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Universidad de La Habana

On-line version ISSN 0253-9276

UH  no.278 La Habana July.-Dec. 2014

 

ARTÍCULO ORIGINAL

México más allá de las elecciones de 2012. Procesos y perspectivas en el contexto geopolítico actual*


Mexico Beyond 2012 Elections. Processes and Perspectives in the Current Geopolitical Context

 


Alberto Anaya Gutiérrez

Diputado Federal y Coordinador Nacional del Partido del Trabajo (México).


* Texto de la conferencia dictada en el salón 250 Aniversario de la Universidad de La Habana, el 20 de noviembre de 2013.


RESUMEN

Las elecciones presidenciales de 2012 en México, sin perder su carácter controversial, marcaron el retorno del PRI al gobierno federal luego de dos sexenios dominados por las políticas neoliberales y proestadounidenses del PAN. En ese sentido, el gobierno priista de Enrique Peña Nieto se inició con la promesa de potenciar el crecimiento económico. Con este fin, implementó un paquete de reformas que expresan una mixtura de enfoques socioeconómicos e ideológicos que van desde las posturas neoliberales hasta las propias del keynesianismo, cuyo ejemplo más publicitado ha sido la Reforma Energética. Ello ha generado divisiones al interior de la sociedad mexicana y una respuesta crítica de los sectores pertenecientes a la izquierda, los cuales consideran que tales reformas profundizaron las fallas estructurales del sistema económico y generaron una mayor subordinación del país a los capitales estadounidenses.

 

PALABRAS CLAVE: Enrique Peña Nieto, reforma neoliberal, crimen organizado, narcotráfico, seguridad pública.


ABSTRACT

Mexican presidential elections, without losing its controversial features, marked the comeback of PRI to the federal government, after 60 years of PAN's neo-liberal and pro-American policy. Thus, PRI government headed by President Enrique Peña Nieto started his administration with the promise to increase economic growth. To this end he implemented a reforms' package that express a mixture of socio-economic and ideological approaches that go form neo-liberal stands, to Keynesian ones; its most publicized example has been the energetic reform. All of this has generated divisions inside the Mexican society, and a critical response of leftist sectors, who consider that such reforms deepen the structural failures of the economic system, and generated, as well, a grater subjection of the country to North American capitals.

 

KEYWORDS: Enrique Peña Nieto, neo-liberal reform, organized crime, drug trafficking, social security.



 

Presentación

La resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), mejor conocido como TRIFE, fue que en las elecciones para presidente de México el ganador había sido Enrique Peña Nieto (EPN), candidato de la alianza PRI-PVEM, con 19 millones 158 592 votos. En segundo lugar había quedado Andrés Manuel López Obrador, candidato de la alianza de izquierdas PT-PRD-MC, con 15 millones 848 827 votos; y en tercer lugar, Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN, con 12 millones 732 630 votos.

El fraude hacia el candidato de las izquierdas se había consumado bajo la modalidad de "la compra de la presidencia". En un folleto editado por la coalición de izquierdas y el MORENA (Movimiento Regeneración Nacional), para mostrar todos los mecanismos del fraude, se señala lo siguiente:

En suma, la coalición de izquierdas concluye que, en su conjunto, la coalición Compromiso por México de EPN erogó un gasto de campaña que asciende a 4 599 millones 947 834 pesos -cuando el tope de gasto era de 336 millones 112 mil pesos-, por lo que el rebase del tope legal de gasto electoral es monstruoso. Es lo que se ha podido acreditar. ¿Cuántos miles de millones más se utilizaron para, literalmente, comprar la elección presidencial de 2012?

Inmediatamente después de las elecciones de julio de 2012, se inició el proceso de restablecimiento del viejo régimen presidencialista, populista y autoritario que había construido el PRI a lo largo de los 71 años que gobernó México ininterrumpidamente desde 1929 hasta el año 2000. Un régimen que a pesar de la alternancia en el poder por parte del PAN, nunca se fue en realidad.

En esta nueva etapa, junto a los rasgos fundamentales del viejo régimen, apareció un desaforado activismo reformador por parte del nuevo grupo gobernante priista. El conjunto de reformas concebidas, llamadas "reformas estructurales" por el bloque de derechas, son una mezcla de medidas neoliberales con elementos keynesianos, con predominio de los primeros en todos los casos. El acuerdo suscrito por el nuevo gobierno de EPN y los tres partidos más antiguos ?PRI, PAN y PRD? en agosto de 2012, bajo el nombre de Pacto por México, ha sido el instrumento fundamental de ese activismo reformador y de la conducción de México en el primer año de gobierno de EPN.

La situación que en algunos aspectos centrales presenta México, y sus perspectivas, es lo que se expone en las líneas que siguen.

Contexto económico internacional

La crisis económica mundial que estalló en el segundo semestre de 2008 sigue su curso, con apenas unos indicios de mejora. El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó el mes pasado su reporte más reciente. En él hizo ajustes combinados respecto a sus estimaciones del mes de julio anterior. Como se puede apreciar en la tabla 5, redujo el crecimiento de la economía mundial en su conjunto de 3,1 a 2,9 % para 2013, pero lo aumentó de 3,6 a 3,8 % para 2014.

En 2013 mantuvo en 1,2 % el crecimiento para el conjunto de las economías avanzadas y lo sube de 2,0 a 2,1 % para 2014. Prácticamente seguirá la misma situación de ahora y los años recientes. Para los EE. UU. redujo su estimación de 1,7 a 1,6 % en 2013 y la sube de 2,0 a 2,1 % en 2014. El FMI estima que en ese país seguirán las cosas más o menos como hasta ahora, en el corto y mediano plazos (tabla 1). Este aspecto condicionará fuertemente las posibilidades de crecimiento de la economía mexicana, más allá de los engaños disfrazados de promesas del gobierno de EPN, según los cuales con la Reforma Energética fluirán a México grandes inversiones extranjeras que supuestamente detonarán el crecimiento económico.

Por otra parte, el Fondo "suaviza" su pronóstico respecto a la recesión por la que sigue transitando la eurozona: ajusta apenas a la baja el crecimiento negativo para esa región de -0,6 a -0,4 en 2013, pero reduce ligeramente de 1,0 a 0,9 % su estimación de crecimiento para 2014 (tabla 1). En la consideración del FMI, al parecer la eurozona comenzará a salir de la recesión el próximo año. Esta previsión contrasta con la opinión de las dos mujeres más poderosas de Europa. Desde el pasado diciembre y en varias ocasiones en lo que va de este año, la canciller alemana Ángela Merkel y la directora del FMI Christine Lagarde han hecho mención a que la crisis económica mundial se prolongará cuando menos hasta el año 2018.

Para Alemania, el FMI mejora sus perspectivas al subir de 0,3 a 0,5 % el crecimiento del PIB en 2013 y de 1,3 a 1,4 % para 2014. Para Francia, la estimación va en contra, como se puede observar en la tabla 1. Por su parte, Italia y España seguirán en recesión en 2014.

En cuanto a Rusia, el FMI ajusta a la baja su crecimiento de 2,5 a 1,5 % en 2013 y lo aumenta de 3,3 a 3,6 % en 2014. En el caso de China, ajusta levemente de 7,8 a 7,7 % el crecimiento en 2013 y lo baja aún más para 2014, de 7,7 a 7,3 % (tabla 2). Este aspecto, tal y como lo está considerando el FMI, muestra la grave y prolongada persistencia de la crisis económica mundial.
Finalmente, para el conjunto de América Latina y el Caribe, el FMI hace ajustes a la baja de 3,0 a 2,7 % en 2013 y de 3,4 a 3,1 % para 2014 (tabla 3).

El panorama económico internacional luce desangelado para el porvenir inmediato. En este contexto, sobresale una inesperada tendencia a un mayor deterioro de la hegemonía y de las relaciones diplomáticas de los EE. UU. por el manejo que ha hecho del conflicto en Siria, por el tema del espionaje de más alto nivel generalizado y por el bloqueo criminal que ha mantenido sobre Cuba por más de 50 años.

Contexto geopolítico y México

La época neoliberal comenzó hacia finales de la década del setenta del siglo pasado. La llegada al poder de Margaret Tatcher (1979) y de Ronald Reagan (1980) fue el símbolo más conspicuo. Empezaba la "revolución conservadora", la contrarrevolución neoliberal.

Se iniciaba también una reconfiguración geoeconómica y geopolítica del planeta. La globalización neoliberal ascendía y llevaba a su cenit el predominio de los EE. UU., mientras declinaban las experiencias del "socialismo realmente existente" -capitalismo de Estado, desde nuestra perspectiva- en Europa del Este y la URSS. Estos procesos culminaron con la conversión de Estados Unidos en la potencia hegemónica indiscutida y en el colapso del bloque eurosoviético y la URSS. Terminaba de este modo la Guerra Fría y quedaba un mundo unipolar en la década del noventa.

Sin embargo, la dialéctica del poder y de la mundialización económica y política, basadas en la tercera revolución científico-técnica, forjaban una configuración geopolítica emergente: la conformación de los tres principales bloques económicos (Norteamérica, Asia Oriental y la Unión Europea).

Tres procesos de menor dimensión geográfica, pero de igual o mayor importancia económica y geopolítica, se desenvolvieron paulatina y paralelamente a la consolidación de esos tres grandes bloques: a) el altísimo crecimiento económico sostenido y la modernización de China; b) la formación del MERCOSUR en América Latina; y c) el triunfo y la formación de gobiernos de izquierda y centro-izquierda en numerosos países de América Latina desde 1999 hasta la actualidad, la mayoría de los cuales ha repetido triunfos y siguen adelante: Venezuela (1999), Brasil (2002), Argentina (2003), Uruguay (2005), Bolivia (2006), Ecuador (2006), Nicaragua (2007), Paraguay (2008), El Salvador (2009); a los que puede añadirse los malogrados triunfos en Ecuador (2002) y en Perú (2011). Si hemos omitido algún caso, ha sido sin intención alguna.

La hegemonía indiscutida de lo que se llegó a llamar la "potencia imperial" (EE. UU.) y el mundo unipolar se diluyeron. Esto ha dado paso a una reconfiguración de la hegemonía, que ahora se va transformando en "formas compartidas de hegemonía" en aspectos disímiles como el económico, el político, el científico-tecnológico y el diplomático.

En este sentido, es necesario enunciar tres vertientes significativas de este proceso de reconfiguración geopolítica en curso. En primer lugar está el fracaso y la declinación final del neoliberalismo, en virtud de que condujo a la más grave crisis económica mundial ?y en rigor, más bien crisis mundial múltiple? que ha vivido el capitalismo. No obstante, aún mantiene el mando de los circuitos financieros internacionales.

En segundo lugar se encuentra la compleja pero muy fructífera articulación del BRICS, ese grupo de países integrados por Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica. Aún sin tener una continuidad geográfica, se constituyeron en el cuarto bloque económico y geopolítico. Las redes de relaciones estratégicas que se han establecido entre estos países aún están por desplegar un potencial mucho mayor del que han mostrado. Hoy día, el BRICS es el bloque económico, social (poblacional) y político más poderoso del planeta, con excepción de lo militar -todavía a cargo de EE. UU.

En tercer lugar queda el crecimiento de China y el gradual desplazamiento de los Estados Unidos, que está llevándose a cabo, como primera potencia económica, diplomática, política y recientemente científico-tecnológica. En el bloque económico de Asia Oriental, China ya desplazó a Japón como potencia dominante. Es sorprendente la red de relaciones estratégicas que ha forjado este país con sus pares de Asia Oriental, África y América Latina. Incluso, ya es el segundo socio comercial de los EE. UU. y el primer acreedor financiero de la potencia imperial en declive.

Añadiríamos un cuarto elemento de ese proceso de reconfiguración geopolítica en curso: la disputa por el petróleo, por el acceso a la producción y a sus reservas. Desde los primeros años del nuevo milenio, esta ha generado modificaciones geopolíticas notables: las invasiones a Afganistán e Irak y los procesos de cambios políticos en Egipto, Libia y Siria, inducidos en buena medida por los intereses petroleros de los EE. UU. En este punto, el tema de fondo para el país norteño es controlar todas las regiones del planeta que concentran las más cuantiosas reservas de petróleo y gas. Paralelamente, busca bloquear el ascenso del BRICS, y particularmente de China, a la cúspide de la hegemonía geopolítica mundial.

En este contexto, percibimos a México como un espacio geográfico y una nación con una ubicación especial: espacio de cruce y posible articulación de Norteamérica con Centro y Suramérica, de Europa con América Latina y el Caribe, de Europa con Asia Oriental, de esta con América Latina y el Caribe, etc. Sin embargo, México ha vivido un muy prolongado período neoliberal de 1982 a la actualidad, en el que los gobiernos de turno solo miraron -en mayor o menor medida- hacia el norte. Plegaron al país con los EE. UU. Actualmente, entre el 80 y el 85 % de las exportaciones mexicanas van hacia los mercados de ese país. Alrededor del 70 % de la inversión extranjera total -que según EPN, suma 24 400 millones de dólares en lo que va de 2013- viene de allí. El 50 % de la industria de la transformación mexicana de exportación es maquiladora, y la mayor parte son empresas norteamericanas.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entró en vigor el primero de enero de 1994, entre los EE. UU., Canadá y México. Desde entonces, la economía mexicana se convirtió en una extensión -pero de menor clase y calidad- de la estructura económica estadounidense. Desde finales de la década del noventa y hasta los años recientes, México ha suscrito más de 30 acuerdos y tratados comerciales con diversas regiones -la Unión Europea, por ejemplo- y países; sin embargo, lo sustantivo del país en términos económicos y políticos se ha tratado con los EE. UU.

Lo más significativo en términos negativos es que México se desligó y distanció del espacio natural privilegiado al que pertenecía: América Latina y el Caribe. Y Cuba no fue la excepción, al grado de llegar a hechos bochornosos para nuestros pueblos hermanos (por ejemplo, el trato que en una ocasión dio Vicente Fox al Comandante Fidel Castro).

En términos geopolíticos, y en el contexto del intenso proceso de transformaciones antes mencionadas, México se extravió. Y seguirá extraviado si las fuerzas democráticas y de izquierda, junto con la mayoría del pueblo, no logramos desechar el modelo neoliberal y derrotar políticamente al bloque de derechas que se empeña en mantenerlo. El gobierno de EPN se aferra a seguir aplicando muchos de sus postulados fundamentales. Es el caso de la contrarreforma petrolera, que busca lograr la privatización del petróleo en fechas próximas. Pero EPN también se ha propuesto retomar las relaciones con América Latina y el Caribe, como elemento prioritario de su estrategia de gobierno. Y desde luego, es posible que se atreva a querer ocupar el sitio que dejó la prematura y muy lamentable partida del Comandante Hugo Chávez Frías. No lo logrará, por supuesto. Asimismo, intentará restablecer las magníficas relaciones que hace tres lustros mantenían los pueblos hermanos y los gobiernos de Cuba y México.

Situación económica de México

Durante la campana electoral, EPN prometía impulsar un crecimiento de la economía mexicana en al menos un 5 % anual, si llegaba a presidente. En su primer discurso al país, el mismo día que asumió la presidencia, subrayó que el cuarto eje estratégico de su programa de gobierno era establecer un México próspero, a través del crecimiento sólido y sostenido de la economía. La realidad ha seguido un curso muy distinto (tabla 6).

Este primer año de la actual administración pasará a ser el cuarto peor de inicio de un sexenio en las últimas tres décadas. El más negativo corrió a cargo de Ernesto Zedillo en 1995, con una caída del PIB de -6,22 %. Le siguió Miguel de la Madrid con un retroceso de -3,94 % en 1983. Y se agregó Vicente Fox con un descenso de -0,17 % en 2001. A lo anterior tenemos que agregar que en 2009, en relación directa con la depresión económica de los EE. UU. y del mundo, la economía mexicana sufrió una caída de casi -7 % del PIB.

Las estimaciones de finales de 2012 indicaban que la economía mexicana crecería un 3,5 % en 2013. Sin embargo, entre los meses de mayo y septiembre la Secretaría de Hacienda hizo dos ajustes a la baja: primero de 3,1 % y después de 1,8 %. Diversos organismos empresariales y financieros señalaron que ese 1,8 % era muy optimista y tendieron a ubicar sus estimaciones hacia un crecimiento de 1 %. En los primeros días de noviembre, el director del Banco de México, Agustín Carstens, informó que era necesario hacer un ajuste al crecimiento estimado de la economía mexicana a un rango de 0,9 a 1,4 % para este año. En este rango, si restamos el promedio de crecimiento anual de la población que es de 1,6 %, ya tendríamos un crecimiento del PIB per cápita de entre -0,7 y -0,2 %.
En efecto, en el primer año de gobierno de EPN el PIB nacional se enfila hacia un crecimiento de 1% o menos. Es un hecho que el sector industrial de nuestro país se encuentra en plena recesión, con un crecimiento negativo durante 3 trimestres consecutivos (-1,7 % en enero-marzo, -0,6 % en abril-junio y -0,6 % en julio-septiembre del año en curso). La industria de la construcción, que es la que más empleos genera, se desplomó un -3,1, -4,0 y -6,9 % en los pasados tres trimestres, respectivamente.

De conformidad con la información más reciente disponible, y como consecuencia de los datos antes mencionados, los analistas financieros privados estiman un crecimiento de la economía mexicana en el tercer trimestre de solo 0,9 % y de 1,2 % para todo 2013. Estamos muy lejos del crecimiento económico alto y sostenido que se prometió en la campaña electoral de EPN. Más bien se ha conducido al país, en el primer año de su administración, por el mismo círculo vicioso que se ha repetido a lo largo de los últimos 30 años de dominio neoliberal: bajo crecimiento del PIB, menor generación de empleos de los que se necesitan, caída en los ingresos de la mayoría de las familias mexicanas, menos consumo, menos producción, menor recaudación de impuestos y mayor empobrecimiento de la inmensa mayoría de la población.

En el primer semestre se perdieron más de 150 mil empleos y solo se generaron 340 700, 162 mil menos que en el mismo período de 2012. En el tema del desempleo, los principales afectados han sido los jóvenes, que para incorporarse al mercado laboral requieren 1 millón 200 mil nuevos empleos. Este año no había más de 600 mil, como lo ha subrayado Gutiérrez Candiani, presidente en turno de la COPARMEX. En los primeros días de noviembre, el Secretario del Trabajo del Gobierno Federal, Alfonso Navarrete Prida, reconoció que para este 2013 solo se generarían entre 450 y 500 mil nuevas oportunidades laborales. Por eso es que miles de jóvenes no han tenido otras opciones que ligarse al crimen organizado y al narcotráfico. Ya se les cerró como válvula de escape, desde hace algunos años, la migración hacia los EE. UU.

Por otra parte, en términos generales los salarios en México tuvieron un crecimiento de 1 % en 2011. Todavía en 2012 crecieron 0,5 %. Pero en lo que va de 2013 la tendencia es a un incremento menor a 0,5 %, según datos de la OIT.

Ante la situación antes descrita, para el ejercicio fiscal de 2014 la Ley de Ingresos aprobada por el Poder Legislativo Federal consideró un total de 4 billones 467 mil millones de pesos. Esta cifra es menor a la iniciativa original del Poder Ejecutivo Federal.

En ese total de ingresos se incluyen recursos adicionales procedentes del incremento del ISR, reducción en montos de posibles deducciones relativas a regímenes especiales -por ejemplo, al Régimen de Consolidación Fiscal, al cual se le cambió el nombre- y prestaciones a las empresas y a sus trabajadores, así como nuevos impuestos a la venta de acciones en la BMV y otros rubros relativos a producción y consumo de bienes (alimento a mascotas, producción por litro de refrescos y venta de "comida chatarra", etc.). Incluye también un endeudamiento público del Gobierno Federal equivalente al 1,5 % del PIB. Todo lo anterior tiene, entre sus principales propósitos, compensar la disminución de ingresos por concepto de la venta de petróleo, en el probable escenario de que se apruebe la contrarreforma energética. Por otra parte, los ingresos adicionales considerados en la Ley de Ingresos aprobada pretenden otorgar al partido gobernante los suficientes recursos para ganar elecciones que lo mantengan y consoliden en el poder.

Consideramos que el aumento de impuestos es la peor decisión que se puede tomar para una economía estancada y que se está deslizando hacia la recesión. Esto adquiere mayor gravedad si se consideran las condiciones adversas en que se encuentra la economía mundial.

A partir de lo anterior, será aprobado un presupuesto de ingresos federal por el monto de 4 billones 467 mil millones de pesos. Será un ejercicio de gasto público que, según el discurso oficial, buscará impulsar la economía mexicana, que en el transcurso del año en curso ha mostrado una evidente desaceleración, ya cercana a la recesión (crecimiento cero).
Hay evidentes indicios de que los empresarios más ricos y poderosos de nuestro país están enojados con EPN, porque la Reforma Financiera no tuvo como núcleo el IVA a medicinas y alimentos, y sí el incremento del ISR y la incorporación de otros impuestos. Esto explicaría las negociaciones de EPN con el PAN y otros actores para extender totalmente la modalidad privatizadora que inicialmente presentó la iniciativa gubernamental. Su objetivo es compensar generosamente las "pérdidas" empresariales de los potentados mediante la reforma financiera, con el nuevo esquema de negocios privatizados del petróleo que ella generaría.

Adicionalmente, especialistas en el tema señalan que están por venir muchas inconformidades de contribuyentes, por percibir un "sentido de injusticia" en la reforma financiera: mientras a unos les afecta más, a otros los beneficia. En el primer caso sobresalen las clases medias y en el segundo los sectores más desfavorecidos. Habrá amparos, pero no generará suficientes ingresos para proveer la "seguridad social universal".

Situación política y social

La llegada de EPN a la presidencia de la República representa la restauración del "viejo régimen" priista y una resalinización del poder. El "peñato" busca una reconfiguración y recontrol de las entidades del país, para tener el control desde el centro. Los grupos que llevaron a EPN al poder van por el carro completo en todos los procesos electorales. El PRI se está preparando para ?como indicó el 13 de febrero pasado José Encarnación Alfaro Cazares, Secretario de Organización del CEN del PRI? un período en el poder de por lo menos 70 años y más.
El PRI no sabe gobernar más que verticalmente, por ello buscará un "neocentralismo". El nuevo gobierno hará concesiones a quienes apoyen el Pacto por México; a quienes no, los van a combatir. Este acuerdo político se comenzó a negociar desde agosto de 2012.

Nuestro país se está deslizando aceleradamente hacia la involución política, generada por la vuelta del PRI al gobierno federal. Esto conduce a una paulatina refuncionalización del neoliberalismo y a una reorganización y reorientación del Estado hacia el autoritarismo, la represión, el paternalismo y el clientelismo político-electoral -rasgos del Estado y de los gobiernos y partidos de las derechas que nunca se fueron?. Y lo novedoso es la autoinclusión del PRO en este proceso.
El poder manipulador de las televisoras, particularmente de Televisa, se está adaptando al regreso del viejo régimen priista. En este sentido, sobresale el regalo de EPN a Televisa: el SAT condonó a la empresa un crédito fiscal (acuerdo/autorización de pago posterior a la fecha correspondiente) por 3 334 millones de pesos, del que solo tuvieron que pagar el 10 % . Es un caso evidente de pago por los servicios prestados a la candidatura de EPN.

Finalmente, el "peñato" está configurando un esquema de política exterior con perfil/fisonomía de "izquierda". Esto lo hace a través de varias figuras o personalidades con imágenes de amplia cultura y posiciones de "izquierda", y a través de las visitas y discursos de EPN en eventos significativos como el funeral de Chávez, la cumbre reciente de la CELAC, etc.

En este sentido, la visita de Obama en marzo pasado consistió un valioso respaldo a la presidencia de EPN. Prácticamente, en términos protocolarios, se trataron asuntos de interés de EE. UU. ?comercio, economía, seguridad, migración y energía?. Nada trascendente ni mucho menos promisorio para México, salvo el emotivo y fantasioso discurso de Barack Obama.
Otro tema sobresaliente es la reforma político-electoral, ya que el PAN y el PRO tienen la ilusión de que se perfila a consolidar el tripartidismo, cuando lo que en realidad quiere el PRI es el unipartidismo.

Su finalidad es acabar con PT, Movimiento Ciudadano y MORENA -partido que dirige López Obrador.

Un punto muy sensible dentro de esta reforma político-electoral es el relativo al financiamiento de los partidos políticos regulado por la Constitución Federal en su artículo 41. La finalidad de esta será reducir los recursos públicos que perciban los partidos con menos votación obtenida en los comicios. El objetivo es evidente.
Mencionamos que de acuerdo con la encuesta nacional que permanentemente es levantada por Mitofsky, para el mes de septiembre la aprobación de la ciudadanía a la gestión de EPN es de 5,6. Dirían los maestros en lucha contra la reciente "reforma educativa": "Menos de 6, reprobado".

Finalmente, es importante señalar que de acuerdo a como se han venido presentando las relaciones y alianzas políticas en el primer año de gobierno de EPN, se está perfilando la posibilidad de que en las elecciones federales (intermedias) de 2015 el PRO y el PAN formen una alianza electoral, y que la refrenden para las elecciones presidenciales de 2018. Asimismo, el PT y Movimiento Ciudadano buscaríamos una alianza con MORENA para 2015 y para la presidencia en 2018.

Reformas neoliberales

Inmediatamente después de las elecciones por la presidencia de la República y por las Cámaras de Diputados y Senadores el primero de julio de 2012, se desplegó un intenso activismo reformador por parte del gobierno electo y del bloque de derechas. Para esto contaron con la colaboración del PRO, el partido más viejo de las izquierdas.

Todavía bajo el gobierno panista de Felipe Calderón, se procesó la contrarreforma laboral que canceló y redujo notablemente conquistas históricas y derechos de los trabajadores. Esto se llevó a cabo bajo el férreo principio neoliberal de la "flexibilización laboral", como supuesto factor esencial para elevar la productividad del país y de las empresas e impulsar más inversiones que a su vez generarían más empleos.

La realidad ha sido otra. En septiembre pasado el desempleo abierto se ubicó en 5,2 % (2,7 millones de personas) de la PEA, el nivel más alto desde mediados de 2011. Mientras la población subempleada sumó 8,7 % (4,2 millones) de la PEA y la población ocupada en la economía informal llegó a 56,0 % (29,3 millones) de la PEA. El total de la PEA es 52,3 millones de personas. En resumen, el 69,2 % (36 millones de personas) de la PEA se encuentran actualmente en condiciones de desempleo o precariedad laboral (tabla 4).

En agosto de 2012 el Gobierno Federal y los tres partidos más antiguos -PRI, PAN y PRD- crearon el Pacto por México para acordar un conjunto de reformas. Este acuerdo, que en los hechos ha representado el secuestro del país por estos actores, fue dado a conocer a la opinión pública el 2 de diciembre de 2012. Desde esa plataforma han salido casi todas las reformas importantes que se han aprobado en el transcurso de este año; en orden cronológico: telecomunicaciones, educación, financiera-bancaria y hacendaria. Y están en curso la político-electoral y la energética, que sería la "joya de la corona" para el proyecto sexenal y transexenal del grupo en el poder.

Existen altas probabilidades de que el bloque de derechas apruebe la privatización del sector energético, especialmente el petróleo. Solo mediante un gran movimiento conjunto del pueblo y las izquierdas sería posible echar abajo este despropósito, que cancelaría las últimas palancas que tiene México para el crecimiento y desarrollo económico y social.

Crimen organizado, narcotráfico y seguridad pública

Cuando EPN asumió la presidencia de la República y emitió su discurso el primero de diciembre de 2012, declaró que respetaría "a todas y cada una de las voces de la sociedad, y a ejercer un gobierno abierto que hable con verdad, que pida opinión, que escuche a la ciudadanía y tome las mejores decisiones". Además, reconoció que "el Estado ha cedido importantes espacios. La seguridad y la violencia han robado la paz y libertad de diversas comunidades del territorio nacional".

EPN dio a conocer cinco ejes fundamentales de la estrategia de su gobierno para el período 2012-2018, de los cuales el primero es la seguridad. Su finalidad es un "México en paz". Asimismo, anunció 13 decisiones por medio de las cuales se iba a llevar a cabo esa estrategia. La primera de ellas concernía al tema de seguridad, pues reconoció que "es imprescindible que el Estado emprenda un esfuerzo integral para reconstruir el tejido social". Concluyó su mensaje con las frases "es tiempo de mover a México" y "este es el momento de México".

A casi un año de gobierno, se ha agotado una parte del carisma y del entusiasmo que despertó el arribo de EPN. Las políticas implementadas no han mostrado los resultados ofrecidos. La percepción de inseguridad y vulnerabilidad de la ciudadanía ante la delincuencia organizada ha ido en aumento en consideración al año anterior -70 % en 2013 respecto a 66 % en 2012.
El 20 de mayo de 2013 EPN dio a conocer el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018; una vez más, su primera meta es la seguridad. La prioridad de este es "reducir la violencia, abatiendo los delitos que más afectan a las familias, mediante la prevención del crimen y la trasformación institucional de las fuerzas de seguridad y de procuración de justicia".

A la fecha, la seguridad y la justicia han presentado avances en coordinación con las fuerzas armadas, pero con varios eslabones fracturados, regiones en franca crisis y muy preocupantes datos sobre el crecimiento de los secuestros y la extorsión. Sin embargo, sigue la desconfianza de la sociedad en los cuerpos policiacos y de investigación.

Al parecer, se viene siguiendo una política de comunicación del gobierno federal cuyo propósito es distorsionar y mostrar indicadores a la baja respecto a la inseguridad que se padece en el país.
México padece un gran problema de omisión informativa, pero la realidad supera las campanas desinformativas en los principales medios de comunicación. Por ejemplo, durante su primer informe de Gobierno, el pasado primero de septiembre, EPN dio a conocer que entre el primero de diciembre de 2012 y el 30 de julio de 2013 se detuvo a 11 659 presuntos narcotraficantes. De acuerdo a la Procuraduría General de la República (PGR), se rebeló que cuando EPN notificó la cifra, 5 690 detenidos (48,8 %) ya habían sido liberados. Es decir, en 4 315 casos no se ejerció acción penal, 1 024 fueron liberados bajo reservas de ley -no se probaron los delitos o están libres bajo fianza- y 351 aún siguen en reserva -no se ha probado el delito.

Debemos destacar y recordar que la delincuencia organizada tomó partido por EPN en julio de 2012, y a favor de las y los candidatos del PRI en los procesos electorales locales de julio de 2013.
Durante el proceso electoral federal pasado el tema central fue la inseguridad. Desafortunadamente, hemos visto cómo paulatinamente se ha perdido la capacidad de asombro ante las constantes "notas rojas" en los medios de comunicación. Es alarmante el método de reclutamiento del crimen organizado, particularmente entre los jóvenes, que se asemeja al de las "levas". Asimismo, estos delincuentes "hacen trabajos por su propia cuenta"; es decir, comenten delitos del orden común tales como asalto a mano armada a transeúntes y al transporte público, robo de vehículos, a establecimientos mercantiles y a viviendas.

El problema de la inseguridad permanece y pareciera que el régimen ya pactó con alguno de los carteles más poderosos para inducir el mejoramiento de la situación de violencia e inseguridad en diversas regiones del país. Sin embargo, en los meses recientes la situación se ha desbordado en numerosas regiones y localidades. La inseguridad y la criminalidad ya se convirtieron en un problema de masas que está afectando fundamentalmente a ellas. El descontento y la inconformidad que se percibe en la mayoría de la población se expresan en el grado de inseguridad que registran los estudios estadísticos y de opinión, realizados por entidades públicas o centros de estudio de reconocida probidad.

La exclusión económica, política y social de la mayoría de los mexicanos en la toma de decisiones rompe inercias de conformidad que deben ser atendidas. Esta se ha generado a través de políticas públicas que se han implementado en el primer año del actual gobierno y a falta de políticas en materia de combate al crimen organizado, para recuperar espacios que garanticen la seguridad ciudadana.

Los niveles de impunidad en el país se mantienen intactos, sobre todo cuando se refieren a casos donde están implicados miembros de la clase política o empresarial. Más allá de criminalizar las acciones organizadas por comunidades, pueblos, trabajadores y sectores productivos en la defensa de sus derechos -como es el caso de las policías comunitarias, el magisterio y los empresarios víctimas de la delincuencia organizada-, el Estado se encuentra obligado a garantizar la viabilidad de los derechos humanos y las garantías constitucionales, para que las de gobierno no se conviertan en acciones demagógicas. Sin embrago, esto hoy no es así.

Recientemente, se dio a conocer que el gobierno estadounidense espió tanto al otrora presidente Felipe Calderón, como a EPN. La reacción del gobierno mexicano fue tibia. No basta con que se dé una simple explicación. Estamos hablando de un tema de seguridad nacional, de soberanía nacional; no es un tema menor. Aunado a esto, debemos mencionar la presencia de agentes extranjeros en nuestro país, instalados en instancias de seguridad e inteligencia. La seguridad nacional no puede estar en manos de extranjeros.

El narcotráfico "gobierna" en muchas partes del territorio nacional. La estrategia concebida por el gobierno federal hasta el momento no está resultando, seguimos en un Estado fallido.

Según el INEGI y la OMS, el costo de la violencia -en términos económicos- en México es de 1,3 % del PIB, que equivale a 215 200 millones de pesos.

De dicho monto, señala el INEGI, 70,7 % (unos 152 mil millones de pesos) corresponden a pérdidas económicas, 25,7 % a medidas preventivas de seguridad y el restante 3,6 tiene que ver con los gastos ocasionados por daños a la salud. En contraste, la Secretaria de Salud del Gobierno Federal mexicano sostiene que el costo económico por la violencia en México se ubica entre 8 y 15 % del PIB cada año, en consideración a los costos directos, indirectos e intangibles. Estos tres rubros incluirán: gastos de salud, años de vida perdidos con las muertes prematuras, daños materiales, los costos relativos a servicios y productos de seguridad, y las desinversiones. En 2008, el INEGI estimó que el costo económico por la inseguridad y violencia en México representó 7,9 % del PIB.

Especialistas en el tema consideran que dicha información debe ser tomada muy en cuenta para modificar la estrategia de seguridad en el país. Además, piensan que las autoridades gubernamentales no solo deben concentrarse en las "fórmulas mágicas" de más policía, más armamento y más cárceles.

Conclusiones

a) El panorama de la economía nacional e internacional aún luce desalentador en el corto y mediano plazo. Esto se debe a que la crisis económica mundial que estalló en 2008 aún no ha sido superada, tal como se aprecia en las estimaciones que el FMI realizó en octubre del presente año. En ellas redujo las expectativas de crecimiento de la economía mundial para 2013. Se espera que empiece a notarse una mejoría en 2017-2018, cuestión que sin duda influye en la economía mexicana.
b) Se ha venido desarrollando un intenso proceso de transformaciones en la configuración geopolítica del planeta: colapsó el "socialismo realmente existente" de Europa del Este y la URSS; pasamos de un mundo unipolar a un mundo multipolar de cuatro grandes bloques económicos y geopolíticos (Norteamérica, Asia Oriental, la Unión Europea y el BRICS); China está desplazando a los EE. UU. en los diferentes aspectos sustantivos del mundo; y Brasil está jugando un papel sobresaliente en la articulación de América Latina con otros continentes.
c) Aunque México tiene una ubicación geográfica y geopolítica especial, no las ha sabido aprovechar, porque sus gobiernos neoliberales de 1982 a la fecha lo han plegado a los EE. UU. Hoy mismo el gobierno de EPN quiere entregar el petróleo a las trasnacionales estadounidenses. En términos geopolíticos, México se extravió en los últimos 30 años y seguirá así si las fuerzas democráticas y de izquierda no logramos derrotar al bloque de derechas y desechar el modelo neoliberal.
d) Respecto a la economía nacional, las perspectivas de crecimiento son desalentadoras. Se estima que en este primer año de gobierno de EPN el crecimiento sea de 1 % o menos; en consecuencia, arrastraremos un crecimiento per cápita nulo.
e) Se sigue conduciendo al país por el mismo círculo vicioso que se ha repetido a lo largo de los últimos 30 años de dominio neoliberal: bajo crecimiento del PIB, menor generación de empleos de los que se necesitan, caída en los ingresos de la mayoría de las familias mexicanas, menos consumo, menos producción, menor recaudación de impuestos y mayor empobrecimiento de la inmensa mayoría de la población. La perspectiva no parece que cambiará.
f) La realidad, a corto y mediano plazo, es que nos enfrentamos a un incremento de la pobreza, a mayores niveles de desempleo, poco crecimiento de la industria, delincuencia organizada y estadillos sociales. Además, con las reformas estructurales propuestas por el Ejecutivo Federal enfrentamos la pérdida de la soberanía nacional y de la oportunidad de desarrollo económico y social.
g) Continuar con el modelo y la política económica neoliberal y sus privatizaciones no es la solución a los grandes y graves problemas nacionales, es sin duda el problema.
h) El regreso del PRI a la presidencia por medio de EPN representa la restauración del "viejo régimen" priista.
i) México se desliza rápidamente hacia el retroceso político, una involución generada por la vuelta del PRI al gobierno federal. Esto conduce a una paulatina refuncionalización del neoliberalismo y a una reorganización y reorientación del Estado hacia el autoritarismo, la represión, el paternalismo y el clientelismo político-electoral -rasgos del Estado y de los gobiernos y partidos de las derechas que nunca se fueron-. Solo que ahora con un elemento nuevo: autoinclusión del PRO en este proceso.
j) Una vez que se llevaron a cabo los comicios federales el primero de julio de 2012, el bloque de derechas comenzó a desplegar un intenso activismo reformador junto al PRO, el partido más viejo de las izquierdas. Formalizaron su unión por medio del Pacto por México, que ha suprimido al poder legislativo. A través de este han aprobado diversas contrarreformas como las de telecomunicaciones, educación, financiera-bancaria y hacendaria.
k) Además, existen altas probabilidades de que el bloque de derechas apruebe la privatización del sector energético, especialmente el petróleo. Solo mediante un gran movimiento conjunto del pueblo y las izquierdas sería posible echar abajo este despropósito, que cancelaría las últimas palancas para el crecimiento y desarrollo económico y social que tiene México.
l) Mención aparte debemos hacer sobre el tema de la seguridad, ya que la inseguridad y la violencia han robado la paz y libertad de diversas comunidades del territorio nacional. Asimismo, la sociedad sigue desconfiando de los cuerpos policíacos y de investigación.
m) A un año de gobierno de EPN continuamos en un Estado fallido. En muchas partes del país opera el narco-estado y el ejército tiene que hacer las labores de policía. Aún hay mucho por hacer en el país.

Anexos

Información estadística sobre Seguridad
a) Según las cifras del propio Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), en diez meses de gobierno peñista van 15 552 homicidios dolosos, a razón de 1 550 al mes y 50 diarios. Alrededor de 1 326 secuestros se han registrado de diciembre de 2012 a septiembre de 2013 -cabe señalar que ese es el numero de plagios denunciados ante el Ministerio Público-. Organizaciones civiles como la Asociación Alto al Secuestro establecen que durante los primeros nueve meses del año van 1 562 secuestros.
Diciembre de 2012 fue el mes más sangriento del actual gobierno, con 1 718 asesinatos, seguido por abril de 2013 con 1 651 casos. Prácticamente se ha mantenido la tendencia violenta con la que salió el gobierno de Felipe Calderón.(1)
b) La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reportó la cifra de 27 243 personas desaparecidas. De estas, 24 800 están "desaparecidas" y en 2 443 casos más podría haber indicios de "desapariciones forzadas". La cifra presentada por la CNDH es cercana a la que el 21 de febrero pasado reportó la Secretaría de Gobernación (Segob), de 27 523 casos de personas desaparecidas en el sexenio 2006-2012, que encabezó el presidente Felipe Calderón. Además, la CNDH dio a conocer que los estados con más alta incidencia de desapariciones son Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Michoacán, Tamaulipas y Sinaloa.(2)
c) Según el INEGI y la OMS, en México el costo de la violencia en términos económicos es de 1,3 % del PIB, lo que equivale a 215 200 millones de pesos.
De dicho monto, señala el INEGI, 70,7 % (unos 152 mil millones de pesos) corresponden a pérdidas económicas, 25,7 % a medidas preventivas de seguridad y el restante 3,6 % tiene que ver con los gastos ocasionados por daños a la salud. En contraste, la Secretaría de Salud del Gobierno Federal mexicano sostiene que el costo económico por la violencia en México se ubica entre 8 y 15 % del PIB cada año, en consideración a los costos directos, indirectos e intangibles. Estos tres rubros incluirán: gastos de salud, años de vida perdidos con las muertes prematuras, daños materiales, los costos relativos a servicios y productos de seguridad, y las desinversiones. En 2008, el INEGI estimó que el costo económico por la inseguridad y violencia en México representó 7,9 % del PIB.(3)



 

 

 

RECIBIDO: 22/04/2014

ACEPTADO: 19/05/2014

 

 

Alberto Anaya Gutiérrez. Diputado Federal y Coordinador Nacional del Partido del Trabajo (México). Correo electrónico: anayag24@gmail.com

 

 

NOTAS ACLARATORIAS


1. Cfr. "15 552 muertos. Son cifras oficiales, no de la oposición. Es el recuento de la numeralia", El Excélsior, 30 de octubre de 2013, en <http://www.excelsior.com.mx/opinion/martin-moreno/2013/10/29/925813> [18/10/2013].
2. Cfr. "CNDH reporta 27 mil desaparecidos en México, cifra cercana a la de Segob", Aristegui Noticias, 5 de junio de 2013, en <http://aristeguinoticias.com/0506/mexico/cndh-reporta-27-mil-desaparecidos/> [22/10/2013]
3. Cfr. "Violencia cuesta 15 % del PIB dice Salud", El Financiero, 14 de noviembre de 2013, en <http://www.elfinanciero.com.mx/secciones/politicasociedad/41553-violencia-cuesta-15-del-pib-dice-salud.html> [6/11/2013].

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