Introducción
Las universidades del siglo XXI reclaman un enfoque interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario no sólo en el diseño curricular sino en todo el trabajo pedagógico y formativo. El mundo actual necesita de un profesional altamente competente, con una sólida cultura humanista, clara comprensión de los procesos culturales, que le permitan transformarse a sí mismo y a la sociedad.1
La educación de posgrado, a la vez que atiende demandas de capacitación que el presente reclama, se anticipa a los requerimientos de la sociedad, para enfrentar nuevos desafíos sociales, productivos y culturales. La superación profesional tiene como objetivo la formación permanente y la actualización sistemática de los graduados universitarios, el perfeccionamiento del desempeño de sus actividades profesionales y académicas, así como el enriquecimiento de su acervo cultural.2
Con el diseño curricular y didáctica, la educación avanzada contribuye a combinar los conocimientos mediante la integración de las ciencias con enfoques multidisciplinarios, que se manifiestan en el desempeño. A su vez, las acciones educativas permiten el desarrollo y fortalecimiento de los comportamientos, sobre la base del mejoramiento profesional y humano y la calidad de vida.3 La preparación de los graduados universitarios exige interdisciplinariedad y el tránsito del conocimiento por varias ciencias que contribuyan a un profesional más integral y culto.
El Grupo nacional de investigación sobre historia, arte y medicina, con su centro rector en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, que dirige el trabajo de las cátedras de estudios creadas en seis universidades médicas del país, tiene entre sus principales directrices la integración de la docencia, investigación y extensión universitaria. Estos procesos sustantivos integrados contribuyen a preservar, desarrollar y promover la cultura en constante transformación ante los nuevos escenarios económicos, políticos, sociales y educativos en el país y a escala mundial. Las demandas de la sociedad exigen el perfeccionamiento constante y ante ello, la integración de la historia, que cada segundo se escribe a sí misma, las artes, con su poder transformador y la medicina ciencia renovadora e innovadora es una contribución en esa necesaria formación integral. Esta investigación tuvo el objetivo de sistematizar la importancia de la integración de las ciencias en los procesos sustantivos del escenario docente para la formación integral y culta de los profesionales cubanos.
Métodos
Se realizó una revisión bibliográfica en el período comprendido entre los años de 2018 al 2021, para desarrollar un análisis crítico reflexivo del contenido de la literatura científica publicada por autores cubanos y de otras naciones sobre el tema. Para realizar la investigación se abordaron los siguientes pasos: identificación de la pregunta guía; búsqueda de datos y determinación de criterios de inclusión y exclusión; categorización de los estudios; evaluación crítica de los estudios incluidos; discusión e interpretación de resultados; y presentación de la revisión o síntesis del conocimiento. La pregunta guía se elaboró a través del formato CPC (concepto, población y contexto), se consideró C (cultura, interdisciplinariedad e integralidad), P (profesional de ciencias médicas) y C (desde la integración de la historia, las artes y la medicina).4 La investigación se guió por la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuál es el alcance y la naturaleza de la literatura científica existente sobre la integración de las ciencias en los procesos sustantivos del escenario docente para la formación integral y culta de los profesionales cubanos?. Para delimitar las palabras clave, se utilizó el tesauro de descriptores en ciencias de la salud (DeCS) y el Google Académico. En la base de datos Medline, Lilacs, Bireme, Scopus se utilizó el tesauro desarrollado por la National Library of Medicine (NLM), llamado Medical Subject Headings (MeSH). La estrategia de búsqueda utilizada en cada base de datos considerada para fines de investigación se reunió mediante la aceptación de los descriptores enlazados por los operadores booleanos AND y OR. Se utilizó el diagrama de flujo Preferred Reporting Items for Systematic Review and Meta-Analyses (PRISMA)5) para contribuir a la formulación de la estrategia de búsqueda.
En la estrategia, se determinaron los siguientes criterios de inclusión para la selección de las referencias: artículos científicos a texto completo en español o inglés, disponibles en las bases de datos seleccionadas, con adherencia a la temática publicados desde 2015 hasta 2021, que presentaran de manera clara la metodología y el referencial teórico seleccionado. Los criterios de exclusión fueron: las pesquisas que se encontraron duplicadas en las bases de datos, textos que no guardaban relación con el tema, idiomas diferentes al español e inglés. Para la revisión y selección de los estudios, después de identificar y eliminar los que estaban duplicados se procedió a leer los títulos y resúmenes para comprobar los que tenían pertinencia con el tema abordado, fueron eliminados los que no cumplían con este criterio, de los artículos restantes se realizó una lectura de su contenido completo para realizar la extracción de los datos necesarios para el estudio (autor, año de publicación, país, base de datos, objetivo del estudio, resultados relevantes y conclusiones).
Para el análisis de los resultados se realizó evaluación crítica de los estudios incluidos a través del análisis temático de contenidos, así como la discusión de resultados con las que se hicieron comparaciones, interpretaciones y valoraciones de los autores, para después presentar los resultados de la revisión. En la pesquisa, se encontraron 57 artículos, y por consecuencia de cumplimiento de los criterios expuestos con anterioridad, fueron seleccionados 30 artículos, el flujo de la sistematización de búsqueda en las bases de datos se comportó de la siguiente manera: Scielo (n=21), Medline (n=10), Redalyc (n=15), Medigraphic (n=11). De los textos completos valorados para elegibilidad (n=44), quedaron incluidos 30, Scielo (n=11), Medline (n=8 ), Redalyc (n=6 ), Medigraphic (n= 5).
Resultados
La cultura cubana transitó junto al desarrollo de las ciencias. José de la Luz y Caballero en el siglo XIX había expuesto una concepción sobre la enseñanza, cuyo objetivo se dirigía a promover un despliegue científico y cultural en el país.6) Proponía la ciencia, como de vital importancia, en el objetivo de fortalecer gradualmente el entendimiento, paso previo al análisis de las ciencias y al desarrollo de la espiritualidad.
La presencia de hombres y mujeres cultos garantizaría preservar y mantener la cultura, con la contribución de formar o enseñar a los otros el aprecio por las artes en los procesos históricos. La propia historia de Cuba, con la introducción de la imprenta en la primera mitad del siglo XVIII y la subsecuente revolución de la difusión de las artes y la política en 1723, seguida de la fundación de la Universidad de La Habana en 1728, es expresión de la creación de instituciones especializadas en las artes y el desarrollo de las ciencias.7,8,9 En particular en la nación cubana, el pensamiento martiano marcó a la nación en el siglo XIX y en el año del centenario de su natalicio, las ideas de Martí, se insertan en el pensamiento fidelista, que regiría el proceso revolucionario y la Cuba de los siglos XX y XXI.
La historia de la medicina y su desarrollo, ha estado estrechamente ligada al proceso histórico de la sociedad, a la cultura, a la historia, además de las luchas entre las corrientes ideológicas y fisiológicas fundamentales de cada época.10,11 En cada una de las etapas en que se fue conformando la cultura cubana, se podrían citar a médicos cultos, que realizaron aportes importantes a las ciencias y crearon las más importantes escuelas de formación, sin descuidar la importancia de preservar las tradiciones, costumbres, creencias, creación artística, ética, entre otras.
Sólo los humanos podemos hacer más humanos a otros y en ese rol, el médico debe ser un defensor de la salud pública y el mejor de los promotores culturales, capaz de ayudar a otros en el comportamiento como seres biopsicosociales, incluida su espiritualidad.
La cultura como parte de las ciencias médicas
La separación entre ciencia y arte, llevó a un aparente divorcio entre ellas, cuando en realidad ambas son parte de la cultura. La formación cultural puede contribuir a crear seres humanos mejor dotados para comprender y asumir desafíos, lo cual es difícil alcanzar si se insiste en fragmentar el conocimiento y establecerlo en polos independientes.
Las bases de la vida cultural, las artes, el progreso científico, la relación cultura y desarrollo con las trasformaciones que ocurren en el hombre expresadas mediante su comportamiento, fueron incluidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948 por su importancia. 12
La cultura en sus varias manifestaciones, es el conjunto integral de un vasto aparato en parte material, en parte humano y en parte espiritual; con el que el hombre es capaz de superar los problemas existentes.13
La UNESCO la define como: El conjunto de los rasgos distintivos, espirituales, materiales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, creencias y tradiciones.14 Por lo general se ve erróneamente a la cultura como un tema ajeno a las ciencias médicas, sin embargo, las realidades de la clínica médica deben ser analizadas a partir de una perspectiva transcultural, que van desde la construcción del significado de enfermedades por los pacientes, hasta las realidades en la sobrevivencia. 15,16,17)
La cultura influye en el proceso de socialización, a través de ella las relaciones humanas enseña el comportamiento, la adaptación a las reglas y costumbres del contexto en que vive.
No se trata sólo de información científica y técnica, es necesario llevar la cultura a cada espacio y contribuir con ello, en el desempeño profesional. Las carreras de ciencias médicas incluyen a los futuros médicos, enfermeros, tecnólogos y estomatólogos que desarrollarán un rol importante en la sociedad cubana y en otras naciones. Es precisamente ese profesional, el que debe ser uno de los más humanista y culto.
Interdisciplinariedad como premisa en la formación integral y su vínculo con la educación avanzada
Transitar por la formulación de políticas curriculares a través de un enfoque interdisciplinario y holístico, centrado en el aprendizaje activo, contextualizado, transferible y autónomo con prácticas pedagógicas inclusivas, transformadoras, que consideren vínculos con las dimensiones de la vida18 denotaría, según la interpretación de las autoras, en un profesional más competente e integral. Corresponde a la Institución de Educación Superior, líder en el desarrollo cultural, técnico y humanístico en la sociedad contemporánea implementar acciones colectivas eficaces.19
La concepción de estrategias, modelos o iniciativas con una perspectiva integradora, que a la vez se comporte de manera inclusiva, con vínculos entre los procesos sustantivos y las ciencias en general, contribuiría a esa formación integral que los nuevos tiempos reclaman en todas las universidades.
Al unir la historia y las artes con medicina se establecen puntos de contacto entre las disciplinas en la que cada una aporta sus problemas, conceptos y métodos de investigación como establece la interdisciplinariedad, no obstante, esto precisamente dificulta la realización de investigaciones que permitan vincular a las tres ramas de las ciencias. Al asumir los principios de la teoría de la educación avanzada y plantearse un modelo interdisciplinario para lograr un mejoramiento del comportamiento humano a partir de la integración de estos conocimientos, desaparece esa limitación. Se trata de combinar diferentes saberes y objetos disciplinares para obtener un nuevo conocimiento. Es necesario equipos interdisciplinarios que se acerquen a comprender mejor la complejidad de nuestras sociedades.
El cuerpo teórico de la educación avanzada ofrece desde sus principios, elementos de gran utilidad para mejorar el comportamiento humano del profesional de la salud en el posgrado, debe incluir en su proceso de profesionalización, la integración de la medicina en la historia y la cultura.
Si se asumen las definiciones de la Dra Cs. Julia Añorga acerca de que el mejoramiento del comportamiento humano y profesional “…incluye transformaciones positivas duraderas en el desarrollo intelectual, físico y espiritual del hombre a partir de conocer, interiorizar y concientizar sus problemas cognitivos y afectivos, sus destrezas y aspiraciones, con suficiente racionalidad y motivación por la profesión y por la vida, de acuerdo con un contexto social determinado, evidencia en el desempeño, con una intención creadora, para contribuir con sus competencias y su producción intelectual y/o de bienes materiales al comportamiento y funcionamiento de su entorno laboral-profesional, familiar y comunitario, mediante su satisfacción en lo personal, profesional, ecológico, socioeconómico, y de sus propias virtudes humanas”,20 estaríamos en la vertiente de no sólo impartir conocimientos en función de la competencia sino poner el mismo en contribución a ser mejores como especie.
Por la elevada responsabilidad del profesional de la salud, se le exige el trabajo creador. Esto significa, que se distinga su desempeño por una actitud culta e innovadora ante los retos y desafíos actuales. Su propia actuación debe caracterizarse por la coherencia y sistematización creadora desde sus comportamientos humanos. la integración de la medicina, la historia y el arte, al desarrollo de la independencia cognoscitiva en la búsqueda de nuevas soluciones a los problemas profesionales,21) que transforme la realidad para el mejoramiento de la calidad de vida de la población a la que presta servicios, bien sea en el contexto nacional o internacional, lo cual se fundamenta en el principio de la educación avanzada, relación entre racionalidad, creatividad y calidad de los resultados.
La integración de varios procesos, disciplinas, en armonía con la vinculación de cada uno y su contribución al aprendizaje en maestros y estudiantes, es una meta, no siempre alcanzable en el proceso docente. El profesor universitario interactúa con el estudiante en formación a través de la docencia, su influencia en la investigación y en los procesos extensionistas.
La dirección universitaria en una universidad moderna debe lograr una acción que garantice la interacción entre lo educativo y lo administrativo, sin dividir los procesos sustantivos (la docencia, la investigación y la extensión universitaria.22,23,24 La integración de los mismos permite dar respuesta plena a la misión: formación, investigación y extensión universitaria.11 La propia extensión universitaria le permite a la universidad interactuar proactivamente con su entorno social y articularse transversalmente con las restantes funciones y subsistemas para lograr una nueva realidad en el desarrollo sociocultural de las comunidades intra y extramuros al promover cultura, ciencia, técnica y valores que comprometen al hombre con la sociedad.21
Es a la extensión universitaria como dirección de trabajo, a la que se le asigna la misión, desde la universidad, de lograr la excelencia académica y la transformación de los servicios de salud a partir de la formación integral de los involucrados25 pero en esa integralidad, quedan fraccionados los procesos en: festivales de cultura, juegos deportivos, cátedras multidisciplinarias e historia de Cuba como asignatura de la carrera de medicina. Además de la formación que se debe recibir durante el proceso docente educativo en las actividades teóricas y en la práctica asistencial. Importantes aspectos de la cultura nacional e internacional se conciben en esos procesos pero sin lograr una integración de los mismos. Al concebirse la historia y las artes en la enseñanza de las ciencias médicas, se potencian actividades de promoción de salud, desarrollo integral y bienestar espiritual con un nuevo y enriquecedor conocimiento.
La integralidad como necesidad de la formación en el profesional de la salud
El manual metodológico sobre el trabajo educativo y la extensión universitaria de las universidades de ciencias médicas cubanas, plantea en su visión: garantizar la formación de un capital humano con una preparación educativa y científico técnica integral, sólidas convicciones políticas e ideológicas, valores éticos y morales, comprometidos con los principios de la revolución.26) En ese propósito se incluye la formación cultural adecuada que garantizaría el desempeño profesional de los mismos. Un nivel cultural insuficiente sería un obstáculo importante en ese empeño. Estudiosos del tema han llegado a afirmar que “El marco y motor fundamental del comportamiento humano es la cultura”.27
Los doctores Rodríguez y Betancourt aplicaron un modelo de recolección de datos a 440 profesionales de la salud pertenecientes a la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, con el objetivo de medir el conocimiento sobre cultura general. En los resultados de esta encuesta aplicada entre los años 2004 y 2011, sólo el 10,6 % resultó aprobado y concluyó que había que estar atentos al nivel cultural de nuestros educandos y educadores.28
La integración intencionada de la historia, el arte en las ciencias médicas, para el mejoramiento del comportamiento humano, debe contribuir a modificar la contradicción de una formación universitaria que busca la excelencia académica y de los servicios de salud sin que se haya logrado una integración del conocimiento humano que le permita formar y tener profesionales cultos.
Es por ello que se afirma que entre los grandes desafíos de la universidad cubana, está la formación de un profesional más integral, con una sólida preparación científico- técnica y una vasta cultura nacional y universal, que contribuyan a su mejoramiento como ser humano y se evidencien en su comportamiento, el cual según la teoría de la educación avanzada: “pudieran incluirse las aspiraciones que el hombre debe asumir, la apropiación de los conocimientos para mejorar su comportamiento profesional y humano, sentir amor por esos conocimientos y la obra que realiza, que evidencie el compromiso con la sociedad, el espíritu de cooperación y colaboración, el optimismo, la disposición a enfrentar las tareas, responsabilidad, defensa de sus propios criterios, consolidación de habilidades, valores y convicciones, promover buenas actitudes y sentimientos, el sentido de pertinencia, compromiso, integración y entrega a la solución de los problemas del servicio de salud, de la docencia, la investigación, la vida, solidaridad, humanismo y el respeto al prójimo”.29,30,31
Son necesarias nuevas estrategias para el mejoramiento humano en el profesional de la salud, se toma en cuenta el sentido del reforzamiento y la profundización de la cultura como premisa fundamental para lograr comportamientos humanos positivos, basados en las raíces de la nacionalidad, los aportes de las artes y mediante el conocimiento de la historia de Cuba, del ideario martiano y el legado de los pensadores cubanos, según lo interpretado por el manual metodológico que rige el proceso docente educativo.
Lograr que la cultura se base en el pensamiento científico, en el conocimiento y al mismo tiempo la ciencia sea cada vez más humana y solidaria.
La concepción de estrategias o modelos educativos que articulen a los procesos sustantivos docencia, investigación y extensión universitaria desde la cultura contribuiría al mejoramiento del comportamiento humano en este profesional.
La interdisciplinaridad pudiera lograrse a través de la extensión universitaria, que permite interactuar además con el entorno social y articularse transversalmente con los otros subsistemas.
La teoría de la educación avanzada con sus aportes al mejoramiento del comportamiento humano y profesional contribuiría a la formación de un profesional más integral. Lo cual constituye un propósito de la educación médica.
Se concluye que es necesario para la universidad cubana actual el enfoque interdisciplinario como parte del proceso pedagógico y formativo. La integración de la historia, el arte y la medicina, puede contribuir a la formación de un profesional de la salud más culto.