La Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1976 ha estado promoviendo la utilización apropiada de los sistemas tradicionales de medicina como parte de los programas de Atención Primaria de Salud, que comprende el empleo de plantas medicinales y de la acupuntura.
El hombre ha buscado en la flora de su hábitat, de forma empírica, los medicamentos contra las enfermedades que le son propias, relacionadas con su ambiente, son conocidos desde la antigüedad múltiples ejemplos de especies medicinales que hoy tienen vigencias absolutas.
En la actualidad, la explotación de la flora continúa, pues hay alrededor del 98 % sin explorar, lo que constituye un recurso excepcionalmente vasto en productos biológicamente activos, que pueden ser útiles, por sí o bien, pueden servir como fuente natural de prototipos químicos para el desarrollo de derivados modificados (con actividades incrementadas y/o toxicidad reducida).
La OMS y muchas organizaciones prestigiosas fomentan y financian planes de desarrollo, con el objetivo de fundamentar, con el debido rigor científico, la utilización de las plantas medicinales; es decir, la aplicación de las plantas medicinales tradicionales se recomienda que se efectúe sobre una base científica que valide la efectividad terapéutica y la relativa inocuidad de éstas.
En 1987 la 40a Asamblea Mundial de la Salud reafirmó los principales puntos de las resoluciones precedentes y las recomendaciones formuladas en 1978 en la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud y ha instado a los estados miembros a emprender programas amplios para la identificación, evaluación, preparación, cultivo y conservación de las plantas medicinales utilizadas en medicina tradicional, así como asegurar el control de la calidad de los medicamentos derivados con la utilización de técnicas modernas, aplicando normas apropiadas y prácticas correctas de fabricación.
En Cuba la medicina tradicional que llega a nuestros días, no tiene como fuente fundamental la aborigen, porque su población fue exterminada; nos llega la desarrollada a partir del siglo XV por españoles y más tarde por africanos, chinos y yucatecas.
Hay crónicas donde se registra el uso de plantas medicinales por nuestros mambises durante las guerras de independencia. La investigación acerca del uso de plantas medicinales es destacada.
En la década del 40, por la obra del sabio cubano doctor Juan Tomás Roig, botánico, farmacéutico y agrónomo, quien identificó 595 especies que eran empleadas por la población cubana para diferentes usos curativos y en el prólogo de su libro Plantas Medicinales, Aromáticas o Venenosas de Cuba, hizo un llamado a la Comunidad Científica Nacional para que se estudien dichas plantas con el objetivo de verificar sus actividades farmacológicas. También señaló la posibilidad de desarrollar una industria farmacéutica nacional a partir de nuestra flora.
En los años 60 comienza un desarrollo ascendente de la investigación científica sobre las plantas medicinales, pero más bien con fines académicos y de forma aislada por distintos investigadores. ]]>
En la década del 70 se inaugura la Estación Experimental de Plantas Medicinales "Juan Tomás Roig," con el objetivo de iniciar el estudio integral de las plantas medicinales en Cuba, pero no fue hasta la década del 80 que comenzó un trabajo de rescate de la medicina tradicional, al evaluar estratégicamente las potencialidades existentes, en especial con las plantas medicinales, tomando en consideración las recomendaciones de la OMS y, por supuesto, los antecedentes que existían en la isla.El desarrollo prioritario del Sistema Nacional de Salud en nuestro país propició acceso gratuito y fácil de todos los servicios médicos calificados para la población, pero la difícil situación económica, que se ha hecho más crítica en los últimos años, incuestionablemente atenta contra los logros en el campo de la salud. Las carencias y dificultades de este "Período Especial" aceleró el trabajo de rescate de la medicina tradicional relacionado con las plantas medicinales, aunque no fue el motivo de su inicio.
Precisamente por no estar avaladas por estudios profundos, las plantas que se emplean por la población como medicamento vegetal requieren ser estudiadas sistemáticamente, para lo cual es necesario desarrollar un programa multidisciplinario de trabajo que posibilite avalar la utilización de las especies en uso y disponer de otras que enriquezcan el "arsenal" terapéutico cubano.
La investigación constituyó el comienzo del trabajo con las plantas medicinales. A partir de 1986 se comienza a organizar por el área de Ciencia y Técnica del MINSAP un programa de medicina tradicional herbolaria con el objetivo de:
Las investigaciones de cada una de las especies han sido concebidas con un enfoque multidisciplinario que implica estudios botánicos, agrotécnicos, químicos, farmacológico, toxicológicos, farmacéuticos y clínicos.
Para el desarrollo de dicho trabajo se creó un Grupo Asesor Nacional dirigido por el MINSAP que tiene como funciones principales la coordinación, asesoramiento y evaluación de las investigaciones reflejadas de forma detallada en el Plan. Este grupo se divide en 6 comisiones de trabajo dirigidos por 4 centros de referencia:
Agrobiología | Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos, MINSAP. |
Química Farmacéutica | Instituto de Farmacia y Alimentos. UH |
Farmacología | Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana |
Toxicología | Instituto Superior de Medicina Militar |
Formas terminadas | Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos. |
Ensayos clínicos | Instituto Superior de Medicina Militar. |
El plan comprende actualmente alrededor de 700 tareas que se ejecutan en diferentes instituciones como:
De cada planta aparecen nombres común y científico, familia botánica, descripción, origen y localización, parte
útil y forma de recolección, formas farmacéuticas descritas y vía de administración, propiedades medicinales reconocidas y otras propiedades atribuidas, composición, cultivo, posología, advertencias, otros usos y bibliografía.
Está en preparación el FITOTOX, que dará información de 94 plantas tóxicas. Se está perfeccionando una base de datos con más de 13 000 citas de la bibliografía internacional, con posibilidades de comunicación a través del correo electrónico.
La educación continuada está centrada en las plantas medicinales, en forma de cursos, entrenamientos y talleres, con el objetivo de elevar el nivel científico-técnico y fortalecer las relaciones de trabajo entre las instituciones de todo el país.
Con el inicio de la Maestría en Medicina Tradicional, se sientan las bases para alcanzar el desarrollo necesario en esta actividad.
Este trabajo, de suma importancia para la comercialización de los medicamentos herbarios, es orientado y controlado por una comisión adscrita a la Dirección Nacional de Farmacia, que analiza y aprueba las propuestas de norma presentadas por las provincias e instituciones que participan del Plan Nacional de Investigaciones.
Consta de una relación de plantas medicinales, según su acción farmacológica fundamental y una clasificación por especialidades médicas que señala las afecciones donde es factible el uso de plantas medicinales, los productos, las vías de administración y las dosis recomendadas. Como los demás documentos relacionados con plantas medicinales, éste se irá enriqueciendo en la medida que se obtenga más resultados del Plan Nacional de Investigaciones.
Existe un plan nacional del Ministerio de Salud Pública para el aseguramiento material en la producción de medicamentos a partir de plantas medicinales que incluye la necesidad de equipamiento, accesorios, útiles de laboratorio, etcétera.
La mayor producción de medicamentos herbarios se desarrolla en pequeñas industrias locales, que se rigen por las normas de especificaciones para las drogas cruda y para los extractos y tinturas. E1 país hay 80 centros de producción local, de los cuales 51 se dedican a este tipo de preparados. Para controlar la calidad de estas producciones hay 17 laboratorios distribuidos en todo el país.
La preparación de fitofármacos a nivel dispensarial se realiza en 479 farmacias comunitarias, de las 1 760 existentes en el país; otras 670, aunque no los elaboran si los expenden.
En Cuba hay 167 farmacias de hospital con dispensarios, de los cuales 136 elaboran fitofármacos.
El volumen de producción de fitofármacos y apifármacos de los centros de producción local y los dispensarios se ha incrementado; en 1994 alcanzó la cifra de 21,1 millones de unidades físicas y en este año, se han elaborado más de 22 millones de unidades físicas.
Independientemente de la posibilidad de ampliación de las capacidades de producción de las pequeñas industrias locales, la Industria Médico-Farmacéutica posee 7 empresas que asimilarán las tecnologías de los medicamentos herbarios en la medida que seanaprobados sus expedientes de registro por el Centro Estatal de Control de Medicamentos (CECMED).
Recibido: 25 de Marzo de 1997. Aprobado: 26 de Marzo de 1997. ]]>
Lic. Benito A. Soler Cardoso. Empresa LABIOFAM. Indepen-dencia Km.161/2 Gral. Peraza, Santiago de las Vegas, Ciudad de La Habana, Cuba.1 Conferencia presentada en el II Congreso de Plantas Medicinales de Chile, octubre de 1995.
2 Especialista en Plantas Medicinales de la Empresa Labiofam.
3 Directora del Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos. ]]>