SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.26 issue1Obtention of crudes of saponins from chenopodium quinoa willd as anticholesteraemia agentsProtocol for the diagnosis and treatment of the ischemic cerebrovascular disease in acute phase author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

My SciELO

Services on Demand

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista Cubana de Medicina Militar

On-line version ISSN 1561-3046

Rev Cub Med Mil vol.26 no.1 Ciudad de la Habana Jan.-June 1997

 

Trabajos de Revisión

Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto"

Síndrome de intestino irritable

My. Raúl A. Brizuela Quintanilla1
  1. Doctor en Ciencias Médicas. Especialista de II Grado en Gastroenterología. Investigador Auxiliar.

RESUMEN

El síndrome de intestino irritable es una enfermedad muy frecuente en la práctica médica diaria dentro del medio militar, que afecta sobre todo a aquellos que tienen un nivel de responsabilidad elevado. Dada la gran variedad en cuanto a su forma de presentación y dificultad terapéutica, se realizó una revisión del tema que abarcó criterios diagnósticos, manifestaciones extradigestivas más frecuentes, formas clínicas y tratamientos más utilizados en el control de la enfermedad.

Descriptores DeCS: ENFERMEDADES FUNCIONALES DEL COLON/terapia; ENFERMEDADES FUNCIONALES DEL COLON/etiología; ESTRÉS PSICOLÓGICO/complicaciones; MEDICINA MILITAR.

INTRODUCCIÓN

El síndrome de intestino irritable es una enfermedad común en la práctica médica diaria, relacionada muy frecuentemente con el estrés.1,2 En el medio militar asisten a consulta pacientes que presentan trastornos del hábito intestinal asociados o no a dolor abdominal, cuyo examen no detecta una entidad determinada; pero estas personas tienen generalmente responsabilidades de trabajo que los mantienen en un estrés constante. Según trabajos realizados por Haubrich1 y Snape2. Constituye el diagnóstico más frecuente realizado por los médicos familiares, y lo presentan alrededor del 50 % de la población. Se encuentra asociado en un 30 % con otras enfermedades y su relación con respecto al sexo, es mayor en el femenino (3:1). Todo ello ha motivado la presente revisión del tema, con el fin de dar a conocer las informaciones

más actuales sobre esta enfermedad y la forma adecuada de enfrentar su diagnóstico con un certero enfoque terapéutico.

CONCEPTOS

El síndrome de intestino irritable ha tenido diferentes denominaciones: colitis crónica catarral, disquinesia del colon, enterocolonopatía funcional, colon espástico, colon irritable y otras.1-6

En los momentos actuales, debido al conocimiento más profundo de la fisiología intestinal mediante el uso de transductores para el estudio de la motilidad, se ha podido comprobar que en esta afección, además de participar todo el aparato digestivo, pueden coexistir manifestaciones extradigestivas que acompañan o no, a las enfermedades orgánicas. Entre estas manifestaciones las más frecuentes son la enfermedad ulcerosa péptica, la dispepsia no ulcerosa, la diverticulosis intestinal y la neoplasia digestiva.1,2,4-19

Los nuevos conceptos modifican el que hasta el momento se tenía sobre este síndrome, que consideraba como fundamental para su diagnóstico la ausencia de una base orgánica detectable.1-5

De esta forma, el síndrome de intestino irritable se definiría como un trastorno gastrointestinal de carácter crónico o recidivante, caracterizado por la existencia de alteración del hábito intestinal, asociado o no, con dolor abdominal.

Criterios Diagnósticos

Según las opiniones de diferentes autores,1,2,4,7,20 los criterios diagnósticos en el síndrome de intestino irritable se basan en los indicadores que a continuación se relacionan.

1. Sintomatología recurrente o continuada durante 3 meses como mínimo:

a) Dolor abdominal aliviado por la defecación o asociado con un cambio en la frecuencia o consistencia de las heces.

b) Alteración en la evacuación intestinal que aparece al menos en el 25 % del tiempo, incluidos 3 o más de las características que se enumeran seguidamente:

  • Frecuencia alterada de las deposiciones
  • Consistencia alterada de las heces fecales (duras, blandas, líquidas).
  • Alteración en la evacuación de las heces (retención o urgencia, sensación de evacuación incompleta).
  • Eliminación de mucus junto con las heces.
  • Sensación de distensión abdominal subjetiva u objetiva, acompañada a menudo de meteorismo y aerofagia.
2. Otros datos clínicos acompañantes que sugieren la posibilidad del síndrome del intestino irritable. a) Edades menores de 50 años.

b) Frecuencia mayor en mujeres.

c) Ausencia de síntomas nocturnos.

d) Inexistencia de pérdida brusca del peso corporal.

e) Ausencia de sangramiento rectal.

f) Inexistencia de fiebre.

g) Situaciones de estrés mantenidas.

h) Sin evidencias de enfermedades orgánicas al examen físico.

3. Manifestaciones extradigestivas más frecuentes. a) En el aparato ginecológico y sexual.
  • Dismenorrea, dispareunia e impotencia.
b) En el aparato urinario.
  • Polaquiuria, nicturia, sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga.
c) Alteraciones psicológicas.
  • Ansiedad, depresión, histeria, alteraciones del carácter o del comportamiento.
d) Otras
  • Cefalea, palpitaciones, dolor lumbar, prurito, halitosis.
Los principios para el diagnóstico se establecen con un mínimo de exámenes complementarios, fundamentados en un interrogatorio médico acucioso y un exhaustivo examen clínico.1-10

Las bases para su diagnóstico son:

a) Síntomas clínicos que indican la presencia del síndrome de intestino irritable.

b) Exámenes complementarios.

  • Hemograma.
  • Velocidad de sedimentación globular.
  • Colon por enema.
  • Tránsito intestinal.
  • Estudio de parásitos en heces y coprocultivos.
  • Sangre oculta en heces fecales.
  • Colonoscopia.
Es importante conocer que la enfermedad de referencia tiene varias formas clínicas de presentación y en dependencia de la misma se realiza su orientación terapéutica.1,2,4,7,21-32

Según William Osler, citado por otros autores4 es mucho más importante conocer "qué tipo de paciente tiene la enfermedad, que conocer el tipo de enfermedad que tiene el paciente".

El objetivo fundamental de la terapéutica debe estar encaminado a tranquilizar al paciente y darle una explicación apropiada de los síntomas. Es preciso explicar que su enfermedad es difícil de curar, y que los síntomas pueden volver a aparecer, pero no tiene consecuencias adversas para el organismo, no es grave, ni tiene significación en la disminución de la vida.

FORMAS CLÍNICAS Y SU TERAPÉUTICA

Existen varias formas de manifestación del síndrome, que a continuación aparecen relacionadas:

1. Predominio de la diarrea.

Cuando la diarrea es predominante se debe pensar en los siguientes diagnósticos diferenciales: déficit de lactasa, abuso de laxantes, síndrome de mala-absorción, enfermedad inflamatoria intestinal (Crohn, colitis ulcerosa), parasitismo por giardia o por ameba histolítica.

Tratamiento: loperamida, difenoxilato, colestiramina.

Si los síntomas se hacen refractarios a los medicamentos anteriores se pueden utilizar anticolinérgicos, bloqueadores del Ca, antidepresivos, cromoglicato disódico, bloqueadores beta adrenérgicos, antagonistas de los receptores 5-HT3, octreótido, psicoterapia e hipnosis.

2. Predominio del estreñimiento.

Cuando predomina el estreñimiento hay que tener en cuenta el hipotiroidismo, la hipercalcemia, los tumores colorrectales y los efectos secundarios de algunos medicamentos, como los anticolinérgicos, antihipertensivos o antidepresivos.

Tratamiento: incremento de la fibra dietética, laxantes osmóticos, sustancias para ablandar las heces, enemas.

Si los síntomas se hacen refractarios a la terapéutica anterior emplear entonces cisaprida, bloqueadores del Ca, anticolinérgicos, psicoterapia e hipnosis.

3. Predominio del dolor

El dolor casi siempre viene acompañado de gases, eructos y distensión abdominal.
  • Si el dolor es epigástrico o periumbilical hay que descartar enfermedades biliares, úlcera péptica, isquemia intestinal, carcinoma gástrico o del páncreas.
  • Si el dolor es hipogástrico debe considerarse la enfermedad inflamatoria intestinal, colitis isquémica, la enfermedad diverticular complicada y el cáncer colorrectal.
  • Si el dolor es postprandial con distensión abdominal, náuseas y vómitos, descartar que exista una gastroparesia u obstrucción intestinal.
  • Si el dolor es hipogástrico y se relaciona con el ciclo menstrual o si se asocia con alteraciones del sedimento urinario, pensar en procesos genitourinarios.
  • Entre los procesos raros que pueden cursar con dolor abdominal crónico de origen oscuro hay que señalar la intoxicación por plomo y la porfiria aguda intermitente.
Tratamiento: anticolinérgicos, mebeverina, trimebutina.

Si los síntomas se hacen refractarios a los medicamentos anteriores aplicar entonces preparados carminativos, antidepresivos, opioides de acción periférica, acetato de leuprolida (agonista de la hormona liberadora de gonadotropina), octreótido, antagonistas de la CCK, antagonistas de los receptores 5-HT3, psicoterapia e hipnosis.

Si se analiza todo lo anteriormente planteado se concluye que el síndrome de intestino irritable es un trastorno gastrointestinal de carácter crónico o recidivante, caracterizado por la existencia de alteración del hábito intestinal, asociado o no con dolor abdominal, y su diagnóstico se realiza por la sintomatología clínica, manifestaciones extradigestivas y exámenes complementarios. Se evidencia además que el tratamiento debe ser individualizado en cada paciente.

SUMMARY

The irritable bowel syndrome is a very common disease in the daily medical practice within the military sphere that affects mainly those who have a high responsability. Due to its great variety as regards its form of presentation and therapeutic difficulty, it was made a review of the topic that included diagnostic criteria, the most frequent extradigestive manifestations, its clinical forms, as well as the most used treatments to control the disease.

Subject headings: COLONIC DISEASES FUNCTIONAL/therapy; COLONIC DISEASES, FUNCTIONAL/etiology; STRESS, PSYCHOLOGICAL/complications; MILITARY MEDICINE.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Haubrich WS. Alteraciones funcionales del intestino. En: Bockus HL, Gastroenterología 3 ed. Barcelona: Salvat 1980;vol 2:927-49.

2. Snape WJ. Irritable bowel syndrome. En Bockus HL. Gastroenterology. 5 ed. Philadelphia: W.B. Saunders 1995;vol.2:1619-30.

3. Thompson WG. The irritable bowel. Gut 1884;25:305-20.

4. Rodrigo Sáez L, Linares Rodríguez A. Síndrome de colon irritable. Oviedo: Duphar Farmacéutica, 1992.

5. Drossman DA. Irritable bowel syndrome. Am Fam Phys 1989;39:159-62.

6. Síndrome del intestino irritable. [editorial] Lancet 1993;22(5):284.

7. Shape WJ. Current concepts in the management of the irritable bowel syndrome. Rev Gastroenterol Mex 1994;59(2):127-32.

8. Camilleri M. Small bowel motility disorders. Rev Gastroenterol Mex 1994;52(2):120-6.

9. Talley NJ. Spectrum of chronic dyspepsia in the presence of the irritable bowel syndrome. Scand J Gastroenterol 1991;26(Suppl 182):7-10.

10. Jones R. Dyspeptic symptoms in the community. Gut 1989;30:893-6.

11. Svedhund J, Sjodin I. A psychosomatic approach to treatment in the irritable bowel syndrome and peptic ulcer disease with aspects of the design of clinical trials. Scand J Gastroenterol 1985;20(Suppl 109):147-51.

12. Camilleri M, Zinsmeister AR. Towards a relatively inexpensive, non invasive, accurate test for colonic motility disorders. Gastroenterology 1992;103:36-40.

13. Bazzocchi G. Post-pandrial colonic transit and motor activity in chronic constipation. Gastroenterology 1990;98:686-91.

14. Bazzochi G. Effect of eating on colonic motility and transit in patients with functional diarrhea. Simultaneous scintigraphic and manometric evaluation. Gastroenterology 1991;101:1298-1305.

15. Bassotti G, Gaburri M. Manometric investigation of high-amplitude propagated contractile activity of the human colon. Am J Physiol 1988;255:660-5.

16. Narducci F, Bassotti G, Gaburri M, Morelli A. Twenty four hour manometric recording of colonic motor activity in healthy man. Gut 1987;28:17-21.

17. Vasallo MJ. Colonic tone and motility in patient with irritable bowel syndrome. Mayo Clin Proc 1992;67:725-42.

18. Stedman CJ. Control of muscle tone in the human colon. Gut 1992;33:541-51.

19. Stedman CJ. Variation of muscle tone in the human colon. Gastroenterology 1991;101:373-9.

20. Manning AP. Towards positive diagnosis of the irritable bowel. Br Med J 1978;2:653.

21. Hammer J, Phillips SF, Talley NJ, Camilleri M. Effect of a 5-HT3 antagonist (ondansetron) on rectal sensitivity and compliance in health and the irritable bowel syndrome. Aliment Pharmacol Ther 1993;7: 543-8.

22. Klauser AG. Behavioral modification of colonic function. Dig Dis Sci 1990;35:1271-5.

23. Ritchie JA, Truelove SC. Comparison of various treatments of irritable bowel syndrome. Br Med J 1980;281:1317-1223.

24. Ritchie JA, Truelove SC. Treatment of irritable bowel syndrome with lorazepam, hyoscine butylbromide, and ispaghula husk. Br Med J 1979;376-81.

25. Edwards CA, Holden S, Brown C, Read NW. Effect of cisapride on the gastrointestinal transit of a solid meal in normal human subjects. Gut 1987;28:13-6.

26. Schiavone A, Volonte M, Michelette R. The gastrointestinal motor effect of benzamide derivatives is unrelated to 5-HT3 receptor bockade. Eur J Pharmacol 1990;187:323-8.

27. Krevsky B, Maurer AH, Malmud LS, Fisher RS. Cisapride accelerates colonic transit in constipated patients with colonic inertia. Am J Gastroenterol 1990;84:882-7.

28. Beaugerie L. Modulation of orocecal transit time by hypnosis. Gut 1991;32:393-5.

29. Fielding JF. Domperidone treatment in the irritable bowel syndrome. Digestion 1982;23:125-8.

30. Prior A, Colgan SM, Whorwell PJ, Changes in the rectal sensitivity after hypnotherapy in patients with irritable bowel syndrome. Gut 1990;31:896-900.

31. Whorwell PJ, Prior A, Colgan SM. Hypnotherapy in severe irritable bowel syndrome: further experience. Gut 1987;28:423-5.

32. Mc Intyre PB, Pemberton JH. Pathophysiology of colonic motility disorders. Surg Clin North Am 1993;73:1225-49.Recibido: 17 de abril de 1995 Aprobado: 15 de marzo de 1996

My. Raúl A. Brizuela Quintanilla. Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto". Avenida Monumental, Habana del Este, CP 11700. Ciudad de La Habana, Cuba.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons