Introducción
La palabra glaucoma existe desde la antigüedad y se mantiene hasta hoy día. Son varios los científicos que han hecho referencia a esta enfermedad y la describen como incurable, pues en la mayoría de los pacientes solo se puede lograr el control de la presión intraocular para evitar los daños permanentes en el nervio óptico.1,2
Se define el glaucoma como una neuropatía óptica crónica, caracterizada por el aumento mantenido de la presión intraocular y el daño en las fibras nerviosas, lo cual trae como consecuencia la pérdida del campo visual. Existen varios tipos, pero el más frecuente es el glaucoma primario de ángulo abierto, que representa dos tercios de todos los casos y un problema de salud pública en el mundo, ya que los síntomas aparecen en estadios muy avanzados de la enfermedad, lo que puede causar ceguera y afectación anatómica irreversible.3,4
De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, existen aproximadamente 79,6 millones de personas ciegas en el planeta a causa de esta enfermedad; cifra que se incrementará en 1 a 2 millones cada año, por lo que se espera que para el 2040 el número de afectados en las edades de 40 a 80 años alcance 11,8 millones.
Entre los factores de riesgo relacionados con el glaucoma se encuentran la edad, con una incidencia de 1,5 % en la población general y un aumento progresivo en mayores de 40 años, así como el color de la piel, pues las personas de piel diferente de la blanca tienen un riesgo 4 veces mayor de padecerlo.5,6,7
Hoy día el glaucoma continúa siendo una enfermedad devastadora, clasificada entre las causas principales de baja visión y pérdida visual, a pesar de los adelantos científicos en cuanto a tratamiento médico y quirúrgico. Al respecto, 39,4 % de los casos de ceguera en Cuba son atribuidos a dicha enfermedad.8,9
En relación con el último enunciado, en Santiago de Cuba el número de pacientes con diagnóstico de enfermedades oculares, sobre todo el glaucoma, se ha incrementado en los últimos años, lo cual tiene un impacto directo en la calidad de vida de las personas y supone un aumento exponencial anual por concepto de salud visual, que al prevenirse o estadificarse se puede contener, lo cual sirvió de motivación a los autores para realizar la presente investigación con el objetivo de caracterizar a pacientes con glaucoma crónico simple según variables epidemiológicas y clínicas.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal de 96 pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto, quienes fueron atendidos en la consulta de oftalmología del Policlínico Docente Alberto Fernández Montes de Oca del municipio de San Luis, en la provincia de Santiago de Cuba, durante el semestre de enero-julio del 2019.
A tales efectos, se consideraron determinados criterios de inclusión (diagnóstico previo de glaucoma primario de ángulo abierto) y de exclusión (presencia de otras afecciones oculares que disminuyeran la agudeza visual u otras enfermedades que impidieran realizar un examen adecuado del fondo de ojo).
Los datos se obtuvieron de las historias clínicas y entre las variables analizadas figuraron: edad, sexo, color de la piel, factores de riesgo, antecedentes personales generales y oculares, agudeza visual mejor corregida, tiempo de evolución, tratamiento y daño campimétrico; este último definido como leve (alteraciones entre 20 y 15° centrales), moderado (inferiores a 15 y hasta 10°) y grave (menos de 10°).
Se confeccionó una planilla para la recolección de los datos, que se obtuvieron de las historias clínicas y del examen oftalmológico efectuado a cada paciente, y luego fueron procesados estadísticamente mediante Microsoft Excel. Durante la investigación no se puso en peligro la visión ni la vida de los pacientes. En todo momento se respetó la integridad de estos y su autodeterminación.
Resultados
La tabla 1 muestra que el glaucoma primario de ángulo abierto predominó en el sexo masculino (56,2 %), en el grupo etario de 60 a 69 años (25 %) y en los pacientes de piel negra (42,8 %).
En la serie prevalecieron la hipertensión arterial (tabla 2) en 34 pacientes (35,4 %) y la ocular en 52 (54,2 %).
En la tabla 3 se refleja la primacía de la agudeza visual entre 1,0-0,6 (46,3 %) y de la relación copa-disco de 06-07 (43,2 %).
El defecto del campo visual predominante (tabla 4) fue el moderado (46,4 %), así como la relación copa-disco de 0,6-0,7 (43,2 %).
Por otra parte, en la mayoría de los pacientes el tiempo de evolución fue de más de 5 años (60,4 %) y 67,7 % llevaba tratamiento médico (tabla 5).
Discusión
Entre las primeras causas de ceguera en el mundo se encuentra el glaucoma, solo precedida por la catarata. Como ya se explicó, el curso asintomático de la enfermedad hasta los estadios avanzados, las características demográficas de la población cubana y la alta prevalencia de factores de riesgo son situaciones que propenden al diagnóstico tardío.
Cabe señalar que entre 2-4 % de la población mayor de 40 años padece glaucoma crónico simple, cuya incidencia aumenta a medida que avanza la edad, sobre todo después de los 80 años, lo que justifica que muchos autores consideren el envejecimiento como un factor de importante de riesgo. En ese mismo sentido, los resultados de esta investigación coinciden con los encontrados en estudios realizados en las provincias de Las Tunas y Pinar del Río, dado al envejecimiento poblacional que existe en la población cubana, donde la esperanza de vida sobrepasa los 70 años de edad;10,11 asimismo difirieron de lo obtenido en un trabajo publicado en Ecuador, cuyos autores exponen que el grupo etario de mayor incidencia fue el de 40-45 años.12
Con referencia al sexo, los hallazgos de la actual serie se corresponden con los de Gómez et al,11 quienes también encontraron predominio del masculino. Por otra parte, a pesar de que los hombres tenían un riesgo 3 veces mayor que las mujeres de padecer la enfermedad, en otras series se ha informado superioridad de las féminas, lo cual puede obedecer a que estas suelen acudir con mayor frecuencia a las consultas.13,14
El color de la piel es un factor de riesgo que condiciona el desarrollo de varias enfermedades, entre ellas el glaucoma. Al contrastar lo obtenido en esta casuística con lo publicado por otros autores,15 se constató el predominio de pacientes de piel negra. Lo anteriormente descrito difiere de lo encontrado por Díaz et al16 en Cienfuegos, donde los pacientes de piel blanca representaron la mayoría.
Según datos estadísticos, Santiago de Cuba es la segunda provincia de Cuba con mayor número de personas de piel negra, precedida por Guantánamo, lo cual puede incidir en los actuales resultados.
En otro orden de ideas, la hipertensión arterial sistémica aumenta el riesgo de padecimientos vasculares en el ojo, tales como la oclusión y la retinopatía; asimismo, se plantea que es uno de los factores de riesgo de mayor impacto en el desarrollo del glaucoma primario de ángulo abierto, que lleva al aumento de la presión intraocular por daños directos en la función del cuerpo ciliar, lo que sustenta la correlación entre este y el flujo sanguíneo alterado.14,16,17
Los resultados de la presente investigación en cuanto al predominio de la hipertensión arterial en pacientes con glaucoma se correspondieron con los de Farfán et al13 y Díaz et al,16 quienes hallaron una prevalencia de 42,0 y 51,4 %, respectivamente; comentarios similares a los emitidos en un estudio efectuado en una población coreana, cuyos autores refieren que existe una correlación entre la hipertensión arterial, el glaucoma y el síndrome metabólico.17
En esta casuística, entre los antecedentes oculares preponderaron la hipertensión ocular, seguida de los antecedentes hereditarios y la miopía como trastorno de refracción; resultados que concordaron con los de otras investigaciones11,12,17 realizadas en Cuba y en otras regiones.
La agudeza visual desempeña una función importante para determinar la gravedad y la progresión del glaucoma. El valor de la agudeza visual mejor corregida permite apreciar que una gran parte de la muestra conservó una buena visión. Cabe recordar que esta es una enfermedad asintomática y solo en etapas muy avanzadas se afecta la agudeza visual; esto además se reafirma en otras investigaciones efectuadas en Cuba, Corea y Perú, en las cuales se revela que los pacientes conservaron una buena visión incluso en estadios avanzados de la enfermedad.13,17,18,19
Llama la atención que en esta serie la mayoría de sus integrantes presentaron excavaciones del nervio óptico entre 06-07, lo que indica un daño marcado de la capa de fibras de dicho nervio, relacionado con el diagnóstico tardío de la enfermedad, por lo que el pronóstico visual resulta reservado; hallazgo que coincide con lo descrito en un estudio realizado en Corea del Sur.17
En el momento que se efectuó esta investigación, el tiempo de evolución de la enfermedad era de más de 5 años en la mayoría de los pacientes y se encontraban compensados con tratamiento médico; resultados que concordaron con lo referido en series de diferentes latitudes.11,17,18
Por último, conocer las características epidemiológicas y clínicas de los pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto resultaron útiles para establecer el pronóstico y trazar pautas terapéuticas efectivas, a fin de evitar la fase avanzada de la enfermedad y los daños irreversibles que se producen en el nervio óptico.