Estimada directora:
Según el reconocido profesor Ricardo Ángel González Menéndez. "La vocación médica no es más que la vocación de servir cuando se expresa en el ámbito médico, que constituye la piedra angular de la gestión del equipo de salud y representa, en la dedicación asistencial, la más nítida expresión de espiritualidad en su nivel superior".1
La publicación en la Revista Médica Electrónica, de los artículos "La motivación en el rendimiento académico de los estudiantes de medicina". (vol. 38, número 6, 2016) "La motivación profesional en los estudiantes de las Ciencias Médicas" (vol. 39, número 3, 2017) y "La motivación en el contexto del proceso enseñanza-aprendizaje en carreras de las Ciencias Médicas" (vol. 40, número 2, 2018) se refieren al tema de diferentes maneras, pero siempre considerando que en el proceso de formación, existe una relación de interdependencia entre la obtención de conocimientos y el desarrollo de habilidades, y de valores, gustos, sentimientos, aspiraciones, intereses e ideales que se materializan en actitudes en lo profesional y en lo humano.2-4
En la bibliografía consultada se señala que el nivel superior se caracteriza por una formación motivacional, en la que predominan en los estudiantes motivos intrínsecos orientados hacia el contenido de la profesión con diferentes niveles de satisfacción personal, que en el orden funcional constituyen tendencias orientadoras de la personalidad. Cuando los estudiantes están motivados hacia la carrera que escogieron, tienen proyectos futuros y de vida vinculados a ella, con intereses e intenciones profesionales mejor definidas, se mantienen satisfechos en el proceso de formación profesional y obtienen buenos resultados docentes.3,5
El Plan de estudios E, de la carrera de medicina, enfatiza en la búsqueda de un estrecho vínculo con los organismos empleadores, considerados como tal las unidades docente asistenciales del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) fundamentalmente, cuyas áreas de servicios e investigación constituyen los escenarios reales de formación de los médicos y otros profesionales y técnicos de las Ciencias de la salud. El impacto de la universidad en el territorio y la atención a los estudiantes en la práctica laboral, se favorece por la forma organizativa fundamental identificada como Educación en el Trabajo. (EET)6
Las habilidades de comunicación en los estudiantes, con los pacientes, familiares, profesores, tutores y con la población en general, constituyen un arma fundamental durante su etapa de formación y para el ejercicio de la profesión, desde el primer año de la carrera, las que tienen que poner en práctica en las actividades de educación para la salud, promoción de salud y el trabajo en equipo multidisciplinario.6,7
La atención primaria de salud, (APS) es la base y la mayor fortaleza del Sistema Nacional de Salud en Cuba. Es justamente allí, donde los estudiantes de medicina realizan la mayor cantidad de actividades docentes, durante la EET y es gracias a las acciones que ejecutan y desarrollan, de conjunto con profesionales, técnicos, directivos y demás trabajadores, que también contribuyen y garantizan los elevados indicadores de salud de nuestro país.8-12
Su objetivo continúa siendo, emplear adecuadamente el método clínico y epidemiológico, promover salud, prevenir y controlar riesgos, enfermedades y daños; modificar estilos de vida, conocer las condiciones socioeconómicas, ambientales y culturales de la población y por supuesto garantizar cobertura, calidad y satisfacción en la atención médica a los individuos y sus familias.8,9,12,13
Todo ello, como ha publicado el profesor González Menéndez,14 gracias a lo que significa para la profesión médica, el desarrollo de cuatro valores morales fundamentales, que representan las raíces principales del frondoso árbol, cuya sombra cobija las relaciones interpersonales, entre quienes requieren ayuda en materia de salud y quienes la brindan: el altruismo., la vocación de servicio, la sensibilidad humana y la involucración.
Hoy la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas puede exhibir como fortalezas, en su búsqueda por lograr la excelencia universitaria y poder lograr la acreditación institucional según los estándares establecidos, entre otras, la experiencia de más de 50 años de impartirse docencia médica superior en la provincia, un claustro prestigioso y que resulta ser ejemplo para sus estudiantes; poder contar con profesores y tutores pertinentemente preparados en el orden académico, científico y humanista; ser partícipes activos de la práctica de más de treinta y cinco años del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia y su perfeccionamiento, e impartirse dos de sus carreras, (Estomatología y Medicina) Certificadas por la Junta de Acreditación Nacional del Ministerio de Educación Superior, (MES)12,15 así como varios de sus programas de especialidades, igualmente acreditados: Medicina Natural y Tradicional (de Excelencia) Gastroenterología, Psiquiatría adultos, Oftalmología, Pediatría y Dermatología.
He ahí tal vez una de las respuestas a la pregunta: ¿Cómo lograr la gestión de conocimientos vinculados a la solución de los problemas de la sociedad? El interés por la carrera que escogieron, unido a la participación social y comunitaria y la voluntad política para la solución de los problemas de salud del territorio, favorecen las acciones que se realizan por profesores y tutores para que la educación en el trabajo, se afiance como motivación y permita continuar desarrollando la vocación de los estudiantes de medicina durante las actividades docentes, investigativas y de extensión universitaria que realizan fundamentalmente, en la Atención Primaria de Salud.