Introducción
La actualización del modelo socioeconómico en Cuba tiene impactos en todos los ámbitos como un proceso multidimensional e integral, en el que intervienen las diferentes actividades y sectores económicos y sociales. En la conceptualización de este modelo, se plantea que la sostenibilidad del país en lo económico, social y medioambiental está asociada al desarrollo local. En los últimos años, se ha convertido en una de las prioridades del plan de desarrollo de la economía cubana fomentar el desarrollo local y la ejecución de proyectos relacionados con este, que sustituyan importaciones y generen rubros exportables (Díaz-Canel Bermúdez et al., 2020; Mep, 2020).
Los proyectos de desarrollo local forman parte del cambio que se produce en el modelo socioeconómico cubano y representan una de las vías para dar respuestas a necesidades nacionales y locales y generar mayor bienestar. Su puesta en marcha permite activar el desarrollo mediante producciones y servicios con posibilidades competitivas o de un aporte socioeconómico importante.
La descentralización de las competencias de los gobiernos y su fortalecimiento, unido a los cambios en la Constitución de la República de Cuba (2019), que afianza su autonomía (Artículo 168), busca, entre otros fines, incrementar el desarrollo económico y social a través del aprovechamiento de los recursos endógenos, tanto materiales como espirituales, la creación de empleos y un aumento en los ingresos que se generan.
En los últimos años, en Cuba se ha dado una mayor importancia a la necesidad del incremento de estos proyectos como una vía para alcanzar el desarrollo socioeconómico de las localidades. Sin embargo, todavía no se obtienen los resultados esperados. Jam Massó (2018) enuncia un grupo de obstáculos en la escala municipal para lograr la implementación de proyectos de desarrollo local, algunas de las cuales, a criterio de los autores de esta investigación, tienen total vigencia, entre ellas: la falta de comunicación, información y coordinación entre los diferentes actores, la desarticulación de los procesos de planeamiento, la insuficiente información y capacitación sobre gestión local de los dirigentes y cuadros, entre otras.
En el documento aprobado por el Ministerio de Economía y Planificación (Mep), vigente desde el año 2011, denominado Metodología para la elaboración de proyectos de desarrollo local, en lo referido a la presentación de los proyectos de desarrollo local, se recogen los mecanismos financieros y logísticos, los objetivos de los grupos de trabajo, la propuesta para el diseño de proyectos y el procedimiento para el funcionamiento y administración de los fondos, pero no se incluyen los pasos que se deben seguir para lograr la ejecución del proyecto, no se identifican los procesos por los que atraviesa la gestión de estos proyectos y no se establecen los elementos a tener en cuenta para el análisis de los resultados una vez en funcionamiento.
La revisión de los informes sobre los resultados de los proyectos de desarrollo local, elaborado por la Dirección Provincial de Economía y Planificación de Holguín en los cierres del año 2014 hasta el 2019 y la participación de los investigadores en reuniones del grupo provincial de desarrollo local y en recorridos del grupo por varios municipios, permite plantear que existen limitaciones en su gestión, son insuficientes los proyectos que se logran presentar y aprobar, con la única excepción de los que se diseñan y gestionan en la cabecera provincial. Los existentes presentan limitaciones en su ejecución, la fundamentación no parte de un diagnóstico que contemple las potencialidades de los recursos endógenos y no se derivan de las estrategias de desarrollo municipal.
Por otra parte, los estudios de factibilidad presentan dificultades, muestran desconocimiento por parte de los directivos sobre qué pasos seguir para lograr el funcionamiento de los proyectos, además, existe dispersión y falta de integración entre los principales actores. Igualmente, se carece de herramientas para el control de los proyectos en funcionamiento y de sus resultados, que permitan realizar las necesarias regulaciones del proceso.
Estas carencias sugieren la necesidad de concebir recursos de la gestión del conocimiento que contribuyan a disminuir algunas de las limitaciones existentes en los proyectos de desarrollo local, a lo cual responde la presente contribución que se plantea como objetivo aportar una guía para el diseño e implementación de proyectos de desarrollo local, de tipo económico productivos. Esta, a partir de la concepción de las etapas del ciclo de vida de estos proyectos, recoge acciones a realizar en cada una de ellas, que servirán a sus directivos para impulsar su puesta en marcha, propiciar el cumplimiento de sus objetivos y el logro de mejores rendimientos. En otras palabras, alcanzar el desempeño pertinente y la efectividad del proyecto.
Materiales y métodos
Fueron utilizados métodos teóricos como el análisis-síntesis, los que sirvieron de base para caracterizar el objeto y los elementos teórico-metodológicos relacionados con los proyectos de desarrollo local, obtenidos a partir del estudio de la literatura especializada. Fungieron, además, como guía para la elaboración de las conclusiones de modo que permitieran identificar los aportes más relevantes expuestos. Las miradas desde el enfoque histórico-lógico develaron elementos fundamentales de los procesos de diseño y gestión de los proyectos de desarrollo local en sus trayectorias para realizar la caracterización y el análisis de los resultados que obtienen.
El ascenso de lo abstracto a lo concreto pensado permitió develar las dinámicas del todo y sus partes, desde la caracterización de cada fase de desarrollo de los proyectos, observando actores, escenarios para los análisis de las concepciones teóricas sobre los ciclos de vida de proyectos y la efectividad. El enfoque de sistema permitió estructurar y explicar la secuencia del ciclo de vida para los proyectos de desarrollo local en Cuba y las acciones a desarrollar en cada etapa.
De los métodos empíricos, se introdujeron la entrevista y la observación participante y no participante para determinar los elementos que inciden de forma negativa en la gestión de los proyectos de desarrollo local. La revisión de documentos permitió sistematizar los estudios precedentes en los cuales se encuentran elementos de importancia para la realización del resultado que se expone. Entre los documentos analizados, se destacaron tesis de grado, artículos científicos, informes sobre los resultados de los proyectos de desarrollo local de la Dirección Provincial de Economía y Planificación de Holguín.
Fueron analizados los resultados de estos proyectos en la provincia de Holguín desde el año 2014 hasta el 2019, lo que permitió identificar las principales dificultades existentes en su gestión y las limitaciones para lograr su puesta en funcionamiento. Elementos que sirvieron como base para la elaboración de la guía que se expone y que ha sido objeto de implementación y generalización en proyectos de desarrollo local de la provincia y se analizan propuestas para su aplicación en otras provincias del país.
Resultados y discusión
Los proyectos y su ciclo de vida
Es importante partir del análisis de diferentes concepciones de proyectos y su ciclo de vida atendiendo a las diversas modalidades, formas, variantes que estos encuentran en los territorios y en sus características.
Gavilán et al. (2010) plantea que los proyectos, en la medida que se configuran como una herramienta de innovación y aprendizaje, a partir de la experiencia, constituyen un instrumento fundamental para el despliegue y actualización de la misión de las entidades.
Además, refieren que la gestión del proyecto constituye un proceso complejo que implica:
Adecuarse continuamente a una realidad cambiante, interactuar con otras personas, agentes sociales e innovar, identificando nuevas formas de hacer las cosas, con objeto de dar respuestas alternativas a las necesidades y problemas sociales que van surgiendo
Afrontar diferentes momentos o fases: identificación y maduración de la idea, diseño y formulación del proyecto, puesta en marcha y ejecución, evaluación y fin del proyecto (Gavilán et al., 2010, p. 6)
Un proyecto constituye un proceso único (no estandarizado) que implica la identificación, diseño, puesta en marcha, ejecución y evaluación (planificación) de alternativas de respuesta no ensayadas (carácter innovador), con el fin de obtener unos objetivos, en un plazo determinado y responder así a una necesidad o problema detectado, generando una situación mejor que la situación de partida (Gavilán et al., 2010).
Por otra parte, la Guía del PMBOOK (PMI, 2017) plantea que un proyecto es un esfuerzo temporal que se lleva a cabo para crear un producto, servicio o resultado único. La naturaleza temporal de los proyectos implica que estos tienen un principio y un final definidos.
Existen diferentes tipologías de proyectos, según los fines que estos persiguen. Algunos de los tipos que se recogen en la Guía del PMBOOK (2017), de acuerdo con ese criterio, son:
El desarrollo de un nuevo producto, servicio o resultado
La implementación de un cambio en la estructura, los procesos, el personal o el estilo de una organización
El desarrollo o la adquisición de un sistema de información nuevo o modificado (hardware o software)
La realización de un trabajo de investigación cuyo resultado será adecuadamente registrado
La construcción de un edificio, planta industrial o infraestructura
La implementación, mejora o potenciación de los procesos y procedimientos de negocios existentes
También se realizan proyectos de tipo sociales, los cuales, según Gavilán et al. (2010), son entendidos como aquellos que se orientan a la promoción personal y la inclusión social, otros vinculados al ámbito medioambiental o al de cooperación internacional al desarrollo, el cívico, el cultural, etc.
Otros de los tipos de proyectos, que en los últimos años han venido tomando importancia y que constituyen el objeto de estudio de la presente investigación, son los proyectos de desarrollo local. Estos, desde el punto de vista teórico, son entendidos por Rodríguez y Zeballos (2007, p. 17) como "propuestas de transformación que, partiendo de una determinada concepción del cambio social, intervienen en ámbitos o dimensiones específicas de la realidad para mejorarla y, con ello, beneficiar directa o indirectamente a poblaciones que, por lo general, pueden ser ubicadas territorialmente".
El Centro de Estudios de Desarrollo Local (CEDEL) (2020), plantea que estos proyectos representan, un proceso donde se dispone -en un período de tiempo y lugar concretos- de un conjunto de recursos, esfuerzos y acciones con el propósito de transformar una situación existente a otra deseada, brindando para ello determinados productos, bienes y/o servicios. Además, los caracteriza como proyectos dedicados a contribuir al desarrollo de territorio/s y comunidad/es donde actúa, e impactar en la calidad de vida de la población, bajo el criterio fundamental de potenciar las capacidades de los grupos y actores participantes y aprovechar los propios recursos y potencialidades en la solución de las problemáticas planteadas.
En el caso particular de Cuba, en las Indicaciones Metodológicas para la elaboración del plan 2020 del Ministerio de Economía y Planificación, se considera que:
Los proyectos de desarrollo local se establecen como vía para lograr una participación activa de los consejos de la administración municipales y provinciales en su estrategia de desarrollo, mediante la gestión de proyectos con impacto en el ámbito económico-productivo, sociocultural, natural e institucional, que posibiliten el aprovechamiento de recursos endógenos y exógenos por actores estatales y no estatales, en función del mejoramiento de la calidad de vida de la población (Mep, 2019, p. 273).
La adecuada gestión de un proyecto conlleva recorrer diferentes etapas, todas ellas necesarias e interdependientes. Así, el ciclo del proyecto se inicia a partir de la identificación de una situación inicial (necesidad o problema detectado), sobre la que se quiere actuar mediante una intervención planificada con la intención de generar una situación final mejor.
El ciclo de vida de un proyecto es la serie de fases por las que este atraviesa desde su inicio hasta el cierre. Las fases son generalmente secuenciales y sus nombres y números se determinan en función de las necesidades de gestión y control de la organización u organizaciones que participan, la naturaleza propia del proyecto y su área de aplicación (PMI, 2017).
Por otra parte, según Castillo, Vega y Meneses (2020, p. 634), "el ciclo de vida de un proyecto es una secuencia de fases que conectan el inicio con el fin de un proyecto. Permiten definir qué trabajo técnico se debe realizar en cada fase, cuándo se deben generar los productos entregables, quién está involucrado en cada fase y cómo controlar y aprobar cada una de ellas".
Estas investigaciones coinciden en que el ciclo de vida de un proyecto abarca desde su inicio hasta su conclusión. A partir de esto, se puede determinar o conformar el ciclo de vida del proyecto, con arreglo a diferentes criterios; entre ellos, los aspectos únicos de la organización, de la industria o de la tecnología empleada. Mientras que cada proyecto tiene un inicio y un final definidos, los entregables específicos y las actividades que se llevan a cabo variarán ampliamente, dependiendo las características de cada uno. El ciclo de vida proporciona el marco de referencia básico para la conducción del proyecto.
En la Guía del PMBOOK (2017), se plantea que, aunque los proyectos varían en tamaño y complejidad, todos pueden configurarse dentro de la siguiente estructura genérica de ciclo de vida: Inicio del proyecto, Organización y preparación, Ejecución del trabajo y Cierre del proyecto.
Existen varias investigaciones en las que se definen ciclos de vida para diferentes tipos de proyectos; entre ellas, las realizadas por González, Sánchez y Heredia (2019), relacionada con los proyectos mineros, Castillo, Vega y Meneses (2020), que proponen un ciclo de vida para proyectos de inteligencia de negocios, el cual comprende seis etapas: análisis preliminar, definición, levantamiento de información, diseño, implementación y cierre de proyecto.
Enshassi, Al Ghoul y AlKilani (2018), incorporan factores de sostenibilidad a incluir dentro de las etapas del ciclo de vida de proyectos de construcción. Por otra parte, Crespo, Bueno y Ometto (2016), trabajan la evaluación de impactos de los ciclos de vida de productos sustentables. Así como Meira y Rojas (2012) proponen un modelo de ciclo de vida para emprendimientos sociales.
Con respecto a este tema, entre los documentos más reconocidos a nivel internacional, se encuentra la Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos (PMI, 2017), que tiene como objetivos proporcionar pautas para la dirección de proyectos individuales y definir conceptos relacionados con la dirección de proyectos. Describe asimismo el ciclo de vida de la dirección de proyectos y los procesos relacionados, así como el ciclo de vida del proyecto. En esta, se identifican como etapas las siguientes: Inicio, Planificación, Ejecución, Seguimiento y control y Cierre.
Específicamente para los proyectos de desarrollo local, se analizaron varias investigaciones que proponen ciclos de vida para distintos tipos de proyectos; entre ellas, los siguientes:
Guía para la gestión de proyectos en desarrollo local, Malta (2003). Su objetivo fundamental es declarar los pasos para la formulación de proyectos sociales y comunitarios y para su gestión financiera. Las etapas que comprende son: Preparación y estudios, Ejecución y Operación o funcionamiento permanente.
Guía para la gestión de proyectos sociales, Gavilán et al. (2010). Tiene como objetivos facilitar la gestión de proyectos sociales, a la vez que ofrece pautas y herramientas para la planificación, formulación, puesta en marcha, ejecución y evaluación de proyectos sociales. Propone algunas claves básicas para incorporar en los proyectos ejes trasversales tan importantes como la perspectiva de género, intercultural y medioambiental.
Presenta como etapas en el ciclo de vida las siguientes: Fase inicial, Fase de diseño o elaboración del proyecto, Fase de puesta en marcha, Fase de ejecución y seguimiento, Evaluación ex post.
Metodología de gestión de proyectos, Centro de Estudios de Desarrollo Local (2020). En ella, se definen acciones a realizar dentro de cada fase de los proyectos. Estas son: Identificación y análisis, Planificación, Evaluación de factibilidad, Negociación y presentación del proyecto, Ejecución y seguimiento y Evaluación final.
Los ciclos de vida recogidos en estas investigaciones se centran en proyectos fundamentalmente de tipos sociales, comunitarios, con participación de la colaboración internacional, entre otros. En Cuba, en el Decreto Ley 33 de 2021 del Consejo de Ministros (2021), los proyectos de desarrollo local se clasifican en económicos productivos, socioculturales, ambientales, institucionales y de investigación desarrollo e innovación.
Específicamente, los proyectos de tipo económicos productivos que constituyen el objeto de la presente contribución, se definen como los que generan bienes y servicios comercializables que se dirigen al beneficio local y de forma sostenible a los sectores de la economía y los servicios sociales, con énfasis en la producción de alimentos para el consumo interno, contribuir a las exportaciones, a la sustitución de importaciones y los flujos monetario-mercantiles al interior del territorio, así como fomentar la gestión del turismo local sostenible y los encadenamientos productivos (Consejo de Ministros de la República de Cuba, 2021).
Al no encontrar en la literatura consultada una herramienta que se ajuste a las características de estos proyectos de tipo económico productivo y dada la importancia que ellos tienen para el impulso de la economía de los municipios del país, se concibió la guía que recoge las acciones a realizar en cada etapa de su ciclo de vida.
En la tabla 1, se muestran las características de cada etapa de los ciclos de vida de algunas de las herramientas mencionadas anteriormente, las que sirvieron como base para la elaboración que se aporta en el presente estudio, en la cual se definen las etapas del ciclo de vida para proyectos económicos productivos y se incluyen las acciones a realizar en cada una de las etapas, adaptado a las necesidades y características de estos proyectos en Cuba.
Herramienta | Etapas del ciclo de vida | Características |
---|---|---|
Guía para la gestión de proyectos en desarrollo local, Malta (2003) | Preparación y estudios | Se realizan los análisis y diseños que permitirán contar con una opción viable de proyecto y tomar decisiones para recomendar la mejor alternativa para el avance exitoso del proyecto |
Ejecución | Montaje del proyecto, durante la cual se realizan los procesos que dejarían el proyecto listo para funcionar | |
Operación o funcionamiento permanente | Etapa en la que se alcanza el funcionamiento del proyecto | |
Guía para la gestión de proyectos sociales, Gavilán et al. (2010) | Fase inicial: identificación de la idea | Análisis de la realidad, incluyendo la identificación de expectativas y demandas de las partes interesadas; definición de la necesidad o problema y de los factores de incidencia, análisis de recursos, identificación y priorización de alternativas innovadoras. (Evaluación |
Fase de diseño y elaboración del proyecto | Definición de la población destinataria, formulación de objetivos, plan de ejecución, plan de recursos, plan de evaluación, informe del proyecto. (Evaluación del diseño, viabilidad y sostenibilidad del proyecto) | |
Fase de puesta en marcha | Comunicación a las partes interesadas y captación de personas beneficiarias, aprovisionamiento de recursos | |
Fase de ejecución | Desarrollo, evaluación, reajustes y cambios durante la ejecución. (Evaluación y seguimiento de la intervención) | |
Fase final: ajuste o fin del proyecto | Si las necesidades o problemas se mantienen, introducir los ajustes necesarios en el proyecto o diseñar y poner en marcha un servicio. (Evaluación |
|
Metodología de gestión de proyectos, Centro de Estudios de Desarrollo Local (2020) | Identificación y análisis | Se define la propuesta de Proyecto con las posibles variantes concebidas para solucionar la necesidad que da vida a la idea del proyecto. Esta implica investigar la realidad donde interviene el proyecto para identificar qué proceso trasformado o desarrollado y las vías para hacerlo de manera apropiada |
Planificación | Se detalla la propuesta de Proyecto. Esta implica clarificar y ordenar lo que se pretende lograr y, a partir de ello, organizar y planear los insumos o componentes (recursos, esfuerzos y acciones) que deberán operar en el proyecto para obtener los propósitos trazados y cómo estos serán monitoreados | |
Evaluación de factibilidad | Se evalúa la propuesta de Proyecto con el propósito de valorar si es factible o no llevarla a cabo y mejorar sus alternativas de gestión | |
Negociación y presentación del proyecto | Se establecen los compromisos y contribuciones de actores claves para garantizar la realización y éxito de la propuesta de Proyecto. Ella implica presentar y debatir la idea del Proyecto ante actores claves, con la finalidad de lograr las aprobaciones, acuerdos y aportes que se precisan para su realización | |
Ejecución y seguimiento | Se implementa la propuesta de Proyecto. Esta implica el despliegue de las estrategias y acciones planificadas y la ejecución financiera y material del proyecto para obtener paulatinamente los propósitos planteados. Comprende, a su vez, el monitoreo y control del desempeño del proyecto y los resultados y efectos que este produce | |
Evaluación final | Se investiga sobre la efectividad y sostenibilidad del proyecto o los impactos generados por él, una vez concluidos. Implica el análisis, comparación y valoración general de los resultados del proyecto en correspondencia con el objetivo de transformación de la realidad | |
Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos (PMI, 2017) | Inicio | Aquellos procesos realizados para definir un nuevo proyecto o nueva fase de un proyecto existente al obtener la autorización para iniciarlo |
Planificación | Incluye los procesos requeridos para establecer el alcance del proyecto, refinar los objetivos y definir el curso de acción requerido para alcanzar los objetivos propuestos del proyecto | |
Ejecución | Se trata de los procesos realizados para completar el trabajo definido en el plan para la dirección del proyecto a fin de satisfacer las especificaciones del mismo | |
Seguimiento y control | Aquellos procesos requeridos para rastrear, revisar y regular el progreso y el desempeño del proyecto para identificar áreas en las que el plan requiera cambios y para iniciar los cambios correspondientes | |
Cierre | Integrada por los procesos realizados para finalizar todas las actividades a través de todos los Grupos de Procesos, a fin de cerrar formalmente el proyecto o una fase del mismo |
Fuente: Elaboración propia
La efectividad en un proyecto de desarrollo local
La efectividad en los proyectos es entendida como la relación entre los objetivos y los resultados alcanzados, bajo condiciones reales (Bouza Suárez, 2000). Desde diferentes miradas, son varios los autores que la relacionan con el logro de los objetivos, (Sumanth, 1990; Mallo y Merlo, 1995; González, 2002; Gutiérrez, 2007), citados por Rojas et al. (2018), mientras otros la asocian al resultado de la eficacia y la eficiencia, es el caso de Quijano (2006), citado por Rojas et al. (2018).
En el caso específico de un proyecto de desarrollo local de tipo económico productivo, se asume la postura que vincula la efectividad por lograr las metas y objetivos del proyecto con eficiencia y eficacia. O sea, que se logre la aprobación de los proyectos diseñados y, posteriormente, su ejecución con éxito. Además, que una vez en funcionamiento muestren una salud económica-financiera robusta, que les permita cumplir con los compromisos contraídos, que incluyen sus cargas impositivas y aportes a los órganos de gobierno locales si está en sus responsabilidades (en el caso de la experiencia cubana, estos órganos se denominan Consejo de la Administración Municipal-Cam) y logran alcanzar los objetivos propuestos durante su diseño.
Para incrementar la efectividad en los proyectos, se requiere, además, el uso de los recursos con arreglo al diseño concebido y el logro de la satisfacción del cliente. Si la relación entre estos elementos no es efectiva se requiere regular el proceso mediante acciones que emanen del control periódico que debe acompañar a los proyectos a través de la evaluación de indicadores y de los análisis de posinversión, todo lo cual permitirá identificar las oportunidades de mejora (Almaguer Torres et al., 2020).
Otro elemento fundamental para incrementar su efectividad sería la integración de los procesos y, además, de las dimensiones del desarrollo local y los actores internos y externos.
Los proyectos gestionados con arreglo a estas lógicas funcionarán considerando los fines concebidos en el diseño que permitió su aprobación. En las condiciones actuales del desarrollo, suele hacerse énfasis en la incidencia que todo proyecto debe tener en las diversas facetas que conforman la vida social en la que el proyecto despliega sus acciones. Se trata de incidir en los aspectos económicos, socioculturales, institucionales y medioambientales, sostenidos además en la participación de actores clave para su buen funcionamiento, tales como los gestores de la idea del proyecto y, con ellos, los trabajadores involucrados, la empresa rectora, el gobierno municipal y provincial, los organismos de atención a la economía territorial, la comunidad, entre otros.
En la experiencia de Cuba, un elemento que puede contribuir a lograr la efectividad de los proyectos de desarrollo local es contar con una guía que recoja las acciones a realizar en cada una de las etapas de su ciclo de vida, ya que esto permitirá a sus directivos conocer qué hacer en cada momento para lograr el funcionamiento del proyecto y su efectividad.
En opinión de los autores del presente estudio, alcanzar un desempeño efectivo de los proyectos de desarrollo local se facilita, si su gestión se concibe a través de diferentes etapas o fases de su ciclo de vida.
En específico, para la gestión de los proyectos de desarrollo local en Cuba, es recomendable que los actores que conducen el proceso tengan claridad en las características del ciclo de vida del proyecto y las etapas que lo conforman, teniendo en cuenta sus características y particularidades. Entre estas particularidades, resalta el hecho de que estos proyectos deben derivarse de las estrategias de desarrollo municipal que, en su concepto de rentabilidad, se incorpora la responsabilidad ante la sociedad local, lo que se materializa, entre otras formas, por el aporte de hasta un cuarenta por ciento de sus utilidades al Consejo de Administración Municipal.
A partir del análisis anterior, se definen como etapas del ciclo de vida de los proyectos de desarrollo local para el contexto de Cuba las siguientes:
Idea de proyecto: identificación de posibles proyectos, atendiendo a las líneas de desarrollo trazadas en la estrategia de desarrollo municipal, según las necesidades y problemáticas del municipio.
Elaboración: diseño del proyecto, formulación de objetivos, elaboración de estudio de factibilidad, conformación del expediente del proyecto y solicitud de avales. A partir de contar con toda la documentación, debe presentarse para su aprobación en los niveles correspondientes.
Ejecución y puesta en marcha: creación de las condiciones de infraestructura, requerimientos tecnológicos, mobiliario y logística para el posterior funcionamiento del proyecto. Elaboración de los planes de producción o servicios y contratación con proveedores y clientes.
Funcionamiento: constituye una etapa de extrema importancia dentro del ciclo de vida de los proyectos económicos productivos ya que denota la estabilidad que alcanza el proyecto posterior a la puesta en marcha. Es el escenario en el que se despliega la producción o prestación de los servicios para los que fue creado el proyecto, aporte al Cam del porciento establecido de sus utilidades, evaluación de indicadores, realización del estudio de posinversión y, a partir de los resultados de dicho estudio, realizar la mejora en el funcionamiento.
Luego de concebidas las etapas por las que debe transitar en su gestión un proyecto de desarrollo local, de tipo económico productivo en Cuba y teniendo en cuenta los documentos que rigen su modo de presentación, aprobación y posterior funcionamiento, se diseñó un grupo de acciones a realizar en cada etapa de su ciclo de vida.
Guía para el diseño e implementación de proyectos de desarrollo local de tipo económico productivo
Idea de proyecto:
Identificación de las necesidades y problemáticas del municipio que pueden ser atendidas mediante posibles proyectos de desarrollo local, atendiendo a las líneas de desarrollo trazadas en la estrategia de desarrollo municipal
Determinar qué recursos endógenos del municipio se pueden aprovechar para solucionar la problemática a la que responde el proyecto
Aplicar encuestas a la población y a la comunidad para conocer su opinión sobre el proyecto
Determinar los actores que participarán en el proyecto
Identificar a qué línea estratégica, dentro de la Estrategia de Desarrollo Municipal, responde el proyecto
Elaboración:
Diagnosticar la problemática a resolver y definir la misión del proyecto, que expresa su finalidad. Para ello, el gestor responsable del proyecto puede auxiliarse de la realización de la técnica "lluvia de ideas", con la participación de los actores que se consideren relevantes para la vida del proyecto, que pueden formar parte del consejo de dirección y de los trabajadores de la entidad o institución con la que se vincula directamente el proyecto. Ello puede favorecer el compromiso con su logro y se sugiere sea aprobada en el Consejo de dirección
Definición de los objetivos. Los que expresan hacia dónde se quiere llegar y deben estar dirigidos al cumplimiento de la misión, los resultados y beneficios que se esperan obtener con el proyecto. Esta acción brinda la posibilidad de afianzar las metas del proyecto en el conjunto de actores que lo ejecutan, siempre que se socialicen los objetivos propuestos, se genere un espacio de debate con ellos para que produzca el efecto de apropiación social de los objetivos del proyecto entre todos los encargados de hacerlo realidad. Ello forma parte de una tecnología social que incide en el compromiso individual y colectivo, facilita la creación de un clima de confianza y comunicación adecuado
Determinar las acciones y las actividades a realizar para alcanzar los objetivos. Estas deben estar dirigidas al cumplimiento de los objetivos que se establecen en la acción anterior
Realizar el estudio de factibilidad. Se determinan los costos de la inversión mediante estudios de preinversión y los proyectos de ingeniería y arquitectónicos, si fueran necesarios; la estimación de los posibles ingresos, el diseño de las fichas de costo de los productos o servicios que se prestarán y, a partir de estas y el resto de los gastos en los que se incurra para la venta final del producto o servicio, determinar los costos, además, se precisa el tiempo de recuperación de la inversión, la tasa interna de rendimiento, entre otros indicadores financieros. De suma importancia resulta también, la realización de un estudio de mercado para determinar los clientes potenciales, los competidores y los tipos de productos o servicios que se van a ofrecer. Además, se requiere de la firma de cartas de intención con proveedores y clientes, así como de los estudios de factibilidad ambiental y social
Para la experiencia en Cuba, se requiere solicitar avales y documentos para la aprobación del proyecto en las diferentes instituciones bancarias y ministerios relacionados con el tipo de proyecto
Presentar el proyecto al Consejo de Administración Municipal o al Gobernador, según corresponda, para su aprobación. Para ello, debe entregarse un expediente que, según lo normado por el Decreto Ley 33 (2021), contenga los documentos siguientes:
Ejecución y puesta en marcha:
Crear las condiciones de infraestructura y requerimientos tecnológicos, que implica garantizar las instalaciones o su mantenimiento, los equipamientos, el mobiliario y la tecnología necesaria para la realización del proceso productivo o la prestación del servicio de que se trate
Proyección de los planes de producción, ingresos y utilidades a obtener por el proyecto
Elaboración de los planes de trabajo para alcanzar las proyecciones planificadas.
Planificación de insumos y materias primas necesarias para cumplir con los planes de producción proyectados para el funcionamiento del proyecto
Establecer y/o actualizar los contratos económicos con proveedores y/o clientes, lo que significa el paso mediante el cual la entidad que fundamenta el proyecto realiza el contrato con los proveedores de materia prima, equipamiento o de construcción y montaje o mantenimiento, según sean las necesidades. También se realizan los contratos con los posibles clientes. En la realización de los contratos, se deben tener presentes los términos para las prestaciones del servicio, los derechos y deberes de ambos contratistas, así como los términos para la ejecución de la contratación y los precontratos que garantizarán la realización de los servicios. Además, estas acciones deberán ser aprobadas en el plan de inversiones de cada entidad para el año en el que se ejecutarán
Realizar la selección, distribución y preparación de los recursos humanos necesarios, en correspondencia con la organización de funciones del proyecto. En la selección, se realiza la determinación del personal que integrará el proyecto, a partir de su capacitación y su desempeño y en correspondencia con su estructura. En este paso, es importante que se fomente el empleo básicamente para la población local
Crear un centro de costo para el proyecto. Este debe ser independiente de los restantes de la institución a la que se vincula el proyecto y refleja la relación de ingresos y gastos del proyecto
En caso de ser una asociación entre dos o más actores locales, se constituye una asociación contractual y se definen el o los titulares que actúan en representación del proyecto a todos los efectos legales
Funcionamiento:
Ejecutar los contratos con los proveedores de recursos materiales y tecnológicos. En esta actividad, es importante la formación de posibles encadenamientos productivos, que garanticen la sostenibilidad de las producciones del proyecto en el tiempo. Además, estos pueden rebasar los límites del municipio, generando desarrollo no solo en el lugar donde esté enclavado el proyecto
Ejecutar los contratos con proveedores que se firmaron en la etapa de ejecución y puesta en marcha. Además, realizar el reaprovisionamiento de materias primas e insumos, que puede ser en el mercado mayorista y de ser necesario en el minorista
Organizar la realización del proceso productivo o de servicios. Para ello, distribuir los recursos, materiales e insumos. Se reparten las materias primas en las diferentes áreas de producción o servicios, en correspondencia con sus funciones, así como los medios de los que se dispone
Realización del proceso productivo o la prestación del servicio para lo que fue concebido el proyecto
Comercialización y venta del producto o servicio
Determinar la utilidad después de impuestos, de la cual un 50 % será para distribuir en el propio proyecto y del otro 50 %, se realizará el aporte del porciento pactado al Consejo de Administración Municipal. Se verifica así el grado de rentabilidad del proyecto, aspecto esencial para su continuidad y sostenibilidad.
Realizar en la preparación de los recursos humanos acciones de capacitación, a partir de los resultados de la evaluación del desempeño
Medir indicadores para evaluar la efectividad del proyecto
Realizar análisis de posinversión
Según los resultados del proyecto, implementar las acciones de mejora necesarias
Una vez identificada la etapa del ciclo de vida en la que se encuentra el proyecto, se debe analizar si se ha cumplido con las acciones que le corresponden a cada etapa. Esto servirá de diagnóstico para evaluar la situación del proyecto y poder implementar las acciones de mejora necesarias para lograr su efectividad.
La identificación del ciclo de vida para los proyectos de desarrollo local en Cuba, atendiendo a sus características y particularidades y el diseño de las acciones a realizar en cada etapa, constituye una herramienta que ha contribuido a lograr que aumenten los proyectos que arrojan resultados positivos en su desempeño en la provincia Holguín y que se alcance una mayor efectividad en los más de 15 proyectos en los que se han implementado. Además, se encuentran en proceso de introducción en todos los proyectos de desarrollo local de la provincia Holguín, a solicitud del Consejo de Gobierno Provincial y en otras provincias que han mostrado interés en esta herramienta.