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INTRODUCCIÓN
El baloncesto es un deporte de equipo dinámico y complejo que combina estructuras de movimientos explosivos con diferentes habilidades técnicas, como el bote, pase o lanzamiento a canasta. Su éxito depende de la suma de varios factores, entre los que destacan los atributos morfológicos, las aptitudes físicas y técnicas o acciones tácticas. El baloncesto desde su inicio en 1891, en la ciudad de Springfield Massachussets, se creó con la finalidad de tener una actividad a puerta cerrada debido a las inclemencias del clima.
Actualmente, para la Federación Internacional de Baloncesto Asociado (FIBA), cuenta con gran difusión, siendo uno de los deportes con más participantes y competiciones regulares en distintas partes del mundo. Su constante evolución le ha permitido llegar hasta al baloncesto que se conoce hoy en día. Pero su evolución no se ha detenido allí. Sobre la base de esa evolución constante y en la busca del aumento creciente de practicantes, participantes, espectadores y un catalizador potencial para el desarrollo del baloncesto en todo el mundo surge a finales de 1970 el baloncesto 3x3. En 1992, se lanza la primera competición 3X3 y desde entonces el número de eventos y torneos 3X3 no ha dejado de crecer.
Considerándose el deporte urbano más practicado en el mundo según el Comité Olímpico Internacional (COI) y decide experimentar una forma alternativa de este deporte en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2010 (JOJ) en Singapur. Elegido por ser considerado un deporte con una imagen joven, urbana y positiva, así como por su universalidad y por la limitada infraestructura y equipo necesario.
A criterio de Hernández Buides, Piedra Cárdenas y Ramírez González, (2021). En Cuba, tuvo un mayor auge en la década de los 70 del siglo pasado, durante el desarrollo de las escuelas deportivas siempre asociado a fines recreativos y a los juegos predeportivos para el desarrollo de capacidades físicas en otras disciplinas, mejorar las Habilidades Motrices, alcanza su mayor esplendor a inicios del presente siglo.
Para Rodríguez Albuja (2018), la gran riqueza de gestos y movimientos técnicos y de aplicaciones tácticas, y las condiciones exigentes en las que se deben ejecutar, lo convierten en un deporte complejo y, por tanto, muy selectivo. No es fácil jugar al baloncesto de manera simplemente intuitiva o basada sólo en las condiciones físicas innatas. Requiere un importante refinamiento en los gestos, un evidente control de los movimientos y una gran capacidad de analizar y decidir en escaso tiempo las acciones individuales y su repercusión en el colectivo.
Como se muestra en lo plateado con anterioridad, el dominio de los elementos técnicos en el baloncesto 3x3 es de gran importancia pues constituyen la base para el posterior desarrollo de las acciones tácticas ofensivas y defensivas y como consecuencia la victoria o derrota. Demuestra la necesidad de la preparación de un jugador de baloncesto mediante los entrenamientos, con ciertas características morfofuncionales y dominio de todos los aspectos del juego desde la técnica ofensiva, la defensiva y la táctica. Un atleta con insuficiencias en alguno de estos aspectos dificultaría la sincronización con el equipo y daría al traste con la victoria. De ahí la importancia de mantener una contante evaluación del rendimiento del atleta.
Estudios recientes desarrollado por autores como Ortega, Ortín, Giménez-Egido, Gómez-Ruano (2021), Pion et al., (2018) y Cañadas, Gómez, García-Rubio, Ibáñez (2018), Mancha-Triguero, D. (2019) sobre el análisis técnico y táctico, de las acciones en el baloncesto, se pueden apreciar dos grupos: estudios cuantitativos (estudio del juego utilizando la estadística en competiciones con indicadores de rendimiento) y los cualitativos (análisis del juego, las acciones durante el desarrollo del mismo y la efectividad de los equipos) utilizando la observación. Además, la importancia del análisis dentro de la evaluación de las habilidades técnicas reside en la relación existente entre ella y los indicadores de rendimiento de los deportistas durante la competición.
En Cuba, Valero Inerarity (2016), resalta en su investigación el marcado interés de los entrenadores por la preparación técnica, no obstante, carecen de herramientas para el control y evaluación de los objetivos propuestos en la preparación técnico táctica, viéndose forzados a aplicar test generales. También argumenta que las mayores deficiencias a nivel nacional que presentan los equipos en todas las categorías y sexos, están dadas en cómo perfeccionar, evaluar y controlar el componente técnico, por lo que se ha convertido en un reclamo de dicha comunidad.
En este sentido, un estudio fáctico realizado sobre el desarrollo técnico ofensivo en atletas del baloncesto 3x3 de la categoría 11-12 años, se pudo constatar que, el proceso de evaluación, se realiza mediante pruebas técnicas que agrupan un complejo de elementos técnicos, que dejan de lado las especificidades de los mismos, es basada en aspectos generales que dependen de la experiencia y/o apreciación del evaluador, considerándose también, insuficientes los aspectos que se tienen en cuenta para su realización, además no son lo suficientemente claros, dejando falencias en su interpretación.
En relación con los argumentos teóricos existentes sobre la temática y las regularidades que se develan en la práctica, se concreta la situación problémica, expresada en las insuficiencias de la evaluación técnica ofensiva en el baloncesto 3x3 para la categoría 11-12 años, como consecuencia de la contradicción que surge entre este estado actual del proceso y la necesidad de contar con los indicadores que permitan evaluar satisfactoriamente los elementos técnicos ofensivos en dicha categoría.
Por lo que se traza como objetivo proponer indicadores para evaluar los elementos técnicos ofensivos en los atletas de baloncesto 3x3, categoría 11-12 años de Camagüey.
MATERIALES Y MÉTODOS
Para el desarrollo de la presente investigación, y partiendo del universo de entrenadores, directivos y profesores de la facultad de Cultura Física que imparten baloncesto, se desarrolla un muestreo no probabilístico intencional a los entrenadores, directivos y profesores de la facultad de Cultura Física con conocimientos y experiencia en la evaluación de los elementos técnicos ofensivos en el baloncesto y la categoría 11 -12. Como resultado de la encuesta aplicada quedan como muestra doce (12).
Partiendo de la importancia que tiene la evaluación de los elementos técnicos ofensivos en los atletas de baloncesto 3x3 y después de detectado el problema existente en la realidad de este proceso, los autores realizaron un estudio fáctico, detectando insuficiencias.
Con posterioridad, realizan una exhaustiva revisión bibliográfica para la que se auxilian en los métodos teóricos (analítico-sintético) para valorar las cualidades del objeto en sus partes a partir de los distintos criterios acerca de la variable, dimensiones e indicadores, (inducción-deducción) también para realizar la valoración de las teorías y metodológicas generales sobre la evaluación y la prueba, así como la literatura sobre el baloncesto 3x3 y (sistémico-estructural-funcional) para la estructura de la propuesta de indicadores partiendo del objetivo de estos y organizados de forma lógica.
Se apoyan para la recolección de la información necesaria de los métodos empíricos (encuesta) para fundamentar el problema y conocer el criterio de los entrenadores, directivos y/o comisionados respecto al proceso de evaluación, (revisión documental) para el análisis del Programa Integral de Preparación del Deportista (PIPD 2016-2020), y programas de enseñanza.
Para caracterizar y representar los resultados obtenidos, así mismo la interpretación y valoración cuantitativa de los resultados se utilizaron los métodos (Matemático-estadísticos).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Revisión de documentos
El baloncesto 3x3 se sustenta por el (Programa de Preparación Integral del Deportista PPID y los Programas de Enseñanzas del baloncesto tradicional de 5x5); todos los objetivos a vencer son basados sobre la preparación de una estructura diseñada a nivel nacional, y solo se aplica esta modalidad de juego en los eventos provinciales a partir de inclusión dentro del contenido del sistema competitivo a nivel nacional y provincial.
Se tiene en cuenta que sus elementos técnicos son los mismos para ambos. Se puede enseñar y cumplir dichos elementos dentro de la pedagogía deportiva. Se coincide en lo planteado por Reina, González, Cañadas e Ibáñez (2018), al decir que el aprendizaje deportivo ha sido uno de los tópicos de investigación más abordados en los últimos años, donde la mayoría de los estudios se han focalizado casi exclusivamente en el ámbito deportivo, siendo escasas las aportaciones en el ámbito de la iniciación deportiva escolar.
Se evidencia su necesidad para poder desarrollar las habilidades del deportista y alcanzar así el máximo rendimiento en el deporte desde la iniciación. Cáceres-Sánchez, Escudero Tena, Fernández-Cortés e Ibáñez (2021).
También demostró que el proceso de evaluación del desarrollo técnico, mediante pruebas técnicas se desarrolla por medio de un complejo de elementos técnicos, para la determinación del nivel de desarrollo de los atletas de la categoría 11-12, las que cuenta con las dimensiones generales, que no suficientes para su evaluación, porque no se dirige a lo específicos a evaluar en ninguno de los elementos técnicos.
También existen deficiencias en los contenidos y su forma de evaluar, pues no posee claridad y no son de fácil interpretación, siendo estos insuficientes, pues aparecen descritas de forma generalizada sus puntuaciones y no por elementos técnicos.
Es organizada la prueba mediante un complejo de elementos técnicos sin descanso con un total de puntos a obtener. Se evalúan de forma rápida ya que se mide el tiempo de ejecución de la prueba siendo esto un parámetro que afecta la efectividad del resultado ya que se pierde la esencia que es la correcta ejecución de sus elementos a evaluar.
Se les da bonificación a los atletas que anotan sus lanzamientos de tiros en suspensión; conlleva a que estos ejecuten correctamente su elemento técnico queden con baja puntuación, ya que los jugadores harán el máximo intento de anotar y no de ejecutar bien su prueba.
Se evalúan solo tres elementos técnicos (drible, pase y tiro libre). Se deja en duda de interpretación el concepto de desplazamiento donde no se manifiesta el drible en su descripción; quedan excluidos varios elementos como son (la postura ofensiva, la triple amenaza, los desplazamientos ofensivos, las paradas, y la recepción. Se coincide con Rodríguez Albuja (2018), donde solo utiliza drible, pase y tiro básico; se justifica además que al hablar de la técnica ofensiva se manifiesta el ataque en sí, con lo cual se caracteriza por la manera de poseer el balón y de la finalidad de anotar, a diferencia de estudios realizados por López-Herrero y Arias-Estero (2019) para comprobar si la modalidad de juego 3vs.3, en comparación con la 5vs.5 en baloncesto extraescolar jugado por niños de entre 9 y 11 años, donde utiliza (a) número de posesiones de balón, (b) número de pases, (c) eficacia en las posesiones, (d) disfrute, (e) competencia percibida, (f) intención de práctica futura, (g) emociones positivas, y (h) preferencia de los participantes, lo que hace más amplio el estudio.
No aparecen indicadores con sus valores específicos a tener en cuenta para dar una calificación o puntuación en cada elemento técnico a evaluar; se coincide con el estudio de López-Herrero y Arias-Estero (2019), donde trabajan otras dimensiones, pero no muestran los indicadores para la evaluación de ellos.
Estos últimos aspectos coinciden con lo investigado por Reina, González, Cañadas e Ibáñez (2018), donde la evaluación de los aprendizajes deportivos que adquieren los estudiantes y deportistas se ha realizado tradicionalmente mediante pruebas cerradas o test objetivos de habilidades motoras y este autor señala que los instrumentos miden la precisión de los deportistas, su nivel de ejecución y velocidad de ejecución, entre otras, pero no evalúan su implicación en el juego, entendida como la capacidad de tomar decisiones, ejecutarlas y evaluar su eficacia.
Lo anterior permite demostrar la imposibilidad que tienen los entrenadores para desarrollar estas pruebas, y más aún, cómo evaluarlas para conocer el nivel de desarrollo de sus atletas y poder corregir los programas de entrenamientos en determinadas etapas. En contradicción con el instrumento diseñado por Reina, González, Cañadas e Ibáñez, (2018), donde se evalúa once dimensiones del juego, con tres dimensiones dentro de cada acción.
Encuestas
Sobre las pruebas técnicas, como se puede observar la mayoría de los encuestados seis que representan el 60 %, desconocen la realización de las pruebas técnicas, mientras que solo cuatro para el 40 % si la conocen y acceden a ella por la comisión provincial y por otro entrenador.
En cuanto a la convocatoria de las pruebas técnicas, la mayoría de los encuestados seis que representan el 60 %, la desconocen y dentro de ella, cuatro que representan el 40 %, consideran a la evaluación como el aspecto más importante.
También sobre la misma, el 60 % opinan que no se describe claramente de modo general, ni en ninguno de sus aspectos y el 50 % consideran que no se describen las pruebas técnicas.
El desconocimiento de los entrenadores en esta investigación coincide con las falencias encontradas por Portocarrero Ortegate y Agudelo Mesa (2016), los que opinan que faltan registros de la evaluación y una retroalimentación de esta que trascienda la comunicación oral entre entrenador y deportista. Por lo que, motiva a generar un medio de control que ayude a evidenciar y a planificar, partiendo de lo que hacen los entrenadores a diario pero que no registran; es una gran oportunidad para mostrar lo que se está haciendo en categorías inferiores.
Poco dominio de los entrenadores de la cantidad de elementos técnicos y sus aspectos fundamentales a evaluar, pues solo el 20 % coincide con la convocatoria.
De los encuestados solo cuatro para el 40 %, consideran que en la convocatoria aparecen descritos correctamente la observación pedagógica, la formación de valores, la talla promedio del equipo y la talla excepcional, pero no dominan la puntuación asignada a cada indicador.
Proponen incorporar a la convocatoria de las pruebas técnicas con un 30 % la evaluación técnica con sus fundamentos a evaluar.
La mayoría, siete que representan el 70 % de los entrenadores no consideran suficientes los indicadores de la convocatoria y el 50 % justifican porque no se evalúa la totalidad de los elementos técnicos.
El 70 % considera inadecuada la evaluación de la observación pedagógica y el 20 % y 30 % respectivamente lo que proponen es una guía para la evaluación y realizar una observación de las habilidades técnicas.
La mayoría el 80 %, no consideran factible la aplicación de los indicadores de la observación pedagógica ajustada al sistema de juego y sus propuestas oscilan mediante el juego se puede observar el desempeño del atleta y debido a que se evalúa las diferentes situaciones técnicas tácticas con el 20 % en ambos casos.
El 60 % dedican tiempo a la preparación de sus atletas para enfrentar exitosamente las pruebas técnicas y sus justificaciones giran entre que les propicia desarrollo con el 40 % y las habilidades en función de los objetivos donde se deben evaluar los elementos técnicos impartidos en el período con el 20 %.
Se resumen los resultados de la encuesta a los entrenadores
La mayoría de los encuestados seis que representan el 60 %, desconocen la realización de las pruebas técnicas, la misma cantidad desconocen la convocatoria y la evaluación es el indicador más importante. Se coincide con lo encontrado por Portocarrero Ortegate y Agudelo Mesa (2016) donde solo el 20 % de la muestra afirmo utilizar un instrumento, test u protocolo para evaluar los fundamentos técnicos ofensivos con balón.
Opinan que la convocatoria no se describe claramente y en ella no se describen las pruebas técnicas, ni los indicadores que la componen.
Existe poco dominio de la cantidad de elementos técnicos y sus aspectos fundamentales a evaluar e insuficientes los indicadores de la convocatoria. A diferencia de lo concluido por Portocarrero Ortegate y Agudelo Mesa (2016) que se encontró que algunos entrenadores difieren en unos parámetros para la evaluación de los fundamentos, pero aun así coinciden en la generalidad de la ejecución.
Poca factibilidad en la aplicación de los indicadores de la observación pedagógica por no evaluar la totalidad de los elementos técnicos.
Dedican tiempo a la preparación de sus atletas para enfrentar exitosamente las pruebas técnicas a pesar de su desconocimiento.
Todos desconocen los indicadores para la evaluación de los diferentes elementos técnicos ofensivos.
Los resultados encontrados en la presente investigación coinciden con investigaciones de Reina, González, Cañadas e Ibáñez (2018), donde propone para el análisis del entrenamiento se atiende a multitud de variables que condicionan de una u otra forma las tareas y el aprendizaje de los jugadores utilizando un conjunto sustancial de variables pedagógicas y variables organizativas, se puede apreciar que en ninguno de los estudios desarrollados, se describen correctamente las dimensiones e indicadores a evaluar en el jugador de mini-básquet debido a la divergencia de criterios de los entrenadores.
Para resumir a criterio del autor, la evaluación permite comprobar el dominio y desarrollo de los conocimientos y habilidades o elementos técnicos de los deportistas en una etapa o periodo determinado. Se refuerza el criterio de Portocarrero Ortegate y Agudelo Mesa (2016) que considera de vital importancia que los entrenadores lleven control de sus procesos, para así mejorar la planificación y el trabajo que se realiza en categorías de formación en el baloncesto y también Reina, González, Cañadas e Ibáñez (2018) al afirmar que para que el trabajo del entrenador tenga la calidad necesaria para caracterizar, organizar y estructurar las tareas, se debe incluir, al menos, una serie de datos de la sesión y un conjunto sustancial de variables.
Propuesta de los indicadores para evaluar los elementos técnicos ofensivos de los atletas en el baloncesto 3X3, categoría 11-12 años de Camagüey
Para el desarrollo del presente epígrafe, sobre la propuesta de indicadores para evaluar los elementos técnicos ofensivos y apoyado en los criterios de los autores Escobar Callegas y Bilbao Ramírez, (2020) consideran las variables como una entidad abstracta que adquiere distintos valores, y dentro de ellas, las variables complejas que se pueden descomponer en dos dimensiones como mínimo y después determinar los indicadores para cada dimensión.
Para el desarrollo de la propuesta de indicadores para evaluar los elementos técnicos ofensivos, se asume lo planteado por Escobar Callegas y Bilbao Ramírez (2020), y se parte de la definición de la variable objeto de estudio que en este caso se refiere a los elementos técnicos ofensivos, a partir de la cual se determinan seis (6) dimensiones que están estrechamente relacionadas entre sí, que conforman la variable como un todo donde se establecen vínculos de relaciones.
Se parte de la premisa anterior, los elementos técnicos ofensivos constituyen la variable objeto de estudio. Una variable compleja se hace necesario para su regulación, evaluación y aplicación dentro del proceso de entrenamiento. Su descomposición en seis (6) dimensiones (consideradas variables componentes de la original, menos complejas que ella, facilitan el proceso de medición de la original, las que en ocasiones resultan ser también variables complejas que a, su vez, hay que dimensionarlas) y que están estrechamente relacionadas entre sí, que conforman la variable como un todo donde se establecen vínculos de relaciones, a su vez, cada una de esas dimensiones se descomponen en sus respectivos indicadores (que son un indicio, señal o unidad de medida que permite estudiar o cualificar una variable o sus dimensiones) y en esta sinergia que se establece entre el indicador y la variable es solo implicativa o probable; estos se describirán a continuación apoyados en el gráfico siguiente (Figura 1).
Desplazamientos ofensivos (2.5 puntos): con cuatro (4) indicadores,
Postura y triple amenaza (3 puntos): con cinco (5) indicadores,
Pase y recepción (3.5 puntos): con seis (6) indicadores,
Drible con habilidad y paradas (4 puntos): con siete (7) indicadores,
Tiro en movimiento después del drible (4 puntos): con seis (6) y
Tiro básico o libre (3 puntos): con cuatro (4).
A continuación, se colocará un ejemplo de una de las dimensiones donde aparecen dos elementos técnicos ofensivos con sus respectivos indicadores: (Figura 2)
Fig. 2. -Dimensión 4. Postura ofensiva con sus tres (3) indicadores y valores y la triple amenaza con sus dos (2) indicadores y valores
Para la evaluación de la dimensión, se asignan tres (3) puntos y está compuesta por dos elementos técnicos la postura ofensiva y la triple amenza, su descripción:
La postura ofensiva (1.7 puntos) sus indicadores son: posición de espalda incorrecta, y codos flexionados sobre la cintura (0.6), incorrecta colocación de los pies en la postura (05), mantiene las rodillas extendidas y las manos debajo del pecho (0.6).
Para la triple amenaza (1.3) se encuentran la perdida la postura básica ofensiva (0.5), Indefinido accionar del pase, el tiro y/o drible (0.8).
Se puede decir que la propuesta está diseñada por seis (6) dimensiones donde se encuentra ubicado nueve elementos técnicos ofensivos, que responden, en ocasiones, a dos en una dimensión ya que existe estrecha relación entre ellas.
En cuanto a los indicadores, se totalizan (32) donde se distribuyen dentro de las seis (6) dimensiones y nueve (9) elementos técnicos ofensivos.
Valoración de la efectividad de la propuesta de indicadores mediante los talleres de opinión crítica y construcción colectiva
Partiendo de su reconocimiento por la ciencia, de la visión colectiva respecto a un tema, sobre la base del debate franco y abierto, que permite movilizar la participación individual en función de la inteligencia colectiva y la contrastación de opiniones de grupos diferentes, pero que se relacionan con el tema objeto del taller, durante la etapa previa, se definieron los grupos afines con la preparación pedagógico-metodológica que será objeto de opinión crítica y construcción colectiva, a los que fueron convocados diez profesores, cinco de cada una de las siguientes áreas: Universidad de Camagüey, Facultad de la Cultura Física y el Deporte e Inder Provincial. (Miembros de la comisión provincial del deporte y entrenadores). Se planificaron dos talleres, ya que la cantidad de grupos permite determinar el número de talleres a realizar, pues debe corresponder uno por cada grupo.
A continuación, se siguen cada una de las etapas propuestas por los autores antes mencionados permitiendo desarrollar el proceso de comprobación de su validez teórica donde los especialistas coincidieron en que la propuesta de indicadores es pertinente y declaran que es de gran importancia para el trabajo futuro de este deporte en el país. Reconocieron que sus parámetros de calidad formal y estructural perfeccionan la manera de evaluar, el desarrollo técnico del jugador de baloncesto 3x3 en su iniciación. Plantearon que posee una gran utilidad práctica, porque reúne los requisitos para ser utilizada como un elemento de la evaluación de los objetivos pedagógicos en los eventos provinciales. A modo de continuar perfeccionando la prueba, recomendaron someterla a un proceso más riguroso de validación, basado en los criterios de calidad: confiabilidad y nivel de información.
CONCLUSIONES
El análisis de la bibliografía científica permitió determinar las principales regularidades relacionadas con el objeto de investigación, constatando que existen criterios fundamentados pedagógicamente para el desarrollo del proceso de evaluación de los elementos técnicos ofensivos en el baloncesto 3X3.
Se seleccionaron una serie de aspectos capaces de proporcionar una caracterización exhaustiva, demostrando las insuficiencias actuales en la evaluación de los elementos técnicos ofensivos de los atletas en el baloncesto 3X3, categoría 11-12 años de Camagüey.
Los indicadores, se confeccionaron partiendo de la praxis. Se organiza sobre la base de experiencias anteriores y estructura metódicamente en el nivel teórico - práctico y de las reflexiones pedagógico, metodológicas y didácticas del deporte; permiten desde su introducción, una estrecha interrelación con las variables y dimensiones en cada prueba ya que posee como atributos universales: objetividad, carácter sistémico, flexibilidad, adaptabilidad, proceder participativo, estilo cooperativo y procedimiento creativo.
Para los profesionales encuestados, los indicadores propuestos son una solución factible, viable y válida, para el desarrollo de los elementos técnicos ofensivos de los atletas en el baloncesto 3X3, categoría 11-12 años, desde la introducción en el proceso de evaluación, en estrecha interrelación con los momentos que desde una relación de sistema integran con las variables a evaluar, las dimensiones propuestas y la forma de control y evaluación.
