Introducción
El mundo contemporáneo ha propiciado cambios favorables para las personas con discapacidad expresados en la inclusión social, que se sustenta, entre otros, en el perfeccionamiento de los sistemas educativos y en la superación continua de los docentes.
Una de las acciones realizadas en Cuba para contribuir a la equiparación de oportunidades, lo constituye la modalidad de atención educativa ambulatoria a niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad físico-motoras que no pueden asistir a las escuelas, avalada por la Resolución Ministerial (RM) 13/85 MINED (1985), que introduce la figura del maestro ambulante, sin referente a nivel internacional.
Experiencias valiosas se registran en la escuela nacional «Solidaridad con Panamá». Investigaciones relacionadas con el desarrollo de la autovaloración y de la autoestima Castro, (2006); el diagnóstico y la caracterización, el proceso de tránsito a la Educación Media Superior Navarro, (2006); la educación familiar, la atención educativa a la primera infancia Zurita, ( 2015), son algunos ejemplos que constituyen referentes para la atención educativa ambulatoria, sin embargo no recogen datos del devenir histórico del servicio ambulatorio por desarrollarse en la institución educativa mencionada.
En el contexto no áulico, se destacan los trabajos de Triana, (2011) y Ferrer, (2016) quienes aportaron herramientas sobre la atención ambulatoria y los componentes de la concepción pedagógica de esta. En Pinar del Río, se debe hacer mención a los trabajos dedicados a la familia de alumnos con discapacidades físico-motoras de Sotolongo, (2001), el modelo para la atención educativa integral por vía ambulatoria de Puentes, (2005) y Puentes, 2013) y las investigaciones sobre la comunicación en niños con parálisis cerebral de Vázquez, (2016); sin que se ofrezcan análisis históricos de la formación del maestro que asume la tarea de la atención educativa ambulatoria.
El presente trabajo, que se adscribe al proyecto «Formación inicial y permanente del personal docente para la atención educativa a la diversidad», es el resultado de estudios doctorales relacionados con la superación del maestro ambulante sobre el desarrollo de la psicomotricidad de los alumnos con limitaciones físico-motoras (en la actualidad discapacidades físico motoras) de Sánchez, Puentes, Sotolongo, y Díaz, (2017). Este tipo de investigación obliga a conocer y comprender la historia del objeto de estudio con el que se trabaja al asumir que todo desarrollo es el resultado del proceso de apropiación de la experiencia acumulada por la humanidad a lo largo de toda la historia social. Valledor y Ceballo, (2009).
En su desempeño profesional, el maestro ambulante se relaciona con portadores de disímiles enfermedades y trastornos, destacándose por su nivel de prevalencia y complejidad, la parálisis cerebral Borges, (2012). Este trastorno de la función motora se expresa con diferentes grados de severidad y la presencia concomitante de afectaciones neurológicas, sensoriales, endocrinas, por solo citar algunas, las cuales demandan la superación constante de estos docentes.
La superación de los docentes en la Educación Especial ha sido estudiada, entre otros, por Manes, (2005); González, (2012); Estévez, (2015); los cuales han incursionado en la atención a la diversidad, la salud escolar y las adaptaciones curriculares. Como aporte, ofrecen un soporte teórico metodológico del posgrado contextualizado a la realidad pinareña, sin involucrar a los maestros ambulantes directamente ni a los escenarios de su desempeño.
Derivado de estos análisis el propósito del presente trabajo es socializar el estudio histórico contextual de la superación de los maestros ambulantes sobre el desarrollo de la psicomotricidad de los alumnos con discapacidades físico-motoras por parálisis cerebral en Pinar del Río.
Materiales y métodos
Para la realización de este estudio se seleccionaron intencionalmente tres grupos de muestra. El primer grupo de muestra quedó conformado por 12 testigos excepcionales con 19,1 años de experiencia como promedio en la atención ambulatoria; de ellos el 33,3 % son doctores en Ciencias Pedagógicas y el 41,7 % son másteres en Educación Especial, todos relacionados directamente con la atención ambulatoria. El 41.7 % son profesores universitarios e igual porcentaje son directivos a diferentes niveles; el 16,2 % se mantiene actualmente como maestros ambulantes.
El criterio de excepcionalidad de los testigos está determinado por sus aportes relevantes al servicio ambulatorio: por ser fundadores y/o destacarse en la labor docente e investigativa en esta modalidad.
El segundo grupo está conformado por 11 maestros ambulantes de una población de 18 que atienden a alumnos con discapacidades físico-motoras por parálisis cerebral en Pinar del Río. El 100 % de la muestra es titulado del nivel superior; de ellos el 81,8 % son Licenciados en la especialidad: el 36,6 % Licenciados en Educación Especial y el 45,5 % en Defectología, especialidad: Oligofrenopedagogía; dos maestros (18,2 %) son graduados de la especialidad de Educación Primaria. El 45,5 % es Máster en Ciencias de la Educación, mención: Educación Especial. El 72,7 % tiene más de 11 años de experiencia en Educación Especial y el 54,5 % más de 11 años en la atención a niños con discapacidades físico-motoras por parálisis cerebral.
El tercer grupo de muestra está integrado por 12 directivos de diferentes niveles de dirección. La selección fue intencional, a partir del criterio de atención a los maestros implicados en el primer grupo de muestra. El 91,7 % son licenciados en Educación Especial o Defectología y el que el 8,3 %, que representa un directivo, es graduado de Logopedia. El 75 % (nueve directivos) tienen más de 11 años en Educación Especial, sin embargo, en la dirección solo el 33,3 % de la muestra entra en igual categoría de los años de experiencia. El 50 % de los directivos lleva menos de cinco años en el cargo, todos coinciden con directivos a nivel de centro. El 50 % tiene menos de cinco años en la dirección del servicio ambulatorio (a nivel de centro) representado por seis directivos.
La concepción metodológica general de la investigación se basó en el método dialéctico materialista para llegar a comprender el proceso de la superación de los maestros ambulantes en su totalidad y como particular, la representación que en el contexto pinareño ocupa, los conceptos de su surgimiento, su desarrollo constante, las contradicciones existentes, los saltos en su unidad orgánica y sus correspondientes interrelaciones.
Se empleó el método análisis y síntesis que permitió la apropiación de las relaciones, nexos y esencias del proceso de superación de los maestros ambulantes, así como sus particularidades en Pinar del Río. Además, se utilizó el método histórico-lógico, que propició el análisis de la evolución, esencia y desarrollo de los hechos que han marcado la trayectoria del proceso de superación de los maestros ambulantes tanto en la teoría como en la praxis.
Otro método necesario fue el análisis de contenido que en sus variantes teórica y empírica que posibilitó la selección, tratamiento e interpretación de diversos documentos tales como investigaciones, programas, resoluciones, planes de estudio, proyectos, entre otros, necesarios en la realización de inferencias e interpretaciones para cumplir el objetivo propuesto. También se aplicó la entrevista a testigos excepcionales para obtener información sobre los antecedentes, necesidades y características del proceso de superación que se estudia.
Los indicadores para el estudio histórico fueron los siguientes:
La formación inicial de los maestros ambulantes: se reconoce como la etapa de estudios de los profesionales que se dedicaron históricamente a la atención educativa a alumnos con discapacidades físico-motoras para obtener una titulación. Para ello, se realizó el análisis de contenido a documentos de la carrera Educación Especial en los planes A y C, investigaciones de González, (2012); López, (2013); entre otros.
La superación a la que han accedido se entiende como las modalidades de superación que se ofertaron por intereses del Estado, las posibilidades de preparación de los profesionales dedicados a la atención educativa a los alumnos condiscapacidades físico-motoras. Para ello, se realizó el análisis de contenido a documentos de los proyectos territoriales en Pinar del Río y los estudios e investigaciones de Navarro, (2006); González, (2012); López, (2013); entre otros.
El estudio de los antecedentes de la atención a las personas con discapacidades físico-motoras en aspectos relacionados con la estimulación del desarrollo psíquico y motriz, para lo cual se tuvieron en cuenta las investigaciones de Navarro, (2003) y Navarro, (2006); La O., (2007); Triana, (2011) y Puentes, (2013), entre otros.
Con la integración de los resultados obtenidos se recreó cronológicamente el campo (la superación de los maestros ambulantes sobre el desarrollo de la psicomotricidad de los alumnos con discapacidades físico-motoras por parálisis cerebral) en el objeto de la investigación (proceso de superación de los maestros encargados de la atención educativa de los alumnos con discapacidades físico-motoras), se analizaron los rasgos más significativos mediante la negación dialéctica que permitieron determinar los saltos radicales y la aparición de las nuevas regularidades, que por su estabilidad temporal caracterizan una etapa; del sentido y magnitud de los cambios se determinaron las tendencias siguiendo los criterios de Valledor y Ceballo, (2009).
Resultados
Se evidencian con la metodología aplicada cinco etapas históricas.
Etapa I. Primeros referentes sobre los maestros ambulantes (hasta 1901)
En esta etapa la formación inicial de los maestros era limitada, no obstante, existieron algunas instituciones de formación pedagógica, como la primera Escuela Normal de Maestros, que funcionó hasta 1868 y la creación, en 1872, por La Real Sociedad Económica de Amigos del País, de la escuela preparatoria para maestros, la que sirvió para organizar el antiguo sistema de habilitar maestros elementales. Primaba el privilegio de las clases adineradas, las limitaciones en el número de maestros y de instituciones para su preparación pedagógica. La formación de maestros dedicados a lo que hoy se llama Educación Especial no estaba contemplada y no se registran formas organizadas de superación desde los intereses del Estado.
Existía discriminación hacia las personas con discapacidades físico-motoras, se empleaban términos despectivos como inválidos, lisiados y tullidos. Al decir de La O., (2007): «subsistían muchas veces arrastrándose por las calles para obtener limosnas en el mejor de los casos, otras vegetaban en camastros esperando la caridad de alguien» (p.16).
Se conoce de algunas iniciativas de atención privada, limitada a la asistencia médica y la caridad religiosa, pero dependían en su mayoría del poder adquisitivo y de la clase social a la que pertenecía la persona con discapacidades físico-motoras.
Por su parte, Navarro, (2003) destaca a José Antonio Saco, como pionero y promotor, de los maestros ambulantes con la propuesta de escuelas dominicales. Otra figura destacada fue José Silverio Jorrín (1816-1897), Director de la Sociedad Económica de Amigos del País, que en 1865, propone llevar la enseñanza de forma gratuita a las casas de aquellas familias interesadas en la educación de sus hijos. Sobresale en esta etapa el pinareño Rafael S. Morales y González (1848-1872) como promotor de la Ley de Instrucción Pública de la República en Armas, que en su artículo tercero declaraba el servicio de profesores ambulantes.
Una referencia importante sobre los maestros ambulantes la ofrece José Martí, en el artículo escrito con este mismo título, al describirlos en mayo de 1884 como un «(…) cuerpo de maestros misioneros (…) promotores de una campaña de ternura y ciencia» (Martí Pérez, 1884, p.49).
Las regularidades de esta etapa están dadas por la carencia de instituciones de formación inicial y permanente de maestros que pudieran estimular el desarrollo de las personas con discapacidades físico-motoras y el abandono de las mismas desde un interés estatal, sin embargo, aparecen las primeras ideas y acciones que constituyen bases para fundamentar el servicio ambulatorio y el proceder de los maestros ambulantes.
Etapa II. Autodidactismo y enfoque clínico - terapéutico (1902 a 1959)
Con la intervención norteamericana (1898-1902), se promovía el estudio en los Estados Unidos de América y la influencia extranjera en la educación durante la formación inicial y la superación de los maestros. En la formación inicial, no se constatan elementos de preparación para la atención a las personas con discapacidad incluidas aquellas con discapacidades físico-motoras.
Las Escuelas Normales jugaron un importante papel en la preparación y superación de los maestros. Por su parte, la atención a las personas con discapacidades físico-motoras tuvo sus primeros avances desde un enfoque clínico-asistencial con la existencia de algunas instalaciones caritativas o financiadas de forma privada. Ninguna institución era interés de los gobiernos imperantes.
En esa etapa sobresalen la creación de Clubes Rotarios, Clínicas, Hospitales y se destaca la creación del Instituto de Cirugía Ortopédica para la atención exclusiva de los trastornos del aparato locomotor, inaugurado en 1948.
Desde el punto de vista educativo surgió la primera aula hospitalaria en el antiguo hospital Reina Mercedes, hoy Comandante «Manuel Fajardo», esta tuvo la ventaja de promover la preparación para un oficio y el desarrollo del autovalidismo. Las aulas hospitalarias son reconocidas como la «primera modalidad de atención educativa» a los niños, adolescentes y jóvenes con discapacidades físico-motoras en edad escolar (Navarro, 2006, p.31).
Según ha trascendido, no eran muchos los maestros que tenían disposición de trabajar con niños con discapacidades; a juicio de López, (2013)
«(…) esa falta de disposición se debía fundamentalmente, a que no eran preparados para tan compleja labor y a que las concepciones sobre las personas con discapacidad eran distorsionadas, lo que provocaba temor y rechazo» (p.64).
A pesar de ello, algunos maestros, acumulaban experiencias valiosas, hoy transmitidas por testimonios y de las que no se han encontrado evidencias en materiales escritos. Desde la clínica, sí se recogen algunas figuras que aunaron esfuerzos en la atención a las personas con discapacidades físico-motoras como fueron: el Dr. Bernardo Rodríguez Sánchez, quien fundara en 1919 «La Asociación Nacional de Inválidos» con esfuerzos propios, años más tardes el Dr. José Tarafa, presidente de Los Rotatorios del Club de la Habana, constituyó en 1944 el «Patronato Pro-niños Lisiados» que desde una perspectiva asistencial combinaba la rehabilitación y la enseñanza de un oficio.
Una de las figuras más importantes fue la Dra. Carmelina Virgilí reconocida como la madre de la Pedagogía de la Rehabilitación cubana.
Las regularidades de esta etapa constituyen la falta de intencionalidad en la formación y superación de profesionales dedicados a la atención educativa a las personas con discapacidades físico-motoras; al respecto López, (2013) plantea que «tampoco existían en Cuba publicaciones científicas sobre educación especial, o temas afines que sirvieran de fuente de consulta y superación a los maestros» (p. 64).
También surgieron iniciativas en el orden clínico, rehabilitador y hospitalario que fueron un paso de avance para el reconocimiento de estas personas, y a su vez, para los estudios en el área psicológica y motriz de los mismos, pero el personal que atendía a las personas con discapacidades físico-motoras lo hacía desde un enfoque biomédico, divorciando al maestro de esta tarea. Primaba un enfoque clínico terapéutico de la especialidad y la institucionalización como respuesta educativa para las personas con discapacidades físico-motoras.
Etapa III. Comienzo de los Institutos de Superación Educacional. Estancamiento de la Somatopedia (1960 a 1984)
La formación inicial y permanente en esta etapa fue una preocupación del naciente Estado. Algunas de las acciones ejecutadas para garantizarla fueron la creación, en 1960, de los Institutos de Superación Educacional (ISE); estos ocuparon un lugar importante en la preparación de los maestros interesados, aunque no se tienen datos escritos sobre la participación de maestros que atendieran a niños, adolescentes y jóvenes con discapacidades físico-motoras sí existen testimonios verbales de que fue para muchos un comienzo de superación general.
En 1964 surgen los primeros Institutos Superiores Pedagógicos donde, según Manes, (2005) «los estudios pedagógicos adquirieron una importancia relevante, incrementándose los perfiles terminales en función de las asignaturas escolares, apareciendo los profesionales vinculados con las didácticas especiales» (p.23).
Entre los temas más especializados relacionados con la atención a las diferentes discapacidades se destacan los cursos de calificación especialización en la entonces URSS y en los Centros de Diagnóstico y Orientación, a partir de su fundación en 1963.
Es importante destacar que la superación organizada desde estos centros se hacía directamente con los profesionales de la salud, lo que si bien era necesario centralizaba de forma clínica la atención a las personas con discapacidad en edad de atención educativa.
En el curso (1967-1968), se graduaron los primeros maestros terapeutas para la atención a personas con discapacidad, sin embargo, no se ofertó la Somatopedia (especialidad dedicada a la atención de las personas con discapacidades físico-motoras) lo que privó a los alumnos con discapacidades físico-motoras de maestros con una formación académica acorde a sus necesidades; a lo que se fueron dedicando fundamentalmente los graduados de Oligofrenopedagogía (especialidad dedicada a la atención de las personas con discapacidad intelectual).
La formación inicial universitaria de los profesionales dedicados a la atención de las personas con discapacidad comenzó en el curso (1980-1981) con la Licenciatura en Defectología y el establecimiento del plan A. Los egresados tenían un perfil especializado en una de las diferentes ramas de la Educación Especial, no obstante, la Somatopedia tampoco fue ofertada.
Desde el triunfo revolucionario de 1959, la educación en Cuba se convirtió en un derecho de todos, lo que abrió nuevas oportunidades a las personas con discapacidades físico-motoras. En el diagnóstico de la realidad social de estas personas cumplió un papel importante la Campaña de Alfabetización en 1961, la cual permitió tener una visión más real del abandono social y la miseria a la que habían estado sometidas las personas con discapacidades físico-motoras, entre otras.
Un paso significativo lo constituyó la creación del Departamento de Educación Diferenciada, el 4 de enero de 1962, que sería la génesis del departamento de Educación Especial, años después. La atención educativa se favoreció en 1962 cuando se ampliaron a 11 las aulas hospitalarias bajo la dirección de la Dra. Carmelina Virgilí. Las acciones estaban basadas en su experiencia profesional relacionadas con el desarrollo del autovalidismo y el aprendizaje de un oficio en estas personas. En el mismo año se destaca la inauguración en La Habana, de la escuela «Fructuoso Rodríguez», primera escuela para niños, adolescentes y jóvenes con discapacidades físico-motoras que tuvo una existencia efímera, en detrimento de esta especialidad.
La década de los años 70 se caracterizó por el incremento de las aulas en los hospitales pediátricos de Pinar del Río, Matanzas y Villa Clara, el aumento de los planes educacionales y la creación de la Dirección de Educación Especial en 1971.
Otro paso significativo fue la nueva Constitución de la República de Cuba, Asamblea Nacional del Poder Popular, (1976), que postula la atención integral a los niños adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales (artículos 39, 40, 42 y 51). Dos años después, en 1978 se pone en vigor el Código de la Niñez y la Juventud.
Estos cambios generaron un impulso de la Educación Especial en Cuba y particularmente en la atención a los alumnos con discapacidades físico-motoras, materializado a partir del curso 1977-1978, donde se inició el plan de perfeccionamiento de la Educación Especial y comienza a gestarse la necesidad de una nueva modalidad que cubriera la atención educativa de los alumnos que no podían asistir a las escuelas ni estaban hospitalizados.
En esta etapa se destacan como regularidades la preocupación del Estado para cubrir de profesionales la Educación Especial, con ayuda de la otrora URSS, donde también se promovía la superación. Primaba el enfoque clínico terapéutico de la especialidad y los avances de la Somatopedia no fueron significativos.
Aunque comenzaba a gestarse, a partir del 80, una corriente integracionista a nivel internacional, esta no había irrumpido en la sociedad cubana con fuerza revolucionaria, pero pondrían en la mira aquellos casos que, por su estado de salud y/o condiciones de su desarrollo, no podían asistir a la escuela y que al no estar hospitalizados no estaban incorporados a ninguna modalidad educativa.
Etapa IV. Institución de los maestros ambulantes (1985 a 1995)
Esta etapa está marcada por la puesta en vigor de la Resolución Ministerial (RM) 13/85 MINED (1985), que regulaba, por primera vez, la atención en los hogares de aquellos alumnos que por presentar discapacidades físico-motoras no podían asistir a la escuela regular o especial. A su vez, organizaba de forma inicial la labor del maestro ambulante en Cuba. Es importante destacar que no contempla en sus páginas la superación de estos docentes.
A decir de Navarro, (2006) «Esta modalidad, supone convertir la casa en una verdadera escuela, alto reto que el maestro debe enfrentar, tratar de suplir la desventaja que resulta de la pobre interacción de su alumno con otros, con el claustro, con la institución escolar, y otros agentes educativos, lo que requiere del docente un gran esfuerzo y una alta preparación» (p.40).
En la década de los años 80, como parte del movimiento constructivo de escuelas especiales de nuevo tipo, a solicitud de la Asociación cubana de limitados físico-motores (ACLIFIM) y con apoyo del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se inaugura en 1989 la escuela «Solidaridad con Panamá», que enriquece las modalidades de atención que existían hasta el momento en Cuba para alumnos con discapacidades físico-motoras. Esta institución que deviene laboratorio psicopedagógico a partir de la década de los años 90, marcaría pautas para el resto de las modalidades de atención.
En esta década fue muy importante la colaboración del asesor alemán Helmut Berndt, profesor del Instituto Especial de la Universidad de Humboldt, de Berlín y alumno del Doctor Peter Voig, precursor de la Somatopedia en el mundo, la cual repercutió en la preparación de los directivos a todas las instancias, de trabajadores docentes y no docentes vinculados principalmente a «Solidaridad con Panamá»; entre los que se encontraron algunos pinareños.
También trascendió la elaboración de bibliografía especializada y documentos necesarios para normar y crear las condiciones para el buen funcionamiento de la institución; incentivos que sentarían pautas para nuevas investigaciones que contribuirían a la preparación de los maestros de alumnos con discapacidades físico-motoras y a la producción científica, que marcarían el nacimiento de una nueva etapa en la superación de estos docentes en Cuba.
En el curso (1990 a 1991), comienza a ejecutarse el plan C en la formación inicial de los profesionales de la Educación Especial, donde se inicia el tránsito del enfoque clínico terapéutico al psicopedagógico. En esta etapa comienza a profundizarse en la obra de Vigotsky, L. S. (1896-1934) y con ello, se amplió el conocimiento acerca de sus estudios referentes a la discapacidad.
La preparación de los maestros pasa a ser una responsabilidad de los territorios dado, en lo fundamental, por la situación económico-social del país en la década de los años 90, que afectó considerablemente todos los planes estratégicos diseñados e influyó en la aparición de nuevas formas de superación.
De modo particular, en Pinar del Río, los docentes podían acceder a una nueva forma de superación desde el puesto de trabajo, donde eran liberados de sus funciones a tiempo parcial o completo, con las modalidades de: cursos de complementación o recalificación, de actualización, entrenamiento profesional, cursos sabáticos y diplomados. Dentro de los cuales no se registra ninguno, en esta provincia, relacionado con aspectos del desarrollo de la psicomotricidad de los alumnos con discapacidades físico-motoras.
Los cursos que se ofrecieron en este período eran dirigidos por los Centros de Diagnóstico y Orientación (CDO) con asistencia de especialistas médicos, lo que si bien es cierto eran de gran ayuda, también impregnaban un enfoque clínico al tratamiento de las personas con discapacidades físico-motoras y establecían una distancia entre la intervención sobre las necesidades motrices y el papel de los maestros en ejercicio.
La etapa se distingue por la aparición de la figura indispensable del maestro ambulante en la realidad educativa cubana, responsable de la atención en sus hogares de los alumnos con discapacidades físico-motoras que no podían asistir a las instituciones educativas. Se reconocen cambios sustanciales en la formación inicial de los educadores y la amplitud de variedades de oportunidades para la superación, sin embargo, no se evidencia la incorporación de temas relacionados con la motricidad, y la psicomotricidad a estos programas que se impartieron para la superación desde el punto de vista psicopedagógico en esta etapa.
En relación con la especialidad Limitaciones Físico-Motoras, se coincide con Navarro, (2006) cuando reflexiona que «si hacemos un análisis del desarrollo de la especialidad a partir del momento en que se instrumentan las modalidades, para la atención a estos escolares y la preparación del personal docente en esta dirección, en comparación con otras ramas de la Pedagogía Especial quedó a la zaga» (p.44).
Este análisis generó una llamada de atención a los directivos de Educación Especial a nivel nacional a la par que se obtenían los primeros resultados en las investigaciones realizadas en «Solidaridad con Panamá» en áreas como familia, sexualidad, autovaloración, autoestima y caracterización psicopedagógica del escolar, entre otras, con resultados que posibilitaban la extensión de estos conocimientos a otros lugares del país y otras modalidades de atención.
Etapa V. Auge científico en la especialidad Limitaciones físico-motoras (desde 1996 hasta la actualidad)
Un hecho trascendental que marca el inicio de esta etapa lo constituyó el programa de la maestría del Centro Latinoamericano de Educación Especial (CELAEE) en 1996, la cual incluía un módulo sobre el trabajo con los alumnos con discapacidades físico-motoras. De forma particular, esta benefició a la provincia de Pinar del Río, de ella se derivaron importantes investigaciones dentro de las que se destacan las llevadas a cabo por Sotolongo, (2001) sobre la familia de los alumnos con discapacidades físico-motoras, la de Vázquez, (2001) acerca de la comunicación en niños con parálisis cerebral en edad preescolar y sobre motricidad de los escolares con retardo mental las realizadas por Maiga, (2003), entre otras.
A esta edición le sucedió un acontecimiento que por su carácter masivo redimensionó la Educación Especial, la Maestría en Ciencias de la Educación, que desde el año 2005 comenzó a desarrollarse en todo el territorio nacional y que propició el despertar científico de los maestros, entre ellos, los que se relacionaban de diferentes formas con los alumnos con discapacidades físico-motoras por parálisis cerebral.
En Pinar del Río, la mayoría de las tesis resultantes estuvieron relacionadas con temas como la familia, alternativas pedagógicas o relación escuela familia comunidad, formación de valores, entre otras; mientras que campos como la estimulación del desarrollo psicomotriz o motriz estuvieron poco representados.
En «Solidaridad con Panamá» se consolidaban los estudios científicos, lo que permitió la realización de estudios académicos, investigaciones y en algunos casos publicaciones de un grupo de autores dentro de las que se destacan Castro, (2006); Navarro, (2003y Navarro, 2006); La O., (2007); Bert, Urías, Pino, y Molerio, (2017), entre otros.
Como resultado de la especialización en el área de las discapacidades motrices basada fundamentalmente en la experiencia de «Solidaridad con Panamá» y las investigaciones realizadas, surgieron las líneas de la especialidad discapacidades físico-motoras en el curso (2001-2002). Estas han sido enriquecidas y se publicaron en 2013 donde contemplan la superación del maestro ambulante como parte del perfeccionamiento de la Educación Especial del momento Ferrer, (2013); lo que significó un paso de avance importante desde los niveles centrales hasta los diferentes territorios del país.
Las publicaciones comienzan a materializarse en esta etapa y continúan en ascenso en la actualidad, entre las que se destacan las realizadas por Puentes, (2005); Navarro, (2006); Borges, (2012); Triana, Peña y Ferrer, (2014); Zurita, (2015); Ferrer, (2016).
Estas publicaciones han contribuido no solo a la preparación del personal docente sino a la transformación de la realidad educativa de los escolares con discapacidades físico-motoras y a visibilizar la labor investigativa en la especialidad discapacidades físico-motoras.
En relación a las formas de superación, a partir del 2003, en particular en Pinar del Río, se ofertaron cursos de superación a los maestros ambulantes en la atención integral a las personas con discapacidades físico-motoras. Los cuales abordaron temas generales como currículo, orientación familiar, integración escolar e incluían el trabajo con varias enfermedades y trastornos que generan discapacidades físico-motoras. El abordaje teórico-metodológico no contemplaba el desarrollo de la psicomotricidad como un enfoque específico de atención integral ni la profundización en la parálisis cerebral como causante de discapacidades motrices de mayor prevalencia en este sector poblacional.
Un paso de avance lo constituyó la Concepción teórico-metodológica para la atención educativa ambulatoria de Triana, (2011) que aportó las características de la actividad pedagógica de los maestros ambulantes donde destaca el carácter interdisciplinar, integral e integrador que trasciende lo curricular para involucrar el vínculo con otras instituciones comunitarias sin adentrarse en el proceso de superación con estos fines.
Otra investigación que marcó pautas para el desarrollo de los escolares con discapacidades físico-motoras fue la de Puentes, (2013) quien diseñó un modelo para la atención educativa integral a los alumnos con discapacidades físico-motoras por vía ambulatoria. El mencionado autor llevó a cabo, por más de cinco años, el proyecto «Atención educativa integral por vía ambulatoria a los alumnos con discapacidad motriz» en la provincia Pinar del Río. En su obra, remarca la interdisciplinariedad y la intersectorialidad como parte de la atención educativa integral por vía ambulatoria sin profundizar en los aspectos metodológicos para su implementación.
La concepción pedagógica para la atención educativa ambulatoria a los alumnos con discapacidades físico-motoras de Ferrer, (2016) incluye, dentro de uno de los componentes fundamentales, los servicios especializados, los aspectos organizativos y dentro de las sugerencias del currículo la Terapia Ocupacional como asignatura específica ajustada a las individualidades bajo la experiencia investigativa compartida con Durán, Ferrer, Mateo y Rodríguez, (2013). En este programa se sugieren el trabajo con el esquema corporal, la orientación espacial, entre otros, sin asumirlos como contenidos de la psicomotricidad.
El estudio psicosocial de las personas con discapacidades y estudio psicopedagógico, social y clínico-genético (MINSAP, 2003 p.28), de las personas con retraso mental en Cuba, por orientación del Comandante en Jefe, se inicia el 27 de julio de 2001 en La Habana y concluyó en Pinar del Río el 27 de abril de 2003, demostró la presencia en el territorio nacional de 92 506 personas con discapacidades motoras, cifra superada solo por la presencia de retraso mental en Pinar del Río, el universo de personas con discapacidades físico-motoras era de 6064 (p.99).
Este estudio propició un análisis de las principales demandas sociales de este sector poblacional, se ofrecieron respuestas a numerosos problemas y se direccionó el trabajo intersectorial.
A estos avances se le unen los cambios conceptuales de la Educación Especial como «política educativa, como didáctica para personas con necesidades educativas donde quiera que se encuentren (…) [como] forma de enseñar» (Borges y Orosco, 2014, p.16) y los avances de las neurociencias, la fisiatría, la ortopedia, así como el enriquecimiento de la especialidad debido a la producción científica.
Por otra parte, en la formación inicial se aprecian cambios sustanciales con la aparición del plan de estudios D, cuya validación dio paso al plan de estudios E. Este último con mayores posibilidades para proyectar el currículo con asignaturas que respondan a los intereses y necesidades del territorio, mayor protagonismo estudiantil y una mayor integración de los conocimientos con el papel de la Disciplina «Formación Laboral Investigativa» (Principal Integradora).
Como regularidades de esta etapa se destacan el perfeccionamiento en la formación inicial de los maestros de la Educación Especial en la concepción de los planes de estudio y que la superación de los maestros ambulantes, ha estado diseñada para cubrir la introducción de resultados de investigaciones que se han desarrollado en este campo, con predominio de cursos y talleres como formas de organización.
Los cambios en la atención a los alumnos con discapacidades físico-motoras por vía ambulatoria se materializaron sobre la base de la política del Estado y los resultados científicos alcanzados; sin embargo, aún existen carencias para lograr el desarrollo integral de los alumnos con discapacidades físico-motoras acorde a los principios de la Pedagogía cubana, en lo fundamental, sobre la estimulación del desarrollo motor y su incidencia en el resto de las áreas del desarrollo, aprovechando las potencialidades del trabajo interdisciplinario e intersectorial.
El estudio histórico contextual a la realidad de Pinar del Río revela como tendencia que la atención educativa a los alumnos con discapacidades físico-motoras y la superación de los docentes dedicados a este servicio ha transitado desde un enfoque clínico-terapéutico de la discapacidad hasta un enfoque psicopedagógico apreciándose en la actualidad la complementación de ambos enfoques en la atención educativa, no así en la superación.
Se destacan los cambios graduales en la búsqueda de la interdisciplinariedad y la intersectorialidad en la atención educativa sin que existan referentes de su articulación desde el proceso de superación de los maestros, en el que se aprecian insuficiencias en la variedad de formas de superación que respondan a las peculiaridades de la labor de los maestros ambulantes.
Los temas específicos relacionados con el desarrollo de la psicomotricidad se han visto afectados por el desarrollo tardío de la Somatopedia como especialidad en Cuba, lo que ha incidido, en el proceso de superación de estos docentes.
Discusión
En el estudio realizado se cumple lo descrito en otras publicaciones, que aunque reconocen que el desarrollo de los estudios históricos en educación es un hecho ineludible; afirman que estos se mantienen un tanto rezagados con respecto a los adelantos y tendencias de la historiografía en general Alarcón, (2014). Lo anterior es un hecho que se evidencia al tener mayor información de la atención educativa en las diferentes modalidades, donde se incluye la ambulatoria, que del proceso de formación de los maestros ambulantes.
Existen discrepancias entre los testimoniantes en cuanto a si se debe atribuir o no a Martí la primicia en la concepción de los maestros ambulantes, alegando los detractores- que el Apóstol le ofrecía otra misión muy diferente a la de la Educación Especial hoy en día, pues promovía la extensión de los servicios educacionales a zonas agrarias y la cientificidad del proceso.
Al respecto se coincide con Triana, (2011), quién profundiza en la obra «Maestros ambulantes» de Martí, (1884), en que este revela las cualidades, contenido y funciones del maestro ambulante; al referir que reflejan «(…) una filosofía del quehacer pedagógico y clarifican la labor de este maestro, no solo en el sentido del conocimiento que debe impartir a sus alumnos sino en su implicación en la formación de valores, actitudes en la vida de la familia, del propio alumno y de la comunidad»(p.23).
Las etapas que se proponen no son estáticas o absolutas; responden a la necesidad de profundizar en la superación de los maestros ambulantes sobre un tema singular como es el desarrollo de la psicomotricidad de los alumnos con discapacidades físico-motoras por parálisis cerebral, el cual aportó importante información sobre las causas de los aciertos y las insuficiencias de este proceso hasta la actualidad, para retomar lo positivo y evitar reincidir en los errores como punto de partida para continuar la investigación (Sánchez, Puentes, Sotolongo y Díaz, 2017; Sánchez, 2017).
El estudio histórico contextual es una necesidad de las investigaciones que emplean el método dialéctico materialista y utilizan la teoría de Vigotsky, L. S. y sus seguidores como plataforma. El mismo ofrece una comprensión holística del proceso que se investiga, a la vez que recrea la parte de la realidad que se quiere transformar. Como resultado se obtienen las principales regularidades y tendencias necesarias para continuar otros estudios investigativos derivados de este.
Para el estudio se determinaron cinco etapas, que revelan la discrepancia entre el enfoque clínico de la preparación de los profesionales que atendían a las personas con discapacidades físico-motoras antes de 1959, el autodidactismo y la inexistencia de interés de los gobiernos imperantes; y los logros alcanzados en la atención educativa sobre la base de la aplicación de los avances del desarrollo científico técnico desde el triunfo de la Revolución en 1959, así como la proyección de la superación donde se articula la interdisciplinariedad y la intersectorialidad para responder a las necesidades de los casos complejos que presentan parálisis cerebral.
Se constata como otra necesidad no cubierta en el proceso de superación el tratamiento desde la Pedagogía Especial de la relación entre el desarrollo motor y psíquico como fundamento para entender las interacciones compensatorias entre ambas y su aplicación al proceso educativo de los alumnos con parálisis cerebral ajustados a la variabilidad del desarrollo de estos, relacionadas con la multicausalidad del trastorno y la existencia de otras enfermedades o trastornos concomitantes.