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DESARROLLO
Las ciencias sociales latinoamericanas, y como parte de ellas, los estudios sobre el desarrollo y el subdesarrollo -desde la sociología, la economía política, la ciencia política, la historiografía- no pueden ser pensadas, ni menos aún comprenderse su evolución, sin recurrir a Theotonio Dos Santos. Militante político e intelectual revolucionario cuyo compromiso con las luchas democráticas lo llevó al exilio, teniendo que abandonar Brasil tras el primer golpe de Estado, articulado bajo los principios de la conocida doctrina de la seguridad nacional en 1964, refugiándose en Chile, país que vivía la efervescencia política, en medio del agotado gobierno de Eduardo Frei Montalva, de la articulación esperanzadora de la Unidad Popular como movimiento político y del protagonismo de Salvador Allende como su candidato presidencial. América Latina bullía a finales de la década de 1960, como buena parte del mundo, lo que propició la conocida expresión con que el trovador Silvio Rodríguez la calificó. Entonces, la era estaba pariendo un corazón. En ese marco, las ciencias sociales estaban en plenitud, el pensamiento crítico avanzaba y se consolidaba. A través de instituciones como la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), entre las más destacadas, junto con varias universidades públicas, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), forjaron una gran generación de sociólogos, politólogos, antropólogos, economistas e historiadores. En ella se inscribe, en su conjunto, el inicio de la obra general de Theotonio Dos Santos.
Conocido como uno de los principales fundadores de la Teoría de la Dependencia -uno de los desarrollos creadores del pensamiento social en el siglo XX, con nutrientes de la concepción materialista de la historia, la teoría del imperialismo y la economía política del marxismo, a partir de una visión genuinamente latinoamericana y tercermundista, que ha sido uno de los marcos de referencia fundamentales de la intelectualidad revolucionaria regional y mundial, así como una de las bases de la concepción contemporánea del sistema-mundo-, Dos Santos (2018) mantendría una línea de constante quehacer académico, unida a lazos de compromiso con los procesos emancipadores en el continente, la Revolución cubana incluida, donde fue ampliamente divulgada su obra.
La Teoría de la Dependencia ha sido criticada, con reiteración, por los centros de pensamiento y la intelectualidad orgánica al servicio del sistema de dominación continental y global. En el mejor de los casos, ha sido cuestionada por su supuesto carácter reduccionista e irrelevancia para explicar los procesos fundamentales del sistema internacional contemporáneo. Tales críticas, precisamente por venir de donde vienen, son la mejor confirmación del valor de la teoría de la dependencia. Al concentrarse en el estudio de las relaciones de poder a nivel mundial, con sus mecanismos de reproducción cíclica y profundización, y entendiéndolas como un sistema inherente al desarrollo del capitalismo en su conjunto, puso de relieve y situó en su justo lugar una serie de fenómenos claves de las relaciones económicas y políticas internacionales, largamente ignorados o relegados en las corrientes de pensamiento prevalecientes, que desconocían las contribuciones teóricas del marxismo.
Precisamente, Dos Santos fue uno de los autores que logró establecer una de las críticas más lúcidas a la dinámica del imperialismo estadunidense, centrando sus esfuerzos en demostrar los límites de las concepciones desarrollistas en boga en los años de 1960 y 1970, difundida por Raúl Prebisch y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Sus textos La crisis norteamericana y América Latina, Imperialismo y Dependencia, junto a Socialismo y Fascismo, son de lectura obligatoria para los latinoamericanistas, los estudiosos y en general, los interesados en conocer la realidad del capitalismo, la dominación, el desarrollo y el subdesarrollo en nuestro continente.
En otro sentido, Theotonio Dos Santos fue capaz de ver con claridad los problemas a los cuales se enfrentaba el gobierno de Salvador Allende, en medio de una profunda guerra cultural y el auge subversivo de una derecha golpista articulada bajo el imperialismo estadunidense. No dejó de señalar los peligros de una salida dictatorial como respuesta a las reformas del gobierno popular de Allende. Su tesis fue premonitoria. Como argumentó en sus escritos, las contradicciones de la dependencia desembocarían en una solución contradictoria antagónica: o se supera mediante el socialismo o se condensa bajo una nueva forma histórica de fascismo. Esas reflexiones conforman el contenido esencial de Socialismo o fascismo. El nuevo carácter de la dependencia y el dilema latinoamericano, escrita a mediados del decenio de 1960 y actualizada en el siguiente, siendo publicada una y otra vez por editoriales diversas, en numerosos países.
Consideraba que la región latinoamericana no se caracterizaba por las estructuras agrarias tradicionales. Los cambios las convierten en sociedades urbanas, cuyo proceso de modernización e industrialización alteran la estructura de clases. El proletariado se expande y la burguesía industrial dependiente asume un nuevo protagonismo. La imagen grosera de un imperialismo decimonónico, concluye. Ello dificulta ver la alianza neocolonial entre el capital extranjero y la burguesía nacional desarrollista, en su afán por frenar las reformas democráticas, favorecedora del sistema de dominación norteamericano.
No dejó de polemizar con científicos sociales integrados por esos años a la CEPAL. Respetuoso, pero incisivo, cuestionó el pensamiento hegemónico articulado bajo el sello de una pretendida sociología científica, promotora de la teoría de la modernización y el desarrollismo. Debatió e impulsó una lectura transformadora de Marx y el pensamiento socialista, lo cual le valió el reconocimiento unánime de la academia. Definió con precisión las formas históricas que adoptó la dependencia en América Latina y mostró que el fascismo seguía siendo una opción del imperialismo ante la crisis de dominación, si bien en América Latina no se manifestaba de la manera clásica, al estilo de la vieja Europa.
La actualidad de Socialismo o fascismo. El nuevo carácter de la dependencia y el dilema latinoamericano, se deriva de su objetivo principal: estudiar la naturaleza y el alcance de la crisis general o sistémica del capitalismo contemporáneo, en una época en la que, la cuestión de la dominación imperialista, de un lado, y de la superación de la condición de dependencia, del otro, se convierte en un problema mundial.
Sobre esa base, una de sus contribuciones esenciales de dicho libro consiste en subrayar el carácter clasista de los conflictos internacionales, aspecto permanentemente negado por el pensamiento económico y político burgués dominante en la disciplina de las relaciones internacionales, y que cobra relevancia en las condiciones actuales de enfrentamiento continental, trascendiendo fronteras nacionales, entre las diversas fuerzas emancipadoras y la reacción imperialista con sus aliados oligárquicos locales. Desde 2009 se registran nuevas modalidades de golpes de Estado, con ingredientes tradicionales y novedosos, según el caso, según lo evidencian las experiencias de los últimos diez años, en Honduras, Paraguay, Brasil, Bolivia.
Otra conclusión particularmente trascendente, basada en la experiencia de la Revolución cubana -a la que Dos Santos atribuye justamente la creación de un nuevo marco político e ideológico en la región latinoamericana-, consiste en la imposibilidad de superar las relaciones de dependencia internacional dentro de los marcos del desarrollo capitalista. Indagó con profundidad en la evolución de los procesos que instauraron en Nuestra América regímenes autoritarios y genocidas, a la par que aplicaron políticas sociales de empobreci-miento y exclusión. Explicó con su singular perspectiva de socialista revolucionario el fenómeno de la globalización como proceso que conllevaba transnacionalización, expansión y mundialización del capitalismo. Es decir, la generalización del sistema del capital-mercancía con todos sus mecanismos y dispositivos de expoliación, explotación y dominación sobre las clases subalternas, acrecentando la desigualdad y las injusticias. Fue un exponente de lo que otra importante figura de las ciencias sociales contemporáneas, también de Brasil, como Boaventura de Sousa Santos, denomina epistemologías del Sur. Es decir, un pensamiento alternativo gestado en la periferia del sistema vigente. O en palabras de Gramsci, un intelectual orgánico comprometido con la emancipación, el anticapitalismo, el socialismo.
En América Latina la intensidad de la lucha de clases se expresa en una abierta confrontación entre revolución y contrarrevolución, en la que se registra una tendencia intelectual que introduce pesimismo, derrotismo en el pensamiento social, al argumentar que ha terminado el ciclo revolucionario, de izquierda, progresista, antimperialista, iniciado a finales del pasado siglo e inicios de éste, y que ahora se impone de modo inexorable, por razones objetivas, un ciclo de derecha. La lectura de Socialismo o fascismo. El nuevo carácter de la dependencia y el dilema latinoamericano, estructurada a través de 18 capítulos que se distribuyen o agrupan en 5 partes, con 293 páginas, en su edición cubana, es un estimulante ejercicio para comprender el presente y para entender, entre otras cosas, que en América Latina tiene lugar hoy una nueva disputa geopolítica, que no deja dudas acerca de que el ciclo revolucionario que inició la Revolución cubana hace 60 años, no ha terminado, como tampoco el hecho de que la viabilidad en el siglo XXI de un profundo, auténtico, radical proceso de cambio revolucionario, debe asumir un carácter socialista como única vía de quebrar los marcos del sistema capitalista, con sus variantes democrático-liberales burguesas o fascistas, y de construir un mundo mejor, que es posible.
