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versión On-line ISSN 2411-9970

ARCIC vol.7  supl.1 La Habana  2018

 

Itinerarios de Investigación

Fecundidad, género y comunicación: (Des) articulaciones en medios de prensa cubanos

Fertility, gender and communication: Disarticulations in Cuban media

Dixie Edith Trinquete Díaz1 

MSc. Sarah Paz Martin2 

1Universidad de La Habana, Facultad de Comunicación. Cuba. Correo electrónico: dixiedith@gmail.com.

2Universidad de La Habana, Facultad de Comunicación. Cuba. Correo electrónico: sarihtapm@gmail.com.

Resumen

En ese artículo se analiza el tratamiento de la fecundidad y otros temas asociados a la dinámica demográfica cubana en cuatro medios de prensa, en busca de cómo se manifiestan las intersecciones con el género, la ciencia demográfica y la de la comunicación. Este acercamiento a los nexos entre Comunicación, Periodismo, Género y Demografía abre un camino hacia la comprensión de las interrelaciones que articulan los procesos de comunicación en temas como la fecundidad o el envejecimiento demográfico, pero aun no incorpora miradas en profundidad a todas las partes involucradas en dichos procesos, cada una merecedora de una investigación específica, por lo que vale la pena volver sobre el tema a partir de investigaciones más particulares.

Palabras Clave: Comunicación; demografía; género; fecundidad; comunicación en temas de población

Abstract

In this article the treatment of fertility and other issues associated with the Cuban demographic dynamics in four media outlets are analyzed, in search of how the intersections with gender, demographic science and communication are manifested. This approach to the links between Communication, Journalism, Gender and Demography opens a path towards understanding the interrelationships that articulate communication processes in topics such as fertility or demographic aging, but does not yet incorporate in-depth views to all the parties involved in these processes, each deserves a particular investigation, so it is worth returning to the subject from more specific investigations.

Keywords: Communication; demography; gender; fertility; communication on population issues

1. Introducción

La Comunicación en temas de Población, como propuesta teórica y científica, es resultado de un proceso eminentemente social y se inscribe en un contexto en el que los retos que la población plantea han comenzado a hacerse socialmente visibles, más allá del dominio de la Demografía y la Comunicación, lo cual demanda de un enfoque transdisciplinar.

En Cuba- donde la transición demográfica es acelerada, temprana y completa, y los indicadores de fecundidad son muy bajos e influyen directamente en la estructura por edad de la población- urgen lecturas e interpretaciones integradas desde muchos espacios sociales y campos del conocimiento.

En la actualidad se distinguen dos fenómenos muy característicos en la dinámica demográfica cubana: el lento crecimiento de la población y su progresivo envejecimiento.

La población cubana sumó 11 millones 221.060 habitantes al cierre del año 2017, pero en general, en los últimos años, ha experimentado una acentuada declinación de su ritmo de crecimiento anual y sigue tendiendo a la baja. En la última década, en particular, la dinámica demográfica ha estado marcada por la alternancia de años en que la población decreció, con otros en los que registró incrementos, pero siempre en magnitudes pequeñas y con inclinación, a largo plazo, a decrecer en términos absolutos. Al cierre de 2017, la tasa media anual de crecimiento registró un decrecimiento de -1,62 por cada mil habitantes (CEPDE-ONEI, 2017).

En esta tendencia ha jugado un papel conductor la fuerte caída de la natalidad, que pasó de 35 nacimientos por cada 1.000 habitantes en 1960 a un nivel de alrededor de 10,24 en 2017 (CEPDE - ONEI, 2017), lo que representó un descenso.

Aun cuando en Cuba, hasta hace muy poco tiempo, no se habían formulado políticas explícitas de población, muchas de las medidas implementadas a partir de 1959 en beneficio de la mujer y de la familia contribuyeron a la disminución de los valores de la fecundidad: la elevación del nivel cultural y educacional de las cubanas posibilitó un incremento de su participación tanto en la vida cultural como en la laboral, una homogeneización de su incorporación social en las zonas urbanas y rurales, así como una creciente urbanización y concentración de la población (Álvarez, 1982).

Por su parte, la última Encuesta Nacional de Fecundidad levantada en 2009 confirma:

La estructura por sexo y edad de la población, así como otras características socio demográficas como el nivel educacional, la situación conyugal, la zona urbana o rural de residencia, y la participación en la actividad económica son rasgos que inciden de manera sensible en el patrón reproductivo (CEPDE-ONEI, 2010).

Desde 1978, el país no alcanza la tasa de reemplazo de la fecundidad, al no quedar al menos una hija por cada mujer al finalizar su período reproductivo; y las estadísticas y las proyecciones demográficas no apuntan a una recuperación consistente de esa cifra. La fecundidad cubana actual es de 1.61 hijos por mujer (CEPDE-ONEI, 2017) y se suman prácticamente cuatro décadas sin reemplazo. O sea, “cien mujeres cubanas que culminan su período de vida fértil, no dejan cien hijas para que las sustituyan” (Rodríguez y Albizu-Campos, 2015a, p.4).

Las causas de la baja fecundidad van desde lo macro social hasta lo más individual, y existe una interacción, un condicionamiento mutuo entre ambos espacios. Para Rodríguez (2013), la decisión de tener o no descendencia y el tamaño de la familia está anclada en motivaciones de carácter económico, social y de superación personal, atravesadas por un proceso de transmisión, de madres a hijas, de los patrones reproductivos. En Cuba, además, se confirma “una singular autonomía de la mujer que no deriva solo de la elevada escolaridad y participación en la actividad económica. Existe también una elevada seguridad en el sistema de salud y en los derechos sociales” (Alfonso, 2009, p.133).

La fecundidad ha sido identificada en los últimos años por no pocos expertos como el determinante fundamental de los cambios, tanto del monto total de la población, como de su estructura por edades, por lo que resulta imprescindible indagar de manera amplia en esta variable y en los comportamientos reproductivos a ella asociados.

Se precisan comprender, no solo los niveles de la variable en los últimos años y la estructura etaria que está caracterizando el panorama de la fecundidad en el país, sino también, las peculiaridades que encierra este comportamiento desde el estudio de sus determinantes más próximo (Rodríguez, 2006).

En ese camino, cualquier proceso de Comunicación sobre Población debe articular a las diversas fuentes de información sobre la Demografía con los medios de comunicación en general, y los de prensa en particular, y también con otras fuentes de conocimientos que explican procesos de vida como es el caso de las teorías de género, por solo citar un ejemplo. El proceso de construcción de la Comunicación sobre Población debe propiciar un “diálogo de saberes” entre la ciencia demográfica, las políticas públicas, las ciencias sociales en general y aquello que conocen, piensan y sienten los públicos.

En este artículo se analiza el tratamiento de la fecundidad y otros temas asociados a la dinámica demográfica cubana en cuatro medios de prensa, en busca de cómo se manifiestan las intersecciones con el género, la ciencia demográfica y la de la comunicación.

2. Los nexos: fecundidad, comunicación, género

La fecundidad es probablemente la variable demográfica más analizada desde puntos de partida vinculados con el papel que la educación, la información y la comunicación desempeñan en su comportamiento. Para explicarla, ha dominado la teoría de la transición demográfica[1] desde inicios del siglo XX y según Jorge Bravo, a pesar de algunas limitaciones como modelo explicativo de los cambios demográficos, sigue constituyendo la base de mucha de la elaboración teórica acerca de la transición de la fecundidad (Bravo, 1992). En sus análisis aparecen puntos de vista asociados con el impacto de las variables socioeconómicas: “el énfasis en el proceso global de modernización, el mejoramiento consiguiente en las condiciones de supervivencia, las oportunidades de empleo para la mujer y otros cambios que se traducen en un incremento del costo relativo de tener hijos” (Bravo, 1992, p.36).

Ya en la década de 1960 se comenzó a hablar del papel que, en el descenso de la fecundidad, tenía “la difusión” de ideas acerca de la anticoncepción y el tamaño ideal de la familia (Carlsson, 1966, p.149), una propuesta de análisis de la transición demográfica que ha trascendido como enfoques o teorías difusionistas.

Más recientemente, John Bongaarts y Susan Watkins (1996) aportaron a los enfoques difusionistas una relectura de la llamada teoría de las interacciones sociales, e incorporaron el rol de la transmisión de información y de las redes sociales para la diseminación de comportamientos asociados con la fecundidad, enmarcados en los enunciados de la segunda transición demográfica [2]. Tres categorías son evaluadas dentro de la interacción social: la información y las ideas; la evaluación y la influencia social (Rodríguez, 2013).

La información que se transmite por múltiples canales, entre los que se incluyen los medios de comunicación, unido a las ideas en vigor sobre la reproducción humana, estarán legitimando o ilegitimando conductas reproductivas, e incidirán de modo directo sobre los niveles de la fecundidad. La evaluación que se haga de dicha información e ideas aporta una interpretación de las mismas, proceso que hace relevantes a la fuente evaluadora, al significado del contexto y a las circunstancias concretas en que son evaluadas. Finalmente, la influencia social, que se refiere al efecto que sobre el comportamiento tienen las percepciones individuales y los puntos de vista de los otros, establece los cánones de aprobación y desaprobación social y los canales para dicha interacción (Bongaarts y Watkins, 1996).

Analizando los procesos de transición demográfica en América Latina en la segunda mitad del siglo XX, Carleton, además de citar otros elementos coincidentes con los ya explicados, se planteaba en 1970 la necesidad de “una utilización amplia y científica de los medios de comunicación de masas” (Carleton, 1970, p.9).

Otros estudios regionales y más cercanos en el tiempo también relacionan de alguna manera el comportamiento de la fecundidad con la información y la comunicación. Muchos son resultado de proyectos específicos de investigación orientados a analizar el asunto de las políticas de población, como el Programa de Investigaciones Sociales sobre Población en América Latina (PISPAL); también el excelente análisis de Álvaro Vieira Pinto (1973), desde una perspectiva antropológica, la revisión sintética de Raúl Benítez (1999), y la del Programa Latinoamericano de (Actividades en Población PROLAP) y el Comité para la Cooperación Internacional en las Investigaciones Nacionales sobre Demografía (CICRED) sobre proyectos de investigación y estudios de casos nacionales emprendidos en 1991-1992, con la colaboración de la Fundación MacArthur (Benítez, 1999). A estos ejemplos habría que agregar revisiones temáticas como las emprendidas por el CELADE sobre las políticas de población.

Sin embargo, en estos materiales o resultados de investigaciones no siempre se ha considerado con suficiencia el hecho de que la fecundidad es un elemento de transformación de la sociedad, lo que obliga a incursionar en las teorías del cambio social a distintos niveles de operación sistémica (Benítez, 1999).

Tuirán (1996), por su parte, confirma que “algunas corrientes del pensamiento sociodemográfico han asignado a la comunicación un papel sobresaliente en la explicación del descenso de la fecundidad en los países en desarrollo”. Desde medios como la televisión y la radio, fundamentalmente, se ha contribuido a “reforzar el cálculo económico asociado con la reproducción”, “transformar ideas y creencias respecto al papel de la mujer en la sociedad y la vida familiar”, popularizar nuevas formas de asumir “la reproducción y la sexualidad” y difundir “nuevas ideas, conceptos y tecnologías relacionados específicamente con la regulación de la fecundidad y la planificación familiar” (p.25).

De acuerdo con esas corrientes, el proceso comunicativo tiende a ser más eficaz si los receptores logran percibir las ventajas, beneficios y conveniencias de los argumentos y propuestas que reciben, y estos les resultarán menos difíciles de entender y asumir, si son consistentes con sus valores, experiencias y vivencias, o con sus necesidades. Aplicado a la planificación familiar por Tuirán, este razonamiento es válido también para otros procesos.

De todo lo anterior se desprenden dos condiciones: una, la certeza de que las audiencias no son pasivas; y en segundo término, que es necesario conocerlas, estudiarlas, para construir procesos de comunicación sobre temas de población. En otras palabras, es clave el conocimiento que surge de la investigación dirigida a identificar los mecanismos mediante los cuales el cambio institucional y cultural afecta el comportamiento demográfico a nivel individual, y cómo este cambio es procesado por el individuo en relación con los hechos demográficos en el curso de su vida. Es decir, las estrategias y acciones de educación y comunicación sobre población deben transmitir coherencia entre los enunciados de política, las acciones institucionales que corresponden a la acción gubernamental, aquellas que surgen de planteamientos privados con cierto respaldo institucional y que se manifiestan a través de organismos no gubernamentales, y la toma de decisiones individuales en plena libertad.

Cada vez más resulta evidente que cualquier proceso demográfico, pero la fecundidad en primerísimo lugar, no puede ser analizado al margen de los postulados de las teorías de género. Este es un concepto relacional, que recoge el conjunto de ideas, representaciones, prácticas y prescripciones sociales que se elaboran a partir de la diferencia anatómica entre los sexos. O sea, el género es lo que la sociedad considera lo propio de los hombres y lo propio de las mujeres. Se reproduce mediante costumbres y valores profundamente tácitos que han sido inculcados desde el nacimiento con la crianza, el lenguaje y la cultura. Cambia históricamente, de época en época, mientras que la diferencia biológica se sostiene a lo largo de los siglos. Es también una lógica cultural omnipresente en todas las situaciones sociales. El ser humano introyecta esquemas mentales de género con los cuales clasifica lo que lo rodea: es un filtro a través del cual percibimos la vida (Lamas, 1999).

¿Cómo ignorar, entonces, un postulado teórico directamente relacionado con los mandatos culturales vinculados a la reproducción humana, o sea, a la fecundidad?

Emprender el análisis de la Comunicación en temas de población desde una perspectiva de género implicaría, entonces, reconocer las relaciones de poder que se dan entre los géneros, históricamente favorables a los varones como grupo social y discriminatoria para las mujeres; que las mismas atraviesan todo el entramado social y se articulan con otras relaciones sociales como las de clase, etnia, raza, edad, preferencia sexual y religión (Lamas, 1999).

Se trata de una mirada científica, analítica e integral que permite analizar y comprender las características que definen a las mujeres y a los hombres de manera específica, así como sus semejanzas y diferencias. Vale aclarar, no obstante, que la teoría de género es un saber en construcción, cuyo aparato categorial se redimensiona y estructura en la misma medida en que las investigaciones en diferentes campos develan sus resultados.

En el caso de Cuba, se encuentra desarticulado y disperso el conocimiento sobre la relación entre los procesos demográficos, las percepciones que la población tiene sobre ellos y los enfoques de género, lo cual confirma la necesidad de políticas integrales de población y de estrategias de comunicación holísticas y coherentes.

Una revisión de la producción científica de demógrafos cubanos en las últimas décadas confirma el valor que, cada vez más, les otorgan a interacciones que articulen la investigación demográfica con otras disciplinas, entre ellas, la comunicación.

Rodríguez Gómez (2013), por ejemplo, reconoce interacciones múltiples “desde la relación individuo-sociedad”, que inciden en las decisiones vinculadas con la reproducción y la planificación de la familia. La experta advierte que “en el nivel intermedio, juega un rol esencial la teoría sobre la interacción social, en lo relativo a la difusión y apropiación de información e ideas” (p.45).

Alfonso de Armas, por su parte, en sus indagaciones acerca de la segunda transición demográfica para el caso cubano, coincide en la necesidad de utilizar estrategias metodológicas que engloben todas las dimensiones y particularidades del fenómeno, tales como el impacto de la migración, de las condiciones socioeconómicas y, también, de las culturales (Alfonso, 2009).

Rodríguez (2013), sin embargo, extiende su mirada a espacios más específicos de la comunicación y visibiliza elementos básicos, también desde los enfoques de género y derechos. En las recomendaciones de su investigación doctoral insta a que se continúe trabajando “en la elevación de los niveles de divulgación en materia de salud en aspectos tales como: uso de anticonceptivos, su diversidad y funcionamiento, características reproductivas de la mujer y el hombre, así como riesgos de los abortos y regulaciones menstruales” (p.104), empleando estructuras del sistema educativo, pero también mediante el uso de la televisión y otros medios audiovisuales como apoyo a la enseñanza.

El diseño de estrategias de comunicación dirigidas a “potenciar la familia cubana, y reorientar las percepciones de la población respecto al tamaño de las familias”, con énfasis en públicos jóvenes, se encuentra entre las recomendaciones para una política integral de población en Cuba, formuladas por un colectivo de autores del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) (Aja et al, 2014). Los investigadores proponen tomar en cuenta factores como el potencial migratorio, la equidad e igualdad de género y la necesidad de aprender a vivir en una sociedad envejecida.

Aunque faltan análisis más integrales, estos antecedentes en el caso cubano confirman una certeza que se viene consolidando y articulando en los estudios demográficos a nivel global y continental desde finales del siglo XX. La emergente teoría de la comunicación sobre población, que articula los ejes de información y educación, partiendo de una línea de base sostenida en la producción científica de la Demografía, se va construyendo cada vez más como una propuesta transdisciplinar [3], apoyada en la capacidad de usar los conocimientos científicos para promover la toma de decisiones personales o sociales (Núñez, 2006).

El reto para esta construcción teórica es complejo, pues los procesos de comunicación sobre población deben ser holísticos e integrales, (Benítez, 1999).

De ahí que, en el caso cubano, para lograr una determinada política cultural, como la demográfica, la misma tiene que ser concebida, bajo un patrón holístico, mediante el despliegue de todos los procesos que intervienen en la construcción de saberes, incluida la comunicación. Como concepto integrador desde donde se articulan los esfuerzos para alcanzarla, la comunicación sobre población puede asumirse como una propuesta transdisciplinar, que nace en los entornos de la investigación demográfica y se cruza con las esencias de las teorías de la comunicación, de los estudios culturales, partiendo de enfoques de género y derechos.

3. Granma, Juventud Rebelde, Bohemia, NTV: ¿Qué y cuándo se publica?

Un análisis métrico y de contenido de productos comunicativos [4] sobre dinámica demográfica cubana, que integraron las agendas mediáticas de Granma, Juventud Rebelde y Bohemia, en el período comprendido del año 2005 al 2015; y del Noticiero Estelar del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, entre enero de 2014 y 30 de abril de 2015 [5], confirman que falta mucho terreno en la prensa cubana para lograr tales articulaciones.

Un análisis de las agendas editoriales en los medios seleccionados evidencia, sobre todo, un tratamiento disperso y poco sistemático de las características de la población cubana, en cuanto a su dinámica y estructura. En el caso de la prensa escrita, se identificaron 232 productos comunicativos que abordaron cualquier elemento de la dinámica demográfica cubana, sus variables o temáticas asociadas (tabla 1), en el período seleccionado de 10 años.

Tabla 1 Muestra total de trabajos de Granma, Juventud Rebelde y Bohemia

(Fuente: elaboración propia).

El envejecimiento demográfico, la mortalidad y la fecundidad fueron, sin dudas, las temáticas más abordadas cuando se analiza de conjunto la producción de los tres medios de prensa escrita seleccionados. La figura 1, en tanto, refleja cómo se comportó el tratamiento temático en los tres medios estudiados [6].

Como puede apreciarse, el envejecimiento demográfico fue el tema más trabajado (105 productos comunicativos), lo que representa aproximadamente un 45% del total de trabajos; seguido de la fecundidad, mencionada en 79 trabajos, para alrededor de un 34% de los productos comunicativos del período (figura 1).

(Fuente: Elaboración propia).

Figura 1 Tratamiento de las variables y otros temas de la dinámica demográfica en Granma, Juventud Rebelde y Bohemia, durante el período 2005-2015. 

Pero resulta particularmente interesante su tratamiento cuando se vincula con otras temáticas (figura 2). A pesar del peso que representa el embarazo adolescente en la fecundidad total del país, y de haber sido reconocido como un problema de salud por autoridades del Ministerio de Salud Pública en entrevista con el propio diario Granma, este tema solo fue mencionado en un 5% de los trabajos de los tres medios estudiados, aunque vale reconocer que el acercamiento fue objetivo, como podrá apreciarse más adelante.

(Fuente: Elaboración propia).

Figura 2 Distribución del tratamiento de la fecundidad en relación con otras temáticas asociadas en Granma, Juventud Rebelde y Bohemia, durante el período 2005-2015. 

Sin embargo, la fertilidad femenina, correctamente vista como la capacidad biológica para concebir, es un tema tratado en el sentido de la infertilidad y los programas promovidos de reproducción asistida, que, si bien es un elemental derecho reproductivo, tiene escasa incidencia en el comportamiento de la fecundidad cubana. Esta se aborda en un 17% de los trabajos y, en la mayoría de los casos, estableciendo una relación directa con los bajos índices de la variable demográfica. Esta relación se origina en los espacios de toma de decisión del Ministerio de Salud Pública y desde allí se traslada a la agenda pública y a la de los medios de prensa, ratificando los planteamientos de Cruz-Paz (1994) acerca de la condición de legitimidad que otorgan las declaraciones oficiales o institucionales al discurso de los medios de prensa.

Lo confirman los resultados obtenidos en el primer ejercicio del recién creado observatorio temático del Instituto Internacional de Periodismo José Martí (IIPJM), para estudiar aspectos del tratamiento de la dinámica demográfica en medios cubanos. Este acercamiento inicial del IIPJM indica que tanto en el diario Granma como en el semanario Vanguardia, de la provincia de Villa Clara, la relación de causa-efecto entre fertilidad y fecundidad llegó a los medios en la voz de funcionarios del MINSAP entrevistados directamente para los productos comunicativos, o citados a aportar sus intervenciones en reuniones o encuentros académicos. Como se verá más adelante, esa situación se repite en el medio televisivo.

Un estudio particular de cada uno de los medio de prensa estudiados refiere comportamientos bastante similares al de la muestra general (figuras 3, 4 y 5).

(Fuente: elaboración propia).

Figura 3 Granma: Distribución de la producción periodística por temáticas durante el período 2005-2015. 

(Fuente: Elaboración propia).

Figura 4 Juventud Rebelde: Distribución de la producción periodística por temáticas durante el período 2005-2015.  

(Fuente: elaboración propia).

Figura 5 Bohemia: Distribución de la producción periodística por temáticas durante el período 2005-2015. 

La temática más abordada en Granma y Bohemia es el envejecimiento demográfico (figuras 3 y 5). Bohemia se distingue positivamente por su abordaje, pues no lo presenta como un problema y lo relaciona con la situación económica, pero también con los retos sociales y culturales que de esta situación demográfica se desprenden. El tratamiento tampoco es salubrista, aunque no obvia las consideraciones vinculadas con la salud de las personas mayores.

Sin embargo, en Juventud Rebelde se trata más el tema de la fecundidad, lo cual puede estar relacionado con el perfil editorial de este medio, dirigido más hacia los jóvenes (figura 4). Vale reconocer que es también este diario el que con más sistematicidad se refirió al embarazo adolescente y el que mayor balance muestra en el tratamiento a la mortalidad: la relación entre trabajos sobre mortalidad infantil, materna y otros elementos de la mortalidad general es la más favorable de la muestra.

Bohemia fue el medio que publicó, en los primeros cinco años del período estudiado, análisis más profundos acerca de la fecundidad en particular y también de otros procesos vinculados a la población: envejecimiento, planificación familiar, aborto. Sin embargo, en el segundo quinquenio de la muestra, este abordaje integral se debilita sustantivamente, lo cual coincide con la salida del medio de periodistas especializados en los temas demográficos, según coincidió la mayoría de los periodistas y directivos entrevistados. He aquí una evidencia de la relación de la calidad de los mensajes que se publican con las competencias profesionales de sus emisores.

Entre 2014 y 2015 es Granma el medio con propuestas más interesantes acerca de la fecundidad y el envejecimiento, mientras Juventud Rebelde muestra el tratamiento más estable.

Definidos como modalidades concretas y particulares que el emisor utiliza para expresar los sucesos, según las circunstancias de la noticia, su interés, objetivo, y el nivel de profundización que requiere el tema (Wolfe, 1989), los géneros periodísticos de los productos comunicativos analizados en la prensa escrita arrojan otras luces acerca de la manera en la cual los medios estudiados trataron los temas demográficos.

El tratamiento dado a la agenda demográfica en el caso del periódico Granma, sobre todo al inicio del período, fue más informativo que interpretativo o de opinión. En Juventud Rebelde, aunque también se aprecia un predominio del quehacer puramente informativo, aparecen más trabajos de opinión e interpretativos que en Granma, aunque muchos menos que en Bohemia.

En el caso de los periódicos, aunque atienden ante todo a una necesidad de agendar los hechos de manera noticiosa, vital en publicaciones diarias y semanales, es evidente que el bajo nivel de preparación y la carencia de especialización entre los emisores conspiraron contra la posibilidad de incorporar, en mayor grado, el análisis y la interpretación.

La rutina noticiosa es la adecuada para el perfil editorial de un diario. Sin embargo, en un periódico como Juventud Rebelde, con una edición dominical que privilegia la publicación de materiales de análisis, o en Granma, en tanto órgano oficial de información del país, debiera imponerse un empleo más frecuente del periodismo de opinión, interpretativo y de investigación en temas demográficos, pues la complejidad de estos asuntos merece la utilización de los géneros que más se avienen para ampliar, explicar y motivar a los públicos al diálogo sobre diferentes temas. Es decir, que aunque un asunto del acontecer demográfico como la fecundidad tenga una primera aproximación informativa, deberían estructurarse, posteriormente, miradas más profundas y sistemáticas.

La carencia de competencias profesionales también se advierte a partir de otra evidencia: no pocas de las notas informativas acerca de la fecundidad y otros temas vinculados aparecen en los periódicos estudiados tomadas de manera acrítica de otros medios -como la Agencia Cubana de Noticias (ACN) o Prensa Latina (PL)-. Esto abre varias interrogantes acerca de si los periodistas no supieron encontrar la información (demuestra falta de conocimientos acerca de la realidad y de las fuentes especializadas); o si la premura editorial y el déficit de profesionales confirmado en algunos medios de prensa conspiró contra la búsqueda de la información; o si el contenido de la noticia en cuestión les resultó incomprensible y por tanto decidieron acudir a lo que otros escribieron, a menudo sin comprobar si el texto era correcto o estaba bien enfocado. Por esto ocurren con frecuencia cadenas de errores que se reiteran de un medio de comunicación a otro, hasta que alguien -generalmente del entorno externo a los medios- llama la atención sobre el fallo conceptual o de interpretación.

Otro elemento que evidencia mediaciones vinculadas con la falta de preparación y especialización de los periodistas y directivos en la conformación de los mensajes estudiados es que muchos de los trabajos revisados -sobre todo en Granma y Juventud Rebelde- están promovidos desde las instituciones y la academia, o en el marco de determinada coyuntura, o desde necesidades de la política y no nacieron a partir de una agenda propia del medio.

En Bohemia, como ya se adelantó, existe un desplazamiento hacia el periodismo de opinión e interpretativo, sobre todo al inicio del período, lo cual responde a un perfil editorial que obliga a ampliar y a profundizar en la temática, además de que el medio cuenta con mayor espacio y menos apremio en la salida. Estos géneros le valen a la revista para llegar a conclusiones que sugieren la intervención de los sujetos e instituciones responsabilizados con las problemáticas descubiertas o valoradas por los reporteros.

El estudio de poco más de un año de emisiones del Noticiero Nacional de Televisión (NTV), desde el 1ro de enero de 2014 hasta el 30 de abril de 2015, vuelve a hacer evidente la poca sistematicidad en el tratamiento de los asuntos vinculados con la población cubana, su dinámica y estructura.

Sin dudas, dentro del Sistema Informativo de la Televisión Cubana (SITVC), el llamado noticiero “estelar”, es uno de los programas más importantes a nivel nacional. Para Matos (2015), este valor viene dado, fundamentalmente, por el horario en que se transmite y los altos niveles de audiencia con que cuenta. ¿Cómo se aborda en este espacio informativo la dinámica demográfica cubana? ¿Qué relevancia se le otorga?

Si en el caso de los tres medios de prensa escrita analizados previamente pudieron encontrarse algunos abordajes integrales, profundos e interesantes, aun cuando fueran aislados y no tuvieran suficiente seguimiento, en el caso del informativo estelar de la televisión, la indagación revela un tratamiento aún más desarticulado.

Durante el período de análisis fueron identificados solo 26 productos comunicativos relacionados de alguna manera con la dinámica demográfica cubana y sus variables (figura 6).

(Fuente: elaboración propia).

Figura 6 Noticiero Nacional de Televisión. Distribución cronológica de los productos comunicativos sobre dinámica demográfica (1ro de enero de 2014- 30 de abril de 2015).  

Una primera conclusión del análisis confirmó que la amplia mayoría de los productos comunicativos que salieron al aire en el NTV durante el período estudiado, el 68%, estuvo relacionada con algún evento o fecha conmemorativa, incluyendo dentro de esta clasificación aquellas informaciones derivadas de la divulgación del comportamiento de indicadores anuales por parte de organismos e instituciones.

Sin dudas, el envejecimiento demográfico capitalizó la atención de las emisiones analizadas, pero el comportamiento de la fecundidad también fue abordado, aunque en mucha menor medida (figura 7).

(Fuente: elaboración propia).

Figura 7 Noticiero Nacional de Televisión. Temas más abordados en los productos comunicativos sobre dinámica demográfica (1ro de enero de 2014-30 de abril de 2015).  

Otras variables como la nupcialidad/divorcialidad, que sí estuvieron presentes en la muestra de la prensa escrita nacional, no fueron referidas ni siquiera indirectamente en los productos comunicativos del NTV. Igual suerte corrieron temas como la familia, a pesar de su estrecha vinculación al estudio de la población y el desarrollo.

De similar modo ocurrió con temáticas asociadas como la planificación familiar, o la mortalidad materna y el embarazo adolescente, estas últimas con comportamientos preocupantes en el país, lo que ha sido reconocido por expertos en Demografía, por autoridades del Ministerio de Salud Pública, del Gobierno cubano y también por otros medios de prensa (Fariñas, 2014 y Galá, 2015). La jubilación y la fertilidad, en tanto, fueron mencionadas de manera tangencial en algunos de los trabajos dedicados al envejecimiento y la fecundidad.

En general, los productos comunicativos publicados en el período tuvieron un enfoque expositivo, se limitaron a presentar los temas, con escaso examen o cuestionamiento. Pocos trabajos se inclinaron un poco más hacia la reflexión y la evaluación de indicadores y coyunturas demográficas.

En el proceso de construcción de la comunicación sobre dinámica demográfica en el NTV , poco menos de la mitad de los trabajos analizados (42%) pueden clasificarse como informaciones, básicamente coincidiendo con aquellos originados en acontecimientos noticiosos, eventos, o fechas conmemorativas, y que ya fueron citados previamente. Las propuestas híbridas constituyen la otra mitad y el reportaje representa apenas un 7,6% del total, con lo cual -se hace evidente-, queda muy afectada la capacidad del NTV para analizar, contrastar y evaluar los fenómenos demográficos en el período de análisis (figura 8). Los llamados géneros de opinión o expresivos y testimoniales, donde “prevalece la opinión y subjetividad del periodista frente a los sucesos” (Acosta, 2015,p.71) no estuvieron presentes en la muestra analizada.

(Fuente: elaboración propia).

Figura 8 Noticiero Nacional de Televisión. Géneros periodísticos más empleados en los productos comunicativos sobre dinámica demográfica (1ro de enero de 2014- 30 de abril de 2015).  

En el caso de las informaciones, tuvieron una duración promedio de un minuto y 30 segundos, aunque en algunos casos se extendieron hasta los dos minutos. Aun cuando esta extensión coincide con las características que Cebrián atribuye a la información “para que pueda ser entendida en toda su dimensión” (Cebrian, 1992, p.139), Epstein (1981 cit. por Matos, 2015) considera que los dos o tres minutos de duración de las informaciones más importantes no son suficientes para ofrecer el contexto histórico o geográfico de la mayoría de los acontecimientos. “El centro de atención está puesto sobre lo que ocurre, no sobre el porqué ocurre o sobre sus causas profundas” (Epstein cit. por Wolf, 2002, p.118). En el caso de los temas de población, esta situación resulta particularmente compleja, pues la multicausalidad, los nexos diversos y las muchas repercusiones de la dinámica demográfica cubana no pueden ser debidamente analizadas en tiempos tan cortos.

Los productos comunicativos resultantes de una mezcla de géneros o híbridos, no se diferenciaron mucho de las informaciones. Con una duración aproximada de entre un minuto y medio y dos minutos, los periodistas combinaron datos estadísticos, de manera algo descontextualizada, con entrevistas aisladas a algún especialista o personas en la calle, y alguna opinión o valoración personal, pero la combinación de géneros periodísticos no implicó una ganancia de profundidad en el tratamiento del tema.

Solo dos productos comunicativos clasificaron como reportajes; coincidentemente, ambos son segmentos de la sección Cuba Dice dedicados al tratamiento de la dinámica demográfica: uno de los trabajos fue sobre la fecundidad y el otro acerca del envejecimiento demográfico. Con duraciones aproximadas de entre 11 y 12 minutos, no estuvieron asociados a ningún suceso ni coyuntura informativa específica en especial.

Resulta paradójico que, aunque en la etapa analizada sólo se publicaron dos reportajes, sea este el género de elección de la mayoría de los periodistas entrevistados para abordar este tipo de asuntos, por su profundidad y versatilidad.

Esto pudiera estar condicionado por una cuestión de costumbre o comodidad, que implica tratar un tema siempre de la misma manera, o bien debido al ritmo con que se labora en un espacio como el NTV, donde el tiempo es a veces limitado para incursionar en trabajos que requieren, por lo general, de conocimiento para prepararlos y de creatividad para transmitirlos, lo que apunta a una fragilidad de las competencias profesionales para el tratamiento del tema.

En general, teniendo en cuenta los productos comunicativos analizados, puede decirse que existe muy poca variedad en la propuesta del noticiero estelar en cuanto a géneros periodísticos; pero esta característica no es exclusiva del período estudiado, ni de las temáticas analizadas. En su tesis para la Licenciatura en Periodismo, ¿Dramaturgia? ¿En el Estelar? Un acercamiento a la construcción dramática de los relatos periodísticos audiovisuales de temática nacional en el Noticiero Estelar del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, José Gabriel Martínez (2010) adelantaba, entre las características formales de la emisión estelar, “la poca variabilidad de géneros periodísticos con respecto a otras emisiones y la falta de variedad temática, sobre todo en la esfera nacional" (Martínez, 2010, p.64).

Aunque en el caso del NTV la fecundidad solo fue abordada de manera directa en dos trabajos (el segmento Cuba Dice de la edición del 29 de abril 2014 y el acercamiento al Día Mundial de la Población, en la edición del 11 de julio de 2014), el comportamiento de esta variable fue mencionado en varias ocasiones en trabajos acerca del envejecimiento demográfico, o de la mortalidad infantil. Un elemento interesante del tratamiento es que se habla indistintamente de fecundidad y de natalidad. De la misma manera, se confunde la Tasa Bruta de Natalidad con la Tasa Bruta de Reproducción y esta última con la Tasa Global de Fecundidad, lo cual demuestra una pobre comprensión del indicador y escasas habilidades para el manejo de estadísticas por parte de periodistas y los comunicadores.

Además, existe una marcada tendencia a no reflejar la multicausalidad de la baja fecundidad y también a considerarla un “problema que se va a resolver”, con medidas como la atención a la infertilidad femenina, o con el incremento de soportes materiales como culeros desechables y canastillas para bebés, cuando en realidad la investigación especializada ha confirmado la irreversibilidad de la baja fecundidad como tendencia en Cuba (Rodríguez, 2006; Alfonso, 2009).

Igualmente, se enfoca el tema de manera reiterada desde la responsabilidad femenina con la reproducción, cuando se trata en realidad de un asunto que incluye a toda la familia. Esto se evidencia en la selección de las imágenes. A menudo se muestran mujeres con sus bebés en brazos, embarazadas o amamantando, pero no se sitúan en un entorno familiar, acompañadas de esposos o padres, por lo que se continúa acentuando la imagen de la mujer como única responsable -y culpable, por tanto- de la baja fecundidad.

Rodríguez (2016), a propósito de su investigación de Licenciatura en Periodismo alertó que:

Aunque estadísticamente la fecundidad se mide por la mujer, la reproducción es un proceso de pareja, de familia, y en la medida en que los medios ayuden a fomentar esa comprensión, también va a empezar a funcionar a nivel social o va a ayudar, por lo menos, a que a nivel social funcione de esa manera (Matos, comunicación personal, 2015).

Esta tendencia fue particularmente reforzada en el ya citado segmento Cuba Dice, del 29 de abril de 2014, que desató una aguda polémica en redes sociales digitales y otros medios de comunicación (Hernández, 2014; Gordillo, 2014).

Las reflexiones de Hernández y Gordillo y las dos ediciones del espacio informativo de la Mesa Redonda , dedicadas a la dinámica demográfica, como ya se adelantaba, acumularon, además, cientos de comentarios de internautas en los espacios digitales donde fueron publicados, lo cual remite a la tesis de Rincón (Bonilla, J. I. et al, 2012) del desplazamiento “de las audiencias contemplativas a los productores conectados” y refuerza la necesidad de un nuevo paradigma[7] de comunicación, signado por la convergencia de los sistemas analógicos y digitales y que se articule con las políticas públicas que se emprenden en el país, permitiendo actualizar y perfeccionar el Sistema socialista en diálogo con un entorno de estructuraciones y reestructuraciones continuas (Elizalde, 2014).

4. Algunas reflexiones desatan nuevas interrogantes

Con mejores tratamientos en los tres medios de prensa escrita que en el NTV, la muestra estudiada, en primer lugar, evidenció una reducción del análisis de la coyuntura demográfica del país a la situación de la fecundidad y el envejecimiento de la población. Se establecieron, además, pobres conexiones con otros asuntos directamente relacionados como la nupcialidad/divorcialidad, la mortalidad materna, el embarazo adolescente, la planificación familiar.

En particular en el NTV, se reiteró sistemáticamente la idea de la baja fecundidad y el envejecimiento como problemas o conflictos que hay que resolver. Y sobre todo, en el caso de la fecundidad, como un asunto de mujeres que no quieren dar a luz.

Con respecto al tema del envejecimiento, probablemente la mayor crítica al tratamiento dado por los medios de prensa estudiados sea su excesiva tendencia a ver el envejecimiento desde el punto de vista médico o asistencial. Y aunque no se entrevistó directamente a personas mayores enfermas o en situación de vulnerabilidad, la mayor parte de los materiales periodísticos emplearon fuentes del sistema de salud, con lo cual se refuerza la asociación de los adultos mayores con las enfermedades, aun cuando no siempre se establezca la relación de manera directa.

Además, se muestra un envejecimiento homogéneo y estereotipado donde faltan análisis que ubiquen los desafíos de este proceso para hombres y mujeres en Cuba. Ellas, por solo citar un ejemplo, tienen mayor esperanza de vida; pero cuando ellos quedan viudos y solos enfrentan un reto particular vinculado a la persistencia de estereotipos de género patriarcales muy difundidos en Cuba: en todo su curso de vida no adquirieron herramientas que los prepararan para enfrentar solos las tareas domésticas, la planificación y mantenimiento de un hogar, con lo cual vivencian de manera mucho más compleja el proceso de envejecer y manifiestan patologías psicológicas asociadas a esa situación de soledad y vulnerabilidad.

En el caso del cuidado de adultos mayores, aun cuando fue mencionado, sobre todo en la muestra de la prensa escrita, faltan análisis que focalicen en la sobrecarga que este representan para las mujeres, en particular las de edad mediana y, en muchos casos, profesionales, que por mandato cultural -también patriarcal- son quienes suelen asumir en mayoría aplastante estas tareas.

En el caso particular de la fecundidad, no se particularizó la situación por grupos de edad, o por territorio, con lo cual queda oculta, por ejemplo, la grave situación del embarazo adolescente, o la vulnerabilidad de las mujeres rurales ante estos eventos.

Igualmente, el análisis homogéneo, superficial y parcial de las causas de la baja fecundidad invisibiliza brechas de género o de acceso, como las posibilidades de reproducción en las mujeres lesbianas, por ejemplo.

Además, al no abordarse la fecundidad como un asunto de la pareja o de la familia, se refuerza la culpabilización de las mujeres ante el bajo comportamiento de los nacimientos en el país.

En general, en todos los medios se apreció un tratamiento homogéneo de la población cubana, tanto en relación con la distribución espacial como etaria o por género, lo cual impide miradas holísticas y articuladas de la dinámica demográfica en el relación con el curso de vida de las personas y la toma de decisiones personales vinculadas a la reproducción y la familia, entre otros temas.

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6. Notas

1[1] La transición demográfica fue definida como el paso de elevados niveles de mortalidad y fecundidad hacia bajos niveles en las dos variables. Ese proceso es acompañado de la transformación de una sociedad predominantemente agraria y rural para una sociedad predominantemente urbana y volcada para la producción de bienes y servicios (Notestein, 1953). Ha sido descrita como un proceso de larga duración, que transcurre entre dos regímenes extremos, basándose, principalmente, en la experiencia de países europeos industrializados.

2[2] La idea de una transición demográfica vivida por los países de Europa Occidental, con dos etapas distintas fue sugerida por los demógrafos Lesthaeghe & van de Kaa (1986) y, posteriormente, elaborada por van de Kaa (1987). Los dos autores propusieron la terminología de primera y segunda transición, intentando, con la noción de segunda transición demográfica, identificar una fase nueva a partir de los años sesenta del siglo XX (Alfonso, 2009). Según van de Kaa: “The start of the second transition can arbitrarily be set at 1965. In the interim had the came World War II and the baby boom that followed it. The principal demographic feature of the second transition is the decline in fertility from somewhat above the ‘replacement’ level of 2,1 birth per woman, which ensures that births and deaths will stay in balance and population remain stationary over the long run, to a level well below replacement” (van de Kaa, 1987: 5 citado por Alfonso, 2009) El autor enfatiza el papel de los cambios de actitudes y comportamientos de las personas en la llamada segunda transición, evidenciando el carácter multidimensional de su conceptualización.

3[3] La transdisciplina es una forma de organización de los conocimientos que trasciende a las diferentes disciplinas de una forma bastante radical, con posibilidad de atravesar a las diversas materias en estudio, e ir más allá de ellas. Persigue un conocimiento lo más completo posible. Por eso el diálogo o interacción de saberes y la complejidad son inherentes a la actitud transdisciplinaria, que se plantea el mundo como pregunta y aspiración. No se trata de una disciplina, sino de un enfoque; un proceso para incrementar el conocimiento mediante la integración y transformación de perspectivas gnoseológicas distintas (Pérez, 2008).

4[4] Se entiende por producto comunicativo cualquier trabajo publicado en los medios de comunicación de referencia, independientemente de su género periodístico.

5[5] En este caso, resultó imposible rastrear la producción informativa del noticiero estelar para todo el período en estudio de la prensa escrita, pues el Sistema Informativo dela Televisión Cubana no tiene capacidad de almacenaje para una década de su producción informativa. De hecho, de los noticieros analizados, muy pocos pudieron ser rescatados de los archivos del ICRT. La mayoría fueron grabados por métodos domésticos especialmente para la investigación.

6[6] Es importante aclarar que un producto comunicativo puede incorporar la mención de más de una variable, tema o temática asociada, con lo cual la suma de estas clasificaciones nunca va a totalizar el 100% de la muestra.

7[7] Según Thomas Kuhn, un paradigma científico es un conjunto coherente de modelos, conceptos, conocimientos, hipótesis y valores estrechamente vinculados. Hay revolución científica cuando un marco conceptual (paradigma) es reemplazado por otro (Kuhn, 2005 citado por Elizalde 2014).

Recibido: 25 de Agosto de 2018; Aprobado: 26 de Septiembre de 2018

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