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Introducción
La sociedad del siglo XXI se estructura bajo un nuevo paradigma, donde el conocimiento y la información se convierten en los principales motores del desarrollo, sobre la base de los extraordinarios adelantos tecnológicos que se alcanzaron con velocidad en las últimas décadas del siglo pasado y que continúan vertiginosamente influyendo en todos los aspectos de la vida material y espiritual de la sociedad. (Díaz Canel, 2012).
La formación permanente de los profesores universitarios en la actualidad transita por una nueva mirada, condicionada por los retos que la sociedad le impone a la formación de los profesionales, por la importancia de ella para la constante transformación y desarrollo económico y social de cada país. En este sentido aparece su papel en el desarrollo de procesos de innovación que abarquen sus tres actividades sustantivas; la formación de pre y posgrado, la investigación y la extensión universitaria.
Para alcanzar tales fines se hace impostergable transformar el proceso de formación, y en tal sentido el rol del profesor universitario es fundamental y debe caracterizarse por ser un docente con una sólida preparación en y para la investigación de todos los procesos que son objeto de su profesión docente. En tal sentido, las Universidades en la actualidad, exigen de procesos de profesionalización que rebasen la clase y se caracterice por una profesionalización investigativa transformadora de la realidad docente y de la profesión que se enseña, para lo que los docentes juegan un rol protagónico, dada la necesidad de transformar el contexto social con pertinencia y calidad, y ello es posible mediante la innovación de sus procesos sustantivos, como condición para garantizar el desarrollo socio económico, lo que se toma como principio esencial la vinculación de la teoría con la práctica en el proceso de formación profesional que realizan las universidades para garantizar la pertinencia de ella según demandas de la sociedad.
Por otra parte, la mayoría de los estudiosos de la temática, plantean que la profesionalización docente se caracteriza por implicar procesos de aprendizajes diversos desde el análisis y la reflexión sobre la propia práctica, hasta el acceso significativo y el aprendizaje de nuevos contenidos, habilidades y valores profesionales a partir del conocimiento pedagógico disponible y valioso, pero debe ser innovador para que el docente pueda asumir los retos del proceso de enseñanza aprendizaje en la universidad actual (Imbernom & Guerrero, 2018).
En tal sentido diferentes estudiosos de la temática destacan su importancia en la contemporaneidad, los autores del trabajo coinciden en que la superación profesional constituye una vía para el desarrollo permanente de los profesionales, de modo que les permita alcanzar una cultura general integral que requieren para asumir los retos actuales, por lo que necesariamente el proceso de posgrado tiene que ser desarrollador, requiere ser correctamente orientado a partir de experiencias y vivencias de los docentes (Bernaza & Lee Tenorio, 2013).
Una mirada de la profesionalización docente como sistema, tiene en cuenta la interrelación objetiva entre la superación profesional y la teoría en sí de la formación posgraduada del docente, lo que es coherente con la necesidad de dar respuesta al desarrollo de la ciencia y la tecnología y las exigencias específicas de la práctica docente, desde la reflexión crítica de las experiencias vividas por el docente, en su accionar educativo (Baute, 2011).
Los autores del presente trabajo consideran que la formación posgraduada como sistema, tiene en cuenta la interrelación objetiva que existe entre la teoría constituida para la formación del docente universitario, y la práctica profesional, para dar respuesta a la necesidad de desarrollo de la sociedad con el análisis crítico de las experiencias prácticas que tienen los profesores universitarios, condición que permite desarrollar la formación generadora de nuevos conocimientos, habilidades, valores y modos de actuación, para que forme a sus estudiantes, como profesionales pertinentes con los objetivos de su profesión.
La anterior relación, vinculada con el fortalecimiento del trabajo metodológico en la educación superior, constituye la innovación sistemática de su profesionalización docente, lo que debe ser una premisa esencial para que la formación de los profesores universitarios, tenga como esencia las exigencias profesionales y sociales de la profesión y el área del conocimiento que el enseña.
La superación profesional posibilita diferentes procesos formativos (Pérez-Borroto, 2009) y de desarrollo, tales como: enseñanza-aprendizaje, investigación, innovación, cultura integral general, entre otros, articulados armónicamente y organizados en diferentes formas, de acuerdo a las necesidades diagnosticadas, pertinente a este nivel de enseñanza, el Reglamento de Posgrado de la Educación Superior (Ministerio de Educación Superior, 2019). Así como el Ministerio de Educación Superior (2022), aprobó el Reglamento Organizativo del proceso Docente y de Dirección del Trabajo Docente y Metodológico para las Carreras Universitarias de la República de Cuba. Este estableció que la formación se desarrolle mediante tres formas fundamentales: entre la que se encuentra la superación profesional, donde juega un papel transformador en el modo de actuación del docente universitario, de forma inmediata y en poco tiempo, que conlleva actividades científicas relacionadas con el perfil profesional por lo que se requiere cada vez más incorporar como vía de formación esencial la investigación científica, en la actividad de profesionalización en los docentes universitarios, desde la solución de los problemas que se presentan en la práctica social concreta de cada profesión. Lo anterior vinculado estrechamente con las alternativas de trabajo docente y científico metodológico vigentes en la educación superior fortalecen el proceso de formación del docente universitario para la innovación educativa.
El término innovación educativa surge a finales de la década del 60, pero no es hasta la década del 70 del siglo XX en que aparece en el discurso educativo, lo que se hace más presente con la llegada del siglo XXI, desde entonces se estudia por diversos profesionales el por qué y el cómo la innovación tiene impacto en la educación. En las décadas transcurridas del presente siglo ha alcanzado mayor auge dado la necesidad de la transformación de la universidad como institución social, lo que demanda docentes que desarrollen actividades encaminadas a mejorar sus prácticas pedagógicas en función de que los estudiantes aprendan a aprender y a transformar luego la práctica social.
Todo lo expresado valoriza el reto que en la actualidad implica la formación de un profesor innovador, el cual desarrolle su práctica pedagógica con iniciativas encaminadas hacia el cambio de la enseñanza en función del aprendizaje, considerando los desafíos de los nuevos conocimientos, las nuevas tecnologías, y el desarrollo de las comunicaciones, en función de problematizar su proceso de aprendizaje, estimulando el pensamiento creativo e innovador, así como aumentar la auto preparación permanente como vía para desarrollar la independencia creativa.
La formación docente y la innovación en la actualidad adquiere nuevas particularidades y asume nuevos retos en la actividad docente universitaria, ya que se implican sobre todo en la mejora de la actuación del docente en proyectos de mejoramiento de las actividades docentes, investigativas y extensionistas que realiza durante el proceso de formación de profesionales en el que participa y conducen significativamente a la vinculación de la teoría con la práctica, esto constituye el objeto de transformación de su actividad docente y a su vez el reto de su auto preparación y de su profesionalización como docente universitario.
Tiene entonces el docente que tener entre sus retos fundamentales saber seleccionar la solución del problema profesional desde la docencia, la investigación y la extensión, lo que implica una mirada a las actividades que hoy realiza como profesional de la docencia universitaria, desde su formación profesional relacionada con su profesionalización, ya que ejerce una doble profesión para la que no fue preparado en enseñanzas precedentes, por tanto tiene que tener la capacidad profesional y científica de incorporar todas las necesidades de la sociedad y la de la profesión que imparte en las actividades de formación metodológica que realiza y de superación profesional en la que se inserta en función de su pertinente formación para asumir los retos de su profesión según demandas institucionales y sociales.
No obstante, hay una premisa esencial que se debe considerar en la formación permanente del docente y es su transformación de un profesor tradicional a uno innovador de todos sus procesos profesionales. Se coincide con la literatura consultada en que un docente innovador es aquel cuyo desempeño docente es trasformador en el ámbito universitario y su vínculo con la sociedad es permanente, que desarrollan actividades académicas, laborales e investigativas que propician cambios positivos en el modo de actuación de los estudiantes, y para ello es una condición necesaria su propia transformación.
Desde este análisis, se propone, interiorizar la necesidad de vincular la superación profesional del profesor universitario con la formación de las habilidades profesionales que tributan, a la profesión que el docente facilita lo que implica el incremento de habilidades, valores, modos de actuación y la independencia en la aplicación del conocimiento para la solución de los problemas profesionales en la práctica social. Este enfoque, va más allá del concebido sistema de profesionalización que, se realiza en la preparación de los docentes de forma general, se trata entonces de preparar a los docente, además de su formación pedagógica, con temáticas relacionadas con la práctica profesional concreta, y facilitar a los profesionales universitarios, contenidos teóricos y las herramientas prácticas que posibiliten aprender el vínculo entre las exigencias académicas y las de los servicios y la producción en el mundo laboral y social. Este argumento es el que nos conduce a proponer alternativas que enfoquen de manera coherente, sistémica, intencionada y articuladas las formas que se propongan de superación profesional del docente con las alternativas metodológicas en que se inserte en función de consolidar procesos formativos que transformen su desempeño profesional como docente de la educación superior.
Por ello, somos del criterio de que en ello un papel fundamental tienen las actividades formativas en que se inserte el docente en función de ello, por lo que debe convertirse en un profesor innovador lo que presupone abandonar la práctica docente tradicional, y para ello necesita de la preparación metodológica y de la superación profesional centradas en su formación en el principio de aprender a aprender para poder obtener su formación dirigida a ser creativo, modificar los métodos de enseñanzas tradicionales, colaborar en la creación de un modelo profesional pedagógico sustentados por las necesidades de la sociedad y los método de investigación, por lo que para los autores del presente trabajo constituye un requisito estratégico la formación permanente de los docentes para su desempeño, tanto mediante la superación y el trabajo metodológico.
En tal sentido, nos pronunciamos los autores del trabajo en realizar una propuesta sobre la base de las experiencias que han logrado las universidades cubanas referidas al trabajo docente metodológico, el trabajo científico, y la superación profesional, así como la auto preparación, como pilares esenciales para considerar que el docente universitario, necesita introducir los nuevos cambios en su actividad académica, con un enfoque innovador.
El interés de motivar al docente para que sea innovador exige la preparación y empleo de estrategias pedagógicas innovadoras, para mejorar las actividades docentes, como requisito necesario para lograr la actualización de los contenidos y los métodos necesarios en los profesores que posibiliten las potencialidades de los docentes universitarios con énfasis en su transformación en profesores críticos, reflexivos y libres que asuman la formación de los estudiantes con calidad y ética profesional.
Todo lo valorado por los autores del trabajo justifican las estrategias innovadoras de carácter didáctico que constituyen una vía esencial en el proceso docente educativo ya que tiene como objetivo propiciar un proceso instructivo y educativo pertinente con lo que exige la sociedad y ante todo esto, es necesario tener claro que la innovación en el campo de la educación busca mejorar los aprendizajes de los estudiantes.
Las estrategias serán utilizadas según, las necesidades de formación docente e investigativa que posibilite un modo de actuación profesional creativo, en el nivel universitario, aún la mayoría de docentes no usan estrategias innovadoras, sigue prevaleciendo la estrategia de la clase tradicional donde limita al estudiante al razonamiento, a la autocrítica, típico del profesor tradicional que fomenta poco la reflexión y por tanto la transformación de los procesos sustantivos en que participa.
Para el dominio de las estrategias de carácter innovador es conveniente considerar las condiciones de la innovación en el entorno en el que se desenvuelve la institución universitaria y el proceso de investigación fuente de toda innovación, todo ello posibilita fomentar en el docente la superación profesional y el trabajo metodológico, creando un ambiente flexible, confiable, transformador y a su vez el deseo permanente por la preparación en fusión de la mejora en su actuación docente, para lo que tiene que diseñar en criterio de (Pinto, 2015) las Estrategias Cognitivas son aquellas que permiten desarrollar una serie de acciones encaminadas al aprendizaje significativo de las temáticas en estudio. Ellas presuponen la formación del docente en contenidos pedagógicos, que le posibiliten la utilización de métodos, medios y alternativas evaluativas que posibiliten que el estudiante aprenda y valore el significado de los contenidos que se imparten para la formación profesional de los estudiantes.
Estrategias Metacognitivas que conducen al estudiante a realizar ejercicios de conciencia del propio saber, a cuestionar lo que se aprende, cómo se aprende, con qué se aprende en función de resolver las demandas de la sociedad. Este tipo de estrategias requieren mayor participación de los estudiantes en los procesos de aprendizajes. Para alcanzar tales propósitos el docente tiene que transformar las alternativas que propician los componentes didácticos de la clase en enseñanza problematizadora en función de que el estudiante aprenda a aprender y consolide sus conocimientos, habilidades y valores profesionales en correspondencia con los que demanda de ellos la sociedad durante su desempeño profesional.
Estrategias de juegos profesionales que facilitan el aprendizaje mediante la interacción agradable, emocional y aplicación del juego en función de los aprendizajes. Este tipo de estrategias, para el caso de la educación superior, deben asociarse al método de la profesión con el fin de garantizar en el estudiante no solo los conocimientos, habilidades y en algunos casos hasta valores profesionales que deben formarse desde los propios contenidos.
En tal sentido, los proyectos profesionales que los estudiantes pueden aprender a resolver desde la formación profesional, constituye en criterio de los autores del presente trabajo, una alternativa en la formación profesional, que vincula lo académico, lo laboral y la investigación, posibilita la bases de cómo se trabaja en el mundo profesional de las diferentes profesiones, pueden organizarse de las demanda de la práctica con ambientes de aprendizaje, real o virtual, utilizando una plataforma virtual, que permite relacionar las actividades de formación con su campo profesional y al acceso a nuevas ideas, teorías, técnicas y métodos de aprendizaje colaborativo en redes virtuales.
El profesor mejora su vínculo con la realidad productiva y lo lleva a su modo de actuación docente que posibilita enseñar mediante proyecto profesionales los problemas reales de la profesión. Esta alternativa incluye el manejo de varios contenidos, económicos, tecnológicos, metodológicos, y de modelación pero sobre todo supone que el docente se prepare mediante una situación de enseñanza-aprendizaje específica de la profesión, desde el vínculo con la realidad productiva o de los servicios y situaciones profesionales de esta realidad, reto actual que debe garantizar la pertinencia de los egresados de la educación superior, para darle solución a los problemas de la práctica social que posibilite la búsqueda de información necesaria que implica la enseñanza por proyectos
La autora con anterioridad referenciada presta atención además a la utilización de Estrategias Tecnológicas en todo proceso de aprendizaje el dominio y aplicación de las tecnologías, hacen competente a todo tipo de estudiante, estas estrategia demandan que el profesor se prepare desde lo metodológico en el dominio del contenido, los métodos, los medios, las formas y la evaluación en que se desarrolla didácticamente el proceso de formación universitario, todas estas categorías matizadas por el enfoque de enseñar a aprender. Este tipo de estrategia se ha revolucionado durante el periodo de la Covid-19 y requiere una formación permanente de los docentes para su aplicación en función de los aprendizajes.
Todo lo anterior, refuerza la necesidad de insertar a los profesores en alternativas de trabajo metodológico y de superación profesional que garanticen la actualización de los saberes profesionales del docente para cumplir tales metas. De tal manera para lograr tal propósito se necesita un docente universitario con las siguientes características:
Que fomente el aprendizaje colaborativo.
Formar equipos de trabajo con los docentes para crear un aprendizaje multidisciplinario.
Trabajar la auto regulación en su forma de enseñar, reconocer cuál es su estilo de enseñar y como puede innovar a partir de él para lograr que los estudiantes aprendan a aprender.
Lograr un docente- investigador: lo que se manifiesta en una constantemente búsqueda de nuevas formas de enseñar y aprender y como puede innovar su práctica docente a partir de él.
Flexible y adaptable, de acuerdo al tipo de estudiante, las nuevas formas de enseñar y aprender, y utiliza nuevas estrategias en clase según su propio estilo.
Capacidad de evaluación, utiliza varias estrategias para comprobar lo que sus estudiantes han aprendido.
Utiliza medios y recursos tecnológicos, que generen el aprendizaje de sus estudiantes.
Crea ambientes de Aprendizajes.
Debe fomentar relaciones interpersonales satisfactorias.
Combinar el aprendizaje cooperativo y el trabajo individual.
Educar en valores.
Orientar proyectos innovadores.
Se supera permanentemente.
Participa en eventos científicos.
Busca información actualizada con las nuevas tecnologías.
Propicia el protagonismo de sus estudiantes en el aprendizaje.
Vincula la docencia y la investigación desde la clase.
Se prepara pedagógicamente para su actividad docente
Las características con anterioridad valoradas posibilitan crear las bases necesarias para lograr que el docente universitario sea innovador y cumpla con todas las exigencias anteriormente declaradas conllevan un esfuerzo personal constante, de naturaleza no solo intelectual sino también, emocional imprescindible para vencer dificultades, asumir riesgos y afianzar compromisos.
Lo anterior presupone que la docencia universitaria debe caracterizarse por mucha preparación y compromiso con los procesos de cambio que van exigiendo el desarrollo de la sociedad y todas sus esferas, utilizar nuevas estrategias de enseñanza en el proceso de formación universitario, es una exigencia que no puede faltar en es el cambio de un docente tradicional a un docente innovador, es el apoyo institucional, lo que expresa el compromiso de la institución educativa del nivel superior a la innovación, lo que implica asegurar los recursos que mejoren las condiciones del proceso de formación. Los recursos que faciliten este tipo de proceso, así como el reconocimiento de dicha innovación en los procesos de evaluación de la calidad del docente y en su promoción profesional.
Las universidades en la actualidad demandan de una nueva reflexión en lo relacionado con uno de los agentes de cambios, los docentes, que son los responsables de realizar las acciones de orientación necesarias en función de las exigencias actuales en las esferas, tecnologías, científicas y la humanista que exige el desarrollo continuo de la sociedad.
En este sentido, los estudiosos de esta temática cada vez más reflexionan en qué tipo de profesor se debe formar y como se puede continuar preparando en o durante el ejercicio de la docencia, con una nueva concepción sobre el papel que tienen los docentes como dinamizadores de los cambios que exige la sociedad
Al respecto, autores como (Zabalza, 2012) que destaca que el enfoque del trabajo del docente, considere que la premisa esencial en el proceso de la docencia universitaria es que el estudiante sea el protagonista en el proceso educativo, para este propósito los docentes tienen un papel primordial en la innovación educativa por ser quienes facilitan el proceso de aprendizaje del estudiante el cual se convertirá en un futuro profesional del país
Al hablar de un ambiente innovador de aprendizaje lo primero que se debe tener en cuenta es el escenario de formación y entre otros elementos, se utilizan aquellos aspectos que justifiquen la razón que introduce la necesidad de que mejoren las cosas y desde la teoría innovar significa calidad del proceso que se realiza, afianzar y consolidar los procesos iniciados, para sentar las prácticas que suponen la mejora de la calidad, en las instituciones y en las personas, su gestión para buscar el mejor resultado de la innovación. El cambio no se puede dar forzado, sino sobre la objetividad del impacto de la innovación en la práctica, no es un mecanismo con fines mercantilista, o de lucro, aunque si son necesarios para los cambios que requiere la transformación por innovación, en la docencia la existencia de recursos.
El proceso de innovación en las universidades cubanas va generando en los diferentes aspectos educativos transformaciones y generalmente hay que preparar a los profesores para este fin. En las Universidades, existen como tendencias experiencias tradicionales e innovadoras, que conducen a un resultado, que combina la actividad del profesor con su preparación en investigación y vínculo con el contexto mediante la experiencia del objeto de la profesión.
Se parte del presupuesto que todos los docentes universitarios pueden ser innovadores, y debe caracterizarse por ser responsable, dedicado y tener conocimientos de causa, en este sentido la innovación supone tener iniciativas de cambios del escenario formativo, introducir cambios justificados desde la teoría, con apertura, actualización y mejora, flexibilidad, adaptación al contexto, introducir nuevos métodos de formación docente, incorporar las tecnologías de información y las comunicaciones para objetivar los procesos de aprendizaje que tienen lugar.
En tal sentido, en la formación del docente universitario la mejora se expresa, como compromiso de la innovación, para autores como; (Macanchí, et al. 2020), desde el punto de vista educativo la innovación educativa se entiende como como toda acción planificada para producir un cambio en las instituciones educativas que propicie una mejora en los pensamientos, y en las prácticas de formación y que demandan el desarrollo profesional e institucional con el compromiso y comprensión de toda la comunidad educativa. Ello nos conduce a considerar que innovar significa la introducción de algo nuevo, que produce mejora, el hecho de pasar de lo que se tiene a un estado que supone la presencia de un cambio, planificado, intencionado, sistematizado.
Los autores de este trabajo parten de este concepto y proponen que la Innovación educativa en el contexto universitario es un proceso que involucra la creatividad en la planificación y organización, así como la ejecución y evaluación del proceso de formación del docente universitario, lo que presupone:
Cambios en la mentalidad el docente.
Introducir métodos que promuevan la actividad independiente del estudiante.
La solución de problemas profesionales.
La presencia de la investigación.
Relacionar e interrelacionar los proceso docente-productivos-investigativos.
Lo anterior refuerza la necesidad de saber trabajar en grupos multidisciplinarios que fomenten su autoaprendizaje y el desarrollo de su pensamiento crítico y creativo mediante el trabajo en equipo y si fuese necesario, con la utilización de las tecnologías educativas en función del proceso de formación profesional y de posgrado.
Existe en la Universidades cubanas, una organización en el proceso de formación para los docentes, favorable para poder contribuir a un profesor innovador, en tal sentido consideran estos autores que el trabajo decente metodológico es una vía para lograr la formación innovadora en los docentes, pero necesita una concepción menos tradicional y más productiva vinculadas con las verdaderas necesidades de la formación de los docentes en correspondencia con el objeto de las universidades en la actualidad.
Lo anterior, refuerza la necesidad de un plan de actividades metodológicas en el sentido docente y científico que vinculen más al docente universitario con el objeto de la profesión, al considerar que los profesores del nivel superior en la actualidad su modo de actuación debe estar relacionado con los principales problemas productivos y de los servicios y hacerlos asequibles desde la teoría científica con el fin de resolver los problemas de la práctica socio-económica donde se desempeñan los profesionales que egresan de la educación superior. Los autores del trabajo son del criterio de que el trabajo metodológico constituye una vía por excelencia muy pertinente para capacitar al docente en y para el puesto de trabajo.
Por otra parte, se considera que la otra vía de profesionalización, es la superación profesional, la cual debe ser concebida con sus diferentes formas, utilizada para la formación del docente como innovador y organizadas en los tres componentes esenciales del proceso de formación universitario. Se propone profesionalizar al profesor universitario mediante, diferentes cursos, talleres, entrenamientos, que faciliten la formación acelerada del docente en este sentido y que parta de la formación docente y metodológica desde una perspectiva teórico - práctico, y viceversa, relacionado con el objeto de la profesión que enseña, a la vez que se profesionalice en los aspectos más innovadores que presupone la docencia, y los prepare para el ejercicio de una segunda profesión; de profesor universitario, que dé respuestas a las demandas sociales a la universidad actual.
Para convertirse en profesores innovadores, hay que dedicar tiempo a la reflexión y para ello es necesario, reflexionar las siguientes interrogantes: ¿qué estoy haciendo en mi práctica docente diaria ?, ¿estoy satisfecho con la formación que tengo ?, ¿por qué existe abandono en los estudios universitarios?, ¿por qué hay tan poco interés en aprender y tanto en aprobar?
Una vez superado el periodo de reflexión sobre estas y otras preguntas claves para la mejora de los procesos universitarios, sería el momento de plantearnos la elaboración de un modelo de trabajo para la formación que integre lo metodológico con la superación y que pueda llevarse a la práctica para desarrollar una actividad renovadora y no caer en la rutina tradicional. Lo anterior demanda incentivar una serie de cualidades para potenciar en el docente:
El deseo de cambio.
La capacidad de investigación.
La capacidad de inventiva.
La aptitud para llevar a la práctica lo que planifiques.
Ser promotor del trabajo grupal y cooperativo.
Todo lo anterior presupone que el docente innovador debe ser capaz de:
Anticipar la pertinencia de los aprendizajes.
Gestionar y facilitar los aprendizajes.
Diseñar nuevos ambientes para el aprendizaje.
Formar parte de grupos inter y multidisciplinarios.
Generar nuevos conocimientos.
Participar en el diseño curricular, en la definición de conocimientos, habilidades y valores, en la operación del currículum y ser responsable de la evaluación.
Modificar la práctica docente de acuerdo con los ritmos y estilos de aprendizaje de los alumnos.
Considerar las diversas modalidades para el aprendizaje.
Proveer de diversas fuentes de información y formar a sus estudiantes en la búsqueda, selección, análisis, síntesis y generación de nuevos contenidos.
Formar y formarse para la innovación.
Ser innovador con capacidad para generar iniciativas y tomar decisiones.
Favorecer la autonomía, creatividad, actitud crítica, confianza de los estudiantes.
Ser flexible para adaptarse a los cambios y reflexionar permanentemente sobre su práctica.
En tal sentido, se reconoce por los autores del trabajo que innovar no es un proceso sencillo, requiere de algún tiempo y mucha constancia para que pueda hacerse realidad, por ello el docente debe insertarse de manera permanente en alternativas de superación profesional y en actividades del trabajo metodológico que respondan a las exigencias y demandas de la carrera donde labora. Convertirse en un profesor innovador implica superar las prácticas pedagógicas tradicionales planteando y llevando a la práctica nuevas propuestas a los problemas de la profesión que el estudiante debe aprender a resolver desde la formación.
Por tanto, para poder plantear nuevas propuestas, el docente tendrá que tener, además de conocimiento y experiencia acerca de su disciplina, una formación que le habilite proponer cambios, basados en dotar de herramientas para aprender a aprender ser innovadores, para perfeccionar el proceso que proporciona su formación como docente innovador.
Negrín, et al. (2019), son del criterio de que la concepción de un profesor innovador en la Educación Superior contemporánea es un proceso estratégico y estructural dado a los necesarios cambios y renovación del contenido y la información científica es un símbolo en la actualidad de modernidad y bienestar para garantizar procesos de innovación universitaria.
En tal sentido, los autores de este trabajo consideran que una condición básica para la formación de un docente innovador es que su institución universitaria sea dirigida por directivos preparados para la innovación y que la figura esencial que logra esa transformación es el docente el cual debe prepararse en investigación, proceso que posibilita las actividades de ciencia e innovación en la docencia para mejorar la formación investigativa de los estudiantes, una docencia sustentada en proyectos, problemas profesionales y otras alternativas que posibilitan que los estudiantes aprendan a aprender vinculadas a las necesidades sociales de cualquier naturaleza que posibiliten la formación de valores profesionales y ciudadanos, que son los que demanda la sociedad en la actualidad de los profesionales que se forman en variedad de ramas del saber.
Conclusiones
El proceso de formación del docente universitario como innovador presupone considerar la formación metodológica que tiene vinculada con la formación continua con el fin de potenciar de manera acelerada los atributos que necesita para innovar sus prácticas docentes.
Adecuar todas las alternativas formativas al ejercicio de la profesión con el fin de lograr un acercamiento pertinente de la teoría con la práctica y provocar así la innovación del proceso de enseñanza aprendizaje y de la práctica social según sus exigencias a la universidad, para dar respuesta a las exigencias sociales.
Se recomienda continuar perfeccionado la formación docente, para introducir nuevos cambios en la práctica pedagógica, interrelacionando las actividades de formación que recibe el docente universitario en su proceso de preparación, que interrelacione en forma de sistema la superación profesional y las actividades docentes metodológicas y su preparación como investigador.
