INTRODUCCIÓN
El aceite de girasol ozonizado (AGO), llamado comercialmente OLEOZON® tópico es un medicamento cubano, producido a partir de la ozonización parcial del aceite de girasol, según un procedimiento desarrollado en el Centro de Investigaciones del Ozono del CNIC (Molerio et al.1996; Molerio et al.2003). Como producto de la ozonización del aceite de girasol, proceso en el que tiene lugar la reacción del ozono con los triglicéridos insaturados presentes en el aceite de girasol, se forman un grupo de productos entre los que se encuentran hidroperóxidos, peróxidos, aldehídos y ozónidos, que constituyen el principio activo del aceite ozonizado (Arias & Murcia, 2016, Ledea et al. 2019). El OLEOZON® tópico ha desarrollado un papel protagónico como opción de tratamiento contra muchas enfermedades para las cuales se tenían pocas alternativas terapéuticas. Dentro del campo de la dermatología se ha utilizado en úlceras varicosas, como antiséptico, cicatrizante, antifúngico y en cremas cosméticas antienvejecimiento, entre otras (Martínez Sánchez, 2021).
El uso exitoso de aceites ozonizados contra bacterias, parásitos y hongos se ha reportado como terapéutica eficaz en muchas afecciones. Las terapias con los aceites vegetales ozonizados como medicina natural no tienen interacciones con otras terapias y pueden ser de gran utilidad para el tratamiento de las enfermedades de la piel (Solórzano del Rió, 2011, Serio et al .2017).
El acné juvenil o acné vulgar es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a la unidad pilosebácea. La producción de sebo por las glándulas sebáceas, secundaria al estímulo hormonal, condiciona un proceso obstructivo del conducto pilosebáceo por retención de sebo y células anormales, seguido por un proceso inflamatorio. Esta enfermedad generalmente es de inicio lento, de evolución prolongada, con remisiones parciales y brotes agudos (Maza-Ramos et al. 2018).
Entre los factores actualmente identificados en la aparición del acné se encuentra la proliferación bacteriana de C. acnes debida a la seborrea y la hiperqueratosis. Esta bacteria es la responsable de la cascada inflamatoria propia de la segunda fase del acné.
Acné y Cutibacterium acnes
La piel representa un ecosistema complejo (Oh et al. 2014). Una comunidad grande y diversa de microorganismos está presente en el cuerpo. Dependiendo de los nichos ecológicos, la distribución bacteriana puede variar (Byrd et al. 2018). Así, en un área lipídica, las Actinobacterias están más representadas, y C. acnes puede llegar a representar hasta el 70 % (Grice et al. 2011). Esta bacteria Gram-positiva anaerobia-aerotolerante es un comensal de la piel, y su nicho ecológico está representado por los folículos sebáceos (Dréno, 2017; Dréno et al. 2018; Rocha, 2018).
El acné es un trastorno inflamatorio primario que afecta a la unidad pilosebácea. La patogenia es multifactorial e involucra cuatro factores clave con mecanismos interrelacionados: aumento de la producción de sebo, hiperqueratinización del infundíbulo folicular, inflamación y C. acnes (anteriormente Propionibacterium acnes) (Zaenglein, 2018). El acné se caracteriza por un curso prolongado, un patrón de recurrencia o recaída, manifestado como brotes agudos o de aparición lenta, y un impacto psicológico y social que afecta la calidad de vida del individuo (O’Halloran et al. 2004). Estas son las características utilizadas por la Organización Mundial de la Salud para definir la cronicidad de las enfermedades, y ahora el acné se considera una "enfermedad crónica". La patogenia del acné es compleja e involucra factores importantes como la producción de sebo, el taponamiento folicular, la genética, C. acnes, dieta, fumar, medicamentos para el estrés, inmunidad innata, y alteraciones en la queratinización y diferenciación folicular (Clatici et al. 2018).
Tratamientos
El tratamiento antiacné viene dado, en primer lugar, por su nivel de gravedad. Los casos más severos deben ser tratados por el especialista, mientras que los casos más leves pueden acabar casi exclusivamente en manos del farmacéutico (Vargas, 2021).
La vía de administración tópica está indicada principalmente en los casos leves y moderados de acné. A lo largo de los años, el uso habitual de antibióticos tópicos en monoterapia ha generado resistencias, por lo que las guías europeas actuales recomiendan los retinoides en tratamiento tópico como primera opción. Los medicamentos orales tienen indicación en el acné severo, principalmente inflamatorio y muy extendido, y cuando los tratamientos previos no han funcionado (Baldwin, 2020). Cuando los tratamientos tópicos y orales no son bien tolerados, puede recurrirse a los agentes queratolíticos químicos, denominados peelings los cuales requieren de la supervisión y aplicación por parte de un equipo médico, pues tienen una acción profunda a nivel de la dermis; es el caso del ácido glicólico a altas concentraciones, el ácido pirúvico, el ácido retinoico y el ácido tricloroacético. En ocasiones se requiere de un anestesista; es el caso del fenol cuando se aplica en zonas muy extensas (Kurokawa & Nakase, 2020).
MATERIALES Y METODOS
Diseño general de estudio
Se realizó un estudio de estabilidad preliminar a dos cremas elaboradas con diferentes porcientos (20% y 30%) de ingrediente farmacéutico activo, las cuales se almacenaron a dos temperaturas: 2-8˚C y 30 ˚C, durante 6 meses.
Los principales componentes de las cremas fueron: OLEOZON® como ingrediente farmacéutico activo (IFA), polisorbato 80 como emulgente y carboximetilcelulosa (CMC) para aportar viscosidad. Las concentraciones de cada componente a utilizar fueron seleccionadas de acuerdo con lo que refiere la literatura, considerando las características del IFA (Chou et al. 2005).
Ensayos de estabilidad
Toma de muestra y frecuencia de realización de los ensayos de estabilidad: las cremas se colocaron a dos temperaturas: 2-8˚C y en estufa a 30 ˚C (controlada) y las pruebas de análisis químico, propiedades organolépticas y pruebas microbiológicas a los 0,15, 30, 60, 90, 120, 150 y 180 días.
RESULTADOS
Propiedades organolépticas
Durante el estudio de estabilidad de las formulaciones las propiedades organolépticas medidas fueron: color, olor y apariencia (textura).
No se apreciaron diferencias en cuanto al color en ninguna de las formulaciones manteniendo coloración blanca y brillante.
No se apreciaron cambios en cuanto al olor en las muestras almacenadas a la temperatura más baja (2-8 °C), siendo todo lo contrario en muestras almacenadas a la temperatura de 30°C las cuales comenzaron a oler levemente a rancio a partir de los 90 días de comenzado el estudio.
La apariencia de las muestras almacenadas a 2-8 °C se mantuvo con la misma textura sin formación de grumos ni arenilla, mientras que las almacenadas a 30°C si cambiaron debido a la disminución de la viscosidad, volviéndose más fluidas con el paso de los días.
Índice de peróxidos (IP) e índice de acidez (IA)
En la Figura 1 se muestran los IP obtenidos, donde prevalece una mayor estabilidad en las muestras almacenadas de 2-8 oC, no siendo así en las almacenadas a 30 oC. Eran de esperarse estos resultados durante el almacenamiento del producto, dadas las características de su IFA, además de la influencia que tiene la temperatura como catalizadora de las reacciones, en este caso reacciones de oxidación. Según los resultados de la Figura 2, hubo un aumento de la acidez en las muestras durante el tiempo, lo que puede estar dado por la formación de ácidos libres en pequeñas cantidades, proceso catalizado por la influencia de la temperatura, con los mayores IA a la mayor temperatura de almacenamiento (30 oC).
Análisis microbiológico
El análisis del límite microbiano (UFC) mostró ausencia en el conteo total de mesófilos aerobios y en el conteo de hongos y levaduras en todas las muestras a ambas temperaturas durante todo el tiempo de estudio.
En cuanto a la actividad antimicrobiana (Tabla 1) se evidenció que ambos productos presentan una marcada actividad antimicrobiana mantenida durante el tiempo de estudio (180 días), aunque se puede apreciar una pequeña diferencia en cuanto a la actividad asociada a la temperatura de almacenamiento, mostrándose valores de la concentración mínima inhibitoria (CMI) menores en las muestras almacenadas 2-8 ºC.
Como se mencionó anteriormente C. acnes es un bacilo Gram positivo que por lo general tiende a ser más sensible a los compuestos antibacterianos que las bacterias Gram negativas (Aisyah et al. 2021). Según Pelczar & Chan, (1988) las diferentes respuestas de los dos grupos de bacterias a los antimicrobianos se deben principalmente a las diferencias en la sensibilidad de las mismas ante estos. La estructura de la pared celular de las bacterias Gram positivas es más simple, lo que hace más fácil para los compuestos antibacterianos entrar en la célula e interactuar con sus blancos dianas. (Aisyah et al. 2021).
La actividad germicida de los aceites vegetales ozonizados se les atribuye fundamentalmente, a las especies peroxídicas triglicerídicas: α-hidroxi-hidroperóxidos, perácidos, α-aciloxi-hidroperóxidos y ozónidos (Ledea et al. 2005). Tanto las afectaciones a complejos enzimáticos esenciales para las células, como el daño a la membrana celular debido a la oxidación por los peróxidos, están entre las causas principales de la muerte bacteriana (Curtiellas et al. 2008).
En el caso de los aceites ozonizados, la actividad del IFA puede deberse a un efecto tóxico y no a la interrupción de un proceso metabólico, como es generalmente el caso de los antibióticos convencionales, pero dada la naturaleza de sus principales compuestos es de esperar que ocurran daños en las biomoléculas más sensibles al ataque oxidante, como son los lípidos insaturados y las proteínas que presentan grupos sulfhidrilos.
La marcada acción del IFA sobre el Staphylococcus aureus que es una bacteria Gram positiva (Curtiellas et al. 2008) permite esperar resultados similares frente al C. acnes ya que son bacterias con características morfológicas similares.
CONLUSIONES
Las muestras deben ser almacenadas en refrigeración para un mantenimiento prolongado de sus características físico-químicas y organolépticas iniciales en el tiempo. El análisis microbiológico resultó muy positivo con una alta actividad antimicrobiana de las muestras. Se decidió seleccionar la crema con 20% de IFA como formulación final manteniendo bajas temperaturas de almacenamiento.