Introducción
La competitividad es un concepto dinámico, evolutivo y multidimensional, que puede evaluarse en diferentes niveles y dimensiones (Alvarez Medina, 2008). Puede ser entendida desde cuatro niveles: país, región, industria o sector y empresas (Alvarez Medina, 2008; Musik & Romo Murillo, 2005). La valoración a nivel de país (Malega et al., 2019; Porter, 1991) y territorial (Castellanos Machado et al., 2017; Nava Rogel et al., 2017) requieren la identificación de indicadores que respondan a las dimensiones y variables del desarrollo económico, social y ambiental (Sarmiento Reyes, Lao León, et al., 2019) y debe incluir la comparación sistemática. A la vez, un sistema de indicadores de la competitividad deberá ser capaz de medir la capacidad del país, región, territorio o empresa, según sea el nivel del análisis al que se haga referencia, permitiendo mantener sistemáticamente ventajas comparativas (Porter, 1991), así como alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición competitiva (Ivanova et al., 2019).
El índice de competitividad global 4.0 de 2019 identifica 103 indicadores que establecen un ranking entre los países, a través de 12 "pilares": Instituciones, Infraestructura, Adopción de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones (TIC), Estabilidad macroeconómica, Salud, Habilidades, Mercado de productos, Mercado laboral, Sistema financiero, Tamaño de mercado, Dinamismo de negocios y Capacidad de innovación. El índice del desarrollo industrial y la competitividad mide la eficiencia de procesos relacionados con el desarrollo industrial y refleja múltiples dimensiones de la competitividad, incorporando la capacidad de las economías para producir y vender sus productos a nivel nacional e internacional, adoptar tecnologías avanzadas y generar una mayor participación del valor agregado. También se reportan sistemas de evaluación de la competitividad con el modelo del diamante de Porter (Fang et al., 2018; Li & Chen, 2020), indicadores de calidad, financieros, de proceso y de innovación (Debeluck Plentz & Bernardes, 2016; Delgado Fernández, 2017), encuestas que miden las estrategias genéricas competitivas como las de diferenciación, diversificación, calidad, costos, liderazgo, servicio al mercado y la innovación (Delgado Fernández, 2019), estrategias competitivas sectoriales (Anaya Villalpanda et al., 2018), y criterios que incluyen producción, comercialización, personal, gestión, tecnología, ecología y eficiencia de ventas (Afanasieva et al., 2018), entre muchos otros. Adicionalmente, se recomiendan instrumentos como los observatorios de competitividad para su seguimiento y monitoreo (Sarmiento Reyes, Delgado Fernández, et al., 2019), para lo cual se requiere contar con un sistema de indicadores pertinentes, según el objetivo que se plantee.
Los modelos de evaluación de la competitividad se usan fundamentalmente para un nivel de medición específico, sea el país, región, sector o empresa; pero es menos común encontrar sistemas de información que conecten varios niveles; por ejemplo, el de empresa con el territorio es poco usual. Aun así, cada vez más las políticas gubernamentales a nivel regional o sectorial, conocidas como mesopolíticas (Lombana & Rozas Gutiérrez, 2010) se convierten en un factor clave para el desarrollo sostenible. Por otra parte, el fortalecimiento de los territorios está relacionado con la generación de capacidades productivas, de innovación y el incremento de la competitividad de sus empresas. De esta manera, los estudios de competitividad devienen en instrumento de control para medir el avance de procesos estratégicos de las economías, al mostrar sus principales áreas de desarrollo, así como aquellas más débiles, lo que a su vez podría contribuir al diseño de políticas, programas y acciones por las autoridades respectivas.
El término de competitividad regional engloba el conjunto de factores y políticas que modelan y condicionan la capacidad de una región para crear y mantener un entorno favorecedor para la creación de valor a través de sus empresas y satisfacción de las necesidades de sus ciudadanos. Desde esta perspectiva, la competitividad no es un fin en sí mismo, sino un mecanismo para alcanzar mejores niveles de vida y bienestar social, sobre todo en países socialistas como Cuba.
Para lograr las conexiones entre los sistemas de indicadores de diferentes niveles y dimensiones, se necesita contar con información fiable, oportuna y disponible de las oficinas estadísticas de referencia. Por ello, las Oficinas de Estadísticas a niveles regionales o nacionales facilitan el desarrollo de sistemas de medición de la competitividad, además de las encuestas que pueden diseñarse y aplicar en empresas objeto de estudio. La Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba (ONEI), produce datos y promueve la armonización de los métodos estadísticos que apoyan la toma de decisiones, la realización de investigaciones y la satisfacción de necesidades informativas de la población que representan. Su fuente de información lo constituye el Sistema Nacional Estadístico (SNE) que integra, de manera coherente, en un marco metodológico común, la información estadística estatal de Cuba y se estructura en tres Subsistemas de Información Estadística: Nacional (SIEN), Territorial (SIET) y Complementaria (SIEC) (ONEI, 2020).
En Cuba, la provincia de Holguín cuenta con 132 empresas estatales, de las que se dispone información relacionada con 19 aspectos (ONEI, 2017). Sin embargo, estas empresas no disponen de un instrumento que les permita evaluar de manera sistemática su comportamiento empresarial, en comparación con las restantes de la provincia, siendo este el problema objeto de estudio. Contar con estos instrumentos permitiría la toma de decisiones más integrales, tanto a los directivos de las empresas como a los del gobierno provincial, contribuyendo a los encadenamientos productivos y el uso más eficiente y eficaz del plan. La problemática existente se corroboró en una encuesta exploratoria, aplicada a 35 directivos empresariales del territorio donde se constató que tenían escasos conocimientos de los cambios que se producen en el mercado y su entorno, desconocimiento de las mejores prácticas empresariales, dificultad para obtener la información de la competencia, carencia de base de datos para monitorear el potencial y las demandas de sus clientes, dificultad para medir el desempeño de la empresa según el crecimiento del mercado donde opera y su nivel de competitividad (Sarmiento Reyes, Lao León, et al., 2019). En las empresas que cuentan con sistemas de información, se pudo verificar que se centran fundamentalmente en información interna.
El artículo tiene como objetivo definir el sistema de indicadores que permita la medición de la competitividad en las empresas según las dimensiones cliente-mercado, social, técnica, económico-financiera y medioambiental, con sus respectivas variables e indicadores para su aplicación en la provincia de Holguín, Cuba. El sistema de medición de la competitividad diseñado contribuye a una mejor gestión del gobierno provincial, tanto para la planificación estratégica territorial como el monitoreo de las políticas adoptadas, así como la evaluación y comparación de las empresas del territorio.
Materiales y métodos
Como métodos se utilizaron el de inducción-deducción y análisis y síntesis en el establecimiento del sistema de indicadores para la medición de la competitividad de las empresas; al nivel provincial, requirió del análisis detallado de 64 conceptos de la competitividad, que para una mejor comprensión se agruparon, según el alcance de su definición, en 31 nacionales, dos regionales, 12 sectoriales, 15 empresariales y cuatro múltiples. En esta última clasificación, se refieren a los conceptos que en su conceptualización le dan alcance a más de una de las clasificaciones anteriores, con un enfoque sistémico.
Adicionalmente, se utilizó el Método Delphi con secuencias de rondas, mediante la aplicación de una encuesta a expertos de la academia y del ámbito empresarial holguinero, con una fiabilidad de 0.717 y, además, se tuvo en cuenta el subsistema de estadística territorial. Todo esto para definir las dimensiones, variables e indicadores de competitividad empresarial en el territorio holguinero como se muestran en la tabla 1, observándose la integralidad del análisis al contar con las dimensiones cliente-mercado, económico-financiera, técnica, social y medioambiental. Estas dimensiones tributan a la eficacia y eficiencia de la empresa e incluyen las dimensiones del desarrollo sostenible. Se desagregan en variables y estas en indicadores, es decir, desde lo más general a lo más específico que sea medible.
Dimensión | Variables | Indicadores |
---|---|---|
Cliente - Mercado | Proveedores Clientes Satisfacción del cliente Nivel de inconformidad Inserción en el mercado internacional | - No. de proveedores |
- No. de clientes nacionales | ||
- Índice de satisfacción del cliente | ||
- No. de quejas y/o reclamaciones | ||
- No. de clientes extranjeros | ||
Económica - Financiera | Indicadores financieros Productividad | - Solvencia |
- Liquidez | ||
- Endeudamiento | ||
- No. de inversiones | ||
- Productividad | ||
Técnica | Innovación de productos y servicios Eficiencia Energética Capacidad instalada | - Áreas que generan ingreso por innovación |
- Tipos de innovación | ||
- Cantidad de innovaciones | ||
- Propiedad intelectual | ||
- Eficiencia energética | ||
- Obsolescencia en el equipamiento tecnológico | ||
- Aprovechamiento de la capacidad instalada | ||
Medioambiental | Cultura ambiental Contravenciones | - Política ambiental, aspectos ambientales, manejo de desecho, licencia ambiental, reconocimiento ambiental |
- No. de contravenciones | ||
Social | Recursos humanos Aporte a la seguridad social Apoyo al desarrollo comunitario Generación de empleo | - Cumplimiento de la plantilla |
- Distribución por edades | ||
- Identificación, evaluación, prevención del riesgo | ||
- Nivel de fluctuación | ||
- No. de certificado médico | ||
- No. de accidentes laborales | ||
- No. de enfermedades profesionales | ||
- Nivel de ausentismo | ||
- Salario medio | ||
- No. de plazas ofertadas | ||
- Aporte a la seguridad social | ||
- Nivel de contribución a la ONAT |
Fuente: Elaboración propia
Como se observa, existe una relación intrínseca entre las dimensiones y variables propuestas con indicadores propios de la gestión de gobierno, además se resalta la dimensión social que recoge variables como apoyo al desarrollo comunitario o la generación de empleo, además de lo relacionado con las contribuciones empresariales a los tributos. Todo esto posibilita, desde el gobierno, tomar decisiones acertadas y dictaminar políticas encaminadas a dinamizar los resultados en el territorio. Debe destacarse que podrían incluirse otras variables e indicadores según sea el contexto y las necesidades.
Se proponen, además, tres índices de competitividad como indicadores de evaluación, que medirán la evolución de las empresas en el sector y la provincia, siendo estos:
1. El índice de Desempeño por Dimensión (IDD) para analizar el comportamiento de cada una de ellas, utilizando la expresión siguiente:
El valor máximo se calcula tomando como base que todos los indicadores obtienen una calificación máxima de 5 puntos, ya que para cada uno se establecen tres valores posibles (1, 3 y 5). El valor resultante coincide con los niveles de comportamiento de buenas prácticas (5), prácticas aceptadas (3) y malas prácticas (1). Así, en la dimensión cliente-mercado, se fijaron para este estudio, de las empresas de la provincia Holguín, cinco indicadores, por lo que su máximo valor (denominador del IDD) sería de 25 (5 x 5). Para la decisión de qué valor se asigna, se establecieron rangos de prácticas según el comportamiento real de las empresas del territorio. Por ejemplo, para el indicador número de clientes extranjeros de la variable inserción en el mercado internacional, se establece como una buena práctica (5 puntos) si se cuenta con más de cuatro clientes extranjeros; una práctica aceptada (3 puntos) se valora si se dispone de uno a tres clientes extranjeros y 1 punto (mala práctica) si no se cuenta con ningún cliente extranjero. Por supuesto, que pueden cambiar las referencias según sea el territorio analizado o el comportamiento de las empresas, así como las metas que se desean lograr para los indicadores definidos, teniendo en cuenta que el valor máximo de buenas prácticas constituye un referente a alcanzar.
2. Índice de Competitividad Empresarial (ICE), el que se calcula para cada una de las empresas en análisis, con el objetivo de conocer cuál tuvo un mejor desempeño en función de las dimensiones evaluadas y permite hacer las comparaciones entre empresas y consigo mismo.
3. Índice de Competitividad Sectorial (ICS), el que se calcula a cada sector objeto de estudio, con el fin de determinar cuál tiene un mejor desempeño dentro del territorio.
Estos tres índices permitirán la comparación entre cada una de las entidades objeto de análisis en un territorio e incentivará, a la vez, la competitividad entre ellas y la mejora continua en sus indicadores.
Actualmente, la provincia de Holguín cuenta con un total de 132 empresas, 147 unidades presupuestadas y cuatro organizaciones estatales económicas, distribuidas en 25 sectores; de ellos, 11 pertenecientes al sector público y 14 al empresarial. La investigación que se muestra en este artículo se llevó a cabo en el sector empresarial y, específicamente, se tomaron muestras de seis empresas de dos sectores: Construcción e Industria.
Finalmente, se emplearon métodos estadísticos con el diseño de experimentos para la comparación de las empresas, de los dos sectores seleccionados, a partir de la valoración del indicador de desempeño de competitividad empresarial.
Resultados y discusión
En la provincia Holguín, el 40,2% (53 empresas de las 132) cuentan con un sistema empresarial perfeccionado, destacándose las empresas de los sectores de Energía y Minas y el de Recursos Hidráulicos, las que abarcan un 92,9% y 100% respectivamente. Como principales rublos productivos en la provincia, sobresalen la industria niquelífera, la generación de energía eléctrica, el proceso de azúcar de caña y de bebidas alcohólicas, la elaboración de cervezas y refrescos, los derivados de la industria láctea, cárnica y de conservas y vegetales, cigarrillos y tabaco, la fabricación de implementos agrícolas, tubos plásticos de alta densidad y materiales de construcción. Además, se desarrolla la actividad acuícola con resultados satisfactorios en algunas especies.
Para el estudio, se tuvo en cuenta, primeramente, la composición sectorial que tiene la provincia como se muestra en el gráfico 1, con el objetivo de visualizar cuáles son los de mayor representatividad en la dinámica empresarial del territorio, teniendo en cuenta que uno de los índices a calcular sería el de competitividad sectorial. Para ello, se tomó como base la información disponible en la ONEI, excluyendo para este análisis las pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior y las empresas de subordinación local (33), debido, fundamentalmente, a que las mismas tienen una variabilidad extensa en cuanto a su objeto social y es difícil su agrupación, exceptuando a comercio y gastronomía con un número significativo de 15, casi el 50% de las de subordinación local; pero ninguna en perfeccionamiento, lo que constituía el segundo requisito para la selección de las empresas en este estudio, pues se busca igualdad de condiciones en el mismo. De esta forma, para el análisis se seleccionan los sectores de la Construcción y la Industria con seis empresas, tres de cada uno, que cumplen con los requisitos planteados.
El estudio exploratorio se realizó en las empresas siguientes: Cerámica, Materiales, Vértice del sector de la Construcción y Holmeca, KTP, Materia Prima del sector de la Industria, las cuales se monitorearon con los indicadores expuestos en la tabla 1. Se calcularon los índices de desempeño por dimensión empresarial y sectorial, los que se muestran en el gráfico 2.
Con los resultados obtenidos, se observa que existen reservas de competitividad en las empresas analizadas al oscilar el valor del índice de competitividad empresarial entre un valor mínimo de 60,4 (Empresa KTP, de la Industria) y un máximo de 73,18 (Empresa Vértice, de la Construcción). También se obtiene que, como promedio, las empresas de la Construcción tienen un mejor desempeño que las de la Industria, en relación con el índice de competitividad empresarial. Por otra parte, la dimensión de mejores resultados fue la ambiental, con 76,67 de promedio, la cual hubiese obtenido mejor resultado si no incidiera el desempeño de la empresa Materiales (del Sector Construcción), la cual provocó que la media de esta dimensión disminuyera por una contravención realizada. Le sigue con un mejor comportamiento la dimensión social con un valor promedio de 75,38%. La dimensión de menor desempeño fue la económica-financiera, con un índice medio de 58,67%, incidiendo negativamente las empresas KTP y Cerámica, las cuales no cumplieron con las inversiones previstas y su salud financiera no está en óptimas condiciones. De forma general, la empresa con un mejor desempeño fue Vértice, con un índice de competitividad de 73,18%, el cual puede mejorar si ejecutan acciones de mejora en las dimensiones económica-financiera y cliente-mercado. En cuanto a los sectores, aunque no están todas sus empresas y su estudio, se realizó a un pequeño grupo de ellas. Alcanzó un mejor índice de competitividad sectorial la Construcción con un 69,44%, por lo que el sector debe trazar estrategias para que la empresa de Construcción y la de Cerámica mejoren sus resultados de desempeño y así poder mejorar la competitividad del sector en el territorio holguinero.
Para analizar estadísticamente los datos utilizados, se empleó el diseño de experimentos el cual consiste en determinar cuáles pruebas se deben realizar y de qué manera para obtener datos que, al ser analizados estadísticamente, proporcionen evidencias objetivas que permitan responder las interrogantes planteadas (Delgado Fernández, 2020), donde en esta circunstancia es averiguar si los factores Empresas y Dimensiones influyen en la variable de interés Índice de desempeño por dimensiones. A continuación, se muestran la variable respuesta, los factores, el modelo a emplear, las hipótesis planteadas y los resultados.
Variable respuesta: Índice de desempeño por dimensiones
Factores:
A: Empresas (Cerámica; Materiales; Vértice; Holmeca; KTP; Materia Prima) B: Dimensiones (Cliente-Mercado; Económica-Financiera; Medioambiental; Social; Técnica)
Réplicas: Se toma la información de los indicadores de desempeño por dimensiones teniendo en cuenta los resultados del primer y segundo semestres del 2019.
Modelo de dos factores: con seis niveles para el factor A y cinco niveles del Factor B y un total de 30 pruebas como mínimo, por lo que al tomarse la información de dos semestres (dos réplicas) asciende a un total de 60 pruebas o datos.
Modelo matemático: Yijk = µ + Ai + Bj + (AB)ij + eijk
Hipótesis para el factor: Empresas
H0: No hay diferencias entre las empresas Cerámica, Materiales, Vértice, Holmeca, KTP, Materia Prima H1: Hay diferencias entre las empresas Cerámica, Materiales, Vértice, Holmeca, KTP, Materia Prima
Hipótesis para el factor: Dimensiones
H0: No hay diferencias entre las Dimensiones: Cliente-Mercado, Económica-Financiera, Medioambiental, Social, Técnica H1: Hay diferencias entre las Dimensiones: Cliente-Mercado, Económica-Financiera, Medioambiental, Social, Técnica
Hipótesis para el factor: Empresas * Dimensiones
H0: No hay diferencias para la combinación empresas y dimensión H1: Hay diferencias para la combinación empresas y dimensión
Método del Análisis de Varianza
En el experimento, se utiliza la prueba estadística análisis de varianza (ANOVA) y el modelo de dos factores, como se muestra en la tabla 2. La tabla 3 muestra el procesamiento del ANOVA, con los 60 datos procesados con el software estadístico MINITAB.
Factor | Tipo | Niveles | Valores |
---|---|---|---|
Empresas | Fijo | 6 | Cerámica; Materiales; Vértice; Holmeca; KTP; Materia Prima |
Dimensión | Fijo | 5 | Cliente-Mercado; Económica-Financiera; Medioambiental; Social; Técnica. |
Fuente: Elaboración propia
Fuente de variación | Grados de Libertad | Suma de Cuadrados | Cuadrado Medio | F (Estadígrafo Fisher) | P (Valor de probabilidad) |
---|---|---|---|---|---|
Dimensión | 4 | 2643,11 | 660,78 | 8,75 | 0,000 |
Empresa | 5 | 1451,31 | 290,26 | 3,84 | 0,008 |
Dimensión*Empresa | 20 | 3533,89 | 176,69 | 2,34 | 0,017 |
Error | 30 | 2266,20 | 75,54 | ||
Total | 59 | 9894,50 |
Fuente: Elaboración propia haciendo uso del software MINITAB
Análisis e interpretación de los resultados
Del análisis realizado, se puede observar que el valor de P es menor al nivel de significación (α = 0.05) o probabilidad de rechazar H 0, cuando H 0 es cierta en los factores dimensión, empresa y en la interacción de ambas, por lo que se rechazan las tres hipótesis H 0.
Al aceptarse la hipótesis de la interacción H 1, referida a que existe una influencia significativa de las combinaciones empresas y dimensiones, se requiere interpretar el gráfico de combinaciones entre las cinco dimensiones y las seis empresas, objeto de estudio, que se muestra en el gráfico 3.
Como se puede observar, la empresa de mejor desempeño es Vértice, donde prácticamente todas las dimensiones están por encima del 70 de índice de desempeño, exceptuando la dimensión cliente-mercado con un valor de 68; luego le sigue la empresa Materia Prima que tiene mejores resultados que Vértice en algunas dimensiones; pero la dimensión técnica le afecta significativamente y por último la de Materiales de la construcción, donde la dimensión que influye para este resultado es la de cliente-mercado y la medioambiental, que tiene una diferencia significativa entre las tres empresas. Se corrobora con el diseño de experimento que las dimensiones con mejor incidencia en el índice son la social y medioambiental y, de las seis empresas estudiadas, los mejores resultados recaen en dos empresas del sector de la construcción y una del sector de industria, lo cual marca una diferencia entre los mismos.
La evaluación de la competitividad en los diferentes niveles (país, región, sector y empresa), a través de dimensiones e indicadores del desarrollo económico, social, medioambiental, propicia la conexión entre niveles y variables y constituye un instrumento para la gestión orientada al desarrollo sostenible.
El sistema de medición de la competitividad diseñado es flexible, dinámico y multidimensional, permitiendo analizar el comportamiento de las empresas y su comparación consigo mismas para diferentes períodos de tiempo, con otras del mismo sector y entre sectores del mismo territorio, con un enfoque integral del desarrollo orientado a las dimensiones cliente-mercado, gestión económico-financiera, técnica, social y medioambiental.
Mediante este estudio, se pudo comprobar la utilidad del método desarrollado para la medición de la competitividad de las empresas de la provincia de Holguín, al definir las bases informativas para la toma de decisiones y la puesta en marcha de políticas públicas innovadoras a nivel local, conocer los cambios que ocurren en el mercado y su entorno, identificar las mejores prácticas empresariales, aumentar la capacidad de obtener información de los clientes y de las empresas, con una mayor integralidad y capacidad de generalización a otras localidades.
El método del diseño de experimentos con el uso del Análisis de Varianza permitió conocer la incidencia de los factores (dimensiones y sectores) en el índice de desempeño de competitividad y se recomienda que su uso sea sistemático, dada la existencia de la información y la utilidad para la toma de decisiones, para la dirección del territorio y las empresas analizadas.