Estimado editor:
El sueño es imprescindible en procesos como plasticidad cerebral, atención, memoria, aprendizaje, regulación de emociones, respuesta al estrés, recuperación de energía, crecimiento y reparación de tejidos,1,2) además desempeña un papel importante en la homeostasis del sistema inmunológico, por lo que, el dormir bien y la inmunidad se encuentran directamente relacionados.3,4
Uno de los procesos que más se altera durante los periodos de confinamiento es el sueño. 5Diferentes estudios han mostrado la influencia negativa del aislamiento social en la vida de todas las personas, siendo los niños y adolescentes un grupo especialmente vulnerable. 6-8
Sánchez Boris en su artículo en revisión publicado en la revista Medisan 2021 “Impacto psicológico de la COVID-19 en niños y adolescentes” , al abordar el tema Niños, adolescentes y la COVID-19 en el contexto cubano, declara que por la afectación que ha provocado la pandemia en niños y adolescentes cubanos se ha puesto en marcha un estudio pionero que analiza el impacto emocional en los menores con aparente salud mental y diagnóstico previo de desórdenes mentales, a través de encuestas a padres de menores de 3 a 18 años, con el objetivo de examinar el impacto de los eventos relacionados con la COVID-19 en esta población. Los resultados preliminares indican que la situación impuesta por la COVID-19 afecta psicológicamente a infantes y adolescentes, a favor de escolares y menores de 10 a 16 años, principalmente del sexo masculino, convivientes en hogares disfuncionales y con condiciones socioeconómicas desfavorables. En la gran mayoría se notifican trastornos del sueño y el uso inadecuado de las tecnologías.7
Una investigación realizada en España “Impacto psicológico del confinamiento por la COVID-19 en niños españoles: un estudio transversal”, 2020, en la cual se encuestaron a padres de niños entre 3 y 12 años de edad sobre las rutinas de los hijos durante la cuarentena, su bienestar emocional, problemas de sueño y su conducta, el 69.6% informó que, durante el confinamiento, sus hijos presentaron reacciones emocionales negativas, el 31.3% problemas en el sueño. Los niños que invertían menos tiempo en el ejercicio físico y hacían mayor uso de pantallas presentaron un mayor número de reacciones negativas.8
Micheletti MB, Cafiero P, Nápoli S, Lejarraga C, et al. investigaron los problemas del sueño en una muestra de niñas y niños con trastornos del desarrollo, antes y durante la pandemia por COVID-19, en Argentina, 2021, obtuvieron como resultados que aproximadamente la mitad de las niñas y los niños con trastornos del desarrollo presentan problemas de sueño, y durante la pandemia por COVID-19 aumentaron los problemas de sueño, como posible reflejo del impacto ambiental en los niñas y niños con trastornos del desarrollo.9
Existen escasos estudios sobre la repercusión del confinamiento en los hábitos de sueño de las personas, especialmente en niños y adolescentes, pero en los publicados, se ha demostrado su efecto negativo. 7-9
Por las evidencias obtenidas y lo prolongado del periodo de aislamiento durante la actual pandemia, se recomienda realizar estudios que permitan determinar la magnitud de esta problemática, sus consecuencias para el bienestar infantil a corto y a largo plazo, para trazar estrategias de tratamiento precoz y seguimiento de la población afectada.