SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.11 número29La comunicación educativa en el entrenamiento de las figuras en nadadoras artísticas categoría escolarTres fuentes de generación del conocimiento para emprender comunidades sostenibles: identidad, cultura y patrimonio índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Alcance

versión On-line ISSN 2411-9970

ARCIC vol.11 no.29 La Habana mayo.-ago. 2022  Epub 01-Ago-2022

 

Ensayo

La identidad personal en una conversación espontánea de un corpus del discurso oral de Santiago de Cuba

Personal identity in a spontaneous conversation of a corpus of oral discourse from Santiago de Cuba

Yanetsys Rodríguez Martínez1  * 
http://orcid.org/0000-0003-2860-9224

Celia María Pérez Marqués1 
http://orcid.org/0000-0002-0243-8159

1Universidad de Oriente, Facultad de Humanidades, Departamento de Letras. Santiago de Cuba, Cuba.

RESUMEN

Las opciones lingüísticas y conversacionales pueden verse como actos de identidad donde la variación estilística no es simplemente reflejo de las situaciones interactivas, sino uno de los medios estratégicos del hablante para activar el significado potencial y así construir las dimensiones de la identidad (Van Dijk, 1999) que son relevantes en diferentes puntos de la secuencialidad discursiva. El objetivo del artículo es caracterizar la identidad personal en una conversación espontánea como base de la cultura familiar del santiaguero, se escogió una conversación espontánea que pertenece al Corpus del español coloquial de Santiago de Cuba (CORPUSAN), un corpus del español coloquial de Santiago de Cuba que se construye actualmente en la Universidad de Oriente, en el que se emplea como técnica para la recolección de las conversaciones, la grabación secreta. Se decidió utilizar esta conversación porque se desarrolla en un contexto familiar donde intervienen hablantes femeninos y en existe una afiliación (madre - hija) (madre -amiga). El método principal empleado fue el análisis de la conversación. El estudio permitió corroborar que en la conversación espontánea el individuo emplea estrategias que le permiten establecer relaciones de poder y de familiaridad. Además, posibilitó identificar los rasgos que caracterizan la identidad de los participantes. CORPUSAN constituye una rica fuente de información para desarrollar futuros estudios sobre la identidad personal como reflejo de la cultura familiar, lo que a la vez da cuenta de los valores culturales y éticos del pueblo santiaguero.

Palabras clave: discurso; conversación; identidad personal; cultura familiar

ABSTRACT

Linguistic and conversational choices can be seen as acts of identity where stylistic variation is not simply a reflection of interactive situations, but one of the speaker's strategic means to activate potential meaning and thus build dimensions of identity (Van Dijk, 1999), that are relevant at different points of the discursive sequentiality. The objective of the article is to characterize the personal identity in a spontaneous conversation as the basis of the family culture of Santiago de Cuba, a spontaneous conversation that belongs to the Corpus of Colloquial Spanish of Santiago de Cuba (CORPUSAN), a corpus of colloquial Spanish from Santiago de Cuba, was chosen. Cuba that is currently being built at the Universidad de Oriente, in which secret recording is used as a technique for the collection of conversations. It was decided to use this conversation because it takes place in a family context where female speakers are involved and there is an affiliation (mother - daughter) (mother - friend). The main method used was conversation analysis. The study allowed us to corroborate that in spontaneous conversation the individual uses strategies that allow him to establish relationships of power and familiarity. In addition, it made it possible to identify the features that characterize the identity of the participants. CORPUSAN constitutes a rich source of information to develop future studies on personal identity as a reflection of family culture, which at the same time accounts for the cultural and ethical values of the people of Santiago.

Keywords: speech; conversation; personal identity; family culture

Introducción

El lenguaje refiere Vygotsky (1991), es un medio de comunicación entre el individuo y el entorno. Por eso en el proceso de interacción que se realiza a través del lenguaje entran en acción los conocimientos lingüísticos y habilidades para comprender y construir significados en correspondencia con los contextos sociales y culturales donde se lleva a cabo la comunicación.

Esta se considera como una de las definiciones más importantes en la que se corrobora que el discurso aporta los fundamentos teóricos y metodológicos para comprender el uso del lenguaje en el habla y la escritura como forma de práctica social y, dentro de ellas, reconocer la relación dialéctica entre el hecho discursivo en particular y las situaciones contextuales y sociales que enmarca (Cabrera, 2010, p. 4).

Por lo que, para estudiar el lenguaje se debe tener presente, en primer lugar, que es una herramienta para que el individuo se comunique en el contexto y, segundo, que a partir de su uso este obtiene como beneficio poder relacionarse con los otros miembros de la comunidad. De este modo, según Charaudeau (2009), el discurso se relaciona con el fenómeno de la puesta en escena del acto del lenguaje, aunque para Lyons (1997) puede comprenderse como un complejo conjunto de elementos lingüísticos simultáneos y secuencialmente interrelacionados, donde los actos se manifiestan a lo largo y ancho de los ámbitos sociales de acción como muestras semióticas (orales, escritas y temáticamente interrelacionadas).

En tal sentido, se considera que ambas definiciones reconocen la importancia del discurso, aunque la más completa es la segunda porque no solo tiene en cuenta los elementos lingüísticos y los extralingüísticos sino cómo estos se interrelacionan entre sí dentro del contexto social. Por otro lado, se debe incluir otra definición interesante, en este caso la que ofrece Van Dijk (2000), quien define al discurso como un suceso de comunicación que incorpora algunos aspectos funcionales como el uso del lenguaje, la comunicación de creencias y la interacción de índole social. De manera que, a partir de estas definiciones, se puede entender que el discurso es la realización del lenguaje a partir de actos de habla donde el hablante es capaz de expresar sus sentimientos, creencias, compromisos, hábitos, preferencias e ideologías.

En consecuencia, el análisis del discurso no puede incluir solo el aspecto cognitivo también es necesario estudiar su dimensión social dado que todo discurso se nutre y enriquece en el contexto sociocultural, además en el se refleja un conjunto de creencias, conocimientos culturales y una visión del mundo y del grupo social del cual es miembro el individuo (Campbell, 2015).

Por lo que, este no está ajeno a los cambios que generan actualmente el empleo de las nuevas tecnologías, las cuales están influyendo en casi todas las esferas de la vida. Por ejemplo, el intercambio entre los hablantes y las formas de interacción a través del discurso ya no ocurre ni con la misma frecuencia ni del mismo modo, lo que ha traído como resultado que el uso de la conversación cara a cara disminuya, provocando así cambios en la vida personal, social y profesional de los individuos sin tener presente muchas veces que la conversación resulta el mejor espacio para conocer, entre otras, la identidad de los interlocutores porque pone en movimiento diversos juegos de poder entre los participantes, por la hegemonía de los significados del discurso.

Se corrobora que la conversación como espacio de interacción permite que los hablantes empleen estrategias discursivas con el propósito de modificar el pensamiento y la conducta de su interlocutor. Sin embargo, se considera que se está modificando sin valorar que esta permite predecir las actitudes y roles de los individuos hacia su propia forma de hablar y de reaccionar ante los otros porque como acción cooperativa a través de la cual los miembros de un colectivo reducen la incertidumbre y coordinan las acciones aseguran la convivencia, consolidando así la identidad y la pertenencia (Villalta, 2009).

Por tal motivo, investigadores del tema como Teun van Dijk, Néstor García y Jesús Martín afirman que las identidades como expresiones mentales se forman, cambian y reproducen en gran medida a través del discurso y la comunicación social; de ahí que resulta importante entender que la identidad de un individuo, grupo o pueblo la forma no solo la expresión cotidiana de los sujetos en cuestión sino también la conciencia que tienen estos individuos de su propia identidad (citado por Molina, 2007).

En consecuencia, esto obliga a entender otros aspectos importantes que se han ofrecido a partir de las conceptualizaciones. Según Rizo, de la identidad se ha hablado mucho y equiparándola con la cultura ha sido nombrada como mismidad, retomada para hacer hincapié en la idiosincrasia de los grupos minoritarios y comprendida como aglutinadora de semejantes que actúan en pro de un objetivo o misión común (citado por Molina, 2007).

De modo que, según Graciela Pogolotti (1965), la identidad constituye un conjunto de valores históricos y culturales que la definen como proceso abierto al cual el propio devenir histórico en el estamos inmersos va añadiendo progresivamente nuevos y enriquecedores elementos. Por otro lado, para Frege la identidad es una relación dada a nosotros de una forma tan especifica que es inconcebible que pueda darse de manera distinta (citado por McGinn 2000, p. 10); de ahí que Colin McGinn refiere que este concepto tiene las características de ser unitario e indefinible.

En Cuba, por ejemplo se puede decir que la identidad ha sido objeto de estudio fundamentalmente para el proceso de formación de la nacionalidad como identificación de los perfiles propios del cubano (Molina, 2007); y sobresalen estudios que desde la identidad insisten en los rasgos psicológicos del cubano en los que la reafirmación plena de la identidad nacional con la asunción de un fin patriótico reconocen la identidad referida a otros niveles como la comunidad y los grupos (Blasón & Herrera, 1996).

Se suman también las investigaciones y publicaciones que estudian la identidad personal, en las que se tratan cuestiones como: la definición de la identidad personal, tipos, cómo esta se construye, y su rol dentro de otros estudios. Sin embargo, se considera que aún, desde el análisis del discurso, son escasos los trabajos que enfocan la identidad personal o que en su mayoría solo abordan las teorías desde el contexto comunicacional.

De manera que, luego de analizarse estas cuestiones teóricas, se decide caracterizar la identidad personal en una conversación espontánea como base de la cultura familiar del santiaguero. Por eso, se escogió una conversación espontánea que pertenece a CORPUSAN, un corpus del español coloquial de Santiago de Cuba que se construye actualmente en la Universidad de Oriente, en el que se emplea como técnica para la recolección de las conversaciones la grabación secreta.

En tal sentido, es importante reconocer que la conversación resulta ser la forma más importante entre las formas de comunicación por la relevancia del empleo social de los textos y por la interacción social que se realiza en el nivel del contacto directo, cara a cara entre los individuos de una comunidad lingüística determinada (Sentis,1997), donde el vínculo entre el discurso y el contexto social determina las propiedades de su estructura y de las estructuras semánticas y pragmáticas del uso del lenguaje.

La conversación y el lenguaje se convierten en procesos sociales muy poderosos para la construcción de la identidad humana. De manera que, en toda situación de interacción, el individuo proyecta una definición de su identidad personal donde la interacción se convierte en un proceso tentativo, de continua verificación del concepto que se tiene del rol y del otro (Torregross, 1983). En tal sentido, la formación de patrones de cultura depende del control social que cada individuo pueda ejercer sobre sí y sobre los que le rodean, de ahí que se plantee que la identidad personal es construida de forma activa, dando un sentimiento de mismidad y de continuidad en el tiempo, y siendo un proceso dinámico que se desarrolla a lo largo de la vida del sujeto, que se extiende desde la niñez hasta la vejez, dando la posibilidad de ser reconocidos y reconocer a otros como seres únicos inmersos en un contexto social y cultural (Sepúlveda,2013).

También es necesario referirse al contexto social, ya que como una abstracción teórica o constructo relativo a la situación social (Lyon, 1980) es un conjunto de factores pertinentes para la efectividad de la conversación como una interacción y cuya meta es modificar la situación tras el logro de los objetivos propuestos (Sentis, 1997). Por eso, según (Hymes, 1968) la categoría contexto social es implicada por la categoría contexto cultural.

A partir de lo anterior y para lograr cumplir el objetivo planteado también es necesario referirse a la identidad personal que, aunque se encuentra dentro de la propia persona se va transformando a través de las relaciones inter familiares y en el contacto con otras personas fuera de este entorno, es decir, la sociedad. En consecuencia, esta diversidad de relaciones permite que el individuo moldee su pensamiento y con este su manera de relacionarse.

Por ello, se considera que el papel de la familia desde la formación de sus intereses va a conformar los sistemas valorativos de sus miembros y muchas veces estos dependen de las influencias educativas y culturales que reciben (Moré, 2005) y el principio de la organización de las relaciones simbólicas entre el individuo, el mundo social como reflejo de la identidad y el sentido según Goffman (1970). Estos constituyen el eslabón entre las organizaciones psicológicas (identificaciones y auto categorizaciones) así como en las regulaciones sociales que permiten que los individuos construyan su propia identidad, afirmen, negocien o cambien un sistema de conocimiento sobre el mundo y sobre sí mismos (Chryssochoou, 2003; Goffman, 1970) donde el espacio mejor estructurado para exponer dicha identidad es la conversación espontánea, porque los factores lingüísticos y extralingüísticos favorecen el intercambio comunicativo.

Desde el punto de vista de la comunicación social, la identidad puede considerarse como la condición que permite el intercambio para que se produzca la comunicación; además de reflejar las actitudes, las formas de actuar, los roles y otros que estarán estrechamente relacionados con los contextos que posibiliten el desarrollo de los temas de la conversación

De ahí que, se pretende con este artículo demostrar que la identidad también se construye dentro de la conversación a partir de la interacción social a través de los usos lingüísticos, donde se negocian y reproducen determinados papeles, así como las relaciones de poder entre los miembros de una familia porque en la conversación las personas construyen sus identidades y le dan sentido a la vida (Meneses, 2002).

Por tanto, el objetivo que rige esta indagación es caracterizar la identidad personal en una conversación espontánea como base de la cultura familiar del santiaguero.

Desarrollo

El estudio que se realiza, por un lado, tiene un carácter cualitativo, mediante el cual se pretende reflejar los rasgos de la identidad personal en una conversación espontánea y por el otro, descriptivo, porque se trata de integrar los conceptos de cada una de las categorías trabajadas para relacionarlas, además de analizar aquellos elementos que tipifican la identidad personal. Por ello se escogió una conversación espontánea que forma parte del corpus del español coloquial de Santiago de Cuba (CORPUSAN), en la que se emplea como principal método el análisis de la conversación y donde los intercambios verbales y el contexto ofrecen rasgos de la identidad. De ahí que la grabación secreta como técnica empleada permitió la recolección de información.

Se considera importante destacar también que se aplicaron los fundamentos de la pragmática, cuyo objeto de estudio se centra en la relación triangular entre el contexto, los interlocutores y el enunciado; de manera que, en los intercambios verbales es donde los hablantes, en un contexto, les dan significado y sentido a las expresiones. Además, el contexto inter familiar en que se desarrolla la conversación objeto de estudio, brinda la oportunidad de analizar cómo las relaciones entre madre e hija recrean un ambiente agradable y respetuoso, permitiendo la construcción de las identidades a través de la interacción.

En tal sentido, es oportuno referirse a que para lograr dicho objetivo también es necesario dedicar un espacio a la comunicación porque, como proceso social, permite que los individuos interactúen y reflejen su comportamiento entre ellos, el grupo o sociedad, lo que irá marcando su identidad personal; además de considerarse como la base de toda interacción social y, como tal, ser el principio básico, la esencia de la sociedad, concebida como el propio sistema de trasmisión de mensajes, signos convenidos por el aprendizaje de códigos comunes. Por todo ello, como reguladora de las relaciones humanas, la comunicación debe considerarse como la base de toda interacción social.

Según Trelles (2001) la comunicación es el medio que permite orientar las conductas individuales y establecer relaciones interpersonales funcionales que ayuden a trabajar juntos para alcanzar una meta. Por tal motivo, se considera como mecanismo activado del diálogo y la convivencia entre sujetos sociales y donde, según Rodrigo (2000, p. 96) las relaciones sociales comunicativas son un espacio de negociación en donde la interacción entre los actos de habla y el enfoque interaccionista ponen el acento en el análisis de los usos orales espontáneas cotidianos, pues la conversación coloquial es la actividad comunicativa más representativa en cuanto a mecanismos lingüísticos propios de la interacción.

Se considera entonces que, la interacción social tiene en la conversación espontánea una de sus más cotidianas y potentes fuentes de estructura, desarrollo y cambio. En ella se pone en evidencia el carácter dialogal del lenguaje, por lo que se considera que el intercambio es la unidad mínima del lenguaje en una perspectiva dialogal (Kerbrat-Orecchioni, 1998).

De ahí que, las actitudes, los intereses, las experiencias y las competencias, entre otros elementos, influyen en el acto discursivo; por eso en la comunicación, el lenguaje tiene sentido y palabra. No es solo lo que se dice, sino cómo se dice, porque la función afectiva posibilita expresar y percibir vivencias (Zayas, 1990). En tal sentido, es en la conversación donde la palabra y el sentido se funcionan asociadas a la personalidad, porque ella y el lenguaje se convierten en procesos sociales muy poderosos para la construcción de la identidad (Belana, 2014).

Por lo que, resulta interesante entender que la conversación se ha definido como la acción cooperativa a través de la cual los miembros de un colectivo reducen la incertidumbre, coordinan las acciones que aseguran la convivencia, consolidando identidad y pertenencia; además, en ella existe un alto nivel de interacción verbal que constituye la forma fundamental de la comunicación oral y, como el modo de comunicación más general y menos marcado, se plantea que es posible descubrir en ella la manera más directa y los principios pragmáticos (Meneses, 2002).

Lo anterior permite corroborar, atendiendo a lo planteado por Schiffrin (1990, p.323), que la conversación se caracteriza por ser un proceso lingüístico y social, a través del cual se construyen identidades, relaciones y situaciones en las que los hablantes demuestran su competencia comunicativa.

Por eso, el análisis de la conversación toma en cuenta, por un lado, la presentación del habla en la interacción, postulando la independencia que el sistema de los turnos de intervención manifiesta respecto a los distintos aspectos del contexto sociocultural del habla, como por ejemplo el estatus socioeconómico de la identidad étnica de los hablantes (Duranti, 1997).

Y, por otro lado, la gestualidad, tan importante para el desarrollo del intercambio comunicativo entre dos o más participantes pertenecientes a una misma comunidad lingüística, donde se usan códigos comunes de comunicación, con rasgos sociales y sociológicos que dependen de su rol, de la situación o el momento en que dicha interacción se realiza a través de turnos alternantes, concedidos por la necesidad de trama que se produce (Suárez, 2008).

A partir de lo anterior, se puede entender que es en la conversación donde se emplean estrategias discursivas que van modificando el pensamiento, la conducta de los individuos y de este modo van creando una identidad; porque los seres humanos, al interactuar entre sí, crean un sentido de lo canónico y lo ordinario, que se construye en telón de fondo sobre el cuál poder interpretar y narrar desde el significado de lo inusual, de aquello que se desvía de los afectos normales en la condición humana (Brunner, 1991, p.75).

Por lo tanto, se corrobora que en toda situación de interacción, el individuo proyecta una definición de su identidad personal de manera que, la interacción es un proceso tentativo, de continua verificación del concepto que se tiene del rol y del otro (Torregross, 1983) y donde según Mead (1953), la esencia de la persona es cognoscitiva: reside en la conversación de gestos subjetivada que constituye el pensamiento, o en términos de la cual opera el pensamiento o la reflexión; además, la sucesiva participación del individuo en actos comunicativos de análoga estructura le permite ir progresivamente asumiendo las actitudes de otros significados y con ello posibilitar la configuración de otros.

Sin embargo, para que la persona se constituya plenamente, es necesario, además de asumir las actitudes de los otros aisladamente, adoptar la actitud de la comunidad o grupo de la que forma parte como un todo. De manera que, la identidad antes que experiencia de la propia continuidad, de reflexión o conciencia de sí, es identificación (Torregross, 1983).

Se considera entonces que la interacción social tiene en la conversación espontánea una de sus más cotidianas y potentes fuentes de estructura, desarrollo y cambio, donde se pone en evidencia el carácter dialogal del lenguaje desde una perspectiva dialogal (Kerbrat-Orecchioni, 1998).

A través de la conversación, el hablante expresa su identidad personal y el énfasis en ella está en la diferencia con los demás; por eso se puntualiza que el elemento que interviene en la formación de una persona es el sentimiento de pertenencia al compartir el mismo espacio en el cual refleja motivaciones, sentimientos y actitudes (De la Torre, 2002).

Como expone Merino (2003, p. 1), la identidad personal no es algo meramente innato, sino que su formación, consolidación y evolución están directamente relacionadas con factores sociales, culturales, emocionales, familiares e históricos, los cuales le permiten al individuo reelaborar su propia identidad y adaptarse a cualquier contexto, aunque existan otras que difieran de la suya. Por eso los sujetos tienden a defender su propia identidad a pesar de que tengan que compartirla con los otros miembros de la comunidad, de ahí el vínculo entre la identidad personal y la colectiva.

Lo anterior permite considerar que en la identidad personal se consolida la interrelación entre los factores internos y externos del contexto, así como el intercambio comunicativo y las relaciones entre los individuos dentro de una comunidad. Por otra parte, se incluye el proceso evolutivo de la identidad que se enriquece y lo que aportan otros miembros de otra comunidad a partir de su cultura.

De modo que, al analizar algunos fragmentos de la conversación espontánea escogida para este estudio se evidencian los rasgos de la identidad personal y se aprecia cómo, desde la experiencia personal, el individuo va transformando sus estados intencionales en aras de alcanzar un propósito.

Conversación 0016_03_19

  • B: ¿y cómo le va la escuela?

  • A: no/ le va bien/ tú sabe/ ella estudia pero/ no como yo quiero// para que saque cinco en todo/ ella e(s) mediocre// tre(s)- tre(s)- tre(s)/ cuatro// pero bueno va ahí// yo me imagino que mientras más años vaya cogiendo/ porque está en primer año// se vaya adaptando a estudiar un poquito más

  • B: uh/ ya

  • A: pero bueno le gusta/ por lo menos dice que le gusta la medicina// ahora la voy a levantar que también tiene otro repaso hoy

  • B: ya/ si pasó el primer semestre/ ya lo demás será mucho más fácil

  • A: ah no/ pasó bien/ fíjate que ella tiene amiguita(s) que van aa- a mundiale(s)

  • B: ¿sí?

  • A: ella mija/ a Dios gracia(s)/ no lleva nada

Se percibe que existe determinado nivel de comunicación intrafamiliar, uno de los factores necesarios en la formación de la identidad personal, donde el hablante A (se infiere que representa a una madre) ejerce control social sobre un miembro de su familia, en este caso, la hija que está ausente físicamente en la conversación, pero no en el discurso, porque las formas personales ella/le en la conversación anterior hacen referencia a la persona ausente y a su identidad (Molero, 2001).

Por otro lado, resulta válido considerar que la conformación de una identidad propia conduce no solo al autorreconocimiento del individuo como personalidad única e irrepetible, sino también al sentimiento de pertenencia a grupos humanos, que van desde lo particular hasta lo más universal, desde la familia, pasando por otras identidades como la de generación, el género o sexo, la afiliación religiosa, hasta llegar al género humano (Hechavarría, 2018); aunque una persona asume diversas características identitarias dependiendo de las situaciones con las que tiene que enfrontarse en la vida, ya que los diferentes escenarios y la época en que actúa le exigen una adaptación al papel desempeñado, como se muestra a continuación:

  • A: pero bueno le gusta/ por lo menos dice que le gusta la medicina// ahora la voy a levantar que también tiene otro repaso hoy.

En el parlamento anterior puede percibirse que el hablante A (la madre) desempeña un rol fundamental en la conversación, proporcionándole sentido a la misma porque hay un interés por su parte de formar valores educativos y culturales en la hija, aunque reconoce que estos no son fáciles de lograr, como se puede constatar en el siguiente parlamento:

  • A: no/ le va bien/ tú sabe/ ella estudia pero/ no como yo quiero// para que saque cinco en todo/ ella e(s) mediocre// tre(s)- tre(s)- tre(s)/ cuatro// pero bueno va ahí// yo me imagino que mientras más años vaya cogiendo/ porque está en primer año// se vaya adaptando a estudiar un poquito más.

Así pues, se adoptan normas y valores que van a formar parte de su conducta y donde las actividades familiares inciden en el desempeño de los afectos familiares, de las relaciones interpersonales y en los roles que luego serán desarrollados, porque la identidad como referencia al origen, según Esquer (2000, pp. 167-168), va a la fuente del ser, donde este se define no por la afiliación a un grupo sino por su propia filiación en una tradición donde se manifiestan las fuentes de la familia, la lengua y la cultura.

Se puede comprender además que, en el seno de la convivencia familiar, cada miembro se identifica, por lo que existe una necesidad mutua de comunicación para el intercambio y el desarrollo personal. Por lo que el concepto de identidad, además de autoimagen, de representación, que es uno de sus componentes indiscutibles, es ante todo el espacio donde nos expresamos, nos encontramos y nos vemos emocionalmente (González, 1995, p. 53) porque en realidad cada sujeto es un intersujeto, cada yo un nosotros. Vista desde fuera, la frontera de ese yo - nosotros ideal- se define por una continuidad en el espacio - tiempo de una serie de rasgos, atributos y caracteres, que se transmiten en virtud del diálogo transgeneracional histórico, que es la culturización y la socialización, y que desemboca en una “visión” o “modelo mental” colectivo (Martín, 1997, p. 125).

A este enfoque se le añaden, además, las actitudes psicológicas, el lugar y el momento del acto comunicativo, la actividad o tema que se discute; lo cual determina, en gran medida, la forma, el tono y la pertinencia del mensaje, ya sea oral o escrito (Finocchiaro & Brumfit, 1983).

Con estos criterios se corrobora que el discurso es necesario para entender los rasgos que tipifican la identidad personal del individuo y que, a partir de esta, se generan procesos cognitivos, individuales y sociales, que le permiten al sujeto darse cuenta de su propia existencia y tomar conciencia de sí mismo; además se reconstruye a partir de un sistema de alteridad basado en un doble proceso de reconocimiento y diferenciación (Dervin, 2008).

En el siguiente fragmento se pone de manifiesto la preocupación por el bienestar de su hija y por el de sus compañeras, asumiendo así el papel de madre protectora que presta su hogar como refugio para que todas estén bien. En este sentido, el espacio ofrecido crea un entorno social donde se establecen unas series de relaciones que van a favorecer el vínculo afectivo; por lo que la familia es el sistema de relaciones fundamentalmente afectivas presentes en todas las culturas (Nardone, Giannoti & Rocci, 2003, p. 38).

  • B: sí/ los jóvenes tú sabes cómo son

  • A: no/ y se fueron/ se fue con invitaciones/ estuvo sano/ dice Reina que estuvo bastante sano// sano en qué sentido que/ fueron las amiguitas// fueron pocas personas// gente(s) que ellos mismos invitaron

  • B: y para regresar/ vienen todos juntos// yo sé que tarde en la noche es peligroso

  • A: todos viven aquí/ por aquí mismo

  • B: sí/ ah bueno

  • A: no/ pero las tres durmieron aquí/ nadie se fue pa(ra) su casa

  • B: (RISAS)/ esta es la casa de la concentración

  • A: (RISAS)/ de la concentración/ aquí se fueron tres/ y las tres durmieron aquí// en una sola cama/ digo yo/ a mí nadie me va a quitar la mía

  • B: ven acá

  • A: sí porque es muy tarde mija y entonces ya/ para no/ para ya esa compañía

  • B: como ellas son flaquitas todas/ (RISAS)/ caben bien

  • A: (RISAS)/ ay mija

En este fragmento de conversación se ve cómo la madre protege no solo a su hija, sino a sus compañeras. Utiliza diminutivos (amiguitas, flaquitas), lo que expresa que las ve como niñas que debe proteger y acoger. Aquí en cierto modo se reflejan los valores solidarios, altruistas y colaborativos de la familia santiaguera.

Se corrobora entonces lo planteado por Larochebouvy (1984, p. 5) cuando plantea: “la conversación constituye el elemento lingüístico mediante el cual los miembros de una comunidad o de un grupo social determinado no solo se comunican cotidianamente, sino que con él aseguran la solidaridad, la integración y la cohesión”.

No se puede olvidar que para regular la interacción comunicativa es necesario tener presente el marco de participación y el principio de cortesía (Brown & Levinson, 1987) respectivamente, ya que en el proceso mismo de la interacción es fundamental considerar las diversas maneras en que el hablante y el oyente se relacionan; además de tomar en cuenta las maneras que tienen los interlocutores de vincularse con sus intervenciones, lo cual da el verdadero sentido de la práctica cortés, el que favorece o pone en límites dicha actividad.

A partir de lo anterior, se puede entender que la interrelación entre lenguaje e identidad es imprescindible para el desarrollo de los individuos. Por lo tanto, la identidad debe analizarse a partir de la interacción lingüística comunicativa entre los individuos y desde el vínculo que este crea con la comunidad de habla de la que se hace miembro y cuya variedad de lengua adopta como propia además de desarrollarse y transformarse en relación dialéctica con aspectos de la vida social, biológica y material del hablante (Martínez, 2008, p. 86).

Conclusiones

El análisis del discurso, tomando como base las conversaciones, constata que es posible estudiar las estrategias discursivas que se desarrollan en estas; así como determinar los rasgos de la identidad personal de los individuos que las llevan a cabo, a partir de determinadas expresiones que forman parte de estrategias dialogales constitutivas de una cultura y que van construyendo los interlocutores en la interacción (Villalta, 2009), donde es importante también el papel de la subjetividad.

Por lo que, se ratifica que en la conversación espontánea, el individuo emplea estrategias que le permiten establecer relaciones de poder y de familiaridad, en las que la cortesía ayuda a mantener un comportamiento que lo identifica como parte de una familia o de una colectividad en la cual se desarrolla.

Estas conclusiones han sido elaboradas a partir de un estudio centrado en una conversación que forma parte del Corpus del español coloquial de Santiago de Cuba (CORPUSAN), un corpus que se construye actualmente en la Universidad de Oriente. A través de esa conversación en específico se ha podido caracterizar la identidad personal que se expresa dentro de esta, como base de la cultura familiar del santiaguero.

Referencias bibliográficas

Brown, P. & Levinson, S. (1987). Politeness. Cambridge: Cambridge University Press. [ Links ]

Brunner, J. (1991). Actos de significado. Madrid: Alianza editorial. [ Links ]

Cabrera González, A. (2010). Vínculo lenguaje contexto y su importancia para la comunicación del futuro. Mecánica 13 ( 31), Septiembre - Diciembre. [ Links ]

Charaudeau, P. (2009). Lenguaje y discurso. Modos de organización. Sau Paulo: Contexto. [ Links ]

Campbell, Y. (2015). Principios epistemológicos y metodológicos del análisis del discurso de Teun Van Dijk. Venezuela: Universidad de Carabobo. [ Links ]

Chryssochoou, X. (2003). Studying identity in social psychology. Some thoughts on the definition of identity and its relation to action. Journal of Language and Politics 2 ( 2), 225-241. [ Links ]

Dervin, F. (2008). Métamorphoses identitaires en situation de mobilité. Finlandia: Universidad de Turku. [ Links ]

Duranti, A. (1997). Linguistic antropology. Cambridge: Cambridge University Press. [ Links ]

Esquer, H. (2000). El límite del pensamiento. La propuesta metodológica de Leonardo Polo. Pamplina: EUNSA. [ Links ]

Finocchiaro, M. & Brumfit, C. J. (1983). The Functional-Notional Approach: From Theory to Practice. EE UU: Press Oxford, University Press. [ Links ]

Goffman, E. (1970). Estigma. Buenos Aires: Amorrortu Editores. [ Links ]

González, R. (1995). Comunicación, personalidad y desarrollo. La Habana: Editorial Pueblo y Educación. [ Links ]

Hechavarría, J. (2018). La formación identitaria cultural local en el proceso formativo inicial del profesor de geografía. (Tesis de doctorado). Universidad de Holguín. [ Links ]

Kerbrat-Orecchioni, C. (1998). Les inteactions verbales. Approcheinteractionell et structure des conversations. Tome I. París : Armand Colin. [ Links ]

Larochebouvy, D. (1984). La conversation quotidienne. Paris : Didier Crédif. [ Links ]

Martín, J.L. (1997). Youth and the Cuban Revolution: Notes on the Road Traversed and Its Perspectives. Latin American Perspectives. 18( 2), Spring. Sage Publications. [ Links ]

Martínez, M.E. (2008). Genealogical Fictions: Limpieza de Sangre, Religion and Gender in Colonial México. Stanford: Stanford University Press. [ Links ]

Meneses, A. (2002). La conversación como interacción social. Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile. [ Links ]

Merino Mora, J. (2003). La identidad personal como eje central de los procesos de educación intercultural. Málaga: Universidad de Málaga. [ Links ]

Moré Peláez, M. (2005). Lenguaje, comunicación y familia. Revista Hum Mes. 5( 1). Ciudad de Camagüey, enero-abril. [ Links ]

Nardone, G; Giannotti, M. & Rocci, R. (2003). Modelos de familia: conocer y resolver los problemas entre padres e hijos. Barcelona: Editorial Herder. [ Links ]

Schiffrin, D. (1990). Charla sobre conflicto. La gestión de un yo cooperativo en la argumentación: el papel de las opiniones y de las historias. Inglaterra: Cambridge University Press. [ Links ]

Torregross Peris, J. R. (1983). Sobre la identidad personal como identidad social. Perspectivas y contextos de la psicología social. Barcelona: Hispano Europea, 217-240. [ Links ]

Van Dijk, T. (1999). Discurso y literatura, menos planteamientos sobre el análisis de los géneros literarios. Barcelona: Editorial Gedisa. [ Links ]

Van Dijk, T. (comp.) (2000). Estudios sobre el discurso: una introducción multidisciplinaria. Barcelona: Editorial Gedisa . [ Links ]

Villalta, M. (2009). Análisis de la conversación. Una propuesta para el estudio de la interacción didáctica en sala de clase. Chile: Universidad de Santiago de Chile. [ Links ]

Vygotsky, L. S. (1991). Teoría del desarrollo cultural de las funciones psíquicas. La Habana: Editorial Pueblo y Educación . [ Links ]

Zayas, E. (1990). Los procesos grupales y la comunicación en la dirección. Holguín: Ed. Universidad. [ Links ]

Recibido: 03 de Julio de 2022; Aprobado: 10 de Septiembre de 2022

*Autor para la correspondencia: yanetsys@uo.edu.cu

Las autoras declaran que no existe conflicto de intereses.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons