Descriptores DeCS: INFECCIONES POR HTLV-I/epidemiología; INFECCIONES POR HTLV-I/sangre; ANTICUERPOS HTLV-BLV/sangre; DONADORES DE SANGRE; GRUPOS VULNERABLES; CUBA.
El virus linfotrópico de las células T humanas tipo I (HTLV-I) se considera el agente etiológico de la leucemia-linfoma de células T del adulto (LLTA)1 y de la parapesia espástica tropical (PET) o mielopatía asociada al HTLV-I.2
La infección por HTLV-I es endémica en el suroeste del Japón, centro y sur de África, América Central, sureste de Estados Unidos y en el área del Caribe.3 También ha sido reportada en Colombia4 y Costa Rica,5 Ecuador6 y otros países de América del Sur.
La transmisión natural del HTLV-I se produce por diferentes vías; la vertical, que incluye todas las formas de transmisión de la madre al niño y la horizontal que incluye el contagio por contacto sexual y la infección adquirida por transfusión de sangre de personas seropositivas.7-9
Entre 1988 y 1990 se realizaron en Cuba 3 estudios serológicos en busca de anticuerpos anti-HTLV-I/II en muestras de suero de 3 031 personas.10-12 Se incluyeron pacientes con hemopatías malignas, nefrópatas crónicos sometidos a hemodiálisis, personas con síndromes neurológicos, seropositivos al VIH-1 y grupos de donantes de sangre de casi todas las provincias del país. En estos estudios se detectaron 2 personas seropositivas, la primera resultó ser una mujer negra de 38 años de edad, de la provincia de Matanzas, con diagnóstico clínico, histológico e inmunológico de leucemia-linfoma de células T del adulto (LLTA), que a pesar de la quimioterapia empleada, falleció como consecuencia de esta enfermedad algunas semanas después del diagnóstico definitivo. Este fue el primer caso de LLTA asociado a infección por HTLV-I diagnosticado en Cuba;10 el segundo corresponde a una mujer blanca de 38 años de edad, procedente de Ciudad de La Habana que a consecuencia de un síndrome anémico había recibido múltiples transfusiones de sangre.12 Una vez comprobada la existencia de infección por HTLV-I en nuestro país y dado el carácter invalidante e incurable de las enfermedades que ocasiona, además de tener una evidencia indirecta de transmisión del virus a través de transfusiones de sangre, nos propusimos ampliar el universo de estudio y el número de muestras estudiadas. En este trabajo ofrecemos los resultados de estas investigaciones.
Analizamos muestras mediante el sistema ELISA DAVIH- HTLV-I y confirmamos aquellas doblemente reactivas con el Western blot DAVIH-Blot HTLV-I, ambos de Laboratorios DAVIH, Cuba. Usamos 2 sistemas siguiendo las indicaciones del fabricante. El estuche DAVIH-HTLV-I es un ELISA indirecto que detecta anticuerpos anti-HTLV-I, en la interpretación de los resultados se considera reactiva aquella muestra cuya densidad óptica sea igual o mayor que el valor de corte calculado para cada corrida. El DAVIH-Blot HTLV-I es la fase final de la inmunoelectrotransferencia y se basa en los principios de un ELISA indirecto sobre una membrana de nitrocelulosa donde han sido fijadas las proteínas virales. Para interpretar los resultados seguimos los criterios recomendados por la OMS13 que considera una muestra negativa cuando no se observa reactividad específica contra ninguna de las proteínas codificadas por el gen de envoltura (Env) ni contra las que codifica el gen de antígeno de grupo (Gag) y positiva cuando aparece reactividad contra al menos una de las proteínas codificadas por el gen Env y al menos una de las que codifica el gen Gag. Otros perfiles no considerados positivos o negativos se informan como indeterminados. Las proteínas (p) codificadas por el gen Gag, según sus pesos moleculares en kilodaltons (kD), son p53, p26,p24 y p19 y la del gen Env es una glicoproteína (gp) de 46 kD, gp46.
Entrevistamos los seropositivos, mediante una encuesta diseñada al efecto, para obtener información acerca de la probable fuente de infección y de su estado de salud. Los resultados del estudio serológico con los porcentajes de seropositividad calculados para cada grupo se presentan en la tabla y los principales hallazgos de la encuesta epidemiológica se comentan en el texto.
Grupos de estudio | | | |
Donantes | | | |
Hemópatas | | | |
Nefrópatas | ]]> 1 708 | | |
Politransfundidos | | | |
Contactos sexuales de seropositivos | | | |
Hijos de madres seropositivas | | ]]> 1 | |
Enfermedades de transmisión sexual | | | |
Enfermedades neurológicas | | | |
Neuropatía epidémica | | | ]]> - |
Seropositivos al VIH-1 | | | |
Otros | | | |
Total | | | |
De las 10 personas diagnosticadas, 3 habían recibido transfusiones de sangre, 2 de ellos por nefropatías crónicas y en el tercer caso recogimos el antecedente de haberlas recibido en múltiples ocasiones durante su infancia; el estudio de familiares y contactos no aportó datos de interés, por lo cual consideramos la exposición repetida a transfusiones de sangre la fuente probable de infección. Ninguno de ellos presentó síntomas clínicos de enfermedades asociadas al HTLV-I. Los 3 seropositivos siguientes resultaron ser donantes de sangre asintomáticos, en 2 de los cuales la fuente probable de infección fueron las relaciones sexuales mantenidas en países de África durante viajes de trabajo, los que transmitieron la infección a sus respectivas parejas femeninas estables, en las que no encontramos otra vía probable de contagio que el contacto sexual con sus compañeros seropositivos. En una de estas 2 parejas, detectamos una niña seropositiva en la que el único factor de riesgo para la infección por HTLV-I fue ser hija de una madre infectada.
En el caso del tercer donante no conocemos su fuente probable de infección y no hemos detectado familiares o contactos sexuales positivos.
El último caso detectado es otro paciente con diagnóstico clínico y de laboratorio de LLTA corroborado por histopatología, ya que falleció al agravarse su cuadro clínico. Este paciente había nacido en Cuba de padres inmigrantes de islas del Caribe, la madre procedente de Haití y el padre, de Guadalupe, ambos ya fallecidos. Se han estudiado todos sus familiares vivos y ninguno resultó seropositivo.
En nuestro estudio podemos considerar la transfusión de sangre como fuente probable de infección en 3 de las 10 personas diagnosticadas, con lo cual se hace evidente que la infección por HTLV-I circula en forma asintomática entre la población adulta sana que concurre a los bancos de sangre a efectuar su donación. Esto apoya la necesidad de realizar el pesquisaje de anticuerpos para HTLV-I a toda la sangre donada, además del resto de las pruebas que se hacen actualmente para la certificación de sangre. Desde hace varios años algunos países como Japón15 Francia16 y Estados Unidos17 han incorporado el pesquisaje rutinario de anticuerpos anti HTLV-I en los bancos de sangre.
En 4 casos es muy probable la transmisión sexual, 2 de ellos se infectaron en el extranjero y a su vez contagiaron a su pareja femenina en Cuba, esto corrobora la efectividad de esta vía de contagio con mayor probabilidad en el sentido hombre-mujer que se reporta como más eficiente.18 No tenemos dudas acerca de la vía vertical de la infección pues la niña no tiene otra forma posible de contagio y existe el antecedente de la lactancia materna que desempeña una función fundamental en este tipo de transmisión.19 No pudimos determinar la fuente de la infección en los 2 casos restantes, aunque es necesario considerar que en uno de ellos el estudio familiar quedó inconcluso pues la madre ya era fallecida y en el último caso, cuyo cuadro clínico de LLTA fue bien diagnosticado y fundamentado, es de gran importancia la procedencia de ambos padres de un área de alta seroprevalencia como son las vecinas islas del Caribe.
Tanto en el paciente de nuestra serie que falleció a consecuencia de LLTA como en el primer caso con ese diagnóstico reportado en Cuba, no se detectaron evidencias epidemiológicas de infección por la vía parenteral o sexual y en ambos casos se sospecha la transmisión vertical a partir de padres presumiblemente infectados y que al estar fallecidos no podemos estudiar. Esta sospecha se apoya en el hecho concreto de que la transmisión vertical es la forma de contagio que implica mayor riesgo de desarrollar leucemia o linfoma de células T del adulto y que el período de incubación suele ser muy largo, incluso mayor de 30 años.20
El porcentaje de positividad detectado en este estudio (0,037 %), sugiere una seroprevalencia de anticuerpos anti HTLV-I muy baja si se toma en cuenta que están incluidos grupos de alto riesgo y contactos de los seropositivos primeramente diagnosticados. Cuando esta cifra se compara con los informes de otras islas del Caribe5 llama la atención el bajo índice de seropositividad observado en nuestra población por lo cual pensamos que Cuba no debe considerarse un área con alta prevalencia para este virus, aunque se debe mantener una estrecha vigilancia epidemiológica y profundizar en los estudios, sobre todo, de los segmentos de población de raza negra o mestiza con ascendencia haitiana, jamaicana, trinitaria o de otras islas del Caribe, que habitan fundamentalmente en la región oriental de nuestro país, y de las personas que procedan de otras regiones del mundo con alta prevalencia o hayan viajado en ese sentido.
Subject headings: HTLV-I INFECTIONS/epidemiology; HTLV-I INFECTIONS/blood; HTLV-BLV ANTI BODIES/blood; BLOOD DONORS; RISK GROUPS; CUBA.