Introducción
Las iniciativas agroecológicas pretenden transformar los sistemas de producción a partir de la transición de los sistemas alimentarios, basados en el uso de combustibles fósiles y dirigidos a la producción de cultivos de agroexportación y biocombustibles, hacia un paradigma alternativo que promueve la agricultura local y la producción nacional de alimentos por campesinos y familias rurales (Altieri y Toledo, 2011).
Rojas-García et al. (2014) señalan que la línea base (LB) en un sistema productivo agrícola es el marco de referencia cualitativo y cuantitativo para analizar el impacto y los cambios producidos, como resultado de la intervención en dicho sistema.
La LB constituye el valor inicial de los indicadores medidos. Se entiende como el estudio de la situación actual de los actores (contrapartes y familias beneficiarias) para que el sistema de evaluación, cuyo primer elemento es la LB, pueda evidenciar los cambios esperados del proceso de transformación de un proyecto (Vallejos, 2012).
La Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey (EEPFIH) tiene experiencia en la implementación de proyectos de desarrollo financiados por la colaboración internacional. Con ellos se ha validado el uso de las fuentes energéticas renovables, la utilización de abono verde, la formulación, la siembra, el establecimiento y el manejo de plantas arbóreas, así como el empleo de los microorganismos eficientes, entre otras tecnologías. Todas tienen como propósito realizar transformaciones en las fincas y los territorios, de modo que puedan hacerlos más resilientes al cambio climático.
En este sentido, en el 2018, se aprobó el proyecto Estrategia para desarrollar fincas agroenergéticas diversificadas en el contexto de una agricultura familiar sostenible en áreas de la cuenca hidrográfica Roque San Mateo, en Matanzas. Su financiamiento está a cargo del Programa de Pequeñas Donaciones del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Con este proyecto, se pretende la generación de una estrategia para desarrollar fincas familiares agroenergéticas mediante el desarrollo de capacidades en los actores, de modo que les permitan comprender la factibilidad económica, social y ambiental de la utilización de prácticas agroecológicas.
Se necesita la línea base de las fincas involucradas para monitorear su avance con la implementación de las prácticas que el proyecto promueve. Desde esta perspectiva, el objetivo del trabajo fue caracterizar la situación agroproductiva de 10 fincas, pertenecientes a tres entidades agropecuarias de los municipios Perico y Jovellanos, en la provincia Matanzas.
Materiales y Métodos
Muestra. Se trabajó con 10 fincas, pertenecientes a las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) “Julio A. Mella”, “Mario Muñoz” y “Leonel Fraguela”, en Matanzas (tabla 1). Estas fincas participan en la implementación del proyecto Estrategia para desarrollar fincas agroenergéticas diversificadas en el contexto de una agricultura familiar sostenible en áreas de la cuenca hidrográfica Roque San Mateo en Matanzas, financiado por el Programa de Pequeñas Donaciones del PNUD. Los productores se identificaron con números para respetar el anonimato.
Recolección de la información . Se realizó mediante intercambios con los propietarios de las fincas y sus familias. En estos encuentros se aplicaron técnicas participativas de trabajo en grupo, la observación participante y entrevistas grupales e informativas.
Diagnóstico y caracterización del sistema productivo. Para la información relacionada con estos aspectos y la caracterización de las fincas, se aplicó una encuesta y se entrevistaron a 10 productores. Además, se registraron los ingresos al cierre de 2018.
Se estimó la composición florística del pastizal por el método de los pasos, descrito por EEPFIH (1980). Este método consiste en caminar por las diagonales en cada cuartón. Cada tres pasos, que coinciden con la punta del zapato, el observador clasificará la especie de pasto.
Para su análisis, los indicadores cualitativos de la encuesta se transformaron en variables numéricas (tabla 2).
Análisis estadístico. Se utilizó el análisis de componentes principales (ACP), que permitió determinar la variabilidad, explicada por todas las variables que se consideraron y sus relaciones. Para identificar las componentes que explicaron la mayor variación, se seleccionaron aquellas que tuvieron valor propio superior a uno. Para identificar las variables que más influyeron en la variabilidad extraída por cada componente, se tuvo en cuenta que los factores de suma o preponderancia alcanzaran valor superior a 0,60. Para agrupar los productores y seleccionar aquellas fincas que tuviesen características semejantes más prominentes, se aplicó el análisis de conglomerados a partir de los resultados obtenidos en el ACP. Como criterio de agrupación, se utilizó la distancia euclidiana y el método de Ward, como forma de agregación jerárquica ascendente (Torres et al., 2008). La línea de corte para la formación de los grupos se basó en el criterio del investigador. Como paquete estadístico se usó el SPSS®, versión 15.
Resultados y Discusión
Al realizar el ACP (tabla 3), se constató la existencia de alta variabilidad acumulada en las primeras tres componentes, sobre la base de las variables incluidas en el estudio. En lo que respecta a la varianza en las componentes principales (CP), la CP1 alcanzó valor de 38,3 %, y la CP2 de 24,7. Las variables que más influyeron en la varianza extraída en la CP1 fueron el objeto social (0,705), el área total (0,802), el área de pastos (0,774), la composición florística y la carga (0,693). En la CP2 intervinieron más la cantidad de prácticas agrícolas, la presencia de cultivos agrícolas y el número de los cultivos presentes en la finca. En la CP3, los mayores valores fueron para la cantidad de especies de animales (0,609) y la varianza fue de 10,6 %.
Los resultados descritos con anterioridad permiten considerar que hubo mayor diferenciación entre las fincas, en función de las variables presentes en la CP1-CP2, y fue mucho menor para las variables de la CP3.
El análisis permitió la caracterización de las fincas que se diferencian en cuanto al objeto social y cantidad de área total, así como la superficie de pasto y la carga. En la mayoría, predominó el complejo pitilla-jiribilla [Dichanthium caricosum (L.) A. Camus-Dichanthium annulatum (Forssk.) Stapf]. Las gramíneas naturales representaron 80 % de la composición florística del pastizal, y las leguminosas 5 %, aproximadamente.
Mediante el análisis de conglomerado sobre la base de los resultados del ACP, se identificaron tres grupos diferentes. En la tabla 4 se muestra la tipificación de los productores por grupos y su identificación. En el grupo I se hallaron la mayor cantidad de productores (siete); mientras que en el II y III, solo dos y uno, respectivamente.
Los productores del grupo I, se caracterizaron, en su mayoría, por no tener cultivos agrícolas. El objeto social que predominó fue la ganadería. Sin embargo, lo que tenían en común es que no utilizaban prácticas agroecológicas en las fincas [sistemas silvopastoriles (SSP), microorganismos con cepas nativas, fuentes renovables de energía, producción de compost, entre otros]. Estos productores fueron los que alcanzaron los menores ingresos (tabla 4).
Los SSP pueden aportar alimentos de alto valor nutritivo para el ganado y lograr así la sostenibilidad del sistema, propiciando la recirculación de los nutrientes, la protección y el mantenimiento del medio ambiente, así como la mejora de los ingresos de la finca (Congo-Yépez et al., 2018). A su vez, la biodiversidad del ecosistema es mayor y propicia el hábitat de muchas especies de aves. La siembra de árboles ofrece ventajas ambientales que permiten establecer agroecosistemas productivos, sostenibles y amigables con el entorno (Olivares-Pérez et al., 2018).
En el grupo II se agruparon dos productores (5 y 6), que se caracterizaron por tener fincas de 47,0 y 33,6 ha de área total y de pastos, respectivamente. No utilizan prácticas agroecológicas, pero tienen ingresos promedio de 677 339,70, superiores al grupo I.
El grupo III está conformado por un solo productor, que tiene la finca diversificada. Utiliza fuentes de energía renovables (molino a viento), emplea un biodigestor de cúpula fija para el procesamiento de las excretas porcinas y tiene ingresos superiores al millón de pesos (tabla 5).
Se concluye que el productor del grupo III fue el que mostró mejor comportamiento para los indicadores evaluados. Este productor tuvo los mayores valores en las variables uso de prácticas agroecológicas e ingresos de la finca. Los del grupo I se caracterizaron por dedicarse principalmente a la ganadería. No todas las fincas utilizan la agroecología en su sistema.