Introducción
Los planes de estudio son herramienta de trabajo de profesores y alumnos para sistematizar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Deben favorecer el desarrollo de capacidades que le permitan al estudiante, una vez egresado, aplicando evidencias científicas, desempeñarse en el ámbito profesional de acuerdo a las necesidades de salud poblacional.1 A su vez, las estrategias didácticas permiten el desarrollo en forma y pertinencia de actividades y recursos para el logro de la enseñanza-aprendizaje de los estudiantes.2
Los profesores universitarios deben garantizar los procesos de mejora continua de los programas de estudio que surgen de la autoevaluación y de compromisos de perfeccionamiento que son activados por el desempeño de ejercicios afines y que motivados por el influjo mundial impulsan modelos pedagógicos de avanzada, que estimulan al aprendizaje de forma integrada.
En cuanto a la caries dental, ha cambiado el enfoque de su tratamiento hacia la mínima intervención. La mínima intervención en cariología (MIC) se adhiere a una filosofía de cuidados estomatológicos que requiere el desarrollo de capacidades para realizar diagnósticos tempranos y tratar enfermedades de manera oportuna a través de acciones preventivas y terapéuticas. Estas técnicas y procedimientos favorecen la remineralización de las lesiones sin cavitación, la mínima invasión de las lesiones con cavitación y la reparación de las restauraciones defectuosas, encaminado a evitar el avance de la caries dental, su detección temprana y a la preservación de la estructura dental.3
Estas capacidades han sido incluidas en la mayoría de los planes de estudios de universidades de América, Europa y Asia,(3, 4, 5, 6) y se emplean estrategias didácticas para su ejercicio. No obstante, hasta el momento de realizada esta investigación [2020], no existen investigaciones científicas de experiencias cubanas al respecto,7 por lo que se necesitaría contar con un instrumento (formulario) que haga posible la medición de las capacidades cognitivo-prácticas para el tratamiento de mínima intervención de caries dental en la carrera de Estomatología.
Un formulario es un método de recopilación de datos comúnmente empleado y una parte fundamental de los procesos de investigación científica. Diseñar y validar un cuestionario es una tarea de cierta complejidad.8
La validez de contenido es un factor crucial en el desarrollo de instrumentos, ya que aborda si sus elementos miden adecuadamente un dominio de contenido deseado. Diversos estudios describen la validación de contenido como una evaluación rigurosa que consta de dos etapas (desarrollo y cuantificación de juicio), la que es fundamental para prácticamente todos los instrumentos.(9, 10) Según Grant y Davis,9 (quienes a su vez referencian a Carmines y Zeller, 1979; De Vellis, 1991; Gable y Wolf, 1993; Nunnally y Bernstein, 1994; Williamson, 1981) la etapa de desarrollo de la validación del contenido consiste en la identificación del dominio, la generación de ítems y la construcción de instrumentos. Por otro lado, la validación facial, permite la apreciación general de los formularios.(8, 9)
Atendiendo a lo anteriormente expuesto, el objetivo de la investigación fue diseñar y validar un instrumento para la medición de la correspondencia del plan de estudios y de la estrategia didáctica con las capacidades cognitivo-prácticas necesarias para el tratamiento de mínima intervención de la caries dental en la carrera de Estomatología.
Métodos
Se realizó un estudio de desarrollo tecnológico, durante el periodo junio-noviembre de 2020.
Luego de la formulación del problema y objetivos de la investigación, se realizó una búsqueda documental de formularios para este fin en bases de datos de PubMed, SciELO y Google Académico, en el mes de junio de 2020. Los términos de búsqueda empleados fueron: study plan, didactic, strategy, cognitive, practice, dentistry, sus homólogos en español (plan de estudio, didáctica, estrategia, cognitivo, práctica, estomatología/odontología) y combinaciones entre ellos por medio de operadores booleanos. Al no encontrarse ninguno disponible en las redes y universidades involucradas en la pesquisa, se elaboró un formulario inicial, para el que se tuvo en cuenta las conceptualizaciones asumidas y su marco teórico, conjuntamente con el fin perseguido.
El formulario inicial sobre las capacidades cognitivo-prácticas del tratamiento de mínima intervención de caries dental contenía inicialmente 2 dimensiones [Plan de Estudios (PE) y Estrategia Didáctica(ED)], con 14 y 5 ítems, respectivamente.
La primera dimensión estaba conformada por preguntas que aportarían la correspondencia entre el plan de estudios y las capacidades cognitivo-prácticas necesarias para el tratamiento de mínima intervención de la caries dental (TMIC) en la carrera de Estomatología. La segunda dimensión se estableció para medir la correspondencia entre estrategia didáctica y las capacidades cognitivo-prácticas necesarias para el TMIC, en la carrera de Estomatología.
Se realizó un muestreo intencional de representantes docentes de carreras de Estomatología con categoría docente superior y de centros docentes de las provincias de La Habana, Mayabeque, Pinar del Río, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Camagüey, Las Tunas, Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba. Fueron seleccionados 28 expertos que cumplían con los criterios de inclusión y que dieron su consentimiento de participación.
Se consideraron para participar como expertos a quienes demostraran:
tiempo en la docencia superior a los 15 años,
conocimiento del plan de estudios y la estrategia docente,
impartir alguna de las asignaturas de la disciplina integradora,
tener categoría docente de profesor auxiliar o titular (categorías en las cuales tuvo que demostrar un dominio en cuanto a la evaluación de programas de estudio),11 y
no tener ningún conflicto de intereses con la investigación.
A través de formularios autogestionados, los expertos ofrecieron sus opiniones respecto a la claridad, coherencia, precisión, relevancia y presentación del instrumento mencionado.
De los 28 expertos a los que se les envío la convocatoria de participar en el estudio respondieron 15, quienes conformaron la muestra de la investigación.
Se realizaron valoraciones de cada ítem con respecto a la dimensión de procedencia perteneciente a la variable capacidades cognitivo-prácticas para el TMIC.
Validación de contenido
Los aspectos y criterios a tener en cuenta para medir cada ítem fueron:
Coherencia: relación lógica (directa) entre ítem y la dimensión o indicador que se mide.
Claridad: los ítems son comprensibles y bien redactados para registrar e interpretar la información.
Precisión: dispersión del conjunto de valores obtenidos de mediciones repetidas de una magnitud.
Cada uno con respuesta única a Sí (si lo cumple), Poco (si lo cumple moderadamente) o Nada (si no lo cumple)
La relevancia se evaluó como:
Esencial: muy importante para medir lo que se pretendía
Moderada: útil, pero de importancia media.
No esencial: no importante.
Los resultados de la validación por los expertos para cada ítem, y de manera global, fueron registrados de acuerdo a los criterios antes expuestos para ambos formularios y tamizados en una base de datos de IBM SPSS® 24 para Windows, con la cual se calculó el número de coincidencias. El consenso de los expertos en la valoración sí de cada criterio, en las categorías sí lo cumple y en esencial, se calculó con la razón de validez de contenido (Content Validity Ratio, CVR’) definida por el método directo de Tristán (modificación de Lawshe):12
Donde:
CVR’: razón de validez de contenido
ne: número de expertos que están de acuerdo en las categorías anteriormente mencionadas
N: número total de expertos.
Esta razón debió ser superior al 50 % de esta categoría y el mínimo aceptable para CVR’ ≥ 0,5823 para ser considerada válida.
Para medir el índice de validación de contenido (CVI’) se realizó la sumatoria de los CVR’ individuales de cada uno de los ítems y esta cifra se dividió entre el número total de ítems (CVI’ del global), luego se sumaron los CVR’ individuales de cada uno de los ítems aceptables y esta cifra se dividió entre el número de ítems aceptables (CVI’ de los ítems aceptables). El mínimo para considerar un ítem como aceptable debió ser de valores de CVI’ ≥ 0,5823.
Los ítems se reestructuraron y se reformularon de acuerdo a las recomendaciones de los expertos.
Se replanteó el formulario inicial y se reenvió a los expertos que hicieron planteamientos al respecto para que valoraran en qué medida consideraban adecuado el formulario replanteado de acuerdo a las recomendaciones recibidas. Los criterios fueron de mucho, poco y nada.
Validación de presentación (facial)
Se realizó una validación de apreciación subjetiva de los expertos ante la revisión general del instrumento, sin puntualizar calidad del enfoque o del contenido. Se obtuvo por cuestionarios de escalas de apreciación. Se solicitaron criterios del diseño general, tales como estructura, la cantidad de preguntas a responder y contenido general del formulario. Los criterios fueron evaluados según fueran Adecuados/Dudosos/No adecuados, en caso de que eligieran alguna de las dos últimas posibilidades, se solicitó recomendaciones.
El proceso de validación de la presentación del formulario se realizó con 13 participantes en una reunión de 23 profesores de asignaturas de la disciplina integradora. El resto de los profesores que no participaron fue porque no estuvieron de acuerdo en realizar el ejercicio o no eran profesores propios de las asignaturas de la disciplina integradora.
De esta manera el formulario final quedó conformado como se presenta en el anexo 1.
Aspectos éticos
Los expertos que participaron al enviar sus criterios sobre el instrumento y devolver la documentación del ejercicio, aceptaron tácitamente su participación.
Esta investigación contó con la aprobación del Comité de Ética de CITMA-Cuba, pues forma parte de un proyecto de investigación doctoral aprobada por dicha institución.
Resultados
Valoración del contenido del formulario inicial
La totalidad de los ítems obtuvieron un CVR superior a 0,5823 en los 4 criterios medidos, lo que demostró su validez para medir cada dimensión. Debido a esto, los CVI global y de los ítems aceptables tuvieron cifras coincidentes. La claridad del instrumento mostró validez de 0,90. (Tabla 1)
La coherencia obtuvo un CVI de 0,93 y mostró valores de entre 0,80 y 1 en los ítems de manera independiente (Tabla 2).
La precisión del formulario resultó en un CVI de 0,92. Los valores más bajo y más alto fueron 0,80 y 1,00, respectivamente (Tabla 3).
La relevancia fue el aspecto de mayor puntaje del CVI global. Se consideró aceptable con un valor de 0,94 (Tabla 4).
En el proceso de validación de contenido 5 expertos realizaron recomendaciones que llevaron a mejorar la redacción de las preguntas y propusieron desglosar el ítem 17 y 18 (dimensión estrategia didáctica), cada uno en dos preguntas, dando lugar a dos ítems más aumentando a 7 para un total de 21 ítems.
El formulario replanteado fue evaluado de adecuado en la categoría de Mucho, por el 100 % de los expertos consultados.
Se obtuvo el 100 % de aprobación en cuanto a diseño general del formulario.
Discusión
Una de las limitaciones de este estudio fue el hecho de que no todos los expertos seleccionados para participar dieron una respuesta ante la convocatoria, aunque existe la tendencia a que este tipo de ejercicios se debe realizar con un número entre 3 y 20 participantes.9 El presente estudio se asemeja a esta cifra con un número impar de expertos que se acerca al número máximo propuesto. A pesar de no haber tenido un referente anterior de un formulario que sirviera para los fines propuestos y que facilitara el ajuste y la validación para el contexto cubano, se logró un cuestionario que pudiera ser aplicado para evaluar las capacidades cognitivo-prácticas necesarias para el tratamiento de la mínima intervención en cariología de programas de estudio foráneos.
Flores13 empleó para la validación de sus cuestionarios 18 expertos y Goel y otros14 emplearon a 20 estudiantes, cifras muy similares a la del número de expertos que respondieron a la realización del ejercicio de validación en nuestro estudio.
Según Caparó,15 los ítems son una unidad esencial que permite la evaluación de aspectos que pueden considerarse esenciales en los procesos de investigación, por lo que su representatividad, relevancia, diversidad, claridad, sencillez y comprensibilidad son esenciales para evitar sesgos en la recolección de datos. Por otro lado, Boparai y otros,8Espina y otros16 dan una gran importancia a la relevancia que debe tener un cuestionario al ser validado. Por todas estas afirmaciones, la presente investigación tuvo una medición individual de cada ítem, para lo que se tuvo en cuenta todos los aspectos antes mencionados.
Casey y otros10 realizaron la validación de un cuestionario autogestionado en pediatría. Para la validación preliminar de un cuestionario para ser empleado en oncología del pulmón, realizado por Charalambous y Molassiotis,17 también emplearon una metodología similar al de este estudio. García y otros11 recientemente validaron un instrumento para medir las actitudes hacia la expresión corporal. Todos emplearon el CVI y CVR como herramienta para validar los ítems, del mismo modo que metodológicamente se realizó en la presente investigación.
En el estudio resultó diseñado y validado un instrumento para la medición de la correspondencia del plan de estudios y de la estrategia didáctica con las capacidades cognitivo-prácticas necesarias para el tratamiento de mínima intervención de la caries dental (TMIC) en la carrera de Estomatología. Al resultar válido en contenido y presentación su aplicación permitirá analizar el grado en que el instrumento se ajusta a diferentes contextos.