INTRODUCCIÓN
Las propiedades químicas del suelo condicionan los procesos nutricionales de las plantas. La fertilidad química del suelo depende, entre otros aspectos, del pH, el contenido de materia orgánica, la presencia de nutrientes en solución y de aquellos adsorbidos a los coloides (Hailegnaw et al., 2019).
En la Amazonia colombiana, predominan suelos de lomerío con texturas arcillosas acentuadas en el horizonte B (Rosas et al., 2016). Estos suelos son ácidos, con altos contenidos de aluminio, baja saturación de bases y capacidad de intercambio catiónico limitada. Además, presentan bajos contenidos de carbono, fosforo, potasio y magnesio en sus horizontes minerales (Rosas et al., 2017), lo que evidencia limitaciones agrológicas. En este contexto, la disponibilidad de nutrientes en los sistemas productivos, especialmente en los sistemas agroforestales, depende del ciclaje de la materia orgánica que ocurre en el topsoil (Celentano et al., 2020).
La región amazónica en Colombia representa el 42,3 % del territorio continental del país (SIAT-AC, 2022). En los últimos 16 años, ha perdido alrededor de 5,2 % de su bosque, que se reemplaza con pasturas para la ganadería bovina, con una tasa de deforestación del 0,46 %. Sin embargo, en el departamento del Caquetá, esta tasa es aún más alta (0,77 %) (Murad y Pearse, 2018). Esta deforestación está ocasionando degradación de los suelos y la interrupción del ciclo natural de los procesos edafológicos (Franco et al., 2019).
Los sistemas agroforestales (SAF) resultan una alternativa tecnológica sostenible, integrada y diversificada (Celentano et al., 2020). Los SAF contribuyen a la recuperación de los suelos y promueven la creación de un ciclo de nutrientes más cerrado a través de la captura profunda de nutrientes, el aumento del suministro a través de la fijación de N, la producción y descomposición de hojarasca, así como el incremento de la actividad biológica del suelo en la agrosilvicultura (Sileshi et al., 2020). De manera particular, en los suelos de la Amazonia colombiana, caracterizados por su baja fertilidad (Suárez et al., 2015), los SAF con H. brasiliensis aumentan el carbono orgánico en el suelo y mejoran el balance de nutrientes (Joseph et al., 2022).
En la región amazónica colombiana, se establecen SAF con H. brasiliensis (Willd. ex A.Juss.) Müll. Arg. con la finalidad de rehabilitar suelos degradados (Peña et al., 2021). Estos sistemas parten del principio rector que los árboles en los SAF cumplen funciones ecológicas, como proteger el suelo, mejorar el ciclaje de nutrientes y reducir los efectos directos del sol, el agua y el viento (Nair et al., 1985, Santana et al., 2022). Además, contribuyen a aumentar la capacidad de intercambio catiónico y mejorar la disponibilidad de nitrógeno, fosforo y potasio (Suárez et al., 2015). Sin embargo, no existe suficiente claridad sobre las posibles incidencias de los SAF con H. brasiliensis en las condiciones químicas de los suelos ácidos de la región amazónica.
Por ello, el objetivo de esta investigación fue evaluar los posibles efectos de cinco tipos de uso del suelo sobre las propiedades químicas de los horizontes A y B en suelos de lomerío de la Amazonia colombiana: sistema agroforestal de H. brasiliensis con maderables y frutales, sistema agroforestal de H. brasiliensis asociado a rastrojo, monocultivo de H. brasiliensis, bosque secundario como control positivo y pastura nativa como control negativo.
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación se desarrolló en plantaciones de H. brasiliensis (caucho), pasturas nativas y bosques secundarios localizados establecidos en suelos de lomas o colinas al interior del paisaje de lomerío, en el área rural de los Municipios Belén de los Andaquíes, Florencia y El Doncello, en el departamento de Caquetá, Colombia. La región se caracteriza por presentar una temperatura media mensual de 24,8°C, evaporación de 88,4 mm, humedad relativa media del 87,1 %, brillo solar promedio de 121 h y precipitaciones de 280,4 mm (IGAC, 2014).
Se colectaron muestras de suelos de las siguientes coberturas:
Bosque secundario (Bs): bosque mayor de 30 años, con especies nativas, desarrollados por descanso de áreas intervenidas; fue el control positivo en la investigación.
Sistema agroforestal con H. brasiliensis, frutales y/o frutales (Saf): los sistemas agroforestales fueron establecidos a partir de plantaciones de H. brasiliensis (clon FX3864) con más de 20 años de cultivo. Estas plantaciones se encontraban en fase de producción y dispuestas en surcos de 4 m entre plantas y 7 m entre calles. Durante los últimos tres años, se fertilizó el caucho anualmente con cal dolomita (500 g árbol-1) y Remital® (500 g árbol-1). Entre las calles se plantaron especies frutales como Bactris gasipaes Kunth (chontaduro), Theobroma cacao L. (cacao común), Theobroma grandiflorum W.S (copoazú), Psidium guajava L. (guayaba), Eugenia stipitata M.V (arazá), Citrus sp. (cítricos), Borojoa patinoi C. (borojó), Pourouma cecropiifolia M. (uva caimarona) e Ingas sp. (guamos). Además de especies maderables como Laurus nobilis L. (laurel), Cariniana pyriformis M. (abarco), Couma macrocarpa B.R. (perillo), Trattinnickia burserifolia M. (caraño) y Luma apiculata D. B. (arrayán).
Sistema Agroforestal con H. brasiliensis y rastrojo (Sar): plantación de H. brasiliensis (clon FX3864) con más de 20 años de establecidas a partir de pastura nativa, en fase de producción y dispuesta en surcos de 4 m entre plantas y 7 m entre calles. Los productores realizaron prácticas de limpieza con guadañadora y machete en los surcos, pero dejaron cubiertas las calles con rastrojo en donde predominaban las especies propias de la regeneración natural en la zona: Miconia sp. (chilco), Cecropia membranaceae T. (yarumo), Piper arboreum A. (cordoncillo), Vismia brasiliensis C. (lacre), Arundo donax L. (carrizo), Clidermia hirta L.D. (azulejo), y Bellusia grossularoides (guayabo coronillo).
H. brasiliensis en monocultivo (Mhe): plantación de H. brasiliensis Muell (clon FX3864) con más de 20 años de establecida a partir de pastura nativa, en fase de producción y dispuesta en surcos de 4 m entre plantas y 7 m entre calles. Durante los últimos tres años se ha fertilizado con cal dolomita (500 g árbol-1) y 500 g árbol-1 de Remital®. Estas plantaciones continúan soportando carga animal que pastorea la grama nativa.
Pastura nativa (Pna): potreros con más de 30 años de establecidos, conformados principalmente por Paspalum notatum F. (grama dulce) y Homolepis aturensis K. C. (guaduilla), con carga permanente de ganado bovino y equino; presentan niveles de erosión entre fuerte (terracetas, surcos) y extremadamente fuerte (cárcavas y remoción en masa).
Estas pasturas representan el control negativo de la investigación, presentan pérdidas significativas en los atributos del suelo y la pastura, que pueden indicar evidentes procesos de degradación (Dias et al., 2020).
En cada una de las cinco coberturas y en cada horizonte (A y B), cada cinco metros de distancia en dirección opuesta a la pendiente, se tomaron cinco submuestras para conformar una muestra compuesta de aproximadamente 500 g. El horizonte B se muestreó hasta 40 cm, de acuerdo con lo establecido por Cherubin et al. (2017), quienes afirman que la actividad de la raíz en suelos arcillosos, como los predominantes en los lomeríos de la Amazonia, es superficial debido, entre otros factores, a la compactación, lo que dificulta la absorción de nutrientes en horizontes subsuperficiales. Las muestras fueron enviadas al laboratorio de suelos del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) para el respectivo análisis químico (Tabla 1).
Característica | Método |
pH | Potenciómetro en relación agua:suelo 1:1. |
Aluminio intercambiable (cmol kg-1) | Extracción en KCl |
Carbono orgánico (%) | Walkley-Black. |
Potasio (cmol kg-1) | Extracción con acetato de amonio 1N y neutro. |
Fósforo disponible (ppm) | Bray II modificado |
Calcio (cmol kg-1) | Extracción con acetato de amonio 1N y neutro. |
Magnesio (cmol kg-1) | Extracción con acetato de amonio 1N y neutro. |
Bases Intercambiables (%) | Relación de bases y aluminio. |
CIC (cmol kg-1) | Extracción con acetato de amonio 1N y neutro. |
Los efectos y las interacciones de los tratamientos fueron evaluados en el suelo de cada los hori zontes (A y B), mediante un diseño de bloques completos al azar, donde las coberturas correspondieron al factor A, los horizontes al factor B y las zonas de estudio (El Doncello, Florencia y Belén de los Andaquíes) a los bloques. Para evaluar estadísticamente los efectos y las interacciones de los tratamientos, se realizó un análisis de varianza y las medias fueron separadas mediante la prueba de DGC.
Se determinó la similitud entre variables químicas del suelo según la cobertura y el horizonte de muestreo mediante un análisis de conglomerados. Se realizó un análisis de correlaciones entre variables mediante la prueba de Pearson. Finalmente, se realizó un análisis discriminante para la identificación de las variables químicas del suelo de mayor peso estadístico en la separación de coberturas y conglomerados. Todos los análisis estadísticos se corrieron utilizando el programa Infostat (Di Rienzo et al., 2018).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El análisis de varianza evidenció efectos significativos de las coberturas solamente en el pH del suelo, mientras que CO, P, Ca, Mg y K se vieron afectadas por el horizonte. El contenido de aluminio intercambiable, la CIC y la SB del suelo no se vieron afectados por los tratamientos. Del mismo modo, no se evidenciaron interacciones entre los factores evaluados (Tabla 2).
Los suelos de las cinco coberturas evaluadas presentaron pH extremadamente ácidos producto del material de origen, de las altas precipitaciones en la zona y el lavado de las bases (Ca, Mg, K y Na) que hace que predominen los iones de H+ y Al3+(Agegnehu et al., 2021). Estas condiciones de baja fertilidad química resultan normales para estos suelos de la Amazonia colombiana (Rosas et al., 2017), aunque se aprecia un cambio positivo en el suelo bajo los tipos de uso que han recibido enmiendas calcáreas y fertilizantes.
Los suelos de Bs y Sar presentaron niveles de pH más bajo; por su parte, los suelos de Mhe y Saf presentaron mayor pH. Esto pudiera deberse a la incorporación de cal dolomita y estiércol de ganado en pastoreo que regula los niveles de acidez originada por la presencia de aluminio (Rosas et al., 2019; Cervantes et al., 2022). Por otro lado, la descomposición de hojarasca en el bosque puede generar pH bajos por la ausencia de calcio en la biomasa dando origen a un humus ácido (Tanikawa et al., 2018). La pastura también presentó mayor valor de pH que Bs y Sar posiblemente debido al aporte de bases provenientes del estiércol del ganado. Resultados similares reporta Rayne y Aula, (2020) quienes mediante la aplicación de estiércol bovino al suelo incrementaron el valor de pH y la disponibilidad de bases en el suelo (Tabla 2).
Uso de suelo | Horizonte | Resumen | pH | Al (cmol kg-1) | CO (%) | P (ppm) | Ca (cmol kg-1) | Mg (cmol kg-1) | K (cmol kg-1) | SB (%) | CIC (cmol kg-1) |
Bs | A | Media | 3,63b | 5,27 | 2,57a | 7,9a | 0,23a | 0,15a | 0,17a | 4,40 | 14,77 |
E.E. | 0,07 | 2,47 | 0,66 | 1,32 | 0,06 | 0,04 | 0,04 | 0,60 | 5,11 | ||
B | Media | 3,97b | 4,90 | 0,97b | 3,4b | 0,06b | 0,05b | 0,13b | 3,60 | 12,20 | |
E.E. | 0,07 | 2,47 | 0,20 | 1,73 | 0,02 | 0,01 | 0,04 | 1,42 | 5,56 | ||
Mhe | A | Media | 4,33a | 3,10 | 1,8a | 7,6a | 0,7a | 0,42a | 0,22a | 10,73 | 13,67 |
E.E. | 0,15 | 0,57 | 0,12 | 1,45 | 0,25 | 0,18 | 0,06 | 3,76 | 1,45 | ||
B | Media | 4,1a | 5,33 | 0,88b | 2,67b | 0,17b | 0,09b | 0,13b | 3,70 | 11,33 | |
E.E. | 0,06 | 1,11 | 0,03b | 1,01 | 0,07 | 0,02 | 0,05 | 0,95 | 1,12 | ||
Pna | A | Media | 4,27a | 4,10 | 1,83a | 6,37a | 0,67a | 0,32a | 0,23a | 9,00 | 14,60 |
E.E. | 0,03 | 0,82 | 0,13 | 3,31 | 0,22 | 0,19 | 0,03 | 3,40 | 1,76 | ||
B | Media | 4,2a | 5,60 | 0,82b | 1,64b | 0,44b | 0,13b | 0,16b | 5,73 | 13,40 | |
E.E. | 0,06 | 1,47 | 0,09 | 1,06 | 0,12 | 0,06 | 0,03 | 1,19 | 2,17 | ||
Saf | A | Media | 4,4a | 2,98 | 1,89a | 9,97a | 0,73a | 0,22a | 0,15a | 24,97 | 11,37 |
E.E. | 0,35 | 1,47 | 0,51 | 7,83 | 0,54 | 0,10 | 0,04 | 21,47 | 4,00 | ||
B | Media | 4,13a | 3,00 | 0,83b | 14,13a | 0,31b | 0,08b | 0,08b | 18,43 | 9,17 | |
E.E. | 0,20 | 1,42 | 0,24 | 9,64 | 0,20 | 0,03 | 0,01 | 16,04 | 3,78 | ||
Sar | A | Media | 3,93b | 4,07 | 1,87a | 13,4a | 0,23a | 0,19a | 0,16a | 6,23 | 12,70 |
E.E. | 0,03 | 1,23 | 0,43 | 10,04 | 0,11 | 0,08 | 0,03 | 2,83 | 3,65 | ||
B | Media | 3,97b | 5,20 | 0,83b | 1,8b | 0,07b | 0,09b | 0,11b | 2,83 | 12,23 | |
E.E. | 0,03 | 1,76 | 0,06 | 1,21 | 0,02 | 0,04 | 0,02 | 0,66 | 3,80 | ||
US | 0,013 | NS | NS | NS | NS | NS | NS | NS | NS | ||
H | NS | NS | <0,0001 | 0,0126 | 0,0402 | 0,0116 | 0,0129 | NS | NS | ||
US x H | NS | NS | NS | NS | NS | NS | NS | NS | NS |
Bs: Bosque secundario; Mhe: Monocultivo de H. brasiliensis; Pna: Pastura nativa; Saf: Sistema Agroforestal de H. brasiliensis con frutales; Sar: Sistema Agroforestal de H. brasiliensis con rastrojo; CO: Carbono orgánico del suelo; SB: Saturación de bases; CIC: Capacidad de intercambio catiónico; US: Uso del suelo; H: Horizonte NS: No significativo. Medias con letra desiguales expresan diferencias significativas (P > 0,05)
Las diferencias del CO entre horizontes (P<0,0001) se presentaron se pueden explicar debido a que las raíces de las plantas en los suelos de la Amazonia predominan en la capa superficial del suelo (Rosas et al., 2019) y a que, en los horizontes minerales, los altos contenidos de arcillas y minerales inorgánicos amorfos dificultan la translocación de la materia orgánica a horizontes subsuperficiales (Gross y Harrison, 2019). Del mismo modo, se presentaron diferencias estadísticas en los contenidos de P (P< 0,0126), Ca (P< 0,0402), Mg (P< 0,0116) K (P< 0,0129) debido a que la materia orgánica de H-A es la principal fuente de minerales de los suelos tropicales cultivados con caucho (Zhu et al., 2022); como era de esperarse, estas variables presentaron mayores valores en H-A (Tabla 2) dado que los nutrientes disponibles suelen hallarse en mayor concentración en el horizonte A que en el B (Gross y Harrison, 2019).
A pesar de que Bs presentó el mayor promedio de CO debido a que almacenan grandes cantidades de CO en la hojarasca que conforma el suelo, no fue estadísticamente diferente a las coberturas con leñosas perennes en SAF (Tabla 2). Lo anterior puede deberse a que para el establecimiento de los sistemas de caucho se realizó tumba y quema del bosque lo que ocasionó un aumento significativo en el carbono del suelo (Ollinaho y Kröger, 2021).
En Saf se encontraron mayores valores que P en H-B (Tabla 2), los altos contenidos de humedad y las temperaturas de los Saf favorecen la dinámica del P en el suelo (Han et al., 2020) . Es probable que el incremento del pH debido a la adición de cal dolomita libere el fósforo adsorbido por los óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio de estos suelos ácidos (Barrow y Hartemink, 2023) y luego es acomplejado por la materia orgánica y absorbido por los microorganismos que lo convierten en fósforo orgánico fácilmente soluble (Melo et al., 2017; Omenda et al., 2021).
En el caso del K, se presentaron mayores contenidos en Pna y Mhe (Tabla 2), esto posiblemente debido a la incorporación de estiércol de bovinos en pastoreo que incrementa el contenido de K en el suelo, aunque su contenido disminuye en el estiércol luego de dos meses debido a su alta solubilidad (Carpinelli et al., 2020), el pastoreo constante mantiene los aportes de K al suelo.
Como era de esperarse, Ca y Mg presentaron mayores niveles en las coberturas en donde se incorporó cal dolomita (Rosas et al., 2017). Sin embargo, los contenidos de Ca y Mg en pastura se encontraron por encima de los reportados por Bs y Sar (Tabla 2) por efecto posiblemente del estiércol del ganado (Cervantes et al., 2022).
El análisis de clúster también evidenció similitudes estadísticas entre las tipologías de uso de suelo (Figura 1). Las variables químicas presentaron diferencias significativas (P<0,0001) entre los horizontes debido a que los suelos de lomerío en la Amazonia son ácidos y los escasos nutrientes que posee se encuentran en su mayoría en los horizontes superficiales (Zhu et al., 2022). En los cluster, se encontró la tendencia de agrupación por perfiles de suelo, exceptuando al Saf en donde H-A y H-B fueron estadísticamente similares posiblemente generado por la fertilización que desde hace tres años se realiza en este sistema con cal dolomita y Remital® y por el efecto de las raíces de las leñosas sobre la estructura del suelo que facilita el ciclo biogeoquímico y movimiento de nutrientes entre los horizontes del suelo (Germon et al., 2020).
Análisis de correlación entre las variables químicas
En H-A y H-B el pH, se correlacionó positivamente con Ca, Mg y SB aunque la correlación en H-B con Mg no fue significativa (Tabla 3 y Tabla 4); lo anterior debido a que al disminuir la acidez (H+ y Al3+) aumenta la presencia de las bases (Hartemink y Barrow, 2023). El pH en H-B también se correlacionó de manera positiva con P y negativa con CO (Tabla 4) . En suelos ácidos, el incremento del pH aumenta el fósforo disponible y mejora las condiciones para la mineralización del carbono y la formación de compuestos organominerales (Rosas et al., 2017; Buthelezi et al., 2022).
El aluminio en H-A presentó fuerte correlación positiva con CO (Tabla 3), debido a la habilidad del aluminio para formar complejos organominerales (carbono orgánico-aluminio) en condiciones de bajo pH. Sin embargo, en horizontes superficiales de los suelos tropicales, los procesos pedogenéticos intensos y los cambios de pH pueden hacer que estos complejos organominerales sean una fuente constante de Al3+ a la solución del suelo (Wagai et al., 2020). El aluminio también registró fuerte correlación con la CIC para los dos horizontes (Tablas 3 y 4) debido a que en suelos ácidos el aluminio intercambiable es el catión más abundante en la zona de intercambio pues aporta entre el 21 y el 44 % de la CIC (Solly et al., 2020).
El CO presentó correlación negativa con P y SB (Tabla 3 y Tabla 4), Fonte et al. (2014) considera que lo anterior puede deberse a que en suelos ácidos de la Amazonia el fósforo se encuentre mayoritariamente en forma orgánica y no en solución.
pH | Al | CO | P | Ca | Mg | K | SB | CIC | |
pH | 1 | ||||||||
Al | -0,45 | 1 | |||||||
CO | -0,48 | 0,85** | 1 | ||||||
P | 0,25 | -0,46 | -0,58* | 1 | |||||
Ca | 0,88** | -0,4 | -0,5 | 0,5 | 1 | ||||
Mg | 0,59* | -0,11 | -0,17 | 0,14 | 0,72 | 1 | |||
K | 0,02 | 0,5 | 0,43 | -0,37 | -0,00071 | 0,34 | 1 | ||
SB | 0,79** | -0,52 | -0,54* | 0,6* | 0,88* | 0,41 | -0,31 | 1 | |
CIC | -0,34 | 0,88** | 0,86** | -0,7* | -0,45** | -0,08 | 0,47 | -0,6 | 1 |
*Correlación significativa al P<0,05; **Correlación significativa al P<0,0001.
El fósforo se correlacionó positivamente con la SB y negativamente con CIC en los dos horizontes (Tabla 3 y Tabla 4), también se encontró relación positiva entre P y Ca en H-B. Lo anterior resulta normal para suelos ácidos (Tablas 3 y 4). En estos suelos, la adición de bases mediante materiales encalantes facilita la desorción de P (Rosas et al., 2017). La correlación negativa entre P y CIC puede obedecer a que P presenta carga negativa (es un anión), luego el incremento de CIC y bases mediante aplicaciones de cal puede generar cambios en los coloides del suelo de carga variable y facilitar la lixiviación de P hasta ocasionar agotamiento de las reservas naturales del suelo (Getahun et al., 2021; Tiehcer et al., 2023).
El Ca se presentó correlación positiva con SB y negativa con CIC en los dos horizontes, pero la relación con CIC no resultó significativa en H-B. La adición de materiales encalantes aumenta la saturación de bases en horizontes superficiales (Ejigu et al., 2023). Sin embargo, en estos suelos arcillosos la translocación de estas bases a horizontes subsuperficiales es limitada (Antonangelo et al., 2022). En estos suelos con alto contenidos de aluminio (>3,6 cmol kg-1), es probable que la relación negativa entre Ca y CIC esté influenciada por la saturación del aluminio intercambiable y en solución (Aramburu et al., 2023).
pH | Al | CO | P | Ca | Mg | K | SB | CIC | |
pH | 1 | ||||||||
Al | -2,60E-03 | 1 | |||||||
CO | -0,58* | 0,21 | 1 | ||||||
P | 0,58* | -0,55* | -0,58* | 1 | |||||
Ca | 0,75* | -0,04 | -0,57* | 0,58* | 1 | ||||
Mg | 0,54 | 0,37 | -0,27 | 0,2 | 0,56* | 1 | |||
K | 0,15 | 0,62* | 0,28 | -0,27 | 0,26 | 0,55* | 1 | ||
SB | 0,68* | -0,48 | -0,64* | 0,97** | 0,69* | 0,29 | -0,2 | 1 | |
CIC | -0,09 | 0,93** | 0,42 | -0,6* | -0,16 | 0,2 | 0,51 | -0,54* | 1 |
*Correlación significativa al P<0,05; **Correlación significativa al p<0,0001.
Similitudes entre coberturas de H. brasieleinsis con el control positivo y el negativo
Referente a las observaciones multivariadas en el espacio discriminante de los cinco tipos de cobertura (Figura 2), se evidencian similitudes soportadas en los ejes canónicos 1 y 2, entre algunas coberturas. Bs, Sar y Saf presentaron superposición de sus elipsoides por interacción de la variable SB y CO; por otro lado, Mhe y Pna mostraron similitudes entre sí gracias a los valores de Ca y K principalmente. Existen contrastes entre el control positivo (Bs) y el control negativo (Pna), mientras que los sistemas agroforestales de H. brasiliensis (Sar y Saf) presentan comportamientos más parecidos al control positivo, sin embargo, es necesario mencionar que la incorporación de bases a partir de enmiendas, fueron determinantes en el comportamiento de las propiedades químicas de los suelos.
Estas diferencias en cantidades de nutrientes del suelo evidenciadas entre coberturas coinciden con lo reportado por Figueroa et al. (2020) quienes afirman que los cambios en el uso de la tierra alteran la dinámica y el contenido de C, N y P del suelo, con posibles consecuencias negativas para la sostenibilidad de los sistemas de producción ganadera en las regiones tropicales. Por esta razón los agroecosistemas con caucho son una alternativa de uso sostenible del suelo, en la región amazónica, el árbol resulta un componente esencial en los sistemas productivos.
CONCLUSIONES
Los suelos bajo cobertura de sistemas agroforestales de Hevea brasiliensis muestran similitudes en sus propiedades químicas con los suelos del bosque amazónico, mientras que el monocultivo de H. brasiliensis presenta mayor similitud con la pastura degradada. Se evidencia que el tipo de uso tiene efectos significativos en el pH del suelo, especialmente en el horizonte A, debido a la adición de insumos agrícolas, más que por la acción del árbol en sí mismo.
Las características químicas (excepto el pH) de los suelos parecen no verse influenciadas por la presencia de H. brasiliensis establecido en monocultivo o en sistemas agroforestales. En contraste, tanto el bosque y como los sistemas asociados al rastrojo conservan las condiciones ácidas propias de los suelos amazónicos.
Agradecimientos: los autores expresan su agradecimiento a la Asociación de Reforestadores y Cultivadores de Caucho del Caquetá ASOHECA.