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Revista Estudios del Desarrollo Social: Cuba y América Latina

versión On-line ISSN 2308-0132

Estudios del Desarrollo Social vol.4 no.3 La Habana sep.-dic. 2016

 

ARTÍCULO ORIGINAL

Análisis de los procesos comunicativos en la gestión de los recursos hidráulicos en el municipio de Güira de Melena, Cuba. Propuesta de estrategia participativa

 


Analysis of Communication Processes in Water Resources Management Models in the Municipality of Guira de Melena, Cuba. Proposal for Participatory Strategy

 

 

Dra. Marta Rosa Muñoz Campos I, MSc. Tania del Pino Más II, Lic. Willy Pedroso Aguiar II

I Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Programa Cuba.

IIFacultad de Comunicación, Universidad de La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Se describe una investigación conjunta entre la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, y el Programa de Asociación de País "De apoyo a la implementación del Programa Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía en Cuba", apoyado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial. Como resultado, se caracterizan las prácticas comunicativas que sustentan la gestión de los recursos hidráulicos en el poblado rural de Güira de Melena, en la provincia cubana de Artemisa, y se propone una estrategia de comunicación. El estudio se condujo desde la Evaluación Rural Participativa y constató altos grados de sensibilización, en contraste con limitadas competencias comunicativas.

PALABRAS CLAVE: comunicación ambiental, recursos hidráulicos, gestión, Cuba, Programa OP-15.


ABSTRACT

The paper describes a joint investigation between the Faculty of Communications from University of Havana and the Country Partnership Program "Supporting the implementation of the Cuban National Program for fighting against Desertification and Draught", supported by the Global Environment Fund. As a result, there is a characterization of the communicative practices that sustain water resources management in the rural settlement Güira de Melena, in the Cuban province of Artemisa; and a communicative strategy is proposed. The study was conducted from the Rural Participatory Evaluation, and it verified high public awareness on the matter, contrasting with limited communicative competences.

KEYWORDS: Environmental communication, water resources, management, Cuba, OP 15 Program.


 


La producción agrícola en el municipio artemiseño de Güira de Melena, en Cuba, está amenazada por la creciente incapacidad de los recursos acuíferos de satisfacer la demanda, también creciente, de la población y la actividad económica. Este es un fenómeno de fundamento principalmente antrópico, y constatado por varias investigaciones, que han dado cuenta de manejo inadecuado de las aguas subterráneas; métodos de riego de baja eficiencia y alto consumo de agua; deficiente drenaje de los campos y deficiente manejo de las cantidades de agua aplicada; lo que se combina con los altos requerimientos de agua de los sistemas de cosecha existentes. De esta forma, quedan en el filo de la navaja las funciones del ecosistema, la seguridad alimentaria y la propia existencia humana.

En atención a esta problemática, se proyecta el Programa de Asociación de País (CPP) "De apoyo a la implementación del Programa Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía", implementado en Cuba por la Agencia de Medio Ambiente (AMA) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y apoyado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM). OP-15, como también se le conoce, pretende aplicar alternativas agrícolas de conservación para el manejo sostenible de los recursos hídricos, a tono con el concepto de Manejo Sostenible de Tierras (MST); una perspectiva que toma lo mejor de otras formas alternativas de producción agrícola, e incluye el manejo de las tierras, de la ganadería, de los bosques y de los recursos hídricos en distintos ecosistemas.

Ahora bien, los modelos de uso de los recursos naturales en la agricultura, están atravesados por un conjunto de prácticas sociales e institucionales, con condicionantes simbólicas: los conocimientos y actitudes en torno al uso de las tecnologías; el nivel de información y sensibilización de los actores involucrados con la protección del medio ambiente de forma general y con la disminución de estas problemáticas; las políticas que rigen la actividad productiva y las rutinas, nivel de información y sensibilización de los decisores; además del conocimiento de prácticas sostenibles. En el cometido de lograr que los actores clave en la producción agrícola del municipio integren a sus prácticas diarias la perspectiva del MST, el saber comunicacional se hace imprescindible, en tanto establece las pautas orientadoras para estructurar un sistema eficaz de intercambio de información, al tiempo que favorece la movilización al cambio, mediante la conceptualización, diseño y gestión de espacios, productos y mensajes.

La gestión de comunicación debe entenderse como una dimensión importante de la gestión ambiental, en tanto posibilita el impulso de los factores socioculturales y cognitivos a nivel local, que acompañen transversalmente los procesos de tecnificación y cambio tecnológico, formación de capacidades y demostraciones en el terreno, para lograr cambiar las prácticas inadecuadas desde el conjunto de creencias en su base (Pedroso, 2015). Con esta premisa, el CPP estableció alianzas con la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, para diseñar una estrategia comunicativa que permitiera promover la perspectiva del MST en las prácticas de los principales actores sociales de la actividad agrícola rural en el municipio.

A tono con un enfoque de gestión caracterizada por la sinergia y la eficacia (Trelles, 2014), la planeación estratégica en comunicación se asume como un proceso complejo de diseño de un escenario futuro en que se ha transformado el estado de cosas del cual se parte. Para esto, debe iniciarse con un diagnóstico, proceso que en la presente investigación tuvo los siguientes objetivos:

  • Caracterizar el enfoque de gestión de los recursos naturales en las prácticas comunicativas de los principales actores sociales relacionados con la actividad agrícola en el municipio Güira de Melena, Artemisa.
  • Identificar los procesos comunicativos que median el uso y aprovechamiento de los recursos hídricos.

Los resultados obtenidos permitieron fundamentar una estrategia participativa de comunicación ambiental a implementar por el CPP entre 2016 y 2018.

Metodología

El referente principal de esta investigación es la Evaluación Rural Participativa (ERP), propuesta metodológica que dialoga con la Educación Popular Ambiental y la Investigación-Acción Participativa. Se trata de "una actividad sistemática, semiestructurada, que es llevada a cabo en el campo por un equipo multidisciplinario, y que ha sido diseñada para adquirir rápidamente información en hipótesis nuevas para el desarrollo rural" (Conway & McCraken, 1988, citado por Muñoz, 2003, p. 35). Podemos entender su objetivo como "contribuir a instrumentar elementos para el desarrollo sostenible, y para lograrlo supone la participación de la comunidad, la presencia de líderes comunitarios comprometidos con el proceso y de instituciones rurales para hacer este trabajo" (Muñoz, 2003, p. 36). En este proceso, la participación se estimula mediante la incorporación de miembros de la comunidad al equipo gestor y la generación de dinámicas en las que la comunidad comparta los saberes sobre el ambiente y las prácticas sostenibles que han generado desde su cultura.

Otro referente metodológico en el estudio es el modelo "Diagnostico Participativo de Comunicación Rural" (FAO, 2008), metodología propuesta por el Programa de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Esta propuesta emplea el árbol de problemas como instrumento de análisis y toma de decisiones, a partir de la consideración del problema central y las causas inmediatas que pueden resolverse desde la comunicación. En este punto, adopta algunos mecanismos del Marco Lógico, velando siempre porque los destinatarios de las actividades sean activos en la construcción del proceso.

El trabajo de campo en el municipio consistió en la aplicación de 45 encuestas a campesinos y dos grupos de discusión desarrollados a modo de taller con campesinos y actores de la administración y la gestión ambiental local, además, se aplicó una guía de observación en diferentes espacios. A ello se sumó la aplicación de 21 entrevistas a especialistas y actores del CPP, así como el análisis de contenido cualitativo a documentos del CPP, políticas y regulaciones nacionales e internacionales y productos comunicativos con estos temas.

Resultados
Actores de la comunicación

Como actores de la comunicación consideramos a aquellas personas y entidades de la administración local, la gestión ambiental y agropecuaria, y la representación campesina, que establecen procesos de significación interpersonal, grupal y con el entorno, e intercambian información relacionada con la implementación del CPP y/o el manejo de los recursos hídricos en la actividad agrícola.

Luego de la caracterización, se dividieron en dos grupos: los del primer grupo, usan directamente los recursos hídricos para la producción agrícola, lo que les convierte en potenciales ejecutores de las medidas necesarias para proteger el ecosistema (actores agentes). En el segundo caso, tenemos a los actores encargados de crear y hacer uso de canales que permitan el flujo, en todos los sentidos, de informaciones relacionadas con el uso y explotación de los recursos naturales, los problemas ambientales del territorio, el MST y el CPP; todo esto, usando la comunicación institucionalizada (actores comunicantes). Identificamos, además, un tercer grupo, con actores que no modifican el entorno ejecutivamente y sí expresivamente, intermediarios entre los grupos anteriores, aunque guardan mayor relación con los agentes; fueron denominados actores agentes de influencia.

Existen indicadores positivos de comunicación entre los grupos de actores, como el reconocimiento y la confianza que depositan los agentes en el resto, especialmente los extensionistas y gestores de cooperativas; el conocimiento de las funciones y particularidades del trabajo de estas entidades; así como que los sujetos acuden a los actores comunicantes y agentes de influencia en busca de consejos relacionados con técnicas más óptimas para el uso del agua en la agricultura, las que generalmente coinciden con prácticas de manejo sostenible.

En relación a la percepción del problema, mientras los actores comunicantes y agentes de influencia están al tanto de la disminución en la disponibilidad del recurso y de la necesidad de implementar medidas que contrarresten la situación; los actores agentes no identifican la carencia de agua como uno de sus problemas ambientales más acuciantes y asocian sus causas a las escasas lluvias, solo unos pocos casos mencionan las prácticas inadecuadas de manejo del recurso. Los especialistas entrevistados asocian este fenómeno a las políticas de abastecimiento de agua en el país, que garantizan la distribución equitativa del recurso disponible, y la población accede a él, aunque a nivel local exista una situación de inseguridad. Estas prácticas país, aunque muy positivas, influyen en que los actores agentes solo perciban la problemática cuando la situación entra en crisis.

No obstante, todos los actores demuestran alta disposición a emprender acciones que protejan el entorno, especialmente los recursos hídricos, y reconocen los beneficios del manejo sostenible del recurso para el ecosistema como un todo. Pero no conocen técnicas concretas para un uso más eficiente del agua en la actividad agrícola y el modelo MST solo se asocia a medidas de conservación de los suelos: de las 34 conceptualizaciones ofrecidas, el recurso suelo fue mencionado el 100% de las veces, en tanto, los recursos forestales aparecieron en el 26% de las formulaciones y los hídricos en solo 2 respuestas; debemos resaltar que nadie mencionó otros factores importantes como la planificación de los espacios. Igualmente, existen debilidades en las competencias comunicativas, pues los medios de comunicación tienen poco dominio de estos temas y las habilidades para la promoción social en los extensionistas son débiles.


Intercambio de informaciones, sentidos y conocimiento

Los actores agentes identifican los medios de comunicación y las reuniones como los principales espacios donde se informan sobre los problemas relacionados con el manejo de los recursos hídricos y las maneras de hacerles frente (gráfico 1).


El análisis de contenido cualitativo y las entrevistas permitieron comprobar que muchas veces los medios enfatizan los problemas ambientales globales sin ilustrar su comportamiento en contextos más específicos, de modo que la población percibe estos elementos como problemáticas reales y acuciantes, pero no están al tanto de si afectan su entorno más próximo, de sus manifestaciones concretas, ni son capaces de proponer soluciones viables desde las particularidades de su localidad. En otros casos, las problemáticas se plantean demasiado tácitas y desarticuladas, sin proponer un enfoque de manejo (por ejemplo, asegurar que las presas se benefician cuando hay huracanes).

Los actores identificaron algunas temáticas ausentes en los canales de información, que influyen en bajos niveles de conocimiento, resaltando la factibilidad económica de la aplicación de técnicas de manejo sostenible, que la población percibe como muy costosas. Otros temas que consideran que deberían incluirse en la agenda de las fuentes de información son:

  • Profundizar la metodología del MST, saber en qué consiste el plan de manejo y cómo elaborarlo.
  • Abordar maneras de fortalecer la comunicación y cómo desarrollar estrategias e iniciativas que permitan llegar a todos los campesinos, principalmente los no sensibilizados.
  • Abordar más a fondo los problemas ambientales del municipio, y las acciones que se podrían llevar a cabo para resolverlos.
  • Dar a conocer cómo se implementa el MST en otras partes del país.

En el caso de los canales para intercambio simbólico (más allá de las fuentes de información), predominan nuevamente los espacios cara a cara con algún grado de institucionalización y la televisión nacional (gráfico 2). Las deficiencias en la infraestructura tecnológica limitan el acceso a medios digitales y el correo electrónico se usa solo para mensajes de tarea (relacionados con contenido de trabajo). Esta forma de intercambiar información tiene muchos beneficios, pero los productores se encuentran distanciados en el espacio, además de que por sus dinámicas diarias no tienen mucho tiempo para establecer este tipo de contacto, lo que hace que los encuentros sean sistemáticos pero separados en el tiempo, y como dependen de la actividad de convocatoria, es posible que los actores no sensibilizados no asistan o la aprovechen menos. Estos canales caracterizan igualmente las interacciones entre actores agentes y comunicantes, donde podemos añadir las visitas a las fincas y las cartas.


Fuente: Elaboración de los autores


Los encuestados refirieron igualmente el uso que le dan a estos canales, donde identificaron solamente las formas cara a cara, principalmente los encuentros informales y los rumores, como espacios donde se informan sobre la comunidad. En la revisión de los sitios web de las emisoras locales, que tienen un enfoque noticioso, encontramos una cobertura amplia al estado de los recursos hídricos, lo que lamentablemente no incide en este tipo de público. Este tipo de información circula igualmente a través de iniciativas de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) como las ferias de semillas, identificadas por varios sujetos, aunque no eran una opción en el instrumento, y las radio-bases, que se activan en eventos como estos, los cumpleaños colectivos y celebraciones comunitarias por el día de campesino y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).

La comunicación institucional, por otro lado, evidencia flujos verticales en una sola dirección, donde las entidades interactúan solo con los jefes en la estructura inferior a través de mensajes generalmente de tarea. Para esto, los canales son el teléfono y el correo electrónico, además de canales formales como las reuniones, visitas a los territorios por parte de comités y las circulares dentro de la misma estructura. Todas las oficinas enclavadas en el municipio cuentan con correo electrónico y acceso a la intranet de las entidades correspondientes, pero la disponibilidad de computadoras no es amplia, y algunos trabajadores no llegan a familiarizarse con su funcionamiento y por tanto no hacen uso de ellos. Los carteles suelen hacerse a mano y tocan temas relativos a informaciones y convocatorias con efecto a corto plazo, su confección no corre a cargo de alguna persona en específico y cuentan con lugares que por práctica común se han convertido en espacios para colocar información de carácter público. En relación a los usos, se colocan en primer lugar los temas laborales, seguidas de las de índole nacional y local, en ese orden.

Por último, los participantes en la investigación identificaron barreras comunicativas que impiden que se socialicen las metodologías de manejo sostenible de los recursos hídricos, y en especial el MST:

  • No se estimula ni se reconoce a los productores que aplican técnicas de MST.
  • Existe falta de personal en algunos casos, a veces mueren los dueños de fincas y las dejan a familiares que han pasado toda su vida en la ciudad y que no saben manejarla.
  • Movimientos en el personal que trabaja la finca y en los propios dueños, lo que implica que los extensionistas deben empezar de cero el trabajo de sensibilización para mantener los resultados.
  • Constantes movimientos de personal en las instituciones que atienden el trabajo agrícola, lo que implica períodos de mayor promoción del MST y períodos donde el tema no es prioritario.
  • El papel de los medios de comunicación es deficiente.

Algunos apuntes sobre la participación

Otro elemento importante en estas relaciones sociales es la participación, donde se ha demostrado que las imposiciones no existen, y aunque principalmente en el sistema extensionista, continúa una perspectiva del cambio promovida desde espacios de decisión externos, la metodología "campesino a campesino", liderada por la ANAP, y otros proyectos apoyados por organizaciones internacionales, están generando experiencias de verdadero empoderamiento. No obstante, es importante considerar las diferencias en los niveles de participación según encargo social y género, los intereses y motivaciones de los actores de la gestión social, y las diferencias según forma de organización de la producción.

En relación a los encargos, la totalidad de los dueños de fincas aseguró conocer el término y ofreció conceptualizaciones, mientras solo 6 de los 17 técnicos o colaboradores en las fincas fue capaz de hacer lo mismo, con mayores limitaciones en la identificación de medidas concretas. En este sentido, los actores agentes (incluido el propio grupo) consideran al grupo de los no dueños como de una importancia inferior, porque su deber es aprender de los dueños de las fincas. La pertenencia de los campesinos y campesinas a distintos tipos de organización productiva con diferentes relaciones de propiedad, de trabajo y de distribución, se nos presenta como la primera mediación en las relaciones que establecen con el entorno, en tanto condiciona diferentes formas de comporta-miento productivo y social en general. En este caso se trata de las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC); en cada forma existen diferencias en cuanto a relaciones entre productores y nexos vecinales, atención por parte de las organizaciones de representación, posibilidades de movilización comunitaria, etc.

Principalmente los actores agentes muestran una alta disposición a incrementar sus cuotas de responsabilidad en el diseño y ejecución de actividades locales, más si están relacionadas con el proceso de producción. Esto contrasta con que las personas desconocen maneras de hacer efectiva su participación (qué hacer, a quién dirigirse, cómo crear mecanismos propios), además de que por su propia dinámica no tienen tiempo para gestionar espacios, necesitan una entidad que se enfoque en estos procesos. Estos elementos mueven la reflexión al papel de los organismos de representación campesina (la ANAP en nuestro caso), cuya labor se centra más en el fortalecimiento de las capacidades productivas y de sostenibilidad en CPA y CCS, y los mecanismos de canalización de criterios (asambleas) a veces funcionan muy separados en el tiempo, y a veces no incluyen la rendición de cuentas.

Referiremos por último el tema de la agricultura familiar, que se asegura cuando más del 50% de quienes respondieron la encuesta referencian a sus familias como fuente de información sobre técnicas sostenibles de trabajo agrícola. Al interior de estas, existen comportamientos diversos en factores como los roles asumidos en el proceso productivo, especialmente el de la mujer; los niveles de información sobre problemas de la comunidad y la movilización al cambio; el amor al campo y los deseos o no de emigrar a zonas urbanas, entre otros. Cada uno de estos elementos puede requerir la aproximación detallada y consciente de otro proceso de investigación, al tiempo que puede determinar caminos a seguir por la estrategia que se pretende diseñar; por esto los referimos brevemente, partiendo de la información obtenida en algunas entrevistas.

Bases para las decisiones estratégicas

Para los propósitos de este estudio, los elementos analizados constituyen una descripción de la situación estratégica, o conjunto de factores contextuales, cuyo comportamiento tiene influencia directa en el éxito o fracaso de las acciones de comunicación a diseñar. Como conclusión a este proceso fue elaborado un árbol de problemas, que contiene la priorización que de forma grupal realizaron los actores del territorio y las consideraciones iniciales del CPP acerca del manejo de los recursos en el área de intervención, habida cuenta de que no coinciden totalmente. Teniendo en cuenta la posibilidad de ofrecer una solución desde la comunicación y los criterios de actores del CPP y la localidad acerca de lo que una estrategia comunicativa debería lograr, fueron considerados como problemas centrales:

1. Bajos niveles de información acerca del estado de los recursos hídricos y del MST como alternativa, en los actores sociales relacionados con la producción agrícola en el sitio demostrativo.
2. Débil protagonismo de los medios de comunicación, principalmente locales, en el tratamiento de los temas relacionados con el MST y la divulgación de buenas prácticas.
3. Falta de conciencia y desconocimiento en productores y planificadores sobre prácticas alternativas de manejo de los recursos hídricos.

Siguiendo la propuesta de Carlos Núñez y Roberto Antillón (1998, en Alejandro & Vidal, comp, 2004), la estrategia se compone de un referente, o análisis de las entidades que la solicitan y la implementan; un credo básico, o análisis de los principios de actuación comunicativa que deben ser respetados por el referente; el horizonte de planeación, o tiempo de duración de la estrategia; el análisis del contexto o resultados del diagnóstico, que contiene la construcción participativa y análisis del árbol de problemas; los objetivos estratégicos; las líneas de acción, o forma en que se organizarán las actividades que se desarrollarán en el marco de la estrategia; los ejes temáticos, o estructuración de los contenidos a tratar y líneas de mensajes; el público; el alcance territorial; el plan operativo y los mecanismos de evaluación.

La estrategia resultante

Luego del análisis del árbol de problemas, la estrategia resultante tiene como objetivo general: Contribuir al fortalecimiento de las capacidades para emprender el manejo sostenible de tierras con énfasis en la gestión del agua. Esto se traduce en los siguientes objetivos específicos:

1. Elevar los niveles de sensibilización en los públicos, acerca de los problemas de manejo de los recursos en la producción agrícola y el MST como alternativa, enfatizando los temas relacionados con la gestión del agua.
2. Fortalecer el sistema de comunicación sobre MST, enfatizando las fuentes, los canales y la profundidad en el abordaje de los temas.
3. Visibilizar la labor del Programa de Asociación de País y sus Proyectos.
Esto se cumplirá a partir de las siguientes líneas de acción:
1. Relaciones con los Medios: Centrada en el aprovechamiento máximo de las potencia-lidades de los medios más oportunos para la comunicación con los públicos, a partir de un conocimiento profundo de sus hábitos de consumo. Así como en el fortalecimiento de capacidades para el establecimiento de estrategias en este sentido. Estas alianzas se enfocarán en la elevación de los niveles de información sobre MST y el estado de los recursos hídricos en los especialistas de los medios, como garantía de que los temas sean abordados desde la propia sensibilización y con exhaustividad.
2. Comunicación Educativa: Estas acciones apoyarán los procesos de capacitación, aprendizaje y sensibilización, así como la elevación de los niveles de información en los temas identificados. Pondrá énfasis en la comunicación directa, potenciando formas de autoexpresión como las manifestaciones artísticas y el fortalecimiento de las habilidades para la promoción social, como una de las vías de replicación de los mensajes. Será la principal manifestación del carácter comunicativo de la estrategia, en tanto buscará metodologías dialógicas y de empoderamiento, además de aprovechar las posibilidades educativas de la tecnología para dinamizar los espacios y estimular la reflexión.
3. Comunicación de Bien Público: Centrada en la elección de la línea de mensajes, y los medios y soportes más adecuados para transmitirlos, buscando soluciones coherentes, creativas y novedosas. Uno de los insumos principales de las acciones en esta línea, ha de ser el Manual de Identidad Visual de OP-15, un documento que establezca las pautas para mostrar el logotipo del Programa y sus aplicaciones para los soportes determinados, así como los logotipos de los públicos de referencia que deben figurar.
4. Comunicación Externa del CPP: No se trata de determinar la estrategia de comunicación externa del Programa, sino de establecer algunas acciones de comunicación institucional que apoyan la consecución de los objetivos trazados, centrados principalmente en el perfeccionamiento de los canales para su visibilización y la divulgación de buenas prácticas de MST.


Las características más importantes del quehacer comunicativo según esta estrategia, han de ser la flexibilidad y la revisión constante. De este modo, ni la ejecución, ni las dinámicas de ninguna de las acciones aquí descritas serán camisa de fuerza: las personas a cargo de la implementación deberán evaluar las mejores formas de llevarlas a cabo, sobre la base de las características del contexto; también deberán cuestionar constantemente el camino que se sigue y aprender de los tropiezos, de modo que se puedan ajustar los métodos empleados, y no perder el rumbo de los resultados que se esperan.

De igual forma, el proceso de evaluación habrá de caracterizarse por potenciar las voces de los destinatarios, en un proceso verdaderamente participativo, igualmente, se centrará en establecer continuidades con los públicos.

Conclusiones

La comunicación es un elemento clave si se desea lograr una gestión ambiental basada en la participación y movilización ciudadana, así como la integración inter-sectorial. En el municipio estudiado, se promueve un enfoque de manejo de los recursos hídricos que presenta limitaciones, en tanto no contribuye a la consideración del entorno como un ecosistema. La principal causa de esto, es la deficiente comunicación inter-institucional entre los actores de la gestión ambiental local.

Los niveles de conocimiento sobre los temas del MST son bajos, donde lo que más se conoce son algunas técnicas alternativas de conservación de los suelos. Sin embargo, los niveles de sensibilización con los problemas ambientales y la disposición a recibir capacitaciones sobre estos temas son altos.

Los temas relacionados con los problemas de manejo de los recursos hídricos y el MST como alternativa son abordados en los medios, pero su tratamiento carece de la amplitud y la profundidad necesarias.

Existen factores sociales que median las relaciones simbólicas de estos actores con la práctica agrícola y el enfoque de sostenibilidad: la organización de la producción; la agricultura familiar, las relaciones de género, y la participación.

Se propone una estrategia de comunicación que actúe en cuatro líneas fundamentales: (1) relaciones con los medios, (2) comunicación educativa, (3) comunicación de bien público y (4) comunicación externa del CPP. Los objetivos partirán del árbol de problemas y los públicos se segmentarán teniendo en cuenta la clasificación de actores que adopta esta investigación. Intercambio de informaciones, sentidos y conocimiento.

Los actores agentes identifican los medios de comunicación y las reuniones como los principales espacios donde se informan sobre los problemas relacionados con el manejo de los recursos hídricos y las maneras de hacerles frente (gráfico 1).

 


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alejandro, M. & Vidal, R. (comp.) (2004). Comunicación y Educación Popular. Selección de Lecturas. La Habana: Editorial Caminos.

FAO. (2008). Manual. Diagnóstico Participativo de Comunicación Rural. Roma: Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

FAO (2008). Manual. Diseño participativo para una estrategia de comunicación. Roma: Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO.

Muñoz Campos, M. R. (2003). Educación Popular Ambiental para un desarrollo sostenible. Tesis de Doctorado. FLACSO-Cuba. Universidad de La Habana, Cuba.

Pedroso Aguiar, W. (2015). Podemos más con el MST. Estrategia Participativa de Comunicación Ambiental para el Manejo Sostenible de Tierras. Tesis de Licenciatura. Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana, Cuba.

Trelles Rodríguez, I. (2014). Comunicación Organizacional ¿Ciencia, disciplina o herramienta? La Habana: Ediciones Logos.

 


ENVIADO: 08/03/2016

ACEPTADO: 15/06/2016

 

 


Dra. Marta Rosa Muñoz Campos. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Programa Cuba. Correo electrónico: martuli@flacso.uh.cu

MSc. Tania del Pino Más. Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: tania@fcom.uh.cu

Lic. Willy Pedroso Aguiar. Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: willy.pedroso@fcom.uh.cu


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