INTRODUCCION
El 30 de enero de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara una emergencia de salud pública a nivel internacional. Esta emergencia, unida a la virulencia de la enfermedad desata la generación de información a escala mundial sobre el virus, las vías de trasmisión, maneras de prevenir el contagio y posibles tratamientos a partir de las investigaciones médicas que ya se realizan, todo unido a las voluntades de los estados para minimizar lo que está ocurriendo.
Empieza así, casi automáticamente a gestionarse desde la crisis sanitaria, una información y comunicación a escala mundial, y de cada uno de los países, para contribuir a la toma de conciencia sobre los peligros para la vida humana; y con esto comienzan a publicarse estudios preliminares en materia de información y comunicación sobre lo que ocurre en cada lugar y como se han llevado a cabo las estrategias en estos temas.
El impacto de los recursos de información es especialmente importante durante tiempos de crisis no solo por parte de los medios de comunicación y las organizaciones legitimadas para esto, sino por los investigadores que tienen el desafío de analizar lo que en materia de comunicación se está generando.
Aun todos los esfuerzos en materia de información y comunicación también estas están sufriendo una crisis, primero, por vivir una situación cuyo referente anterior fue la gripe A H1N1 en 2009 y nunca alcanzó lo que ocurre hoy, por exceso, por defecto, por falsas, por ineficaces y lejos de contribuir a mitigar las ansiedades y preocupaciones, desinforman o exacerban, generándose actitudes contrarias a las deseadas.
En este contexto la eficacia del sistema de comunicación y publicación científica y sus elementos (revistas, revisores, bases de datos, repositorios) están siendo puestos a prueba ante una enorme cantidad de conocimiento generado en un breve lapso de tiempo, que no tiene precedentes (Kupferschmidt, 2020, Torres-Salinas, 2020)
La gestión de la información y la comunicación durante una crisis tendrá que ser manejada desde las categorías (económicas, sociológicas, psicológicas, políticas, de la salud) que permiten explicar lo que ocurre en toda su complejidad, por lo que las investigaciones que se realizan sobre el tema deberán reflejar esa diversidad de perspectivas sociales.
Este contexto ha impuesto retos importantes a la comunicación, otras maneras de informar y explicar a las personas lo que ocurre, otras maneras de pensar la información y comunicación, no solo desde los grandes medios sino también desde los espacios locales, desde la individualidad y desde los grupos, cuestión que ha sido abordada desde las teorías de la comunicación pero obviada con mucha frecuencia por los actores legitimados para hacerlo.
La comunicación de crisis establece con claridad los aspectos que habría que tener en cuenta para hacer una comunicación efectiva a partir de los datos con los que se cuenta, pero sobre todo, por la relación que tiene que establecerse entre públicos y organizaciones, entre públicos y líderes con el objetivo de mitigar las percepciones negativas de los sujetos durante la crisis.
Para lograr esto hacen falta pueblos informados, manejar las percepciones públicas sobre la crisis y dar respuestas a los ciudadanos, dar instrucciones claras para reducir el impacto de la situación anómala y recuperar la confianza ofreciendo perspectivas futuras, y todo esto, a partir de normas que permitan la puesta en práctica de esta comunicación.
Al decir del National Democratic Institute (2020) la comunicación en tiempos de crisis hay que enfocarla en dar respuestas rápidas, centrase en los hechos, construir confianza y ofrecer una seguridad sensata, mostrar empatía, ser honesto, facilitar información para que los medios puedan informar en la crisis, involucrar a las comunidades afectadas y a los públicos, hacer una comunicación frecuente, cambiar de una comunicación reactiva a una proactiva y por último, consolidar los contenidos de los mensajes en todas las plataformas de comunicación.
Dado que no todas las crisis responden a los mismos patrones de producción ni generan los mismos efectos, Coombs (2012) sugiere que las organizaciones deben identificar estrategias de comunicación de crisis, partiendo del inventario de los riesgos existentes, que sean apropiadas para las diferentes situaciones críticas (Xifra, 2020)
Futuras investigaciones en información y comunicación tendrán que realizarse para estudiar lo que aún continúa ocurriendo, con mayor detenimiento y profundidad, desde todos los actores y sectores involucrados.
El presente trabajo se ha planteado como objetivo general determinar los rasgos que caracterizan a la comunicación social sobre COVID-19 en la producción científica actual.
Obtención y procesamiento de los datos
El estudio descriptivo abordó desde una perspectiva mixta, para aprovechar las fortalezas de lo cuantitativo y lo cualitativo en función de obtener una visión más completa del fenómeno objeto de investigación.
Para el análisis cuantitativo se decidió utilizar una base de datos que permitiera la descarga de datos bibliográficos, en este caso la Web of Science (WoS), por brindar acceso a múltiples bases de datos y datos de citas para 256 disciplinas (ciencia, ciencias sociales, artes y humanidades), con un número total de registros que supera los 90 millones. Su mantenimiento está a cargo de Clarivate Analytics. Cubre diferentes formatos, como artículos de texto completo, reseñas, editoriales, cronologías, resúmenes, actas (revistas y libros) y artículos técnicos. Su cobertura temporal es desde 1900 hasta la actualidad. (Moral-Muñoz, Herrera-Viedma, Santisteban-Espejo & Cobo, 2020)
La estrategia de búsqueda empleada fue la siguiente, la cual fue refinada en la categoría COMMUNICATION del WoS: (Risk communication OR Social communication OR public communication OR strategic communication OR Crisis communication OR health communication OR external communication OR media communication OR communication for social change) AND (COVID-19 OR coronavirus disease OR coronavirus pandemic)
Se utilizó el idioma inglés, pues se ampara en el criterio de indización de las revistas alojadas en esta base de datos. Por norma general casi todas las revistas demandan en las plantillas de los envíos la traducción al idioma ingles de título, resumen y palabras clave, lo que hace que las búsquedas en este idioma disminuyan el sesgo.
Como resultado, se obtuvieron datos bibliográficos recuperados el 26 de octubre de 2020 estructurados en 99 registros del Web of Science Core Collection, los cuales constituyeron la base para obtener una aproximación general del fenómeno estudiado. Se utilizan para el análisis los campos palabras clave y categorías temáticas de la base de datos antes mencionada para visualizar los tópicos de interés desarrollados por los investigadores sobre el tema objeto de estudio. Se complementan además con la identificación de las fuentes más productivas y los documentos más citados, con el fin de lograr un acercamiento a las preocupaciones más destacadas en la producción científica examinada.
Se utilizaron además herramientas de visualización que suelen ser utilizadas para la investigación cuantitativa en bibliometría y cienciometría, con el fin de apoyar el análisis de la literatura. Se destaca en particular el uso de la biblioteca Biblioshiny del paquete Bibliometrix en el sistema open access de procesamiento de datos RStudio v. 3.6.3., el cual posibilita generar gráficos y análisis que relacionen fuentes, autores y documentos, así como de estructuras de conocimiento a nivel conceptual, intelectual y social (Aria & Cuccurrullo, 2017; Moral-Muñoz, Herrera-Viedma, Santisteban-Espejo & Cobo, 2020)
Otras herramientas complementarias utilizadas fueron: Vosviewer v. 1.6.15, Bibexcel (v. 2016- 02-20), Ucinet (v. 6.123), y Netdraw. (v. 2.069), también utilizadas para el mapeo científico de redes.
DESARROLLO
Cuando se aborda la comunicación social vinculada con una pandemia como la COVID-19, es lógico pensar en que esencialmente se trata la comunicación de crisis. Pero se impone una mirada holística al fenómeno para determinar sus principales manifestaciones.
En tal sentido, se determinó escoger los trabajos recuperados del WoS para lograr una primera aproximación, aunque se reconoce que no es el universo de lo publicado sobre el tema puede darnos los primeros datos sobre cómo se comporta la relación entre varias categorías que convergen en la comunicación social
Al examinar las categorías temáticas concurrentes, se revela una mayor fuerza de vínculos de la Comunicación con las Ciencias de la información y las Ciencias económicas (Fig. 1). Ello está relacionado con las grandes preocupaciones presentes en los medios acerca de la pandemia desde el contexto sanitario y económico mundial.
Al respecto, los medios de comunicación han aumentado sus ratings de audiencia mundial debido a la necesidad ciudadana de estar informada. En Europa, las medidas de confinamiento han obligado a la población a estar pendientes de los sistemas informativos y un aumento en el consumo de la televisión. Por ejemplo, en el mes de marzo, en España se registraron los datos de audiencia más elevados de la historia: “durante el estado de alarma, el consumo de televisión ha crecido casi un 40 % respecto a la semana del 1 al 13 de marzo. En concreto, ha aumentado en un total de 89 minutos (1 hora y media) por persona más y se trata del mayor incremento mensual de consumo de televisión de toda la historia.” (Europa Press, 2020)
Un estudio realizado por la cadena de noticias Reuters, reafirmó el impacto de la comunicación durante la pandemia. Realizado en abril del presente 2020, el estudio mide el uso de distintos medios de comunicación en Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, España, Corea del Sur y Argentina. Para cada uno de ellos ha habido un incremento del rating de consumo de medios de prensa online, de la televisión, de las redes sociales y de la radio de entre dos y 5 por ciento. (Reuters, n.d.) El propio estudio expuso como, por ejemplo, en Alemania en la última semana de marzo hubo un incremento sustancial en el consumo de todas las plataformas informativas.
Por otro lado, la relación de la Comunicación con las Ciencias de la Información y los Negocios y Economía como tópicos relevantes, quedó justificada por la preocupación existente en cuanto al impacto que tiene la pandemia sobre la economía mundial y los problemas adyacentes que trae consigo, como es el desempleo por solo citar uno de los sectores más afectados. Como se puede ver en la figura 2, la Fundación Internacional Monetaria (International Monetary Fund) mostró en su reporte: Una crisis como ninguna en este 2020, el decrecimiento de todas las economías del mundo, queda incluso con medias de decrecimiento negativas. (International Monetary Fund, n.d.)
Los temas antes mencionados se pueden visualizar desde la relación existente entre las fuentes, las palabras clave y los países que han estudiado el fenómeno de la crisis sanitaria como un riesgo o problema dentro del campo de la comunicación.
En la representación se observa un diagrama de Sankey que expresa las relaciones a través de líneas, entrelazando la confluencia entre las fuentes y los países. En particular es posible distinguir cómo España presenta la mayor cantidad y variedad de fuentes de información que analizan como ha impactado el Covid-19 en la publicación de estudios relacionados con este y la comunicación. España1, Estados Unidos2 y en menor medida Australia, con un alto compromiso a la colaboración en materia de comunicación son los principales países que han dado respuesta a los investigadores publicando sus estudios de forma casi inmediata. Los dos primeros se consideran entre los países más afectados en todos los sectores socioeconómicos, de ahí que las revistas más importantes en comunicación y ciencias de la información de estos países hayan incrementado sus publicaciones para cubrir el avance investigativo en la temática de este trabajo (Fig. 3).
Es el caso por ejemplo de la revista Profesional de la Información ubicada en un Q1 para estudios socioculturales y Q2 (del Scimago Journal Rank3) para estudios de información y comunicación, que publicó un número emergente a principios de año dándole cobertura a la pandemia desde las ciencias sociales. Otras revistas con una cobertura sobre el tema son la Journal of Business and Technical Communication de Estados Unidos (Q1), la Media International Australia (Q1), de Australia. En menor medida destaca el examen de las temáticas sanitarias desde las perspectivas de la comunicación por revistas de menos impacto como la Revista Española de Comunicación en Salud. La tabla 1 presenta los datos asociados a su productividad.
Fuentes | País | Artículos |
---|---|---|
Profesional de la información | España | 18 |
Journal of business and technical communication | EEUU | 16 |
Revista española de comunicación en salud | España | 15 |
Media internacional Australia | Australia | 10 |
International journal of sport communication | Reino Unido | 8 |
En relación con las co-ocurrencia de palabras clave, la figura 4 muestra la relación con la herramienta Vosviewer, donde se distinguen tres clústeres fundamentales:
Cluster 1: communication, ebola, fake news, health, health information, information, journalism, media, sars-cov-2.
Cluster 2: COVID-19, health communication, pandemic, public health, risk communication, social media.
Cluster 3: coronavirus, crisis communication, health crisis, pandemics, spain, twitter.
Esta visualización confirmó la idea de que la comunicación social sobre la COVID-19 se ha abordado esencialmente desde la comunicación de crisis, la comunicación de riesgos, la comunicación en salud, y el periodismo, con énfasis en el uso de los medios y los sitios de redes sociales.
En el estudio se examinó también los documentos más citados (Tabla 2). Encabezan la lista los trabajos de Casero-Ripolles (2020) acerca del impacto de la COVID-19 sobre el periodismo y el sistema de medios de comunicación en el mundo y en especial en España, así como el análisis de Torres-Salinas (2020) sobre el crecimiento diario de la producción científica sobre la pandemia en repositorios de acceso abierto, ambos publicados en El Profesional de la Información.
Documentos | Citaciones |
---|---|
Casero-Ripollés (2020) | 22 |
Torres-Salinas (2020) | 11 |
Oh, Lee & Han (2020) | 10 |
Costa-Sanchez & López-García (2020) | 6 |
Lázaro-Rodriguez & Herrero-Viedma (2020) | 6 |
Pérez-Dasilva, Meso-Ayerdi & Mendiguren-Galdospín (2020) | 5 |
Xifra (2020) | 5 |
Lovari (2020) | 3 |
Moreno, Fuentes-Lara & Navarro (2020) | 2 |
Andreu-Sanchez & Martín-Pascual (2020) | 2 |
Rodero (2020) | 2 |
Elias (2020) | 2 |
Mohamad (2020) | 2 |
En las ideas esenciales de los trabajos de estos autores se destaca la explosión informativa que ha generado la pandemia, el impacto que ha tenido su tratamiento en los medios (alternativos y gubernamentales), el rol protagonista que estos han asumido en tiempos de crisis y cómo su consumo influye en el comportamiento humano ante los riesgos que implica la COVID-19 y las condiciones de confinamiento (Casero-Ripollés, 2020; Torres-Salinas, 2020; Oh, Lee & Han, 2020; Costa-Sanchez & López-García; 2020, Pérez-Dasilva, Meso-Ayerdi & Mendiguren-Galdospín, 2020). También, las preocupaciones de las organizaciones acerca de gestionar relaciones de confianza con sus públicos desde la comunicación organizacional y las relaciones públicas a través de la gestión del riesgo reputacional y la gestión de la incertidumbre (Xifra, 2020).
CONCLUSIONES
La complejidad de la comunicación social vinculada a la pandemia de la COVID-19, enfatiza la necesidad de introducir nuevas prácticas vinculadas a la comunicación de crisis y la comunicación de riesgos, donde el enfrentamiento a la desinformación, el uso de las plataformas sociales y la educación mediática de los ciudadanos se encuentren entre las tareas más apremiantes. Esta responsabilidad no puede ser exclusiva de las organizaciones de salud pública, y en general necesita de una mirada holística desde las instituciones mediáticas y gubernamentales, orientadas a fortalecer una efectiva comunicación preventiva.
En el acercamiento brindado, aunque limitado por su alcance y uso de indicadores, se revela la preocupación creciente de las fuentes, principalmente europeas, por fortalecer la comunicación social sobre la pandemia, en fuerte vínculo con el tratamiento a la información y el uso de los medios sociales. Se confirma que las contingencias actuales y potenciales globales en temas de salud, depresión económica, e inestabilidad social deben enfrentarse desde nuevas prácticas de comunicación social, lo cual debe profundizarse desde futuras propuestas e investigaciones.
La comunicación social sobre COVID-19 en la producción científica estudiada reveló que los países que presentan la mayor cantidad y variedad de fuentes de información que analizan el impacto de la COVID-19 en la vinculación con la comunicación son España, Estados Unidos y Australia. Mientras que la comunicación social sobre la covid-19 se ha abordado esencialmente desde la comunicación de crisis, la comunicación de riesgos, la comunicación en salud, y el periodismo. Al examinar la presencia de las categorías temáticas, se revela una mayor fuerza de vínculos de la Comunicación social con las Ciencias de la información y las Ciencias Económicas. Tales indicios pueden reorientar los esfuerzos interdisciplinares que desde estos campos se realizan atendiendo fundamentalmente al tratamiento global sobre la pandemia.