Introducción
Antecedentes de la investigación
La investigación se desarrolla en el Centro Docente y Vinculación de la Universidad "Arturo Prat" en Santiago de Chile, en un programa de continuidad de estudios de fin de semana para estudiantes adultos trabajadores, de la carrera de Ingeniería en Administración de Empresas de la Facultad de Ciencias Empresariales.
Los académicos que imparten clases en la carrera son profesionales expertos en distintas áreas de la administración de empresas, economía, finanzas, contabilidad, evaluación de proyectos, microeconomía, gestión de personas, desarrollo de tecnologías, entre otras materias. En su mayoría ocupan cargos operativos y estratégicos en las empresas que trabajan. Están acostumbrados al cumplimiento de objetivos y a la obtención de resultados concretos. Sus actividades diarias transitan de reunión en reunión, buscando la eficiencia en el uso de los recursos.
Como maestros, al interior del salón de clases, enseñan cómo aprendieron en sus carreras de origen. No disponen de estudios del área de la educación, menos de estrategias didácticas, evaluación y temas curriculares. Desarrollan sus clases desde un paradigma tradicional y mecánico, privilegiando la enseñanza sobre el aprendizaje (Montanares y Junod, 2018).
Educar a un estudiante adulto trabajador de un programa de continuidad de estudios, en materias de las ciencias empresariales, como la Administración de Empresas, es una tarea compleja. La dirección de la carrera tiene absoluta claridad sobre la experiencia y competencias disciplinares de cada académico. Sin embargo, aún falta investigación sobre la valoración de las actitudes de los profesores, por parte de los estudiantes, frente al proceso educativo.
Este artículo adopta los lineamientos teóricos de la investigación de López (2014) respecto a las actitudes valoradas en un docente de Educación Superior. El estudio considera que las actitudes son un "constructo psicológico en el que se combinan creencias y emociones y que predisponen al profesorado a responder ante otras personas, objetos e instituciones de una manera positiva o negativa, guiando y orientando su actuación" (p. 260). En este sentido, las actitudes se enmarcan en la relación con diferentes individuos, las cosas, la motivación, el compromiso, el trato hacia otros y la adaptación al cambio.
Constenla et al. (2022), en un estudio comparativo realizado a 828 educandos de diferentes instituciones educativas en Chile, concluyeron que la innovación educativa, representada por el respeto, la disposición, el compromiso y la vocación son actitudes muy valoradas por los estudiantes en relación con sus profesores. Se destaca en esta investigación que las mujeres muestran mayor valoración a las relaciones interpersonales con sus docentes.
En cuanto a las actitudes, desde el punto de vista del modelo educativo adoptado por el profesor universitario, Cateriano et al. (2021) manifiestan que su estudio evidenció una mayor preocupación hacia uno centrado en el aprendizaje, más que orientado a la enseñanza. También destacan que las habilidades de planificación y gestión de la instrucción prevalecen sobre habilidades de interacción y evaluación.
La inclusión es otra perspectiva para abordar la actitud del profesor universitario. Falla et al. (2022) destacan la importancia de contar con académicos comprometidos con la inclusión y el apoyo a estudiantes con necesidades educativas distintas. Su investigación concluyó que las mujeres valoran más que los varones este tipo de actitudes por parte del docente.
Sánchez y Aranda (2022) plantean que las actitudes novedosas de los profesores fomentan la creatividad en sus estudiantes, demostrando interés por las estrategias creativas abordadas en las clases, principalmente hacia metodologías flexibles. También generan grandes expectativas e ilusión en estos, al verificar que están obteniendo resultados de alto nivel frente a distintas actividades propuestas por sus académicos.
Las actitudes andragógicas son otra vertiente del asunto. Viteri (2022) enfatiza que la horizontalidad entre profesores y estudiantes, sumado a la participación de estos en distintas actividades, beneficia la perspectiva subjetiva de los mismos, quienes valoran aún más el trabajo del académico. No es viable continuar enseñando a universitarios bajo la mirada de la pedagogía.
El objetivo del estudio es explorar las actitudes que valoran los estudiantes adultos trabajadores de la carrera de Ingeniería en Administración de Empresas en sus profesores, durante el programa académico del año 2022.
Materiales y métodos
La investigación se abordó bajo un enfoque cualitativo y se sustentó en un paradigma interpretativo. El objeto de estudio fue de carácter exploratorio, con una perspectiva de caso. La investigación se basó en un diseño fenomenológico.
La muestra de estudio, equivalente a 100 estudiantes hombres y mujeres, se generó mediante un muestreo por conveniencia de los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Administración de Empresas del Centro Docente y Vinculación de la Universidad "Arturo Prat", en Santiago de Chile. Los datos fueron obtenidos mediante una entrevista no estructurada enviada a los alumnos, a través de Google Forms. El análisis de la información es de carácter interpretativo y se procesó mediante tablas de doble entrada y cálculos matemáticos básicos.
Se consideraron como criterios de inclusión palabras claves extraídas del Tesauro de la Unesco. Como criterios de exclusión los profesores considerados para el estudio fueron aquellos que dictaron clases durante el año 2022. La investigación no consideró estudiantes egresados o titulados de la carrera Ingeniería en Administración de Empresas.
La investigación presentó limitaciones en cuanto a la negación de estudiantes a apoyar una investigación que no se enmarca en su programa normal de estudios y fuera del horario de clases. Otro de los inconvenientes que manifestaron los estudiantes fue en relación con el anonimato de las respuestas de la entrevista. Según manifestaron, no deseaban tener problemas de ningún tipo con los futuros académicos de la carrera. Una tercera dificultad que se presentó fue el grado de complicación que tuvieron determinados estudiantes en responder el cuestionario vía Google Forms. Algunos señalaron no estar familiarizados con ciertas plataformas tecnológicas y otros no contaban con un computador o notebook.
Resultados
La tabla 1 presenta, en orden descendente y según sexo, las actitudes valoradas por los estudiantes respecto a los docentes.
Discusión
Los hallazgos encontrados, en relación con la primera actitud más valorada, la ponderan con un 99 %. Los estudiantes adultos trabajadores son personas que han estado alejados por mucho tiempo de un sistema formal de estudios y han perdido la práctica de lo que implica trabajar y participar de procesos académicos en conjunto con otros seres humanos. El académico, a través de la aplicación de actividades que impliquen el debate, foros, talleres y mesas redondas colabora para que se desarrolle un trabajo en equipo y en forma participativa. Los estudiantes valoran esta actitud en sus profesores, pues ven reforzada la interrelación con otros y aprenden a la vez de aquellos que tienen mejores competencias (González et al., 2021).
El estudio de Rodríguez et al. (2021) está en línea con esta investigación, pues plantea que trabajar en forma colaborativa es lo más valorado por parte de los estudiantes universitarios, dándose la mayor relación cuando se trabaja en la resolución de problemas e investigaciones.
Correa (2022) plantea una línea interesante cuando señala en su investigación que, a medida que los estudiantes avanzan en edad, presentan mayor motivación hacia el trabajo colaborativo, destacándose una mayor participación en los varones que las mujeres. Este punto difiere con lo obtenido en los resultados de este estudio, pues el 52 % de las mujeres valoran más la actitud de un profesor en cuanto a la creación de un clima de trabajo y participación, versus los varones que ponderan un 47 %.
Respecto a la segunda actitud valorada, la cual hace mención hacia el interés por el proceso de aprendizaje, representa un 90 %. Producto del avance de la edad, el cansancio acumulado y la pérdida de práctica en temas académicos, los estudiantes comienzan a perder atención y foco al momento que el profesor dicta su cátedra. Estos últimos deben hacer un gran esfuerzo para mantener la motivación y el ánimo frente al aprendizaje de una asignatura. El temple y actitud del docente, su experiencia y el uso de múltiples recursos aplicados, colaboran para que el estudiante se interese por los temas a tratar.
La investigación de los autores Arias et al. (2018) reafirma que un estudiante universitario valora que, un docente del siglo XXI promueva el pensamiento creativo en sus estudiantes, combinando en todo momento la práctica con la teoría entregada en el aula. Este comportamiento se refuerza aún más con un estudio realizado por el autor Izarra (2019), respecto a las actitudes apreciadas en docentes de posgrado en educación. Se plantea la importancia del aprendizaje significativo, toda vez que un contenido sea enseñado y aplicado directamente a la realidad del estudiante por medio de un ejemplo práctico.
Por su parte, la tercera actitud, valorada con un 80 % se relaciona con el interés por la asignatura por parte del docente. Es sabido que los estudiantes adultos trabajadores tienen muchas responsabilidades familiares y laborales, pero disponen de muy poco tiempo asignado a sus temas académicos. En este sentido, valoran por parte del docente la claridad en la entrega de contenidos y que en lo posible utilicen estrategias didácticas apropiadas a un contexto andragógico que promuevan la organización de la información, la comprensión, el trabajo colaborativo y aquellas que contribuyan al desarrollo de competencias como la simulación, proyectos, aprendizaje basado en problemas y webquest, entre otras.
Un experimento realizado por Alonso (2019) concluyó que, en consideración a las cualidades profesionales de un profesor, lo que más valoran los estudiantes es la metodología de enseñanza y la utilización de estrategias en el trabajo y aprendizaje. Las características de las explicaciones, el uso de materiales, recursos apropiados y evaluaciones a los resultados esperados aparecen también como las actitudes valoradas.
Sin embargo, bajo el 80 % aparece una serie de actitudes valoradas como: el respeto hacia el estudiante, actitud receptiva y promoción de una comunicación fluida y espontánea. Estos aspectos son interesantes de discutir, pues el grupo de estudiantes, considerado como unidad de análisis, son adultos. El hecho de ser un adulto, independiente de la edad y sexo, implica ser tratado como tal en cualquier contexto. Atender a sus diferencias físicas, cognitivas, sociales, emocionales, experienciales de orden personal y laboral debe ser considerado al momento de planificar el proceso educativo. En un escenario andragógico es importante la horizontalidad entre docente y estudiante, más que la verticalidad tipo director de orquesta característica de paradigmas obsoletos y tradicionales de enseñanza del siglo pasado.
Un estudio realizado por Martín (2019) señala que el perfil de un buen docente universitario, entre otras características, debe estar orientado a ser un buen comunicador con capacidad de escucha y empatía. A su vez, Duarte (2020) concluye en su trabajo investigativo que un adulto es un ser que ya evolucionó, a diferencia de un niño que está en proceso de evolución. Por tal razón, sus motivaciones e incentivos humanos deben ser cubiertas bajo el alero de una metodología andragógica y no desde una mirada pedagógica. En rigor, un adulto es un individuo que tomó la decisión de aprender para así evolucionar y alcanzar el rango de un ser integral.
El proyecto permitió generar algunas líneas de interés:
Actitudes docentes que facilitan el aprendizaje de estudiantes adultos trabajadores de la Universidad "Arturo Prat".
Actitudes docentes que no facilitan el aprendizaje de estudiantes adultos trabajadores de la Universidad "Arturo Prat".
Las actitudes docentes y su relación con la deserción de los estudiantes adultos trabajadores de la Universidad "Arturo Prat".
A modo de conclusión, los estudiantes adultos trabajadores de la carrera Ingeniería en Administración de Empresas, de un plan de continuidad de estudios, manifestaron cuáles fueron aquellas actitudes valoradas respecto a sus profesores, destacando entre ellas un buen clima de trabajo, apoyo al estudiante en su proceso educativo e interés por la asignatura por parte del docente.
Los resultados son una muestra de que las actitudes pueden ser valoradas desde distintos puntos de vistas, desde la inclusión, innovación, ética, andragogía y la diversidad, entre otras. Se sugiere en el futuro realizar otros estudios con el fin de profundizar nuevas aristas que pudieran ser valoradas por los estudiantes, respecto al trabajo del docente al interior del aula.
La literatura existente evidenció que el tema de las actitudes del profesor y su valoración por parte del estudiante ha sido muy investigado en formatos de carreras de pregrado tradicional, no así en estudiantes adultos trabajadores de planes de continuidad de estudios. Se recomienda realizar más investigación con este tipo de alumnos.
Es relevante que los académicos de la Universidad tengan formación en el área educativa, pero no solo desde la mirada objetiva que implique cumplir con la planificación del programa a través del currículum, la didáctica o la construcción de un instrumento para evaluar un resultado de aprendizaje. Por el contrario, lo subjetivo también adquiere relevancia como constructo sicológico. Escuchar al estudiante con respeto, empatizar con su realidad, comunicarse correctamente y tratarlo como un adulto y con horizontalidad, son actitudes muy valoradas por los estudiantes adultos trabajadores que formaron parte de esta investigación, pues permiten que estos alcancen un mejor desarrollo desde una perspectiva académica y humana.