INTRODUCCIÓN
La técnica deportiva ha sido estudiada por varios autores para Frutos (2013); esta consiste en movimientos con una secuencia con una estructura espacio temporal, que depende de los conocimientos previos y la experiencia deportiva, cuya finalidad es alcanzar el máximo rendimiento deportivo Michael (2019) plantea que con la técnica deportiva se obtienen altos resultados deportivos con menor gasto de energía. Para Collazo (2007) la técnica implica una serie de patrones que se han adaptado y secuenciado. Mientras que Morante e Izquierdo (2008) expresan que es son movimientos deportivos que se caracterizan por su eficacia y eficiencia, el logro del estereotipo dinámico y el nivel de adaptación.
Según Perdomo et al. (2018), la biomecánica deportiva tiene como objetivo la evaluación del gesto deportivo, analizar la práctica deportiva para mejorar su rendimiento, desarrollar técnicas de entrenamiento y diseñar complementos, materiales y equipamiento de altas prestaciones. Todo esto sobre la determinación de parámetros biomecánicos del movimiento, manifestados en las características cinemáticas y dinámicas de las acciones motoras.
Dentro de las características cinemáticas de los movimientos deportivos se encuentran los aspectos temporales, espaciales y espacio-temporales. Estas no tienen en cuenta la causa que originan el movimiento, las características dinámicas, que comprenden las inerciales, de fuerza y energéticos de los movimientos, aquí si tienen en cuenta las causas (fuerzas) que originan los movimientos.
Zatsiorski y Donskoi (2009) definen la fase como “el menor elemento (temporal) del sistema de movimientos, que incluye todos los movimientos desde el principio hasta el final y que cumple determinada tarea”. El cambio de fase siempre coincide con un cambio en las tareas del movimiento. Por otra parte, Meinel (1981) precisa dentro de los rasgos esenciales de los movimientos deportivos la estructura en fases del movimiento contienen las fases preparatoria que sirve de preparación óptima a la fases siguientes, principal, que consiste en la realización escueta de la tarea del movimiento y final en donde se produce una extinción del movimiento y se consigue un equilibro en el sistema.
Para lograr el resultado deportivo el atleta ejecuta una técnica deportiva o acción motora. En la fase principal del movimiento, ya sea cíclico o acíclico, se manifiesta la mayor potencia que desarrolla el atleta, la fase inicial tiene como objetivo ‘preparar el sistema (atleta, atleta-implemento, atleta-contrario) para que en esa fase principal se manifiesten esas variables biomecánicas y la fase final debe lograr un estado de equilibrio.
La preparación del deportista está dirigida a que éste ejecute la acción motora necesaria para lograr el triunfo, y como en ella todo gira sobre la fase principal. Entonces, toda la preparación deportiva está orientada a mejorar la ejecución en la fase principal de la acción motora y esta, a su vez, es indicador de la asimilación del entrenamiento por parte del atleta.
En la halterofilia se compite en dos movimientos, arranque y envión (clin+jerk).De cada ejercicio se han realizado varios estudios sobre sus fases, Medviedev (2014), Guerreo et al. (2019), Ojeda et al. (2020), Arévalo et al. (2021), demostraron que todos los elementos, las fases de los ejercicios en la halterofilia se relacionan entre sí y la ejecución incorrecta del inicio del movimiento condiciona errores en las fases subsiguientes En la investigación realizada por Armas (2019), se concluyó que independientemente de la división de la técnica de arranque todos los criterios responden a un mismo estudio cinemático: el criterio de la trayectoria de la palanqueta.
Según Cuervo et al. (2005) el ejercicio arranque es una destreza motora compleja, en la que se deben aplicar métodos científicos en su proceso de perfeccionamiento. La fase principal en el este movimiento es el impulso final, también denominado segunda fase, cargada o tirón, Vorobiev (1974) plantea que la segunda fase de la tracción, la cargada, al igual que la primera, deberá iniciarse con un esfuerzo potente (160-180 % del peso de la barra), que continúa en el transcurso de 0.15 a 0.25 segundos, este nivel de potencia se genera porque, al inicio de esta fase principal, los segmentos corporales deben estar en una posición en la que el centro de masa de la barra y el del pesista estén lo más alineados posible para generar una fuerza vertical de gran magnitud.
También Buitrago y Jianping (2018) expresan que este instante, el inicio de la fase principal, se produce después de la pre extensión para ejercer fuerza máxima en un periodo muy corto de tiempo, esto equivale a una gran potencia que permite que la barra alcance su altura máxima.
La división en fases del arranque ha tenido varias distribuciones, el autor asume las propuestas por Cuervo (2016), que dividen a este ejercicio en acciones periodos y fases. Según lo anterior, en el ejercicio arranque de la halterofilia se despliega la mayor potencia del movimiento en la fase principal, y esta depende de la ejecución de las fases anteriores: impulso previo y amortiguación. En consecuencia, el objetivo de este estudio fue realizar un estudio correlacional de las fases en el arranque para determinar el efecto del impulso previo y amortiguación sobre el impulso final en los pesistas escolares de Granma.
MATERIALES Y MÉTODOS
La competencia de Levantamiento de pesas de los Juegos Nacionales Escolares de Cuba en el 2018.La población la constituyeron los pesistas del equipo Granma que participaron. Se tomó una muestra con remplazo de los intentos de arranque con 78Kg de los miembros del equipo, excluyendo a los que no ejecutaron movimientos con este peso, quedando como muestra siete pesistas de ambos sexos, con edades entre 15 y 16 años.
Materiales utilizados en la investigación, cámara PS3 Eye, Laptop Lenovo AMD-A10 y el programa SPSS versión 22. LA investigación se desarrolló a través de un estudio de carácter descriptivo correlacional, transversal, con muestreo no probabilístico. Se realizaron filmaciones dentro la competencia con una cámara PS3 EYE a 30 fps. Se ubicó la cámara en la parte lateral derecha de la plataforma a una distancia de 2m del borde de la plataforma de competencia. Las tomas se realizaron con el software Kinovea v8.24, e iniciaban cuando el pesista se paraba frente a la barra y terminaban cuando la barra comenzaba a descender por la señal del árbitro o el fallo del movimiento.
En el proceso de obtención de la trayectoria y determinación de las variables cinemáticas y dinámicas de los intentos se utilizó el software Tracker v8.42 se decidió el movimiento en fases, siguiendo los criterios de Lukashev (1980) y Medviedev (1997); quedando estructurado el movimiento arranque en Impulso previo (IP), Amortiguación (A) e Impulso final (IF). El diseño asumido para investigación se corresponde con un enfoque cuantitativo, no experimental de tipo correlacional. Se procedió a calcular los parámetros de cada fase con los que se realizaron los análisis estadísticos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados en la Table 1 concuerdan con Garhammer (1993) en cuanto a la duración del impulso final, él reporta que esta variable oscila alrededor de los 0.12s. Liu et al. (2018) plantean que la duración de esta fase es de 0.17s. Reyes et al. (2016) explican que el comportamiento óptimo del tiempo en el impulso final se establece entre 0.27 y 0.33.
Variables | Etapas | M (DE) |
Tiempo | FP T | 0,481 (0,074) 0,105 (0,023) |
SP | 0,133 (0,033) | |
HMAX | 0,971 (0,078) | |
Velocidad | FP T | 1.546 (0.144) 1.387 (0.34) |
SP | 2.028 (0.363) | |
Velocidad vertical | FP T | 1,496 (0,112) -0,118 (0,244) |
SP | 1,963 (0,339) | |
Altura | FP T | 0,41 (0,067) 0,561 (0,064) |
SP | 0,772 (0,092) | |
potencia vertical | FP T | 837,5 (83,7) 1133 (122,7) |
SP | 1359.1 (135.9) | |
Velocidades máximas | FP T | 1,496 (0,112) 1.378 (0.337) |
SP | 1,963 (0,339) |
Nota: IP, impulso previo; A, amortiguación; IF, impulso final; HMAX, altura máxima. Fuente: Elaboración propia.
La velocidad es otra de las variables estudiadas con resultados medios de 1.546; 1.387 y 2.028 m/s en las fases de impulso previo, amortiguación e impulso final. Los resultados de Liu et al. (2018), de una muestra de seis pesistas de élite y seis de sub élite revelan valores de velocidad lineal de los clasificados como élite de 1.05; 1.27 y 1.74m/s para las fases antes mencionadas, mientras que en la categoría de sub élite los valores son de 0.71; 1.00 y 1.44m/s.
La altura de la barra en los finales de fase mostró estos valores: IP= 0.41m; A= 0.561m e IF= 0.772, la distancia vertical recorrida en cada fase fue de: IP= 0.42m; A= 0.151m e IF= 0.211m. Liu et al. (2018) encontró valores de altura de la barra al final de las fases: IP= 0.5192m; A= 0.6638m e IF= 0.8990, con las distancias de cada fase en 0.5192m, 0.1446m y 0.2352m respectivamente, esto en los pesistas de élite. En el grupo de élite de este estudio, los valores medios de finales de fase fueron IP= 0.4593m, A= 0.5580m e IF= 0.8160m; con las distancias verticales medias de las fases en 0.4593m, 0.0987m y 0.2580m respectivamente. Los resultados de la investigación muestran en la diferencia de la amortiguación valores cercanos al de los pesistas de élite.
La potencia vertical media osciló alrededor de 837.5W en el impulso previo, 1133W en la amortiguación y 1359.1W, la potencia relativa al peso corporal del pesista fue de 23.380W/Kg. En el estudio realizado por Garhammer (1993), la potencia media en el segundo halón (impulso final) fue de 55.8W/Kg esta diferencia se debe a que el peso corporal y el peso levantado influyen en el resultado de la potencia relativa.
La velocidad vertical máxima, que se manifiesta al final del impulso final, en el grupo osciló alrededor de los 1.963m/s. este valor supera a los obtenidos en el estudio de Liu et al. (2018), en el que el valor de los pesistas de élite fue 1.74m/s, mientras que Campillo y otros (1999) obtuvieron una media de 2.17m/s con el 90 % del resultado máximo. Por su parte, Reyes et al. (2016) determinaron que la velocidad vertical máxima de la barra fue de 2.31m/s para los varones y 2.43m/s para las hembras de su muestra, con valores óptimos sugeridos que oscilan entre 1.60 y 2.50m/s. Barttonietz (1996) midió velocidades máximas de la barra de 1.75 y 1.90m/s. Byrd y Pierce (2002) encontró que la velocidad vertical promedio fue de 2.007m/s.
En la aplicación de análisis correlaciones, determinados a través de la prueba de correlación lineal de Pearson (Tabla 2), se revelaron correlaciones significativas entre algunas de las variables del estudio. Existen correlaciones mayores a 0.70 con una significación del 95 y 99 % entre el tiempo empleado en el impulso previo y el tiempo en la fase de altura máxima, entre el tiempo del impulso previo y la altura recorrida. Otras correlaciones significativas encontradas se detectaron entre la velocidad en el impulso previo y la variación de la velocidad vertical en la amortiguación.
El estudio también declaró correlaciones positivas superiores a 0.8 entre la altura del impulso previo y la altura de la amortiguación (0.87*) y la altura en el impulso final. Igualmente, la correlación lineal es cercana a 1 entre la variación de la altura en la amortiguación y la variación de la altura en el impulso final.
Se observa la potencia en el impulso final está relacionada de forma positiva muy fuerte con la velocidad de la fase y esta a su vez tiene una correlación positiva perfecta (1.00), con una significación del 99 % con la velocidad vertical de esta fase. Esto demuestra que, en el impulso final, el vector de la velocidad vertical representa la mayor parte del componente de la velocidad, y que los pesistas realizan la trayectoria en esta fase con una fuerte tendencia al movimiento vertical.
CONCLUSIONES
Se establecieron las variables biomecánicas del movimiento arranque en la muestra.
Se determinó el efecto de las fases de impulso previo, amortiguación sobre el impulso final en los pesistas escolares de Granma.
Los resultados de las variables biomecánicas medidas fueron comparados con los resultados de otras investigaciones, estableciéndose que la muestra tiene resultados similares a otras investigaciones.
En el impulso final, el vector de la velocidad vertical representa la mayor parte del componente de la velocidad, y que los pesistas realizan la trayectoria en esta fase con una fuerte tendencia al movimiento vertical.