SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.7 número15El camino de las TIC: del Nuevo Orden Mundial al imperio del Big DataAcceso Abierto en Cuba: situación actual y propuesta de acciones para incrementar el acceso y uso de los resultados de investigación índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Alcance

versão On-line ISSN 2411-9970

ARCIC vol.7 no.15 La Habana jan.-abr. 2018

 

DOSSIER MONOGRÁFICO

 

Televisión local y desarrollo cultural: Coordenadas para estudiar la relación

 

Local television and cultural development: Coordinates to study the relationship

 

 

MSc. Beatriz Drake Tapia,I Dra. Dagmar Herrera Barreda,II

IInstituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, Cuba.
IIUniversidad de La Habana, Facultad de Comunicación, Cuba.

 

 


RESUMEN

En este trabajo se exponen algunas concepciones teóricas esenciales para analizar la relación entre la gestión del desarrollo cultural comunitario y la gestión del proceso de producción cultural de la televisión local. Se realiza un breve recorrido histórico por las aproximaciones a las articulaciones entre comunicación, cultura y desarrollo. A partir de las reflexiones sobre la gestión cultural, su conexión con las políticas culturales, y en especial con el espacio local, arribamos a la noción de gestión del desarrollo cultural comunitario. Las concepciones teóricas sobre los medios en los espacios locales nos han permitido reflexionar en el proceso de producción cultural de la televisión local. Finalmente, se arriba a una propuesta de dimensiones empírico-conceptuales para analizar la relación entre las dos categorías fundamentales desarrolladas.

Palabras Clave: desarrollo cultural comunitario; proceso de producción cultural; televisión local; comunicación; cultura.


ABSTRACT

In this paper some essential theoretical concepts are exposed to analyze the relationship between the management of community cultural development and the management of the cultural production process of local television. A brief historical journey is made by the approaches to the articulations between communication, culture and development. We arrived at the notion of management of community cultural development from reflections on cultural management, its connection with cultural policies and especially with the local space. The theoretical conceptions about the media in local spaces have allowed us to reflect on the cultural production process of local television. Finally, we arrive at a proposal of empirical-conceptual dimensions to analyze the relationship between the two fundamental categories developed.

 

Keywords: community cultural development; process of cultural production; local television; communication; culture.


 

 

1.   INTRODUCCIÓN

Las complejas relaciones entre comunicación y cultura han sido ampliamente estudiadas desde América Latina, con importantes aportes tanto en el orden teórico como metodológico. El rol de los medios comunitarios en la transformación social también se ha legitimado, no solo en la práctica social, sino también en la agenda investigativa.

En este trabajo se pretende fundamentar la relación entre la gestión del desarrollo cultural comunitario y la gestión del proceso de producción cultural de la televisión local, desde una perspectiva que permita comprender el progreso social a partir de una concepción amplia de la cultura. Dicho empeño centra el análisis en las múltiples interacciones sociales y comunicativas que tienen lugar en estos contextos, así como en la incidencia transformadora de las instituciones culturales y mediáticas -en este caso locales- en el entorno social en que se inscriben.

Un recorrido por estudios referidos a la televisión latinoamericana en los espacios comunitarios, da cuenta de la capacidad de articulación de las televisiones locales con las culturas minoritarias, su vocación por ampliar la voz de los sujetos sociales, así como su potencialidad para el empoderamiento ciudadano; sin embargo se adolece de estudios que analicen la relación entre la gestión del desarrollo cultural comunitario y del proceso de producción cultural de la televisión local. En ello radica uno de los principales aportes de esta investigación, en tanto contribuye desde el punto de vista teórico, metodológico y de la praxis a la articulación de los sistemas comunicativos y culturales en las localidades en pos del desarrollo cultural comunitario.

El presente artículo tiene como propósitos fundamentales: sustentar las articulaciones entre comunicación, cultura y desarrollo como punto de partida para comprender las potencialidades de los procesos comunicativos y culturales en el espacio local; exponer la noción de gestión del desarrollo cultural comunitario con que opera la investigación desarrollada; argumentar el valor de la televisión local en la comunicación, la cultura y el desarrollo comunitarios; y explicar una propuesta de dimensiones empírico-conceptuales para analizar la relación entre la gestión del desarrollo cultural comunitario y la gestión del proceso de producción cultural de la televisión local.

El trabajo descansa en una perspectiva cualitativa de investigación, la cual viabiliza la inserción en las relaciones contextuales de los sujetos, desde una visión amplia, integral y flexible, proporcionando profundidad de comprensión.

Aunque en la presente ponencia se exponen algunos de los resultados teóricos y metodológicos de la investigación desarrollada, es preciso apuntar su carácter empírico, el cual se sustenta en el empleo del estudio de caso, que ha permitido abordar el objeto en su escenario concreto de acontecimiento, de forma holística y contextual, captando la complejidad propia de la vida social y recuperando la presencia, el rol y el significado de los actores en el desenvolvimiento de los procesos sociales (Neiman y Quaranta, 2007, p. 233-234).

Los apuntes teóricos y metodológicos aquí expuestos son resultado del empleo de la triangulación, consiguiente de la combinación de fuentes, procedimientos, enfoques, a partir de la relación de complementariedad establecida entre estos elementos y el cruce de toda la información empírica y teórica recopilada, en aras de lograr una comprensión más completa del objeto de estudio.

 

2.   DESARROLLO

2.1.        Comunicación, cultura y desarrollo: articulaciones de partida

La comunicación vinculada al desarrollo ha estado al mismo tiempo relacionada con el problema del subdesarrollo y tiene sus orígenes en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. El análisis del proceso de crecimiento económico en sociedades mayormente agrarias, caracterizadas por la casi ausencia de estructuras económicas "modernas", propició la llegada de varios modelos que respondían básicamente a dos posturas fundamentales. La primera, inspirada en las teorías de la modernización y en la industria norteamericana, sustentaba que el subdesarrollo concernía a la ausencia de información, por lo cual se necesitaba de mecanismos de persuasión que respaldaran la difusión de innovaciones tecnológicas y la expansión del mercado. La segunda postura, proveniente de las luchas anticoloniales y antihegemónicas del Tercer Mundo, proponía básicamente que el subdesarrollo es resultado de la inequidad de las relaciones de poder.

De acuerdo con el profesor e investigador Rafael Obregón (2009), el papel de la comunicación en los procesos de desarrollo puede ser enmarcado en los siguientes paradigmas: paradigma dominante (difusionista/modernista), paradigma de la dependencia y paradigma alternativo (participativo).

En el primer paradigma, se identifica el desarrollo como un proceso deseable y homogeneizador, para el cual los países "subdesarrollados" deben asumir los modelos de Occidente; por lo que el papel de la comunicación se circunscribe a la promoción del cambio a través de la difusión de innovaciones, en un sentido vertical y unidireccional. Desde este punto de vista se desconocen las dinámicas locales, la multiplicidad de factores socioculturales y políticos que atañen al desarrollo, y se supone que los países en desventaja son responsables de su propia pobreza y que deben renunciar a aquellas prácticas culturales, tradiciones y creencias que le impiden dar el salto a la modernización.

A mediados de la década del sesenta se levanta el cuestionamiento crítico de aquel modelo por parte de economistas y científicos sociales, en una propuesta llamada "Teoría de la Dependencia". Desde este paradigma se denuncia que el problema del subdesarrollo se debe a razones estructurales y a las relaciones de inequidad de los países del Tercer Mundo con la economía mundial. Desde una clara posición neo-marxista, estructuralista y crítica, los teóricos de la dependencia proponen enfrentar la desigualdad económica entre países, así como entre ricos y pobres. En este período se crea la Comisión McBride, cuyo informe final publicado en 1980 pone de manifiesto la comunicación como herramienta para la democracia.

A fines del siglo surge la Comunicación para el Cambio Social como un paradigma que rescata y profundiza el camino recorrido por la comunicación para el desarrollo y la comunicación participativa; mientras incorpora algunas nociones innovadoras y progresistas de los modelos de modernización. Tal y como expresa el destacado investigador boliviano Alfonso Gumucio (2004), no se trata de un nuevo paradigma, sino de una propuesta que integra las precedentes, en una configuración renovada que apunta  a transformar sectores y niveles de la sociedad que permanecieron distantes de las propuestas anteriores.

2.2.        Gestión del desarrollo cultural comunitario

El desarrollo cultural comunitario hace referencia a la articulación de procesos y proyectos endógenos a partir del cual la comunidad reflexiona y acciona sobre su propia realidad, en un ejercicio social participativo, dialógico, creativo y transformador. Supone la promoción de las prácticas culturales de la propia comunidad, a partir del reconocimiento y reafirmación de las identidades culturales, la protección de la diversidad cultural y la constante reconstrucción de saberes colectivos en un sentido creador, dinámico y movilizativo.

En palabras de José Antonio Caride (2005), catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela, es una visión del desarrollo que transfiere la dinámica cultural a las colectividades locales y a su propia capacidad de tomar la iniciativa, aunque desde un pensamiento global y una visión planetaria; se inscribe en un territorio al que se observa como sujeto de la cultura; alienta la participación de las personas, de los grupos y de las instituciones en proyectos integrados de innovación y cambio social. A estos principios, se suman los planteados por la filósofa e investigadora cubana Rafaela Macías Reyes (2010) al afirmar que el desarrollo cultural comunitario expresa la capacidad que tiene la comunidad de propiciar el crecimiento de las potencialidades propias de la cultura; el conocimiento, divulgación y protección del patrimonio cultural, la participación real en el hecho cultural, así como la dialéctica de lo universal y lo local de la cultura.

Según afirma el académico venezolano Víctor Guédez, la gestión cultural es todo aquello que concierne a los procesos de la administración cultural (planificación, coordinación, control, evaluación, dirección) y a las dimensiones del quehacer cultural (creación, producción, promoción, comercialización, preservación) que asegura un adecuado y eficiente desenvolvimiento de las políticas, tanto en los sistemas macrosociales como en aquellos relacionados con el comportamiento de entidades, programas o proyectos específicos del sector cultural (1995, p. 117).

Al sistematizar la conexión de la gestión cultural con las políticas culturales, el investigador mexicano José Luis Mariscal Orozco (2007) llega a la conclusión de que el fin último de la gestión y políticas culturales debe ser el ejercicio de la ciudadanía, expresado en una participación activa de los actores sociales en la toma de decisiones sobre el uso, apropiación y destino de los bienes, servicios y prácticas culturales, desde y para la comunidad a la que pertenecen.

Es por eso que en las reflexiones sobre la gestión cultural aparece como trascendental la cuestión del territorio. Desde este punto de vista "el territorio no es solo una determinante geográfica, es fundamentalmente una construcción histórica y una práctica cultural. Construcción de referentes identitarios fundamentales para sus habitantes, con los cuales se sintetiza su historia y su memoria" (Olmos, 2009, p. 96). Siguiendo a este autor, el escenario local debe ser entonces comprendido como lugar de acción, como el espacio de la identificación; y como la zona de tensión entre lo local, la cultura propia y lo que trae la globalización.

Puesto que las prácticas son el resultado de unas condiciones de existencia y situaciones socioculturales específicas, ellas determinan en buena medida el contexto cultural comunitario. En estrecha conexión con los estudios sobre usos sociales de los medios, las prácticas culturales han venido a ser otro modo de acceder a esa convivencia de los medios en la cotidianidad de los sujetos. En tal sentido, más allá de la constatación de las prácticas de consumo cultural o de participación en la cultura, que casi siempre legitiman las formas institucionalizadas por la cultura oficial; lo interesante, desde esta perspectiva, es constatar esas otras formas de participación y de expresión que viven en la cotidianidad de los actores sociales.  En este particular, entra a jugar un rol fundamental la ciudadanía y su papel sustancial en la conformación de identidades. Se trata precisamente de las prácticas cotidianas que autentifican a los grupos en relación con su sistema de valores, creencias, costumbres y tradiciones.

De acuerdo con el recorrido teórico anterior, definimos la gestión del desarrollo cultural comunitario como un proceso activo y endógeno orientado al reconocimiento y recreación permanente de las prácticas e identidades culturales y a la potenciación de la creatividad colectiva en la generación de iniciativas locales de transformación social, y que apuesta por la participación ciudadana y la formación de los actores sociales, como resultado de los procesos de administración cultural que moviliza y el quehacer cultural desempeñado.

2.3.        La televisión local: su impronta en la comunicación, la cultura y el desarrollo

En la teorización acerca de los fenómenos comunicativos locales ha sido particularmente atendido el asunto de la televisión local. La propia práctica en los diferentes contextos ha motivado un cuerpo interesante de reflexiones, propuestas, clasificaciones, por parte de los autores interesados en el tema.

Gumucio (2001) propone cinco condiciones indispensables para la integración de la televisión local en el marco comunitario: la participación comunitaria, entendida como el protagonismo de la comunidad a lo largo de todo el proceso de gestación, instalación y gestión del medio, así como en la búsqueda de cambios sociales y mejoramiento de las condiciones de vida; el tratamiento de contenidos locales en el cumplimiento de su función educativa y formativa en beneficio de la comunidad, y de rescate y preservación de las tradiciones locales, la memoria cultural y la producción cultural y artística de la localidad; el empleo de la tecnología apropiada, que posibilite una producción de calidad al tiempo que pueda ser gestionada por los miembros de la comunidad y cuyo manejo esté al alcance de los técnicos; la pertinencia cultural y lengua, como expresión de las raíces del medio en la cultura local y de afirmación de la identidad propia, lo cual pasa tanto por los aspectos visuales del medio como por el lenguaje empleado; y la convergencia, entendida como conformación de redes con experiencias similares y posibilidades de converger hacia nuevas tecnologías que faciliten el diálogo y el alcance.

De acuerdo con el Doctor en Educación Mario Viché la propia existencia de la televisión local no solo es fundamental desde el punto de vista de la identidad cultural, sino desde la perspectiva del establecimiento de redes de comunicación intraterritoriales y como garante de la libertad de comunicación y expresión de las comunidades (1991, citado en Froufe, 1997).

El catedrático español Sindo Froufe define las televisiones locales como espacios que favorecen la intervención sociocultural, la configuración de los territorios y el desarrollo de las identidades colectivas. En adición, destaca entre sus funciones la dinamización cultural, el conocimiento de los problemas y preocupaciones del ciudadano, la potenciación de la identidad propia; la revitalización del tejido social, económico y político. Además señala que debe ser un espacio para la expresión de asociaciones y grupos minoritarios, el protagonismo directo de los ciudadanos, el enriquecimiento informativo, el análisis de la realidad local; así como debe desarrollarse como medio para el desarrollo económico y cultural del territorio, y como instrumento de innovación (1997, p. 76).

Los investigadores Lizandro Angulo e Iñaqui Zabaleta definen la televisión comunitaria a partir de tres condiciones necesarias: la existencia de una relación dialógica, un intercambio real, efectivo y equitativo entre los que intervienen en el proceso de comunicación, el derecho comunitario a participar en todo el proceso de producción, y en tercer lugar, la producción de programas con contenidos locales muy comprometidos con temas sociales, educativos y culturales (2010, p. 3).

Es en este sentido que definimos la gestión del proceso de producción cultural de la televisión local como el proceso de producción conjunta de significados culturales resultante de la socialización entre el medio televisivo local, sus públicos y los restantes actores y organizaciones comunitarios; a partir del cual se (re)configuran los procesos culturales comunitarios y el canal de televisión local es producido y apropiado. Incluye la participación comunitaria en el medio, como factor fundamental y necesario para la transformación social.

2.4.        La relación entre la gestión comunicativa y cultural en el espacio local: Ejes para tejer la articulación

La relación entre la gestión del desarrollo cultural comunitario y la gestión del proceso de producción cultural de la televisión local, puede establecerse a partir de cuatro dimensiones fundamentales: estructural, normativa, simbólica y operativa. Estas artistas son resultado de la confluencia de múltiples factores, en lo cual ocupan un peso importante las subjetividades y prácticas sociales que sustentan el tejido social y que constituyen contenido esencial de las políticas públicas.

Aunque por operatividad metodológica estas dimensiones se conciben y estructuran de manera independiente, en la práctica social funcionan más bien como una amalgama de procesos estructurantes de diversos significados y sentidos, en un contexto específico y socialmente estructurado, en los que operan "distintos regímenes institucionales, discursos, reglas, acciones, esquemas cognitivos y/o conductuales" (Linares, 2014, p. 119).

Las dimensiones estructural y normativa nos remiten al contexto político-institucional, a nivel macro social, pero tienen su correlato y expresión en el contexto micro. La primera de estas dimensiones refiere los vínculos de la institucionalidad cultural municipal y la televisión local con la estructura sociopolítica, los cuales están determinados por la ubicación particular de estas instancias en el sistema de la cultura y el ordenamiento mediático nacional y territorial, respectivamente. Las relaciones estructurales del sistema político se manifiestan en el sistema jurídico, por lo cual la dimensión estructural se vincula estrechamente con la normativa, a este nivel: Estatal y de Gobierno.

La dimensión normativa expresa la regulación de las relaciones entre la institucionalidad cultural municipal y la televisión local a través de leyes, reglamentos, disposiciones, como manifestación de la política cultural y la política de comunicación concerniente al sistema de televisión territorial. En este marco ocupan un lugar fundamental las instancias contextuales, entendidas como las configuraciones y desafíos que asigna el contexto económico, político y social a las políticas públicas relacionadas con las instituciones culturales y comunicativas, y en las que se establecen líneas de continuidad/ruptura, como resultado de la permanencia o modificaciones de dichas situaciones contextuales. Por otra parte intervienen también las instancias institucionales, las cuales aluden a los organismos, instituciones u organizaciones encargados de diseñar las políticas y las plataformas estratégicas para su implementación (Linares, 2014). Estos elementos gravitan sobre la orientación simbólica de las instituciones culturales y mediáticas a nivel municipal, lo cual se relaciona estrechamente con la siguiente dimensión propuesta.

La dimensión simbólica se conecta con las restantes y las atraviesa, en tanto proceso estructurante que describe los sentidos otorgados por los actores políticos, decisores y gestores de políticas a la gestión cultural y comunicativa y que da cuenta, además, de las prácticas rutinarias, culturas profesionales y constricciones sociales interiorizadas por los actores institucionales de los sistemas cultural y mediático a todos los niveles. En este sentido la subjetividad de los actores sociales funciona como mediadora de los procesos de construcción de sentido, en tanto que expresión de relaciones de poder (García Luis, 2004, p. 34).

La dimensión operativa expresa las alianzas establecidas entre la institucionalidad cultural municipal y la televisión local, y las acciones conjuntas llevadas a cabo como resultado de la gestión del desarrollo cultural comunitario y la gestión del proceso de producción cultural de la televisión local. Esta dimensión es la manifestación concreta de las relaciones, las cuales pueden expresar desarticulación o independencia, resultado de la descoordinación o divorcio de las acciones; dependencia, cuando uno de los sectores se pone en función del otro en un sentido instrumental o transmisivo, que no tiene en cuenta las posibles interrelaciones entre los procesos; o interdependencia, fruto de los intercambios en función del favorecimiento de procesos colectivos, del empoderamiento ciudadano y la transformación social, a partir de las articulaciones entre los  procesos culturales y comunicativos locales.

Por último, resulta necesario señalar que las dimensiones aquí propuestas son el resultado del acercamiento empírico-conceptual al objeto de estudio. Aunque con algunas variaciones pudieran ser empleadas para otros empeños investigativos, debe tomarse en consideración su carácter contextual.

 

3.      CONCLUSIONES

Las concepciones teórico-conceptuales establecidas en torno a las articulaciones entre comunicación, cultura y desarrollo constituyen un punto de partida, más que de llegada, para comprender las potencialidades de los procesos comunicativos y culturales en el espacio local.

La noción de gestión del desarrollo cultural comunitario se relaciona estrechamente con una concepción del desarrollo que sitúa a los sujetos como centro de los procesos de cambio. De tal modo que presta particular atención a las subjetividades y prácticas cotidianas que sustentan y expresan esos sentidos de pertenencia, tradiciones, valores culturales, modos de participar y relaciones de cooperación en torno a proyectos colectivos, desde los cuales se generan esas múltiples, diversas y creativas alternativas de transformación.

La atención a la gestión de medios comunitarios y las experiencias televisivas en los espacios locales, contribuye a enriquecer la conceptualización del proceso comunicativo como proceso de producción cultural a partir de los aportes de los medios ubicados en los microespacios a la comunicación, la cultura y el desarrollo comunitarios.

Las relaciones entre la gestión del desarrollo cultural comunitario y la gestión del proceso de producción cultural de la televisión local puede ser establecida a partir de cuatro dimensiones: estructural, normativa, simbólica y operativa. Estas dimensiones se relacionan estrechamente para dar cuenta de los posicionamientos estructurales y relaciones con el sistema político de las instancias municipales encargadas de la gestión de los procesos culturales y comunicativos, la manifestación constitutiva de estos elementos en disposiciones y regulaciones, las orientaciones simbólicas de dichas instancias y la expresión concreta de estas cuestiones en alianzas estratégicas y acciones conjuntas.

El análisis realizado permite identificar, esencialmente, la necesidad de incentivar la realización de investigaciones que atiendan las articulaciones entre los procesos culturales, comunicativos y de desarrollo en los espacios locales; contribuir a la interdependencia entre la gestión del desarrollo cultural comunitario y la gestión del proceso de producción cultural de la televisión local, desde los espacios municipales; potenciar la realización de investigaciones transdisciplinares en esta área de estudios y considerar sus resultados como insumo para la toma de decisiones y la actualización de políticas públicas que acompañen, definan e impulsen la integración de los procesos comunicativos y culturales que se gestionan y desarrollan en los territorios.

 

4.      REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Angulo, L. y Zabaleta, I. (2010). Cinco estrategias para un modelo de televisión comunitaria: una perspectiva desde la experiencia colombiana. Ponencia presentada en el II Congreso Internacional AE-IC. Comunicación y desarrollo en la era digital. 3 al 5 de febrero de 2010.

Caride, J.A. (2005). La animación sociocultural y el desarrollo comunitario como educación social. Revista de Educación, (336), pp.73-88.

Froufe, S. (1997). Los usos sociales de la televisión: Hacia una televisión local. Comunicar, (6), pp.73-77.

Guédez, V. (1995). Gerencia, cultura y educación. Caracas: Fondo editorial Tropycos, C.A.

Gumucio, A. (2001). La televisión comunitaria. Ni pulpo, ni púlpito: pálpito. Disponible en: http://www.geocities.com/agumucio/ArtTelevisionComunitaria.html

Gumucio, A. (2004). El cuarto mosquetero: la comunicación para el cambio social. Investigación y Desarrollo, 12 (001), pp.2-23.

Linares, C. (2014). Cuba: Participación ciudadana en la cultura. Algunas claves para su estudio. Informe de investigación inédito. Instituto Cubano de Investigación Cultural "Juan Marinello".

Macías, R. (2010). Factores Culturales y Desarrollo Cultural Comunitario. Reflexiones desde la Práctica. Recuperado de: http://www.eumed.net/libros-gratis/2011c/985/985.zip

Mariscal, O. (2007). Políticas culturales. Una revisión desde la gestión cultural. Guadalajara: Universidad de Guadalajara.

Obregón, R. (2009). Comunicación, desarrollo y cambio social. Portal de la Comunicación InCom - UAB. Recuperado de: http://portalcomunicacion.com/lecciones_det.asp?lng=esp&id=49

Olmos, H. (2009). Gestión cultural y desarrollo: claves del desarrollo. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. ISBN 978-84-8347-067

 

 

Recibido: 24 de noviembre de 2017.
Aceptado: 5 de enero de 2018.

 

 

MSc. Beatriz Drake Tapia. Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, Cuba. Correo electrónico: bety.drake@gmail.com

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons