René F. Espinosa Alvarez y José Antonio López Espinosa
RESUMEN: Se confeccionó un cuestionario que se distribuyó a 40 médicos de la familia de diferentes unidades de Ciudad de La Habana con el objetivo de conocer sus conocimientos referentes a la actividad investigativa en general. Los resultados reflejan las dificultades serias que presentan éstos en esta esfera tan importante y sugiere la necesidad de establecer de inmediato una asignatura que prepare al futuro médico en su condición de investigador.
Descriptores DeCs: CUESTIONARIO; MEDICOS DE FAMILIA; INVESTIGACION/educación.
Entre las funciones principales del médico de la familia (MF) figuran la asistencial preventivo-curativa, la docente-educativa y la investigativa, las cuales están enmarcadas dentro del perfil que corresponde al modelo de formación del especialista en medicina general integral.1 Desde que en 1984 se puso en práctica esta modalidad en el ejercicio de la profesión médica, han sido considerables los resultados obtenidos en cada una de esas esferas en todo el territorio nacional,2 y son abundantes los testimonios que confirman lo acertado de su institucionalización, en tanto que los MF no sólo son capaces de brindar una atención de gran calidad, sino también de ocupar puestos de alta responsabilidad y de tomar decisiones para solucionar determinados problemas de salud al frente de un grupo básico de trabajo o de un policlínico,3,4 lo cual es una demostración palpable de que este profesional está bien preparado para ejercer funciones administrativas.
Ahora bien, nuestra propia experiencia como médicos iniciadores de este movimiento, unida a los criterios de muchos colegas, confirman de modo tácito que tales logros pudieran ser más trascendentes si se superara la dificultad que han tenido los MF en su formación como investigadores, principalmente en lo que concierne a su condición de usuarios de la información científica y de autores de trabajos con carácter de tesis de terminación de residencia (TTR), de tesis de grado, de ponencias para congresos, jornadas, talleres u otro tipo de eventos, o de artículos para publicar en una revista especializada.
Este fenómeno pudiera tener su explicación en que ni en el curriculum de la carrera de medicina ni en el de la especialidad de medicina general integral existe una asignatura que prepare al estudiante para esta tarea que, en menor o mayor grado, tendrá que desempeñar en el futuro como médico.
En virtud de que la información científica se ha convertido en una fuerza productiva indispensable para impulsar el desarrollo de la humanidad, pues cualquier forma de actividad humana se basa necesariamente en la información generada por otros anteriormente, se impone la reflexión para encontrar la vía adecuada que de solución a este problema en el caso de los MF, para los que tal dificultad se hace más grave, por no saber siquiera las posibilidades informativas a su alcance.
El presente trabajo pretende promover la toma de conciencia en tal sentido teniendo en cuenta, por una parte, que el número de especialistas en esta disciplina se incrementa cada año considerablemente y, por otro lado, que la situación se agudiza con el perfeccionamiento tecnológico puesto también a la disposición de la bibliotecología y de las ciencias de la información.5
Los datos obtenidos se agruparon y tabularon para su posterior procesamiento e interpretación.
Del total de encuestados, sólo 9 (22,5 %) alegaron saber redactar artículos científicos con vistas a la publicación, mientras que 31 (77,5 %) confesaron no poseer esta habilidad. Por otra parte, 21 (52,5 %) dijeron conocer los servicios que se ofrecen en la Biblioteca Médica Nacional (BMN), a la vez que 19 (47,5 %) no tenían dominio de ello. De los 40 MF, sólo 11 (27,5 %) conocen la existencia de la Red Electrónica de Información (INFOMED) y los 29 restantes (72,5 %) ni siquiera saben de qué se trata. Sólo 8 (20 %) de los participantes en el estudio dijeron saber el contenido de la revista RESUMED y 32 (80 %) manifestaron no tener conocimiento de esta publicación. La exigua cifra de 14 (35 %) asiste con frecuencia a la biblioteca de su institución para informarse, mientras que 26 (65 %) no lo hace. Asimismo, 2 (5 %) confesaron no saber que en nuestro país se produce la Revista Cubana de Medicina General Integral (RCMGI) y sólo 1 (2,5 %) dijo conocer la existencia de revistas extranjeras de medicina familiar.
El hecho de que más de las 3 cuartas partes de los encuestados no sepan redactar artículos científicos, puede ser la causa de la poca participación de los MF como autores en la RCMGI,6 a la vez que es un indicador de que estos profesionales no están lo suficientemente entrenados para desempeñar esta importante tarea.
A pesar de que a instancias de la SOCUMEFA se han organizado diversas actividades relacionadas con el uso de las fuentes y servicios de información y con la preparación de trabajos científicos destinados a la publicación,7,8 todo parece indicar que estas no son aún suficientes.
Por otra parte, resulta inexplicable que casi la mitad de los participantes en el estudio desconozcan los servicios de información que se ofrecen en la BMN, mucho más cuando se trata de profesionales que ejercen en la capital. Esta situación provoca un cuestionamiento acerca de su preparación en la etapa de residencia, pues si no conocen estos servicios ¿cómo es posible preparar las TTR? Este desconocimiento indica, asimismo, la poca atención dedicada a todo lo divulgado en este sentido en las contracubiertas de las RCMGI números 3/94, 4/94, 2/95, 3/95 y 1/96 entre otras.
En más de una ocasión, las páginas de la RCMGI han reflejado las ventajas y posibilidades del uso de la red (INFOMED) para los profesionales que se dedican a la atención primaria,9,10 por lo que resulta llamativo el exiguo porcentaje de MF que manifestaron desconocer esta importante fuente de información. Llama también la atención la poca cantidad de MF que conocen la revista RESUMED, a pesar de que, igualmente, en más de un número de la RCMGI se da cuenta de sus objetivos en beneficio de los que se dedican a la medicina familiar.9,11 Esta situación hace presumir, en el mejor de los casos, que los MF encuestados no dedican el tiempo suficiente para consultar la RCMGI, o bien que ni siquiera hacen uso de ella ni como suscriptores individuales ni como usuarios de las bibliotecas de sus respectivas unidades. Esto puede también guardar relación con la poca asistencia a las bibliotecas de los encuestados, según sus propias respuestas y con el desconocimiento de la existencia de la RCMGI por parte de algunos de ellos. Igualmente, el hecho de que sólo uno de los 40 integrantes de la muestra tenga conocimiento de los títulos extranjeros dedicados a la medicina familiar, es otro indicador de la poca atención que se ha prestado a este renglón, no obstante haberse divulgado también en la RCMGI.12
De los elementos demostrados y discutidos se impone tomar medidas efectivas que pongan freno a esta situación, por lo que se sugiere el establecimiento con carácter inmediato de una asignatura que prepare al futuro médico a enfrentar con acierto los retos que impone el desarrollo científico-técnico en su condición de investigador. Esta asignatura se debe impartir en el sexto año de la carrera de medicina y debe abarcar los elementos básicos para el uso de la información científica.
El criterio de la verdad en las ciencias está dado por la práctica y no por criterios individuales; teniendo en cuenta este principio, se procedió a comprobar la veracidad de un fenómeno que si bien abarcó una pequeña muestra, es una medida elocuente de lo que puede ocurrir en todo el territorio nacional.
SUMMARY: A questionnarie was made and distributed among 40 family physicians from different units in Havana City with the aim of knowing their knowledge about the research activity in general. The results show the serious difficulties they have in such an important sphere and suggest the urgent need to teach the future doctors a subjects that prepares them as researchists.
]]> Subjects headings: QUESTIONNAIRE; PHYSICIANS FAMILY; RESEARCH/education.Recibido: 6 de enero de 1997. Aprobado: 14 de marzo de 1997.
Dr. René F. Espinosa Álvarez. Avenida 103-B No. 2817, reparto Magdalena, Cotorro, Ciudad de La Habana, Cuba.