituciones museísticas aún no cuentan con una adecuada divulgación de los potenciales servicios que puede prestar en apoyo a la educación y limitan sus acciones a las salas expositivas sin extender sus acciones y llegar a los espacios escolares; por otro lado, la escuela, como institución responsable de la educación de las nuevas generaciones, no concibe suficientes acciones que involucren en el proceso de enseñanza-aprendizaje a otros actores sociales, como los museos, limitando así este proceso al interior de los salones de clase.

Situación no apartada de la realidad del ámbito de las instituciones educativas de la Enseñanza General Básica de la Ciudad de la provincia de El Oro, donde a pesar de los beneficios didácticos para la sistematización y profundización de los contenidos curriculares que pueden aportar los museos, estos no son aprovechados.

Contexto en el cual se desarrolló el presente estudio con el objetivo de analizar sobre la contribución de las instituciones museísticas a la enseñanza y aprendizaje de la Historia.

Metodología

En el cumplimiento del objetivo del estudio se realizó una investigación descriptiva de tipo revisión bibliográfica, sustentado en los métodos histórico-lógico, analítico-sintético y hermenéutico.

Mediante el método histórico-lógico se estudió el surgimiento y la evolución en el tiempo de las instituciones museísticas. La hermenéutica y el analítico-sintético permitieron el examen, interpretación y cotejo de la información obtenida en los textos de artículos con rigor científico, libros, tesis de grado, tesis doctorales enmarcados en la enseñanza de la Historia, situados en diversos repositorios, los que fueron recuperados con el auxilio del Google académico. Con estos textos se elaboró una base de datos con 81 referencias, que permitieron la indagación sobre el objeto de estudio y la fundamentación teórica. La lógica de las averiguaciones realizadas se enfocó en los siguientes aspectos:

  • Orígenes y evolución de los museos.

  • Acercamiento a la noción de museo.

  • Funciones de los museos.

  • Tipología.

  • Museos como herramienta didáctica para la enseñanza y aprendizaje de la Historia.

Desarrollo

Antes de cualquier tipo de reflexión se impone el acercamiento al origen de los museos y su evolución. Siguiendo a Albelo (2015), conocemos que, en la Antigua Grecia a la exposición de las obras de arte realizada en los templos bajo la protección de los sacerdotes se le llamó mouseion. Más tarde Octavio Augusto, el primer emperador romano, promulga leyes para la protección y exhibición de las piezas de arte; siendo esta la primera referencia que se tiene de la existencia de los museos.

Ya en la Edad Media con el auge del cristianismo los representantes de la iglesia, los reyes y los miembros de las cortes, asumen el patrocinio y tutela de los pintores y escultores, surgiendo así las primeras colecciones, que son atesoradas en los monasterios, palacios y castillos.

Este cúmulo de piezas de arte comienza a ser exhibido a partir del Renacimiento, pero no es hasta la etapa de la Ilustración y la Revolución Francesa que se da paso a la creación de los museos que conocemos actualmente.

La creación del museo del Louvre en Francia se produce en 1793, iniciando así el desarrollo y evolución museística; se comienza la fundación de los museos en todos los lugares del orbe, se inicia el interés por las obras de arte valiosas y la adquisición de colecciones.

Los museos como institución al servicio de la sociedad se han ido transformando a la par del desarrollo alcanzado por la propia sociedad; en consecuencia, en la segunda mitad del pasado siglo XX estas instituciones revalorizan y potencian su función social, dejando de ser espacios expositivos destinados con una marcada intensión a especialistas para convertirse en museos vivos, dinámicos, interactivos y participativos. Esta nueva concepción del museo se encamina a propiciar al individuo una mirada integral de la sociedad, que facilite la toma de conciencia tanto individual como social (Hernández Oramas, 2019).

Con el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología surgen nuevas formas de servicios de los museos, convirtiéndolos en espacios más interactivos y atractivos. Un ejemplo de cómo las instituciones museísticas aprovechan y utilizan estas nuevas maneras de hacer lo es sin lugar a dudas el trabajo realizado en estos tiempos de crisis sanitaria mundial.

El vocablo museo proviene etimológicamente del término griego μουσεῖον (mouseion), que se refiere al templo para el culto de las musas Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore y Urania (Albelo, 2015).

Un museo según el Consejo Internacional de Museos es una “institución permanente, no lucrativa al servicio de la sociedad y de su desarrollo, que adquiere, conserva, investiga, comunica y principalmente exhibe los testimonios materiales del ser humano y de su medio con el propósito del estudio, educación y deleite”. (Consejo Internacional de Museos, 1945, p. 87)

Esta definición señala que los museos son instituciones que adquieren, conservan, comunican, investigan y exhiben colecciones de valor histórico, científico y artístico, con fines de estudio académico y de educación a las personas. Es decir, los museos son espacios de aprendizaje con valores pedagógicos tanto para estudiantes como para los visitantes en general, en los cuales los conocimientos se adquieren de forma amena y entretenida.

Según Albelo (2015), un museo es una institución de servicio social que, sin fines de lucro, adquiere, conserva, investiga, exhibe y difunde el patrimonio histórico, artístico, científico y técnico o de cualquier otra naturaleza cultural tangible o intangible producido por la humanidad.

Más que por el enunciado del concepto de museo su definición está dada por sus características: promoción de conocimientos, conservación, investigación y generador de espacios de disfrute mediante la interacción con los más diversos públicos; de esta forma los museos trascienden la ortodoxa concepción de un espacio para atesorar y exponer objetos para convertirse en un ente vivo de educación, instrucción y difusión de conocimientos.

Los museos desde su surgimiento han tenido un rol activo en la modelación del conocimiento en función a las políticas imperantes en la sociedad, es por ello que las funciones al igual que los objetivos de las instrucciones museísticas son variables al estar mediados por los intereses sociales y políticos; consecuentemente su función educativa responde a los valores sociopolíticos de la época (Leyva Townsend & Lozano Rocha, 2015).

Estas instituciones como entes sociales han trasformado sus funciones en correspondencia con las exigencias de cada momento histórico: así vemos como en la actualidad existe un replanteamiento de sus tareas.

A partir de los avances científicos y los cambios sociales los museos se encuentran en una constante transformación de sus acciones y discursos, con el propósito de lograr adoptar posturas más contemporáneas, democráticas, abiertas e inclusivas acerca del conocimiento que difunden, para así contribuir al acercamiento de un público más diverso, estrechar las relaciones con otros actores sociales como las instituciones educativas y la promoción de valores éticos y estéticos, para así alcanzar un mayor número de miembros de la sociedad (Calvas & Espinoza, 2017).

Según Hernández Oramas (2019), las funciones fundamentales del museo son: coleccionar, conservar, investigar, difundir y educar. De esta forma, se reconocen las importantes funciones de los museos en el orden social, al ser herramienta de promoción de conocimientos, educación, cultura y valores, contribuyendo así con la formación y el fomento de la identidad social.

En el cumplimiento de las mismas, se deben establecer relaciones de colaboraciones más estrechas con la comunidad mediante la diversificación de servicios públicos y de la innovación en sus prestaciones sociales.

De igual forma, cumple con la función de esparcimiento y recreación mediante acciones que permitan de manera dinámica educar, informar y sensibilizar sobre los más variados aspectos de la historia del desarrollo humano.

Asimismo, las instituciones museísticas cumplen con la función ideológica a través de la cual se persigue la formación de valores sociales, el diálogo, la confrontación de ideas, conceptos y conocimientos. Esta contribución de los museos facilita la valoración y reivindicación de la historia de una localidad, región o país.

Existen diversas taxonomías de los museos, las que están dadas por las temáticas, colecciones que atesora, propósitos sociales, etc. Entre estas encontramos la que clasifica a estas instituciones según la temática que aborda:

  1. Arte.

  2. Antropología, su contenido aborda aspectos biológicos y sociales (museos de historia, arqueología y etnografía).

  3. Ciencias, se dedican al estudio y divulgación de la ciencia. Regularmente cuentan con salas de instalaciones interactivas en las que se pueden manipular objetos. Incluye los muesos de historia natural que se dedica a los temas relacionados con los saberes de la diversidad del mundo natural: flora, fauna, geología, etc.

  4. Generales (pueden ser temáticos y/o de diferentes esferas de la vida social que no se encuentran en las anteriores clasificaciones como, por ejemplo, el deporte, la pedagogía, la industria, la agricultura, la música, la marinería, la arquitectura, la religión, etc.) (Albelo, 2015).

En particular los museos de la Pedagogía, son instituciones vinculadas al campo educativo y en particular a la historia de la enseñanza y educación, su funcionalidad no se limita a mostrar específicamente un conjunto de piezas, sino a demostrar la relación que emerge entre estas, mucho mejor que cuando se utilizan los libros (Leyva Townsend & Lozano Rocha, 2015). Este tipo de museo genera espacios de diálogo a partir de la adquisición de nuevos conocimientos, donde se evidencian diferentes concepciones que permiten discernir sobre las particulares de la historia de la educación.

En el caso de los museos dedicados al ámbito educativo, estos procuran la divulgación de los más importantes acontecimientos relacionados con la evolución de la Pedagogía y el aprendizaje ameno de sus espectadores, en particular de los estudiantes.

Independientemente de su clasificación, los museos son espacios que se encuentran a disposición de cualquier contexto social, que tienen como principal objetivo, la contribución a la formación integral de sus visitantes mediante exposiciones y actividades enriquecedoras de cultura e historia (Jiménez, 2013).

Desde su surgimiento los museos se han dedicado a la preservación y divulgación de la cultura, generalmente dirigido a un público especializado. Sin olvidar estas funciones, en las últimas décadas han sufrido una transformación para convertirse en espacios de instrucción, educación y divulgación direccionados a una amplia variedad de público, entre los que se encuentran los estudiantes, para lo cual han tenido que adoptar estrategias que posibiliten llevar sus contenidos de manera comprensible a este consumidor de sus servicios. Esto se refiere no sólo a los museos especializados en asuntos pedagógicos, es válido para todos los tipos por ser fuentes de conocimiento al que se acercan los escolares (Fernández, 2003).

Los museos como espacios de enriquecimiento cultural poseen características particulares que hacen de estos un recurso alternativo importante para lograr la efectividad el proceso de enseñanza-aprendizaje; ponen a disposición de cualquier contexto educativo una fuente importante para el enriquecimiento de la identidad de los visitantes, promoviendo así un sentido de pertenencia, lo que facilita la enseñanza amena de la Historia (Jiménez Arévalo, et al., 2019; Guamán, et al., 2020). Asimismo, estas instituciones se caracterizan, como recurso metodológico de los procesos educativos, al ofrecer espacios de aprendizaje mediados por la recreación, aspecto fundamental para dinamizar la enseñanza de la Historia y alcanzar que los aprendizajes sean significativos.

Así, la visita a los museos con fines educativos se puede catalogar como una estrategia de enseñanza o un medio de comunicación asertiva, para fomentar el interés hacia la historia; la visualización, interpretación y explicación de los contenidos históricos hacen que los alumnos aprendan sobre historia desde una perspectiva diferente donde se valora este espacio de saberes históricos.

En particular, la interacción de los museos y las instituciones educativas en la enseñanza de la Historia, contribuye al desarrollo del pensamiento y la conciencia de la ciudadanía y de las habilidades cognitivas de los estudiantes, así como al fomento de valores y fundamentos argumentativos de los hechos en el análisis de cualquier acontecimiento histórico o problema que se haya presentado en el pasado. Además, facilita la corroboración de lo que la Historia ha establecido como teorías en el presente (Jiménez Arévalo, et al., 2019).

Al respecto Álvarez Domínguez (2018); y Reascos & Granda (2020), consideran que las relaciones entre ambas instituciones han de estar fundamentadas en los nuevos planteamientos pedagógicos en la formación y teorías contemporáneas de aprendizaje, en los cuales se prioriza el estudiante como centro del proceso de enseñanza-aprendizaje. En este sentido, es importante asumir los cambios que se desencadenan en el uso y asimilación de los museos en la educación, incentivar el empleo de los espacios museísticos por parte del educador de manera sistemática y promover el estudio y la investigación de la Historia.

Por otro lado, el valor didáctico del empleo de los museos en la enseñanza de la Historia, como espacio tangible de adquisición de conocimientos, permite al aprendiz la concreción en la práctica de la teoría aprendida en los libros al entrar en contacto directo con documentos originales, objetos y lugares relativos a los acontecimientos históricos acaecidos en otros tiempos (Bolaño Amigo, 2016; Pagés Blanch & Santisteban Fernández, 2018; Espinoza, et al., 2020).

En este sentido, el museo tiene que ver con la historia que se preserva y con la museología; para Hernández Oramas (2019); y Villalba Salvador (2019), la llamada museografía didáctica para promulgar una enseñanza de la historia, a través del patrimonio cultural trata de potenciar el contacto constante del estudiante con los bienes preservados de la cultura e historia heredadas del pasado; de esta forma, la historia se convierte en un legado y constructo de identidad llegando a constituir un componente educativo de eficacia.

Criterio compartido por Jiménez Arévalo, et al. (2019); y Peralta & Guamán (2020), quienes enfatizan en la utilidad de los museos a favor del aprendizaje significativo de las Ciencias Sociales. Estas instituciones son una fuente de recursos para enseñar la Historia, favorecen la adopción de diversas alternativas didácticas como la exposición del material cultural e histórico, los talleres didácticos que potencian el aprendizaje visual, sensorial y auditivo, al llegar a generar experiencias prácticas que se vinculan con lo expuesto en clases por el docente; las visitas a los museos permiten la vinculación de la teoría con la práctica.

En este mismo orden de ideas, Perriére (2020), estima que visitar museos ayuda a que los estudiantes puedan tener un mayor contacto con los objetos o piezas de diferentes culturas construidas y empleadas en distintas épocas por pueblos del pasado, caminar por espacios distintos a los que usualmente están acostumbrados en la escuela, permite que los alumnos realicen preguntas sobre lo que están observando, leyendo o escuchando. Además, la interpretación que se genera a partir de lo visualizado en los museos hace que los discentes propicien el intercambio de ideas para consolidar su aprendizaje.

Otro importante aspecto a tener presente en los museos pedagógicos, es el fomento de las habilidades investigativas entre los estudiantes visitantes, despertar en ellos la curiosidad por los hallazgos históricos (Álvarez Domínguez, 2018). En tal sentido Perriére (2020), considera que los museos deben utilizar diversas alternativas que apoyen la labor didáctica del docente en la búsqueda del conocimiento histórico, que va más allá de la contemplación de las exposiciones, creando entre los estudiantes un ambiente de colaboración en la construcción de los nuevos saberes.

Los museos son una alternativa para enseñar de manera no convencional e interactiva las diversas asignaturas del currículo; son recursos educativos y culturales que sirven de herramienta didáctico metodológicos de la enseñanza, en particular de la Historia (Morentin Pascual & Guisasola Aranzabal, 2014).

Conclusiones

Los museos tienen su origen en la Antigua Grecia. Son instituciones de promoción de conocimientos, conservación, investigación y generador de espacios de disfrute e interacción con el público.

Sus servicios han evolucionado, convirtiéndolos en espacios educativos, que tienen las funciones de coleccionar, conservar, exhibir y difundir, las de investigar y educar; así como la ideológica y de esparcimiento y recreación.

Estas instituciones se clasifican en museos de arte, antropología, ciencia y generales; entre estos últimos se encuentran los pedagógicos.

Los museos permiten la enseñanza y aprendizaje de la historia a través de la concreción en la práctica de la teoría aprendida en los libros, al entrar en contacto directo con documentos originales, objetos y lugares relativos a los acontecimientos históricos acaecidos en otros tiempos.

Las instituciones museísticas como recursos en la enseñanza de la Historia contribuyen a la adquisición de aprendizajes significativos. Además, son espacios no formales con un rico bagaje de identidad que son favorables para dinamizar los procesos educativos en el área en mención. El uso de estos espacios contribuye a vincular al sujeto de aprendizaje con la historia local, nacional y universal; permite asimilar conocimientos en cuanto a los antecedentes históricos que forman parte de los cimientos del Patrimonio Cultural tangible e intangible.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 08 de Marzo de 2021; Aprobado: 24 de Mayo de 2021

*Autor para correspondencia. E-mail: mochoa6@utmachala.edu.ec

Los autores declaramos que no existen conflictos de intereses.

Todos los autores hemos participado en la redacción del trabajo y análisis de los documentos.

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