Introducción
El teérmino cultura se define como el conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico además puede ser modos de vida, costumbres y sus conocimientos que emergen de la creatividad de los pueblos. “Los cuentos orales y tradicionales forman parte de una actividad cultural”. (Vázquez, et al., 2019, p.23)
Partiendo de las ideas de Hall (1959), citado por Rivas (2016), muchos investigadores sostienen que el 60% de la comunicación personal es no verbal, pero a la vez, señalan que, asimismo, es más importante para una cultura lo que se transmite oralmente. Desde un punto de vista la creatividad es un proceso de innovación y la capacidad que tiene el ser humano para hacer.
Victori, citado por Rodríguez (2004), refiere que “lo oral no debe circunscribirse a la narrativa de corte literario o a los espacios de la cultura tradicional, la oralidad es mucho más que eso, ella nos afianzó y afianza en nuestra condición humana al resultar la comunicación por excelencia, ya que comprende todos los espacios de la vida del hombre en colectividad”. (p. 23)
La narración y oralidad son una forma muy amena para revisar costumbres, transmitidas de generación en generación y que, de alguna forma, contribuyen a reordenar el proceso social de una colectividad, proceso que da vigencia a las prácticas, a los conocimientos, a los saberes y a las experiencias pasadas de la localidad (Soldado, 2018).
Otro aspecto importante es la recopilación de estos relatos, ya que, tal como lo manifiesta, Arancibia & Alarcón (2019), el nacimiento de la ciencia moderna junto al origen de los centros educativos como hoy las conocemos, lugares de cultivo y transmisión del conocimiento, trae consigo el surgimiento de formas de actuar e interactuar entre, por ejemplo, docente y dicente.
Los cuentos orales son agente motivadores que despierta gran interés en los niños y niñas, permitiéndoles convertir lo fantástico en real, identificar personajes, dar rienda suelta a su fantasía, a la imaginación y a su creatividad, además de suavizar tensiones y resolver problemas (Martín, 2006).; Es así cómo, la ciencia moderna trajo aparejada una compleja red de prácticas discursivas que ha alejado al pueblo, de manera definitiva, de la experiencia nativa y originaria de recopilación y transmisión del saber oral, aún conservado, en las comunidades interioranas (Arancibia & Alarcón, 2019).
La cultura, empero, conlleva otras dimensiones, como las nacionales, regionales, étnicas, generacionales, que internamente generan otras realidades que también se constituyen en diferencias culturales. Por ejemplo, las que se pueden crear entre los diferentes grupos de una región que responden a rasgos culturales disímiles que los obligan a dialogar y a negociar para poder convivir.
Morote Magán (2002), considera que “muchos de los cuentos populares que ahora encontramos en la tradición oral de España han venido de India por medio de los árabes y judíos directamente transmitidos por la tradición oral de muchos siglos”.
Por otra parte, un cuentacuentos, es un narrador oral de cuentos e historias. Sus orígenes son muy antiguos y este personaje forma parte de muchas culturas. Por la Edad Media amenizaban las cortes de los señores feudales. En la actualidad a este personaje se le reconoce con gran importancia para la perpetuación de las costumbres y tradiciones de ciertas regiones.
El movimiento de cuentacuentos en América ha tenido un gran crecimiento desde la última década del siglo veinte. Existen alrededor de cien festivales nacionales e internacionales en el que participan cuenteros de todo el mundo. México, Cuba, Costa Rica, Venezuela, Chile, Argentina y Colombia se encuentran entre los países más activos en la narración oral.
Río Lagarto, territorio rural de la provincia de Panamá, posee una riqueza cultural significativa que la convierte en una zona particular, es por ello que se toma a esta comunidad como referente para analizar algunos de los relatos orales de los pueblos del interior de la campiña panameña. Aparece estrechamente relacionada con su tradición oral, dada su multiplicidad de costumbres, tradiciones, creencias e identidades culturales.
El presente estudio utiliza un enfoque cualitativo basada en la técnica de investigación a través de la entrevista y la revisión bibliográfica para exponer varios aspectos relevantes sobre la tradición oral y la leyenda.
El objetivo de esta investigación es realizar un análisis de los relatos orales de una comunidad panameña rural: Río Lagarto y las relaciones que se establecen entre estos y la vida de esta comunidad a través de la recopilación de relatos orales y de narrativas personales, utilizando entrevistas semiestructuradas, grabadas en audio.
Materiales y métodos
El método más oportuno para la realización de esta investigación es cualitativo participativo, ya que permitió abordar al tema de investigación y obtener la información de la manera más fidedigna posible. Los sujetos de interés del estudio estuvieron comprendidos por los estudiantes de 8 años de edad que cursaban el tercer grado de educación primaria en la Escuela Río Lagarto, ubicada en el Distrito de Chepo de la Provincia de Panamá.
Una vez delimitado el objeto de estudio, estos estudiantes debían identificar a los cuenta cuentos de su comunidad entrevistarlos y a la vez que contaran sus cuentos para obtener una representación gráfica a manera de mapa mental.
Los informantes seleccionados fueron adultos de 18 años, que residen actualmente en la comunidad de Rio Lagarto. Se utilizaron los siguientes criterios para la selección de los participantes de este trabajo: tener la habilidad para narrar (cuenta cuentos), querer participar de la narrativa, estar motivados para narrar historias.
Con miras a ordenar y registrar la información recabada, se utilizó como referencia la ficha técnica desarrollada por Rojas (1970), para el estudio sobre las lenguas indígenas de Panamá. Esta ficha se adaptó a las necesidades propias de la investigación realizada en este caso en particular.
La información se utilizó para realizar una ficha de los cuentos orales que se obtuvieron de estos informantes. Una vez realizado el listado de informantes se procedió a obtener la información oral mediante la grabación incógnita con el uso de una grabadora digital obtenida para este fin. Esta grabadora permitió la transcripción lo más fiel posible a la ofrecida por los informantes.
En el análisis de los relatos orales se utilizaron las recomendaciones de Soldado (2018), quien establece las siguientes categorías: Nombre del cuento, rasgos característicos, personajes, relación de la narración con la vida de la comunidad. Además, también se empleó las recomendaciones de Arancibia & Alarcón (2019), quienes señalan las siguientes categorías para analizar cuentos: Nombre del cuento, tipo de cuento, hora y/o escenario donde se cuentan y especialmente, la interacción que se da entre él cuenta cuentos y el oyente.
Resultados y discusión
A partir de los resultados se concluye que la gran mayoría de los personajes de los cuentos tradicionales son de géneros masculino y pocas de géneros femeninos. El hombre está asociado con el que lidera, los que luchan con sabiduría para seguir con la faena. Sentarse alrededor del cuenta cuento masculino quizás implique ese liderazgo que el hombre tiene en el hogar. A diferencia de la mujer, más ocupada en los quehaceres de la casa con poco tiempo y muchos hijos, principalmente en comunidades como la que observamos que los roles del hombre y la mujer se definen en estos cuentos. El hombre debe estar en sus trabajos de pesca, ventas de ganado… Y la mujer lavando, no debe descuidar a sus hijos mensaje que se trasmiten a través de la oralidad (Tabla 1).
Nombre | Tipo de cuento | Hora en que se formaban. | Interacción entre en cuentacuentos y oyente |
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El señil | Basado en cuentos de costumbres reales | El atardecer | Escucha activa de los cuentos y del 100% del tiempo, los oyente preguntaban después que terminaban. |
El encantado guapo | Basado en cuentos de costumbres reales | El atardecer | El 80% era para contar el cuento y el 20% para preguntar dibujar |
La silampa de La Montaña | Leyenda Cuentos de costumbres | El atardecer | El 90% era para contar el cuento y el 10% para preguntar. |
Los compadres | Cuento de costumbre reales | El atardecer | El 90% era para contar el cuento y el 10% para hacer preguntas. |
Tío conejo y tío lobo | Cuento de costumbres | En la mañana | El 90% era para contar el cuento y el 10% para hacer preguntas. |
Tío Tigre y tío conejo | Cuentos de costumbre | En la mañana | .El 90% del tiempo era para contar el cuento y el 20% era para hacer preguntas. |
La pavita de tierra | leyenda | El atardecer | El 90% era para contar el cuento y el 10% para hacer preguntas. |
La tulivieja | leyenda | El atardecer | El 90% era para contar el cuento y el 10%era para contar le cuento. |
Tío sapo | Cuento de costumbre | El amanecer | El 90% era para contar los cuentos y el 10% era para hacer preguntas. |
En estos cuentos orales, especialmente, los de costumbres, los personajes tienen como característica el ser gente trabajadora, muy apreciada en estas comunidades rurales. Las actividades que realizan, estas personas observadas en los cuentos, nos hablan de la clase de trabajo en su vida cotidiana.
Todo esto nos refuerza lo que dice Victori, citado por Rodríguez (2004): “Ella nos afianzó y afianza en nuestra condición humana al resultar la comunicación por excelencia, ya que comprende todos los espacios de la vida del hombre en colectividad la oralidad”. (p. 24)
Por otra parte, la escucha activa de los cuentos fue del 100% de los oyentes lo cuan nos indica que los cuentos orales todavía en estos tiempos, donde la ciencia moderna acapara la atención de los oyentes, en comunidades como esta se conserva.
De acuerdo con Arancibia & Alarcón (2019), la ciencia moderna trajo aparejada una compleja red de prácticas discursiva que ha dejado al pueblo de manera definitiva, de la experiencia nativa y originaria de recopilación y trasmisión del saber oral, aun conservando, en las comunidades interioranas.
Es interesante que los cuentacuentos son adultos de 18 años, son bastantes jóvenes y recuerdan estos cuentos seguramente relatados por sus padres o abuelos, lo cual indican que se van trasmitiendo de generación en generación y, por esto, se conservan, algo que hao se ve en comunidades urbanas de estos tiempos y a veces, ni en otras rurales, manifestando así, la riqueza cultural de esta comunidad así como lo dice Soldado (2018), “la narración y la oralidad son una forma amena para reservar costumbres, trasmitidas de generación en generación y que de alguna forma, contribuyen a reordenar el proceso social de una colectividad, a la vigencia a los saberes y las experiencias pasadas de la localidad”.
A nivel del continente americano los cuentos tradicionales orales aún se mantienen debido a personas que los investiga lo cual garantiza su conservación. Además, son utilizados para reforzar en la escritura y la lectura reforzando los valores. Cabe señalar que algunos de estos cuentos de nuestro estudio también aparecen en la tradición oral de otros países, pero con otras variantes.
Conclusiones
La motivación de retomar la figura del cuentacuentos fue bien acogida por la comunidad. Los niños y adultos se mostraron interesados, y lo primero escuchar con atención las historias relatadas para luego plasmar en papel, mediante dibujos, la comprensión del cuento oral. Y los segundos manifestaron entusiasmo en acudir a relatar los cuentos orales conocidos por ellos.
Es interesante llevar a cabo en las escuelas jornadas de cuentacuentos, en las que los estudiantes relaten algunos cuentos que le hayan trasmitido sus padres, abuelos y los dramatice o dibujen a manera de exposición. Es decir, crear actividades donde se valoren los cuentos orales y no se pierdan.