Introducción
A nivel mundial, América tuvo el mayor número de trabajadores de salud contagiados de COVID-19 (más de 500 000).1) Según el Consejo Internacional de Enfermeras, fallecieron más de 600 en todo el mundo,2 cifras que significan que los profesionales de salud son una población vulnerable. Al respecto, las enfermeras perciben que su situación laboral encierra mayor riesgo de enfermar y morir por situaciones que podrían evitarse con el uso de barreras esenciales, equipos de protección personal (Epp)3) y condiciones de trabajo adecuadas.4,5
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) conceptualiza las condiciones de trabajo como las circunstancias necesarias para que un trabajador desarrolle sus labores de manera que prevenga repercusiones en su salud física y mental; por tal motivo, en la regulación del trabajo considera clasificarlas como condiciones físicas, químicas, mecánicas y biológicas, el aspecto psicosocial.6) Al respecto, Benavides y otros7 clasifican las condiciones de trabajo en dimensiones de seguridad, higiene, ergonomía, psicosocial y condiciones de empleo o aspectos organizacionales de la empresa (jornadas de trabajo, horarios, relación y derechos laborales).
En la presente investigación, se clasifican las condiciones de trabajo en:
Organizacional: Constituida por sistemas de distribución del trabajo, jornada y carga laboral, vacaciones, trabajo en equipo, adecuadas relaciones interpersonales; que generan un clima de cooperación en el desempeño laboral.8
Ergonómica: Integrada por situaciones de la actividad laboral que influyen en la salud física, su fin es adaptar el trabajo al ser humano, se considera negativa cuando existe sobrecarga laboral, malas posturas, mayor esfuerzo físico y movimientos reiterativos.9
Bioseguridad: Referida a la implementación de medidas preventivas por el empleador, busca reducir riesgos o daños en la salud (10) a través de prevención de accidentes, protección contra peligros biológicos y mejora de los Epp,11) así como la implementación del lavado de manos, como medida básica para evitar la trasmisión de la COVID-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala “Ningún país, hospital o centro de salud puede mantener a salvo a sus pacientes a menos que preserve la seguridad de sus trabajadores”.11
Ambiente físico: Considera espacios de trabajo, infraestructura, equipamiento8,9 y factores del entorno (temperatura, iluminación, ruido, ventilación, exposición a factores biológicos y químicos)13 que influyen en el desarrollo de labores y en la salud de los trabajadores.14
Ambiente psicosocial: Constituido por la interrelación del entorno organizacional del trabajo (relaciones interpersonales, apoyo del equipo de trabajo, distribución del trabajo) y las expectativas, capacidades y cultura del trabajador, que repercuten en su salud mental y física y que genera estrés, sufrimiento y dolor cuando son negativas y satisfacción cuando son positivas.15) La OMS recomienda mejorar el acceso a servicios de ayuda mental y social en beneficio de la salud mental de los trabajadores de salud.11
Durante la pandemia, la edad de los trabajadores de salud fue considerada como un factor de vulnerabilidad para continuar en el trabajo, en > 65 años la enfermedad se presentó con mayor frecuencia y de manera agresiva, lo que motivó a confinar a este grupo. Algunos autores discuten la influencia de la edad en la productividad laboral, trabajadores menores de 40 años poseen mayor fuerza laboral;16 sin embargo, otros afirman que los mayores de 60 años poseen experiencia, y compromiso con la calidad.17) Debido a la alta carga laboral, el personal joven pero con poca experiencia asumió el cuidado de pacientes críticos.
Existen pocas investigaciones, anteriores a la pandemia, asociadas con la situación laboral de enfermeras intensivistas que aborden percepción de carga laboral, exposición a riesgos organizacionales, ambientales y psicosociales, relacionadas con la edad. El estudio de estos aspectos ha originado mucho interés, por parte de las instituciones prestadoras de servicios de salud, en razón a la repercusión en la salud mental y calidad de vida de enfermeras, organización del trabajo y atención segura del paciente. La presente investigación tuvo como objetivo identificar la percepción de enfermeras intensivistas sobre condiciones de trabajo durante la COVID-19.
Métodos
Investigación de enfoque cuantitativo, con diseño descriptivo-correlacional y retrospectivo, realizado entre julio y setiembre del año 2022, en un hospital de IV nivel-EsSalud, en Lima-Perú. La población de estudio fueron 80 enfermeras intensivistas con experiencia laboral mayor a cinco años (experto),18) que atendieron pacientes con COVID-19 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Los datos fueron recolectados mediante el cuestionario Easy questionnaire of working conditions intensive care nurses during pandemic COVID-19, de autoría propia, basado en el Cuestionario Básico y Criterios Metodológicos para las Encuestas sobre Condiciones de Trabajo, Empleo y Salud en América Latina y el Caribe 20168 enviados mediante plataforma google forms, con tiempo de aplicación promedio de 45 minutos.
El cuestionario consta de 39 enunciados: 5 sociodemográficos y 34 agrupados en 5 aspectos: organizacional (10), ergonómica (3), bioseguridad (9), ambiente físico (8) y psicosocial (4) con alternativas de respuesta tipo Likert (siempre, casi siempre, ocasionalmente, pocas veces y nunca); sometido a juicio de expertos de alta trayectoria académica y temática. Se obtuvo validez y concordancia excelente (0,93 V de Aiken)19) y confiabilidad aceptable (0,73 Alfa de Cronbach).20)
Los datos fueron procesados mediante el programa Excel (2013) y analizados según software IBM SPSS, Versión 27; se aplicaron pruebas estadísticas descriptivas (frecuencia absoluta, valor porcentual y mediana), y de correlación Rho de Spearman para análisis inferencial con margen de error del 5 %. Se contó con la autorización del Comité de Ética de la sede de investigación.
Resultados
En 80 enfermeras intensivistas, el grupo etario con mayor población fue de 26-40 años 36(45 %), la mediana fue en 41-50 años, 74 mujeres (92,50 %), 45 (56,25 %) casadas/convivientes, 33 (41,25 %) con experiencia laboral de 5-10 años, 75 (93,75 %) con especialidad en cuidados intensivos y 5 (6,25 %) grado de magister.
El 60 % (48) enfermeras consideraron que las condiciones de trabajo fueron desfavorables (33,75 % entre 26-40 años, 21,25 % entre 41 -50 años y 5 % entre 51-64 años); y para un 40 % (32) fueron favorables (11,25 % entre 26-40 años, 18,75 % entre 41 a 50 años y 10 % entre 51-64 años) (tabla 1).
Del 100 % (80) de enfermeras intensivistas, percibieron como desfavorable lo ergonómico el 91,25 %, seguido por lo organizacional (71,25 %); la bioseguridad fue percibida como favorable por el 70 % (tabla 2).
Los aspectos muy desfavorables reportados en los 3 rangos de edad fueron: organizacional, sobrecarga de trabajo (> 94,44 % ) y número de pacientes por turno >1:2 (> 86,11 %); ergonómico, movilización de pacientes de más de 25 kilos (> 91,66 %); ambiente físico, exposición a secreciones de pacientes con COVID-19 (>88,88 %), incumplimiento del distanciamiento social (> 83,33 % ), psicosocial, falta de apoyo psicológico-espiritual (> 91,66 %) y miedo al contagio (> 83,33 %). En bioseguridad los aspectos favorables fueron: inmunización oportuna (> 75 %) y abastecimiento de Epp (> 72 %) (tabla 3).
Dimensiones | Edad (años) | Correlación Rho de Spearman/edad | |||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
26 a 40 años | 41 a 50 años | 51 a 64 años | |||||||||||
Percepción condiciones de trabajo | |||||||||||||
Favorable | Desfavorable | Favorable | Desfavorable | Favorable | Desfavorable | ||||||||
No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | ||
Organizacional |
< 0,001 |
||||||||||||
Relación laboral | 9 | 25 | 27 | 75 | 27 | 84,37 | 5 | 15,62 | 12 | 100 | 0 | 0 |
< 0,001 |
Vacaciones | 13 | 36,11 | 23 | 63,88 | 24 | 75 | 8 | 25 | 6 | 50 | 6 | 50 |
< 0,011 |
Horas/trabajo semanal | 9 | 25 | 27 | 75 | 15 | 46,87 | 17 | 53,12 | 9 | 75 | 3 | 25 |
< 0,001 |
Pacientes /turno | 5 | 13,88 | 31 | 86,11 | 4 | 12,5 | 28 | 87,5 | 1 | 8,33 | 11 | 91,66 |
> 86,11 % 0,943 |
Sobrecarga laboral | 2 | 5,55 | 34 | 94,44 | 2 | 6,25 | 30 | 93,75 | 0 | 0 | 12 | 100 |
0,633 > 94,44 % |
Descanso posguardia | 7 | 19,44 | 29 | 80,55 | 11 | 34,37 | 21 | 65,62 | 2 | 16,66 | 10 | 83,33 |
0,581 |
Apoyo de equipo | 19 | 52,77 | 17 | 47,22 | 17 | 53,12 | 15 | 46,87 | 8 | 66,66 | 4 | 33,33 |
0,571 |
Pruebas de descarte | 6 | 16,66 | 30 | 83,33 | 8 | 25 | 24 | 75 | 4 | 33,33 | 8 | 66,66 |
0,382 |
Acceso atención-salud | 13 | 36,11 | 23 | 63,88 | 14 | 43,75 | 18 | 56,25 | 7 | 58,33 | 5 | 41,66 |
0,151 |
Control de Temperatura | 6 | 16,66 | 30 | 83,33 | 0 | 0 | 32 | 100 | 3 | 25 | 9 | 75 |
0,372 |
Bioseguridad |
0,040 |
||||||||||||
Abastecimiento Epp | 26 | 72,22 | 10 | 27,77 | 29 | 90,62 | 3 | 9,37 | 11 | 91,66 | 1 | 8,33 |
> 72,22 % 0,095 |
Respiradores N 95 | 18 | 50 | 18 | 50 | 18 | 56,25 | 14 | 43,75 | 9 | 75 | 3 | 25 |
0,410 |
Lentes | 19 | 52,77 | 17 | 47,22 | 24 | 75 | 8 | 25 | 10 | 83,33 | 2 | 16,66 |
0,002 |
Capacitación sobre Epp | 13 | 36,11 | 23 | 63,88 | 18 | 56,25 | 14 | 43,75 | 8 | 66,66 | 4 | 33,33 |
0,027 |
Dificultades uso de Epp | 9 | 25 | 27 | 75 | 4 | 12,50 | 28 | 87,50 | 1 | 8,33 | 11 | 91,66 |
0,354 |
Lavado de manos | 26 | 72,22 | 10 | 27,77 | 26 | 81,25 | 6 | 18,75 | 8 | 66,66 | 4 | 33,33 |
0,491 |
Instrumentos cortantes | 8 | 22,22 | 28 | 77,77 | 9 | 28,12 | 23 | 71,87 | 4 | 33,33 | 8 | 66,66 |
0,819 |
Inmunizaciones | 27 | 75 | 9 | 25 | 29 | 90,62 | 3 | 9,37 | 9 | 75 | 3 | 25 |
> 75,00 % 0,630 |
Ergonómicas |
0,028 |
||||||||||||
Posturas Incomodas | 4 | 11,11 | 32 | 88,88 | 1 | 3,12 | 31 | 96,87 | 2 | 16,66 | 10 | 83,33 |
0,149 |
Movilización de paciente | 3 | 8,33 | 33 | 91,66 | 0 | 0 | 32 | 100,0 | 0 | 0 | 12 | 100,0 |
> 91,66 % 0,043 |
Movimientos repetitivos | 4 | 11,11 | 32 | 88,88 | 2 | 6,25 | 30 | 93,75 | 0 | 0 | 12 | 100,0 |
0,097 |
Ambiente físico |
0,150 |
||||||||||||
Exposición a secreciones | 4 | 11,11 | 32 | 88,88 | 2 | 6,25 | 30 | 93,75 | 0 | 0 | 12 | 100,0 |
> 88,88 % 0,165 |
Desinfección | 17 | 47,22 | 19 | 52,77 | 19 | 59,37 | 13 | 40,62 | 10 | 83,33 | 2 | 16,66 |
0,029 |
Temperatura | 6 | 16,66 | 30 | 83,33 | 6 | 18,75 | 26 | 81,25 | 0 | 0 | 12 | 100,0 |
0,99 |
Ruido | 8 | 22,22 | 28 | 77,77 | 9 | 28,12 | 23 | 71,87 | 3 | 25 | 9 | 75 |
0,715 |
Iluminación | 17 | 47,22 | 9 | 25 | 17 | 53,12 | 15 | 46,87 | 8 | 66,66 | 4 | 33,33 |
0,161 |
Ventilación | 16 | 44,44 | 20 | 55,55 | 17 | 53,12 | 15 | 46,87 | 6 | 50 | 6 | 50 |
0,664 |
Distanciamiento social | 5 | 13,88 | 31 | 86,11 | 5 | 15,62 | 27 | 84,37 | 2 | 16,66 | 10 | 83,33 |
> 83,33 % 0,347 |
Recambio de aire / presión negativa, | 11 | 30,55 | 25 | 69,44 | 14 | 43,75 | 18 | 56,25 | 5 | 41,66 | 7 | 58,33 |
0,295 |
Ambiente psicosocial |
0,176 |
||||||||||||
Apoyo psicológico/ espiritual | 3 | 8,33 | 33 | 91,66 | 2 | 6,25 | 30 | 93,75 | 0 | 0 | 12 | 100,0 |
> 91,66 % 0,328 |
Satisfacción laboral | 27 | 75 | 9 | 25 | 23 | 71,87 | 9 | 28,12 | 7 | 58,33 | 5 | 41,66 |
0,856 |
Equilibrio trabajo/vida social | 15 | 41,66 | 21 | 58,33 | 14 | 43,75 | 18 | 56,25 | 3 | 25 | 9 | 75 |
0,170 |
Relaciones interpersonales | 23 | 63,88 | 13 | 36,11 | 19 | 59,37 | 13 | 40,62 | 7 | 58,33 | 5 | 41,66 |
0,925 |
Miedo al contagio | 5 | 13,88 | 31 | 86,11 | 3 | 9,37 | 29 | 90,62 | 2 | 16,66 | 10 | 83,33 |
> 83,33 % 0,773 |
Se encontró correlación significativa entre edad y lo organizacional (p = 0,431), ergonómico (p = 0,249) y bioseguridad (p = 0,226); no hubo correlación con ambiente físico y psicosocial.
Discusión
En general, las condiciones de trabajo percibidas por enfermeras intensivistas fueron desfavorables, resultados que concuerdan con Backes y otros,4 quienes señalan que las condiciones de trabajo fueron inadecuadas en Brasil y el mundo, lo cual produjo un ambiente desfavorable para brindar un cuidado de calidad,21 y daño en la salud de las enfermeras.4
En ergonomía, la mayoría reportó condiciones de trabajo muy desfavorables, predominó la movilización de pacientes + de 25 kilos, (sobre todo para enfermeras > 40 años). Llamo y Palomino (Perú),22 reportan que el 77,42 % de las enfermeras de UCI levantan más de 25 kilos de forma continua, produciéndoles dolor en diferentes áreas del cuerpo. En Egipto, El-Soud y otros23) señalan resultados similares (85,75 %). En contraste, Rathore y otros24 reportan que solo un 32 % de enfermeras pakistaníes refieren dolor lumbar, debido a que no levantan pacientes varones.
Durante la pandemia, se movilizaron a pacientes con gran peso corporal y maniobras de posición prona, con gran esfuerzo ergonómico.23,25Sartika y otros26 recomiendan reducir la carga al movilizar pacientes, para evitar cansancio excesivo y daño muscular.
En lo organizacional, la sobrecarga laboral fue elevada (en especial para 51- 64 años), debido a la demanda de pacientes, resultados que concuerdan con Fernández y otros27 y Sezgin y otros,28 lo que originó desgaste físico, incremento del nivel de stress y repercusiones en la salud mental de las enfermeras. En cuanto a la relación enfermera-paciente 1:2, el 86,11 % (en especial en 51-64 años) refirió que se incrementó a 1:3 y hasta 1:4,29) aspecto que se asocia a menor calidad de cuidado.25 En Holanda, Hoogendoorn y otros30 compararon la carga laboral con la calidad de vida de enfermeras, en pacientes de UCI con COVID-19 y sin COVID-19, y encontraron que los primeros demandan mayor cuidado y producen menor calidad de vida.
En el ambiente físico predominó la exposición a secreciones de pacientes-COVID-19 (en 51-64 años), resultados que coinciden con Heinzerling y otros,31 quienes refieren que los profesionales de la salud están expuestos a alto riesgo de contraer enfermedades hospitalarias trasmisibles por aerosoles, sobre todo los que participan en procedimientos de vía aérea.32
Aunque la trasmisión del SARS-CoV-2 no está determinada si es por aerosoles o gotitas, es necesario el distanciamiento social para evitar el contagio.33Al respecto, más del 83 % (en los 3 rangos de edad) refirieron el incumplimiento de esta norma establecida por la OMS34) (1m de distancia). Hallazgos similares fueron reportados por Sezgin y otros,28 la infraestructura reducida y el hacinamiento propició el contagio entre el personal.
Una mirada retrospectiva permite visualizar similares condiciones físicas en epidemias de igual forma de trasmisión (AH1N1). Arce y otros35 señalan: es necesario aislar a pacientes con similares síntomas, para garantizar la bioseguridad del personal de salud.
En el ambiente psicosocial, más del 91,66 % percibió falta de apoyo psicológico/espiritual (en especial en 51-64 años), lo que coincide con Xu. y otros,36 para afrontar situaciones críticas y lograr un nivel de bienestar mental, las enfermeras deben recibir apoyo psicológico periódico.
El miedo al contagio y contagiar a un familiar fue elevado (en su mayoría para 41-50 años), hallazgos que coinciden con Huayhua y otros,37) donde el 100 % de enfermeras reportaron miedo al contagio personal y contagiar a familiares al principio de la pandemia, por ser una enfermedad desconocida y por falta de Epp. En China, Hu y otros38 reportaron que el 91,20 % del personal de la UCI sintió miedo de infectarse y morir, hallazgos que discrepan con Heesakkers y otros39 en Holanda, donde solo un 30,30 % sintió miedo a contagiarse y el 52,50 % de contagiar a un familiar, quizás porque este estudio se comenzó en el momento de menor número de pacientes en la UCI.
Un aspecto favorable fue el abastecimiento de Epp (más del 72,22 %, en especial en > 41 años), resultados que difieren con Raraz y otros,40 donde solo el 55 % de trabajadores de la salud recibieron Epp completo, lo cual incrementó el riesgo de contagio. En Irán, Chegini y otros41 indican que trabajar sin suficientes Epp incrementa el miedo a contagiarse del virus.
El 75 % consideró favorable la inmunización oportuna. Los trabajadores de salud son grupos prioritarios para vacunación en el mundo.13Solís y otros42 reportan efectividad (90 %) de la inmunización para evitar la muerte por COVID-19 y el 67 % para prevenir hospitalizaciones en trabajadores de salud.
Esta investigación permite proporcionar información a las enfermeras y a las instituciones prestadoras de servicios de salud sobre las condiciones de trabajo y su relación con la calidad de vida de las enfermeras intensivistas cuando estas son desfavorables y, de manera indirecta, con la atención segura y continua de los pacientes.
En conclusión, las condiciones de trabajo de enfermeras intensivistas durante la pandemia de la COVID-19 fueron percibidas como desfavorables para menores de 50 años y favorables para mayores de 51 años.
Aprender de la historia, significa planificar estrategias y mejoras en las condiciones de trabajo de las enfermeras en bien de su salud física, social, mental y la calidad de sus cuidados.
Limitaciones del estudio
El tamaño de la población fue una limitación del estudio, se recomienda realizar investigaciones con poblaciones mayores para generalizar resultados y establecer correlación con otros datos sociodemográficos.