Nelson Crespo Valdés,1 Ernesto Rosales González,2 Rebeca González Fernández,2 Nelson Crespo Mojena2 y Juan de Dios Hernández Beguiristain3
Se estudiaron prospectivamente con igual protocolo de estudio 654 pacientes diabéticos del nivel primario de salud procedentes de las áreas de los policlínicos Federico Capdevila, René Bedia y Mario Muñoz del municipio Boyeros; Louis Pasteur y Turcios Lima, del municipio 10 de Octubre, así como Bernardo Posse del municipio San Miguel del Padrón, en el período comprendido de enero de 1987 a diciembre de 2000. El grupo etáreo más frecuente fue el de 45 a 64 años (47 %) así como la duración clínica mayor de 10 años (51 %). Predominó la obesidad femenina en el 49,2 %, y la diabetes tipo II en el 91,4 %. El tratamiento más utilizado fue la glibenclamida (39 %), y el grado de control satisfactorio fue el más elevado (38 %). La educación diabetológica deficiente fue expresada en que el 24,5 % acudió a cursos de diabetes y solo el 38 % se realizó los exámenes Benedicts diariamente. La frecuencia de complicaciones de la serie fue la siguiente: cetoacidosis 5,5 %, retinopatía 23 %, nefropatía 7,3 %, neuropatía 12 %, hipertensión arterial 52,2 %, cardiopatía coronaria 29 % y amputación 3 %. Hubo 14 pacientes (2,1 %) que presentaron ceguera uni o bilateral.
DeCS: DIABETES MELLITUS; INDICADORES DE MORBIMORTALIDAD; ESTUDIOS DE CASOS Y CONTROLES; ATENCION PRIMARIA DE SALUD.
La diabetes mellitus es una compleja y heterogénea enfermedad metabólica caracterizada por altas concentraciones de glucosa en sangre, asociadas a un deterioro de la producción de insulina (tipo I) o de su acción (tipo II) que resulta en una incapacidad del organismo para utilizar los nutrientes. Factores genéticos y ambientales, así como el estilo de vida, parecen relacionados con la etiología y el pronóstico, además de importantes diferencias en la frecuencia y las complicaciones.1
La diabetes mellitus es una de las 10 principales causas de muerte en la mayoría de los países de américa,2 y ocupa el séptimo lugar en Cuba con 1490 defunciones en el año 2000 (tasa 13,2), con el mayor peso en Ciudad de La Habana con 437 defunciones y una tasa de 19,9 (Ministerio de salud Pública. Anuario estadístico. La Habana 2000.).
Se estudiaron prospectivamente 654 pacientes diabéticos del nivel primario de salud procedentes de las áreas de los policlínicos Federico Capdevila (n=169), René Bedia (n=170) y Mario Muñoz (n=100), en el municipio Boyeros; Louis Pasteur y Turcios Lima (n=155), del municipio 10 de Octubre, así como del Bernardo Posse (n=60) del municipio San Miguel del Padrón, durante el período comprendido de enero de 1987 a diciembre de 2000. A todos los pacientes se les realizó una encuesta clínica que recogía los datos siguientes: edad, sexo, edad de inicio, duración clínica, y el peso y la talla. Se reflejó además el tipo de diabetes, la educación diabetológica, el tratamiento actual, y la presencia de complicaciones como la acidosis, la retinopatía, la nefropatía y la neuropatía, así como también enfermedades cardiovasculares, hipertensión y amputaciones.
Los criterios utilizados fueron:
- 7,8 mmol/L controlado (Bueno)
7,8 11,0 mmol/L descontrol (Satisfactorio)
ligero
+ 11.0 mmol/L descontrol (Malo)
grave
5. Hipertensión arterial (mm Hg)
Diastólica normal - 90 ]]>
Sistólica normal - 1406. Peso corporal. Se expresó de acuerdo con el índice
7. Complicaciones oculares. A todos los pacientes se les realizó fondo de ojo por un oftalmólogo y se utilizó la clasificación de Francis L Esperance en retinopatía proliferativa y no proliferativa.
8. Complicaciones renales (nefropatía). A todos los pacientes se les determinó la presencia de albuminuria en orina de 24 h, así como creatinina en sangre:
Estadio I | Albuminuria 24 h | 300 500 mg/L |
Estadio II | Albuminuria 24 h | 500 4 g/L |
Estadio III | Albuminuria 24 h | +4 g/L |
9. Cetoacidosis. La cetoacidosis no fue demostrada por métodos bioquímicos, ya que se trata de un dato recogido en el interrogatorio o de un hecho registrado en la historia clínica previa. Tal vez fuera más adecuado hablar de trastornos metabólicos intensos, o de cetosis diabética intensa, término propuesto por Sheldon y Pyke para señalar estos episodios sin comprobación del bicarbonato del plasma, pero que requirieron tratamiento médico urgente.
10. Complicaciones macrovasculares:
]]> a) Arteriopatía periférica. Solo se comprobaron los amputados de artejos o miembros inferiores.- Diagnóstico clínico de angina de pecho, isquemia o infarto del miocardio.
- Antecendes de infarto del miocardio o hallazgo ECG de infarto antiguo.
- Insuficiencia cardíaca congestiva y arritmias.
En la tabla 1 se muestran algunos datos, entre los que citamos que el grupo etáreo más frecuente fue el de 45 a 64 años (47 %), siguiéndole en orden el grupo de 65 años y más con el 43,6 %.
Tabla 1. Características clínicas de la diabetes mellitus en 654 pacientes del nivel primario de salud
Características | % |
Grupo etáreo (en años) | ]]> |
15-24 | 1,8 |
25-44 | 7,6 |
45-64 | 47,0 |
65 y más | 43,6 |
Duración clínica (en años) | |
0-4 | 22,0 |
5-9 | 27,0 |
10-14 | 23,2 |
15 y más | 27,8 |
Sexo | ]]> |
Femenino | 68,0 |
Masculino | 32,0 |
Obesidad | |
Femenina | 49,2 |
Masculina | 24,8 |
Tipo de diabetes | |
I | 5,0 |
II | 91,4 |
TGA | 3,6 |
La duración clínica de 15 años y más se vio en el 27,8 %, mientras que de 5 a 9 años ocurrió en el 27 %. Hubo un predominio del sexo femenino con 68 % como era de esperar en esta entidad. La obesidad femenina se presentó en el 49,2 % de los pacientes y la masculina en el 24,8 %. El tipo II de la diabetes fue el más frecuente con 91,4 % de los pacientes.
En la tabla 2 se muestra que la edad de inicio más frecuente fue entre 45 y 59 años (44 %), y después el de 60 años y más (26 %). El tratamiento más utilizado fue, en primer lugar, la glibenclamida (39 %); luego, la dieta en el 23 %, y por último la tolbutamida en el 22 %. El control satisfactorio (38 %) fue el más frecuente, así como el bueno en el 37 %. La educación diabetológica fue deficiente expresada en que el 24,5 % pasó algún curso de diabetes y solo el 38 % se realiza los Benedicts.
Tabla 2. Otras características clínicas de la diabetes mellitus en los 654 pacientes estudiados
Características | % |
Edad de inicio (en años) | ]]> |
Menos de 15 | 1,2 |
15-29 | 4,8 |
30-44 | 24,0 |
45-59 | 44,0 |
60 y más | 26,0 |
Tratamiento | |
Dieta solamente | 23,0 |
Tolbutamida | 22,0 |
Glibenclamida | 39,0 |
Insulina | 14,0 |
Otros | ]]> 2,0 |
Control | |
Bueno | 37,0 |
Satisfactorio | 38,0 |
Malo | 25,0 |
Educación diabetológica | |
Benedicts diario | 38,0 |
Dieta estimada | 32,5 |
Cursos de diabetes | 24,5 |
Fuente: Tesis de Grado en Medicina General Integral. Municipios Boyeros, San Miguel del Padrón y 10 de Octubre.
Tabla 3. Frecuencia de complicaciones en los 654 pacientes diabéticos estudiados
Complicaciones | % |
Cetoacidosis | 5,5 |
Retinopatía | 23,0 |
Nefropatía | 7,3 |
Neuropatía | 12,0 |
Hipertensión | 52,2 |
Cardiopatía coronaria | 29,0 |
Amputación | 3,0 |
La diabetes mellitus es la enfermedad crónica más común que afecta aproximadamente al 12 % de los adultos de 40 a 74 años en los Estados Unidos, y es además una causa prematura de mortalidad y morbilidad debido a enfermedades cardiovasculares, renales, oftalmológicas o neurológicas.6,7
Entre las características clínico epidemiológicas más ostensibles de la diabetes figuran su predominio en edades tardías, en el sexo femenino, su localización en áreas urbanas, la frecuencia de historia familiar de diabetes, así como también la obesidad. Estas características encontradas por nosotros en el presente estudio se corresponden con los trabajos de Amaro,8 Crespo,9 González,10 Hernández11 y Aldana12 realizados en nuestro país en fechas y lugares distintos.
Algunos autores plantean que los niveles elevados de la insulinemia asociados a la obesidad, constituyen un importante factor de riesgo de aterosclerosis. A través de la insulinorresistencia y del hiperinsulinismo se ha tratado de explicar el exceso de riesgo cardiovascular en el paciente diabético y en la población general,13 porque se han hallado niveles aumentados de insulinemia en sujetos con cardiopatía o enfermedad cerebrovascular, independientemente de que se tratara de obesos o intolerantes a la glucosa.14 No obstante, Licea15 en una revisión en nuestro medio, muestra resultados contradictorios en relación con la verdadera función de la insulina como un factor de riesgo vascular.
La relación entre hipertensión y retinopatía diabética, así como entre la primera y la nefropatía es bien conocida. Algunos autores sugieren que la elevación de la tensión arterial en la diabetes es predominantemente atribuible a la nefropatía diabética, mientras otros plantean que el incremento de la tensión arterial contribuye al desarrollo de la nefropatía.17
Un óptimo control glicémico reduce el riesgo de retinopatía existente, de ahí la recomendación de realizar evaluaciones anuales con examen retiniano dilatado, porque algunos pacientes diabéticos pueden no referir síntomas, y avanzar de una anomalía no proleferativa leve, a una severa retinopatía proliferativa. La hipertensión y la proteinuria constituyen un factor de riesgo importante para el desarrollo de edema macular y retinopatía diabética proliferativa, por lo que deben ser tratados oportunamente.18
En nuestro estudio más del 50 % de los pacientes con complicaciones microangiopáticas (retinopatía + nefropatía), así como complicaciones macroangiopáticas (cardiopatía coronaria + arteriopatía periférica) tenían mal control e hipertensión asociada.
El tratamiento a pacientes hipertensos de alto riesgo con diabetes ofrece a los clínicos desafíos y oportunidades. La coexistencia de la hipertensión y la diabetes aumenta de forma dramática y sinérgica el riesgo de complicaciones macro y microvasculares. Tal vez lo más importante en ellos sean los eventos cardiovasculares, observación que puede ser evidenciada por el mayor número de óbitos atribuidos a enfermedades relacionadas con el sistema cardiovascular entre 45 y 65 años de edad. En consecuencia, el tratamiento agresivo de esa población permite reducir el exceso de muertes por enfermedad cardiovascular.19
La educación, la dieta y el ejercicio ajustados a la edad y complicaciones de cada cual, son la base del esquema terapéutico de los pacientes diabéticos sobre todo del tipo II, dejando la terapia medicamentosa cuando el control se torna difícil y los síntomas se acentúan. La educación al paciente acerca de mudanzas del estilo de vida, medicamentos y complicaciones potenciales por el descontrol metabólico, deben ser individualizada a su capacidad de entender la información y a su nivel de interés, para que pueda coadyuvar al tratamiento y control, evitando complicaciones desagradables o mutilantes que afecten su calidad de vida.20 ]]>
Por lo tanto, es nuestro interés que el costo de la ignorancia no supere al de la educación, por lo que sería muy importante el enfoque multifactorial de la diabetes en el nivel primario de salud.
A prospective study was made on 654 diabetic patients using the same protocol for all of them. They came from the primary health care areas of Federico Capdevila, René Bedia and Mario Muñoz polyclinics located in Boyeros municipality; Louis Pasteur and Turcios Lima polyclinics situated in 10 de Octubre municipality and Bernardo Posse polyclinic located in San Miguel del Padrón municipality, in the period from January,1987 to December, 2000. The prevailing age group was 45-64 years-old (47%) and the predominant clinical duration was over 10 years (51%).Obesity in females prevailed in 49,2% of cases and diabetes mellitus in 91,4%. Glibenclamide was the most used therapy (39%), satisfactory level of control was the highest. A deficient diabetic education was shown in the fact that 24,5% of patients went to courses on diabetes but only 38% performed daily Benedict tests. The rate of complications in the series was the following: ketoacidosis 5,5%; retinopathy 23%; nephropathy 7,3%; neuropathy 12%; blood hypertension 52,2%; coronary cardiopathy 29% and amputation 3%. There were 14 patients (21%) who presented with unilateral or bilateral blindness.
Subject headings: DIABETES MELLITUS; INDICATORS OF MORBIDITY AND MORTALITY; CASE-CONTROL STUDIES; PRIMARY HEALTH CARE.
Recibido: 18 de abril de 2002. Aprobado: 12 de febrero de 2003.
Dr. Nelson Crespo Valdés. Calle Garrido # 20919 esquina 3ra, Reparto Carolina, municipio San Miguel del Padrón, Ciudad de La Habana, Cuba.
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