Introducción
La violencia hacia la mujer se empezó a caracterizar y a documentar hace más de tres décadas como parte de la violencia doméstica o familiar, y se considera un problema psicosocial,1 por lo que fue abordada desde varias disciplinas de las ciencias sociales, sobre todo en el actual contexto originado por la pandemia.2
La violencia hacia la mujer ha sido definida3,4 como el acto violento que ejerce una persona contra la mujer produciendo daño físico, psicológico, social, económico y sexual, que puede ocurrir tanto en el ámbito público como privado. Además, la violencia hacia la mujer representa la violación de sus derechos fundamentales como persona, y está considerada como un problema de salud pública5,6,7 sustentada en las relaciones de poder interpersonales, que el Estado no ha encontrado la manera de controlar, pese a que el sustento legal se encuentra en la Ley N° 30364, ley que previene, sanciona y erradica la violencia contra las mujeres y los otros miembros de la familia.8
En el Perú,9 la forma más habitual de agredir a la mujer es la violencia psicológica (70 %) y la violencia física (32 %), en tal sentido, los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud familiar del Instituto Nacional de Informática señalan que, en el Perú, 66 mujeres de cada 100 (65,9 %) entre las edades de 15 a 49 años alguna vez fueron víctimas de algún tipo de violencia física, psicológica, verbal y sexual por parte de su pareja. De igual manera, según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables a través de los Centros Emergencia Mujer, en los años 2018-2019 (antes del inicio de la pandemia), el 87 % de víctimas de violencia fueron mujeres, en tanto, la edad en la que más casos de violencia se presentaron fue entre los 18 a 59 (68 %).
Asimismo, la violencia por departamentos, Lima capital se ubica en primer lugar con un 32 % de índice de violencia a la mujer, seguido de Arequipa y Cusco, con un 8 %, respectivamente, además de los departamentos de Junín (6 %), Ancash (5 %), Piura (5 %) y La Libertad (4 %). Algunos datos han demostrado que la alta concentración de población en zonas urbanas (caso Lima) también influye en la presencia de violencia a la mujer, que amenaza su vida y bienestar emocional.10,11
En relación con los instrumentos de medición de la violencia hacia la mujer, desde el inicio se han presentado dificultades y desacuerdos en el diseño; no obstante, en la actualidad, se han consensuado construcciones y modelos teóricos que han permitido identificar la severidad del abuso ocasionando a la mujer e identificando los tipos de violencia a las que están expuestas (violencia física como no física).12
Además, la mayoría de las mediciones sobre la violencia a la mujer no consideran la violencia de pareja como violencia de género, sino que lo asocian a conflictos que se presentan en el interior de la familia, tal es el caso de instrumentos como: The conflicto tactic scale,13 o la escala de creencia sobre violencia de género.14
Por otro lado, algunos instrumentos se aproximan más a medir la severidad de la violencia que el propio índice, como: Woman Abuse Screening Tool (WAST) validado,15 y la escala de violencia e índice de severidad.11
Para el caso peruano, lo más relevante se realizó en la adaptación del inventario de maltrato psicológico hacia mujeres,16 el instrumento se centra más en el aspecto psicológico que en las demás dimensiones que forman parte de la violencia, razón de ello se identifica que para el Perú son escasas las herramientas científicas que puedan determinar la medición de la violencia.
Por lo tanto, es necesario establecer una adecuada medición sobre la violencia hacia la mujer para identificar la frecuencia, el abuso y los tipos de violencia que padecen las mujeres. Como hemos visto la mayoría de los instrumentos sobre violencia hacia la mujer no presentan estas características para identificar el índice de violencia, por ello, el objetivo del estudio fue validar el instrumento de índice de violencia hacia la mujer en la ciudad de Arequipa.
Métodos
Estudio instrumental,17 ya que es una investigación encaminada a estudiar las propiedades psicométricas de un instrumento de medición. El levantamiento de la información correspondió a los meses de agosto a octubre del año 2021.
Participaron 1220 mujeres de la ciudad de Arequipa, que mantenían en el momento de evaluación o en el pasado una relación de pareja y convivencia. La selección fue no aleatoria (intencional), la edad media fue de 34 años con una desviación estándar DE = ± 10,33, en un rango de 18 a 70 años. Respecto al grado de instrucción, 1,8 % de mujeres afirmaron no tener escolaridad, 10,4 % instrucción primaria, 45,7 % instrucción secundaria y 42,1 % estudios superiores. El 29,9 % de mujeres eran amas de casa, 41,1 % trabajaban independientemente y 28,9 % trabajaban dependientemente.
El instrumento utilizado fue el índice de abuso hacia la mujer,18 la escala preelaborada se tomó del manual para el abordaje profesional e integral de la violencia contra las mujeres.19) El instrumento evalúa el índice de abuso o violencia que presenta la mujer; por tanto, cuanto mayor sea el puntaje mayor es el perjuicio y peligro, incrementándose el índice de mujeres víctimas de violencia. La escala consta de 30 ítems de respuesta tipo Likert, las puntuaciones se encuentran entre 1 y 5, donde 1 es “nunca” y 5 es “casi todo el tiempo”; la puntuación total de la escala va de 30 (violencia leve) a 150 (violencia grave).
El instrumento se validó a través de la escala preestablecida por la autora Ferreyra.18 Posteriormente, se sometió a un análisis de validez de contenido por 5 jueces expertos en violencia de género o hacia la mujer, la cual obtuvo promedios validos a través de la fórmula de V de Aiken, utilizando el programa Visual Basic.20 Los resultados presentan buenos indicadores, por lo tanto, los ítems del instrumento poseen buena redacción, contenido, congruencia y pertinencia (tabla 1).
Luego, la escala se adaptó al formato Google forms y se aplicó a las participantes vía redes sociales y correos electrónicos, quienes se encargaron de contestar de forma individual el instrumento. Finalmente, la evaluación se respaldó con la participación voluntaria de las mujeres previa información de los objetivos de la investigación, el consentimiento informado y reserva total de la información individual.
Para el análisis psicométrico, se utilizó el análisis factorial exploratorio (AFE) a través del programa estadístico JASP 0.13.1.0. Para ello se empleó el método componentes principales con rotación varimax.21 De manera preliminar, se analizaron los ítems: media, desviación estándar, curtosis, asimetría y correlación ítem-test, para posteriormente modelar la estructura factorial. Se verificó el modelo a través de las medidas de bondad de ajuste. Se ha propuesto utilizar el criterio χ2/df < 2 o χ2/df < 5 como medida de ajuste.22 Para el análisis factorial confirmatorio (AFC), se calcularon las matrices de correlaciones policóricas y como método de estimación se utilizó WLSMV (mínimos cuadrados ponderados robustos). El Índice de Bondad de Ajuste (GFI) y el Índice de Ajuste Comparativo (CFI), en los que los valores superiores a 0,90 indican buen ajuste; el error cuadrático medio de aproximación (RMSEA), los valores de hasta 0,08 indican un ajuste razonable.23 Finalmente, se estimó la fiabilidad utilizando el coeficiente alfa de Cronbach.24
Se obtuvo la aprobación del Comité de Ética de la Universidad Católica San Pablo - Perú (Acta 033.CEPI. UCSP.2022) del proyecto de investigación titulado: Estudio multidimensional de la violencia hacia la mujer en la ciudad de Arequipa, 2022.
Resultados
Los resultados descriptivos indican que existe una distribución de normalidad con valores de asimetría +/-1,5, asimismo, se aplicó el coeficiente multivariante,25 que no superó el valor de 70, como indicador de normalidad, por ello, cuando los valores tienen un tamaño de muestra aceptable (más de 200) y el modelo está especificado, utilizar la estimación por máxima verosimilitud brinda buenos resultados. Además, se observa que las desviaciones estándar de la media son mayores a 1 en los ítems analizados y que la correlación ítem-test es mayor a 0,25, que indica que los ítems están correlacionados. Se analizó la multicolinealidad entre los ítems, con la finalidad de encontrar ítems redundantes (correlaciones inter-ítem mayores a 0,95), no fue encontrado ninguno (tabla 2).
Análisis factorial exploratorio
Los factores convergieron en 25 iteraciones, obteniendo 2 factores que explican el 69,51 % de la varianza. El coeficiente Kaiser-Meyer-Olkin mostró la adecuación de los datos para los análisis KMO = 0,98, que indica una alta adecuación muestral para el análisis factorial. El test de esfericidad de Bartlet, χ2(435) = 36131,848, p < 0,001, indica que las correlaciones entre los ítems fueron lo suficientemente altas para el AFE. En la revisión del contenido de los ítems del Factor 1, se identificó que la mayoría de los ítems están relacionados con características psicológicas y emocionales, por lo que se decide llamarla violencia emocional. En el Factor 2 se incluyeron ítems relacionados con aspectos físicos y sexuales, por lo que se decide llamarla violencia física y sexual. Además, las correlaciones demuestran alta relación entre la escala y sus factores. Por lo tanto, el instrumento queda estructurado con dos dimensiones: dimensión violencia emocional con 22 ítems y dimensión violencia física y sexual con 8 ítems.
Análisis factorial confirmatorio: Validación del modelo con 2 dimensiones
Se aplicó un AFC en la estructura de 2 factores utilizando como estimador WLSMV. Los resultados evidencian un ajuste adecuado. χ2(404) = 2,360; CFI = 0,946; TLI = 0,942, RMSEA = 0,063 [IC90 % 0,061, 0,065]. En la tabla 4 se presentan los índices de bondad de ajuste del modelo.
Nota: GFI = Índice de Bondad de Ajuste, CFI = Índice de ajuste comparativo, TLI = Índice de Tucker Lewis, RMSEA = error cuadrático medio de aproximación, SRMR = raíz del residuo estandarizado medio. *p < 0,001.
En conjunto, se identifica que el modelo tiene un buen ajuste. Las cargas factoriales oscilaron entre 0,349 y 0,752. En la figura 1 se muestra la información del modelo de 2 factores.
Confiabilidad
Para evaluar la consistencia interna del instrumento se llevó a cabo un análisis con una confiabilidad de la prueba total mediante el Alpha de Cronbach de α = 0,981 de los 30 ítems. La confiabilidad por factor demuestra índices similares de α = 0,981 para violencia emocional y α = 0,980 para violencia física y sexual, por lo tanto, el instrumento posee adecuada confiabilidad, ya que se obtuvo un alto valor en la escala general y sus factores, que es un valor considerado excelente.
Discusión
Nos propusimos validar el instrumento de índice de violencia hacia la mujer en la ciudad de Arequipa, los resultados muestran indicadores adecuados de validez de contenido para todos los ítems. El Análisis Factorial Exploratorio (AFE) mostró una solución de dos factores, considerando buena redacción, contenido, congruencia y pertinencia señalado por los jueces.
La mayoría de los instrumentos sobre violencia a la mujer no consideran la violencia de pareja como violencia de género, lo asocian más a conflictos que se presentan al interior de la familia, midiendo aspectos relacionados a identificar los tipos y sobre todo el nivel de severidad de la violencia.11 Existen pocos instrumentos que hacen una medición para establecer el nivel de violencia hacia a la mujer para identificar el índice, el abuso y los tipos de violencia que padecen las mujeres, el instrumento propuesto es una medición adecuada.
En el estudio, los valores descriptivos indican que existe una distribución de normalidad, se aplicó el coeficiente multivariante,24 que no supera el valor de 70 como indicador de normalidad; además el análisis de multicolinealidad indicó que no se encontraron ítems redundantes (no se eliminó ningún ítem).
Según el AFE, el modelo encontrado para el instrumento propuesto es de dos factores, por lo que, de acuerdo con la revisión teórica el contenido de los ítems del factor 1, se ajustan más a la denominación violencia emocional. Y en el otro factor, la denominación es violencia física y sexual. Además, las correlaciones demuestran alta relación entre la escala y sus factores.9
La fiabilidad del instrumento se realizó con la prueba total mediante el Alpha de Cronbach de α = 0,981 de los 30 ítems. Los valores obtenidos demuestran una alta confiabilidad del instrumento.23
Si bien existen otras escalas que miden la violencia,11 se centran en medir la severidad más de la violencia, en el impacto que reciben las mujeres por parte de las parejas; otros instrumentos se preocuparon más por medir solo los aspectos psicológicos, cuando la violencia es un tema integral relacionado a lo social, sexual, económico, etc.15 Por lo tanto, la escala validada en el presente estudio establece una adecuada medición sobre la violencia hacia la mujer para identificar la frecuencia, el abuso y los tipos de violencia que padecen las mujeres en un contexto como el caso peruano.
Finalmente, se presentaron algunas limitaciones en el desarrollo del estudio, la violencia es un tema complejo y sensible, resulta difícil para aquellas mujeres que pasan por esta situación puedan exponerla; además, el contexto de la pandemia limitó la aplicación del instrumento de manera presencial, evidenciándose la negativa de algunas mujeres a responder el cuestionario por decisión personal, por ello, se comprendió a las personas que no quisieron participar, sin embargo, teniendo en consideración estas limitaciones la validación del instrumento presenta buena capacidad de eficacia, utilidad y confiabilidad.
En conclusión, el instrumento índice de violencia hacia la mujer muestra indicadores adecuados de confiabilidad y validez, por lo cual creemos que es una herramienta útil en la medición de la violencia hacia la mujer en contextos peruanos.
Estudios futuros deberían ampliar la muestra a otros contextos dentro del Perú. A la vez, sugerimos realizar estudios que valoren las dimensiones estudiadas con otros parámetros del contexto nacional y según factores personales, sociales y psicológicos.
Aporte científico
El aporte del presente estudio es instrumentalizar una medición adecuada de la violencia hacia la mujer que estime la frecuencia y el tipo de violencia que padece.