Miriam Bolet Astoviza1 y María Matilde Socarrás Suárez1
Se realizó una revisión sobre el tabaquismo como factor de riesgo para muchas enfermedades, entre ellas, las cardiovasculares, con el objetivo de profundizar sobre los efectos perjudiciales de esta drogadicción, y para que todos los médicos se actualicen sobre el tema. Trata la magnitud del problema, enfermedades que provoca, fumadores activos y pasivos, prevención y recomendaciones.
DeCS: TABAQUISMO/efectos adversos; FACTORES DE RIESGO; CONTAMINACION POR HUMO DE TABACO/prevención y control.
Las enfermedades del subsistema cardiovascular son la principal causa de morbilidad y mortalidad en adultos de todo el mundo. En el caso de los países desarrollados la enfermedad coronaria ha asumido proporciones epidémicas.1,2
La tendencia ascendente de las enfermedades crónicas no transmisibles y la descendente de las transmisibles han intensificado las diferencias entre ambas de manera progresiva. Esto ha sido por la evolución demográfica, el creciente envejecimiento de la población y el incremento de la prevalencia de los factores de riesgo.3,4 A medida que mejoran las condiciones sanitarias y disminuye el crecimiento de la población, la proporción de enfermedades y defunciones causadas por enfermedades infecciosas y problemas perinatales se reduce, en tanto que aumentan las enfermedades no transmisibles.5
Las causas de muerte se relacionan en un 40 % de los casos con el estilo de vida, en un 30 con la biología humana, en un 20 con el medio ambiente y en un 10 % con el sistema de salud.5
El mundo moderno, debido al desarrollo científico técnico ha introducido un estilo de vida que provoca gran variedad de factores de riesgo.6 Igualmente, el control de los factores de riesgo ha contribuido en un 60 % en el descenso de la mortalidad cardiovascular.7
En Estados Unidos se ha observado una disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en general y por cardiopatía isquémica, al lograr cambios en los estilos de vida y con la realización de estudios de intervención médica, que han logrado descender las cifras de colesterol sérico en la población, y un incremento del control de pacientes hipertensos, disminuir de forma notable el número de fumadores, así como una mayor cantidad de personas incorporadas al ejercicio físico sistemático cuyo resultado ha sido la reducción de la obesidad.6
En Cuba las enfermedades del corazón constituyen la primera causa de muerte en los últimos 35 años, siendo la tasa de 180,3 x 100 000 habitantes en el año 2000.6 Uno de cada 4 cubanos muere por infarto del miocardio.8 También, desde hace 2 décadas la cardiopatía isquémica constituye la primera causa de muerte en Cuba y en el mundo. Hay una incidencia ascendente en esa enfermedad,3 y se ha visto que existe una alta prevalencia de hipertensión arterial de 20-30 %, y en la diabetes mellitus de 1 a 5 %.5
A partir de los estudios de Framingham y Oslo se hizo más evidente la relación entre cardiopatía isquémica y los patrones de conducta denominados factores de riesgo coronarios,11 que se clasifican atendiendo a la demostración de causalidad o no según Stamler.12 La causalidad, según este investigador, es por los factores modificables que incluyen los factores de riesgo establecidos donde está demostrada la relación causa-efecto, los factores de riesgo posibles o probables donde hay gran asociación, pero no relación causa-efecto, y los factores de riesgo hipotéticos en los cuales se observa alguna asociación, pero su acción sobre la enfermedad crónica aún no se ha demostrado; y el otro grupo incluye los factores de riesgo no modificables, como son la edad, la raza, el sexo, la consanguinidad.7,11
El hábito de fumar constituye un factor de riesgo independiente de primer orden para el ataque cardiaco.13 Es uno de los hábitos tóxicos socialmente adquiridos que interviene en un grupo numeroso de entidades como la cardiopatía coronaria, el cáncer del pulmón, la enfermedad arterial periférica, la úlcera gastroduodenal y las enfermedades crónicas pulmonares obstructivas, entre otras.5 Podría considerarse como el principal de los factores modificables de cardiopatía coronaria.3,13
La nicotina es capaz de elevar la tensión arterial y aumentar el gasto cardiaco, incrementar los ácidos grasos libres en el suero y la secreción de cortisol. La nicotina es un alcaloide líquido, incoloro, volátil, soluble y extremadamente tóxico. Está considerada una droga dura como la heroína.
El colegio de médicos del Reino Unido calificó a la nicotina de droga tan peligrosa como la heroína, por lo que los fumadores deben recibir atención médica como otro tipo de drogodependencia. De las 4 000 sustancias guías inhaladas por el fumador en cada aspiración, 40 han sido catalogadas de cancerígenas (Fuente: Londres, febrero 14/2000). El monóxido de carbono, por su mayor afinidad por la hemoglobina, reduce la cantidad de oxígeno disponible en los fumadores entre un 2 y un 15 % de acuerdo con la cantidad de cigarrillos que se fumen. Se dice que produce lesiones en la pared de los vasos y aumento de la permeabilidad. El tabaquismo ejerce una acción negativa disminuyendo los niveles de HDL, reduciendo el efecto protector de este y aumentando por ello el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria.13
Ocurren problemas de salud relacionados con el humo del tabaco en el ambiente, con los síntomas/signos siguientes en los adultos: rinitis/faringitis, congestión nasal, tos persistente, cefalea, irritación de la conjuntiva, sibilantes, exacerbación de las enfermedades respiratorias crónicas; y en el niño se ha comprobado inicio de asma, mayor severidad o dificultad para controlarlo en caso de que ya lo padeciera, infecciones frecuentes de las vías respiratorias superiores, episodios de otitis media, efusión persistente del oído medio, ronquido, neumonía repetida y bronquitis. También puede provocar cambios en el sistema inmunológico con disminución de las defensas.14,15
Los no fumadores, niños y cónyuges en particular, que se exponen directamente al humo del tabaco y que pasan un tiempo considerable con fumadores sufren molestias, irritación y efectos adversos a la salud. Los efectos cardiovasculares agudos incluyen el aumento del ritmo cardiaco y la tensión arterial, y de la carboxihemoglobina en sangre, con una disminución de la resistencia física en las personas sanas, con angina estable o enfermedad vascular periférica. Los estudios han demostrado mayor frecuencia de cardiopatía no mortal entre los no fumadores expuestos al humo.14
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos ha clasificado al humo del tabaco como un carcinógeno natural para los humanos y estima que aproximadamente 3 000 no fumadores mueren de cáncer del pulmón por su causa, y concluyeron que el tabaquismo pasivo puede causar cáncer del pulmón en adultos sanos que nunca han fumado.17,18
Los pulmones de los niños son más susceptibles a los efectos nocivos del humo del tabaco. En los lactantes y niños menores de 3 años la exposición duplica la incidencia de neumonía, bronquitis y bronquiolitis, asma, y se observa una prevalencia de mayor gravedad del asma en hijos de mujeres con alto consumo de tabaco, que contribuye a una significativa reducción del funcionamiento pulmonar. Los efectos adversos del humo del tabaco en la salud, especialmente en los niños, se relaciona con la incidencia de tabaquismo en el hogar, y es mayor cuando ambos padres fuman.15,18
La repercusión del tabaquismo materno en el desarrollo del feto es asociado con una mayor incidencia del síndrome de muerte súbita en el recién nacido.14 Una ventilación adecuada de los espacios cerrados puede disminuir el olor del humo del tabaco en el ambiente, pero los riesgos para la salud no se eliminan mediante los métodos de ventilación generalmente aceptados. Las investigaciones realizadas han llegado a la conclusión de que no es factible la remoción total del humo de tabaco a través de la ventilación.17 La solución más efectiva es evitar que se fume en el ambiente del individuo, ya sea prohibiendo fumar, o restringiéndolo en habitaciones diseñadas para ese fin.
Estas habitaciones deberán ventilarse por separado al exterior.16 El hábito de fumar constituye un factor de riesgo independiente de primer orden para el ataque cardiaco, y se considera como el principal factor modificable de cardiopatía coronaria.3,19 (Congresos agosto 2001 Prous Sciencie. Avances en Salud cardiovascular presentados en la L Sesión Científica Anual del Colegio americano de Cardiología, 2001.).
La población cubana es tradicionalmente fumadora, por lo que tenemos que trabajar intensamente para disminuir y/o erradicar este hábito. En Cuba existe la voluntad de evitar en buena medida la epidemia de las enfermedades crónicas, o al menos, lograr que su prevalencia disminuya a través de la promoción de cambios en los estilos y modos de vida actuales hacia los más saludables: alimentación adecuada, práctica de ejercicios físicos y la disminución y/o erradicación del hábito de fumar y del alcoholismo, por lo que es extremadamente importante el énfasis en estos temas.
Es importante que se tomen medidas más concretas y coercitivas para desestimular el hábito de fumar, sobre todo en lugares públicos, donde se encuentran personas no fumadoras, principalmente niños.
Se debe también aumentar la información al pueblo sobre los daños que ocasiona este mal hábito, y una forma sería poniendo ejemplos de enfermos y sus testimonios premortem, para llamar la atención y hacer comprender el destino que les espera a los fumadores si continúan fumando. Hay que tratar a los fumadores como enfermos que necesitan tratamiento y atención.
Es necesario, a largo plazo, cambiar los estilos de vida. Si se abandonara el hábito de fumar, las enfermedades cardiovasculares probablemente se reducirían de forma drástica.
En relación con esto, el Médico de Familia debe identificar los factores de riesgo en el individuo, la familia y la población, para modificarlos o eliminarlos, así como también brindar educación para la salud a las jóvenes generaciones con el objetivo de evitar que comiencen a practicar el tabaquismo.
Subject headings: SMOKING/adverse effects; RISK FACTORS; TOBACCO SMOKE POLLUTION/prevention and control.
Recibido: 21 de abril de 2003. Aprobado: 30 de abril de 2003.
Dra. Miriam Bolet Astoviza. Hospital Universitario General Calixto García. Vedado, municipio Plaza, Ciudad de La Habana, Cuba.
1 Especialista de II Grado en Nutrición e Higiene de los Alimentos. Máster en Nutrición en Salud Pública. Profesora Asistente de la Facultad Calixto García.
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