INTRODUCCIÓN
A nivel mundial la concurrencia de enfermedades cardiovasculares (ECV) son consideradas como la principal causa de muerte alrededor del mundo con más 17 millones de defunciones al año. En las sociedades actuales se han conver tido en un problema de salud pública de vital importancia para su análisis. Esta situación no solo ocurre en los países desa rrollados sino también en los países en vías de desarrollo, destacándose estos por las diferentes condiciones socioeconómicas en que se vive, sin embargo, a pesar del incremento en las tasas de obesidad en los países desarrollados, la prevalencia de ECV va disminuyendo. 1,2,3
A su vez, debido a este problema se ha podido establecer que las ECV son la consecuencia de un conglomerado de factores importantes en la población, como por ejemplo: la presencia de enfermedades genéticas, fisiológicas, factores ambientales y de comportamiento. Están estos últimos estrechamente relacionados con su prevalencia. Gracias a la identificación de estos factores, estudios investigativos se han destacado en la búsqueda de soluciones. Autores como Stamler y cols. afirman, que el control de la presión arterial, la reducción del colesterol sérico y la eliminación del tabaco y una buena alimentación pueden prevenir la diabetes siendo esta predisponente en el desarrollo de las ECV. 4,5
Luego de analizar el desarrollo y comportamiento de esta enfermedad se tienen en consideración aspectos importantes para evaluar cómo será intervenida en el futuro. Cifras epidemiológicas han sido de vital importancia para abordar las ECV. Un en estudio realizado en Japón estableció que la edad promedio para falla cardiaca en adultos mayores estaba alrededor de los 73 años con una mortalidad del 17 % de la población al año y personas con DM2 es del 10 % mayor que en los pacientes sin este factor. 6,7)
Conociendo las cifras a nivel internacional se han desarrollado estudios en Colombia que logran evaluar cómo es el comportamiento de esta enfermedad en el país. Por medio de su análisis se pudo demostrar que prevalecen nueve factores de riesgo importantes relacionados estrechamente con las ECV como son: la hipertensión arterial, la dislipidemia aterogénica, la obesidad abdominal, el tabaquismo, una dieta no saludable, inactividad física, disglucemia, diabetes mellitus tipo 2 (DM2), depresión y ansiedad como parte de la salud mental 8 esto conlleva a que sea necesaria la creación de planes enfocados en la prevención, para así garantizar una calidad de vida óptima, posibilitando un mayor nivel de vida a la población. 9
Debido al desconocimiento en el comportamiento pleno de esta enfermedad y de las medidas de prevención y control, esta investigación tiene como objetivo: identificar los factores de riesgo asociados al desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ECV) en el reasentamiento Campo Alegre, Tierralta, Córdoba durante el periodo de 2020-2021.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo en el reasentamiento Campo Alegre de Tierralta, Córdoba, comprendido entre el año 2020 y 2021. Se incluyó a la población mayor de 60 años de ambos sexos (masculino-femenino), residentes del reasentamiento, con padecimiento de enfermedades relacionadas a los factores de riesgo de las ECV. Se excluyó a la población que no correspondía a los criterios de esta investigación como edad (<60 años) y enfermedades no relacionadas.
Las variables estudiadas fueron: edad, sexo, estado civil, estrato socioeconómico, nivel educativo, estado de trabajo, ingresos en el hogar o personales, antecedentes en salud, condiciones y estilos de vida saludable relacionados con la hipertensión arterial, DM2, actividad física, alimentación saludable y ración de comida diaria, control de peso, farmacodependencia, control médico e hipercolesterolemia.
En la recolección de datos fue necesario la implementación de una encuesta distribuidas por categorías según la necesidad de esta investigación en Google Forms, almacenando y organizando los datos en Excel y analizados en el software SPSS Statistics 26.
RESULTADOS
En el estudio se incluyeron a 15 adultos de 60 años o más de ambos sexos y se obtuvo como muestra adultos con edades mínimas (60 años) y máximas (76 años y más) que vivían en el reasentamiento Campo Alegre de Tierralta, Córdoba. (Tabla 1).
Para la variable sexo, el estudio contó con el 66,6 % (n=10) de participantes del sexo femenino. Para las categorías de edad, el 33,3 % (n=5) correspondió al intervalo de 61 a 65 años. Luego de clasificar la edad y sexo se inició la realización de la búsqueda de aquellos factores predisponentes para las ECV y se logró evidenciar que la hipertensión arterial prevalecía con el 66,7 % (n=10) en mujeres y el 66,7 % (n=8) no padece diabetes mellitus tipo II (DM2). Para la variable de antecedentes, se comportó de la siguiente manera el 69,2 % (n=9). (Tabla 2).
El nivel educativo en los adultos mayores predominó en un 46,6 % (n=7) sin estudios para aquellos adultos con hipertensión arterial. Los bachilleres o tecnólogos no registraron HTA. (Gráfico 1).
Al constatar las dimensiones de cuidado de la salud, calidad de vida y responsabilidad en salud, se obtuvo que para el cuidado de la salud la mayoría de la población tuvo control en términos de su alimentación y hábitos de vida saludable, el 77,8 % (n=7) en las mujeres, mientras que el 83,3 % (n=5) de los hombres respondieron no tener dieta baja en grasa. Para la variable de consumo bajo en sal, se evidenció que el 75 % (n=9) de los participantes tenían este hábito, siendo las mujeres las que predominan. Por otro lado, el hábito de hacer ejercicio no es una variable que caracterice a la población pues el 60 % (n=6) informó no realizar actividad física. (Tabla 3).
En las dimensiones de calidad de vida y responsabilidad en salud se obtuvo que el 73,3 % (n=11) de los adultos consumía al menos una bebida o alimento al levantarse por las mañanas todos los días. (Tabla 4).
Además, se evidenció que el 46,7 % (n=7) de los adultos consumía todos los días sus tres raciones de alimentos. Fue este comportamiento importante para el consumo de dietas saludables en la población. (Tabla 5).
DISCUSIÓN
A partir de los resultados se comprobó que el nivel educativo es proporcional a los factores de riesgo cardiovasculares en la población estudiada, es decir, mientras menor es el nivel educativo, mayores son los factores de riesgo que poseen los adultos mayores. Estos resultados se corroboran con lo publicado por Esteves y cols. en su estudio, donde se evidenció que la mayoría de los hombres y mujeres que participaron y tenían un nivel educativo bajo poseían un índice de masa corporal superior a 30, lo que predisponía a enfermedades metabólicas como la DM2 y la hipertensión arterial, condiciones que conllevaban a un mayor riesgo cardiovascular. 10
Mientras que un estudio realizado por Rivero y cols. contrastan los resultados obtenidos en esta investigación que evidencian que la hipertensión arterial es significativamente mayor en hombres que en mujeres y que además la posibilidad de padecer de esta enfermedad aumenta con la edad. 11
Como factor de riesgo predominante se evidencia que 10 de los adultos mayores intervenidos desarrollan hipertensión arterial, es decir, es el primer factor de riesgo predisponente para el desarrollo de ECV, seguido de hipercolesterolemia y en tercer lugar con DM2. Lo que concuerda con Machado y cols. en su estudio, dado que, según la muestra estudiada el factor de riesgo predominante fue la hipertensión arterial (93,2 %), seguido de diabetes mellitus (28,5 %). 12
Por lo tanto, se puede afirmar que la frecuencia de los factores de riesgo para ECV presentes en la población alertan sobre la necesidad de desarrollar planes de promoción y prevención de salud para prevenir las enfermedades en esta zona del municipio de Tierralta, Córdoba porque se ha evidenciado que esto conlleva a consecuencias en la calidad de vida de la población adulta mayor.