Introducción
El proceso de adherencia a los tratamientos médicos de pacientes con padecimientos crónicos, está modulado por factores psicológicos, cognitivos, motivacionales y volitivos.1
La personalidad como sistema regulador del comportamiento que integra funciones y contenidos psicológicos, juega un papel relevante en la actuación del individuo hacia el cumplimiento del tratamiento.
Diversos rasgos de la personalidad pueden resultar favorecedores en el proceso terapéutico: el optimismo, la esperanza y las emociones positivas entre otros, pueden fomentar el bienestar subjetivo lo que a su vez incide en la valoración que el individuo hace con respecto a su enfermedad.
El bienestar subjetivo es un sistema adaptativo complejo, centrado en aspectos afectivo-emocionales, que hace referencia a los estados de ánimo del sujeto y a cómo y porqué las personas experimentan su vida de forma positiva.2
La literatura científica actual pone de manifiesto cómo las personas con bienestar subjetivo sienten autonomía, dominio ambiental, crecimiento personal, propósito en la vida y auto-aceptación, elementos que pueden favorecer el cumplimiento médico.2
Conocer no solo los aspectos que entorpecen la adherencia sino los que la favorecen puede resultar crucial para el manejo de los pacientes con enfermedades crónicas porque en investigaciones realizadas en Cuba, en pacientes con enfermedades crónicas han constatado dificultades en la adherencia terapéutica.3,4
En cuanto a la diabetes mellitus tipo II, los resultados científicos han demostrado que entre el 30 y 51 % de los pacientes presentan niveles entre parcial o bajo de cumplimiento al tratamiento.5
De aquí la siguiente investigación que tiene como objetivo: determinar cómo se manifiesta la adherencia terapéutica y el bienestar subjetivo en pacientes con diabetes mellitus.
Métodos
Se realizó un estudio transversal descriptivo, en el área de salud Cecilio Ruíz de Zarate, de la provincia Cienfuegos, en el período comprendido de abril a mayo de 2018.
Se realizó un muestreo aleatorio simple de los pacientes con diabetes mellitus tipo II, del área de estudio, quedando conformada la muestra por 30 pacientes. Se establecieron los siguientes criterios de inclusión: pacientes con diagnóstico de diabetes mellitus tipo II, con tratamiento farmacológico, sin alteraciones de conciencia, ni de la esfera cognoscitiva para garantizar una adecuada comprensión de las técnicas, sin enfermedades psíquicas severas y que dieron su consentimiento para participar en el estudio
Las variables de estudio fueron: edad, sexo, nivel de escolaridad, ocupación, diabetes mellitus, adherencia terapéutica y bienestar subjetivo.
Para la obtención de la información se empleó el cuestionario para la evaluación de la adherencia terapéutica Martín, Bayarre y Grau (MBG)6 y la Escala reducida de bienestar subjetiva,7 ambos instrumentos validados en la población cubana.
Como procedimiento general de la investigación se solicitó en un primer momento el consentimiento informado para participar en el estudio. Luego se aplicaron los instrumentos en condiciones adecuadas, en una sesión de trabajo, de forma individual con cada paciente. Por último, se realizó el análisis estadístico de la información en el paquete estadístico SPSS (Statistical Package for the Social Sciences). Se utilizó la frecuencia y el porciento y los resultados se expusieron en tablas.
Se tuvieron en cuenta los aspectos éticos y jurídicos en la obtención de la información, partiendo del principio de justicia social, el respeto a las diferencias y el trato a todos por igual. Se utilizó el consentimiento informado de los pacientes y de la institución para la realización de la investigación y para la consiguiente aplicación de los instrumentos seleccionados para estos fines.
Resultados
Se muestra la caracterización general de los pacientes del estudio según variables sociodemográficas. En cuanto al grupo de edad prevalecieron los mayores de 65 años (80,0 %), predominó el sexo femenino (73,3 %). En cuanto a la ocupación el mayor porciento lo ocupan los jubilados (50,0 %), así como los pacientes con mayor nivel escolar (63,3 %). (Tabla 1).
Se muestra la relación entre la adherencia terapéutica y el bienestar subjetivo en los pacientes de estudio. Se observa que en los pacientes donde predominó el bienestar subjetivo alto, prevaleció la adherencia parcial al tratamiento (85,7 %), seguida de los que se adhirieron totalmente (14,4 %). En aquellos pacientes donde el bienestar subjetivo fue medio, la adherencia al tratamiento que predominó también fue la parcial (80 %), seguido de los que se adhirieron totalmente (20 %). Como dato relevante el (100 %) de los pacientes con bajo bienestar subjetivo se adhirieron parcialmente al tratamiento. (Tabla 2).
Discusión
La edad es un factor de riesgo no modificable y lógicamente, se encuentran un mayor número de diabéticos en los grupos de mayor edad. La presente investigación coincide con autores como Bustillo y cols. los cuales encontraron un incremento de la incidencia de diabetes en los pacientes con una edad promedio entre 60 y 79 años.8
Así mismo es necesario tener en cuenta que el desarrollo del sistema de salud pública cubano, ha permitido un incremento significativo de la esperanza de vida, situación que conlleva que las personas con enfermedades crónicas no trasmisibles sobrepasen los 60 años de edad.
Sobresale el sexo femenino, dato que no coincide con un estudio reciente realizado en Grecia, que encontró una prevalencia de 7,6 % en hombres y 5,9 % en mujeres, concluyendo que la relación de afectación mujer a hombre podría estar cambiando.9
Predominan los pacientes jubilados, aspecto que tiene una clara relación con la edad de prevalencia de la diabetes que es hacia la tercera edad. Sin embargo, es conocido que determinadas profesiones en las que las personas mantienen un estilo de vida inadecuado, con tendencia al sedentarismo, ausencia de tiempo para practicar el autocuidado y con ambientes laborales tensos y estresantes son más propensas a producir daños a la salud.10
Al analizar la escolaridad predominan los sujetos de más alto nivel escolar, aspecto que puede estar influenciado por las políticas educativas del país, que posibilitan el acceso gratuito a la educación, incluyendo la universidad del adulto mayor.
Al realizar un análisis de los datos obtenidos se puede observar que, a pesar de prevalecer un alto bienestar subjetivo en los pacientes de estudio, se mantienen las dificultades en la adherencia terapéutica.
Es necesario destacar, que con respecto a la adherencia terapéutica en pacientes diabéticos, los resultados de la presente investigación coinciden con otros estudios sobre el tema.4,11 Sin embargo, en cuanto al bienestar subjetivo no se corresponde con lo planteado por otros autores.
Roca, por ejemplo, considera que si el paciente está motivado por mantener su salud, su comportamiento se dirige con mayor facilidad hacia la ejecución de acciones que la conserven. Según este autor es importante la motivación, desde una óptica optimista y positiva, o sea un paciente con bienestar subjetivo, como una vía para vivir más plenamente en oposición a la motivación desde una óptica más pesimista cuyo componente fundamental es el miedo a la enfermedad y la muerte.12
Otras investigaciones llevadas a cabo en pacientes con cardiopatías y cáncer han encontrado que una alta percepción del bienestar subjetivo se encuentra asociada con una mejor evolución de la enfermedad, también con una percepción favorable del paciente hacia su estado de salud actual. Han demostrado además que el bienestar de las personas tiene beneficios a mediano plazo en forma de estabilidad y satisfacción familiar, satisfacción en las relaciones interpersonales, de rendimiento laboral, de buena salud y mayor longevidad.2
Esto se debe a que las personas tienden a operar con emociones positivas, con presencia de felicidad, optimismo, percepción de autoeficacia, lo que les permite una valoración positiva de la situación con mayor control del ambiente.
Los resultados obtenidos reflejan que el bienestar subjetivo es una condición necesaria pero que no redunda en la adherencia total del paciente a un tratamiento determinado, ya que este un proceso complejo, plurideterminado, pero a la vez necesario para el mantenimiento y control de la salud de todo individuo enfermo.